Capítulo 12.5
Finalmente habían llegado a la gran fortaleza flotante de Hades, la diosa Hela junto a Cogman y Naaza se encontraban frente a la ciudad esperándolos.
Junto a ellos se encontraba otra figura, un hombre de entre sus 30, cabello negro asta los hombros, piel blanca como porcelana y con una pequeña barba en el mentón (Imaginen a Azazel de DXD con el pelo más largo y sin la parte rubia)
Este vestía un traje ajustado de color negro, cubierto por una gabardina de cuero igualmente negra.
Al momento que ambos dragones aterrizaron, Loki y Hestia rápidamente se acercaron al par de dioses, mientras que Hestia miraba con lastima a Naaza, Loki miraba aliviada a Hela, quien solo le dio una imperceptible sonrisa.
Antes que alguien hablara, todos escucharon como ambos dragones gruñian, atrayendo las miradas de todos, viendo como la dragona se dejaba caer al suelo, mientras Araxes estiraba sus alas preparándose para alzar el vuelo.
Hestia: ¡Bell-kun espera…! (Gritó viendo las intenciones del dragón, solo para seguidamente cubrirse de la fuerte ventisca que provocaron las alas del dragón, el cual se elevó rápidamente) ¡Debemos…!
Loki: Hay que darle espacio… (Habló en un tono bajo, interrumpiendo el arrebato de Hestia, quien la miró con odio) Araxes lo protegerá y evitará que haga una locura, él es mejor compañía en estos momentos para Bell que nosotros… (Habló mientras pasaba a un lado de Hestia, quien estaba por lanzarse al cuello de Loki, solo para ser casi decapitada por un zarpazo de Meleys, quien cubrió protectoramente a Loki con sus alas, gruñendo con amenaza a Hestia) Sigan a Hades y a Hela, ellos les explicaran todo… (Habló mirando en dirección de Finn y Gareth, quienes dieron un asentimiento, para seguidamente comenzar a alejarse junto al par de dioses, arrastrando a una iracunda Hestia)
Mientras veía como se alejaban, Loki miró en dirección de Hades, el cual solo le dio un leve asentimiento, el cual fue respondido por Loki, para seguidamente comenzar a caminar hacia el borde de la fortaleza, junto a Meleys.
En silencio solo miro al horizonte, muchas cosas pasaban por su cabeza, aunque fue sacada de sus pensamientos al sentir como la dragona ponía su cabeza a su lado, dando un débil gruñido.
Loki: Lo sé, yo también siento ese dolor… (Habló en un tono bajo, aguantando el grito desgarrador que estaba por salir de su garganta, mientras ponía una de sus manos sobre el hocico de la dragona, la cual volvió a recostarse en el suelo, junto a la diosa)
Mientras esto sucedía, Bell se encontraba sobre las nubes, llorando desconsoladamente sobre Araxes, quien, sintiendo el dolor de su compañero, se mantenía planeando sobre las nubes, intentando moverse lo menos posible.
Demasiadas cosas pasaban por la mente de Bell, miles de pensamientos oscuros comenzaban a abrumarlo lentamente, su habilidad insignia, su deseo inquebrantable, poco a poco comenzaba a apagarse.
Un impulso casi incontrolable lo tentaba a dejarse caer del lomo de su dragón, no sentiría nada, solo unos momentos sentiría el viento golpeando su cuerpo, para después no sentir nada.
Muchos pensamientos similares carcomía la psique del peliblanco, quien, sin saber la razón, inconscientemente se aferraba a seguir, su cuerpo no respondía a esos pensamientos, solo se mantenía quieto sobre su montura.
Así las horas pasaron, ya era el medio día del día siguiente cuando Araxes aterrizó en la fortaleza, a un lado de una dormida Meleys, quien miro con atención a los recién llegados, especialmente al peliblanco.
Bell con la mirada oscurecida sólo bajo de Araxes, quien se recostó en el suelo y se preparó para descansar, aunque aún sentía preocupación por su compañero.
Mientras Bell lentamente se alejaba del dragón, caminando hacia ningún lado en particular, solo para seguidamente ser detenido por la aparición de una mujer, la cual rápidamente se acercó al peliblanco.
¿?: Señor Bell Cranel, bienvenido, nuestro dios lo ha estado esperando… (Habló en un tono formal, para seguidamente dar una ligera reverencia) Me presento, soy Dominique de Sade… capitana de la familia Hades… (Habló mientras volvía a erguirse, regalándole una ligera sonrisa al peliblanco, quien no cambió su expresión)
Después de esto la mujer pelinegra guió al peli blanco hacia la gran sala de reuniones, donde Hestia y Loki lo esperaban junto a Hela y Hades.
Al momento que Bell puso un pie en la sala, todas las miradas viajaron hacia él, mientras Loki y Hela lo miraban con preocupación, especialmente Loki, Hestia lo miraba con un aire acusatorio, mirándolo con ojos carentes de brillo.
Esto golpeo profundamente al peli blanco, aumentando la culpa y el dolor que de por si ya era abrumador para él, causando que de la nada, todo se volviera borroso, para seguidamente sentir como su cuerpo caía al suelo y todo se volvía negro.
La falta de sueño, el gasto de energía y su estado mental que pendía de un hilo finalmente causaron que Bell colapsara, solo faltaba un pequeño empujón para que su cuerpo finalmente cediera.
Horas después, Bell lentamente despertaba, mirando confundido la sala médica, causando que lentamente su abrumada mente se pusiera al día.
Al mirar a su costado, se encontró con Cogman, quien rápidamente se acercó al verlo despertar, rápidamente ayudándolo a levantarse.
Pero antes que se levantara, unas voces provenientes del otro lado de la puerta lo interrumpieron y llamaron totalmente la atención de ambos.
Hela: ¿Estás seguro de que es la única forma…? (Pregunto un tanto nerviosa, si bien con ellos dos ahí presentes y sin la limitación que tenían los dioses en Orario, las probabilidades de éxito eran mayores, había una posibilidad de que todo se fuera al demonio)
Hades: Lo discutimos con mis hermanos hace unos cuantos siglos, para un mortal es imposible alcanzar ese nivel, no sin la intervención de dos o más dioses… (Habló en un tono serio, si bien hace siglos solo era una teoría, en la actualidad y con la presencia misma de esa idea respirando a solo unos metros de ellos, las cosas podían hacerse realidad)
Loki: Por lo que logré entender, ese proceso solo serviría para los pocos que alcanzarán el Nivel 10, el hace poco subió a nivel 9… no creo que… (Habló preocupada, notando claramente el riesgo que significaba esta intervención en el peliblanco, pero fue rápidamente interrumpida por Hestia)
Hestia: Debemos hacerlo, no hay otra oportunidad… (Habló con una gran sonrisa y con un brillo de locura en sus opacos ojos, en su mente al hacer ese procedimiento, su peli blanco sería limpiado de las demás bendiciones de las otras diosas y solo quedaría para ella, volvería a ser su Bell)
Todos notaron el aura oscura que rodeaba a Hestia, Loki y Hades al ser los que tenían mayor edad reconocían los indicios en el comportamiento de Hestia, mientras que Hela lo dedujo al notar el aire tenso en ambos dioses.
A este punto ya era sumamente claro, principalmente para Loki, quien era la que más había convivido con esta nueva Hestia.
Debido al estado del mundo y principalmente por el dominio principal de la diosa, Hestia había terminado por ser corrompida por el mundo.
Con la mayoría de las razas casi extintas, el dominio de Hestia sobre la familia poco a poco se estaba rompiendo, con ello hundiendo poco a poco el alma de Hestia en oscuridad, corrompiendo su ser poco a poco.
Esa corrupción había terminado por consumirla, eliminando a la diosa amable que una vez fue y convirtiéndola en un ser inestable e impredecible, Hades solo esperaba que a este punto su poder divino la haya dejado o las cosas se pondrían peligrosas si tenía algún ataque y desataba su poder corrompido.
Fueron sacados de sus pensamientos cuando Bell siendo ayudado por Cogman abrió la puerta, dándoles una mirada seria a todos.
Loki: Bell… ¿Qué estás…? (Pregunto preocupada, solo para ser interrumpida por la voz fría de este mismo)
Bell: Lo are… (Habló en un tono frío, causando que todos se congelarán, exceptuando a Hestia, quien dio una gran sonrisa)
Mientras que Hades y Hela miraban al peli blanco un tanto preocupados, Loki sentía como si un enorme balde de agua fría cayera sobre ella.
La diosa no lo quería admitir, pero se había encariñado con Bell, al punto de considerarlo un hijo más de su familia, por lo que saber que voluntariamente se sometería a un procedimiento que lo mataría en el mejor de los casos la tenía con los nervios de punta.
Antes de que reclamara y obligará a Bell a volver a recostarse, la voz de Hades la interrumpió y causó que contuviera sus ganas de golpear al dios.
Hades: Si eso es lo que quieres no podemos detenerte, descansa por ahora, en un par de horas haremos el procedimiento… (Habló en un tono de mando, no dejando nada a discusión, mientras miraba de reojo como Loki lo miraba con ira) Hestia, Loki, Hela, acompáñenme… (Habló mientras se volteaba y comenzaba a caminar, causando que las tres diosas lo siguieran, aunque Hestia seguía con una gran sonrisa demente)
Una vez los dioses desaparecieron por el pasillo, Cogman guió nuevamente a Bell hacia la camilla donde había estado acostado, para seguidamente sentarlo.
Cogman: No debe esforzarse mi señor, aún no se recupera totalmente… (Habló con calma, mientras se alejaba un par de pasos del peliblanco)
Bell: Gracias Cogman… (Habló en un tono bajo, mientras lentamente se volvía a recostar, mirando fijamente al techo)
Durante unos momentos ambos guardaron silencio, solo escuchando el sonido del viento y el sonido que hacía el corazón mecánico de Cogman, el cual parecía un reloj.
Finalmente fue este mismo el que rompió el silencio, un tanto preocupado por el estado mental del peliblanco.
Cogman: Si no le molesta, puedo hablarle de las aventuras que mis antiguos amos vivieron… (Habló en un tono calmado, esperando claramente el típico gruñido de Bell o que este frunciera el ceño, solo que esta vez, el peliblanco le dio un ligero asentimiento)
Con esto, el autómata comenzó a relatar las aventuras de algunos de sus antiguos amos, así cómo sus algunos se habían encontrado con antiguos héroes, como el Argonauta o el mismo Albert.
Así las horas pasaron, el peli blanco fue visitado durante el día por Dominique y Naaza, quienes revisaban su estado cada cierto tiempo, dejando a Cogman para que lo vigilara y les notificara si algo ocurría.
Igualmente fue visitado por Finn y Gareth, quienes le habían llevado algo de comer, ambos habían cambiado, especialmente Finn, quien ya comenzaba a demostrar físicamente su verdadera edad, mientras que a Gareth solo le habían aparecido canas y una que otra arruga.
Finalmente llegó la noche, donde Bell se sometería a ese procedimiento, ignorando las negativas de Loki, el peli blanco fue con Hades y Hela.
Por petición de ambos dioses, Loki y Hestia tendrían que esperar afuera, principalmente porque no querían que ambas diosas comenzaran a discutir durante el procedimiento y terminaran por desconcentrar a ambos o interrumpir a Cogman que estaría ayudándoles.
Mientras Hades amenazaba a Hestia para que no entrara, Hela con ayuda del autómata preparaba un medicamento que ayudaría a Bell a relajarse.
Una ves Hades llego con ellos, Hela le dio el medicamento a Bell, para seguidamente recostarlo en la camilla, mientras esto sucedía, Bell rapidamente callo en el efecto de la medicina, el cual rapidamente causo que callera inconsciente, lo ultimo que vio antes de que todo se volviera negro, fue como ambos dioses liberaban su forma divina.
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Todo a su alrededor era completamente negro, mirara donde mirara solo había oscuridad.
No sentía el suelo, tampoco alguna brisa, solo, nada.
Por un momento pensó que no había funcionado, pero cuando estaba por hablar, sintió como algo lo sujetaba del pie, para seguidamente tirarlo hacia abajo.
Al mirar hacia ahí, se encontró con los cuerpos putrefactos de sus amigos caídos en batalla, arrastrándolo a una muerte segura.
Si bien su estado mental no le ayudaba, la poca cordura que le quedaba terminó por irse al momento de ver cómo los cadáveres de Riveria y Lefiya eran los que intentaban hundirlo con más ímpetu.
Dejando de lado todos sus pensamientos, ignorando a la pequeña parte de su cordura que aún se aferraba a la vida, dejó que lo arrastraran, hundiéndose lentamente en la oscuridad.
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Mientras esto sucedía, Hela y Hades sintieron que algo contrario a su Arcanum se aferraba al alma de Bell y comenzaba a arrancarla de su cuerpo.
Rápidamente Hela intentó usar su poder para frenar a lo que fuera que intentaba llevarse el alma de Bell, lo que rápidamente fue imitado por Hades.
Siendo ignorado totalmente por ambos dioses, Loki y Hestia habían entrado en la habitación, ambas sintiendo como el peliblanco lentamente dejaba este mundo.
En un arrebato de ira, Loki tomó fuertemente del cuello de su ropa a Hestia, la cual pareció reaccionar ante el brusco movimiento.
Loki: Si algo le llega a ocurrir, yo misma me encargaré de que esas criaturas te despedacen de la peor forma posible… (Habló con un profundo odio en su voz, para seguidamente soltar a la confundida diosa)
Rápidamente la diosa pelirroja liberó su forma divina, no importando si era arrastrada al cielo, para seguidamente subirse sobre el cuerpo del peli blanco y colocando sus manos sobre su pecho usó su arcano para que el corazón del peli blanco no dejara de latir y usando su misma existencia como ancla para el alma de Bell.
Hela y Hades vieron la desesperación en los ojos de Loki, ambos lo sabían, ella había perdido a casi todos sus hijos y ahora se aferraba con uñas y dientes a los últimos tres que seguían aún con vida.
Con ese pensamiento, ambos pusieron más de su poder para evitar que el peliblanco se rindiera, aunque ahora solo tenían que esperar, solo su propia voluntad lo podría traer de vuelta a este punto.
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Con el peliblanco, este ya estaba casi por completo cubierto de oscuridad, ya se había rendido, no pelearía más, solo deseaba descansar de todo este sufrimiento.
¿?: Así que… ¿Este es el último héroe…?
Al escuchar esa voz, toda la oscuridad a su alrededor desapareció, siendo reemplazada por una enorme pradera de pasto verde y grandes árboles rebosantes de vida.
Bell aun siendo lentamente consumido por la oscuridad, volteo lentamente hacia los lados, viendo sorprendido el pasto y los árboles llenos de vida.
¿?: Debo decir que me siento decepcionada… creí que el último héroe al menos valoraría su propia vida… (Habló mientras aparecía de detrás de un árbol, causando que el peliblanco se congelara al verla)
Bell: ¿R-Riveria…? (Pregunto en shock, mirando incrédulo a la mujer frente a él)
Frente al peliblanco, la imagen exacta de la que fue Riveria se encontraba sentada sobre un tronco caído, mirándolo directamente a los ojos con una mirada carente de brillo.
¿?: Así que esa es la apariencia con la que me ves, interesante… (Habló un tanto sorprendida, mientras lentamente se acercaba al peliblanco, el cual no parecía reaccionar) Lamento decirte que solo tengo la apariencia de esa princesa elfa, no soy ella…
Bell: ¿Quién eres…? (Preguntó mientras desviaba la mirada, no soportaba ver el pulcro rostro de la elfa frente a él)
¿?: Se me conoce por muchos nombres, algunos me llaman madre tierra, otros… bueno esos nombres ya se perdieron hace milenios… (Habló mientras se paraba frente a Bell, intimidándolo con su pesada presencia) Pero tu puedes llamarme Gaia… (Habló dejando salir su poder arcano, causando que toda la naturaleza a su alrededor cobrará aún más vida, solo el lugar que pisaba Bell se mantuvo marchito) Ahora dime, último héroe, ¿Por qué rechazas la vida de esta forma…? (Preguntó mientras bajaba su poder mirando directamente a los ojos opacos de Bell, el cual solo bajo la mirada hacia el suelo)
Durante unos momentos el peliblanco guardó silencio, sintiendo la mirada expectante de la diosa primordial sobre él.
Antes de que pudiera contestar, sintió como sus piernas perdían fuerza, causando que callera al suelo, viendo como lentamente sus pies comenzaban a tornarse de un negro carbón, así como sus piernas.
Gea: Se te acaba el tiempo héroe, ¿responderás mi pregunta…? (Preguntó en un tono calmado, ignorando totalmente como el cuerpo del peliblanco lentamente comenzaba a deshacerse)
Bell: No quiero seguir sufriendo… ya no soporto ver a mis seres queridos morir frente a mis ojos… (Habló en un tono plano, finalmente dejándose caer al pasto, quedando boca arriba) Ya los perdí a todos… no tengo nada por que vivir…
Gea: Como dije antes, me decepcionas último héroe… creí que serías diferente… (Habló mientras miraba en la dirección de los árboles) Ellos dieron su vida en vano por ti… fueron unos idiotas por creer en alguien como tu…
Bell: No te atrevas a insultarlos… (Habló con molestia, intentando levantarse, solo logrando sentarse con cierta dificultad)
Gea: Así que aun tienes algo de voluntad ahí dentro, creí que ya no eras más que un muerto en vida… (Habló en un tono de aburrimiento, mirando como inútilmente el peliblanco intentaba levantarse) Escúchame bien, mocoso… tú no eres el primer Bell Cranel que ha sufrido, ni tampoco serás el último… (Habló un tanto molesta, mientras movía ligeramente la mano, causando que alrededor de ambos se formarán múltiples imágenes del peli blanco, aunque todos eran diferentes entre sí) Todos ellos sufrieron de diferentes maneras y aun así siguieron adelante con sus vidas…
Ante los ojos del peli blanco, múltiples imágenes de él mismo aparecían, aunque todos tenían algo diferente, una mostraba a un Bell más maduro, cubierto por una capa de color rojo, así como una máscara blanca cubriendo su rostro, dejando ver sus ojos con heterocromía, destacando uno de sus ojos color azul, el cual brillaba con peligro, otro era un Bell herido, con prótesis de plata en lugar de brazos y totalmente cubierto de cicatrices, otro era un Bell con un gran parche similar al de Hefesto cubriendo la mitad de su rostro, cubierto por una armadura negra, otro Bell, de cabello negro, miraba desde lo alto la ciudad, una mirada fría se dejaba ver en sus ojos, mientras que la mitad inferior de su rostro era cubierta por una máscara.
Así como ellos, miles más de él mismo se dejaban ver, algunos más heridos que otros, con ojos carentes de vida, totalmente opacos, aunque, todos compartían una cualidad, unas fuertes llamas de voluntad brillaban en el fondo de sus ojos.
Gea: Todos ellos sufrieron, fueron traicionados, incluso algunos asesinados por las personas que dieron su vida por ti… pero a pesar de todo se levantaron y siguieron la voluntad que ardía en sus corazones… lo perdieron todo, pero siguieron adelante sin importar cuantas veces cayeran… (Habló en un tono firme, ocultando una sonrisa al ver como los ojos anteriormente opacos del peliblanco frente a ella ahora comenzaban a brillar otra vez) Veo que lo has entendido…
Ante esto el peliblanco dio una sonrisa, solo para seguidamente sentir como algo lo tomaba del cuello, aferrándose fuertemente a él.
Toda la realidad a su alrededor se sacudió con esto, causando que la diosa primordial soltara un gruñido molesto, viendo como la realidad misma comenzaba a deformarse.
Gea: Escúchame bien, último héroe… todos dieron su vida para que vivieras, porque eres el único que puede salvar este mundo roto… no escupas en las esperanzas de quienes dieron todo por ti… (Habló en un tono serio, lentamente comenzando a desaparecer, viendo como nuevamente el peliblanco era cubierto por oscuridad, solo que esta vez él peleaba en contra de ella) Nos volveremos a ver… hijo…
Después de esto, la realidad a su alrededor se quebró como cristal, devolviéndole a la oscuridad, solo que esta vez, las llamas en el corazón de Bell iluminaban a su alrededor.
A pesar de su renovada voluntad y el renacimiento de su deseo, la oscuridad poco a poco comenzaba a ganar terreno sobre el peliblanco, el cual seguía peleando en contra de esta.
De la nada, fue tomado del brazo y lanzado fuera de la maza de oscuridad, al ver al frente, se encontró con un Cogman siendo devorado lentamente por la oscuridad.
Bell: Cogman, que estás… (Habló alarmado, solamente para ser cubierto por una luz blanca, la cual lentamente lo comenzaba a elevar) Carajo… ¡Cogman…!
Cogman: Viva su vida joven amo, sea el último héroe que tanto nos prometió el destino… no se preocupe por mí, mi destino siempre fue este… (Habló con alegría, mientras le daba una última reverencia al peliblanco, el cual inútilmente intentaba acercarse hacia él)
Bell: ¡COGMAN…!
Cogman: Hasta siempre, joven amo… (Habló, para seguidamente ser totalmente cubierto por oscuridad)
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Lo primero que vio al abrir los ojos, fueron los rostros preocupados de Hades, Hela y Loki, la cual rápidamente lo abrazó, rompiendo en llanto.
Hela: Bienvenido de vuelta chico… (Habló con una media sonrisa, mientras junto a Hades ayudaban al peliblanco a sentarse, teniendo a Loki aferrada a él como si fuera a desaparecer) ¿Te encuentras bien…?
Bell: Cogman… (Habló mientras intentaba levantarse, siendo rápidamente detenido por Loki y Hela, quienes se miraron confundidas por la mención del autómata)
Con duda los dioses miraron en dirección del autómata, sorprendiéndose al encontrarlo apagado a los pies de Bell.
Bell: Él se sacrificó… por mí… (Habló lentamente, viendo como el cuerpo del autómata se mantenía de pie como una estatua)
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Hades: Así que, eso fue lo que sucedió… (Habló en un tono pensativo, escuchando el relato del peliblanco, el cual estaba sentado, dándole la espalda a Loki)
Hela: Eso debería ser imposible, se supone que ella… (Habló confundida, solo para seguidamente ser interrumpida por una mirada de Hades, el cual con la mirada le decía que no podía terminar esa frase frente a Bell)
El peliblanco se dio cuenta de esto, pero cuando estaba por preguntar, la voz de Loki lo interrumpió y causó que mirara sobre su hombro.
Loki: Bien, todo listo… felicidades niño, ahora eres nivel 11… (Habló con una gran sonrisa, mientras le pasaba la hoja con su estado al peliblanco, el cual la miro sorprendido)
Mientras esto sucedía, en la entrada de la habitación, Hestia miraba esto con mala cara, su plan no había funcionado, todavía lograba sentir parte del poder de las demás divinidades en Bell, especialmente la de Loki, la cual se había hecho más fuerte al actualizar su estado.
Lentamente y con una ira reprimida, "Hestia" trazaba un plan para deshacerse de los dioses frente a ella y quedarse solamente ella junto a Bell, su Bell.
