Ciudad Verde… y pensar que Vermilio volvería, victorioso.
También sucio y harapiento a las puertas de la ciudad.
La verdad es que se habían bañado en el claro donde Caterpie tenía su escondite. Después de un momento incomodo de ver un montón de niñas desnudas agitando sus lindos traseros al correr de un lado a otro, Vermilio desarrollo un tic, no ayudado con una niña rata desnuda molestándolo por enseñarle sobre la habilidad que necesitaba para lograr el Retrofit.
Pero el momento más incómodo era la despedida.
Caterpie claramente quería ir con él, y era… tentador. La niña orugita sería un Pokémon devastadoramente poderosa, y una completamente obediente dispuesta a cumplir todos sus caprichos, pero esa fuerza no provino realmente por él.
Podía haberse redimido con ella al tenerla a su lado, pero muchas Pokémon que Caterpie protege la necesitan, Caterpie sobrevivió por esas Pokémon, le dieron algo que hacer mientras espera, así que tuvo que darle a Caterpie una misión más transcendental que acompañarlo o quedarse para siempre en esa ruta.
Quería que cumpliera su premonición. Que fuera Dominante.
Si lo fuera, con el respaldo de una Dominante, Vermilio tendría un lugar para respirar tranquilo cuando las cosas se vuelvan agitadas. Pero eso es un plan en papel por ahora.
Primero había que ganar una medalla, pero antes…
Ciudad Verde estaba rodeado de un muro, pero a su alrededor había casuchas tanto de material como de cartón que empañaba lo que otrora fue la Ciudad capital de Kanto en todo menos en nombre, por lo menos hasta la caída de Giovanni.
No es que adentro no haya casas para los que viven aquí, pero no muchos podían pagar los altos intereses e impuestos para habitar en una ciudad resguardado por la Asociación. Por eso afuera había una mayor actividad que dentro de la ciudad, con muchos viviendo de la Silvicultura, horticultura, ganadería… pero también de cosas menos legales.
Un chico con una inicial de fuego que parecían haber cruzado el bosque a campo traviesa llamaba la atención, más que nada la Charmander que se aferraba a la mano de Vermilio tomándolo para no perderse, al sentir el ambiente rancio a su alrededor.
"No mires mucho a nadie, camina mirando frente a ti bajando la cabeza"
El chico con ojos bermellón aviso a Charmander para no buscar problemas, pero Vermilio sabia que no muchos tendrían el valor de meterse con el aldeble. Quién lo viera sabría que era alguien capaz de prender fuego a todo esto sin parpadear, y efectivamente, una batalla podía generar mucho daño colateral en estos caseríos que no cumplen el reglamento de construcción. Y un tipo que obtuvo un Inicial no era alguien simple por muy jugoso sea tener un Charmander para vender al mercado negro o usar como juguete personal.
Nadie aquí consideraba poder realmente ser entrenadores de la niña iguana, nadie
Pasando por el caserío sin mayor problemas, llegó al punto de entrada, donde personal variado de trabajadores y entrenadores de campo pasaban y entrada de un puesto de control que tenía que pagar peaje para entrar o salir.
Llegando al sitio, una oficial Jenny lo atendió en la caseta que parecía más un mostrador con paredes, con una Growlithe particular al lado.
Arqueo una ceja.
Charmander no pudo contener su curiosidad al observar otra tipo fuego como ella, mirando a la niña cachorro que tenía una mirada de mil yardas al infinito.
Podía no haber distinguido realmente una Jenny de otra, pero no podía ignorar una Growlithe como está.
La Jenny al notarlo arqueo una ceja y miro a la Charmander a su lado.
"Que sorpresa… no esperaba un reencuentro"
"¿Un mes es poco o mucho tiempo?"
"Eso depende" viendo que entraba en conversación con un novato, la oficial Jenny tosió y volvió a recuperar su profesionalidad "¿Tienes Pokédex?
"Vengo a buscarla"
"Entonces Identificación, licencia y carta de pertenencia de la Charmander"
Que bueno que lo pedí ese día donde me dijeron que me iban a dar una Inicial.
La Pokédex era un dispositivo que tenía un sistema unificado de Enciclopedia, Identificación, Pertenencias y Cartera bancaria… pero no todos lo tenían, tampoco era necesario, pero era muy conveniente para no depender de que no se pierda un documento.
Pero Vermilio era cuidadoso, incluso si hubiera perdido su documentación por cualquier incidente podía regresar a su casa para buscar los documentos de respaldo.
Jenny verifico que todo estuviera en regla, para luego regresar los papeles a Vermilio que aseguro antes de entregar el peaje de entrada con el resto de dinero que tenía.
Oficialmente estaba en quiebra.
"Todo en regla ¿Tienes alguna duda…?"
Vermilio miro extrañado a Jenny, antes de comprender.
Si hubiera sido un entrenador del montón no le daría más que un vistazo, pero con un inicial era alguien con aparente talento. Si no le daba una atención como corresponde al ego que debe tener, podía querer ensañarse con Jenny en el futuro.
Vermilio negó con una ligera sonrisa "Gracias por la pronta atención y… ¿Hay reglas que cambiaron en la liga?"
La oficial joven suspiro agradecida que este chico no era alguien con la cabeza metida en el trasero, no como el otro que llegó hace dos días con una Squirtle, pero negó a la pregunta de Vermilio "En el Centro Pokémon pueden darte toda la información actualizada de los nuevos reglamentos de la Liga y sus distintos circuitos. Pero no ha habido nada particular desde la introducción de la Teracristalizacion"
Vermilio asintió "Entiendo… entonces que tenga usted buen día oficial"
Miro de nuevo a la Growlithe que lo miraba de reojo con Vermilio asintiendo hacia la cachorra para luego seguir su curso.
La niña cachorro suspiro al lado de su ama que miraba a Vermilio alejarse con una expresión curiosa.
"¿Qué opinas Growlithe?"
"Es peligroso".
"¿De verdad?"
Growlithe no dejo de pasar su mano por el antebrazo recordando la sensación que le daba Justiciero "No distingo que sea malvado. Pero es muy siniestro, además, noto que sea una Growlithe del montón"
"…Vales, lo que digas cariño"
Vermilio no sabía porque una Growlithe así estaba haciendo un trabajo tan humilde pero todos tienen sus circunstancias. Dejando eso a un lado, miro las calles de nuevo vacía de Ciudad Verde desde que ocurrió la caída de Giovanni hace 14 años.
Una pobre ciudad sin gente.
"Vamos a buscar la Pokédex, que te revisen y a combatir ¿Correcto?"
Ya le había dicho el plan a Charmander pero quería confirmar si estaban en la misma página.
Charmander agitó su cola y asintió "¡Bien!"
"Solo ten cuidado de no revelar demasiado, recuerda lo que te dijo Rattata ¿No?"
La niña lagartija infló las mejillas pero asintió.
¿Por qué Rattata se rindió? No era porque no pudiera combatir contra Charmander, pero si lo hacía, aunque ganará, saldría perdiendo…
Eso es porque iba a resultar malherida, haciendo que la pérdida sea mayor ya que no podía defender a sus hermanos de otros Pokémon que se aprovechen de sus situación actual aunque no se habrían metido con Rattata cuando está hubiera estado sana.
Eso sería catastrófico.
En el mundo Pokémon no hay muchos que sean totalmente absolutos. Que realmente estén en la cima de forma indiscutible, puedes ser Dominante de un territorio pero sabes que si todos los Alfas se unen contra ti, incluso si ganas, no vas a tener la fuerza para mantener la posición. Debes llegar a acuerdos y compromisos para mantener el delicado equilibrio de un territorio.
Esto era igual tanto para los Pokémon como los humanos.
Si Charmander lo daba todo y ganaba, pero resultaba malherida, sanarla iba ser lento y costoso, además habrá revelado todas sus cartas haciendo que sus oponentes futuros puedan predecirla.
Por eso planteo la opción de otra compañera, pero la inicial de parecía renuente para compartir su posición con otra Pokémon, más que nada al ver a Pidgey y Caterpie claramente superiores a ella.
No iba a poder sostener su lugar como la primera, y era cierto. Vermilio podía haberse decantado más con Caterpie si lo hubiera seguido al no querer complicarse en tratar a Charmander, pero eso a la larga sería malo.
"No otra Fuego"
"¿Una Growlithe? Sería un buen Pokémon…" Charmander infló los mofletes y agitó la cola molesta "Piénsalo, no tanto para mí sino para ti. Ya te lo dije, yo no soy el único que piensa tener Pokémon, quiero que también tengas compañeras para ti"
Era una perspectiva casi-revolucionaria pero era su ideal.
No ser la cabeza de la pirámide de su grupo, en realidad, solo quiere comandar con ellas teniendo sus propias compañeras, de ellas y solo para ellas, así sea para la crianza o para combatir.
Puede que Vermilio sepa luchar por ahora, pero habrá un punto que sus limitadas capacidades se empezarán a notar, llegando al punto de estorbar.
Pero la idea de múltiples grupos era solo un concepto.
Sin embargo la idea funcionó. No era algo que Charmander pensó pero si podía tener una pareja así de fuerte, siendo ella la dominante de la relación claro, era una buena perspectiva…
Agito su cola con entusiasmo.
"Pero vas a tener que esforzarte para hacer que una Growlithe este a tu servicio. Pero es cierto que también vamos a tener que conseguir otra camarada si no queremos que estés en alta tensión y conteniéndote para más inri. Pero si aún no te gusta la idea, lo entenderás un poco cuando empecemos a combatir"
Charmander volvió a molestarse, pero la advertencia llegó a ella. Hasta cierto punto no quería ser desobediente y pensar que la botarian, pero tener a otra Pokémon para compararse haría resaltar demasiado sus deficiencias.
Tenía que mejorarse si quería seguir al lado de este extraño entrenador.
El centro Pokémon además de atención médica especializada para los humanos y Pokémon, también tenía todo lo necesario para los entrenadores y su equipo de combate, desde objetos, bayas, potenciadores, pociones y un largo etc.
La verdad es que Vermilio estaba sorprendido por lo bien surtido que estaba la Tienda en el Centro Pokémon, claro que no tenía nada tan loco como Megapiedras, Piedras Z o Teracristales. Pero estaba más sorprendido por algunos objetos como Semilla Milagros o Agua Vital en exposición.
Sin embargo no tenía nada en su nombre aparte de lo que tenía puesto, así que se dirigió al mostrador para recibir su Pokédex y al fin ponerse en movimiento.
Sin embargo…
"Vermilio" el encargado con gafas y piel enfermiza miro su identificación, que arrugo en sus manos, la identificación de aun niñez "Te esperábamos hace dos días..."
Vermilio le dio la mirada mas aguda que podía "Problemas en la ruta"
"Tu compañero llegó sin problemas, que extraño..."
Se encogió de hombros "Hombre afortunado"
Lo sintió mirar a Charmander que miraba curiosa la Tienda con una amplia variedad de productos que no podían pagar, aún, pero solo miro con precaución por lo deslumbrante del sitio, muy diferente al bosque donde estaban o el habitad donde nació, aunque no lo mostrase.
El encargado asintió "Esta sana"
Chasqueo la boca "Para ello saque mi identificación... la que destruyo"
No sabía si observó a Charmander para sacar el hecho de que estaba en mal estado y retrasar más la entrega de su Pokédex, pero se estaba quedando sin paciencia…
Si tan solo fuera como la Jenny de atrás...
El encargado lo miro con un intento de burla tras sus gafas, él resoplo mostrando que no tenía la paciencia para seguir aguantando su interrogatorio, golpeando el mostrador con el dorso de su puño. Parece que funciono, porque buscó algo debajo de la repisa, sacando un dispositivo de ultima tecnología.
"Antes muéstrame..." saco su Ultra-ball con impaciencia, llamo a Charmander, le dijo que cerrara los ojos, respirara hondo antes de atraerla en la interior de la Poke-ball sin resistencia, para después sacarla haciendo que exhalara fondo.
Arqueo ambas cejas hacia el encargado.
Quedándose con las palabras en la boca, asintió "Bien, esto es caro, lo pierdes ahora, y se acabó"
Tomo el dispositivo, lo abrió con suavidad mostrándose dos pantallas, una mas grande que la otra, donde corrían líneas de información al ser abierta por primera vez.
Tras el había el lente de una cámara, pequeña, pero apostaba que podía sacar mejores fotos que la Kollac de su madre.
La apunto a Charmander que ordeno sentar, que la miro curioso antes de darle su mas bella sonrisa sin querer.
"Charmander" una voz femenina y electrónica resonó el sitio "Pokémon Lagartija; La llama que tiene en la punta de la cola arde según sus sentimientos. Llamea levemente cuando está alegre y arde vigorosamente cuando está enfadada"
Asintió con interés "Muy preciso"
"Y caro" le recalcó.
En la pantalla pequeña una foto sonriente de Charmander actualmente se mostró deslumbrante, en la pantalla grande una serie de datos técnicos se mostraron, señalando su estatura, peso, edad, perteneciente, lugar de posible residencia, etc...
Una petición de un escaneo mas preciso se mostró, pero decidió cerrarlo por el momento, guardándolo en un bolsillo de su zurrón, ahora lo que quería era salir de aquí.
Miro al encargado, arqueando sus cejas marrón tras su gorra.
Este suspiro y saco cinco curaciones.
"¿Son caras me dirá?"
Le dio una mirada dura, el le retorno la mirada en venganza, venciéndolo, antes de decir entre dientes
"Ahora eres un cliente Premium de nuestros servicios, ¡enhorabuena!" no parecía para el encargado una hora buena "Como obsequió le haremos entrega de estas pociones..."
Sabía que había algo mas "¿Y...?"
Refunfuño sacando un estuche amarillo, gruñendo al por debajo.
"Revivir"
Puso su oreja a su dirección "¿Como?"
Recalcó de nuevo con falsa alegría "¡Un revivir!
No era un revivir real, no podía traer nada de vuelta a la vida, pero un ataque fatal podía estabilizarlo con tal objeto.
Esto si era caro y mucho mas precioso de lo que podía aparentar, lo guardo con cuidado cerca de un lugar de fácil acceso.
"¿Desea algo mas de nuestros servicios?" dijo con una mueca de alegría muy falsa
Negó "Charmander" Llamó a la niña lagartija sentada en una pulcra silla blanca, riéndose por lo bajo de su discusión con el encargado "Nos vamos"
Charmander asintió y se bajo de un salto de su asiento, se dio media vuelta tras su entrenador sacándole la lengua al encargado que los despedía con su mano agitándola y el rictus de una sonrisa en su rostro al perder posiblemente un negocio debajo de la mesa con su Pokédex.
