Butterfly colocó en la mano enguantada de Ivysaur una esfera iridiscente en un gesto gentil.
"Debes saber que es esto ¿Verdad?"
Ivysaur miro la esfera que cabía en la palma de su mano, asintiendo.
"Mi señora, esto es una esfera… Teracristal"
Butterfly asintió con su iris cambiando de forma compuesta y cromática de forma intermitente "Solo puede ser usada una vez, pero te permitirá sin intermediarios activar tu Poder Oculto… o Teratipo"
Butterfly le había dicho a Ivysaur que su Teratipo era… Fuego. Esto le daba una gran capacidad defensiva a la señorita semilla, y aunque aún tendría que lidiar con la Roca y el Volador, será una sorpresa el hecho de que un Tipo Planta desate fuego.
La mano de la mujer mariposa acarició el mentón de la señorita en un gesto íntimo y gentil "Esta es mi regalo como Tutora, cuando regreses, tendré preparado algo mucho más especial para ti, hasta entonces, que tus acciones sean aquellas que te hagan sentir orgullosa de ti misma mi querida Ivysaur"
Acerco su labio al rostro de Ivysaur, besando su frente en bendición a la inicial de Tipo Planta.
Cuando era una confundida y deprimida Ivysaur, Butterfly aún malherida luego del combate contra Pikachu y posteriormente contra las Alfas, la acogió y la tomo como pupila, incluso si en si mismo no era realmente la indicada, pero la Dominante se decidió tenerla a su lado.
Puede que estuviera herida, agotada y debilitada, pero justamente la presencia de Ivysaur era el bálsamo que necesitaba para no sucumbir ante la presión ejercida por su nuevo compromiso, con una Emperatriz que no ayudaba al no poseer un ningún sentido de la realidad que la rodea de un mundo tan volátil y cambiante.
Ivysaur siempre fue su almohada para abrazar en momentos de estrés o al dormir, curándose ella misma al volcar su cariño como una planta a la que ver crecer, satisfaciendo su pensamiento de que lo realizaba en realidad sí tenía un propósito más elevado.
"Cuando regreses, Yo Butterfly de Kanto…" La Dominante no la alejo para así y la acerco en un estrecho abrazo, con Ivysaur temblando en sus brazos mientras su esbelto cuerpo contenía sus sentimientos que quería gritar hacia todos y todo "Seré la mitad de lo que crees en mí, así cualquier cosa podría ser, incluso podré aprender amar… como tú"
Ivysaur no estaba segura de esas palabras, pero estaba segura de que realmente… no esperaba que Butterfly sea algo, solo que sea ella misma.
La Dama que caminaba en el cielo, una Dama que admiro como aquellas flores que flotaban hasta más allá de su vista…
Mucho más allá…
Pikachu y Butterfly se encontraba en la caseta de salida del Bosque Viridian que la unía con la ruta 02. Charmander miro a la mujer ratona eléctrica que se agachaba ante ella, mientras le devolvía el gorro que Vermilio le entrego a la inicial de fuego antes de combatir contra la mujer enloquecida.
"Cuide esto por ti en estos días, has soñado con esto ¿No es cierto? Pues hazlo realidad…"
La gorra negra con detalles plateadas algo deslichada quedó en las manos de la niña lagartija que miro a Vermilio que se agachó frente a ella con una amable sonrisa.
"¿Por favor?"
Charmander agitó la cola con entusiasmo, bajo la atenta mirada de todos, incluido Butterfly escoltada por Ivysaur que aprovechaba para pasar un momento final con la Dominante.
Pero ninguno se perdió el pequeño momento.
Charmander alzó sus manos y colocó con gentileza inusitada el accesorio de vestir sobre la cabeza de Vermilio, un accesorio que tuvo tiempos mejores, pero que aún servía muy bien a su función.
La sombra de la visera cubrió los ojos cambiantes dependiendo del estado de ánimo de Vermilio, que estaba en un tono simple marrón tranquilo y contento, con Charmander asintiendo con la cabeza muy satisfecha.
Antes de saltar al cuello del chico escuálido y abrazarlo, contenta de que no haya terminado los sueños ¡Solo empezaban!
"Prometo ayudarte hasta mi último suspiro en que obtengas lo que anhelas" palmeó la pequeña espalda de la niña encogida en sus brazos "Si es un pequeño deseo, lo cumpliré, te doy mi palabra, y volveré del mismo hoyo de Giratina si es para regresar a tú lado, como lo has hecho tú para entregar el gorro que una persona amada me dio como obsequio final…"
Vermilio lo sabía, este era el deseo de Charmander, tener la simple fuerza de entregar un gorro, de devolverlo orgullosa, sencillamente eso.
No tenía más palabras que decir.
Salir del bosque Viridian fue impresionantemente fácil.
No esperaba un contingente de fuerzas de ley para escoltarlo ya que lo veían como sospechoso de todas las calamidades, pero esperaba algo más como un Líder o algo parecido como para llamar su atención de que no hiciera nada gracioso, pero en vez de eso, la salida era tranquila, con el bosque sin cuidar comenzando a cubrir los alrededores ya que el tráfico estaba paralizado desde hace más de medio año.
Charmander y Ivysaur caminaban a sus lados, con el bosque alejándose tras ellos y con ello la mirada de sus dos tutoras sobre el grupo.
Decir 'el bosque', realmente sería una descripción equivocada, casi toda Kanto era un bosque con sus montañas ocasionales, como las que se elevan en la cordillera Plateada al norte, pero con la deforestación y ocupación humana, solo se toma en cuenta el Bosque Viridian y el Safari, pero las rutas y alrededores de una ciudad están llenas de flora.
Así que realmente no sé estaban alejando de ningún bosque, se mantenían dentro de él, pero ese encanto de estar dentro de Viridian de perdió, sintiendo una sensación vacía como estar dentro de una casa, pero no en un hogar.
Con este sentimiento apresando sus corazones poco a poco, el grupo imposible marcho rumbo a su siguiente destino.
Ciudad Plateada.
En los tiempos antiguos, La Región de Sekiei, traducido en la actualidad como Añil o Índigo, en la parte en la que ahora se conoce como Kanto era una Región poblada por los vestigios del Imperio de Æos. Una pequeña región que se dividió en distintas Ciudades Estado, siendo la principal la actualmente conocida Ciudad Azulona que en su momento se conoció como Pueblo Tamamushi, un pueblo que mantuvo algo de su antigua tradiciones en la actualidad.
Pero Ciudad Plateada, no había nada, incluso cuando los del Clan Celestial llegaron y ocuparon lo que es actualmente Jonhto, solo había algo conocido como Sitio Nibi.
Así que Ciudad Plateada no tiene una historia como los otros estados, mas allá que promesas de que había algo en las Montañas a sus alrededores. Para cuando la isla de Sekiei se separo en dos Regiones principales, Kanto y Johto, parece que alguien recordó esas promesas en el pueblo lleno de tiendas que vendía productos del Bosque Viridian y fue a investigar.
Y encontraron.
La fiebre subsiguiente de no solo de riquezas, sino de cualquier material para alimentar la nueva revolución floreció, miles y miles vinieron con la promesa de salir millonarios al encontrar un peñón de algún extraño y exótico mineral en lo profundo de las entrañas del sitio… pero fueron pocos los que realmente salieron, y no era solo porque está exhaustiva atraía negocios muy por debajo de la mesa, llenándose de mafias mineras o que esos recursos alimentaron otra guerra, pasando 'La ciudad' de un dueño a otro, sino por la naturaleza misma del sitio.
Los túneles aparecen y desaparecen, esa era la naturaleza excéntrica de la cordillera. El que desaparezca es asumible por distintos motivos, como los derrumbes, un Onix salvaje pasando o hacer un túnel mal hecho… Pero el que salga otro en medio del que hiciste, o peor, el que hiciste se perdió y al regresar te pierdes por llegar a otro sitio, hizo que pocos se amañaran mas de lo necesario a los lados de la montaña, sin agregar que la guerra nunca acababa realmente aquí, aunque en otros lugares había alto al fuego, haciendo ya de todo esto un infierno para los aventureros en busca de riquezas, salvo por las facciones en guerra.
Cuando los Déspotas, descendientes (según ellos) del Clan Celestial usando tecnología del Imperio de Æos, intervinieron en la Isla, hicieron un trabajo rápido para pacificarlo salvo por dos sitios; el Valle Charrifico y el . El Valle porque un abanderado de ellos, el Rey Loco de Sekiei, los traicionó y uso el Valle junto con un ejercito de Charizard para defenderlo del asedio, forzando a los Despostas a sublimar la mayor parte del valle en contra de sus deseos, quedando solo el pico de un volcán activo donde se crían a los Charmander en la actualidad, el Monte Ember.
Mt Moon y su naturaleza laberíntica sirvió para aquello grupos con intereses contrarios aun lo usaran como un cuartel hasta que pudieran reunir fuerzas y salir a la superficie. Molestando tanto que la población creería que ni con los Déspotas la paz vendría nunca, reanudando el negocio tan lucrativo económicamente que es la guerra.
Entonces, los ancestros de los ahora lideres mundiales, al escuchar a alguien que comprendía la naturaleza extraña de la Cordillera y ante todo el Monte, buscaron a un antiguo minero, que en realidad, entendía demasiado bien la naturaleza del Monte Lunar. los Déspota le prometieron que él y sus descendientes sería uno de los pilares de la paz si los ayudaba a sacar lo que había ahí adentro…
Y ese Minero, siendo conocido en la actualidad como el Arquitecto, reestructuro la cadena montañosa, dividiendo en dos Kanto y Jonhto para siempre, y aisló el Monte Lunar, dejando a los Subversivos rodeadas por la Fuerza Arcanine totalmente cabreados por haber perdido tanto material, tiempo y personal por pacificar totalmente una región empobrecida y desmoralizada por años de guerra intermitente.
Y ahora, uno de los descendientes de aquel Arquitecto, como fue prometido, es un líder del Gimnasio, El Líder de Tipo Roca Brock.
Ciudad Plateada nació entonces como base para los Déspotas para sacar a las astillas de las facciones en guerra que quedaban ahí, al irse los gobernantes, se convirtió en la base para el Líder de Tipo Roca, quienes crearon un museo y convirtiéndolo en una atracción arqueológica, ajeno algún mal sobre esta tierra.
El grupo se encontró con un simple peaje al llegar a las aproximaciones del sitio.
No había para nada un contingente de fuerzas del orden aguardando para interceptar algún peligro, parece que los niveles de riesgo habían bajado con el pasar de los meses.
Aun así, el daño realizado por Victreebel era todavía evidente, había aún una franja que dividía por la mitad la Ciudad, una ciudad que aún mantenía funciones. Vermilio no entendía del todo el alcance de lo realizado por la Emperatriz, pero para Ciudad Plateada, incluso si no había sido hundida y pulverizada, había sufrido graves daños y consecuencias.
No había una forma segura para llegar, o pasabas por la Ruta 02 que conectaba con el Bosque Viridian o la Ruta 03 que te llevaba al Monte Lunar, que tenía en su haber mil y un problemas.
Aun así, la vitalidad de la pequeña ciudad era evidente incluso si esperaba para entrar.
El grupo de Vermilio era una rareza, dos iniciales y una en su segundo estado evolutivo, seguro que no se veía con frecuencia aparte de los extranjeros que habían dejado de aparecer con tantos incidentes ocurriendo en Kanto, por eso los Cazabichos que se jugaban la vida saliendo de la Ciudad y esperando su turno para ingresar, no trataron con él por el nivel de fuerza que tenía como compañeras.
En realidad, Vermilio mismo era el extraño, no parecía en lo absoluto un Entrenador de Élite, su ropa andrajosa y su constitución enflaquecida no era para nada algo que parecía un entrenador que tenia el potencial de subir a la Pole, pero si veía sus ojos hundidos cubiertos por la sombra de la visera de su gorro, no encontrarás ningún campeo predestinado sino un guerrero dispuesto a ir a la guerra.
Llegando a su turno, con naturalidad entrego su Pokédex para el registro, con Ivysaur y Charmander observando con curiosidad sus alrededores.
Vermilio observo de cerca la reacción de la Jenny (Había esperado por algún motivo que fuera la misma Jenny que trato con él en Ciudad Verde) pero no detecto ninguna rareza, él confiaba en su capacidad de percepción, entonces no debe haber nada extraño en su nombre por el que debe preocuparse.
No por eso quiere decir que no se conozca el haber estado involucrado en determinados asuntos, pero su historial aún debe permanecer limpio.
La Jenny escoltada por su Arcanine, un exuberante mujer con un cabello amarillo pálido que caía de forma salvaje más allá de su cintura, llevando un suéter negro corto que mostraba su escote, un pantalón de mezclilla a medio muslo y llevaba sobre si un cárdigan atigrado, con sus brazos cruzados bajo su impresionante frente pero la mirada de promesa de dolor impedía que cualquiera tuviera segundos pensamientos con la poderosa Pokémon Legendaria.
La Oficial Jenny aún así retuvo un par de segundos más su Pokédex después de confirmar su identificación entregándoselo a Vermilio con una expresión curiosa "Parece que tienes un par de mensajes en espera"
"¿De verdad?"
Miro su Pokédex esperando que sea un aviso de los Déspotas, pero se encontró con el perfil de alguien que conocía como remitente.
Vermilio aún así salió de la fila y se colocó a un costado de la carretera dentro de Ciudad Plateada para no detener la cola. Reviso su buzón de entrada e hizo la llamada que le solicitaban.
'No recuerdo haberle entregado mi número… aunque aún así, debe haber maneras para contactar con alguien'
"¿Señor?"
"¿Entrenador? ¡Hay que pelear! ¡No llamar!"
"Lo se" miro a sus dos acompañantes que estaban confusas con su accionar extraño "¿Pero recuerdan a la Joy que las atendió en Ciudad Viridian? Parece que tiene algo que hablar conmigo"
Recordaba la promesa que le hizo… pero fue para acercarse a él por un motivo u otro. Aún así, indudablemente le ayudo con la información que le proporciono, fue una apuesta que la Enfermera Joy realizó aún sin saber la ganancia o perdida que tendría.
Pero obviamente estaba completa y totalmente resentida con el sistema en el que se rige el mundo.
Vermilio no se considera a si mismo un anarquista o alguien que diga que la única iglesia que ilumina es la que está ardiendo, pero era evidente para él que Joy era alguien que se rompió, y podría aprobar totalmente lo sucedido. Incluso si no sabe totalmente la historia de la enfermera, ella parecía alguien que simplemente no le importaría que el mundo arda.
Vermilio podía verse reflejado en ella si alguna vez llegará a perder a Charmander, podía seguir adelante, pero poco o nada le importaría lo que sucediera.
No se le hace extraño que trate de contactar con él si llego a sobrevivir a tantos incidentes, pero no entendía muy bien el motivo u el porqué, no es que gane algo con estar con él, y Vermilio no espera ser un entrenador buscando el podio como para casarse con un Joy que le ayude.
Pensando en ello, antes del que el tono llegará a los siete pitidos antes de pasar al mensaje de voz, una voz femenina resonó en el auricular.
"¡Vermilio! ¿¡Vermilio hijo de Verloventa!?"
"Ese soy yo"
"¡Que alegría! ¡Estoy feliz de que hayas podido…! Eh, pensé que te haya… Bueno…"
Él sonrió mirando a sus dos compañeras impacientes.
"Me encantaría ponernos al día y charlar, pero mi situación es precaria y me temo que no tengo demasiado tiempo ¿Hay algo que puedo hacerte de ayuda?"
Puede haberse ido por la tangente, pero a él no le importaba cortar con una relación como la de la joven enfermera. Era una cuestión de prioridades, y si para estar en buenas migas con una Joy que estuvo confabulada con los Nappers y es un Déspota, realmente Vermilio no se va a tragar toda la cuestión social y emocional para mantener contenta a alguien así.
Joy pareció haber entendido y en vez de parecer enojada, tomo aliento y explicó.
"Necesito tu ayuda… se trata de Jenny
