Capítulo V

Luego de lo de Veritas tuvo que esconder muchas cosas a petición de Lionel y no es algo que le haya agradado. Después de todo él poseía un Diario y borrar noticias tan buenas no era su idea de negocios, ya había pasado medio año y Grant ya estaba fastidiado de la intervención de Lionel en su camino, incluso se ha preguntado como Lex lo soportó toda su vida. Y recordando a Lex se alegró de que este no haya aparecido en un par de meses, Grant está muy dispuesto a ocupar el lugar de heredero de Lionel, pero de preferencia si este no está molestándolo.

Y hablando de Lionel, recibió una llamada de este para que fuera a LuthorCorp…, de nuevo.

000

Para fortuna de Clark no fue él, quien terminó esa relación fallida con Lana. Un día ella lo buscó en el granero...

–Clark.

–¿Si?

–Me alegra ver que estás aquí.

–¿Y donde estaría?

–Bueno, es que prácticamente vives en Metrópolis, en el Planeta .

–Lana yo...

–Está bien, ninguno de los dos lo intentó lo suficiente.

–Te aseguró que no fue por lo de Bizarro.

–Lo sé, pero creo que de cierto modo para mi si fue él quien me hizo ver que no somos el uno para el otro.

–¿También lo vas a extrañar como Lex?

–Oh Clark, tampoco me compares con Lex.

–Lo siento, no pensé lo que dije.

–Bien, solo quiero decirte que pase lo que pase, yo guardaré tu secreto.

–Gracias Lana.

–A ti, por la confianza que me diste al decirme tu secreto. Esa fue la muestra más grande de amistad o de amor.

–...

–Si Clark, sé que no al cualquiera se lo dirías.

Ella se acercó a él y le dio un beso en la mejilla.

–No nos alejaremos, pero creo que darnos un tiempo de no vernos será lo mejor.

Clark asintió viendo a Lana salir del granero, se sintió un poco nostálgico como si una parte de su juventud se fuera con ella. Pensó en las palabras de Lana y al mismo tiempo en Lex, definitivamente nunca fue amigo de Lex, pues nunca compartió su secreto con él, pero en cambio vio como este recolectó pruebas y cosas de Aliens tratándolo como un loco y aún con eso culpó a Lex por cambiar y ser un mal amigo.

000

Lex recibió algunas cosas que dejó Patricia Swann, las revisó y algunos recuerdos llegaron a él, eso junto con estar internado como siempre lo estuvo de niño, le dio otra perspectiva de lo sucedido en Smallville, el día que cayeron los meteoritos.

–... Mi padre tenía la intención de estar ese día y me llevó con él. Así que... El viajero era tan importante como para arriesgarme.

Lex sintió una punzada y se recostó en la cama, descubrió que si esa cosa no estaba apretada no le dolía tanto. Suspiró un poco y es que a pesar de lo que descubrió ya no estaba en condiciones de hacer mucho.

Es cierto que envió peticiones a todos los investigadores de tumores en el mundo, más ninguno le había respondido con buenas noticias.

000

Clark fue con Lana o a lo que ella llamó la organización Isis, estaba casi seguro que cuando ella supiera lo que le iba a pedir, se negaría, pero no sabía donde más buscar. Entró al lugar y llamó...

–Lana... Lana...

La chica no estaba o eso creyó, pues escuchó unos ruidos y al ir a donde se escucharon…

–¿Chloe que haces aquí?

–Hola Clark, Lana se fue de viaje, y me dejó a cargo de algunas cosas.

–Oh ya veo. Bien... yo... venía a pedirle algo.

–Adelante, si yo puedo ayudarte.

–De hecho sería mejor pedírtelo a ti, ella no querría hacerlo...

–¿Pues que es?

–Buscar a Lex.

–¿Buscarlo? Creí que estaba de viaje.

–Bueno, es que es raro que se vaya tanto tiempo y Lionel no me ha dicho nada... yo... solo quiero saber...

–Oh Clark, si me lo preguntas es mejor que no esté cerca, pero entiendo que desconfías si está haciendo algo malo.

Clark, asintió, pero no era ese el motivo por el que buscaba a Lex, simplemente estaba... preocupado. Chloe se puso a trabajar, pero no sería fácil, así que Clark se fue para dejarla trabajar en paz.

000

Grant se preguntó si era por su naturaleza de clon o sería precisamente por la genética de ser un Luthor, no lo sabía, pero de algo estaba seguro ya no soportaba a Lionel, porque si bien le daba muchos beneficios ser su hijo, era casi lo mismo ser su esclavo y como el querido Lex no se encontraba por ningún lado, él estaba cubriendo el lugar de buen hijo. Así que cuando notó que Sullivan estaba fisgoneando en su computadora para buscar a Lex, no la detuvo. De igual manera deseaba saber si ya era el único heredero y de ese modo trabajar, pero ya con un futuro claro y prometedor.

Llegó a la oficina de Lionel y entró.

–Hola padre.

–Grant, dime papá, ya te lo he dicho, no me gusta ese tono se parece al de Lex.

–Y por cierto ¿como está?

Lionel fingió abrir algunos documentos en su computadora y medio respondió:–Bien... al parecer le gusta mucho el clima de Nevada.

–Oh, no pensé que estuviera en el país.

–Si, no me lo dijo, pero ya sabes...

–Si, nadie puede esconderse de ti.

Lionel sonrió, sin embargo, llamó a Grant para dejarle alguno encargos, pues pensaba ir a ver a Lex, no confiaba en esos informes y video llamadas en las que Lex no se veía muy bien.

–Grant quiero que...

000

Clark recibió una llamada de Chloe y no tardó en ir hasta Isis. Su amiga al verlo sonrió de oreja a oreja.

–Si que te urge saber sobre Lex.

–Chloe...

–Ya, ya. Mira estuve revisando algunas cosas en Luthorcorp, mensajes y llamadas que ha recibido Lionel, lo que me recuerda… ¿Por que no le preguntaste a él por Lex?

Clark se encogió de hombros.–No lo sé, creí que si Lex de verdad se está escondiendo, dudo que le diga a Lionel en donde está.

–Y como siempre tu instinto no está errado, Lex le ha hablado a su padre y Lionel ha buscado su dirección... En Nevada.

–Lex está en Nevada, dame su dirección, voy a verlo...

–Espera Clark, antes de que te emociones al igual que Lionel, debo decirte que Lex engañó a su padre y a todos los que lo están buscando.

–No entiendo.

–Lex envió esa dirección, pero he seguido el rastro y parece que la señal de los mensajes y llamadas rebota en Nevada, no es que este ahí.

–¿Lionel no lo notó?

–No, es difícil hacerlo sin estar buscando trampas como lo hice yo.

Clark se detuvo y hasta se sentó para escuchar con paciencia a su amiga.

–Clark, lo estuve pensando y creo que de verdad Lex no quiere ser encontrado.

–...

–¿No es mejor así?

Clark vio a Chloe y movió la cabeza confirmando lo dicho por ella.

–Gracias Chloe.

La rubia sonrió y vio marcharse a su amigo. Clark corrió hasta la granja, pero en el último momento se desvió y fue al castillo, siempre estaba abierto para él o eso creyó, porque al llegar encontró todo cerrado y los guardias de seguridad no lo dejaron pasar.

–El señor Grant ha dicho que usted ya no puede entrar al castillo cuando quiera.

–¿Y quien es él para dar esa orden?

–¿No lo sabes?

–No.

–Es el hijo menor del señor Luthor.

Clark frunció el ceño y respondió:–Pero Lex sigue siendo el mayor y el heredero.

–El señor Lex también prohibió que entrara.

Clark ya no dijo nada, todo eso lo puso muy molesto, porque seguía sintiendo que Lex no estaba bien. Se giró para irse por el camino, salió a la carretera y un auto lo pasó yendo en dirección al Castillo, le pareció extraño que hubiera visitas si no había nadie en el lugar, así que no quiso quedarse con la duda y se quedó a cierta distancia para poder usar su súper oído y la vista de rayos X. Estuvo muy pendiente y vio como las personas que bajaron, vestían de enfermeros, entraron al Castillo y no tardaron mucho en salir llevando algunas cosas. Clark se escondió y cuando el auto pasó de regreso, lo siguió.

000

El Doctor Newman se había marchado no hacía mucho del cuarto, cuando los enfermeros que envío al Castillo regresaron, ya era medio día, pero Lex deseaba tener esa fotografía de su madre, sonrió al pensar que la muerte lo estaba volviendo sentimental. La colocó en el mueble de al lado de su cama y se recostó.

La puerta se escuchó, pero no abrió los ojos.

–Señor Luthor.

–¿Ya es hora de otro análisis?

–No señor, hay alguien que lo busca.

Escuchar aquello lo hizo incorporarse de inmediato.

–¡¿Qué me busca?!

La enfermera se puso nerviosa…

–Lo siento señor Luthor, insiste en querer verlo, a pesar de que negamos que se encuentra aquí.

–¿Es mi padre?

–No señor Luthor, su nombre es Clark Kent.

Lex se dejó caer en su cama suspirando.–Déjelo pasar ésta vez.

La enfermera salió y fue hasta la recepción, dónde Clark no se había movido a pesar de que los guardias de seguridad quisieron sacarlo. La enfermera llegó con el Doctor Newman y este se dirigió a los guardias.

–Retírense. Señor Kent acompáñame.

Clark avanzó con el Galeno y observó bien el lugar, todavía tenía sus dudas sobre ese lugar y por qué estaba Lex ahí, ya que aún recordaba cuando Lex fue internado en Belle Reeve. El doctor se detuvo en una puerta e indicó:

–Pase, pero le advierto que si molesta a mi paciente, ahora si lo sacaré de aquí a la fuerza.

–Si, entiendo.

Newman se retiró y dejó a Clark en la puerta, él abrió y entró. Lex estaba en la cama, no se molestó en girar.

–Quisiera saber cómo lograste llegar hasta mi, Pero por supuesto no me lo dirás.

–Lex… ¿Por qué estás hospitalizado?

–Pues obviamente porque estoy enfermo.

Clark se acercó a la cama y agarró una silla para sentarse.

–No lo hagas, no te vas a quedar. Ya me viste y comprobaste que no estoy metido en algún plan malvado, vete ya

–Lex…

–Vete Kent.

–No quiero irme, dime que tienes, nunca has estado tanto tiempo internado.

–¿Y tú qué sabes? No es como si fuéramos cercanos.

Clark apretó los labios y luego dejó salir el aire.

–¿Qué tienes?

–…

–¿ Bizarro podía ayudarte? ¿Por eso lo buscaste?

El Luthor rodó los ojos, más respondió.–No.

–¿Entonces?

–Ya no importa el motivo, lo destruiste.

–…Si…,pero si podía ayudarte o algo como eso, tal vez yo pueda hacer algo…

–¿Qué podría hacer un simple granjero como tú?

Clark apretó las manos en puños y Lex finalmente soltó:

–Si puedes.

Clark pareció brillar ante esa frase de Lex.–Dime que puedo hacer.

–Vete y no regreses, déjame pasar mi tiempo tranquilo sin saber nada de ustedes.

–Hablas como si… ¿Tu enfermedad es grave?

Lex por fin se giró a ver al menor.

–Tengo un tumor inoperable. No hay muchas esperanzas, pero veamos el lado bueno de esto, pronto te libraras de tu peor enemigo.

–No eres mi…

–Vete ya Kent. ¿Puedes por una vez dejarme en paz?

Clark se levantó sin dejar de ver a Lex

–Me voy…, pero no es justo que no me dejes estar contigo.

–Yo podría haber dicho lo mismo cuando decidiste que ya no era digno de tu amistad. Ahora créeme ya no me importa. En estos momentos desearía ver tu rostro…

–¿Si?–sonó ilusionado el Kent

–Pero siendo el de Bizarro.

Clark frunció el ceño y salió furioso de la habitación. Lex se acomodó en la cama para dormir un rato.

000

Clark no tardó en llegar a la granja, entró a la casa y se dejó caer en uno de los sillones. Respiró varias veces para calmarse, pero de pronto dejó salir un sollozo que finalmente se convirtió en llanto. Clark lloró por una amistad perdida, lloró por saber que Lex estaba muriendo a pesar de que tanto tiempo se autoengaño al considerarlo su enemigo, lloró por el dolor de haber sido echado de ese modo y de nuevo sentir que Bizarro era una versión suya más amada por los demás y lloró… porque no quería que Lex muriera.