Disclaimer: la mayoría de los personajes mencionados son propiedad de Stephenie Meyer.
Capítulo 7
―¿A cuál propuesta te refieres? ―Pregunto confundida.
―Hablo de la primera vez ―murmura, al tiempo que se desliza en la silla frente a mí―. Quiero saber por qué aceptaste.
Es inevitable no ruborizarme. Él quiere hablar de…
―Bueno ―susurro―, después del accidente. Jacob se puso insoportable y… y ―empiezo a titubear― ¿por qué quieres hablar de un tema pasado?
―Porque ese tema pasado nos ha unido para siempre, Bella. Porque vamos a ser padres y debemos ponernos de acuerdo cómo serán nuestras vidas de ahora en adelante.
Mi cerebro está analizando de modo lento. Me quedo viendo hacia la nada; Edward y yo compartimos un lazo para siempre, tendremos un hijo o hija que necesitará de nosotros dos desde el momento que nazca.
Sacudo la cabeza.
Hay tantas cosas en mi cabeza que por momentos no recuerdo la razón del porqué no tengo casa y estoy viviendo con Edward. Seguro estoy a nada de enloquecer.
―Edward ―mi voz apenas es un hilo― si quieres una prueba de paternidad…
―No. Te dije que confío firmemente en ti, sé que tu hijo es mío.
Su seguridad me hace mirarlo fijamente.
―¿Por qué estás tan seguro? ―Interrogo―. ¿Qué sabes tú?
Su semblante se tensa, puedo ver la vena exaltada en su frente. Se ha puesto de mal humor, está enfadado y es fácil notarlo.
―Sé te olvida que Black fue mi mejor amigo. Creamos juntos una sociedad, Bella. Conozco todas sus malditas manías y sé que ese perro es capaz de cualquier cosa.
Mis ojos se llenan de lágrimas. No voy a llorar, simplemente me siento avergonzada y muy humillada que Edward sepa tanto, porque eso solo indica qué…
―Oye… ―su mano envuelve las mías― no diré nada que pueda lastimarte, lo juro.
Pestañeo. Lentamente retiro mis manos y las dejo en mi regazo.
―Estoy bien ―afirmo―. Antes de contarte todo me gustaría saber una cosa.
―Puedes preguntar lo que sea.
―¿Tienes pareja? No es que quiera saber ―mascullo―. Es decir, si quiero saber, porque…bueno, no quiero ser mal tercio, tampoco quiero molestar cuando estés…
Se inclina hacia mí y me sonríe ampliamente. El mesón de granito es lo único que nos divide, y me alegro porque su cercanía me pone nerviosa.
―Estoy soltero ―confirma―. Y si no lo estuviera tampoco importaría porque de ahora en adelante tú y mi hijo serán primero. Quiero que tengas la suficiente confianza para hablarme de todo, Bella. Si tienes un jodido antojo, quiero que me lo digas sin importar la hora. Si tienes un malestar, háblalo conmigo. Quiero que confíes en mí, que sepas que estoy para ti las veinticuatro horas del día, solo quiero que seas honesta conmigo.
Sus dedos arrastran una tarjeta por la mesa.
―Es para ti ―dice― es una extensión de mi cuenta bancaria. Úsala para todo lo que necesites. Y no acepto un no, porque sé que ese perro te ha dejado sin nada.
Ofendida respondo.
―No seguiré siendo una mantenida, voy saliendo de una relación tóxica que no me permitió siquiera salir sola y mucho menos trabajar como para continuar con lo mismo.
―En ningún momento he dicho que no vas a trabajar. De hecho, quiero que te desenvuelvas en lo que quieras, yo solo estoy haciendo la parte que me corresponde porque soy el padre y de ninguna manera dejaré que un hijo mío pase carencias y tampoco su madre.
Mi corazón late en mi garganta. Edward es el ángel que necesito en estos momentos y estoy consciente que se merece la verdad.
Estoy lista para hablar con él.
Nota: sé que muchas están en desacuerdo con esta forma de escribir (que sean capítulos cortos), sinceramente lo hago porque es la única forma que tengo por el momento para actualizar. Quienes me han leído saben que trato siempre de ser constante y terminar mis historias. Solo les pido una oportunidad con este formato, por favor.
Hola. ¿Qué les parece el capítulo? Espero que la historia esté siendo de su agrado, les agradezco mucho su interés y recuerden que estaré actualizando de lunes a viernes y los sábados son de Los imprevistos del amor. Feliz fin de semana.
Gracias totales por leer ✨
