Disclaimer: la mayoría de los personajes mencionados son propiedad de Stephenie Meyer.
Capítulo 40
Esme no ha vuelto a la tintorería.
No lo hizo ni cuando Edward los hizo partícipe del bebé y aceptaron con orgullo que debutarán como abuelos. Deduzco que ellos están quedándose al margen a causa de su hijo, lo conocen y saben del mal carácter que tiene.
No sé cómo sentirme al respecto. No quiero pensar en rechazo.
―Bella… ―Mike tira de mi blusa y me señala con su mentón a la puerta.
Billy acaba de entrar con ese porte de ganster. Se quita las gafas oscuras y me observa.
Una ráfaga de frío recorre mi espalda, él sabe dónde estoy. Lo sabe, no hay duda.
―Estamos por cerrar ―Mike interviene, poniéndose frente a mí, me cubre con su cuerpo.
―Ella es mi nuera ―Billy responde secamente.
Sigo detrás de Mike. Sé que estoy siendo una cobarde al esconderme detrás de un chico joven.
Respiro profundo y salgo de detrás de Mike.
―Tú y yo no somos nada ―mantengo fuerte el tono de mi voz, no voy a demostrar miedo.
Estrecha los ojos.
―Mi hijo está esperándote afuera ―anuncia, provocando que mi corazón palpita en mis oídos―. Será mejor que salgas por las buenas, Isabella.
―¿Me estás amenazando? ―inquiero.
Billy hace una mueca, sus ojos están en Mike y, él se da cuenta porque la nuez de su garganta sube y baja.
Sin importar el miedo que el chico siente, rodea mis hombros con su brazo, protegiéndome.
―Isabella, no hagas esto más difícil ―Billy advierte―. Lo único que Jacob quiere es hablar contigo.
―No tenemos nada qué hablar. Quiero el divorcio y él solo debe firmar ―explico.
Da otro paso y queda frente mí. El mostrador es lo único que nos separa. Nuestras miradas son un cruce peligroso entre los dos.
No soy la misma ―me repito.
―Ella no irá a ningún lado ―Mike expresa, volteo a ver su cara y me causa ternura apreciar su rostro endurecido, me está defendiendo sin importar nada―. Mi padre le ha dado un horario y no puede irse.
Billy lo mira unos segundos y vuelve a centrar su vista en mí.
―La condición para que mi hijo firme el divorcio es que me acompañes ―Billy revela al momento que Mike suelta una risa.
―Es una trampa, Bella ―dice Mike, mirándome―. Tú eres quien pone las condiciones, así que no vas a ceder.
―No lo haré ―susurro. Es más que nada una promesa para mí―. Jacob puede firmar el divorcio y tratar con mi abogado ―le digo a Billy― conmigo no hay nada qué hablar.
―¿Es tu última palabra? ―Billy pregunta.
Su mirada amenazante ya no me atemoriza como hace meses.
Sostengo mi mentón en alto, no quito mis ojos de él.
―Lo es ―aseguro.
Billy menea la cabeza, pone sus gafas oscuras, da media vuelta y sale fuera del local. Mike corre sin perder tiempo y cierra la puerta con llave.
Suspiro aliviada.
―Creo que voy al baño ―articula.
Rio al verlo correr hacia el sanitario. Miro hacia afuera, el sol está en todo su esplendor.
Tomo el celular, con dedos temblorosos marco el número de Edward.
Hola, les comparto un capítulo extra en agradecimiento por su apoyo. Me dicen sus opiniones, me gustaría saber si les gustó. Tengan un hermoso fin de semana, saludos a todos, besos.
Gracias totales por leer ✨
