¡Saludos, queridos lectores!
Lamento mucho que no había podido actualizar en todo el mes, entre muchas cosas que ocurrieron, tuve en dos ocasiones golpe de calor, y sinceramente temo lo que resta de temporada de calor. Sí, si tomo agua, pero al parecer no es suficiente cada vez tengo que permanecer en la calle mucho tiempo.
Sé que quizá no sea mucho después de un mes, pero espero que las actualizaciones sean de su gusto.
Recordándoles que al final del capítulo dejaré el listado de las historias que estaré actualizando, los dejo con la continuación de esta historia que subo mensualmente n.n
Todo parecía ir normal: Karin había ido a guardar el sobre que Juugo le entregó, Sasuke había entrado al sanitario dentro de la habitación y ninguno tenía pendientes fuera de la casa, al menos por ese día.
Después de tantos temas desde que inició el asunto de la famosa apuesta, Sasuke no había tenido una noche que fuese igual a la anterior.
No se quejaba… del todo. Sería mucho mejor si su familia no estuviese metiéndose en sus asuntos; y ni hablar de Mio, pero esa noche pintaba para que fuese tranquila, pues ya había acordado con Karin que no usarían los condones sino hasta el fin de semana, y tendría que ser después de la cena con su familia. De esa forma tendrían el resto del fin de semana para usarlos, responder cuestionarios y tener descansos para evitar agotarse, pero principalmente para evitar lastimarla a ella.
Lo que quedaba del día, podían usarlo para preparar la cena, comerla, un baño, y quizá leer un poco antes de dormir, si es que no terminaba dormido primero. Estaba un poco cansado. Sin embargo, al salir del baño, se encontró con algo que no esperaba.
—Preparemos la ce…
La habitación tenía la misma iluminación tenue que cuando habían llegado al departamento e Itachi les había dejado su "sorpresa", y aunque no era el mismo escenario cursi y romántico de aquella ocasión, porque lo único similar era la iluminación, sentía en el ambiente algo diferente. Sin embargo, Karin no estaba por ningún lado en la habitación.
¿Sería que se activó algún mecanismo sin querer o se descompuso algo y la luz se puso en esa modalidad sin querer? Si era así, sería mejor encender la luz adecuadamente antes de que Karin entrara, o pensaría que…
Uchiha se había apresurado al apagador para poner la luz adecuadamente, pero cuando el recuerdo de las palabras de su hermano sobre Karin cruzaron por su mente, se detuvo antes de tocar el botón. Así mismo, recordó el coqueteo que ella le hizo a aquel idiota que parecía muy interesado en ella, e incluso recordó el momento en que el imbécil de la sexshop quiso pasarse de listo con ella.
—¿Y esa luz? —preguntó Karin al entrar a la habitación, y su mirada delató lo sorprendida que estaba de encontrarlo a él frente al apagador— ¿Sasuke?
—No… no es nada —respondió Sasuke encendiendo la luz apresuradamente, y aunque fue apenas sutil, Karin notó un titubeo.
—Quizá deberíamos aprovechar ese tipo de luz para el fin de semana. Pone el ambiente, ¿no te parece? —la pelirroja volvió a encender la luz tenue con una sonrisa para echar un vistazo a la habitación como para convencerse de sus palabras— Estoy segura que es el tipo de luz que habría en una suite de lujo dónde incluso podría haber un baile sensual.
Sasuke estaba seguro que ella sólo intentaba convencerlo de que aquél detalle podría ayudarlos a comenzar el contacto físico, ya que habían tenido problemas para iniciarlo. Sin embargo, cuando ella mencionó la suite, no pudo evitar recordar la escena en que ella le había coqueteado a ese hombre, y aún cuando ella ya le había aclarado las cosas a él no le gustó la escena.
—Olvídate de la luz —dijo el azabache pegando a la joven contra la pared en un movimiento rápido.
—¿Sasuke? —preguntó Karin confundida, porque aunque había intentado provocarlo, ella pensó que como siempre, él simplemente se iría.
—No vuelvas a acercarte a ese idiota —ordenó el aludido y ambos se miraron a los ojos.
En algunos segundos no dijeron nada porque él se estaba arrepintiendo de haber actuado de esa manera, y ella aún estaba estupefacta del movimiento del varón, pero los pensamientos de ambos se les borraron de la mente al mirarse, y lentamente se acercaron hasta concretar un beso.
Pese a que Sasuke había iniciado el movimiento un tanto violento e inesperado, el beso fue suave, y aunque se alargó, no hubo nada que sugiriera que pasaría algo más además de ese roce de labios tan delicado, que casi podría decirse que se trataba de dos niños dando su primer beso.
Al separarse, ambos se miraron a los ojos con un tenue color carmín en las mejillas, pero cuando la magia de aquel momento se esfumó, ambos desviaron la mirada sin saber muy bien qué decir o cómo actuar.
—Deberías ir a cambiarte o tomar una ducha. Yo me haré cargo de la cena —dijo Sasuke cuando se dio cuenta que no sabía cómo explicar su atrevimiento, y sí, lo llamaba atrevimiento pese al acuerdo que tenían sobre los condones, pues ese tipo de beso, estaba fuera de lugar.
—De acuerdo —respondió ella metiéndose al baño, porque ella no quería hablar de sus sentimientos cuando estaban enredados en un tema de sexo sin compromiso.
¡Qué vergonzoso! Pero más que vergüenza, la acción la hizo sentir inquieta porque aquel beso se había sentido mucho más que un beso y completamente diferente a los besuqueos que tenían en la cama.
¿Qué significaba eso? ¿Sasuke sentía algo más por ella? ¿O había malinterpretado todo de nuevo? Quizá él se había arrepentido del acuerdo de no seguir con las pruebas porque se puso cachondo y como ella no hizo más, se retractó. Sí, eso debía ser. ¿Verdad?
Durante el baño, Karin quiso convencerse de ello, y principalmente decirse a sí misma que no le diera muchas vueltas al tema, de lo contrario sería incómodo y muy difícil seguir con las pruebas de los condones.
—Piensa en el dinero que ganarás —se dijo a sí misma antes de encontrarse con Sasuke en la cocina.
—Ya está servido —dijo el azabache que había dejado un plato en la barra de la cocina, mientras seguía parado frente a la estufa.
—Gracias —respondió la pelirroja caminando con duda hasta la silla, pues aunque le parecía amable que él le hubiese cocinado y servido, aún estaba aquello del beso en su mente.
—¿Pediste permiso para salir temprano mañana? —preguntó Sasuke que seguía cocinando, algo que sorprendió a la chica, quién había pensado que él correría a la ducha para evitar hablar del beso.
—Sí, lo solicité —contestó Karin tomando asiento. Después de todo, aquél había sido el acuerdo en el que habían quedado— Mi jefa no estaba contenta con la petición y se negó, pero encontraron un enorme nido de cucarachas en el piso de abajo y mañana fumigarán. Todos saldremos temprano, a la hora de la comida para ser más exactos y aprovecharán el resto de la tarde para fumigar y el fin de semana para que se oree el edificio —narró la fémina que había recordado que no le había contado la noticia al joven— Por eso Souma estaba tan emocionado.
—¿Le prometiste ir con él mañana al hotel? —preguntó Sasuke con mucha frialdad y de hecho, se volvió hacia ella ignorando por completo lo que estaba cocinando.
—Para nada. Si le hubiese dicho eso, querría llevarme del trabajo al hotel y es algo que no voy a permitir —respondió dándole un boca al platillo e inquieta por la reacción del azabache— Le dije que tenía un pendiente en casa, y que debía resolverlo o no podría pasar el fin de semana con él, pero ya que saldremos temprano, podría alcanzarlo por la noche —ella empezó a reírse— Originalmente le dije que nos veríamos el sábado en la tarde, pero esta situación me vino como anillo al dedo.
—Te estará llamando durante la cena con mis padres —replicó el varón esforzándose por volver a su tarea.
—Le diré que el problema en mi casa se agravó y que lo veré al siguiente día. Después apagaré el teléfono —aseguró Karin— Después de todo, cualquiera que necesite contactarme, puede hacerlo a través de ti —hubo silencio, porque a ambos les vino la misma idea sobre que parecían una pareja si podían buscarlos a través del otro— Me refiero a que avisaré a mis contactos importantes que esa noche pueden buscarme contigo —ella quedó muda entendiendo esas palabras de otra manera— Quiero decir que pueden buscarme contigo lo que dure la cena con tus padres. El resto de la noche bloquearé a Souma.
—Sería mejor que no enciendas el celular en todo el fin de semana.
—No quiero molestarte de más o que se esparzan rumores sobre nosotros entre nuestros conocidos que…
—¿Tan malo sería para ti? —preguntó Sasuke tras haber dado un golpe en la barra que había interrumpido a la pelirroja.
—No, en absoluto, pero eres tú quien siempre es tan reservado que pensé que podría ser un problema para ti…
Karin enmudeció porque Sasuke la había tomado por la barbilla de modo que ambos se miraban fijamente. Él acarició con delicadeza los labios de la fémina con el pulgar antes de besarla de la misma manera que hacía unos minutos atrás en la habitación.
—Me importa más que él no te joda —dijo al terminar el beso y se dió la media vuelta para servir lo que tenía en la estufa.
Cómo era de esperarse, la pelirroja estaba más que confundida que al principio no sabía qué decir, pero en ese punto le era difícil pensar que no había nada más allí. Es decir, o Sasuke sentía algo por ella o se la quería coger, pero no estaba besándola al azar por nada.
—Sasuke…
—Mañana iré a recogerte al trabajo a la hora de la comida como has dicho, y vendremos a la casa para prepararnos para la cena con mi familia —el azabache la interrumpió— Mi hermano dijo que debemos estar en su casa a las siete, pero llegaremos diez minutos antes y recuerda llevar tu tarjeta de presentación del trabajo.
—¿Y qué hay del beso de hace un momento? —preguntó Karin enojada por el desvío del tema.
—Hemos estado teniendo sexo —respondió de forma casual.
—¿Y eso qué significa?
—Vamos a seguir teniéndolo hasta que terminemos con los condones y resolvamos los cuestionarios —tardó un poco en responder— No haremos nada hasta después de la cena, así que será más fácil mantener el ritmo si tenemos cercanía.
—¿Es eso? —preguntó Karin poco convencida.
—Al principio tardamos en conseguirlo, y no tendremos suficiente tiempo para dudar cuando volvamos a ellos —respondió Sasuke con más seguridad, de hecho, la había volteado a ver.
La pelirroja dudó de sus palabras, pero se trataba de Sasuke… él siempre era práctico, preciso, no hacía nada si no era necesario, así que la explicación, aún si sonaba a una estupidez, podía creerla viniendo de él.
—Debiste decir eso antes de iniciar con esos besos al azar —ella refunfuñó, aunque lo hacía principalmente por haberse ilusionado por unos instantes.
—Deberías hacer lo mismo de vez en cuando si crees que es apropiado —dijo mientras se sentaba en la barra junto a ella para cenar como si se tratara de cualquier cosa.
—¿Cómo se supone que en cuentre el momento apropiado para besos para llegar a sexo por una apuesta? —ella preguntó aún cuando lo mejor sería no decir nada, pues ella era la que iba a recibir el beneficio de la apuesta y los bonos. Si irritaba al azabache como para que se retractara, le sería difícil encontrar a un nuevo candidato, sin mencionar que ya no quedaban tantos condones.
—No lo sé, las parejas lo hacen todo el tiempo —respondió el azabache sin mirarla.
—¡Porque son parejas! ¡Se supone que lo son porque sienten algún tipo de atracción sexual y especialmente sentimental! —exclamó Karin inquieta porque podía entender esa atracción, ella llevaba mucho tiempo enamorada de él y muchas veces había tenido ganas de besarlo, pero él actuaba como si no supiera lo que era ser una pareja.
Sasuke quedó en silencio avergonzado, pues en efecto, sabía que ese era el motivo por el que a una pareja le era sencillo dar un beso e ir más lejos, pero no se le había ocurrido otra forma de responder la pregunta, ya que el comentario que había iniciado esa duda, lo había dicho para no tener que responder con sinceridad.
—Lo sé —respondió mirando al plato de comida, y esto sólo provocó que hubiese silencio entre ambos.
¿Cómo se suponía que ella debía tomarse esa situación? ¿Él le estaba tomando el pelo, o era una especie de confesión malograda?
Lo que duró la cena, Karin no pudo evitar repasar una y otra vez lo sucedido en su mente, analizando las palabras de Sasuke. Incluso esos pensamientos la siguieron mientras se preparaba para ir a la cama y cuando finalmente se había logrado acostar, pero evidentemente, ese repaso le iba a robar el sueño. ¿No pudo haber elegido el fin de semana para eso?
De acuerdo, el fin de semana probablemente tampoco habría sido un mejor momento por los pendientes que tenían, pero le abrumaba la idea de no poder dormir cuando al otro día tenía que ir a trabajar y era la cena con los padres de Uchiha.
—¿Sasuke? ¿Sigues despierto? —lo llamó, porque si ella no iba a dormir bien por su causa, él tampoco.
—Sí.
Le sorprendió que así fuese, de hecho, esperaba que estuviese dormido y que tendría que hacer ruido para despertarlo.
—Mira —le pidió la pelirroja y ella el único plan que tenía, era hablarle de cualquier cosa para no dejarlo dormir, pero para asegurarse que la estaba escuchando, necesitaba verlo a la cara.
Karin esperaba tener que insistirle para que él volteara, pero desde ese primer momento, Sasuke se volvió hacia ella y antes de que él preguntara nada, la pelirroja lo tomó de la camisa del pijama, tiró de ella y lo besó.
Para Sasuke aquello fue sorpresivo, y aunque en un primer momento tardó en entender lo que ocurría, no dudó en corresponder el gesto.
De la misma forma que los besos de ese día, había iniciado de forma dulce, pero en esta ocasión, dejaron que el calor subiera muy rápido, de modo que en algún momento Sasuke estaba sobre de ella teniendo como único obstáculo por parte de ambos, la ropa interior.
No, Karin jamás planeó besarlo y llegar hasta ese punto, pero es que cuando él se giró hacia ella, recordó que él le había dicho que podía besarlo cuando "lo creyera prudente", y aunque hacerlo a esa hora de la noche, en ese día no podría calificarse de "prudente", se dió cuenta que no quería desperdiciar la oportunidad.
En cualquier momento, ese acuerdo que tenían iba a terminarse, y a juzgar por los planes de usar todos los condones el fin de semana, ese fin estaba muy cerca, así que quería aprovechar lo que se pudiera.
—¡Un condón! —exclamó la pelirroja cuando Sasuke estaba completamente desnudo y se estaba deshaciendo de la última prenda de la pelirroja que le estorbaba.
Uchiha se detuvo al oír a la joven, pero se sentía contrariado, por un lado, él ya estaba listo para la faena, pero por el otro, no podía continuar si ella no quería.
Él no se imaginó que ella recordaría en el último momento que debían probar los condones.
—Deben estar en la sala —respondió el azabache, pues la caja se había quedado ahí cuando él quiso hacer un repaso de los cuestionarios.
—Yo voy por ellos —Karin se ofreció tras echar una mirada al miembro erecto del azabache.
Sasuke se vio contrariado, pero se hizo a un lado, y dejó a la pelirroja ir por la caja… Eso no era lo que él estaba esperando.
¿Por qué Sasuke besó a Karin más de una vez? ¿De verdad sólo la besó para poder facilitar los acostones? ¿Karin se atreverá a preguntar a Sasuke al respecto de los besos antes de concluir su acuerdo para ganar la apuesta? ¿O esperará a hacerlo después? ¿Qué otras preguntas les han nacido al leer este capítulo?
Me encantaré leer sus dudas y teorías en los comentarios n.n
Les dejo la lista de las historias que estaré actualizando este fin de semana. Algunas las subiré hoy, otras hasta mañana:
*Peligrosos deseos
*Inexperiencia
*Apuesta XL
*La marca del lobo (doble actualización con sorpresa)
Sin más por el momento, me despido esperando que la historia haya sido de su agrado n.n
¡Hasta la próxima actualización!
