¡Saludos, queridos lectores!
Lamento mucho que no había podido actualizar en todo el mes, entre muchas cosas que ocurrieron, tuve en dos ocasiones golpe de calor, y sinceramente temo lo que resta de temporada de calor. Sí, si tomo agua, pero al parecer no es suficiente cada vez tengo que permanecer en la calle mucho tiempo.
He tardado mucho en darle actualización a esta historia u justamente en un punto muy interesante, ya que sé que muchos esperan ver la transformación de Karin. ¡Al fin llegó el capítulo!
Tal como lo anuncié en las demás actualizaciones, esta historia tendrá dos capítulos, pero también hay una sorpresa más: ManaKarin, nos hizo el favor de pagar una comisión sobre el fic, y al ser tan amable y darme una sorpresa inesperada, decidí hacer esta doble actualización como agradecimiento, así que este y el siguiente capítulo están dedicado a ella.
Linda, espero que los capítulos te gusten tanto como a mi me ha gustado la comisión que me has regalado. De verdad, adoré la imagen.
Para que puedan ver la imagen, los que lo leen en fanfiction, deberán ir a Wattpad, pero para ambas plataformas, deberán esperar que suba al siguiente capítulo donde pondré la imagen. Sólo deberán esperar lo que me lleva en subir el capítulo a las plataformas, así que disfruten de esta actualización, mientras esperan n.n
Recordándoles que al final del capítulo dejaré el listado de las historias que estaré actualizando, los dejo con la continuación de esta historia que subo mensualmente n.n
Karin despertaba lentamente a causa del sonido de muchos pájaros. Además, el lugar donde estaba acostada era incómodo y duro. Era como si estuviese acostada en el suelo y le daba la impresión de que se resfriaría porque tenía mucho frío. Lo único que le daba algo de calor, era Sasuke que al parecer estaba acostado junto a ella.
La mayoría de los días anteriores, Sasuke se había estado durmiendo con ella, así que ya no le extrañaba sentirlo a su lado, y sabía que se trataba de él por el aroma. ¡Oh! ¡Cómo le gustaba su aroma!
Si no se le estuviese jodiendo la espalda, seguramente se acurrucaría otro rato, pues se sentía muy cansada, y hasta adolorida, pero precisamente por el dolor, es que quería levantarse. Además, había algo debajo de ella que le picaba el cuerpo y… ¡Alto! ¿Y su ropa?
No, había algo más preocupante que el estar desnuda: había algo dentro de ella, y necesitaba saber si era lo que ella creía que era.
Tanteó con las manos el cuerpo del varón que la abrazaba y rápidamente se dió cuenta que el chico a su lado también estaba desnudo, así que sí, tenía "eso" dentro.
—¡¿Qué carajos?! —exclamó Karin queriéndose alejar.
—Deberías descansar un poco más —el chico se despertó por sus gritos, pero hablaba como si la situación fuese lo más natural del mundo y la sostuvo suavemente para que no se separara.
—¡¿Qué me hiciste?! —preguntó exaltada queriéndose separar— ¿Por qué estás dentro de mí?
—Al principio estabas muy negada de dejarte llevar, así que es normal que no recuerdes, pero ambos lo hicimos juntos —comentó el joven acurrucándola en su cuerpo sin abrir los ojos, como si la situación fuera lo más natural del mundo— Espera un poco y podrás recordar poco a poco todo lo que hicimos anoche. Mientras tanto, descansa, aún no estamos en sincronía.
—¡¿Cómo que en sincronía?! ¡¿Te refieres a que estás dentro de mí?! —intentó separarse de nuevo, pero hizo menos esfuerzo. Aún si no recordaba la noche anterior, confiaba en que él no le estaba mintiendo sobre que había sido consensuado.
—Debemos permanecer así hasta que termine la sincronía o podría lastimarte —no le permitió separarse, pero fue suave al hacerlo.
—¿Y esto cuánto durará? —preguntó Karin inquieta cuando a pesar de la situación tan confusa, no quería arriesgarse a lastimarse.
—Lo sentirás.
Karin se sonrojó con las palabras del varón, pero decidió confiar en él. Al relajarse, vio a su alrededor y notó que estaba en una cueva acostada en algo parecido a la paja, pero color gris… quizá la misma de la ocasión en que fuera su primera vez.
—¿Qué diablos pasó anoche? ¿Cómo llegamos aquí? —preguntó la pelirroja, pues aún no podía recordar nada y quería al menos escucharlo.
—Te transformaste, te enseñé a usar la cola, nos apareamos varias veces, quisiste correr con tu nuevo cuerpo, te traje al bosque para que experimentaras, cazamos algo para comer, nos apareamos algunas veces más y luego nos dormimos cuando te agotaste.
—¿Todo eso hicimos? —preguntó Karin sonrojada e incrédula, pero sobre todo asustada y avergonzada.
—Normalmente rebozamos de energía en la primera transformación, así que es normal —respondió el azabache, provocando que la fémina quisiera cambiar de tema.
—No se supone que esté aquí. Por cierto, ¿dónde estamos? —comentó la pelirroja inquieta, porque el diálogo que había tenido con él, la distrajo de la pregunta inicial sobre dónde estaban— Y me está picando esta cosa sobre la que estamos acostados.
—Estamos en nuestra casa.
—¡Esto es una cueva!
—Es pequeña, pero sólo es temporal.
Karin iba a protestar de nuevo, pero se detuvo un momento para tranquilizarse.
De acuerdo, los lobos vivían en cuevas, así que era natural que él considerara un lugar como ese su casa, sin embargo, a Karin le despertaron varias dudas. Es decir, esa cueva era, en efecto, pequeña, y se suponía que los lobos, e incluso los Mannaro (porque él se lo había dicho), vivían en manada, pero ahí sólo estaban ellos dos.
¿Qué había de esas personas que lo habían estado persiguiendo a él en el campamento el día que se conocieron? ¿Qué había de esa tal Sakura? ¿Acaso todos vivían en esa pequeña cueva?
¿Y si de repente llegaban los demás y los veían ahí desnudos? Sería muy vergonzoso.
—Esta casa sólo es de nosotros dos. No tienen derecho a entrar. Ni siquiera deberían poder saber que estamos aquí.
—¿Y qué hay del resto de tu manada? —preguntó Karin confundida.
—Sólo tú eres mi manada.
—Pero…
Él la miró directamente, parecía dudar sobre darle una explicación, pues aún si ella no había podido hacer más preguntas, seguramente Sasuke las habría oído en su mente.
—Ellos y yo sólo nos vimos en la necesidad de vivir juntos una temporada, pero no somos una manada real —comentó el azabache.
La pelirroja quedó pensativa y conforme la tranquilidad de la cueva la invadía, los recuerdos de la noche anterior comenzaron a llegar a su cabeza, al principio de forma borrosa, pero poco a poco se hicieron cada vez más claros.
Su primer impulso al recordar, fue meter la cara entre sus manos.
Después de que su cuerpo tomara la forma de loba, Sasuke acarició su cabeza, le sonrió y la guió para señalarle cómo caminar, pues en efecto, tener cola resultaba más problemático de lo que ella habría pensado.
Cuando ella pudo acostumbrarse mejor a la cola, Sasuke tomó su forma de lobo y comenzó a restregarse en ella y después… se aparearon.
Fue vergonzoso recordar ese momento porque Karin podía recordar haberse sentido muy excitada sin ningún motivo aparente… aunque mientras más lo pensaba, recordaba que él olía delicioso. Era un aroma tan hipnotizante que no pudo evitar dejarse llevar.
Recordaba que habían tenido varias rondas y que después de descansar unos minutos, volvió a tomar su forma humana aunque según recordaba, de forma involuntaria. Sasuke hizo lo mismo para ayudarla a mantenerse en pie y la acercó a la ventana para que recibiera la luz de la Luna.
En cuanto se sintió fuerte de nuevo, Karin se llenó de emoción y le pidió a Sasuke correr para probar su nuevo cuerpo y él aceptó llevarla a "un lugar indicado para ello", según ella recordaba sus palabras.
Ambos se vistieron y salieron de la casa con normalidad por señalamiento de Sasuke, y Karin, en sus recuerdos parecía olvidar por completo el comportamiento humano, ya que de no ser por el joven, ella se habría olvidado por completo de la ropa y las cámaras de vigilancia afuera de su casa.
Sasuke la llevó al parque cerca de su casa, allí se desnudaron, escondieron la ropa y él la guió para que pudiera tomar su forma de loba a voluntad.
Una vez que ella lo consiguió, Sasuke también se transformó y usaron su fuerza y velocidad de lobos para llegar al bosque. Por supuesto, el azabache tuvo que ayudarla y enseñarle más sobre el uso de la cola para actividades como correr, saltar y otras más.
Una vez que llegaron al bosque, ella sintió mucha hambre y Sasuke le enseñó a cazar.
¡Ella había matado a un venado y se lo había comido crudo! ¡Agh!
Cuando ambos quedaron satisfechos, ella se sentía llena de energía pese a la actividad previa, y Sasuke la llevó a la cueva dónde se aparearon en su forma de lobos, y la última ronda la tuvieron con su forma humana antes de quedarse dormidos, quedando el miembro del varón aún dentro de ella.
—¿Qué diablos me pasó? —se dijo con la cara entre las manos muy avergonzada, y no sólo por haber tenido sexo con él nuevamente de forma desenfrenada, sino lo mucho que se había excitado.
¡Pero él estaba en su forma de lobo cuando ella se sintió así de atraída por él! ¡¿Acaso eso la catalogaba como zoofílica?!
—Somos de la misma especie, no importa la forma que tengamos —oyó la voz de Sasuke, y ella recordó que él podía oír sus pensamientos.
—¡Dijiste que no iba a perder la cabeza estando transformada! —reclamó la pelirroja— ¡Me engañaste y te aprovechaste de mí!
—No se supone que perdieras la cabeza al transformarte, pero parece que tienes un problema con la absorción de la luz lunar —contestó el azabache— No se supone que en tu primera transformación volvieras a ser humana por lo menos hasta que terminara la noche.
—¿Es enserio o lo estás inventando para que no me enoje contigo? —preguntó la pelirroja confundida, pues de nuevo, su razón estaba en conflicto con el instinto, especialmente cuando él, de nueva cuenta, pareció dudar en responder.
—Después del desayuno, te explicaré algunas cosas y después irás con Sakura y los demás para que empieces tu aprendizaje. Así te quedará todo más claro.
—¿Y cómo se supone que vamos a desayunar? ¡No tenemos ropa aquí!
—Podemos transformarnos de nuevo e ir a cazar algo.
—¡No quiero cazar! ¡No quiero carne cruda! ¡Y definitivamente quiero ponerme ropa e ir a casa a comer comida normal!
—Se supone que…
—¡No! Ya sé lo que vas a decirme, pero no lo acepto. Aún no entiendo muy bien cómo es que hice todo lo que hice ayer. Es como si hubiese perdido la razón o me hubiese convertido en alguien más —ella se apresuró a decir y él gruñó— Hoy tengo la mente clara y por ende, quiero volver a casa a hacer las cosas como normalmente las haría. Aún si tengo que ir a aprender esas cosas de las que hablas, quiero vivir como una humana.
—No eres una Huma —dijo Sasuke enojado.
—Quizá no, pero quiero vivir como si lo fuera. Es la vida que conozco y lo que he visto de la vida de los lobos, no me gusta.
El chico no se veía nada contento y era más que evidente que iba a seguir alegando. Sin embargo, algo lo hizo quedarse callado, y aunque aún gruñía por lo bajo, terminó por ceder… o algo así.
—Tomaremos esa decisión una vez que termines tu formación. Por ahora esperemos a poder separarnos y te acompañaré de regreso a ese lugar.
—No vamos a volver como lobos hasta Oto, alguien podría vernos —la pelirroja se apresuró a decir.
—Lo sé.
—¿Y cómo saldremos si no tenemos ropa?
—Yo me encargo de eso.
A pesar de que él estaba cediendo, Karin podía percibir, aún si no escuchaba la voz de él en su cabeza, que no estaba nada contento. De hecho, le daba la impresión de que además de enojado, sentía que él creía que ella estaba siendo molesta.
Había un gran contraste en la percepción que había tenido de aquel chico encimoso y pegajoso y este que parecía disgustado y malhumorado con ella.
No es que no hubiesen tenido esos desacuerdos antes, pero la sensación que él le transmitía, era diferente. Sin embargo, ella prefirió no tocar el tema, pues además de que temía que él la lastimara, especialmente cuando aún estaba dentro de ella, necesitaba organizar su mente y controlar sus instintos.
¡Ah! Pero él podía oír sus pensamientos y seguramente lo había hecho porque cuando ella pensó todo aquello, él gruñó y la soltó. Quizá, de no ser por esa "sincronización" o como fuera que se llamara, él se habría ido indignado.
—Yo…
—No digas nada —él la interrumpió cuando ella pretendía disculparse por sus pensamientos.
Ambos permanecieron en silencio y cuando fue el momento, Sasuke se separó de ella, se convirtió en lobo, y dejó a Karin en la cueva diciéndole que le traería ropa.
Sí, incluso la pelirroja podría decir que además de enojado, él parecía decepcionado, y esa sensación fue alimentada aún más, cuando él apenas le dirigió la palabra cuando regresó con ropa para ambos y la acompañó a la parada de autobús más cercana de la zona y le dió algo de dinero.
—Mañana iré por ti para que Sakura te recoja.
—No puedo ir si no…
—No hay excusa que valga —le advirtió y ella tuvo la sensación de que sería inútil alegar aún cuando le enojaba que él esperara que ella le obedeciera.
—Dijiste que ibas a explicarme algo después del desayuno y ni siquiera piensas volver conmigo —señaló la pelirroja, pues aunque él no había dicho nada, al parecer podía saber lo que él estaba pensando, aún si no oía su voz.
—Hablamos mañana. Tu padre te buscará.
Antes de que Karin pudiera decir algo más, llegó el autobús y aún cuando una parte de ella quería esperar y buscar alguna forma de arreglar las cosas, el que él le mencionara a su padre, le hizo recordar que se metería en problemas más grandes si tardaba en volver.
—De acuerdo —respondió la joven dispuesta a subir al autobús, pero no se movió de su lugar, pues sentía que debía haber algo más en esa despedida, pero no sabía qué.
—Llegaré al amanecer.
Karin asintió y se subió al autobús, y hasta que este arrancó, fue que se dió cuenta que esa sensación de vacío, se debía a que las veces anteriores en que se despedían, él lamía su mejilla, pero en esta ocasión ni siquiera intentó tocarla y se comportaba de una forma fría y distante.
Ese cambio de actitud, absorbió sus pensamientos durante todo el camino que ni siquiera recordó que podría meterse en problemas, por lo menos hasta que llegó a su casa y tuvo que tocar la puerta, porque no llevaba las llaves ni el celular. Si la casa seguía vacía, iba a tener que ir a la clínica a buscar a su padre o a su hermano.
—¿Qué tal fue tu noche, Karin-chan? —preguntó Orochimaru con una sonrisa al abrir la puerta de la casa— ¿Podría esperar buenas noticias en algunas semanas?
—Quizá… —respondió abochornada de recordar todo lo que había hecho la noche anterior, pero esperanzada de que la confesión, permitiera que su padre la dejara volver a casa.
—¿Alguna razón particular por la que decidieran que fuera mejor hacerlo en otro lado?
—No se sentía cómodo sabiendo que había cámaras en la casa —respondió Karin titubeando la respuesta que se había inventado en el momento— Supongo que temía que hubiesen cámaras escondidas dentro de la casa.
—Algo muy característico de su gente y sus costumbres, es que son muy reservados y no les gustan las cámaras, así que no me sorprende su comportamiento —comentó Orochimaru— Confieso que pensé que te había convencido para escapar cuando ví tus llaves y tu celular en casa, pero sabía que eras más inteligente que eso.
—En realidad, él es insistente en que vaya con él y su familia al campamento por algo de que debo ser aceptada por ellos para que sigamos juntos o algo así —se le ocurrió mencionar al recordar que Sasuke había prometido irla a buscar para llevarla con la tal Sakura— Sí quería ir, cuando me había dicho que sería la próxima semana y ayee me dijo que mañana saldrían rumbo al campamento —suspiró— Ya le había dicho que no me dejarías ir hasta que tú no evaluáras todas las pruebas médicas, así que le dije que sería imposible que me dejaras ir con ese cambio de fecha.
—¿Y qué dijo él?
—Que mañana vendría por mi a primera hora de la mañana, si no iba con él, terminaba conmigo —respondió la pelirroja entrando a la casa desanimada, aunque su humor no era actuación— Realmente me gustaba mucho, pero no me gusta que me ponga ultimátums a costa de mi salud.
—Su gente, como te he dicho es muy reservada, de hecho, no aceptan que nadie se quede en su poblado sin que todos los habitantes estén de acuerdo —dijo Orochimaru mirando que Karin se dirigía a las escaleras, pero volteó a verlo antes de subir— Me parece bastante natural que quiera que su familia te apruebe antes de llevar las cosas más lejos. De lo contrario sería desperdiciar el tiempo —él la vio suspirar de nuevo— Lo que verdaderamente me sorprende, es que se haya acostado contigo aún si todavía no tienes la aprobación de su familia, aunque supongo que los jóvenes siguen siendo jóvenes.
—Creo que sólo quería sexo y le fue fácil conseguirlo con una citadina —comentó Karin inquieta, porque al fingir que todo estaba a punto de acabarse con Sasuke, ella esperaba que su padre accediera a dejarla a ir al "campamento", por su interés en que ella quedara embarazada— Hasta he llegado a pensar que no vendrá mañana como dijo.
Tratando de seguir con su actuación, Karin optó por irse a su habitación, ya que su padre parecía haberse quedado pensativo, pero al subir el primer escalón, él la detuvo.
—¿Usaron protección?
—¿Qué? —preguntó Karin confundida.
—Mientras tenían relaciones, ¿usaron alguna protección o te pidió tomar pastillas de emergencia?
Definitivamente Karin no esperaba esa pregunta, aunque si pensaba en el interés de su padre, no debía ser una sorpresa. El problema es que no estaba segura de qué contestarle, porque si decía que sí, habría más probabilidades de que su padre la dejara ir al "campamento", pero seguramente la regañaría por usarlos cuando él quería que ella quedara embarazada, por otro lado, si decía que no los usaron, podría simplemente aceptarlo y esperar a que la suerte la dejara embarazada.
—No, no usamos nada, pero terminó afuera —se le ocurrió decir y esperaba que la pausa que había hecho para pensar no fuese tan notoria como para que su padre dudara de sus palabras.
Orochimaru se vio aún pensativo y Karin, al no ver respuesta, decidió intentar subir a su habitación de nuevo. Si no había logrado convencer a su padre de dejarla ir con Sasuke, al menos quería asegurarse de que no la iba a echar de la casa.
—Los últimos estudios no han mostrado nada nuevo de la mutación de tu sangre —las palabras de Orochimaru volvieron a detener su andar— Si te quedaste toda la noche con ese chico, infiero que no tuviste malestares.
—No. Ya llevo días sin los malestares que había tenido.
—¿Qué hay de tu regla?
—Tuve unos manchones hoy en la mañana —respondió la pelirroja porque consideró que decirle que había sido ayer, sentía que podría suscitar preguntas aún más incómodas.
—¿Es la cantidad usual? —preguntó el hombre y si bien esa pregunta no era precisamente incómoda para Karin, si daba pauta a que las hubiese.
—No, pero el día apenas está empezando, más tarde quizá se normalice… o eso espero.
—Eso reduce aún más las posibilidades de un embarazo —murmuró Orochimaru pensativo para después dirigirse a su hija— Avísame cualquier cambio o síntoma a lo largo del día.
—Sí —respondió Karin avergonzada, pero aprovechó la indicación para subir corriendo a su habitación.
Una vez dentro, ella se dejó caer en la cama cubriéndose la cara con la almohada para ahogar un grito desesperado que dejó salir.
Estaba nerviosa, enojada, decepcionada, ansiosa, preocupada, y un montón de emociones más que no lograba apaciguar, pues la mitad de ellas venían de la razón, y la otra mitad venían de lo que parecía el instinto del que Sasuke le habló. Sin embargo, la mayoría de esas emociones las estaba causando él.
¿Cómo se le había ocurrido que era una buena idea llevarla fuera de la casa? ¿Cómo es que pasó de ser un chico encimoso y atento "cachorrito" al hombre frío y enfadoso de la cueva? ¿Por qué era tanta su insistencia en que ella se fuera a vivir al bosque con él? Y lo que más la desesperaba, era que se sentía muy triste y decepcionada de que él la dejara así como así en la parada del autobús.
Por supuesto, parte de sus malestares estaban en que aún le preocupaba lo que su padre pudiera decir o hacer, tanto con la enfermedad, como con Sasuke, pero aún si razonablemente esa era su prioridad, su persona estaba más abrumada por lo referente a ese chico.
—¡Basta con esas ideas! —se dijo a sí misma— Lo pasado, pasado. No puedo cambiarlo y ahora lo único que tengo seguro es que quiero darme un baño —se dijo a sí misma— Después pensaré en lo importante.
Sin más dilación, Karin buscó ropa limpia, su celular y se metió al baño con la intención de poner música en el teléfono para tratar de evitar pensar en todas esas cosas. Sin embargo, al desbloquear el teléfono, no pudo evitar notar que además de los mensajes y llamadas perdidas de la noche anterior de su padre y su hermano preguntando a dónde iba, también habían varios mensajes de Suigetsu.
Idiota: Oye, realmente me gustaría que habláramos en algún momento sin que ese imbécil plagiador esté cerca. ¿Podemos vernos mañana?
Idiota: Sé que podrías estar enojada, pero juro que no dije mentiras.
Idiota: ¿Karin?
Idiota: ¡Responde!
Hubo algunos mensajes repetidos del día anterior, y dos intentos de llamadas con sus respectivos mensajes de "contéstame", pero había un mensaje más de ese mismo día.
Idiota: Lamento mi insistencia de ayer, pero no tener respuesta me inquieta.
Idiota: Ya no voy a molestarte, esperaré a que estés preparada para hablar, pero por favor no me dejes de informar sobre tu enfermedad, por lo menos en el chat con Juugo.
Karin estaba algo confundida, porque no fue sino hasta ver los mensajes que comenzó a dudar seriamente en que quizá Suigetsu no le estaba mintiendo. Es decir, aquellos mensajes ni siquiera parecían haber sido escritos por él, pues no había ofensas, reclamos o exigencias más allá del "contesta".
¿Y si estaba siendo sincero? ¿Y si realmente se le declaró?
Bueno, la verdad es que Karin alguna vez creyó estar enamorada de Suigetsu, le parecía guapo, atlético y antes de que sus bromas fueran tan pesadas y que no estaban dirigidas a ella, le parecieron divertidas, pero después de estar con Sasuke, se daba cuenta que ella no se había sentido así con nadie.
¡No es que estuviese enamorada de Sasuke! Le gustaba, claro, era guapo, cuerpo atlético, había sido dulce y protector… pero quizá sólo se estaba confundiendo con todo lo que estaba pasando. Es decir, sí, seguramente ella no se había sentido "enamorada" antes, pero más bien estaba confundiendo el amor con el deseo sexual, pues eso explicaría porque en toda su vida había carecido de ese sentimiento.
La respuesta era, que no podía sentirse atraída por nadie de los que conocía porque ellos eran humanos y ella no, por otro lado, había sido sencillo sentirse atraída por Sasuke porque al menos eran de la misma especie. ¡Pero no quería decir que estuviese enamorada!
¡No! ¡No podía estarlo! ¿Cómo iba a enamorarse de alguien a quien apenas conocía? Y mucho menos podía sentirse así cuando el chico le había mostrado una cara y después del sexo otra… aunque aquella no había sido la primera vez que se acostaron!
¡Ah! ¡Todo era tan confuso!
—¡Dije que tomaría mi baño! —se dijo a sí misma bastante exasperada, puso la música en el teléfono y se metió al agua.
Por el resto del día, Karin intentó mantener la mente en su cotidianidad, tratar de despejar la mente y después, con calma reflexionaría qué hacer, y afortunadamente el hecho de que su padre adoptivo quisiera volverle a hacer estudios, ayudó bastante a no hundirse en sus pensamientos. Sin embargo, al salir del hospital, recordó el problema de las muestras de sangre, por lo que sus pensamientos se centraron en repetir una y otra vez la situación esperando que Sasuke la escuchara.
Por lo anterior, Karin estuvo muy inquieta al salir del hospital, y al mirar el reloj cuando llegó a su casa, recordó el hambre voraz y el dolor agudo que había estado sintiendo los días anteriores.
¿Sería que Sasuke volvería como todas esas veces a llevarle de comer y a apoyarla con los dolores?
—No. Él dijo que el hambre y los dolores cesarían después de la primera transformación —se respondió a sí misma— ¿Entonces de verdad no vendrá sino hasta mañana? ¿Tampoco va a ayudarme con la muestra de sangre por el bien de los suyos?
Todo el día, salvo por su estado en los análisis médicos, Karin había estado yendo de una emoción a otra, de modo que ni siquiera había podido pensar ni hacer nada para tratar de convencer a su padre de dejarla ir con Sasuke al campamento.
Aunque si lo pensaba detenidamente, probablemente después de decirle que ella no creía que fuera a recogerla, él quizá ya había descartado la posibilidad. Sin embargo, llegada la noche, su padre llegó con un folder que le entregó a Karin.
—¿Qué es esto?
—Tu informe médico —respondió Orochimaru, lo que hizo temblar a Karin por aquello de la muestra de sangre que le habían sacado por la tarde y de la que no estaba segura si Sasuke se había podido hacer cargo o si la había abandonado— No hay nada.
—¿Nada? —preguntó sorprendida.
—Parece ser que todo se debe a un desorden hormonal, después de todo, así que habrá que esperar para confirmarlo —respondió Orochimaru— Lo que quiero saber es si la mutación en tu sangre fue causada por el desorden hormonal o el desorden hormonal provocó la mutación —decía pensativo— Quiero hacerte nuevos estudios cuando llegue tu próximo periodo y un examen de fertilidad para estar seguros.
—¿Un examen de fertilidad?
—Los desajustes hormonales pueden causar problemas de infertilidad. Si vas a seguir saliendo con ese chico, necesitamos que estés óptima —respondió el hombre con una sonrisa— Para su gente, tener descendencia es muy importante y si él te gusta tanto, es justo que compruebes que puedes darle hijos. ¿No?
—Pero…
—Esperemos que Sasuke-kun de verdad venga por ti mañana. Necesitas la aprobación de su familia —comentó Orochimaru— Deberías ir a arreglar tus cosas y dormirte temprano para que estés lista para cuando él venga.
Karin quedó muda, porque de alguna forma su plan había funcionado, pero al mismo tiempo le perturbaba un poco que su padre actuara de esa manera. Es decir, sí, sabía que era así de loco cuando una investigación le interesaba, pero era extraño vivirlo de esa forma.
—¿Está seguro? ¿Y si me ocurre algo en el campamento? —preguntó la chica a sabiendas que era una cuestión riesgosa, pero necesitaba fingir que estaba más preocupada por su enfermedad porque eso era propio de ella. Si se iba sin alegar, probablemente sería sospechoso.
—Has estado bien en estos días y hoy al fin te bajó, así que veo pocas probabilidades de que vuelvas a ponerte mal —respondió Orochinaru— Y si ocurre, estoy seguro que el campamento tiene equipo de emergencias —amplió su sonrisa— Yo estaré en el hospital, así que procura que te envíen allí para ser yo quien pueda atenderte personalmente.
—El campamento es por una semana —ella le señaló, está vez para decirle el tiempo de ausencia más que para objetar.
—Sabes que me gusta estar en el hospital, y si no estoy yo, Kabuto estará de servicio. No tienes nada que temer.
Seguía siendo perturbadora la forma en que su padre actuaba, pero en ese punto optó por no decir nada, asintió y subió a su habitación con la excusa de preparar su equipaje para el campamento.
En realidad, Karin sí se puso a preparar la maleta que se llevaría mientras pensaba en lo extraña que era su familia, pero esos pensamientos apenas fueron unos cuantos, porque a su mente comenzaron a llegar nuevas ideas que eran muy persistentes.
La primera de ellas, era que debía evitar meter cosas innecesarias en la maleta, y por alguna extraña razón, su cerebro pensaba que llevar más de dos cambios de ropa para una semana era innecesario. También tuvo la idea de llevarse todo aquello que podría necesitar en caso de no poder volver a su casa como dinero, documentos y cosas de valor sentimental, y las ideas más extrañas de todas, eran el de que debía llevar para la semana, algún tipo de "artilugio" que pudiera servirle para cubrir el círculo que había alrededor de la marca en su espalda y "esa cosa que huele como a flores".
Al principio, Karin pensó que se estaba volviendo loca, pero al recordar que ya había tenido sensaciones similares, que en el análisis de sangre de la tarde no había salido nada extraño y que pensó en palabras tan poco comunes como "artilugio" o "la cosa que huele a flores", entonces quería decir que Sasuke estaba metido en su cabeza.
—No voy a…
Karin iba a rehusarse a seguir todas esas extrañas indicaciones, pero se distrajo cuando el sonido de mensajería de su celular sonó. Era Suigetsu.
¡Ah! ¡Era verdad! Ella había olvidado por completo que no había contestado sus mensajes y seguramente debía sentirse inquieto y enojado de que por la mañana lo había dejado en visto.
La verdad no estaba preparada para contestar nada. No había tenido tiempo de pensar en lo que le diría o en pensar en los múltiples escenarios en caso de que de verdad fuese una mala broma y poderle responder con astucia, pero la idea que Sasuke había metido a su cabeza sobre que quizá no volvería, la dejó pensativa.
No, ella no tenía planes de quedarse en el bosque o en otro lado. Karin quería volver a casa y seguir con su vida normal aún si no era humana. Sin embargo, ella no estaba segura de lo que le enseñaría esa tal Sakura, ni si su padre la aceptaría de regreso si por algún motivo cambiaba de opinión y ocurría algo, así que una parte de ella pensaba que quizá sí, había una posibilidad muy lejana de que no volviera.
—Si esta idea es tuya, Sasuke, más vale que salgas de mi cabeza ahora mismo o no iré contigo mañana a ningún lado —ella lo amenazó, pero había comenzado a percatarse que los pensamientos que ella tenia se sentían diferentes de aquellos que parecían venir de Sasuke, y por desgracia, esa lejana sensación de quizá no volver, si venía de ella.
"Déjale claro que ya tienes pareja"
La pelirroja alcanzó a oír en su mente la voz de Sasuke, de la misma forma en que le habló cuando estaba transformado en lobo y sonaba bastante irritado.
—No te metas en esto —respondió Karin enojada por la intervención e invasión.
"No olvides que ya tienes una manada"
—¡No quiero ser de tu manada si hay que vivir en el bosque! —exclamó la pelirroja.
"Estaremos más seguros en el bosque"
—De eso vamos a hablar después, ahora déjame atender este asunto —replicó Karin decidida a no prestarle atención si él volvía a hablarle, pues la verdad es que no quería tener una discusión telepática, y mucho menos cuando se suponía que estaba tratando de quitarse de pendientes en casa.
Ya fuera porque Sasuke había leído su mente sobre que no le respondería o simplemente había ocurrido algo que cortó la comunicación, ella ya no obtuvo respuesta del azabache.
Más tranquila, Karin dió un suspiro y miró el celular repasando los mensajes de Suigetsu.
Aún tenía la duda de si él estaba diciendo la verdad, aunque por fortuna, sin importar si era o no así, la respuesta de ella era la misma.
—¡Karin! ¿Cómo estás? —Suigetsu respondió la llamada de inmediato. Parecía animado al mismo tiempo que alarmado.
—Bien… supongo.
—¿Cómo que supones?
—Pues es que no han encontrado nada en mis estudios, lo que parece indicar que todo está bien, pero tampoco es una buena noticia considerando los síntomas previos.
—¿Y qué prosigue?
—Esperar.
—¿Esperar? ¿A qué? —preguntó inquieto.
—Que vuelva a tener síntomas si es que aparecen de nuevo.
—¿En serio? ¿No deberían buscar hacerte más estudios? Tu padre no es de los que esperan, sino…
—Lo sé, pero la razón de mi llamada no tiene nada que ver con mis malestares.
—Pero…
—Escucha. No es mi estilo hacer este tipo de cosas por teléfono. Pienso que es de cobardes, pero no quiero irme dejando esto al aire y con mi padre en casa, no creo poder salir ni dejar que vengas.
—¿Irte? ¿A dónde? ¿De qué estás hablando? —preguntó Suigetsu muy confundido.
—Desde tu confesión, había optado por buscar la forma de devolverte tan pesada broma, pero entre mis malestares, estudios y muchas cosas más, ni siquiera he tenido tiempo para ello. También admito que ayer que viniste me hiciste dudar de si era una broma —Karin ignoró por completó las interrogantes, incluso cuando el albino intentó decirle que no quería jugarle una broma— La verdad es que no tengo tiempo para hacer discernimientos, o planear un contraataque que haría que me viera igual que tú con esas bromas elaboradas, pero eso no importa porque sea broma o no, no estoy interesada en tener una relación contigo. Además, ya tengo novio.
¿Cómo reaccionará Suigetsu ante la respuesta de Karin? ¿Karin logrará darle una respuesta satisfactoria a Suigetsu? ¿Por qué Sasuke cambió tan rápido de actitud? ¿Sasuke sólo usó a Karin? ¿Karin accederá a ir con Sakura a pesar del cambio de actitud de Sasuke? ¿Qué le espera a Karin con Sakura? ¿Qué otras preguntas les han nacido al leer el capítulo?
Me encantaré leer sus dudas y teorías en los comentarios n.n
Les dejo la lista de las historias que estaré actualizando este fin de semana. Algunas las subiré hoy, otras hasta mañana:
*Peligrosos deseos
*Inexperiencia
*Apuesta XL
*La marca del lobo (doble actualización con sorpresa)
Sin más por el momento, me despido esperando que la historia haya sido de su agrado n.n
¡Hasta la próxima actualización!
