-Q-que haces aquí?! – Liam dio un paso atrás

-de vacaciones, no es obvio? – río Amanda

Cómo siempre, Amanda Hill tenía el cabello castaño, aún que está vez lo llevaba suelto, pero tenía hecho un moño sencillo atrás de la cabeza.

-y cómo llegaste? – dijo Raine, sorprendida tanto como Liam

-por traslador – río Amanda – es un poco movido jaja, pero aquí estoy, como lo prometí

-pensé que estabas jugando! – Liam se llevó la mano a la cabeza

-jaja, tranquilo, aquí estoy – sonrió Amanda – no soy un fantasma, y ahora… puedo… TOCARTE! – Amanda le puso el dedo índice a Liam en la frente

-Amanda… yo… – Liam no pudo más y abrazo con fuerza a la muchacha

-ah, sí, yo también te extrañe – Amanda correspondió al abrazo

-que… bonito – Raine miro a la señora Baker

-ay, la juventud – suspiro la señora Baker con una sonrisa

-listo, ya… vine… – Anne vio a Liam y Amanda – me… perdí de algo?

-oh, no, no – Liam se separó de Amanda – todo bien?

-sí, solo me preguntó… quién… eras… – Anne bajo la mirada

-quién eres? – dijo Amanda con ese característico tono de voz celoso, mientras cruzaba los brazos

-ah… soy… eh… soy… A-Annelie – dijo tímidamente – p-pero me dicen Anne…

-sí, ejem, Anne, ella es Amanda, es… una buena amiga – dijo Liam contento

-buenas amiga? – río Amanda – bueno, yo diría que más que eso

-ah, bueno, como sea, estamos aquí para divertirnos, ¿no? – río Liam – quieres ir para… bueno para el mar?

-por supuesto – Amanda vio al mar – me hace falta algo de agua, con tanto frío

-bien, vamos – suspiro Liam – vienes Anne?

-ah… si, si, voy – Anne sonrió y siguió a los chicos

-yo también quiero – suspiro Tom – por qué no puedo tener a dos chicas detrás de mío?

-las tienes – gruñó Raine

Liam entro al agua, como siempre, bien calientita, y se lanzó a nadar. Anne lo siguió, emocionada por hacer amigos, mientras Amanda pisaba el fondo.

-no sabes nadar, ¿verdad? – río Liam

-claro que se! – Amanda empezó a nadar – solo me estaba acostumbrado al agua

-claro, ah, te extrañaba, de verdad – sonrió Liam

-bueno, hemos estado en contacto – río Amanda – pero te ves mucho mejor en persona, sí que has crecido

-tú también! Estás más… bueno, ya sabes – Liam bajo un momento la mirada

-ah, sí, crecieron un poco jaja, se nota mucho? – Amanda sonrió

-pues… traes traje de baño, supongo que lo hace – río Liam

-oye, tienes tu… varita? – Amanda miro a los lados, Anne nadaba por ahí, lo suficientemente alejada

-esta en el hotel, pero si – susurro Liam

-yo la tengo conmigo – sonrió Amanda

-en dónde? – Liam miro por todos lados

-oh, mamá me enseñó a esconderla, está… – Amanda se llevó las manos al sujetador

-ok creo que se dónde está – Liam apartó la mirada

-ay, qué bueno es estar aquí otra vez – Amanda dio una vuelta y se acercó a Liam – solo venimos mamá y yo, papá cree que fuimos con la abuela, ¡pero míranos! Tuvimos que hacer un montón de cosas, y un amigo de mamá nos ayudó a crear un traslador, y aquí estamos

-se van a quedar hasta acabar las vacaciones? – dijo Liam recibiendo a Amanda

-sí, vamos a regresar rápido así que, da igual cuando nos vayamos jaja – Amanda paso su brazo por el hombro de Liam

-ojalá pudieras regresar a Hogwarts – susurro Liam

-no sabes cuánto me gustaría – Amanda sonrió y se acercó más a Liam

-oigan! ¡Chicos! – Anne se acercó a los dos – oigan, podemos hablar?

-claro – sonrió Liam mientras Amanda se separa de él

-es que… bueno me gustaría presentarme – Anne miro a Amanda

-supongo que eres muggle, ¿no? – Amanda miro despectivamente a Anne

-soy qué? – Anne miro a Liam confundida

-nada, no te preocupes – Liam fulminó a Amanda con la mirada

-es la verdad, ¿no? – gruño Amanda

-Tal vez, no lo sabemos – Liam miro a Anne – te gusta la magia?

-magia? – Anne sonrió – si! ¡Me gusta mucho! De hecho, estuve en un curso de magia, a los once años, ¡fue muy divertido! Entre para hacer amigos… y bueno dicen que eso es bueno para hacerlos… no hice muchos, pero… bueno, no importa, ¡el caso es que aprendí muchos trucos!

-ah, mira, que bien – sonrió Liam

-sí, y a ustedes? ¿Les gusta la magia? – Anne miro a ambos chicos

-se podría decir – suspiro Amanda

-sí, es muy divertida – río Liam – de hecho, voy a una escuela de magos, y hacemos magia

-escuela de magos? – Anne miro a Liam – puff, jajaja, escuela de magos jajaja, claro jajaja, y eres un mago? Jajajaja

-sí, lo soy – dijo Liam sinceramente

-jajaja, claro jajaja – Anne río animadamente – y que haces? ¿Abracadabra? Jajaja

-no eso no – Liam puso voz seria

-oh… lo siento – Anne su hundió un poco

-ah, sí jaja, que gracioso eres Liam – Amanda vio al chico – muy mentiroso, ¿no?

-para nada – Liam miro a Amanda – de hecho, tú también ibas, ¿no?

-los dos magos? – Anne volvió a reír – jajaja, claro, bueno, supongo que puede ser una profesión jajaja ay, qué bien me caen

-te voy a enseñar magia de verdad – gruño Amanda

-ok, basta – Liam nado un poco – basta de magia, ahora, disfrutemos un rato de la playa

-uy, yo tengo una pelota de playa – sonrió Anne – saben jugar Voleibol?

-claro – dijo Liam contento

-qué es eso? – Amanda miro a Liam

-no sabes que es voleibol? – río Anne – voy por la pelota, hagamos equipos de dos, les parece?

-claro, puedes hablar con mi hermana – sonrió Liam – se llama Raine

-Raine, ok, anotado – Anne nado hacia la orilla – ahora vuelvo!

-Liam! ¡¿Que fue todo eso de la magia?! – Amanda nado agresivamente hacia Liam

-es la verdad, ¿no? – río Liam

-sabes que no podemos decirlo! – dijo Amanda severamente

-pero le dijiste muggle – suspiro Liam

-pues lo es!

-no le digas así! – Liam alzó un poco la voz – lo es, pero no te refieras así despectivamente

-no lo hacía así! – gruño Amanda

-espero que no se te esté pegando lo de tu padre – gruño Liam

-no lo está haciendo!

-pues sigue así!

-apenas la conoces y ya la defiendes – dijo Amanda molesta

-y que quieres que haga? – Liam también se molestó – es una chica agradable, vamos Amanda, solo quiere hacer amigos

-y tu encantado no?

-me gusta hacer amigos, es todo! – Liam alzó más la voz – y no sé por qué me reclamas por eso!

-SOY TU NOV… tu… amiga – Amanda apartó la mirada

-ah, mira, Amanda – Liam se acercó a la chica – sé que tuvimos algo, y muy bonito, pero ya no, somos amigos

-pero… pero que pasa con Emma? – Amanda frunció el ceño

-amo a Emma – dijo Liam tranquilamente – y no traicionaría su confianza

-ah, está bien – suspiro Amanda – no vine hasta aquí solo para que discutamos

-lo siento – Liam abrazo a Amanda – estoy contento de verte, y no quiero discutir contigo

-yo tampoco Liam – Amanda abrazo un poco a Liam – pero sabes lo que siento por ti

-lo sé – Liam se separó de la chica

-crees que… bueno… solo por estás vacaciones… crees que podamos… – Amanda miro expectante a Liam

-no, Amanda

-por favor! – Amanda suspiro – solo serán estás vacaciones, como un amor de verano, te lo juro que solo eso

-ah, ok, ok, está bien – Liam se hundió un poco – pero nada de besos

-en la mejilla? – dijo Amanda emocionada

-ah… ok, lo máximo será en la mejilla – Liam se puso de pie sobre la arena – podemos tomarnos de las manos, pero solo eso!

-es perfecto! – sonrió Amanda – te amo!

-ah, muy poco de eso también, nada de cosas románticas o eso – suspiro Liam – y… yo también te quiero, ok? Esto no va a ser una relación, será… algo parecido

-ok, nada serio – río Amanda – respeto lo tuyo con Emma

-bien, eso está bien – Liam se relajo

-así está mejor – Amanda se acercó a Liam y le tomo la mano debajo del agua – hacemos equipo?

-claro – sonrió Liam

-ay, de verdad necesitaba verte – sonrió Amanda – te veo por el espejo, pero esto es mejor

-lo sé, yo también estoy feliz de verte – Liam miro a Amanda – ojalá Emma estuviera aquí

-sí, también la extraño a ella – río Amanda – es mi mejor amiga

-ella te considera lo mismo – dijo Liam

-oye, Liam, me veo bien? – Amanda salió un momento del agua

-pues... – Liam noto que Amanda había crecido en muchos aspectos – sí, te ves bien

-solo bien? ¿No muy bien? – río Amanda

-bien, un poco más que bien – sonrió Liam – pero, mira, sabes jugar Voleibol? Por qué quiero ganar

-no sé nada de eso – Amanda se hundió un poco – es como el Quidditch?

-bueno, no, por qué en voleibol la gente no vuela – río Liam – mira, te explico cómo se juega, tienes que…

Tras una exhaustiva explicación, que Amanda entendió a medias, por qué estaba muy concentrada en el abdomen de Liam, Anne volvió a aparecer junto a Raine.

-ok, estoy lista! – Amanda dio un salto y salpicó a Liam de agua

-bien, entonces, empecemos – Anne sonrió y le pego a una pelota de colores

-la tengo! ¡La tengo! – Amanda extendió los brazos y… la pelota paso a su lado, cayó en el agua e hizo un pequeño ruido

-un punto para nosotras – río Anne y le puso la palma a Raine para chocar las manos, pero la chica la miro confundida – ah… si… felicidades… – bajo la mano

-ok, pon atención – Liam tomo la pelota – una… dos… – lanzo la pelota hacia arriba, dio un salto y le pego a la pelota

-ya va! – Anne salvo la pelota y la mando al otro lado

Liam se lanzó y alcanzo a golpear la pelota, que subió y fue directamente hacia Amanda. La chica la miro y se preparó para recibirla, pero la pelota le dio de lleno en la cara, pero gracias a eso rebotó al otro lado y anotaron un punto.

-bien, ya anotamos un punto – sonrió Liam

-ah, ¿sí? ¿De verdad? – Amanda se sobaba la nariz

-sigamos – río Liam

Anne tomo otra vez la pelota, le dio un golpe y el partido continuo. Liam no era el mejor jugador, pero se divertía bastante jugando, a su lado, Amanda confundía las reglas con las de Quidditch todo el tiempo. Después de un rato, Amanda entendió mejor el juego, después de ver a Liam hacerlo más de media hora.

-ahí va! – Liam le pasó la pelota a Amanda

-la tengo! – Amanda salto y le pego a la pelota, que subió rápidamente

-ya! – Liam dio un salto y le pego a la pelota, Raine se lanzó para pegarle a la pelota, pero no lo logro

-ay! ¡Anotamos otro punto! – Amanda se lanzó a abrazar a Liam

-jaja, si! – río Liam y correspondió al abrazo de Amanda

-podemos festejar así también? – Anne tomo la pelota y miro a Raine

-no lo creo – gruño la chica

-perdón – Anne bajo la cabeza

-Raine, no seas tan dura – dijo Liam

-no lo soy – Raine cruzó los brazos

-bueno, ya ganamos, ¿no? – sonrió Amanda sin soltar a Liam

-Me gustaría jugar un rato más – Liam miro a Anne

-sí, a mí también – suspiro la chica

-bien, juguemos entonces – Liam intento soltarse de Amanda

-ahí va! – Anne lanzo la pelota

-ah! – Liam se estiró y a penas le pudo pegar a la pelota

-me toca! – Raine dio un salto y le pego a la pelota, que pego directamente por qué Amanda no soltó a Liam

-bien! – Anne le volvió a extender la palma a Raine

-ah, ok – Raine correspondió y choco las palmas con la chica

-ah! ¡Si! ¡Genial! – Anne se puso a dar saltitos en el agua

Se pusieron a jugar más tiempo, Liam y Amanda hacían bien equipo, Raine y Anne también, pero el contrario ya llevaba la ventaja. Así fue hasta que a los chicos les dio hambre, y no era para menos, ya eran aproximadamente las dos de la tarde. Recogieron todo y fueron hacia el puesto de comida rápida más cercano. Después se sentaron en una mesa cubierta con una sombrilla.

-provecho! – Anne le dio una buena mordida a su hamburguesa

-Es lo único que había? – Amanda movió un poco su hamburguesa

-vamos, es bastante especial, ¿no? – sonrió Liam mordiendo su hamburguesa

-supongo – suspiro – es que… hay muchas ahí

-me imagino – río Liam

-abre la boca – Amanda tomo una papa frita y se la acercó a Liam

-ah – Liam hizo caso y Amanda le dio la papa – muy buena jaja

-papas a la francesa, también hay muchas ahí – río Amanda

-a la francesa… – Liam recordó algo

-no te estarás acordando de ella? – gruño Amanda

-sí, bueno, es que era mi compañera en la cocina y… eso – Liam tomo una papa frita

-ñom, y eso… ah! – Anne se pasó la comida – cocinas mucho?

-sí, lo hago – dijo Liam apenado

-ya veo – Anne tomo un poco de su refresco – acaso quieres trabajar en eso?

-supongo que si – río Liam – y tú?

-yo?

-sí, ¿cuál es tu pasatiempo? – sonrió Liam

-oh, me gusta el arte – Anne le dio otra mordida a su hamburguesa – pinto… pinto bastante

-te gusta molestar a la gente? – dijo Raine, mirando cuidadosamente a Anne

-no! ¡Para nada! – Anne negó con la cabeza – sé que no tengo muchos amigos… bueno, más bien no tengo… pero… ¡eso no significa que me guste molestar a los demás!

-bien – Raine sonrió

-aquí tienes – Amanda le volvió a dar otra papa frita a Liam en la boca

-no te gustan? – dijo Liam mientras masticaba

-sí, pero me gusta dártelas – Amanda sonrió sonrojada

-hmmm, una duda – Anne le dio una mordida a su hamburguesa, mastico y vio a Liam y Amanda – ustedes son novios?

-eh… bueno… no – dijo Liam apenado – nosotros… bueno… es que…

-lo éramos – dijo Amanda igual de apenada

-uh, ya veo – Anne volvió a tomar de su refresco – supongo que lo quieren volver a intentar, bueno, es genial, supongo… no lo sé, nunca eh… tenido… novio

-ya llegará – sonrió Liam – y… bueno, no es que lo volvamos a intentar, es más… eh… digamos que una amistad un poco cariñosa

-así? – Anne negó con la cabeza – no sabía que les gustaban esas cosas… aún que… bueno yo también tengo curiosidad por eso… – se sonrojo – jaja…

-no, no es eso – dijo Liam rápidamente – es solo… es algo tranquilo, ¿no?

-con cuidado, Liam – suspiro Raine – tienes algo ya

-lo sé, por eso no es nada – dijo Liam tranquilo – verdad Amanda?

-ya que – suspiro la chica – aún que… bueno, no sé qué esté haciendo ella

-de vacaciones – suspiro Liam

-oh, bueno, seguramente no preste mucha atención – sonrió Amanda – como dicen los muggle, "ojos que no ven, corazón que no siente"

-no – gruño Liam

-ugh, ok – Amanda apartó la mirada

-hmmm, que es eso de "muggle"? – pregunto Anne mientras se comía una papa frita

-no es nada – dijo Liam rápidamente – una tontería

-ok – Anne sonrió – siempre me han gustado esos términos internos de los amigos, como, por ejemplo, unos chicos de mi anterior colegio le decían "nuglin" a las chicas guapas jaja… claro que… nunca me lo decían a mi…

-bueno… eres… bonita… creo – dijo Liam viendo a la chica

-algo tienes – suspiro Raine

-ah sí? – Anne se sonrojo – B-bueno s-supongo que… lo soy un poco, pero… nah

-hablando de cosas bonitas – Amanda tomo una papa frita – Liam, dijiste que tenías un hurón, ¿no?

-no, tengo una gata – comento Liam – yo… oh… ah, sí, también… también tengo uno

-puedo verlo? – dijo Amanda emocionada

-ahora? – Liam vio a Anne brevemente

-sí, sí, ahora – sonrió Amanda

-eh… tal vez después – Liam le dio una mordida a su hamburguesa

Ese después llegó cuando terminaron su comida. Anne quería ir a hacer castillos de arena, así que Raine la acompaño, por qué no sabía que era eso. Liam y Amanda se fueron un momento, y el chico llevo a Amanda a su habitación.

-bien, adelante – Amanda junto las manos

-espera – Liam abrió su maleta, tomo su camisa y saco la varita – ok, mira esto

Liam se apuntó con la varita, y al segundo se convirtió en un hurón. Su varita cayó al suelo, y Amanda lo miro, asombrada.

-qué bonito! – Amanda tomo a Liam y lo abrazo – ay Liam, eres un huroncito muy bonito – Liam se sacudió, incómodo – me hubiera gustado mucho estar contigo cuando te transformaste – Liam se libró de las manos de Amanda, cayó en su cama, se concentró en su forma humana y unos cuantos segundos después regresó

-a mí también – suspiro Liam

-te mencioné que mi patronus era un conejito? – río Amanda

-si – Liam se sentó en la cama

-pues, estuve investigando por ahí, y me enteré que los hurones cazan conejos – Amanda se acercó a Liam y se sentó a su lado – tal vez… quieras cazar a esta conejita

-basta – Liam se puso de pie – no sé cuánto te lo tengo que decir, no podemos ser nada romántico

-por qué no?! – Amanda se puso de pie en un salto

-porque tengo novia! – Liam cruzó los brazos – me entiendes?

-ella seguramente este divirtiéndose con otro chico! – Amanda camino hacia Liam

-claro que no! – grito Liam

-que sí! Y tú aquí, sin poder hacer nada – Amanda se acercó a la cara de Liam – ¡yo te amo! Vine aquí por ti, estoy enfrente de ti

-basta Amanda! – Liam se apartó

-no! – Amanda tomo a Liam de la mano

-amo a Emma, y sé que ella no estaría con nadie más, confío en ella – Liam sonrió – y tú, Amanda, deberías de aceptarlo

-ah! – Amanda le dio un golpecito a Liam – eres un tonto, un verdadero idiota!

-dilo – Liam suspiro

-eres un… un… – Amanda soltó una lágrima – no puedo decirlo, no pienso eso

-ah, mira, vamos a hacer lo que propusiste – Liam tomo las dos manos de Amanda – solo por este verano, pero no quiero nada de besos ni nada, solo será como un juego

-un juego – Amanda miro a Liam – sí, está bien, pero… quiero… te quiero…

-Yo también – Liam abrazo a Amanda, y la chica lloró sobre su pecho

Los rayos del sol bañaban la arena, junto al mar, que poco a poco adquiría un tono anaranjado y cálido. El viento soplaba ligeramente, y la playa se empezaba a vaciar. Bajó el cielo, estrellado y tranquilo, Liam preparaba una fogata. Tenía que reconocer que se había acostumbrado a simplemente encender un fuego con un rápido "Incendio" y no preocuparse de otra cosa. Pero está vez, aún que pudiera hacer magia, realmente no podía, por qué Anne miraba curiosa. Pero lo logro, y se pudo sentar tranquilo, en una silla de playa junto a Amanda. Habían comprado varias cosas para asar, como malvaviscos y salchichas, así que estaban sentados tranquilamente alrededor del fuego. Liam, Amanda, Tom, Raine y hasta Anne estaban ahí, aún que la última estaba demasiada emocionada.

-aja, así – Liam giraba un malvavisco sobre el fuego, y en poco estuvo perfecto – soplas un poco y lo muerdes – el chico siguió sus indicaciones – hmm, rico

-a ver – Amanda estiró la mano con un palo y un malvavisco en la punta – así?

-Si, gíralo – sonrió Liam

-aja... Creo que… ¡ya! – Amanda saco el malvavisco justo a tiempo

-adelante – dijo Liam mientras tomaba otro malvavisco

-mmmm, muy rico! – Amanda sonrió contenta

-esto se está tardando un poco – suspiro Anne mientras giraba una salchicha sobre el fuego

-Yo diría que está lista – Tom mordió su salchicha asada

-está bien así? – Raine tenía un malvavisco prendido en fuego

-no! – Liam río – apágalo!

-ah! – Raine empezó a soplar rápidamente el malvavisco, que quedó chamuscado, aun así, Raine se lo comió

-Ah, ¡que emoción! – Anne por fin saco la salchicha del fuego – esto… esto… se puede decir… hum… que somos… amigos?

-lo somos – sonrió Liam

-genial! – Anne dio pataletas de felicidad – por fin!

-creo que no sueles hacer amigos, ¿verdad? – río Amanda

-no – Anne mordió su salchicha asada – hoy… hoy me motivé, y pude hacer amigos!

-felicidades – dijo Liam intentando está vez asar una salchicha – mañana estás libre?

-mañana?! – Anne se sonrojo – me estás diciendo… que podemos seguir siendo amigos mañana?!

-sí, eso es ser amigos – río Liam – mañana podemos ir al paseo marítimo, que dicen?

-cuenta conmigo! – dijo Raine animadamente mientras se comía otro malvavisco asado

-yo también voy – sonrió Tom, que ya casi se acababa su salchicha asada

-me gustaría ir – Anne no iba ni por la mitad de su salchicha – espero que mis padres me den permiso

-mamá me dijo que podía ir a dónde sea – río Amanda – mientras sea contigo

-bueno saberlo – dijo Liam apenado – bueno, ya tenemos que hacer

-es cálido – dijo Anne – quiero decir… la fogata… y… la compañía…

-sí que lo es – Liam saco la salchicha del fuego, estaba bien asada

-extrañaba esto – Amanda miro a Liam – estar con amigos, ojalá estuvieran Jack y Emma

-ojalá – suspiro Liam – pero estas tú

-yo? – Amanda río un poco

-sí, bueno, es prácticamente un año sin verte – Liam sonrió

-falta un poco – dijo Raine mientras chamuscaba otro malvavisco

-hmmm, a ver, entonces, si entendí bien… – Anne mordió su salchicha asada y volvió la mirada a los chicos – ustedes tres son hermanos, y tú – dijo mirando a Amanda – eres la novia de Liam

-que no! – Liam dio un pequeño pisotón – no lo es, es mi amiga, solo eso

-aja, bueno, lo era antes? – dijo Anne tranquilamente

-si lo era, pero… pero ya no – Liam apartó la mirada

-podemos serlo otra vez – Amanda miro contenta a Liam

-no, no podemos – dijo Liam exasperado

-esto de las relaciones es muy complejo – Anne suspiro – yo nunca eh tenido una, pero… bueno, me ha gustado un chico y eso… era muy guapo e interesante… yo… bueno nunca le hable, pero… era… cercana… me sentaba atrás de él...

-vaya – Liam le dio un mordisco a su salchicha, que se había enfriando un poco – es difícil hablar?

-algo – Anne miro a Liam – por ejemplo, hoy… bueno… cuando te caíste pude hablar, pero… por el momento… luego te seguí con la mirada, quería discúlpame, pero me daba pena… y luego te vi en el mar, es… es como esas veces que fijas tu atención en algo y lo ves siempre… bueno eso paso… y te observé un buen rato…

-creo que me di cuenta – dijo Liam algo apenado

-sí, y volteaste a verme! – Anne sonrió – yo… tuve que poner todo de mí! Me esforcé mucho, por qué… bueno… me da algo de pena hablar… y… pensé que… bueno… si me rechazabas podría irme rápido y… eso… pero no lo hiciste… ¡y aquí estoy!

-bienvenida – río Liam – me alegro de que hayas podido hablar, hacer amigos es muy bueno!

-sí, me gusta – Anne se sonrojo – no eh… tenido muchos… en la primaria tuve una amiga… era muy divertida, pero… nos separamos y… eso…

-Ya verás que puedes hacer más – sonrió Liam

-gracias – Anne sonrió – y… eh… por cierto… si Amanda no es tu novia… tienes una?

-sí, si tiene – respondió Amanda rápidamente

-ah! No, no quería… no me refería a que yo… – Anne empezó a hablar rápido – bueno es que… no es que… quiero decir… eres agradable, pero… bueno… no es… eso

-tranquila – dijo Liam apenado – sí, tengo, es una chica muy divertida, si la conocieras te caería muy bien, ella… bueno, está de vacaciones… no se en donde… en la playa, me ha dicho

-bueno, si… eh… seguimos siendo… amigos… – Anne miro un momento a Raine y Liam, como si estuviera esperando que la contradijeran – ah, podríamos… ya sabes… cuando se acaben las vacaciones… seguir… hablando y eso… tal vez la pueda… conocer – Anne se concentró en Raine

-ah, sí, está bien – dijo Raine algo confundida – pero… te estaré vigilando

-ok – Anne bajo la mirada, apenada

-AHHHH ME QUEME! – Tom empezó a patalear y movió su mano rápidamente

-ahí está el agua jaja – río Raine

-me duele – sollozo Tom

-tranquilo – Amanda se llevó la mano al sostén, y Liam pudo ver el principio de la varita de Amanda

-no! – Liam le dio un manotazo a Amanda – no hagas eso!

-que? Tengo permiso para… – Amanda vio a Anne – ok, mira esto – Amanda saco la varita

-uh? ¿Qué hiciste? – Anne se tallo los ojos – juraría que…

-Episkey! – Amanda movió la varita y apunto a Tom

-ay! – Tom sacudió un poco la mano – ah… estoy mejor

-Amanda! – Liam miro a la chica, después miro a todos lados, pero nada paso

-tengo permiso para hacer magia fuera de la escuela – río Amanda – papá hablo con el jefe del departamento contra el uso incorrecto de la magia y me lo dieron

-el señor Brown? – dijo Liam confuso

-no jaja, de la MACUSA – sonrió Amanda

-M-magia? – Anne miro sorprendida a Amanda – puedes… hiciste… tu… magia…

-Ah – Amanda apunto a Anne – Obliviate – Anne se sacudió un poco

-ah? ¿Eh? – Anne vio a los lados – que paso? Ah, Raine

-sí? – Raine miro curiosa a Anne

-por qué… me quieres vigilar? – Anne bajo la mirada

-listo – Amanda se sentó tranquilamente y oculto la varita

-que… – Liam vio a Amanda – en donde aprendiste a hacerlo?! – susurro

-en Ilvermorny – Amanda susurro de vuelta – y también aprendí como borrar las cosas

-ten mucho cuidado – Liam se acercó a Amanda – eso es peligroso

-tranquilo, ya lo perfeccioné – Amanda volvió a sacar la varita – Wingardium Leviosa! – una salchicha empezó a flotar y Anne la vio sorprendida

-QUE?! – Anne dio un salto

-Obliviate – volvió a decir Amanda y Anne se sacudió un poco

-que hago parada? – Anne se volvió a sentar

-Amanda! – Liam fulmino a la chica con la mirada

-ven – Amanda se guardó la varita con cuidado y tomo a Liam de la mano

-espera – Liam se puso de pie – vuelvo en un momento

-no hagan tanto ruido – río Anne

Amanda llevo a Liam a una zona algo oscura, solo iluminada por la luna. Liam, bastante confundido, miro a Amanda.

-Amanda, no juegues con ese hechizo – dijo Liam seriamente – no está bien!

-jaja, pero a ella le gusta la magia – río Amanda – deberíamos decirle

-yo… – Liam pensó un poco – me… gustaría, pero… el estatuto del secreto mágico

-es un problema, ¿verdad? – Amanda sonrió – ella podría saberlo, solo tendríamos que asegurarnos de que no se lo diga a nadie

-no estarás pensando en amenazarla, ¿verdad? – Liam frunció el ceño

-no, no pensaba hacerlo – dijo Amanda con una sonrisa imborrable – mira, Liam, no crees que es molesto estar ocultándonos de los muggle?

-supongo que si – dijo Liam algo confuso – a qué quieres llegar?

-creo que deberíamos de mostrarnos a los muggle – Amanda puso las manos detrás de la espalda

-no lo sé – Liam vio extrañado a Amanda – no todos los muggle son como Anne… eh conocido unos muy malos

-cómo los magos – Amanda movió la mano derecha – todos tenemos a esas personas, siempre existirán, pero… no crees que las cosas serían mejores si la comunidad mágica y la muggle se unieran?

-bueno… supongo que… sería agradable, pero… – Liam dio un pequeño paso atrás – no lo sé

-Liam, tengo una idea – Amanda empezó a caminar de un lado a otro, sin apartar la mirada de Liam – podríamos revelarnos ante los muggles

-quieres hacer eso? – Liam se llevó la mano a la bolsa, pero no encontró nada ahí

-sí, me parece que es buena idea – dijo Amanda con un tono de voz emocionado – no tendríamos que escondernos, podríamos actuar con libertad! ¡Podríamos ayudar a los muggles! Eso es lo que quiero hacer, así que, Liam, ¿qué me dices? ¿Te gustaría apoyarme?

-yo... – Liam miro sorprendido a Amanda – me estas… estás iniciando un movimiento?

-puedes decirlo así – río Amanda – eh hablado con algunos de Ilvermorny sobre eso, algunos están de acuerdo, claro que no precisamente por los mismos intereses que yo, pero lo están

-Amanda, deja eso – Liam cruzó los brazos – no es buena idea

-tú crees? – Amanda volvió a reír un poco

-sí, no has aprendido nada de historia de la magia? – dijo Liam preocupado

-te mantienes despierto en la materia? – sonrió la chica

-eso no importa, Amanda, recuerdas la lección sobre Grindelwald? – Liam se acercó a la chica – sabes lo que quería hacer, ¿verdad?

-ah! Qué bueno que lo mencionas, por qué es eso exactamente lo que tengo planeado – Amanda sonrió inocentemente

-Amanda! ¡¿Cómo dices eso?! – Liam paro a Amanda y la tomo por los hombros – ese hombre no quería ayudar a los muggles

-pero yo sí – dijo tranquilamente – vamos Liam, que dices?

-no, no estoy de acuerdo – Liam sacudió un poco la cabeza – tienes que dejar eso, de verdad. A mí me gustaría ayudar a la gente, pero, hay mucha gente que no quiere eso, ni magos ni muggles, créeme, no es una buena idea

-pero…

-Hermione Granger es la ministra, y es nacida de muggles, crees que ella no lo habría hecho ya? – Liam sacudió un poco a Amanda – debe de tener una buena razón para no hacerlo

-yo...

-Amanda, sé que tienes una buena intención, pero… no sé si sea correcto – suspiro Liam

-tal vez… tengas razón – Amanda bajo la mirada – yo solo… quería ayudar

-lo sé, pero hay razones, por qué crees que nos escondemos en primer lugar? – Liam soltó a Amanda

-ah… si… – Amanda vio a Liam – al menos… podemos decirle a ella, no crees?

-Crees que sea adecuado? – dijo Liam

-creo que es una chica confiable – Amanda sonrió

-hmmm, esperemos a mañana, y veamos cómo se comporta – dijo Liam tranquilo – pero tenemos que asegurarnos que solo quede entre nosotros

-bueno, puedo usar un Obliviate si algo pasa – Amanda tomo a Liam de los brazos

-está bien, pero solo si sale algo mal – Liam sonrió

-sí que podemos estar de acuerdo eh? – dijo Amanda y abrazo a Liam

-supongo – Liam correspondió al abrazo

-hmmm, que cálido – Amanda miro a Liam – crees que… pueda… – la chica acercó sus labios a los de Liam

-no – Liam hizo la cabeza para atrás

-por qué no…

-te lo dije – suspiro Liam

-tal vez… – Amanda saco la varita

-que vas a… – antes de que Liam pudiera terminar de hablar, Amanda le dio un buen beso – Amanda! ¡¿Que acabas de hacer?!

-shhh – Amanda puso la cabeza en el pecho de Liam – Obliviate…