Los días siguieron su curso, y junto a ellos siguieron los alumnos. Septiembre siempre era un mes de preparación, preparación para las desgracias del año escolar. Unos cuantos días después del paseo nocturno de Emma y Liam, los chicos recibieron las calificaciones de sus tareas. Muchos tuvieron una "I" o una "D" en sus trabajos, que ya eran calificados como si de TIMOS se tratasen. Liam recibió un par de "I" en encantamientos y, para lástima del profesor Richard, en pociones. Pero antes de que Emma pudiese reírse, le cayó una "T" en su trabajo de defensa contra las artes oscuras y una "D" en transformaciones.
El 15 de septiembre fue una fecha algo rara, ese día, como todos los años, Sebastián y Sofía celebrarán por todo lo alto. No les importo que fuera un día de clases, ellos se plantaron en el salón con sus trajes típicos. Sebastián usaba un traje negro de charro, que a las chicas les encantaba, y hacia resaltar más su figura de prefecto. Sofía por su parte usaba un vestido poblano, bastante colorido, que robaba la atención de todos los chicos, menos de Liam, porque Emma se aseguró bien de que no lo hiciera. Tom, por otro lado, estaba embelesado con las vestimentas de Sofía, y ni Liam ni Dalia lograron que apartará los ojos. Sofía se paseaba delante de los dos hermanos, esperando que sus dotes femeninos les llamarán la atención, Tom cayó rendido, pero Liam notaba que su túnica tenía un hoyito que nunca había visto, justo cuando Sofía pasaba enfrente de él, aun así, la chica le pusiera lo que quería que Liam viera enfrente de la cara.
Un domingo, cerca de que terminara septiembre, Liam estaba en la cocina. July estaba en el despacho de la profesora Amelia y esperaba ansiosa su papilla del día, así que Liam trabajaba contento. A su lado, Odette preparaba una orden de "Delicias Baker".
-Odette, tienes hermanos? – le pregunto Liam enfrascado la jugosa y caliente papilla
–"hegmanos?" – Odette se detuvo un momento – tengo una "hegmana", digo, hermana
-y es surfista? – río Liam
-no – respondió la chica – ella ya salió de Beauxbatons, hace mucho… no hablamos mucho, pero… bueno, no importa
-oh, lo siento – dijo Liam apenado – no quería molestarte
-no te preocupes – le sonrió Odette – a veces va a casa para navidad, y me trae diferentes regalos de sus viajes, una vez me regaló una pasta de dientes que te dejaba el sabor de tocino en la lengua jajaja… o eso hacía antes…
-pelearon? – Liam colocó la tapa al frasco
-no, en realidad… es un tema con mamá – suspiro Odette – me eh acostumbrado a no verla, pero… la extraño
-espero que se vean pronto – sonrió Liam
-me prometió que volvería este año para navidad – Odette también sonrió – le tengo que contar un montón de cosas, y cuando se entere que estoy en Hogwarts se va a sorprender jaja
-que divertido – río Liam – bueno, voy a salir, ya casi acabas?
-ah, sí, solo me falta agregar la salsa – dijo Odette contenta
-bien, nos vemos al rato – Liam se quitó el delantal y lo colgó
Salió a toda velocidad hacia el despacho de la profesora Amelia, con un par de frascos llenos de papilla. Cuando llego al despacho, vio a la profesora, como siempre, detrás de su escritorio, a Emma, que lo recibió con una sonrisa, y a July, que corrió contenta a abrazarlo, aún que se cayó y mejor decidió gatear el resto.
-a ver, abre bien – decía Liam, con July sentada en las piernas y con la cuchara lista en su mano derecha
-AHHHH – July obedeció, y Liam le dio de comer con cuidado – mmmm! – sonrió y masticó
-muy bien, que obediente! – sonrió Liam
-chi! – dijo July contenta – más, más!
-cómo se dice? – la profesora Amelia apartó un momento la vista de un pergamino
-po favo – dijo July molesta – más!
-jaja, ok, aquí va – Liam lleno la cuchara – viene la abejita!
-ñom! – July se comió la papilla contenta
-muy bien, muy bien! – dijo Liam contento – que bien come está niña!
-chi! – río July – más, más!
-no es genial con los niños? – suspiro Emma, sonrojada, con una sonrisa y jugueteando con un mechón de su cabello, viendo a Liam
-eso parece – gruño la profesora – pero luego deciden ir por una ronda nocturna a las tres escobas y dejarte esperando hasta tarde, sucio mentiroso… – Liam le dirigió una mirada de desaprobación – pero claro que tú no, Liam
-obvio qué no es así – dijo Emma – Liam nunca me dejaría esperando en casa
-no, pero tú si – dijo Liam llenado otra vez la cuchara
-solo fue una vez, ok? – suspiro Emma – y ya te dije que fue por qué esa Hufflepuf de mie…
-EMMA! – la interrumpió Liam, y July se sobresaltó un poco
-perdón – dijo Emma – por qué esa Hufflepuf me retuvo un poco
-deja en paz ya a esa Hufflepuf – suspiro Liam dándole de comer a July – te lo eh dicho montones de veces
-ella es la que me provoca! – dijo Emma meneando la mano – odio cuándo me dice rojita
-ya, ya – dijo Liam – un día le hago un Flipendo, de acuerdo?
-de acuerdo! – sonrió Emma. De repente, alguien tocó la puerta
-Hola – dijo la voz del profesor Forker
-ah, pasa! – dijo la profesora Amelia sin ganas
-Mi a… – el profesor Forker se detuvo y vio a Liam y Emma – oh
-qué pasa? – la profesora Amelia vio con desilusión a su esposo
-bueno… estaba… ejem, ah, estaba paseando y… me encontré una florería y… bueno, te traje esto – el profesor Forker saco un ramo de flores
-de verdad? – la profesora Amelia se enderezó y sus ojos empezaron a brillar
-si jaja – el profesor Forker bajo un momento la mirada – perdón, yo…
-Liam, Liam – July jalo la camisa de Liam – mamá gritar otra vez
-no, no – la profesora negó con la cabeza
-estuve mal – dijo el profesor Forker apenado
-sí, lo estuviste – la profesora río un poco
-Amelia, te amo, y… voy a cambiar todo eso – el profesor Forker se acercó a la profesora
-oh, Anthony – la profesora se sonrojo, se puso de pie y abrazo a su esposo – yo también te amo
-ah, mamá y papá quieren – dijo July emocionada – Liam, mamá y papá quieren!
-jaja, si, nos queremos – sonrió el profesor Forker y le dio un beso a su esposa
-no! – río July – puaj!
-el amor apesta, verdad July? – sonrió Liam – por eso tú no vas a tener novio
-no, no, no – July negó con la cabeza – que es eso?
-no necesitas saberlo – dijo Liam y tomo otra cucharada de papilla – quieres más?
-chi! – July sonrió
La profesora Amelia y el profesor Forker decidieron salir un rato, así que Liam y Emma se quedaron con July en el despacho de la profesora. No podían salir y dejar que July paseara por ahí, en especial con la infinidad de peligros del colegio, de los cuales Liam se había dado cuenta apenas lo pensó un segundo. Mientras estaba jugando con July, Liam empezó a pensar que hacer con el tema de Jacob. En Hogwarts no había ningún pensadero, incluso había hurgado en la sala de los menesteres, en la sala en la que todo el mundo escondía cosas. Encontró variedad de cosas, como una Diadema destrozada y quemada que no le servía para nada, así como varios objetos que igualmente estaban quemados. Entre ellos, un armario con frascos vacíos, un libro de pociones avanzando que estaba relativamente usable, y que Liam planeaba enseñarle a Emma, y también una foto de un elfo doméstico con una forzada insignia de la P.E.D.D.O en las viejas prendas. Aun así, no había visto todos los objetos, así que tenía un buen rato para eso.
-quieres que te ayuda a buscar? – le dijo Emma cuando Liam se lo confesó después de un rato
-si quieres – suspiro Liam moviendo sin ganas un juguete de perro
-pero sigo sin entender, que quieres saber? – dijo Emma meneando un poco la cabeza
-por qué Jacob seguía con Anne – le dijo Liam – es que no lo entiendo, ella era una mala persona, mala de verdad, incluso hasta puede que fuera una murtifaga o como se diga
-mortifaga? – Emma alzó un poco la mirada – hmmm, bueno, no sé por qué lo dices
-te enseñaría uno de los recuerdos – Liam alzó el juguete de perro – pero no encuentro un pensadero, así que a menos que vayas a mi casa para navidad…
-ok, cambio de planes, iré a tu casa en navidad – sonrió Emma
-segura? – Liam vio a la chica – no creo que toda la familia salga en esas fechas
-estoy segura – río Emma
-wuau! – dijo July intentando tomar el juguete de Liam – quiero, quiero!
-cómo se dice? – río Liam
-po favo! – July dio pataletas de enojo – dame, dame!
-jaja, tranquila – sonrió Liam y le dio el juguete
-jugar! – July le extendió un juguete de dinosaurio – Liam jugar!
-quieres que juegue con este? – dijo Liam viendo el muñeco
-chi – July sonrió – Liam jugar con mí, Liam es esté, yo soy wuau!
-ah, ya entiendo – Liam tomo el muñeco – quieres que yo sea este
-chi! – dijo July contenta – Emma, jugar también
-y yo quién soy? – Emma se acercó
-ah… Emma… Emma es miaw! – July vio un peluche de gato a la distancia – ah, quiero, quiero! – extendió las manitas
-voy por el – sonrió Emma
-no! ¡Yo! ¡Yo! – July extendió más las manos, pero no llegaba – AHHH, QUIERO, ¡QUIERO!
-jaja, tranquila July – río Liam
-quiero! – dijo July, de repente el peluche se levantó y voló directamente hacia July, aún que le dio en la carita – ay
-viste? – Liam miro sorprendido a Emma
-increíble – dijo Emma – será…
-sí, sí, pero… sin varita? – Liam vio a July
-Emma – July le extendió el muñeco a Emma – jugar, jugar!
-caray – Emma tomo el juguete – es como su primera palabra, y la profesora no está!
-se va a llevar una sorpresa – sonrió Liam
-pofesora – repitió July – pofesora
-exacto – río Liam – mamá es profesora
-mamá pofesora? – dijo July sorprendida – mamá pofesora! Jajaja… ¿qué es pofesora?
-es alguien que enseña – respondió Liam
-mamá enseñó! – dijo July emocionada – mamá enseño palabra!
-sí, pero… es algo más que eso – dijo Liam – lo entenderás después
Liam continúo jugando con July mientras pensaba, y recordaba a Jacob y Annelie. ¿Por qué Jacob seguía con ella, si siempre terminaba en la enfermería? ¿Tal vez sería algo adictivo? ¿A Jacob le gustaban los tratos de Anne? Definitivamente, Liam no veía respuesta a eso, y se empezó a preguntar cuántas veces Jacob fue a la enfermería, ¿cuántas veces que no estaban en aquellos recuerdos? Tal vez si hubiera un registro, oh tal vez si alguien hubiera estado ahí…
-la enfermería – dijo Liam de repente
-eh? – Emma miro confundida a Liam
-la enfermería! ¡Tenemos que ir a la enfermería! – dijo Liam rápidamente
-te sientes mal? – Emma le palpó la frente a Liam
-no, no es eso… te explico en el camino! – Liam se puso de pie de un salto
-no podemos ir ahora, tenemos que quedarnos con July – le dijo Emma, sorprendida por la repentina irresponsabilidad de Liam
-bien, July, vamos a dar un paseo – sonrió Liam y cargo a July
- ¡Paseó, paseó! – río July emocionada
-Liam! – Emma también se puso de pie en un saltó – podemos hacer eso?
-a quien le importa? – dijo Liam, decidido, caminando hacia la puerta
-vaya – Emma se sonrojo un poco y corrió a abrir la puerta
Liam y Emma fueron por los pasillos, sin decir mucho. Liam tenía fija su mirada al frente, mientras July jugueteaba con su cabello, y los alumnos que los veían, recordaban la importancia de no llevar un bebé a la escuela.
-ya me vas a decir? – Emma se adelantó un poco, ya casi llegando a la enfermería
-Jacob siempre terminaba en la enfermería! – dijo Liam emocionado
-aja, y eso? – dijo Emma frunciendo el ceño – no creo que siga ahí, Liam
-claro que no – rio Liam – pero la enfermera Pomfrey si está aquí, acaba de regresar!
-y la extrañabas o qué? – bufo Emma – no te estoy entendiendo
-pues que ella estaba en el colegio en esos años también! – dijo Liam emocionado – ella lo curo un montón de veces!
-y que piensas averiguar con eso? – dijo Emma sin ver al frente
-lo que tenga que averiguar, todo sirve! – sonrió Liam
La enfermería estaba vacía, algo raro, pero, a fin de cuentas, era septiembre, y no había ni pruebas de quidditch ni ninguna otra actividad peligrosa. Liam recordó brevemente las veces que había estado ahí, que no habían sido pocas, prácticamente varias veces al año, y también recordó una vez, del año pasado, en la que Emma lo obligo a ir, algo relacionado con sus brazos, pero decidió no regresar su mente a septiembre del año anterior. Como la enfermera no estaba por ningún lado, decidió tocar la puerta de su despacho.
-sí? – dijo la señora Pomfrey abriendo la puerta – oh, otra vez ustedes, ya se me hacía raro no verlos… traen a la pequeña? ¿Le pasa algo?
-no, no le pasa nada – dijo Liam – quería preguntarle algo
-te duele el estómago? ¿Quieres algo para el dolor? – dijo la señora Pomfrey
-no, no! – suspiro Liam – quería preguntarle de alguien, Jacob Fisher
-Jacob Fisher? – la señora Pomfrey miro sorprendida a Liam
-aja, lo conoció, ¿verdad? – sonrió Liam
-claro que lo conocí! – dijo la señora Pomfrey con una sonrisa – un chico excelente, muy amable, hasta me ayudo un par de veces cuando estaba preparándose para sus TIMO, aunque la mayor parte de ese año se la paso en las camas
-y me podría decir cuáles eran sus problemas más frecuentes? – dijo Liam, entonces July le jalo de más el cabello – auch, espera, July, me lastimaste
-pedon – dijo la niña apenada
-jaja, vaya – la señora Pomfrey rio un poco – bueno, él venia muchas veces con moretones, huesos rotos, maleficios, etc. Sospechaba que lo molestaban, incluso avise a Dumbledore, pero nunca encontramos nada raro, lo único que encontramos es que siempre pasaba tiempo con una slytherin… era… bueno, no recuerdo bien su nombre, pero cuando la interrogamos solo decía que eran íntimos amigos, y coincidían con las confesiones de Jacob, así que ahí se quedó el asunto. Aun que cuando regresó al año siguiente con los mismos moretones, le informé a esa… Dolores Umbridge, ella quiso usar veritaserum, ¡gracias a merlín que la detuve!
-que es veritaserum? – pregunto Liam
-suero de la verdad – contesto Emma – casi infalible
-exacto – dijo la señora Pomfrey – como fuera, esa chica de slytherin siempre venía a verlo, así que dudo mucho que fuera ella quien lo molestaba. En realidad, tengo la sospecha de que eran aquellos lacayos de Draco Malfoy, tuve varios reportes de ellos, y…
-era ella – dijo Liam
-perdón? – la señora Pomfrey miro confundida a Liam
-ella lo molestaba – contesto Liam – Annelie Everly era quien molestaba a Jacob
-oh, Annelie – dijo la señora Pomfrey – ya recuerdo, si, era su nombre, dices que ella… pero… eran pareja, no puede…
-sí, ella era – dijo Liam, con voz seria – dice usted que en quinto año aumento sus visitas a la enfermería, ¿verdad?
-así es – contesto la enfermera – en años anteriores venia de vez en cuando, pero en quinto año… después de navidad, empezó a venir con más frecuencia
-ellos empezaron a salir después de navidad – conto Liam – a partir de esa fecha, ella se volvió más agresiva con él, si no acataba lo que le decía, o si sentía celos, por todo! Pero siempre venía a verlo, tal vez para encubrirse, y funciono, por lo que veo
-pero… como sabes tu todo eso? – pregunto la señora Pomfrey – eres Liam Baker, cierto? No Liam Fisher
-digamos que me hablo de ello – respondió Liam
-y por qué no se lo preguntas a él? – dijo la señora Pomfrey
-porque el… el esta… el… bueno, ya no… esta – suspiro Liam
-a que te refieres con…
-esta… el esta… ya sabe, el enfermo de viruela de dragón y…
-oh – la señora Pomfrey dio un paso atrás – lo… lamento… una… ah, una pena, él era un buen chico, caray, si lo hubiera sabido en su tiempo lo hubiera alejado de esa chica… vaya… y no tuvo hijos
-sí, tuvo a una hija – contestó Liam – nunca la ha visto?
-tiene una hija? – dijo la señora Pomfrey sorprendida
-sí, Raine Fisher, bueno Raine Baker ahora – dijo Liam
-Baker? – la enfermera analizo a Liam con la mirada
-sí, la adoptamos – Liam sonrió un poco
-ah, me… alegro… – dijo la señora Pomfrey un poco contrariada – que raro, nunca eh visto a esta tal Raine
-que saludable – dijo Emma
-si… bueno, muchas gracias madame – dijo Liam
-no hay de que… ejem – la señora Pomfrey asintió un poco con la cabeza
Liam se dio media vuelta y salió de la enfermería, Emma lo siguió.
-entonces? – dijo Emma, ya afuera de la enfermería
-sé que la encubría – suspiro Liam – por qué… por qué lo hacía? ¡¿Por qué?!
-tranquilo – le dijo Emma acariciando un poco su espalda – lo descubrirás
-eso espero – Liam inhalo, calmándose – ah, esto me está comiendo la cabeza
-deberías de tomarte un descanso, cariño – sonrió Emma
-jiji – rio July – mamá dice papá eso siempre!
-ay July – sonrió Emma – que haríamos sin ti?
-auch! – volvió a decir Liam – July, no te sostengas de mi cabello!
-pedon – dijo July apenada – muy rápido, Liam muy rápido
-deberías ir más lento – dijo Emma
-sí, lo sé – suspiro Liam y bajo la velocidad
Los chicos volvieron al despacho de la profesora, en donde ya estaba la profesora Amelia y el profesor Forker. En cuanto Liam entro, empezaron a regañar a ambos chicos por sacar a July del despacho, sin embargo, la pequeña dijo que se la paso muy bien, y no paso nada malo, aun así, la profesora le quito 10 puntos a Emma y Liam. Después de eso, los dos pasaron el resto del día jugando con July, bajo la estricta vista de la profesora Amelia, que nunca habían visto tan seria.
Al final, Emma y Liam entraron a la cocina y tomaron mucha comida, la metieron en una canasta y se escabulleron hacia la sala de menesteres, solo para esperar a que fuera de noche. Se les hizo habitual tener esos paseos nocturnos, incluso hasta memorizaron la ruta de Filch para escabullirse de él. Esa noche los dos descubrieron que una armadura se movía sola durante la noche, e iba hacia otras armaduras a pegarles. Como fuera, Emma termino colgada de los pies por la armadura, y Liam tuvo que tirarle un Flipendo para que dejara a la chica, lo cual alerto a medio colegio. Los chicos corrieron y corrieron, pero en un pasillo vieron que la luz de una varita se aproximaba a ellos, así que dieron la vuelta y emprendieron la huida, pero del otro lado ya había otra luz de varita. Liam se asustó tanto que se convirtió en hurón, Emma lo tomo rápidamente y realizo un desesperado encantamiento desilusionador, que habían aprendido en la semana en encantamientos. Fue tan fuerte que logro hacer completamente invisibles a Liam y Emma, que se ocultaron detrás de una columna por si acaso.
-AJA! – dijo el profesor Richard
-TU! – dijo la profesora Amelia
-eh? – el profesor Richard aparto la varita – oh, Amelia, lo siento
-oí a alguien haciendo ruido – dijo la profesora – eras tu?
-no, yo también lo oí – dijo el profesor Richard – deben de ser alumnos
-aja, seguro son estos chicos de mi casa – suspiro la profesora – creo que de verdad quieren ir a hogsmeade
-les han dicho que solo tienen que esperar un año? – el profesor Richard bajo la varita
-no sabes cuánto – dijo la profesora y empezó a ver a todos lados – hmmm, no parece que haya alguien aquí
-escuche pasos aquí – dijo el profesor Richard
-sí, yo también – la profesora Amelia se puso alerta. Fue en ese momento cuando el cabello de Emma empezó a hacerle cosquillas a Liam en la pequeña nariz, e inconvenientemente dio un pequeño estornudo – ¡AJA! ¡SALGAN!
-Revelio! – dijo el profesor Richard y movió su varita
-no, eso no funcionara – dijo la profesora – Homenum Reve… – antes de que la profesora terminara de hablar, una estatua hizo ruido, y Emma noto que Liam ya no estaba con ella – ahí! ¡Vamos!
-salgan ya! – dijo el profesor Richard. Liam estaba detrás de la estatua, y corrió rápidamente hacia Emma, y gracias a que era un hurón, pudo escapar. Llego de nuevo con Emma y los dos salieron corriendo, pero Emma choco contra un escudo
-HOMENUM REVELIO! – grito la profesora, de repente, Emma empezó a obtener un brillo alrededor – VENGAN AQUÍ! ¡IMPEDIMENTA! – un rayo blanco paso justo al lado de Emma, y la chica echó a correr – PETRIFUCUS TOTALUS! ¡ACCIO! DESMAUIS! – grito desesperadamente la profesora
-Confringo! – grito Emma y una explosión se dio en una ventana
-Reparo! – dijo la profesora y la ventana se arregló – EBULIO! – conjuro, y Emma quedo atrapada en una burbuja
-Finite Incantatem! – dijo Emma rápidamente, pero la burbuja no se rompió – DIFFINDO! – hizo un rápido movimiento y los dos cayeron al suelo, Emma se levantó y empezó a correr de nuevo
-ALTO! – grito la profesora, se escuchó el silbido de la varita y Emma cayó al suelo de nuevo, Liam rodo lejos, Emma arrojo la varita de Liam y el chico la tomo rápidamente, iba por Emma, pero la profesora se acercaba y mejor se escondió detrás de un escudo
-AJA! – dijo la profesora, con una enorme sonrisa de victoria – eh? Emma?
-ah, Amelia, ay, esta… ay – el profesor Richard se acercó, muy cansado y sudando
-deberías de hacer más ejercicio – le dijo la profesora
-eso… eso intento, ay – el profesor tomo aire – ah, señorita Brown?
-Hola – dijo la chica, todavía en el suelo
-que haces levantada tan tarde? – la profesora Amelia analizo a Emma con la mirada
-bueno… yo…
-Liam? – dijo la profesora viendo alrededor – estas aquí?
-no, no está aquí – dijo Emma – él está en su dormitorio
-hmmm – la profesora vio a Emma, luego al pasillo
-Accio! – dijo el profesor Richard
-no funciona así – dijo la profesora
-no está aquí! – dijo Emma nuevamente – no siempre está conmigo, solo necesitaba estirar las piernas, ok?
-aja – suspiro la profesora y levanto a Emma, pero la sostuvo del cuello de la playera – lo siento Emma, pero iremos con Anthony
-vamos, no me puede dejar ir? – Emma sonrió – me voy a portar bien, lo juro!
-no – dijo la profesora – y 5 puntos menos para slytherin, ya veremos cuantos más te quita Anthony
-ahhh, vamos! – suspiro Emma
-bien, puedes con ella? – dijo el profesor Richard
-sí, tu descansa – la profesora Amelia movió la varita y Emma quedo atrapada otra vez en una burbuja
-oiga! – Emma empezó a moverse dentro de la burbuja
La profesora empezó a caminar hacia el despacho se su esposo, pues el profesor Forker era el jefe de la casa Slytherin. Liam empezó a seguirlas discretamente, y de lejos, así que la profesora no sospechaba nada, pero Emma podía ver a Liam mientras flotaba detrás de la profesora. Ya cuando llegaron enfrente del despacho del profesor, la profesora Amelia toco a la puerta, y unos minutos después el profesor abrió la puerta.
-oh, cariño, que pasa? – dijo el profesor Forker con cara de cansancio
-una alumna de tu casa estaba fuera de la cama – contesto la profesora, se hizo a un lado y Emma se dejó ver
-Emma? – el profesor Forker vio sorprendido a Emma, luego vio a su lado – nada más ella?
-que no puedo estar sola?! – gruño Emma
-bueno es que siempre están juntos – dijo el profesor Forker
-son un equipo, ¿no? – sonrió la profesora
-BASTA! – dijo Emma estirando la burbuja
-jaja, bueno, gracias cariño, yo me hago cargo – sonrió el profesor Forker y vio a su esposa
-ok, descansa – suspiro la profesora y le dio un beso al profesor
-bien, Emma, vamos – el profesor saco su varita y Emma floto hacia el interior del despacho, Liam aprovecho y entro de un salto justo al último momento – a ver, Emma, que hacías afuera?
-caminando – contesto Emma, molesta. El profesor meneo la varita y Emma cayó al suelo – ¡AUCH!
-no alces la voz – suspiro el profesor – July está aquí
-ah sí? – Emma se levantó, en la habitación de alado estaba la cama del profesor Forker y enfrente estaba la cuna de July, con la niña durmiendo tranquilamente
-aja, a ver, solo caminando? – dijo el profesor cruzando los brazos
-sí, solo caminaba – gruño Emma
-ah, ok, bien, espero que no te fueras a enfrentar a esa Hufflepuf – dijo el profesor – a ver, Emma, lo siento, pero te voy a tener que castigar, y vas a pasar la noche aquí – el profesor meneo la varita y un colchón apareció en el centro del despacho – la varita, por favor
-ugh, ok – Emma saco la varita y la dejo, molesta, en el escritorio
-ya pensaremos en el castigo mañana – el profesor tomo la varita de Emma – buenas noches – movió la varita y sabanas aparecieron en el colchón, después volvió a mover la varita en dirección a la puerta, y se escuchó un clic
-adiós – gruño Emma
-y 10 puntos menos – dijo el profesor, para después entrar a la habitación y cerrar la puerta
-idiotas – suspiro Emma y se dejó caer en el colchón, Liam se acercó a la chica y se subió a su vientre – Liam! Ejem, Liam – susurro – debiste ir a tu sala común – Emma tomo a Liam y lo sostuvo arriba de ella. El chico soltó su varita, que cayó en el pecho de la chica – a ver – dejo a Liam en la cama, y con la varita del chico lo toco, se transformó fácilmente en humano
-ah! – Liam giro sobre la cama – vámonos de aquí
-no podemos, el profesor cerró la puerta con un encantamiento – susurro Emma
-Alohomora, fácil – sonrió Liam y tomo su varita – pero antes iré por tu varita
-esperemos a que se duerma el profesor – dijo Emma
Así lo hicieron, después de media hora, Liam se transformó nuevamente en hurón y Emma abrió con cuidado la puerta del profesor. El chico entro y empezó a buscar la varita de Emma, y la encontró en la mesita de noche del profesor. Subió con cuidado, el profesor Forker estaba dormido, y si se despertaba vería a Liam directamente. Pero el chico tomo lentamente la varita de Emma, al lado de la del profesor Forker, y de un salto bajo al suelo.
-listo – dijo Liam, ya como humano, dándole la varita a Emma
-bien, vámonos – sonrió Emma
-Liam? – dijo la voz de July – Liam! Liam!
-shhh – el chico se acercó rápidamente a la cuna, miro al profesor, que no se movía
-Liam! – sonrió July y alzo sus manitas
-shhh, duerme, duerme – susurro Liam
-Liam! ¡Quiero Liam! – rio July y dio saltitos de felicidad
-yo también, pero tienes que dormir – sonrió Liam y acostó a July
-domir? – July miro a Liam y bostezo – domir
-sí, duerme – Liam tapo a July con su mantita y le acerco un peluchito
-domir – sonrió July y se acomodo
-eso, eso – Liam meneo un poco la cuna, hasta que July se quedó dormida otra vez. El chico salió de la habitación y cerro lentamente la puerta – ¡Alohomora! – dijo, y la puerta del despacho se abrió – vámonos!
-que rebelde – rio Emma y salió junto con Liam
Los dos fueron rápidamente hacia la sala de menesteres, aunque con más cuidado. Finalmente llegaron al séptimo piso, enfrente del tapiz, dieron las tres vueltas y la puerta apareció. La canasta de comida los esperaba en una mesa, y la cómoda cama estaba lista para ser ocupada. Liam y Emma rieron y cantaron, felices de evitar un castigo. Esa noche, los dos durmieron juntitos, bien abrazados y contentos.
