—NO! — le dijo Sofía a Liam en la sala común

Los días habían pasado, y Liam se había acercado a Sofía para cambiar de posición, pero la chica simplemente se lo negaba rotundamente. Incluso después del primer entrenamiento, en donde Liam conoció a el nuevo guardián de Gryffindor, Freddy Pendelton, un chico de tercero bastante tranquilo. También conoció a Rose Weasley, la hija de Hermione Granger y Ron Weasley, que se burló de Liam por ser miembro de la P.E.D.D.O. Cómo fuera, Liam casi le había rogado que cambiará de puesto, pero Sofía no lo dejaba, aún que todavía no había encontrado otro cazador, así que, en vez de a Liam, puso a Evangelin como cazadora.

—aunque sea déjame intentarlo! — le dijo Liam una vez más

—que no! — gruño Sofía — Evangelin ya está ahí, así que no hay nada que hacer

—vamos, sabes que es mucho mejor buscadora que yo — suspiro Liam

—no me importa — dijo Sofía — aún que… podría ponerte de cazador, pero con una condición

—soy todo oídos — sonrió Liam

—que vengas conmigo y dejes a Emma — río Sofía, y la sonrisa de Liam desapareció

—cuenta con que atrapé la snitch — gruño Liam y salió de la sala común, molesto

Volvía a ser martes, y Liam estaba bastante ocupado. Después de las clases, tendría que preparar un montón de comida, que le habían encargado el día anterior. También tenía que asistir a una pequeña clase con la profesora Amelia, para mejorar su transformación en animago, que recientemente no había logrado hacer sin varita.

—a ver si cuando le bailen las orejas otra vez te vuelve a decir eso — decía Emma, molesta, mientras picaba violentamente un pedazo de tocino

—te van a quitar puntos otra vez — suspiro Liam

—que me importa, prefiero perder puntos antes que a ti — dijo Emma

—ay, gracias — Liam se sonrojo

—Holi — dijo Raine contenta, llegando con los chicos

—buenos días — le dijo Liam

—ah, Liam, mira — Raine le extendió una rana de chocolate

—oh, gracias — sonrió Liam tomando la rana

—una chica de séptimo me dijo que te la diera — sonrió Raine — es ella — dijo apuntando a la mesa de slytherin, a una chica alta, de cabello largo castaño y liso

—ah, claro — dijo Liam — le prepare algo el domingo, supongo que es de agradecimiento

—sí, te suelen dar muchas cosas de agradecimiento — río Emma — como esas grajeas del chico de cuarto jaja

—es verdad — río Raine — pauj, odio las de vomito

Liam guardo la rana de chocolate, y pensó que sería un buen aperitivo para cuando estuviera aburrido en clase.

En encantamientos, repasaron el encantamiento repulsor, en donde lanzaron cojines a sestas. Liam logro meter cinco cojines, de los once que le dieron, y Emma logro encestar los once cojines, como siempre. Transformaciones fue muy teórica, pues la profesora Amelia había regresado a los hechizos de desaparición, que no consiguieron lograr, a excepción, otra vez, de Liam. Así que la profesora les estaba explicando muy detalladamente la naturaleza del hechizo, así como la práctica correcta del mismo. Eso ya se lo sabía Liam, de memoria, tanto que hasta podría recitarlo, frente a toda la clase y con un bonito vestido rosa, aún que eso último no fuera para nada necesario. Ya en cuidado de criaturas mágicas, Hagrid volvió un rato con los Hipogrifos, en donde Liam y Emma estuvieron contentos de ver a Butterwing, un Hipogrifo que Liam había cuidado la mayor parte de tercer año.

Pero en herbología, el profesor Neville no paraba de hablarles de las propiedades del pus de bubotubérculo, y ah Liam ya le había entrado hambre. Cómo él y Jack estaban hasta el fondo de la clase, Liam pudo sacar disimuladamente la rana de chocolate. Ese día no tenía muchas ganas de compartir, ya le compraría una rana de chocolate a Jack otro día. Cómo ya tenía hambre, Liam prácticamente la devoró, sintió un extraño sabor empalagoso y envolvente. Mientras Liam veía el cromo que le había tocado, el de una vieja bruja que se enamoró de un tritón, empezó a sentir algo muy extraño. De repente, su mente empezaba a desear con mucha fuerza ver a alguien, Samanta Bones, de slytherin. No deseaba ver a nadie más, ni siquiera recordaba conocer a nadie más que no fuera esa chica. Era como si su mente fuera bendecida cada que pensaba en el nombre de la chica.

—qué pasa? — le susurro Jack, al ver que Liam estaba muy inquieto

—quiero salir, ya quiero verla — le dijo Liam, igualmente en un susurro, y sin dejar de mover la pierna

—solo va una clase que dejaron de verse — suspiro Jack

—quiero verla! — dijo Liam otra vez, que parecía desesperado

—ok, tranquilo — susurro Jack — ya casi acaba la clase

Pero esos últimos veinte minutos se le hicieron eternos, necesitaba salir ya y ver a Samanta Bones, a como diera lugar. Así que, cuando sonó la campana de fin de clases, Liam tomo sus cosas y salió hecho una bala. No sabía en donde estaba la chica, pero quería verla al instante. Emma iba al gran comedor, feliz de acabar otro pesado día de clases, cuando vio a Liam a la distancia. Lo saludo con alegría y fue a su encuentro, pero Liam paso de largo a la chica. Emma se quedó muy confundida, siguió a Liam, pero el chico la repelió, y siguió de largo. Emma se quedó como petrificada, la única vez que Liam había querido alejarse de ella, fue el año pasado, cuando Amanda se fue del castillo, y Liam se apartó de todos. Pero Liam estaba bastante bien, pensó Emma, y no había una razón lógica para que Liam no quisiera estar con ella.

—oh, aquí estás — dijo Jack, junto a Erika — y Liam? Pensamos que ya estaría contigo

—no — contesto Emma, impactada — no sé qué le pasa, me dijo que no quería estar conmigo

—ah no? — dijo Jack confundido — que raro, si a mí me dijo que estaba ansioso por verte, hasta fue el primero en irse de clase

—hasta el profesor Neville se sorprendió — dijo Erika — le habrá salido un encargo urgente?

—a lo mejor quería ir al baño — río Jack

—a lo mejor — suspiro Emma

—tranquila, ya debe estar en el gran comedor — la consoló Erika — vamos

—sí, vamos — Emma se ordenó un poco el cabello — claro, no debe de ser para tanto, tal vez solo tenía muchas ganas de ir al baño — dio un pequeño suspiro

Los tres se dirigieron al gran comedor, con un buen apetito. Emma pensaba encontrarse con Liam, aclarar todo y que el problema quedará solo como una divertida anécdota, que disfrutarían de contar en alguna reunión familiar. Pero, apenas llegaron al gran comedor, encontraron a Liam, mirando embelesado a la chica de slytherin, mientras ella le acariciaba cariñosamente el cabello. Emma quedó destrozada, no podía figurarse que había pasado entre los dos, para que Liam se fuera así como así con otra chica. Jack también quedó muy sorprendido, ya que Liam no era para nada un chico que le mintiera a la gente, en especial a sus mejores amigos. Pero Liam parecía no darse cuenta de eso, incluso pareciera que no le importaba en absoluto, el miraba perdidamente a la chica.

—ya, Emma, tranquila — le decía Erika dándole palmaditas a su amiga

—no, no — Emma lloraba con fuerza — que hice? Si siempre lo eh tratado bien

—no se — dijo Jack viendo a su amigo — esto está muy raro, ni siquiera me contó de esa chica, y eso que Liam me cuenta todo

—en la mañana estaba bien — decía Emma entrecortadamente — por qué? ¿Por qué?

—a mí me huele mal — dijo Erika — Liam no es así… tal vez Jack si

—oye! — Jack miro rápidamente a Erika — bueno… tal vez un poquito

—casi perdido — suspiro Erika — pero… Liam? No, algo pasa

—Liam… — Emma miro al chico, que estaba embelesado. Pero, de repente, la chica le sirvió agua a Liam, y la meneó con una sonrisa. Ahí, la mente de Emma hizo click — ¡ESTÚPIDA ZORRA! — dijo enfurecida, se levantó de un salto y salió del gran comedor

Fue rápido y sin detenerse a las mazmorras, en específico, al salón de pociones. Bajó y bajo escaleras, hasta llegar al salón, que estaba cerrado, abrió la puerta con fuerza, y espanto al pobre profesor Richard, que estaba revisando unos pergaminos. Sin prestarle atención, Emma azoto un caldero, prendió la estufa, fue al clóset de ingredientes y tomo un montón. Empezó a revolver con fuerza y furia, una furia que no había sentido nunca en su vida. Terminó la poción, de color verde menta, la guardó en un frasco y salió del salón azotando la puerta. El profesor Richard no supo ni que pasó. Pero Emma iba directa hacia arriba, como un cohete dispuesto a explotar. Entró con paso rápido al gran comedor, y se dirigió hacia dando estaba Liam. Tomó al chico del cabello y lo jalo con fuerza.

—SUELTAME, SUELTAME! — decía Liam intentando quitarse a Emma

—Cállate y trágate esto — dijo Emma, y antes de que la chica de séptimo pudiera sacar su varita, Emma vacío todo el contenido de la poción en la boca de Liam

Sin otra opción, Liam tragó, sintió un agrio y liberador sabor. De repente, el mundo dejo de ser de color rosa, su mente olvidó que estaba haciendo y sus pensamientos volvieron uno a uno a su cabeza. Liam miro confundido a Emma, que lo miraba expectante.

—que paso? — dijo Liam, y Emma soltó su cabello — uh? ¿Por qué te ves molesta?

—me amas? — dijo Emma abriendo bien los ojos

—sí, te quiero mucho — contesto Liam — que pasa?

—pero… — la chica de séptimo miro sorprendida a Liam

—ZORRA IDIOTA! — grito Emma con fuerza y le dio un puñetazo a la chica, tan fuerte que salpicó sangre en la comida de los demás

—oye! — dijeron los que estaban alrededor

—eres una maldita estúpida! — dijo Emma dándole una cachetada a la chica, y tomándola de la camisa — tú crees que usando una maldita poción de amor me ibas a quitar a MI novio?!

—yo… — la chica intento zafarse de Emma, pero Emma la tomo con más fuerza

—que acaso estás tan desesperada como para usar una poción de amor?! — gruño Emma — EH?!

—poción de amor? — dijo Liam sorprendido — pero si yo no me eh tomado nada

—no, pero seguramente ya te comiste esa rana de chocolate, ¿verdad? — dijo Emma sin apartar la mirada de la chica

—sí, me dio hambre — contesto Liam

—escondiendo poción de amor en dulces, ¿eh? — Emma sacudió a la chica — estúpida, de verdad estúpida, te voy a matar ahora mismo!

—Señorita Brown! — dijo McGonagall acercándose rápidamente — suéltela ya!

—bah — Emma soltó a la chica, pero aprovecho para empujar a la chica

—20 puntos menos para slytherin! — dijo la directora con fuerza

—que está pasando aquí? — dijo el profesor Forker llegando rápidamente

—esta de aquí metió poción de amor a la escuela! — dijo Emma apuntando con el dedo a la chica

—y usted la golpeó! — McGonagall suspiro — no lo puedo creer, esperaba una actitud mejor de la capitana

—yo también — dijo el profesor Forker serio — castigada Brown, el jueves a las seis

—pero tengo práctica! — dijo Emma rápidamente

—se tendrá que aplazar — dijo el profesor — y usted también señorita Bones, en mi despacho el viernes

—y usted que hace aquí señor Baker? — dijo McGonagall viendo a Liam

—yo? Nada — dijo Liam apenado, Estaba empezando a recordad lo que estaba haciendo antes de que Emma le diera la poción

—Él no tiene nada que ver — gruño Emma tomando a Liam de los hombros

—como sea, y apártense ya — dijo el profesor Forker — vaya a la enfermería señorita Bones

—idiota — susurró la chica mirando a Emma, tomo sus cosas y se fue

—vamos Liam — Emma espero a que Liam se pusiera de pie, después se lo llevó

—perdón — dijo Liam cabizbajo, ya en el vestíbulo

—perdón? — Emma se dio la vuelta y le dio a una cachetada, después empezó a llorar de nuevo — me destrozas el corazón, y solo me dices perdón?

—yo…

—lo peor es que ni siquiera fue tu culpa — sollozo Emma, tomó a Liam y lo abrazo con fuerza — eres un tonto, tonto de verdad

—lo siento — suspiro Liam

—no vuelvas a tomar poción de amor — dijo Emma sin soltar a Liam

—espero no volver a hacerlo — Liam río un poco y abrazo a Emma

Los chicos fueron a los jardines, y Emma le dio un poco de chocolates de menta, libres de poción de amor, que había comprado la otra vez en Honeydukes.

Los días avanzaron, y el profesor Forker se aseguró de que Liam no fuera a sacar a Emma de su castigo. El miércoles por la noche, Liam recibió un pergamino del profesor Neville, que lo citaba, justamente, el jueves a las seis de la noche.

—es injusto — le dijo Emma, mientras ambos chicos cenaban

—lo sé — suspiro Liam

—deberías de hablar con Sebastián, seguramente él pueda hacer algo — dijo Emma partiendo una gelatina

—sí, eso…

—LIAM! — dijo Sofía poniéndose enfrente del chico — mañana, entrenamiento a las seis

—pero el profesor Neville me citó a esa hora en su despacho — dijo Liam

—lo sé, por eso hablé con él, y te va a dejar ir — sonrió Sofía — pero que sepas, Liam, que es obligatorio ir, decidí que te voy a dar una oportunidad de cazador

—de verdad?! — dijo Liam emocionado

—aja, así que te quiero ahí — dijo Sofía y se dio la vuelta — te veo en la sala común

—mero sabotaje — gruño Emma — bah, como sea… de todos modos el despacho del profesor Forker tiene vista al campo de Quidditch, así que te puedo ver

—que emoción — Liam dio un pequeño saltito

—hmmm, pues si tanta emoción… — Emma se acercó a Liam — que te parece si está noche… visitamos a los grillos

—jeje, ok — Liam sonrió y miro a Emma, quién le devolvía la mirada traviesa

Así que, después de cenar, los dos se despidieron, según ellos, muy tristes. Emma se fue a las mazmorras y Liam a la torre de gryffindor. No dijeron nada y continuaron sus actividades nocturnas, se pusieron su pijama, se acostaron y hasta cerraron los ojos. Esa noche, tenían Astronomía, por lo que todos llegaron justo a dormir, excepto, claro está, Liam.

Cuando iba a salir, se dio cuenta que el mueble de su mesita de noche estaba haciendo ruido, lo abrió y vio que el giratiempo de Amanda estaba dando brincos, lo tomo, pensando en que Sebastián le había echado un encantamiento locomotor, y se lo metió a la bolsa para que dejara de molestar.

Liam ya estaba en la solitaria sala común, cuando Aura salió de detrás de un sillón y le maulló, Liam le dijo que se marchara, pero la gata quería ir con él. Sin otra opción, Liam se llevó a aura, que fue siempre a su lado.

Cómo ya no podía salir por el retrato de la dama gorda, o si no avisaría al profesor Neville, Liam había buscado pasadizos para salir, y descubrió uno detrás del cuadro de la mujer que tenía un gato colgando en la falda. Se transformó en hurón y subió con ayuda de Aura, los dos salieron bien de la sala común. El castillo estaba solo, solo se podían oír pisadas lejanas, de Filch o algún otro profesor. Pero eso a Liam no le preocupaba, ya que sus patitas hacían un sonidito indetectable a menos que estuvieras muy cerca. Bajaron y bajaron, hasta que, finalmente, se encontraron con Emma en el lugar de siempre. La chica se sorprendió, tomó a Liam y aura los siguió. Ya afuera, Emma dejo a Liam en el pasto, y tras dos minutos, el chico volvió a su forma humana.

—Y aura? — río Emma sentándose en el pasto

—Quiso venir — sonrió Liam mientras Aura se acostaba en su regazo

—bueno — Emma estiró los brazos — ah, qué noche tan bonita

—como tu — dijo Liam recostando su cabeza en la cabeza de la chica

—sí, lo soy — sonrió Emma abrazando a Liam con el brazo

—lo siento otra vez por lo de la poción — suspiro Liam — yo solo me comí la rana, y de repente todo se volvió rosa!

—jaja, está bien, no podías saber que la rana tenía poción de amor — dijo Emma mientras acariciaba la cabeza de Liam — además, esa chica paso un muy buen rato en la enfermería, gracias a mi jeje

—no debiste de pegarle tan fuerte — Liam río un poco

—se lo merecía — sonrió Emma orgullosa — ah, que bien… que tranquilidad, ¿no?

—sí, me gusta estar a solas contigo aquí — sonrió Liam — aún que no podemos ir a la torre de Astronomía, por qué el varón sanguinario se la pasa haciendo ruidos ahí por la noche

—y además los niños tienen clases — río Emma — pero aquí estamos bien, tranquilos y cómodos

—si estuviéramos en la misma casa no tendríamos que salir tanto, tal vez solo con quedar en la sala común…

—claro, o podría escabullirme en tu habitación — sonrió Emma — o tú en la mía, no importan los demás, ellos entenderían

—supongo — río Liam — te eh dicho que me siento cómodo estando contigo?

—sí, me lo has dicho — Emma miro a Liam — y puedes estar cómodo, yo también me siento a gusto contigo

—hmmm, lo eh estado pensando… no te parece que ya no estamos mucho con Jack? — dijo Liam

—pues… si — suspiro Emma — aún que supongo que es natural, estamos creciendo y todo eso… y él tiene a Erika, así que…

—a dónde nos hemos ido? — río Liam — parece que fue ayer cuándo me reclamaron por no estar con ustedes

—si jaja — sonrió Emma — creo que estaba un poco celosa en ese entonces

—yo estoy celoso — dijo Liam — últimamente has estado hablando con ese chico de segundo

—Martin Langley? — recordó Emma

—sí, el guardián… parece que se llevan bien — dijo Liam, evidentemente incómodo

—algo — río Emma — awwwwww, pero no te pongas celoso, jeje, oh si, mira esa carita que pones

—no pongo ninguna carita — Liam apartó la mirada

—que lindo — dijo Emma y le pellizco un poco la mejilla a Liam — estas celosito, muy celosito

—basta! — dijo Liam sonrojado

—jeje, y te pones todo rojito, que bonito — río Emma y le dio un pequeño beso en el cachete

—jeje, ya! — Liam sonrió contento. De repente, algo en su bolsillo se empezó a mover, Liam saco el giratiempo, que se estaba moviendo para todos lados — ugh, ¿qué rayos le pasa a esto?

—es el giratiempo que te dio Amanda? — dijo Emma curiosa

—sí, pero no sé por qué se mueve tanto — Liam lo sacudió un poco, pero seguía moviéndose

—que extraño — Emma saco la varita — Finite Incantatem! — dijo, pero no dejo de moverse

—se supone que es falso — dijo Liam confundido

—y si nos lo ponemos? — dijo Emma curiosa

—no creo que pase nada — suspiro Liam

—y que tal que sí? — río Emma — vamos, seguro es interesante

—ok — Liam abrió el collar y lo paso por el cuello de Emma y suyo — pues… se sigue moviendo

—aja… — Emma vio a todos lados, no paso nada. Aura le dio un manotazo al giratiempo, lo cual hizo que el collar empezará a elevarse — ok, ya me dio miedo

—deberíamos de preguntarle a Amanda por esto? — dijo Liam preocupado

—definitivamente — dijo Emma y se acercó más a Liam

De repente, los círculos del giratiempo empezaron a girar muy rápido, y los chicos empezaron a sentir que se elevaban. De un segundo a otro, con un fuerte chasquido, Emma, Liam y Aura desaparecieron. Aún que ellos no se dieron cuenta al instante, si no un segundo después, cuando cayeron sobre el frío y fresco pasto, con el cielo empezando a iluminarse. Los dos se levantaron al mismo tiempo, y el giratiempo dejo de moverse.

—qué demonios? — dijo Emma frotándose la cabeza y quitándose el giratiempo

—pues, sí que funciona la porquería — dijo Liam sacudiéndose el cabello, aura se le acerco temblando

—qué raro — dijo Emma viendo alrededor — no te parece que el castillo está un poco… diferente?

—por qué lo dices? — Liam volteo al castillo

Efectivamente, el castillo de Hogwarts parecía oscuro y lúgubre, aún que estuviera amaneciendo. No había ni rastro de la jovialidad o la felicidad comunes del castillo, e incluso había un silencio inusual en la mañana. También, los chicos notaron que sobre el castillo se formaba una nube con forma de serpiente, atravesando un cráneo humano. Esa imagen le dio un escalofrío a Liam.

—esto está raro — dijo Emma — parece que estuvimos afuera toda la noche… ok, que demonios es eso?

—no tengo ni idea, pero da miedo — suspiro Liam y se puso de pie

—si... no se… esto se siente extraño — dijo Emma poniéndose se pie — deberíamos entrar, si los profesores nos ven entrando con esta ropa a la sala común nos descubrirán

—tienes razón — dijo Liam, ambos chicos estaban vestidos con ropa de fin de semana — vamos