Utopía hecha realidad

Si bien el trayecto parecía tranquilo, por culpa del mal tiempo la llegada fue un poco más tarde de lo esperada. Bajaron del tren cuando ya había entrado la noche, saliendo de la muy concurrida estación norte de París, caminando por la lluviosa y bochornosa calle principal que las llevaría hasta casa, pero, por esta vez, tomarían un atajo.

No había mucho de qué hablar, simplemente disfrutaban de la brisa de la lluvia ligera y las atestadas calles de turistas y personas locales.

—¿Por el parque no iremos por el lado contrario? —Preguntó la pelirrosa, deteniéndose a mitad del camino—

—¿No te apetece caminar un rato? —Preguntó la albina de primeras, con las manos en la espalda—

—Ya caminamos bastante—Protestó, pero no pareció servir de algo—

—Podemos pasar por la Ermita, así puedo robar un libro de la biblioteca de tu padre… si es que alguno se puede leer aún—Aelita no pareció negar esa lógica, sin mencionar que parecía no aceptar un "No" como respuesta en ese momento—

—No recuerdo verla tan limpia la última vez—Dijo al aire, viendo que estaba todo un poco más recogido, pero no podía ver el interior—

—Quizá quieras mirar dentro—Dijo Edge, pero cuando Aelita se giró, ya no había nadie, se había marchado en un parpadeo y no se había enterado—

—¿Edge? —La buscó entre la oscuridad del bosque, viendo por los tupidos árboles un resquicio de pelo blanco que le ayudase a reconocerla—¿Para qué quiere que entre? —Sacó su móvil, viendo que ya era un poco más de medianoche, el retraso del tren había sido evidente—Entraré si no hay más remedio—Saltó la oxidada verja y se acercó hasta la puerta, una que días atrás estaba tirada a un lado, ahora estaba en su sitio y en sospechoso buen estado. No lograba escuchar mucho de adentro y parecía todo en un sospechoso buen sitio. Abrió la puerta, esperando oscuridad absoluta, pero tras girarse para cerrarla, se llevó un buen susto al notar que las luces se encendían, se giró, viendo a un grupo de conocidos gritando al unísono—

—¡Feliz cumpleaños, Aelita! —

La pelirrosa pareció en shock por unos segundos, pero luego se lanzó en un abrazo grupal con los presentes: Sus padres, su hermana y sus amigos, estaban todos ahí presentes, incluso Richard, pero la mayor sorpresa, con diferencia, era ver a sus dos padres juntos, a los que dedicó un abrazo prolongado.

—¿Papá?, ¿Qué haces aquí? —Le preguntó con una sonrisa—

—Era tu cumpleaños, querida, no iba a perdérmelo—Le respondió Franz, abrazándola otra vez—Gracias a los esfuerzos de tu madre y Xana estamos cerca de hacer que esto sea permanente—

—Que así sea—Sonrió—

Rápidamente se acercó a sus amigos, abrazando y agradeciendo a cada uno de ellos, sin dejar de mirar a sus padres, quienes parecían entrañados con la escena.

—Parece esto un sueño—Susurró a Jeremy al acercarse a él, besándolo en los labios—Y sé que en parte es gracias a ti—

—Es gracias al esfuerzo de todos—Reconoció, sonriendo y sonrojado con fuerza—

—Tienes razón—Dijo, mirando a sus amigos hablar entre ellos—Muchas gracias a todos por hacer que esto sea realidad—Dijo al populacho en voz alta, llamando la atención de estos—

—Tenemos que seguir así para que nuestros esfuerzos no sean en vano—Dijo Waldo, alzando su bebida—

—Que así sea—Dijo la misma en voz baja, abrazando a su padre—

Celebraron, se hicieron algunas fotos y hablaron durante un rato. Se encontraban en la parte de atrás, contemplando el cielo mientras hablaban. Estaba al lado de Taelia, quien tenía un vaso de bebida en sus manos.

—Que bien quedó todo—Le dijo con una sonrisa imborrable—

—Gracias a Edge, mamá y yo lo tuvimos fácil para planear todo—

Edge…—Pensó, no se había dado cuenta de la ausencia de la Neo hasta ese momento, pues había desaparecido repentinamente. Se esperaba que apareciese en la celebración inicial, pero eso no pasó, en su lugar, se olvidó de su existencia, no sabía si era por su propia elección, pero debía agradecerle que, ahora, su vida fuese viento en popa después de mucho lío—

—Lo más complicado fue traer a Ulrich—Si, el alemán estaba ahí, sentado al lado de Yumi, compartiendo una bebida—

—Venir desde casa fue un poco difícil, pero gracias a Anthea se me hizo fácil—Secundó el alemán—

—Y también yo, usé de excusa que vine aquí antes para quedarme unos días más—Terció Odd de vuelta—

—Gracias por la sorpresa, chicos—Todos brindaron con sus bebidas, era una ocasión única que un año antes veían imposible de cumplir—

Edge, por su lado, cumplía con su misión asignada por Anthea, proteger la Ermita y las inmediaciones de cualquier imprevisto. Había colocado marcas en un radio de casi trescientos metros en un círculo de la Ermita, así, cualquier persona que pasara por ellos, sería alertada por la IA. No parecía haber mucho movimiento en ese momento. Se encontraba subida en las ramas de un grueso árbol, a varios metros de altura, escuchando de fondo la celebración de cumpleaños, viendo melancólica, un cielo que parecía no escuchar sus plegarias.

—¿Por qué esa cara tan larga? —Preguntó una voz neutra que se puso en su mirada a la leve luz lunar—

—Me siento… apartada—Suspiró de primeras, viendo de reojo la Ermita—Aún si pudiera ir, no… sentiría que fuese justo—Xana pareció perder el hilo con eso último—

—Si vas tú, no creo que pase nada, yo solamente no quiero ver a ese anciano—Refiriéndose a Hopper—¿Qué evita que lo hagas? —Aparte de lo evidente—

—El… arruinar el ambiente—Se dijo—Siempre que llego tienen miradas escudas, y siendo un día especial para Aelita, yo… no quiero arruinarlo—Xana se acercó a su rostro, tomándolo con sus virtuales manos, obligándola a mirarla—

—Precioso será el día en el que aprendas a manejar tus sentimientos—Suspiró al cielo—Quizá debas plantearte todo lo que estás haciendo antes de que sea tarde—

—No creo que nos abandone después de todo lo que hicimos por ella—Estaba segura, no había manera que fuese a traicionarla así de bajo—

—La historia nos demuestra que se han hecho cosas peores por menos, no pienses que por ser tú será diferente, es más, las probabilidades están en tu contra—Edge chasqueó la lengua—Eres y siempre serás una bélica tirana, no quieres la paz que te están vendiendo, sino la guerra que ocurrirá para conseguirla—

—Desatar mi poder para ser útil, para sentirme…—

—Viva—Un pequeño arco eléctrico recorrió todo su cuerpo—Pero no aún, eres una persona muy paciente y debes seguir siéndola, dentro de poco podremos ver lo que nos traerá todo el tiempo de espera—Edge asintió—Arriba el ánimo, mi horripilante creación—La albina sonrió, mientras asentía, tomando aire—Voy a hablar con ellos, molestarlos, espero que Franz Hopper no esté ahí—

—No te vayas mucho de la lengua—

—No diré nada relacionado contigo, no te preocupes—

Viajó transformada en una nube hasta ver a su objetivo, por suerte, Anthea y Franz estaban en el interior, mientras el resto estaba fuera, aprovechando el buen ambiente. Se acercó muy rápidamente, volviendo su cuerpo en un lobo, era una nube que imitaba bien la forma, pero no podía dar detalles al no disponer de recursos suficientes. Se acercó aún más, dejándose ver de manera amenazante por medio del bosque, hasta verse con el resto, quienes se sobresaltaron al ver algo tan extraño.

—¿¡Qué clase de lobo es eso!? —Preguntó Odd, levantándose de golpe, tomando una rama caída como defensa—¡Ni tiene rostro! —

—Tenía que intentarlo—Dijo la IA en voz neutra, volviendo a una forma humanoide con una diana en su frente—¿Te asusté pequeñín? —

—Con esa cosa tan fea asustarías a cualquiera—Se dejó caer otra vez en el césped, igual que el resto, suspirando aliviados—¿Qué haces aquí? —

—Pensé que no querías ver a Waldo—Secundó Taelia de primeras—

—No está cerca, así que solo pasaba a saludar—Respondió, mirando a la pelirrosa—Tengo un regalo para ti—

—¿Qué puedo querer de ti que no sea peligroso o inútil? —Preguntó de vuelta la pelirrosa, apoyada en Jeremy—

—Que dura eres conmigo—Estiró sus manos, todos notando como una pequeña ráfaga de viento azulado rodeaba la Ermita, concentrándose en una muy pequeña esfera magenta en forma de pieza de puzle—Espero que esto te ayude a mantener tus recuerdos donde deben estar—Lo acercó hasta la pelirrosa, quien estaba dubitativa sobre si tocarlo—

—Te creo—Tocó la esfera, viendo como esta se envolvía en sus manos, desapareciendo en su cuerpo al poco rato—

—Lo averiguarás cuando te duermas—Se elevó varios centímetros en el aire—

—¿Dónde está Edge? —Preguntó de primeras—Quería darle las gracias—

—Lo mejor por ahora será dejarla sola—Asintió—Está bien, solamente se está volviendo una persona muy solitaria—

—Yo pensaba que ya lo era—Desquició Jeremy—¿Y a ti que te trae por aquí? —

—A darle eso a Aelita y ver cómo podía llevarme tu cabeza como trofeo—Lo estaba provocando, sabía lo fácil que era para ella—

—¿Viniste a molestar? —

—Mas quisieras—Miró a la pareja—Un consejo por caridad; evita que Edge se encariñe con lo que sea que haya visto en el estudio de grabación, pues si lo que dice Miyu es correcto, puede acabar en manos de algunas de esas organizaciones que estamos intentando evitar—

—¿De verdad que piensas que es un problema el que se encariñe con alguien? —Preguntó Yumi, sorprendida por sus palabras—

—Edge no se sabe controlar en estas situaciones—Comentó—Si se encariña mucho con algo que tiene fecha de caducidad, arrasará con lo que sea que le haya arrebatado su pertenencia, ella no comprende bien el concepto de amor o cariño como lo hacéis los humanos, ella no lo ha experimentado todavía a ese nivel verdadero—

—Entiendo, entonces es solamente evitar que se encariñe con alguien a secas—Secundó Aelita—

—Específicamente de este tipo de personas, es por tu propio bien—Dijo la IA—No quiero que ella se moleste si digo algo fuera de lugar, así que me iré—Tal como vino, se fue, de la nada—

Si bien el ambiente no cambió en lo absoluto, era notable que Aelita sí que se había visto una advertencia extraña, el resto, no sabían bien a que se refería con "lo que sea que haya visto".

—¿A qué se refería con lo del estudio de grabación? —Preguntó Odd, intrigado de la rápida advertencia sin ningún contexto que la IA les había dado—

—¿Es sobre la chica que me contaste el otro día? —Secundó Jeremy, mirando a la pelirrosa, quien asintió—

—Cuando fuimos la última vez, vimos a un grupo que componía una banda, estaban practicando en una de las salas y la puerta estaba abierta, nosotros íbamos de paso y Edge se quedó quieta mirando fijamente a una de las chicas que comenzó a cantar—Suspiró—Su voz era como un canto de ángeles, parecía que te sumergía en un hechizo porque… no podías concentrarte en otra cosa… Me di cuenta de que había algo raro cuando Edge me sacó del trance—

—¿Hablasteis con ella? —Terció Taelia, quien escuchaba atenta, jugando con un palito de madera—

—No, cuando ella quiso acercarse, uno de ellos se puso en medio y saqué a Edge de ahí, luego nos la encontramos de vuelta, y parecía querer hablar con Edge, pero por estar yo no tuvo valor y se fue—

—Aun así, sigo sin entender a qué se refiere con no dejar que se encariñe—Siguió Ulrich, al lado de Yumi—

—Es que… parecía impresionada, no… sabría describirlo bien—Les contó lo que vio y la misma Edge le dijo, parecía que había visto algo especial en esa chica, pero no sabía bien qué hacer con esa información—¿Quizá Xana sepa que si Edge la hace consciente de lo que puede hacer… la pueden secuestrar? —

—No creo que ese sea el punto—Cortó Taelia rápidamente—Mas bien parece que se refería a que la pueden hacer desaparecer—El resto estaba de acuerdo con esa propuesta—Ya sabes que no debemos meternos en donde no nos llaman, y eso la incluye a ella, si alguno de esos malotes se pone en medio, debemos detener a esa tonta antes que rompa todo lo que habéis logrado—Aelita asintió, estaba de acuerdo—

—Parece poco probable—Estaba dubitativa—Es igual, es un problema que se lo dejaré al futuro—

—Nos preocupamos mucho—Dejó caer Richard, sentado al lado de Taelia—

Sabían que era un problema evidente que, si o si, llegaría a ellos, pero no se preocupaban porque sabían que, con Aelita en frente, todo sería posible.

La noche moría lentamente, todos parecían ya un poco cansados. Volvieron al interior de la Ermita cuando una brisa nocturna trajo algo de frío para ellos que iban con poca ropa.

—¿Ha ido todo bien? —Preguntó Anthea, sentada en el sofá, apoyada en Waldo, quien simplemente los miraba con una media sonrisa y una bebida en sus manos. Ellos asintieron—

—Creo que es un poco tarde—No tenían más reloj que un móvil, eran ya las cuatro pasadas—Deberíamos volver a casa—Estiró Taelia—

—Tienes razón—Secundó Anthea—¿Qué harás? —Preguntó a Waldo, quien simplemente ladeó su bebida por unos segundos mientras pensaba—Nuestra casa no está muy lejos de la fábrica—¿Propones que me quede? —Anthea parecía encantada con ello, quien no pareció notar la cara inquisidora de Taelia, simplemente dando un paso atrás… El resto lo notó—

—Al resto, os puedo acercar a casa si os viene bien—Terció Richard, recibiendo una mirada aprobadora del resto—

Al final, quizá por insistencia propia de Anthea, Waldo accedió a quedarse un par de días más con ellas, solamente quedaba avisar a la IA, quien Aelita, la que era encargada de ese trabajo, no parecía querer decírselo, ya que podía molestar a Xana. Cuando salieron de la Ermita y todos se montaban en su transporte, la pelirrosa notó un mechón de pelo blanco en la copa de un árbol, al afinar la vista, notó que era Edge, quien la estaba mirando fijamente.

—Vuelvo en unos minutos, voy a hablar con Edge—Anunció en voz alta, viendo como sus padres asentían. Caminó por los árboles del tupido bosque en la oscuridad, que era iluminada por un claro de luna bastante notable—¡Edge! —La llamó. Esta misma saltó desde la copa del árbol hasta caer a sus pies, con una mirada de cansancio—

—¿Necesitas algo? —Preguntó de primeras—Veo que ya os vais a ir—

—Papá se quedará un par de días más, así que necesito que sigas cuidando de nosotras de esta manera—Pudo notar como soltó un pesado y molesto suspiro, viendo al mismo tiempo como una sombra se elevaba de la espalda hasta apoyarse sobre la cabeza de Edge—¿Te molesta? —Preguntó a ambas—

—Sí, Edge necesita descansar—Anunció de primeras la IA—

—Puedo aguantar un par de días más—Aseguró esta—Pero… —Parecía querer decir algo, tanto Xana como Aelita estaban expectantes, viendo cómo se mordía el labio inferior con algo de fuerza, negando con la cabeza—Da igual, supongo que no importa cómo me sienta—Dio un paso atrás—Lo haré—

—¿Te molesta algo? —Lo preguntaba de verdad, sin mala intención. La reacción de la Neo fue simplemente ignorar la pregunta—Si es algo, se puede arreglar—

—Da igual, no importará lo que yo diga, quizá, como siempre—Dio un salto hasta quedar encima de una gruesa ramificación—Porque soy un monstruo, ¿verdad? —Aelita se quedó sin palabras, ya que, de un simple favor, había sacado un tema de discusión bastante extraño—

—Nunca dije eso, ¿por qué te comportas así? —Miró a Xana, quien estaba estática en su sitio, simplemente mirando a Edge de reojo—

—Déjame en paz—Dio un gran salto, desapareciendo de la vista de la pelirrosa—

—Pero ¿Qué le picó? —Preguntó a Xana, quien aún estaba ahí, destellando con la distancia—¿Qué le has dicho? —

—Nada, solamente se ha dado cuenta de lo que todos opináis de ella—Susurró—Hazme el favor y no vuelvas a llamarla monstruo, tú no eres quien está luchando contra una fuerza imparable, que eso es lo que es—Parecía, por su tono, molesto—

—¿Por qué arruinas este día de esta manera? —Le preguntó de vuelta, muy molesta—

—Mi intención era mantener la boca cerrada con vosotros, pero es ella quien se molestó de un momento a otro—Le dijo, no parecía mentir. Miró hacia el lado que Edge se había ido—Cuando la veas, habla con ella, quizá pasar algo de tiempo a solas contigo hace que se le pase la tontería… no la tomes muy en serio ahora, solamente tiene una pataleta de una niña pequeña—Se elevó en el aire—No dejes que esto arruine el regalo que te hizo—Desapareció en un destello, recordando esas raras y reconfortantes palabras, entendiendo el significado oculto al momento: "Tú no puedes calmarla cuando está molesta", pero lo sabía, calmar a Edge era incluso más complicado que a Taelia. Volvió con el resto, quienes parecían extrañados de la cara que tenía—

—¿Ha ido mal? —Preguntó Anthea, a punto de subirse al coche—Aelita asintió—Ya se le pasará—

—Lo sé, pero no esperaba que se molestase tanto… Edge—Eso llamó la atención del resto—

—¿Y Xana no? —Secundó la pregunta el rubio, ella negó con la cabeza—

—No se negó del todo, tampoco se molestó, pero me dijo que dejase en paz a Edge un tiempo, no sé de qué está molesta—Mintió, sabía que podía desatar una discusión si abría la boca—Da igual, me dijo que no le hiciera caso, así que no ha pasado nada—Respiraron aliviados. Sin embargo, Taelia seguía molesta por algo, Aelita lo notaba, pero no iba a presionarla, ya que simplemente negaba con la cabeza cuando hacían contacto visual, casi adivinando lo que iban a decirse mutuamente—

—¿De verdad Xana no se molestó? —Preguntó de vuelta Waldo—No creo que hacer este trabajo le haga alguna gracia—Aelita volvió en sí—

—Creo que estaba más ocupado vigilando a Edge que contigo—Respondió esta—No le hagas mucho caso, es muy molesto algunas veces—

—No hay que dejar que se salga con la suya, tenlo en mente—Aelita asintió—

Llegaron al poco rato a la Ermita. Taelia, quizá con algo de sueño como excusa, se fue directa a su habitación. Anthea lo notó, pero iba a hacer silencio, sabía que simplemente estaba celosa.

Anthea se encontraba en su habitación junto con Waldo, tenían la puerta cerrada, ya que era hora de descansar. Hacía muchísimo tiempo, pero bastante más del que ella misma pudiese contar, que había estado en la misma habitación con otro adulto que no tuviese una segunda y muy turbia intención. Esta vez era su esposo, el que sabía que se querían mutuamente, a pesar de las infinidades de adversidades.

—No se iguala a nuestra casa de campo, ¿Verdad? —Refiriéndose a aquella casa del país nórdico, aquella donde Edge llevó a Aelita a recordar el pasado—

—No, esta es simplemente algo temporal hasta que arreglemos la Ermita—Secundó Anthea—Estoy con ello, pero cambiar la propiedad es complicado—Se comenzó a cambiar de ropa—

—Tienes pocas fotos de ellas—En la habitación había un cambiador de ropa con tres fotos: Una de Aelita, otra de Taelia, y una de ella con Waldo con la casa nevada de fondo—Con lo que te gustaba guardar los recuerdos—Admiraba las fotos con detenimiento—

—No he perdido el gusto, simplemente no tengo una cámara—Le dijo, abrazándolo por la espalda de sorpresa—Tengo algo de ropa para ti, así no pareces una foto—Refiriéndose a que, todas las veces que se habían visto en Lyoko, tenía exactamente la misma vestimenta—

Se cambiaron y estaban listos para dormir, pero aún había algo que debía hacer.

—Voy a hablar con Taelia—Dijo Anthea, colocando su mano el pomo de la puerta—

—¿Pasó algo? —

—Simplemente parece que está celosa porque estás aquí conmigo, ya que siempre duerme aquí—

—¿No las estás malcriando? —Bromeó, pero Anthea ladeó la cabeza—

—Lo sé, pero lo necesita, ya te irás dando cuenta, solo tiene que acostumbrarse a ti—

Waldo asintió, enfocando su atención en un libro que tenía Anthea a mano. Ella, de mientras, salió de la habitación, tocando en la puerta de Taelia, en la que hubo un momentáneo silencio en el que se abrió la puerta, viendo a esta con una mirada de incomodidad y molestia. Anthea entró, cerrando la puerta tras sí, viendo que estaba pintando en el lienzo, con una lámpara que iluminaba el mismo, dejando ver un boceto hecho con lápiz y carboncillo, estaba bastante hecho a prisa, casi como de desahogo.

—¿Pintando a estas horas? —Le dijo de primeras, sentándose en la cama, mirándola de lado mientras ella simplemente observaba el lienzo—

—Me… estaba desahogando—Dijo con cierta dificultad—Simplemente—No despegaba su mirada de ahí—

—¿Qué es lo que te molesta? —La aludida no respondió—¿El que Waldo esté aquí? —Con cierta vergüenza, Taelia asintió—Entiendo que para ti sea un completo extraño, pero entiende que él es de fiar—

—¿Cómo sé que eso es verdad? —

—¿Y si intentas hablar un poco más con él? —Taelia parecía reacia a hacer eso—No creas que porque esté aquí me voy a olvidar de vosotras—Se movió por la cama hasta estar tras ella, apoyándose en la pared, atrayendo con sus manos a Taelia, dejando que se recostara en su vientre. Comenzó a acariciarla, notando como cada vez se calmaba más, sus pulsaciones se normalizaban y su cuerpo ya no estaba tenso—

—Perdón, me he comportado mal—Dijo en un suspiro, cerrando los ojos con suavidad—Estaba intentando tomarlo bien, pero no sé por qué me es complicado—

—Es normal, es un desconocido, y no te puedes olvidar lo que otros te hicieron—Taelia asintió—Ya sabemos bien esa sensación, ¿verdad? —Volvió a asentir—¿Y si mejor vamos a dormir? —

Obligó a Taelia a recostarse con ella en la cama, viendo como esta se giraba hacia su lado, acurrucándose muy cerca. No se decía ninguna palabra, simplemente quería el sentir que estaba protegida, que no la estaba abandonando ni algo por el estilo. Un pensamiento egoísta y algo infantil, si se puede ver así, pero Anthea sabía bien que en ella era normal; un pensamiento normal de una persona que la humanidad había abandonado y usado a su placer hasta hartarse, una persona que apenas estaba aprendiendo lo que era vivir bajo un techo normal, y no bajo uno ajeno. Media hora que se hizo corta bastó a Anthea para hacer que la adolescente cayera profundamente dormida, volviendo cuidadosamente a su habitación tras cerciorarse de que Aelita también lo estaba.

—Perdón, me costó algo de tiempo—Waldo negó con la cabeza, dejando el libro donde estaba—

—¿Todo bien? —

—Casi todo, simplemente estaba mosqueada porque hay un desconocido para ella en casa… como ya sabes, los adultos la usaron y le fallaron tanto que confiar es una palabra que le es difícil de pronunciar—

—Un sentimiento que ambos sabemos bien—

—Sí, pero en ella es peor, porque lo asocia con asqueamiento—Waldo entendió—Por terror huyes, por asqueamiento destruyes—Recordó—Ha sido muy duro el proceso de hacer que sea más suave como persona—

—Quizá es algo que debamos hacer los dos, quizá el tener una… familia normal, le haga ser más cálida—Anthea sonrió, casi sonrojándose, acostándose al lado de su esposo, al que robó un beso—Tan cálida como tú, querida—

—¿A que es mejor esto que Lyoko? —Subió hasta quedar a su lado, besándolo otra vez—

—Y ahora podemos hacer que esto sea para siempre—Ambos sonrieron, dejando que su tiempo y su privacidad sonrojaran a la propia luna que los observaba tras una cortinada ventana—

Llegó la mañana siguiente, quizá a media mañana. Aelita, como siempre, esperaba ver sentada en el borde de su ventana a una silenciosa e imponente figura de aquella Neo que tenía bajo su control, no obstante, esta vez no era así. La ventana estaba cerrada y no había ni un mínimo rastro de su presencia. Se levantó, asomándose por la ventana, viendo el patio trasero y… nadie, solamente veía un vecindario despierto y ninguna presencia de su compañera. Revisó el móvil, pero no tenía ningún mensaje o llamada pendiente. Quizá, por esa vez, lo que decía Xana parecía ser verdad, sin embargo, seguía sin entender a ciencia cierta qué había ocurrido, pues parecía tranquila cuando volvieron de aquella cueva rupestre, ¿Qué había pasado en ese lapso en el que parecía toda una artimaña montada por ella?, eso, desde luego, debía averiguar.

Bajó al primer piso, entrando a la habitación donde ella usualmente dormía… salvo un par de papeles sueltos en la cama, no había mucho que ver. Se acercó, viendo que los papeles pertenecían al maletín donde tenía su medicina, ¿quizá lo había usado?, no parecía, ya que las fechas que parecían anotadas concordaban con las últimas que Aelita recordaba, y tampoco había mucha garantía que eso fuese obra de la misma Edge, quizá Anthea quisiera revisar esos documentos. Soltó un suspiro, llegando a la sala de estar, encontrándose con su hermana, quien miraba la TV sentada en el sofá, cruzada de piernas con un plato de desayuno apoyada en estas. La misma se apresuró a saludarla.

—¿No has visto a Edge? —Taelia negó con la cabeza—Joder—Estiró su cuerpo, intentando olvidarse del asunto—

—¿Tan grave fue lo de ayer? —Aelita se encogió de hombros—

—¡Es que no sé qué le pasó! —Exasperó, estirando sus brazos hacia los lados—

—Podrías haberle preguntado—Como si fuese de una misma pesadilla, una sombra negra con forma humanoide hizo acto de presencia, Xana—

—Si estás aquí, es que ella está cerca—

—Algo así—Le dijo—¿Es pronto para darte una notificación crítica? —Eso alarmó notablemente a la pelirrosa, quien se acercó a la IA—

—¿Le pasó algo? —Xana asintió, o lo que pareció serlo—

—¿Recuerdas la razón tras lo que te pedí hacer? —Aelita asintió—

—Reparar tu programa para evitar fallos en su memoria—

—Hemos vuelto al punto de inicio, o peor, hemos dado incluso pasos más atrás— La expresión de Aelita era un poema—Los errores en su memoria se han multiplicado y la fecha que te dije quizá sea más pronta, debo hacer un nuevo cálculo—

—¿Fallos en su memoria? —Preguntó Taelia, quien no tenía más remedio que escuchar a la IA—¿Qué tipo de fallo? —

—Cuando recibe una mezcla de estímulos al que no sabe cómo reaccionar, causa un error que se va acumulando en su memoria, subconsciente quizá lo conozcas mejor—Explicó con voz tenue—Esos errores hacen que su comportamiento sea poco a poco más errático y complicado de corregir sus acciones—

—Emociones y sentimientos son las palabras que buscas—Aelita la miró de reojo, ladeando la cabeza—Si ella no sabe cómo reaccionar a una mezcla de emociones, eso crea sentimientos, y depende de cómo lo trates y tu experiencia con el tema, puede desencadenar una respuesta u otra—Le dijo—Me sorprende que un ser tan inteligente no sea consciente de este conocimiento—Xana, por su lado, estaba estática, procesando la información que había recibido de Taelia—

—¿Creas que no tener su memoria original tenga algo que ver? —Preguntó la IA a la pelirrosa, quien pareció plantearse su misma pregunta—

—Pero ¿No habías dicho que recuperar su memoria podía ser incluso peor? —La IA asintió—¿Entonces? —

—Supongo que no tenemos más opciones, no podemos volverle a borrar la memoria o los fallos en ella no serán lo único a lo que tengamos que enfrentarnos—Parecían todas de acuerdo. Hubo un silencio incómodo, que Aelita aprovechó para sacarse esa molesta espina que tenía—

—Dime, de verdad, ¿qué pasó anoche? —

—Creo que preferirías oírlo de ella, pero si quieres mi versión, ahí va—Se elevó unos centímetros en el aire—Creyó que arruinaría el ambiente si se acercaba a saludar, e incluso a estar con vosotros, todo porque siempre os ponéis a la defensiva cuando ella está, así que, dado a que uno más uno es dos, ya os podéis imaginar la conexión mental que hizo para llegar a esa conclusión—

—Yo también pensaría así, la verdad—Secundó Taelia—¿Y sigue molesta por eso? —La IA asintió—

—Pero en ningún momento la llamamos monstruo, ¿a qué vino eso? —Inquirió Aelita, buscando respuestas—

—No ahí, ¿verdad? —Aelita, molesta, frunció el ceño—Sé que en verdad os referís a mí, pero esa conexión con Edge es imposible de evitar, no nos digamos mentira, también pensáis que es un monstruo, una persona tan maquiavélica que es mejor evitar—

—Xana…—Susurró Aelita, muy molesta. Taelia, notándolo, dejó su comida a un lado y se apresuró a calmar a su hermana—Estoy segura de que es culpa tuya—

—No es solamente culpa mía, es culpa vuestra de estar recordándole continuamente que no la queréis cerca vuestro—

—¡Yo nunca le dije nada como eso! —Protestó—

—¿Y qué me dices del resto? —Eso no pareció responder la protesta de Aelita—A mí me da igual, pero Edge es una persona que, aunque no lo parezca, es frágil, no entiende sus "sentimientos" y eso conlleva a comportamientos como estos, y que sea la primera vez que te enfrentas a esto, no quiere decir que sea la primera vez que ocurra—El tono autoritario parecía haber apaciguado la rabia de Aelita—Me he encargado de calmar sus emociones durante un tiempo en segundo plano, pero no puedo hacerlo siempre que vosotros abráis la boca—

—Dime donde está, hablaré con ella—

—Hablar ahora no va a arreglar nada—Intercedió Taelia—Si está molesta, solo comenzaréis a discutir sin razón, es mejor que las dos tengáis la cabeza fría—

—Deberías escuchar a tu hermana de vez en cuando—Se burló Xana, volando en círculos a su alrededor—No prometo nada, pero intentaré que se calme, esta vez su rabieta es peor que el de una niña pequeña—Se desvaneció, esta vez, con un destello violeta—

—Como lo odio—Se dijo, apretando sus puños, algo que Taelia le llamó la atención, evitando que siguiese—Es que…—

—Ya, vale—Le dijo, tomando su rostro—Las dos tenéis razón, quizá nunca la hayas dicho que es un monstruo, o así y le haya dado igual, pero tus amigos sí que lo hacen y es verdad lo que dijo Xana, si se acercaba, el resto se pondría a la defensiva, incluso si llegase con una buena noticia—Eso era una verdad muy dura para la pelirrosa—Espera a que ella esté tranquila y quiera aparecerse, hasta entonces, olvídate de ella, ya sé que es muy difícil, pero esto no es algo que puedas arreglar tu sola—Su hermana asintió, mirando al suelo—Ven, vamos a desayunar antes que ellos se levanten—


Xana se encontraba en lo alto de una torre de comunicaciones que pasaba bastante desapercibida, pero, usando esta como un radar en Doppler, podía tener una buena visión de quién estaba cerca de casa de Anthea sin necesidad de estar muy cerca. Estaba recostada en el suelo, simplemente intentando distraer su mente concentrando su energía.

—¿Por qué esa cara tan larga? —Preguntó una voz infantil, cayendo del cielo de un hábil salto, dando un buen susto a la IA, quien no lo había notado llegar—

—¿Qué haces aquí? —Fue lo primero que salió de su boca al verlo—

—Estirando las piernas—Dijo—Responde a mi pregunta—

—Estoy evitando estar cerca de casa de Anthea, solamente porque me pidieron que vigilara las cercanías—

—Ya veo—Una nubecita de humo se dejó ver encima de Edge, mirándolo de frente—

—Hola, criatura—Le saludó Xana, posándose encima de Edge—

—¿Eres responsable de que esté tan molesta? —Le inquirió, señalándole con el dedo—

—No, por esta vez ella no tiene ninguna culpa—Cortó anticipadamente la Neo, poniéndose de pie—Solamente estaba pensando en algo que pasó ayer—Zack parecía tener todo el tiempo del mundo para escuchar esa historia—Nada importante—

—Nada importante, ¿eh? —Sacó una de sus dagas—

—No estoy de humor, guarda eso—Se giró hacia el borde, esperando que el muchacho la dejase ir, pero no parecía ser el caso—

—¿Esperas que te deje ir así de molesta? —No sabía que intenciones tenía, pero estaba resultando molesto para Edge—

—No te vas a rendir…—Se giró hacia él con su muñeca izquierda cargada de electricidad, viendo como este, con buena previsión, daba un salto hacia atrás—¿¡Cómo!? —él, que había pisado más allá del borde de la superficie donde estaba parado, ahora lo estaba en el mismo vacío, viéndose una muy fina capa de algo sólido en lo que estaba de pie—

—Práctica—Volvió a saltar hacia Edge, logrando golpear sus manos en X, lo que la desestabilizó, pisando peligrosamente el borde—Es difícil de hacer, deberías probarlo—Una patada alta, que Edge pudo bloquear, la hizo resbalar por el borde de la torre, cayendo al vacío, solamente logrando amortiguar su caída en el techo de un edifico usando la electricidad para reducir la fuerza de gravedad bajo sus pies, pero, en una mañana tan poco húmeda como era esa, le estaba siendo complicado. Cayó de rodillas, viendo como Zack hacía lo mismo, pero cayendo de pie muy hábilmente—

—Eres odioso—Suspiró, volviendo a sus pies—Estoy trabajando, ¿sabes? —No estaba realmente molesta con él, sabía que lo hacía para distraerla—

—Hace bastante tiempo que no practicamos, quizá debas dejar de lado tu obligación por un rato—Edge le dedicó una mirada pensativa—

—Déjame colocar algunas cosas para monitorizar y podemos ir a un sitio solitario—

Habían pasado varios días desde el cumpleaños de Aelita y esta, cumpliendo con sus obligaciones, estaba de camino al estudio de grabación. La habían citado para revisar los datos de ventas del nuevo disco y, de paso, hablar sobre futuros conciertos. Se bajó en la misma parada del metro que siempre lo hacía, subiendo por la misma al igual que una buena cantidad de gente. Buscaba entre estas a una persona medianamente alta, con un pelo blanquecino particular que se dejaba diferenciar bastante bien, pero, desde hacía ya más de 3 días que no sabía nada de ella. Waldo había vuelto a Lyoko, así que no tenía más obligación de estar cuidando tan paranoicamente como le habían pedido… Sin embargo, seguía sin tener ni una pista de su paradero.

¿Cuánto más va a estar enfadada? —Preguntó a sí misma la pelirrosa. Le había enviado algunos SMS a ella, pero no parecía haberlos recibido. Las llamadas se cortaban al segundo de iniciarlas, era como si la estuviese activamente evitando. A pesar de caminar por una calle poco atestada, tenía la sensación de que alguien la seguía muy de cerca, pero al darse vuelta, solamente vio a un adulto grande, blanquecino y con la mirada… ¿Con una diana? — ¿Xana? —El hombre guiñó un ojo—A pesar de todo, sigues cumpliendo—Dijo, estando cerca del hombre que era poseído por la IA—

—Petición de Edge—Dijo abiertamente—No ha dejado de vigilarte, otra cosa es que quiera hablarte—

—Debería dejar de estar así y venir a hablar conmigo, ya van varios días—Encaró a la IA, quien se detuvo de golpe, encogiendo los hombros—

—Busca la manera—Susurró—Si te expones al peligro, ella tendrá que venir a salvarte—Aelita negó con la cabeza mientras caminaba al interior de las instalaciones, viendo como un humo negro se paseaba muy sigilosamente cerca suyo, camuflándose entre su ropa para no ser visto—

Al llegar, se encontró con su mánager y la reunión comenzó. Fue bastante corta, simplemente se habló de las buenas preventas que había tenido su primer álbum, contando también con algunas fechas previstas de festivales y conciertos a los que podía asistir, mencionando especialmente el festival que ocurriría en Rusia, aquel que no era más que una tapadera para acudir con el jefe de Corporación Guardián. ¿La fecha?, en dos semanas. Bastante más cerca de lo que ella se imaginaba.

Salió de la reunión sin nada más que hacer, quizá debía adelantar trabajo y no era mala idea, tenía que revisar algunas maquetas que en días anteriores le habían dado buenas ideas… ¿Buenas ideas? —

—¿Por qué recuerdo eso? —Se dijo la pelirrosa, deteniéndose en seco en un solitario pasillo—

—Ese es el regalo nuestro, hemos encontrado una manera de revertir artificialmente la amnesia—Le dijo una voz andrógina desde sus hombros—No hemos dicho nada, pero me alegro de que el resultado fuese válido—

—Ya decía que no sentía esa sensación rara de haber estado aquí antes sin recordarlo—Reanudó su marcha, encerrándose en la sala de grabación—¿Cómo lo habéis hecho? —

—Edge sabe a la perfección cómo funciona tu cerebro, por eso fue tan sencillo—Resumió—No te preocupes por los detalles, agradécele luego—Xana pareció tener intensión de irse—Tengo la sensación de que aquella chica misteriosa está hoy aquí, si la vez, intenta no mencionar a Edge—Procura no crear otro escándalo—

—El escándalo lo creó ella—Recurrió la pelirrosa al momento—¿Qué tengo que ver yo? —

—Que difícil me pones las cosas—Se giró hacia ella—Te diré algo que quería mantener en secreto—Se acercó—En verdad, ella está incómoda, no por lo que pasó, sino porque no ha podido desinhibirse en muchísimo tiempo, mantener su poder bajo control y un perfil bajo a un ser tan bélico es… una pesadilla—

—Quizá se debe comportar como una persona y entender que eso es lo normal para ella—

—Ella no es humana, está basada en un humano—Notó que Aelita iba a decir algo—No me hagas repetirlo por segunda vez… ELLA. NO. ES. HUMANA—Parecía querer darle a entender que no podía pensar en Edge como una igual, ya que, al final Xana tenía razón, tratar con Edge podía ser muchísimo más complejo—Me basé en ti para crear una personalidad base, pero no soy tan bueno como Anthea, ella lo hizo perfecto con Zack y Ailane, pero con Edge no, si en algún momento tuvo un vestigio de personalidad, lo terminaron borrando al igual que toda su memoria—

—Y aun habiéndote basado en mí, mira lo que has hecho—

—Si me basaba en otra persona podría estar causando un problema más grande, pero el que tengo ahora es malo de por sí—Aclaró—El intentar mantenerse en calma es lo que la pone de mal humor y lo que provoca esas pataletas—Apuntó a la pelirrosa—Ten cabeza para darle una orden, no quiero tener que ser yo la que esté haciendo tu trabajo—Aelita asintió—

—Creo que debería llevarla cuanto antes al centro de desarrollo de los Neo, estoy segura de que ahí podrá relajarse para que vuelva a ser como antes—

—Lo dejo a tu criterio—Desapareció con un negro destello—

Aelita se sentó en el PC, se puso sus auriculares y comenzó a escuchar las maquetas mientras hacía pequeños cambios en esta en la mesa de mezclas, ayudándose de un casi infinito repertorio de sonidos que podía crear desde el alcance de unos pocos clips. Se sumergió en su mundo musical durante mucho rato. Se giró hacia la puerta que tenía a sus espaldas cuando la luz parpadeó, viendo que el grupo que la última vez vio estaba ahí de pie, quizá expectante de algo. Iba a quitarse los auriculares hasta que notó la presencia de Hebe, recordando al momento lo ocurrido la última vez.

—¿Te queda mucho? —Preguntó el batería de primeras. Aelita lo escuchó, ladeando la cabeza—

—No mucho realmente—Asintió—¿No hay nada más libre? —Ellos negaron con la cabeza—Lo único que me queda es probar una cosa con un par de maquetas—Sacó un par de folios que le había entregado una persona del equipo de uno de sus productores, proposiciones de letras para algunas canciones—

—¿Letra? —Preguntó de primeras Hebe, acercándose con torpeza—No sabía qué hacías ese tipo de electrónica—

—Hago de toda clase—Reconoció en una risilla—Es parte del Trance (N/A: Un subgénero de la música electrónica) —

—Entiendo—Leyó algunas por encima, viendo que estaban algunas en inglés y una en italiano—Ninguna en francés—

—Si están en inglés suelen triunfar más—Apuntó—Hay una que quiero probar con un amigo que es italiano—Refiriéndose a Odd, pero era más una vaga idea que algo fijo. Notó como ellos estudiaban la letra—Si me ayudáis con esa maqueta os ayudo con lo que necesitéis—No tenía mucho que hacer—

Les enseñó las correspondientes maquetas, viendo como la misteriosa chica se concentraba en el sonido de ellas, leyendo las letras propuestas, corrigiendo algunas a su gusto, mostrándole el resultado a Aelita.

—Tienen buena pinta, pero ¿Sabrás cantarlo para que pegue? —La chica se sonrojó de la vergüenza, era un reto para ella—

—Seguro que sí—Asintió el batería, su pareja—Vamos dentro, hagamos una prueba—Aelita, en ese momento, cayó en que había cometido un error grave, si se ponía a cantar, podría ponerlos a todos bajo un trance, tal y como había indicado Edge. Notaba su pecho latir con fuerza ante las posibles consecuencias, notando un muy poco notable bochorno, de principio no lo supo reconocer, pero simplemente intentaría mantener la calma. Tomó aire, se puso los auriculares y cuando Hebe parecía lista dentro del habitáculo para cantar, alzó el pulgar en señal de inicio. La canción sonó, dejando a la misteriosa chica probar lo que tuviese en su cabeza para esa canción, una maqueta llamada "Walk Alone". Cuando comenzó a cantar, sintió rápidamente un ligero dolor de cabeza, era soportable, pero era bastante notable el cómo su propio poder hacía efecto casi al instante de abrir la boca, pues sus compañeros parecían embelesados con su angelical voz, ¿Y Aelita?, le parecía molesta en ese preciso instante, era efecto de algo, lo sabía bien, pues el canto, la entonación y el tiempo eran perfectos. Pasaron poco más de tres minutos cuando Hebe se detuvo al tiempo que la canción terminaba, notando como sus compañeros volvían en sí, casi sin darse cuenta de qué había pasado realmente—

—¿Te gustó? —Preguntó la chica al instante de salir—

—Casi me quedaría con esa misma versión—Asintió, riendo por lo bajo—Grabé la sesión, la mostraré a mi responsable la próxima vez, quizá pueda ser un sencillo colaborando contigo—A la chica se le iluminaron los ojos—

—¿De verdad? —Aelita asintió—¡Eso sería genial! —Era la primera vez que veía sonreír a la tímida chica. Tenía que contárselo a Edge—

Más de dos horas pasaron cuando los cinco se encontraban dentro de la sala de grabación, estudiando maquetas, sonidos y haciendo algunas ediciones en maquetas ya hechas, todo con la ayuda del oído musical de Aelita, ayudándose de su conocimiento en ese campo que tanta ayuda le había dado. Salieron de la misma, en dirección a la propia salida del edificio.

—Te dije que sería de gran ayuda—Musitó Hebe a su pareja, quien pareció chasquear la lengua—

—No me expongas así—Susurró este—

—¿Queríais ayuda de antes? —Terció Aelita, tomándolos por sorpresa—

—De la chica albina, no queríamos molestarte a ti—Terció la otra miembro de la banda, parecía la bajista y parte de la compositora, una chica morena, de pelo oscuro con rayos plateados. Alta, joven y con una mirada picaresca, vistiendo un jean largo de campana con una camisa sin mangas, le recordaba mucho a Sam, la novia de Odd—Pero no la encontramos por ningún lado y no tuvimos más opción—

—Es que… discutí con ella por la mañana y no ha querido venir—Eso pareció tensar a Hebe, quien sostenía un cuaderno en sus manos. Se acercaron a la puerta, nada más cruzarla, como si fuera un hechizo, alguien se acercó bruscamente a ellos, tomándolos por sorpresa. La propia Edge. Aelita se quedó sin palabras, ¿Por qué estaba ahí de la nada?, antes no contestaba a sus llamadas, la discusión de anoche había sido grave, pero ahora… parecía en alerta. No sabía si fingir o…—

—Perdón la sorpresa, es algo muy importante—Intercedió la Neo, tomando la mano de Aelita, quien no sabía qué hacer, solamente se dejó llevar—A la próxima os ayudaré si me paso con ella por el estudio—Había escuchado la conversación—

—¿Ha pasado algo grave? —Preguntó el batería, mosqueado por su comportamiento inusual—

—Nada de lo que os tengáis que preocupar—Respondió rápidamente, centrando su mirada en Hebe, quien se había quedado estática, ojiabierta—Supongo que tendremos que marchar—Tiró de Aelita para el norte de la ciudad. Cuando ya parecían lejos del resto, Aelita se detuvo, soltándose abruptamente de Edge, quien no tomó por sorpresa esa reacción—

—Vale, ahora me vas a explicar que es lo que te está pasando—La encaró, aprovechando la poca concurrencia de gente—Primero te molestas y desapareces, no me contestas y ahora apareces como si hubiera algo malo—Cuando Edge iba a decir algo, Xana las interrumpió, parecía molesta—

—¿Podemos dejar esto para después?, no vaya a ser que perdáis la oportunidad de hablar con ese hombre—Edge chasqueó la lengua—

—Y tu…—

—Silencio las dos, ahora tenemos algo más importante que hacer—La encaró—Tenemos que ir a la estación que está cerca del teatro, nos están esperando Evangeline con Milly y esa anciana—Eso ya parecía más sospechoso—Las preguntas para después—En silencio, sin soltarse de la mano por precaución, llegaron a la parada que quedaba cerca de la ópera nacional de París, un emblemático edificio que… no sabían que pintaba con lo sospechoso que era el asunto. Al salir de la estación, se encontraron con las 3 personas mencionadas por Xana—

—Perdón la demora—Musitó Edge en voz baja, acercándose a Milly—¿Puedes hacernos un resumen rápido? —Preguntó a la morena, quien asintió, mostrando una carta y varias entradas—

—Uno de los compositores y directores teatrales y de ópera más conocidos a nivel mundial en la actualidad, mano derecha directa y un hombre de muchísima confianza del mismísimo Mihaly… estoy hablando de Dramak—Enseñó una carta que tenía como destinatario… la abuela de Milly—Nos invitaron a una de sus obras de teatro, resulta que es un viejo amigo de la abuela de esta chica—Le acarició el cabello a la pelirroja, quien parecía sin terminar de enterarse de la historia—

—En mi juventud, colaboré con un proyecto humanitario lejos de aquí, una de las personas que comandaban la operación era el director Dramak, con la ayuda de sus subordinados logramos sacar todo adelante, siendo la única mujer del grupo, entablamos una bonita amistad que dura incluso hasta hoy—Puntualizó la anciana rápidamente—Espero que entendáis que no diré más detalles hasta que estemos con él—Todos asintieron—

—Entonces es un hombre de muy alto rango dentro de Corporación Guardián—Musitó Aelita, leyendo la carta—Esto es una oportunidad de oro para adelantar trabajo de cara a la reunión con Mihaly—Edge asintió—¿Podremos entrar a verlo? —

—Sí, las entradas son para verlo a él antes, desde luego sus obras son muy, pero muy particulares—Edge sentía que algo no estaba bien en la cercanía, no podría mantenerlas a todas a salvo si ese tal Dramak resultaba ser un enemigo o alguien sumamente peligroso—

—No quería adelantarme, pero prefiero prevenirme a posibles consecuencias—Comenzó Edge, rebuscando algo en su mochila—Milly, te tengo un regalo—Sacó de su mochila una cajita de regalo que Aelita reconoció al instante—Un cristal de rubí, es auténtico, en el futuro cuando estés mejor te diré para qué lo usaremos—Nadie pareció cuestionarse el regalo, simplemente dejaron que la misma lo pusiera en su cuello y lo retocase para dejarlo casi invisible—Perfecto—

—Supongo que tendremos que entrar, no queremos retrasar la obra—

Cruzaron por la gran plaza central dando las correspondientes entradas, indicándoles pasar por una serie de pasillos que no parecían dar al escenario precisamente, acercándose hasta un lugar que parecía un almacén de marionetas, unas que parecían muy… humanas. Estaban intimidadas por la presencia de ese oscuro preámbulo. Escucharon una voz grave, pero pícara.

—Ah, ¡Pero si son mis invitadas de honor! —Se dirigió al grupo—Y Edge—Dramak era un hombre muy alto, delgado, con el pelo anciano, canoso, peinado hacia atrás, con una mirada cubierta con unos discretos lentes negros, faz delgada y piel muy blanquecina, con un traje de gala negro y corbata roja, con zapatillas negras y guantes blancos, teniendo una batuta embarnizada en sus enguantados dedos—Lamento que sea tan… repentino, pero llegaron a mis oídos una noticia muy bonita de que queríais hablar de una neutralidad permanente—

—Era la idea principal—Asintió Aelita de primeras, delante de la misma Edge—Imagino que tendremos que ir con Mihaly—El hombre asintió—

—Puedo transmitirle vuestras ideas, simplemente soy un mensajero en esta disputa—Tanto Edge como la pelirrosa asintieron—Mientras tanto…—Dos marionetas muy curiosas, de un tamaño igual que Aelita, con una vestimenta blanquecina y una máscara de teatro cada una, se acercaron con una cajita de madera adornada cuidadosamente—Sé que Edge va a ser capaz de ver una obra diferente a vosotras—La abrió, dejando ver que el interior era una figura rectangular, de un color dorado imitando al oro, con muescas en cada esquina lo suficientemente gruesas para meter un hilo de coser dentro, junto con una muesca grande en el centro que era visible por los dos costados. La albina la tomó cuidadosamente, notando que estaba ya electrificada de antes, sintiendo un gran poder en ella—Luego me cuentas—Edge asintió. Se fijó en Milly—Ya veo, trajiste a tu nieta—Dijo a la anciana.

Hablaron largo y tendido entre ellos durante un rato, hasta que alguien le indicó al director que era hora de preparar la obra. Les indicaron ir a sus butacas, las cuales eran en el centro del todo, arriba del todo, unas de las que usualmente eran caras e imposibles de conseguir, justamente adecuadas para seis personas. Edge, queriendo ver de primeras que pasaba, se sentó en el frente, al lado de la pelirroja.

—¿Qué te han dado? —Preguntó esta de primeras, viendo como la albina analizaba la placa metálica con sumo cuidado—

—Eso es lo que me estoy preguntando—Respondió esta—Sigo preguntándome a qué se refería con que veré una obra diferente a vosotras—

Una gran multitud estaba presente dentro del teatro, llena hasta arriba, expectantes. Edge, quizá curiosa, electrificó la placa, dejándola levitar en sus manos, viendo como pequeños hilos de energía se entrelazaban entre las distintas muescas y como las mismas venían de todos los lados del teatro, especialmente detrás del escenario, cruzándose entre todos los presentes. No podía interferir con los hilos de energía, simplemente veía el cómo alguien interactuaba con todo, usando la placa como un módulo de control. Debía haber otra en algún lado, pero ya era increíble.

Luces fuera y telón arriba, viendo como el escenario constaba de dos plataformas independientes; Un alta con una orquesta en la parte más alta, donde se podía ver al director Dramak, y otra más abajo con un escenario curioso. Los hilos comenzaros a moverse mientras las marionetas enmascaradas lo hacían con una fluidez humana, sin embargo, no había nada de humanidad bajo esa máscara metálica y ropa excéntrica. Las voces, desde luego, eran el mayor misterio, pues a pesar de ser una ópera, no se veía a nadie cantando. Las marionetas danzaban y los hilos se movían con ellas, viendo como gran parte de estas iban a dar a la espalda de Dramak, las cuales eran comandadas por su batuta, la cual se movía con una alegría y un gran fulgor que ya quisieran muchas personas. Quizá ella era la más impresionada, pues, gente del público, parecía moverse al mismo ritmo que las marionetas, pero sentada, sin darse cuenta de que un hilo que rodeaba su cuerpo comandaba sus movimientos.

—Es un gran titiritero—Murmuró la IA a la pelirroja, quien había estado atentamente curiosa a los movimientos de Edge, logran ver los hilos que se movían por las muescas de la placa metálica—Tiene una habilidad impresionante para… controlar a los que estén cerca de él—

—¿No puedes hacer lo mismo? —

—No es lo mismo—Murmuró—Yo dependo del ambiente, él puede hacerlo con su batuta—No sabía cómo explicarle bien en ese momento, pues había muchísimas cosas que debía explicarle antes de—

—Suerte que no estamos peleando contra eso—Secundó Aelita en voz baja, cerca de Edge, al lado de Eva—

El acto siguió durante más de tres horas, en las que ni la orquesta ni las marionetas parecían cansadas. Al final, cuando la obra pareció darse por terminada, no hicieron falta palabras para que los presentes comenzaran a alabar la obra maestra que habían acabado de presenciar. El vitoreo y los aplausos eran notables. Edge se puso de pie, logrando contacto visual con Dramak, quien hizo una ligera reverencia que la misma Neo no supo cómo reconocer; Si estaba burlándose, o era simple espectáculo.

Bajaron hasta la parte trasera del escenario, siguiendo las indicaciones de personal del teatro, pues les habían indicado que el director quería hablar con ellas.

—Espero que esta nimiedad haya sido de vuestro agrado—Respondió el mismo director, haciendo una ligera reverencia, cruzando su brazo hacia un lado—

—Eres un gran titiritero—Le dijo Edge, quizá con voz arisca—Es curioso como alguien así ha logrado conseguir un poder tan curioso—

—Cuando vayáis de visita os invitaré a mi mansión, quizá os sea de mucho agrado si os gustan las marionetas como estas—Las dos que habían aparecido antes del comienzo de la obra, estaban al lado del director—

—Quizá deba devolverte esto—Sacó la placa dorada, dejándola levitar en el aire, ante la sorpresa de los presentes—¿Vamos al grano? —

—Que comedida—Respondió el director, guardando su batuta, indicándole a sus marionetas guardar la placa que recibieron de la misma Edge—

Aelita, Edge y el director caminaron por algunos pasillos del teatro hasta llegar a un camerino privado, el cual la misma Edge podía notar que estaba silenciado del exterior. Se sentaron en mesa redonda, mientras el director sacaba papel y boli para anotar lo más importante.

—Tengo entendido que queréis evitar que cualquier problema relacionado con Gaia y Guardián pueda afectaros o salpicaros, pero… ¿Cómo tenéis pensado hacer eso? —

—De la misma forma que Gaia aceptó los términos—Comenzó Aelita—La región de la isla de Francia será territorio neutro, ninguna de las organizaciones podrá tener representación aquí y nadie podría acceder sino es por autorización nuestra—

—Cualquier conflicto entra las organizaciones no será juzgado, sino que los implicados de ambos bandos serán ejecutados al momento, sin ningún tipo de negociación—Secundó Edge, mirando fijamente al director—

—Ni Edge ni yo tenemos nada que ver con las organizaciones vuestras, el que Anthea pertenezca a un proyecto de Gaia, no quiere decir que yo también sea parte de ello—Dramak anotaba con detalle todo lo que decían—

—El principal objetivo de esto es evitar un conflicto en este rincón, a pesar de que Gaia haya demostrado hasta el hartazgo que quiere una alianza con nosotros—Terció Edge—

—Hacéis bien en no meteros en estos líos—Murmuró el director, anotando frenéticamente lo que habían dicho—Pero ¿No es un poco extremista y deshumano el ejecutar sin un juicio justo? —

—La ley establecerá que no pueden pegarse, si lo hacen, la misma establece que serán ejecutados—Dijo—No veo nada de deshumano ahí—El director le miraba con incredulidad, pero luego se echó a reír con manía—

—¡Y yo que pensaba que había algo de piedad en esa masa de tecnología! —Seguía anotando—Me gusta… me gusta—

—¿Hay algo que queráis proponer? —Preguntó Aelita, queriendo cerrar todo tipo de agujero—

—Soy un simple mensajero—Recordó—Estoy seguro de que al cabeza de escoba le gustará este mensaje—

—¿Así es como lo llamas? —Refiriéndose a Mihaly. El hombre asintió

—Otro tema es… ¿Te molesta si hablo con tu aprendiz? —Eso llamó la atención de Edge, pues salvo Aelita, nadie sabía que era su aprendiz—

—¿Cómo sabes tú eso? —Cuestionó la IA, a la defensiva—

—No es difícil de hacerlo cuando no eres la única persona que puede ver lo que los demás no—Edge adivinó al momento lo que se refería—El cristal la delató, pero fue una buena manera de decirle a los demás que ya es de tu propiedad—

—¿Qué intenciones tienes con ella? —El hombre comenzó a mover sus dedos de manera maniática—

—Contrario a lo que digan de mí, yo no tengo nada que ver con lo que haga Mihaly, hace muchos años que no me meto en asuntos de Guardián, ni los protejo, como si Mihaly quiere pegarse con su propia sombra, yo no le diré que está loco—Extendió sus brazos—¡Llevo más de dos décadas buscando un aprendiz!, alguien a quien pasar mis conocimientos de alguna manera, pero todos los que he intentado reclutar, ellos… han renunciado, escapado o suicidado—

—Por algo será—Dijo la IA—Un mundo lleno de marionetas tiene que ser agotador para quien no esté acostumbrado—Suspiró—Ella ya será mi aprendiz, ¿por qué quieres tenerla tú también? —

—Tengo entendido que fueron los idiotas de NEXT quienes mataron a sus padres, ¿No? —Edge asintió, dudosa—Podemos ayudarla a que ella solita pueda encargarse de darles cristiana sepultura luego de torturarlos hasta la muerte, quizá, con algo de ayuda nuestra, podamos hacerlo—Edge iba a protestar, pero…—No estarás siempre para ella, sabes que tienes problemas muchos más gordos que te ahogan y no siempre podrás ayudarla ni enseñarle, así que… ¿por qué no dividir el trabajo? —

—Quizá debamos dejar esta conversación para el día que pueda ponerse de pie, pregúntale que opina, no voy a decidir por ella—Aelita se sorprendió, no esperaba que la dejase ir de esa manera—Solamente no hagas de topo, ella es totalmente inocente es cualquier disputa—

—Lo tengo claro, nadie quiere tener que enfrentarse a la ira de la única demente que asaltó la sede de Gaia y saló victoriosa de ahí—Refiriéndose a ella misma—Dejemos que ella decida, será más sano para nosotros—

Dramak no pareció querer entrar más en detalles, pues siguiendo las palabras de la IA, era mejor para ellos no encargarse por el momento de ese tema tan trivial. Salieron del aislado camerino varios minutos después, logrando un sólido progreso de cara a una inevitable reunión con Mihaly.

No hubo más que decir, salieron del teatro con el resto, llegando a la parada del metro, notando que ya era de noche.

—Hicimos un buen progreso, gracias por el aviso, Eva—Dijo la IA, asintiendo a la morena, quien se cruzó de brazos mientras asentía—

—Espero que este tema se acabe pronto para vosotras—Siguió esta—

—Espero lo mismo—Asintió Aelita—Ya es pesado de normal—

No parecían tener mucho que decirse en ese preciso instante. El trayecto por metro fue silencioso para ambas, cruzando el laberinto que suponía el sistema de transporte, llegaron a casa a esa de la hora de comer, en completo silencio, pues era evidente que tenían que hablar. Entraron por la puerta, encontrándose con una nota que indicaba que volverían pronto. Se encontraban solas en casa. La IA se quitó su abrigo, dejándolo en su hombro, girándose hacia Aelita, viendo como Xana hacía acto de presencia.

—¿Por qué le estáis dando tanto misticismo al asunto? —Rompió el hielo la IA, girándose hacia Aelita—

—¿Por qué te enfadaste de esa manera? —Preguntó Aelita, siguiéndole la corriente a Xana—No tenías motivo—

—…Pensé que…—Aelita la cortó, sabía lo que iba a decir, Xana se lo había contado—

—¿Pensaste que nos íbamos a enfadar si aparecías de la nada? —Edge se tuvo que morder el labio para no hablar—Sabemos que las cosas malas que hiciste en realidad son cosa de Xana controlándote, pero tienes que entender que a veces de comportas extraño—Suspiró—Y en lugar de decirme algo iniciaste una pataleta y te fuiste—

—No sabes lo difícil que es evitarlo—Le susurró—

—Y tu no sabes lo difícil que es evitarlo para mi si no me dices qué te pasa de verdad—Edge bajó la mirada—Si te contienes tanto te puedes hacer daño a ti misma, no eres Dios ni estás hecha de acero, sigues teniendo que cuidar de ti misma—

—¿Y qué quieres que haga? —Recriminó de primeras, extendiendo sus brazos hacia los lados—Si no me contengo puedo dañar muchas cosas, no puedo… quitar mi limitador porque podría incendiar algo de un chispazo, es doloroso tener que mantener un bajo perfil de mi poder tanto tiempo, y solamente he podido quitarlo la vez que dormí en el centro de desarrollo—

—¿Y tanto te costaba decirme eso? —Le recriminó de vuelta—Seguramente tus responsables sepan que se pueda hacer para ello, pero no puedes hacerte daño de esa manera—

—No es que podamos hacer algo estando aquí—Dijo de primeras, apoyándose contra la pared—

—Cuando volvamos de hablar con Mihaly nos quedaremos una temporada en el centro de desarrollo, ya lo hablé con tu responsable y con mamá, así podrán revisarte y hacerte cualquier cambio que vean pertinente—Edge, quizá descontenta, asintió. Sabía que oponerse a la idea era contraproducente—Sé que igual no te hace gracia, pero recuerda que no estás terminada, quizá eso tenga bastante que ver—Se acercó a ella, viendo su cansada mirada—Vete a descansar, estoy segura de que no has dormido en más de una semana—

Edge asintió, obedeciendo.

Aelita subió de vuelta a su habitación.


La pelirrosa abrió los ojos, encontrándose en el portón del palacio del Praenost, viendo como la misma Miyu salía del interior.

—Un día muy largo, ¿Eh? —Aelita asintió, siguiendo a la pelinegra hasta el jardín—Veo que al final arreglaste las cosas con Edge—

—No sé si eso se pueda llamar arreglar—Se recostó en el pasto, disfrutando de la vista y de la brisa—Simplemente le ordené que no lo hiciera… de aquella manera—

—En parte, cuenta como solución al problema, no tiene pinta de ser una insubordinada—Se cruzó de piernas—Te diste cuenta, ¿o no? —Había cambiado de tema tan rápidamente, que Aelita le costó pillarla—

—¿De qué? —

—De Hebe—Aelita entendió en ese momento—Evité que cayeras en su trance—

—Ah, eras tú—Se echó a reír por lo bajo—Estaba tan preocupada por caer en el trance, que no pensé que estarías observando—Suspiró por lo bajo—¿Qué opinas de ella? —

—Tiene una voz angelical, pero… siento que su vida no… será muy larga—Su voz denotaba inseguridad—Hay mucha inestabilidad en su energía, quizá en parte por ser una aberración—

—¿Aberración?, no es precisamente aberrante—

—Es la manera que internamente, Gaia, llama a las personas que desarrollan rasgos de ese tipo, a pesar de no estar segura de que pasa, su poder acortará su vida si nadie la ayuda a dominarlo—

—¿En Gaia sospechan de ella? —Miyu asintió—

—Es posible que la sombra negra lo sospeche también y por eso no quiera que Edge se acerque, pero es imposible que no pase, ella es una persona muy curiosa y tuvo que haber notado esa inestabilidad—Se dejó caer en el pasto—No han movido fichas porque están observando los movimientos de Edge, si ella da un paso hacia adelante, Gaia no la tocará—

—Entonces estamos ante el problema de dejarla ir y que Gaia la secuestre o le haga algo… o dejar que Edge se encariñe con ella y decida ayudarla—La pelinegra asintió—Yo voto por ayudarla—

—Eso no alargará mucho su vida—La miró de reojo—Solamente atrasará un poco el hecho que se vuelva completamente aberrante, que su energía tome el poder de ella y se vuelva… loca—Aelita parecía no comprender—Las aberraciones tienden a desarrollar rasgos parecidos a la esquizofrenia cuando su vida entra en fase final, incluso si Edge logra estabilizar su poder, el daño mental está hecho—

—Estaríamos dándole una muerte digna—Miyu asintió—

—¿Ahora entiendes por qué esa cosa gris no quiere que ellas dos se hablen? —Aelita asintió—Mantengamos esto en secreto de Edge, si vemos que lo inevitable pasará, tendremos que alertarla para que se haga la idea que tendrá que dejar que Gaia intervenga o… que tenga que matarla—Eso le dio a Aelita un vuelco al corazón—

—No me quiero imaginar cómo se pondrá cuando se dé cuenta—

—También tendrá que cuidarse de aquellos que quieran hacerse bajo su control de una manera u otra, personal de la Iglesia podría encontrarla e intentar matarla, ahí no podemos hacer nada, solamente esperar que sean inteligentes para no enfrentarse a Edge—

—Ella los mataría hasta el último de ellos, no es de la que gustan que toquen sus cosas—

Hablaron largo y tendido hasta la mañana.


Habían pasado dos días desde esa conversación. Aelita se encontraba con Edge en la disquera, la habían citado para seguir hablando del lanzamiento de sencillos y el lanzamiento de álbumes en colaboración con más artistas, siguiendo la línea de los demás artistas del género para el que ella componía. Edge, por su lado, se encontraba ayudando a algunos artistas con algunos desarrollos. Se notaba su falta de experiencia en el tema, pero lo contrarrestaba con una habilidad inigualable para lograr reconocer qué patrones podrían ser buenos en una canción. En su trayecto hacia otra sala de grabación, pasó por el baño, notando como una estela que solo ella veía, y sabía de quién era, estaba dentro, sola. Se apresuró a entrar, bloqueando el mismo baño en completo silencio, usando un campo magnético como cerradura temporal. Se adentró hasta ver como Hebe entraba en una caseta, empujándola suavemente dentro, tomándola por sorpresa. Esta se giró en completo pánico, pero se quedó estática al ver quién era.

—Por fin podemos hablar a solas—Le dijo, bloqueando la puerta de la caseta—Me llamo Xana—La chica parecía no saber que decir, estaba estática, con la mirada de un gato asustadizo—Tú… Hebe, ¿No? —Ella asintió—

—Tú… sabes lo que hago… ¿Verdad? —Se acercó lo que pudo, con unos ojos que rogaban la verdad—Edge asintió—¿Por qué no te afecta?, ¡A todos lo hacen! —Estaba muy nerviosa—

—Porque tengo más capacidad que tú y puedo evitarlo, pero… eres fascinante—Estaba embelesada con su apariencia, personalidad y… poder—Yo también puedo hacer cosas inexplicables, pero tú… tienes un poder que es peligroso si no lo sabes usar—

—¿Y tú sabrás ayudarme? —Inconscientemente, tomó una de las manos que Edge tenía apoyadas en la pared de la caseta—Me… estoy volviendo loca poco a poco—

—¿Me dejarías? —Hebe asintió—Solamente necesito que tu novio no me quiera lejos cada vez que me aparezco—

—Me puedo encargar, pero, por favor, necesito tenerlo bajo control—Edge notaba una grandísima inestabilidad mental en la misma chica. Era, desde luego, un proyecto muy desafiante que la misma Edge estaba deseosa de aceptar y arreglar. Mientras la chica suspiraba de alivio, notó una marca oscura en la parte baja de su cuello, cuando la quiso tocar, Hebe se alejó por instinto, con una mirada de miedo, algo que llamó la atención—¿Alguien te hace daño? —

—No… es… algo que tengo bajo control—Edge frunció el ceño, era una situación que estaba viviendo otra vez—De verdad…—

—No, no la tienes bajo control—Quitó el seguro de la puerta de la caseta, abriéndola—No soy alguien que hace milagros, pero puedo ayudarte, solamente tienes que decirme—Se acercó al espejo, arreglándose la ropa, mirando a Hebe, sentada en la tasa, que miraba al suelo—

—¿Cómo sabes que no lo tengo bajo control? —Tenía una mirada asqueada—

—Conozco a una chica que cometió un gravísimo error por pensar de esa manera—Dijo—No pasó hace mucho y no quiero que algo como eso pueda repetirse—

—Dame… una manera de dar contigo, de verdad, necesito ayuda—Se aferró a Edge como si fuera su última opción. La imponente presencia de la primera la hacía sentir segura, algo que, por lo que parecía, no había sentido en muchísimo tiempo—

Compartieron número y direcciones. Hebe vivía en una de las áreas, digámoslo así, peligrosas de la ciudad, cerca de donde vive Sam, muy cerca del gueto.

Salieron del baño al poco rato para no levantar sospechas. Edge se encontró con Aelita en un pasillo adyacente cuando Hebe ya se había marchado.

—Adivina con quién me encontré—Le mostró su teléfono, enseñando el contacto de Hebe—

—No me esperaba menos, la verdad—Se rió por lo bajo—¿Alguna novedad? —Es… una chica muy tímida, que está perdida en su vida y… es bastante inestable mentalmente, sin mencionar que parece que alguien está abusando de ella de alguna manera—Le contó del posible moratón que le vio en la parte baja del cuello—Espero que no sea lo mismo de Taelia una y otra vez—

—Te juro que me dan ganas de averiguar que ocurre, pero no quiero meterme hasta el fondo tan rápido—Aelita asintió, entendiendo sus intenciones—De momento, dejaré que todo transcurra como ella quiera, si necesita mi ayuda, aquí estaré—

—¿No la ayudarás a controlar su poder? —

—Sí, pero no quiero forzarla, eso podría retrasar el aprendizaje—

—Sin mencionar que podría causar más inestabilidad—Dijo una pequeña figura humanoide, sentada en el hombro de Edge, casi imperceptible a la vista—Es una chica problemática, me pregunto cómo la soporta su novio—

—Es una persona muy sumisa, te tendrías que haber dado cuenta—Aelita se sorprendió—No es de sorprender que su novio no se haya cansado, si la puede manipular—

—No digas esas cosas—Cortó la pelirrosa, caminando con Edge—No sabemos cuál es la razón real, y hasta que no la averigüemos solamente estás especulando—Edge asintió, entendiendo—

—Intentaré que su novio me deje acercar, estoy deseosa de acercarme a ella—

—No sé que le has visto, pero me apuesto a que será mala idea—Secundó Xana—

—Piérdete un rato—Dijo Edge, a lo que Xana desapareció tras una notoria carcajada—Que insoportable—

Al salir más al rato, volvieron a cruzarse con la banda aquella, ahora, parecían más tranquilos que la última vez.

—¿Ahora ya estás aquí? —Dijo el batería, con una mirada de desprecio a la Neo—

—¿Tienes algún problema con ello? —Lo enfrentó de primeras, cuando se quería acercar, Aelita se lo impidió al tomar su brazo—

—Bastantes—Suspiró, mirando a Aelita—¿Supiste de las noticias? —

—Sí, me alegro por vosotros, espero que hagamos buen trabajo—

—¿Noticias? —

—Van a ser los teloneros del concierto que daremos en Rusia—Le dijo—Y también darán otro concierto días después en otra ciudad de ahí—Eso pareció iluminar la mirada de la IA—

—Entiendo—

—Edge, ¿Haces algo esta noche? —Preguntó la bajista, quizá dando un paso adelante, pero tomando por sorpresa a la misma IA—Necesitamos hablar contigo de una cosa importante—

—Creo que me hago una vaga idea—Dijo, cerrando los ojos, mirando a Aelita—Tenemos que hablar con Ayn Rand, ¿no? —

—Sí, tenemos que preguntarle sobre lo del viaje a Rusia—Tenían pensado solicitar protección de ellos para el equipo que viajaría para el concierto, ya que ellas tendrían que ausentarte con Guardián y no podrían cuidarlos si algo malo ocurría—

—No creo que nos tome mucho, pero puedo estar disponible—

—Entonces está hecho, avísanos cuando estés libre y vente con nosotros… Aelita puede venir si quiere—La pelirrosa negó con la cabeza—

—Tengo otro asunto que atender—En verdad no tenía ninguno, solamente no quería incomodar a Edge, la iba a dejar bajo su criterio el qué hacer con Hebe, solamente por el momento—


—CONTINUARÁ—

Próximo capítulo: Corporación Guardián


Muchísimas gracias por leer. Espero que el capítulo sea de vuestro total agrado.

Y… ¿Qué pasa gente?, sí, ya sé, medio año desaparecido y este desgraciado decide aparecer así sin más…

La explicación es un poco rara: Medicación. Ahora ya no la tomo, pero estos 6 meses me la pasé con ansiolíticos que me dejaban adormecido y no me salían ideas, no pude escribir nada durante este periodo, hasta ahora que ya los dejé y mi imaginación comenzó a fluir.

Ya sé que digo esto mucho, pero comenzaré a escribir más cosas, esta vez, intentaré que sea de verdad. Lamento muchísimo la espera, pero aquí estamos de vuelta. Quizá, mejor que nunca.

Dramak… ¿Alguien ha jugado Dofus?, quizá el nombre os suene.

Reviews:

Draoptimusstar3: ¿Cuál es el significado de eterno?, ¿algo que perdura siempre? Es un misterio el por qué algunos lo persiguen. Nunca se aprende algo nuevo sin daño de por medio. Muchísimas gracias por leer, Draop. Espero que el capítulo sea de tu total agrado.

Titokenny01: Siempre intento desarrollar por partes a los personajes, aunque sea criminalmente malísimo haciéndolo. En cuanto a Waldo, sí, tengo más cosas pensadas para él. No, habrá que ver qué ha conseguido realmente Miyu y si saldrá alguien con alguna artimaña para parala y hacer que volvamos a la casilla de inicio. No, no es tarde, es más, digamos que me anoto esa idea porque me viene de maravilla. Muchísimas gracias por el comentario Víctor. Espero que el capítulo sea de tu total agrado.

Y… eso. Que nada, que nos vemos pronto.

¡Adiós!

Never give up, Never Surrender.