Capítulo II:
#2. Con una copa en la mano, le iluminaba la luna.
Por fuera siempre reía, por dentro gritaba ayuda.
.
.
.
ANGELS HIDE
.
.
Ella parece el diablo cada vez que me mira.
.
.
― ¿No estás feliz? Sasuke―
Yo suspire apretando aquel teléfono color negro sobre mi oreja. Hacía un par de días que había cumplido los catorce años de edad, lo que significaba que este era mi último año en este Orfanato, la realidad es que desde que Sakura se había ido hacia ya cuatro años yo ya no le encontraba sentido a vivir allí. Hasta esa mañana que Itachi me llamó.
― Al fin me emanciparon― Volvió a hablar mi hermano a través de la línea telefónica ― Ya no tendré que esperar a cumplir veintiuno, Sasuke. Podré adoptarte en un par de semanas―
Yo sonreí. No es que no estuviera feliz es solo que.
―Me alegro tanto, Itachi― Susurre aún apretando el tubo del teléfono fijo que estaba pegado a una de las paredes del orfanato.
― Al fin volveremos a ser una familia―
Si yo me iba del Orfanato, si Sakura llegaba a volver en algún momento, ya no me encontraría allí.
Ya no estaría para ella.
.
―Deja de verla o se va a dar cuenta―
Yo sonreí de lado al oír las palabras de Naruto a mi lado, estábamos sentados en una de las mesas de mármol que adornaban el campus del Colegio y ella estaba a tan solo cuatro metros mí. ¿Cómo podía estar ahí sentada en esa mesa tan tranquila, riendo con su amiga y no notarme? ¿No saber quien era yo? ¿No tener la inmensa necesidad de acercarse a mi y besarme como la tenía yo?
―Quiero que se de cuenta― Murmuré sin quitar mis ojos de ella, Sakura seguía charlando y riendo con aquella castaña ―Que note que existo― Dije mas para mi mismo que para Naruto.
Lo sentí reírse de mi a mi lado pero aun así no quite mi vista de la pelirrosa. Se veía tan hermosa con el uniforme escolar.
―Estas loco― Dijo divertido el Uzumaki ―¿Por qué la miras tanto después de todo? ― Preguntó curioso.
Yo sonreí de lado y clave mis ojos en mi amigo.
―Porque me encanta― Comente logrando que el Uzumaki largara una carcajada burlona ―La quiero y le quiero hacer tres hijos―
Eso lo hizo reír con más fuerza.
―Pues haciéndole esas bromas pesadas como la de esta mañana no lo vas a lograr― Comentó entre risas y recordé la bromita qué le habíamos hecho con Neji y Sai.
Sonreí recordando esa hermosa carita bañada en pintura y esas ideas morbosas volvieron a mi cabeza, ideas que no han parado de rondarme desde que esa maldita me hizo sexo oral en el baño.
El timbre escolar resonó por el lugar anunciando la próxima clase, la vi juntar sus cosas de prisa y encaminarse al edificio central sin siquiera voltear a verme.
Maldita.
Ya haría yo que me viera, iba a verme por el resto de su vida.
.
―Sakura, por favor quédate―
Fruncí el ceño al oír la voz de Itachi y tomé mis cosas de mala gana dirigiéndome a la salida del salón de clases, mi hermano mayor me sonrió de lado al verme pasar, esa sonrisa solo me hizo enojar aún más.
―¿Vamos? ― Me llamo Naruto una vez nos ubicamos en el corredor escolar, yo observe de reojo la puerta del salón cerrada detrás de nosotros.
―Adelántate― Murmure enojado y el Uzumaki asintió alejándose de mí.
Retrocedí unos pasos casi pegándome a la puerta para poder oírlos. La sangre me hervía de solo saber que mi hermano mayor estaba encerrado ahí dentro con mi mujer.
―Esos niñitos no saben con quien se meten― La escuche murmurar divertida e Itachi largo una risita baja.
Luego, silencio. No podía oír nada. Abrí la puerta sin permiso y clave mis ojos en ellos, Sakura sonrió de lado al verme, yo fruncí el ceño furioso al verla tan cerca de mí hermano pero la pelirrosa se alejo a los pocos segundos para tomar su bolso y retirarse. Esa maldita sonrisa que me dedico al pasar junto a mi desprendiendo ese aroma a cerezas me hizo enfurecer aún más.
―¿Qué crees que haces?― Chille cuando escuche la puerta cerrarse detrás de mí.
Itachi me miro divertido regresando a su escritorio.
―Ay, Sasuke. Deja de ser tan celoso― Se burlo ―¿Crees que no se quien es esa niña?―
Hice una mueca con la cara y me recosté en uno de lo pupitres.
―Ella no sabe quien soy― Comente enojado y mi hermano largo una risita haciendo que me enojara aún más ―No te rías de mí― Chille ya furioso de su actitud.
―Ya te recordará― Comentó sin darle importancia y clavo sus ojos negros en mí ―Pero no lo hará si sigues haciéndole bromitas estúpidas e infantiles― Me reto, estaba por abrir la boca cuando lo vi levantarse del escritorio y aproximarse a mi ―Sasuke― Suspiro y apoyo ambas manos en mis hombros ―Si realmente la quieres, se amable con ella―
Yo bufé fastidiado y me quite sus manos de encima.
―Solo mantente alejado de ella― Lo amenace acercándome a la puerta.
Itachi sonrió.
―No es de mi de quien debes preocuparte―
.
Demore un tiempo en ganarme su confianza, en darle su primer beso. En hacerle el amor por primera vez así como también demoraría un tiempo mas en hacer que se acordará de mi.
Cuando Neji nos invito a su cumpleaños Sakura me insistió toda la semana en no ir, en quedarnos en mi dormitorio y hacer el amor toda la noche. Estuve casi por aceptar pero finalmente fuimos a aquella fiesta.
Fruncí el ceño al verla ingresar a aquella oficina, el corazón casi se me detiene al verla abrazarlo.
―El padre de Neji ¿Es en serio? ― Le reclame en cuanto salió al pasillo y cerró la puerta detrás de ella.
La pelirrosa me miró sin entender porque estaba tan enojado, yo sentía que en cualquier momento vomitaría en el medio de aquel corredor. Eso no podía ser verdad. Aunque tenía mucho sentido considerando que Sakura no tenía el dinero suficiente como para asistir a ese Colegio.
―Es mi padre―
El corazón me comenzó a latir de nuevo. Yo no pude evitar sonreír aliviado al oír su explicación. Todo comenzó a tener más sentido a partir de ese momento, la única forma de haber entrado al Konoha Kokusai Gakuen era o una beca muy grande o que alguien pusiera mucho dinero por ella. Yo sonreí cuando la vi alejarse haciendo una rabieta pero respire más tranquilo siguiéndola al jardín de la casa cuando la vi bailando medio ebria con Tenten bajo la lluvia supe que lo único que quería hacer por el resto de mi vida era amarla.
―Tu también te vas a enfermar, ángel― Le dije aproximándome a ella y no me importo empaparme con la lluvia.
―Sasuke― Murmuro y pude palpar sus dudas en el aire ―Te amo―
Al fin lo había dicho.
.
―¿Te quieres dar una ducha? ―
Ella asintió aún en silencio, la fiesta de Neji había acabado hacia un par de horas. Habíamos regresado en completo silencio pero prácticamente la había obligado a ir a mi dormitorio conmigo. No podía dejarla ir cuando la pelirrosa al fin me había confesado que me amaba.
Tome las toallas limpias del placard y me acerque a ella para alcanzárselas, sentí un escalofrío cuando nuestros dedos se rozaron, tenía el cabello empapado y había formado un pequeño charquito a su alrededor en el suelo de mi habitación.
―Sasuke― Me llamo cuando me vio avanzar al baño, yo volví los pocos pasos que había dado y me aproxime a ella.
―¿Qué ocurre? ― Le pregunte al verla temblar y pase mi mano por su helada mejilla en una caricia, Sakura cerró los ojos ante ese toque.
―Hay algo que debo decirte― Hablo muy bajito y parecía que en cualquier momento la voz se le iba a quebrar ―Hay cosas de mi que no sabes y no quiero que la sepas por alguien más― Murmuro nerviosa ―Y quizás― Suspiro ―Quizás ya no quieras seguir conmigo―
Yo ya sabía a que se refería. A su pasado. A lo que la ha venido atormentado desde siempre. Todo lo que ella cree que yo no se y que si me enterara dejaría de amarla como lo hago.
―Sakura― La interrumpí ―Lo que sea que haya pasado, hayas hecho o te hayan obligado a hacer, no importa― Pronuncie seguro de mis palabras y ella abrió la boca para poder replicar ―A mi no me importa― Le aclare.
―Pero lo hará― Reprochó ―En algún momento te importara y sentirás asco por mi― Dijo casi al borde del llanto.
Yo pase mis manos por su cintura y las toallas resbalaron de sus manos cayendo al suelo cuando la apreté con fuerza contra mi pecho.
―Yo jamás sentiría asco por ti― Hable ya más enojado que pensará de esa forma ―Y si algún día lo hago es porque ya no seré yo mismo, ángel― Ella sonrió ―Pero no va a pasar ―
―Gracias, Sasuke―
―Vamos a bañarnos, molestia― Dije tirando de su mano para llevarla al baño.
Ella largo una risita baja siguiéndome.
―Me gusta más cuando me dices ángel―
.
Sabía que debía controlarme, en si Sakura aun no era mi novia pero verla ahí tan divertida charlando con el idiota de Lee al otro lado del corredor escolar ignorado por completo mi existencia hacia que se me retorciera el estómago. Avance por el corredor escolar hasta llegar a su casillero y la tomé de la cintura apretándola con fuerza.
―Sasuke― Se quejó sonrojada y desvió la vista hacia Lee.
Yo sonreí antes de besarla, por supuesto me correspondió enseguida pero a los pocos segundos se separo de mí y me observó enojada, yo pase mi boca a su cuello sintiendo como su rostro quedaba cada vez más rojo y caliente.
―Mejor me voy, Sakura― Murmuro Lee algo avergonzado por la escena que le dimos ―Adiós, chicos― Se despidió de prisa para alejarse
―Nos vemos luego, Lee― Murmuro Sakura y me empujo levemente por el pecho para alejarse unos centímetros de mí, yo no la solté ―Sasuke― Chillo enojada ―¿Qué haces?―
―¿Que?― Le pregunté fingiendo no entender ―Ya no golpeó a los idiotas que se acercan a ti― Bromee recordando la paliza que le había dado a Sai ―Nada te satisface―
Ella sonrió ya rendida y paso sus manos por mi cuello para acercarme más a ella.
―No, ahora me tratas como tu puta personal― Dijo a modo de broma haciéndome reír.
―Que feo que pienses eso de mí― Me queje apretándola entre los casilleros y mi cuerpo y comencé a olvidarme de donde estábamos y de todos los que estaban a nuestro alrededor ―Si fueras mi puta personal debería pagarte y a ti te encanta hacerlo gratis― Comente a modo de broma y ella inflo las mejillas enojada.
―Imbécil― Me insulto.
Yo sonreí pasando mi nariz por la de ella en una caricia y sintiendo ese aroma a cerezas que solo Sakura posee, ya hacia tiempo que todo lo que había a nuestro alrededor había desaparecido. No me importaba que estábamos en el medio del corredor escolar y las clases aún no habían acabado, tampoco me importaba que alguien pudiera verme así de cariñoso con ella porque yo solo me permitía ser así con ella.
―Pero me amas, ángel―
.
Aquella noche supe que era la única oportunidad que tenía de volver a ver a Sakura. Yo ya tenía una idea de donde podría estar, así como tenia una idea porque cada vez que una niña cumplía doce o trece años aparecía aquel sujeto y las adoptaba llevándoselas del orfanato, tal como paso cuando Sakura cumplió los doce años.
―No, no― Escuche los gritos de Matsuri cuando aquel hombre la tomó con fuerza del brazo y la empujó a la salida del edificio ―Por favor― Lloro ―No quiero ir―
―Matsuri ya basta― La reto Magna enojada y observó hacia todos lados evitando que alguno de mis compañeros estuviera deambulando a esas horas por el edificio ―Haz sido adoptada― No pudo seguir hablando cuando la pequeña castaña que apenas había alcanzado los doce años la escupió.
La cuidadora la miro ofendida y se limpio con asco las babas que caían por su mejilla.
―Maldita niña―
―Magna― La cuidadora no alcanzó ni a levantar la mano cuando Sarutobi se acerco ―Matsuri― La llamo para que se calmara y la niña se tiro a abrazarlo de la cintura, el anciano pasó su mano por los cabellos de la chica con ternura ―¿Sabes cuantas niñas están esperando un hogar? ― Le preguntó y en ese preciso momento Matsuri supo que él no pensaba ayudarla.
Yo me escabullí a la salida y me escondí en el maletero de aquel coche, no era el mismo que se llevó a Sakura hacia ya cuatro años pero si tenía todos sus vidrios polarizados. No pasaron ni cinco minutos que escuche el fuerte portazo y el llanto de Matsuri, intente concentrarme en otra cosa pero esa pobre niña lloro todo el camino.
Espere diez minutos antes de bajar del coche escuchando la música a lo lejos cuando baje me di cuenta donde estaba.
Era un prostíbulo.
Escuché las voces de fondo y me levanté la capucha de aquella sudadera que era de Itachi, fue lo único que me dejó antes que nos separaran. De color negro y de pequeñas nubes rojas decorándola. Avance hasta el interior del lugar y las luces me cegaron, la música se hizo mas potente al igual que ese olor a cigarro y alcohol.
―Disculpa― Murmure cuando aquella rubia choco por accidente conmigo.
La chica sonrió coqueta con la bandeja llena de bebidas en la mano pero frunció el ceño al ver mi rostro, yo me escabullí entre la clientela y las meseras que pasaban semi desnudas por el lugar hasta llegar a la barra y note que Danzō, el mismo sujeto que se había llevado a Sakura aquella tarde se acercaba al lugar con Matsuri de la mano, la pequeña ya no lloraba.
―Bienvenida a tu nuevo hogar, pequeña― Comentó sádico.
Las luces se apagaron y aquel reflector ilumino el escenario, a mi se me detuvo el corazón al verla. La boca se me seco cuando ella se paró en medio del escenario y comenzó a dar vueltas en aquel tubo metálico.
Las ganas de matar a Danzō me inundaron.
―Pequeño― Pero no alcance a dar ni dos pasos cuando sentí aquella mano sobre mi hombro ―Estás muy perdido, niñito―
Levante la vista despacio y clave mis ojos en aquel sujeto. Genial. Me habían descubierto.
―No― Negué y señale con la cabeza a Danzō que aún no había notado mi existencia ―Vengo con él―
El sujeto largo una risita baja volteando a ver a su jefe y yo aproveche ese mínimo segundo pada tomar la botella de cerveza y estrellarla en su cabeza. Varios voltearon a vernos y aproveche a escapar entre el tumulto de gente, voltee a verla quizás con la esperanza que Sakura me viera pero ella ignoro el alboroto y siguió bailando. Supongo estaba acostumbrada a esta clase de escenas allí dentro.
―Vuelve aquí, mocoso―
En menos de dos minutos ya varios de esos guardias me seguían, retrocedí unos pasos escabulléndome en el estacionamiento y sentí el tiro atravesar mi hombro cuando voltee a ver si me seguían.
Si. Aún me seguían.
La bala atravesó el lado izquierdo de mi pecho, caí de rodillas en medio del estacionamiento sintiendo como poco a poco la sangre y la conciencia me abandonaban, esos sujetos se acercaron a mi pero el miedo realmente me invadió cuando Danzō apareció.
―Parece que tenemos un invitado― Bromeó arrodillándose a mi lado, corrió la capucha y abrió los ojos sorprendido al reconocerme.
―Déjala ir― Susurre.
Y escuché las risita burlonas a mi alrededor.
―Por desgracia eso no se va a poder― Me contesto y saco aquella navaja del bolsillo, el filo brillo ante mis ojos cuando la acercó a mi ―Tienes tanta suerte, mocoso― Hablo enojado y apoyo el cuchillo en mi herida.
―Ah― Grite cuando sentí como la enterraba en mi herida haciéndola más grande y profunda ―Maldito― Lo insulte casi agonizando de dolor.
Danzō largo una carcajada junto aquellos otros dos sujetos y saco el cuchillo empapado en sangre, metió los dedos en la herida, yo grite casi a punto de desmayarme cuando sus dedos abrieron mi carne y sonrió al quitar la mano con la bala entre sus dedos.
―No te puedes llevar esto― Se burlo enseñándome la bala y se levanto aun con la vista fija en mi ―Agradece que tu hermano ya pidió tu adopción sino tendríamos que matarte― Me amenazo alejándose unos pasos.
―Itachi― Suspire, ya casi no podía abrir los ojos.
―Llévenselo―
Sentí las manos de aquellos sujetos pasar por mi espalda pada levantarme del suelo y me dejaron semi inconsciente sobre el siento trasero, sentí claramente cuando me mal cocieron la herida y me vendaron. No sabía cuánto tiempo llevaba en ese coche cuando escuche el motor encenderse.
―A casa, pequeño―
Otra vez había perdido a Sakura.
.
.
Yo soy solo el condenado a vivir siempre en su mentira.
(Diablo - Beret)
.
.
