La tarde pasaba, tranquila, como lo venía haciendo recientemente. El día había sido de lo más normal, como cualquier día de vacaciones en casa serian. Bajo la sombra de un árbol, en un jardín común y corriente, de una casa común y corriente, en Maida Vale, en Londres, un chico descansaba. Aquel chico tenía el cabello largo, le llegaba un poco debajo de los hombros, era lacio y de color castaño avellana. Veía el cielo con tranquilidad, mientras acariciaba a una gata naranja, que estaba cómodamente recostada sobre su regazo. Hacia un poco de calor, como solo el verano podía traer, así que el chico tenía el cabello recogido en una caleta. De repente, de la puerta de cristal salió una chica, de cabello rubio claro, alta y vestida de verde y negro.
-Liam, ya es hora de comer, ¿vienes? – le dijo tranquilamente la chica
-claro, voy en un segundo – sonrió el chico
El chico dio una rápida mirada al cielo, una última vez, y se levantó cuidadosamente, dejando a la gata en el suelo. Aquel chico era Liam Baker, un adolescente de 15 años, llevaba gafas cuadradas de metal estilo ranurado, que recientemente ya no se quitaba. Anteriormente, solo ocupaba aquellas gafas por la noche, un tiempo después, empezó a utilizarlas ciertos días en los que su visión no estaba tan fina, pero ahora pasaron a ser de uso diario. Liam podía parecer un chico normal, común y corriente, pero tenía una habilidad, era un mago. Hacía un mes y pocos días había cursado su cuarto año en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, y pronto regresaría al colegio, a su quinto año. Liam entro a la casa, acompañado por su gata, Aura, y fue al baño a lavarse las manos, después regreso al comedor.
-todo listo, hijo? – le dijo la señora Baker; la madre de Liam, una mujer igual de castaña que su hijo, y que compartía su habilidad, era una bruja
-si mamá – dijo Liam, asintiendo con la cabeza – ayudo con algo?
-claro, puedes traer los vasos por favor? – sonrió la señora Baker
-por supuesto – Liam sonrió de vuelta y camino hacia la cocina
Adentro de la cocina estaba el señor Baker; su padre, que a diferencia de Liam no tenía poderes mágicos, era lo que los magos llamaban "muggle" pero eso a Liam no le importaba mucho, era un padre excepcional y cariñoso. Su padre servía la pasta a la boloñesa en los platos, blancos y limpios como siempre, y la chica rubia vaciaba agua en los vasos. Aquella chica era Raine Baker, la hermana adoptiva de Liam, ella era mayor que el por un año, y pronto cursaría el sexto año de Hogwarts. A pesar de que fuera adoptada, Liam la quería mucho, como si fuera su hermana de verdad, y lo era, se encargó de recalcarlo a cualquiera que se lo pusiera en duda.
-entonces, yo este par y tu este par? – dijo Liam tomando un par de vasos
-sí, vamos – sonrió Raine tomando otro par de vasos
-ya está todo listo – dijo la señora Baker dejando lista la mesa – solo falta la comida, claro
-y aquí viene – sonrió el señor Baker con dos platos en la mano
-oh, voy por los otros – dijo Liam y entro a la cocina de nuevo
-hmm, me pregunto por qué Tom aun no baja – suspiro Raine
-ya sabes cómo esta últimamente – rio la señora Baker
-sí, necesita salir un rato – dijo Liam entrando con otro par de platos
-voy por el otro – Raine entro rápidamente a la cocina
-TOM! ¡HIJO, YA ESTA TODO LISTO! – grito la señora Baker
En el piso de arriba, una puerta se abrió, y en menos de un minuto, un chico apareció en el comedor. Aquel chico era Tom Baker; el hermano menor de Liam, que también era un mago, y entraría al cuarto año de Hogwarts. Tom tenía el cabello negro, como el de su padre, y un poco lacio, además de tener un pequeño copete que le caía sobre el ojo izquierdo, pero no se lo cubría.
-bien, ya está la familia – sonrió la señora Baker – entonces… ¡provecho!
-provecho! – le siguieron todos
-hmmm, muy bueno – dijo Raine después del primer bocado – cocinas muy bien pa… eh… señor Baker
-tómate tu tiempo – sonrió el señor Baker – algún día podrás decírmelo
-si… lo siento – suspiro Raine – no es que no lo vea como tal, es que… falta un poco
-está bien, no te apresuro – dijo el señor Baker tranquilamente
Raine había perdido a su padre biológico a inicios del año, 2020, y por eso la familia de Liam había decidido adoptarla. El señor Fisher; el padre biológico de Raine, había fallecido lamentablemente por un caso de Viruela de dragón, todavía peligrosa entre los magos. Raine quería mucho a su padre, y su perdida fue bastante grande, pero Liam, Tom, sus padres y sus amigos de Hogwarts habían conseguido ayudarla a sentirse mejor.
-bueno, has avanzado bastante – dijo Liam contento – a mamá le dices… bueno, mamá
-si jaja, realmente lo es – sonrió Raine apenada
-ay, muchas gracias hija – dijo la señora Baker alagada
-ah, vaya día – suspiro Tom
-que pasa hijo? – dijo el señor Baker
-es muy aburrido – volvió a suspirar
-bueno, después de comer que te parece su jugamos un rato? – sonrió Liam
-si! Tenemos una partida de Final Emblem V – dijo Raine animada
-no se… – Tom se llevó una porción de pasta a la boca
Justo en ese momento, una lechuza entro por la ventana, dejo una carta en el plato de Liam y salió volando de nuevo. Liam tomo curioso la carta, generalmente, le llegaban en la mañana, aunque a juzgar por la hora, Liam ya suponía de quien era la carta.
"¡Hola Liam! Soy yo, Dalia de nuevo. ¿Adivina qué? Mi teoría era real, Pinky si estaba preñada, ¡y tuvo bonitos cerditos! Estoy muy feliz, ¡de verdad! Y cuando lo vi en la mañana, corrí a mi escritorio para escribirlo, ¡aquí estoy! Aunque no sé cuándo pondré enviarte esta carta, mamá ya me prohibió usar mi lechuza, dice que te envió muchas cartas, ¡pero no es cierto! ¿Verdad Liam? No sé cómo le voy a hacer para enviarte esta carta… creo que iré al pueblo, hay servicio de correo por lechuzas, solo espero que mamá no se dé cuenta. Ah, y, por cierto, ya casi nos vamos de vacaciones, ¡estoy muy emocionada! Voy a conocer España, ¿me imaginas con un toro? ¡Ole! Espero que tú también salgas de vacaciones pronto. Ah, una cosa más, no envíes respuesta, o no a mí, si no mamá me mata, ¡por favor! Te mantendré al tanto
Con cautela
Dalia Archer
Pd. Saluda a Tom"
Liam esbozo una sonrisa nerviosa y guardo la carta. Dalia Archer era una chica, de la edad de Tom, que asistía igualmente a Hogwarts. Ella era la hermana menor de Jack Archer, el mejor amigo de Liam, que llevaba conociendo desde su primer año.
-quien era? – dijo Raine, curiosa
-Dalia – dijo Liam con una risita nerviosa
-ya me extrañaba – suspiro la señora Baker
-genial, otra carta suya – Tom azotó el tenedor en el plato – en todo el verano no me ha enviado ninguna carta, y resulta que a Liam le envía el pergamino completo
-vamos, no te enojes conmigo – dijo Liam intentando calma a su hermano – además te envía saludos
-ah sí? – Tom alzo la ceja – y que más dice?
-pues… – Liam se quedó callado
-ya, lo sabía – suspiro Tom – le voy a escribir a Sofía
-no puedes cambiar de chica, así como así nada más – gruño Liam – Dalia te quiere mucho
-y bien que me lo demuestra, ¿no? – Tom gruño de vuelta
-pues tu tampoco te esfuerzas tanto – Liam le lanzo una mirada severa a Tom – o acaso le has escrito tu este verano? Porque sara ha estado muy tranquila, eh – Sara era la lechuza de la familia
-pues…
-pues, pues, siempre lo mismo – gruño Liam
-si me dijeras lo que dalia te escribe…
-ese no es mi trabajo – volvió a decir Liam, severamente – no soy tu lechuza, así que será mejor que empieces a hacer un mejor trabajo como novio, o va a venir alguien más y ahí si vas a querer llorar
-PUES…
-YA, basta – grito la señora Baker – Tom, hijo, deberías escribirle a tu novia, seguramente ella este esperando una carta tuya
-pero mamá! – replico Tom
-pero nada, Liam tiene razón, no puedes esperar a que ella haga todo siempre – dijo la señora Baker – eso es lo básico en una relación
-ok, bien! – Tom cruzo los brazos y miro a su comida
Por la ventana entro otra lechuza, le volvió a dejar una carta a Liam. Tom soltó una palabrota y se levantó, furioso, se escuchó un fuerte portazo en el piso de arriba.
-TOM BAKER! – grito la señora Baker – VEN AQUÍ! – pero no respondió – Ok, bien, así lo quieres – dijo levantándose, con una mirada de pretender matar a alguien
-bueno, yo no controlo quién me manda lechuzas – suspiro Liam y tomo su carta
"Hola Liam, como va todo? ¡Aquí todo está muy bien, pronto nos iremos a España! Va a ser un viaje muy emocionante, lo malo es que vamos a ir en traslador, papá propuso en ir en uno de esos transportes muggle, los que van en el cielo, pero mamá dice que es muy arriesgado, ya sabes, por qué no tenemos mucha ropa muggle. Me gustaría que vinieras un rato a casa, pero no sé cuándo vayamos a volver. En fin, te mandaré más cartas, espero poder en España, y si no puedo, entonces espero verte en el tren a Hogwarts.
Jack Archer
Pd. ¿Dalia te ha estado mandando lechuzas?"
Ese era Jack Archer, un chico que los magos llamaban "sangre pura" al igual que lo era Raine. A pesar de eso, ninguno de los dos era un obsesionado con la pureza de la sangre, era, de hecho, lo menos que les importaba.
-EN DONDE ESCUCHASTE ESE VOCABULARIO?! ¡¿EN DONDE?! – los gritos de la señora Baker llegaban hasta el comedor
-yo se los enseñe – susurro Raine apenada – pero no le vayan a decir
-sí, bueno, cuando mamá se enoja no es buena idea decirle… nada – dijo Liam recordando días no tan agradables
-es verdad – suspiro el señor Baker – una vez una señora en el supermercado se peleó con ella por la última bolsa de las galletas que le gustan, y cuando estábamos en el estacionamiento, a la señora le crecieron un montón de granos en la cara
-creo que ya sé que hizo – dijo Liam recordando la vez que una amiga muy cercana le había echado una maldición a una chica de Hufflepuf por qué le dijo "rojita" – ugh
-y no fue lo único, ya en casa me atreví a decirle que se me había olvidado que tenía una junta en el trabajo y que no podía ir por Liam y Tom, no veas lo que me dijo – dijo el señor Baker, con una mirada de miedo
-creo que lo recuerdo – suspiro Liam – no fuimos a la heladería a la que mamá nos llevaba los viernes
-NO METAS A TU HERMANA EN ESTO! – se escuchó
-creo que… yo también me voy a ir a mi habitación – dijo Raine, preocupada, y tomo un poco de agua
El resto de la comida fue silencioso, cuando la señora Baker bajo, nadie dijo nada más. Estaba roja de coraje, y en el techo del comedor se empezaba a formar una nube gris. Liam y Raine terminaron de lavar los trastes, y subieron con cuidado, para no molestar mucho a su madre, que leía agresivamente una revista de moda.
-entonces Pocket Digital Monsters? – susurro Liam en el pasillo
-sí, voy a preparar mi habitación – sonrió Raine, igualmente susurrando
-bueno, voy en un momento… dejemos a Tom solo un rato, creo que necesita descanso – Liam miro la puerta cerrada de Tom, no se veía ninguna luz adentro
Liam entro a su habitación, desconecto su nuevo y moderno teléfono, la versión "X" de la marca, que sus padres le habían comprado por su transformación en animago, un logro que le costó mucho tiempo conseguir. Ah Raine también le regalaron uno, por qué era su primer teléfono, y por haber obtenido un "Extraordinario" en su TIMO de Defensa contra las artes oscuras. A Tom le habían regalado un juego por su cumpleaños, y si bien no era un teléfono nuevo, al menos se lo pasaba muy bien con sus hermanos. Le costaba un poco usar su nuevo teléfono, pues tenía nuevas funciones que Liam desconocía en su teléfono anterior, pero más o menos podía con ello. Fue a su escritorio, en donde estaba su consola portátil, después tomo el estuche del juego más reciente de Pocket Digital Monsters, al que él y sus hermanos eran fanáticos asiduos. Mientras insertaba el cartucho en la consola, Liam observo la fotografía de una chica, en un portarretratos. Era una foto en movimiento, que los magos tanto usaban, y la chica en cuestión era Amanda Hill, una muchacha que hasta el comienzo de su cuarto año estudio junto a Liam. Salió de su cuarto y fue al de Raine, en donde la chica ya tenía almohadas puestas en su cama, perfectamente acomodadas para que se sentarán cómodamente. Se pasaron el resto del tiempo jugando, y un poco más después de la cena, hasta que los dos empezaron a tener sueño. Liam regreso a su habitación, se puso el pijama y se recostó en su cama. Aura, que estaba acurrucada en la silla del escritorio, salto al pecho de Liam y se acurrucó ahí, mientras Liam le daba cariño.
Al día siguiente, Liam se despertó primero que todos, y bajo a la cocina a hacer el desayuno. Cocinar era uno de los talentos de Liam, y una de sus cosas favoritas, tanto, que tenía un negocio con su amigo Jack, en donde los alumnos de Gryffindor le solicitaban platillos varios, y que llevaban haciendo desde su segundo año. Y como siempre, la familia no tardó ni cinco minutos en plantarse en el comedor.
-hoy es 14 de agosto – dijo Liam, a mitad del desayuno – eh… hoy salía un nuevo disco y… eh… me preguntaba si…
-quieres salir? – dijo la señora Baker, de mejor humor que el día anterior
-si… bueno… tal vez… eh… solo? – Liam miro expectante a sus padres
-solo? – la señora Baker vio a su esposo
-claro, ya tienes quince años, no veo por qué no – dijo tranquilamente el señor Baker
-bien! Solo que… bueno… solo tengo galeones – la suerte de Liam había acabado
-ah, bueno, podemos cambiarlos luego – sonrió la señora Baker – bien?
-si! – sonrió Liam y le dio un buen trago a su jugo de naranja
-yo también puedo ir? – dijo Raine emocionada
-claro, vamos – sonrió Liam
-si! – Raine dio un aplauso de emoción
-ejem, Tom, quieres venir? – dijo Liam viendo a su hermano
-ah… eh… no, gracias… yo… no gracias – Tom bajo la mirada
-pronto va a ser el cumpleaños de Dalia… no quieres… ya sabes… comprarle algo? – Liam noto la tensión sobre la mesa
-sí, sí, pero… eh… luego – Tom no alzo la mirada
-ah, ok – suspiro Liam
Generalmente, la relación de Tom y Liam no era tan tensa, al contrario, eran muy buenos hermanos, pero desde diciembre del año pasado, no se estaban llevando tan bien. Pero ya pensaría en eso luego, ahora, Liam estaba emocionado por salir a las calles el solo, por primera vez, o no tan solo, pero sin la supervisión adulta. Así que, cuando termino de desayunar, fue rápidamente a su habitación y se peinó bien, se vistió con su mejor camisa, de color verde a cuadros, y se puso un anillo algo ancho en el dedo anular izquierdo. Raine se puso muy guapa, aún que su maquillaje era mayoritariamente negro, como su ropa, a excepción de su blusa blanca, oculta tras un chaleco de cuero negro.
Los dos chicos salieron a la calle, y cuando Liam cerró la puerta detrás de él, vio la ancha calle, lista para recorrerla. Era un día soleado, con el cielo agradablemente azul, bastante veraniego. Liam le enseño a Raine a cruzar la calle viendo a los dos lados, por qué la chica no era muy asidua a viajar sin simplemente aparecerse, o al menos así lo hacía su padre. Era una sensación muy liberadora el ir por ahí, tanto como lo era hacer magia fuera de la escuela, una oportunidad que tuvo hasta que completo su proceso para convertirse en animago. En cuanto vio el primer autobús, lo tomo, Raine no sabía muy bien que hacer, ni tampoco sabía que en el mundo muggle no se usaban los galeones, así que Liam tuvo que pagar su pasaje antes que el conductor se diera cuenta.
-mira, mira! – decía Raine emocionada apuntando hacia la ventana – que dice ahí?
-es una frutería – río Liam
-ah sí? – Raine se decepciono un poco
-ah, aquí es! – Liam se levantó rápidamente
Las personas pasan tranquilamente, sin inmutarse ante la presencia de Liam y Raine, y ellos tampoco hacían un gran esfuerzo en destacar. Hacía calor, pero inmediatamente después de entrar a la tienda de música, se refrescaron. No había muchas personas, la mayoría de ellas bastante más grandes que los dos chicos. Liam sabía por qué, recientemente los chicos de su edad preferían la comodidad de los servicios en línea, el mismo lo hacía, pero encontraba una felicidad única al comprar la música en físico, aparte de que así no tenía que pagar dinero mensualmente solo por escuchar la música. Raine salto directamente a la sección de música electrónica, un gusto que Liam no le enseño, y no sabía en donde lo había escuchado. Liam fue tranquilamente a el rock, un gusto heredado de su padre. Para su sorpresa, había casetes, y Liam los tomo sin dudar, en casa tenía un Walkman que su padre le había regalado, y lo usaba bastante, tanto que en su estancia en Hogwarts tenía que aplicar un par de Reparo en él.
-ok, Kiss, Bee Gees… que romántico, Queen… bien, siempre hace falta un poco de Queen… ajá, listo, y este disco, serían… veinticuatro libras por favor – dijo el cajero
-ok – Liam empezó a sacar el dinero
-veo que te gustan las antiguas – sonrió el cajero – me sorprendió que no comprarás uno de esos casetes por los que todos están locos últimamente
-cuales? – Liam miro curioso al cajero, no rechazaba ninguna recomendación en cuanto a música se tratará
-oh, este tal… uh… City pop, está muy de moda últimamente, son canciones muy veraniegas – dijo el cajero tranquilamente
-tienes alguna? – dijo Liam reteniendo el dinero en la mano
-sí, aquí tengo… ajá, este casete – dijo sacando un casete de detrás del mostrador – está artista es Anri, no me la piden mucho, pero, uff, si te dijera cuáles me piden
-tienes en donde oírlo? – dijo Liam intrigado
-sí, este radio – dijo apuntando a su lado, en donde estaba un radio que se notaba acababan de arreglar hace poco tiempo – permíteme
El chico abrió la ranura de los casetes y se aseguró de insertar bien el casete. Lo encendió y le dio al botón Play. Sonó el inicio de la canción, eh inmediatamente Liam sintió un impulso de bailar. Efectivamente, la canción era bastante veraniega, apuntaba a bailar animadamente, aún que la letra no se entendiera muy bien por qué estaba en japonés, lo único que Liam podía entender era una línea, que decía "Good bye Boogie Dance."
-Ok dámelo – dijo Liam inmediatamente – que más tienes?
-pues si te gusto jaja – río el cajero – tengo a los artistas más populares, Mariya Takeuchi, Tatsuro Yamashita, Anri, Mai Yamane, todos esos
-todos son japoneses? – Liam río un poquito
-sí, aún que algunos cantan en inglés, bien, ¿cuáles quieres? – sonrió el cajero
Liam se fue de ahí con un montón de casetes nuevos, que el chico de la caja le había dicho importo de Japón. Al final solo compro el disco nuevo, y dejo todos los casetes que había tomado al inicio. Raine compro, o más bien, Liam pago, un par de discos de música electrónica, de la más tranquila. El chico se entretuvo viendo las portadas de los casetes, con los artistas y el título del álbum. No veía la hora de llegar a casa, sin embargo, cerca había una tienda de videojuegos, y Liam, nada tonto, fue junto a Raine a ver lo que había.
-mira, que tal este? – dijo Raine apuntando a un juego titulado Nario Kart 8
-pero… cuesta 40 libras – dijo Liam apenado
-y cuantos tenemos? – pregunto Raine tomando el juego
-50 libras, y tenemos que tener para regresar – suspiro Liam
-podemos hacer… eh… bueno – Raine bajo la voz – cómo mamá
-cómo mamá?
-sí, quiero decir, como mi… como la esposa de papá – gruño Raine, no le caía muy bien esa mujer – ya sabes, lo de alzar la varita
-tienes tu varita? – dijo Liam sorprendido
-sí, siempre hay que salir con ella – contesto Raine tranquilamente
-hm, bueno, sí, yo también la tengo la verdad – río Liam – pero no sé si… bueno la verdad no sé qué hizo esa mujer
-yo tampoco, deberíamos de preguntar a mamá – Raine miro el juego – pero lo podemos comprar? ¿Sí?
-veamos más juegos – sonrió Liam – quisiera jugar algo con historia, últimamente solo jugamos juegos de acción
-si… tienes razón – suspiro Raine – no creo que salgamos de vacaciones, así que… bueno, necesitamos pasar el tiempo
-Jack se va a ir a España y yo aquí – Liam se encorvó un poco – seguro conoce a una chica guapa, y le dice "Hola mi amor" – dijo en español, sabía hablarlo por qué su compañero de habitación, Sebastián García Serrano, era latino – yo también quiero viajar y conocer a una chica guapa
-jaja, pero y que pasa con la Huroncita? – río Raine y dejo el juego en la estantería
-ella también está de viaje – suspiro Liam y se enderezó de nuevo – todos lo están menos nosotros
-necesitamos un descanso – Raine se sacudió un poco el cabello
-además, imagínate encontrar a un chico guapo que se enamore profundamente de ti – sonrió Liam mientras caminaba hacia los juegos con historia
-ay, si, por favor! – dijo Raine ilusionada
-ok, imagínate esto, la playa, la arena, el sooool – Liam romantizo un poco su voz – un chico alto y castaño, que se te acerque y te diga "Raine, te amo, te amo tanto como el sol ama a la luna"
-Ay, basta, basta – dijo Raine sonrojada – ay, el amor es tan bonito
-jaja, claro – sonrió Liam y tomo un juego titulado Danganprenda – hmmm, a ver… oh, aquí van a una escuela, al parecer
-son muchas chicas – suspiro Raine viendo la parte trasera del estuche – seguro te harías amigo de todas
-no es cierto – dijo Liam intentando defenderse, aún que, por alguna razón, siempre terminaba haciéndose amigo de una chica
-y mira está – dijo apuntando a un personaje dibujado con estilo Anime – no te parece que tiene mucho pecho?
-pues si – Liam vio a aquel personaje y apartó la mirada – bah, veamos otro
-hmmmm, a ver… ah, mira – Raine tomo otro juego, se titulaba Doki Doki Anime Club – también son chicas
-son cuatro nada más – Liam miro la portada, era de color rosa y con puntitos
-veamos otro – dijo Raine y volvió a dejar el juego – uh, mira – Raine le enseño un juego titulado People 5 R – este se ve muy bien, además es el cinco, al parecer
-tenderemos que jugar a las otras cuatro partes? – río Liam
-no lo creo, ya vez como son, como con Final Emblem V – suspiro Raine – a ver… dicen que van a una escuela… ajá, ajá, pues yo lo veo muy interesante
-se ve bien – Liam presto atención al resumen del juego
-además, es la quinta entrega, y vas a entrar a quinto año, coincidencia, ¿verdad? – río la chica
-jaja, está bien, vamos a pagarlo – sonrió Liam y fueron a la caja
Salieron de la tienda con una sonrisa de satisfacción en la cara, y se pusieron en camino hacia su hogar. Había sido un día genial, pensaba Liam mientras iba en el autobús, descubrió un nuevo género de música y hasta compro un nuevo juego, todo gracias a las jugosas ganancias de "Delicias Baker", el negocio de Liam y Jack.
Liam y Raine se sentaron a descansar en las bancas del pequeño parque de juegos infantiles, ya en la zona residencial de Liam. Hablaban animadamente sobre el día, hasta que una voz, muy molesta, llamo a Liam por su apellido.
-eh, Baker! – dijo un chico, alto y robusto, a la distancia, a sus lados tenía a dos chicos más bajos
-ugh, otra vez – suspiro Liam
-los conoces? – dijo Raine confundida
-son abusones – dijo Liam, incómodo
-hola, Baker, hace mucho no te veo por aquí – dijo el chico robusto con una sonrisa maliciosa – lindo cabello, al fin decidiste convertirte en una chica?
-cállate, Spooner – gruño Liam
-oh, aprendiste a hablar – río el chico, y los otros dos le siguieron – que estuviste haciendo? ¿Jugando con tu amiguito Louis?
-te dije que te calles – Liam se paró de un salto y encaro a el chico, que era más alto que el
-tu no me vienes a callar, Baker – dijo el chico de mala manera
-apártate, mocoso – Raine se levantó, media lo mismo que el chico
-oh, hola hermosa, Baker, por qué no me presentas a tu amiga? – dijo el chico, poniendo cara de presumido
-es mi hermana, idiota – gruño Liam
-oh, pues qué bonita hermana tienes – río el chico
-bonita va a ser la paliza que te voy a dar, estúpido – dijo Raine con voz seria
-ja, una chica ganándome? – río el chico
-si me buscas, me encuentras – Raine saco la varita y apunto a el cuello del chico
-qué es eso? – río animadamente el chico – jaja, acabas de comprar un juguete nuevo y me vienes a amenazar con eso?
-Raine, guarda eso – dijo Liam rápidamente, y Raine guardo la varita
-que valiente te has vuelto, Baker – dijo el chico mirando a Liam – valiente, o estúpido
-YA! – Liam le dio un puñetazo a el chico en la cara
-es estúpido – el chico se llevó la mano a la nariz, Liam se la rompió, alzo el puño y le encesto un puñetazo a Liam en la mejilla
-te vas a arrepentir! – Liam se lanzó y le dio otro puñetazo a el chico en la cara, después uno de sus amigos agarro a Liam, pero Raine le dio un puñetazo a ese chico y soltó a Liam, que no tardó en darle otro golpe al chico
Empezaron a pelear, bastante fuerte. Liam se movía más rápido, por una evidente diferencia de peso, pero cuando el otro chico le daba un golpe, sí que le dolía. Raine se ocupó de quitarla a los otros dos chicos a Liam, fue bastante sencillo, por qué no agredieron nunca a Raine. Liam tenía el labio partido, y le escurría bastante sangre, pero el otro chico tampoco estaba limpio, pues la nariz le sangraba a chorros y su ojo estaba morado e hinchado. Finalmente, Liam le dio el golpe final, nuevamente en la mejilla, y el chico cayó agotado.
-ah, ah, idiota – Liam tomo aire, cansado
-hm, curioso – Raine miro al chico
-eres un estu…
-ya cállate – Liam interrumpió a el chico – no vuelvas a decirme así, o vuelvas a molestarme
-no se en donde te has metido – suspiro el chico en el suelo – sí que has cambiado
-idiota – le volvió a decir Liam
Liam le dio una última patada al chico en un pie y tomo las bolsas de sus compras. Se fue junto con Raine y dejo a los tres chicos tumbados. Afortunadamente, la varita de Liam seguía intacta, y si no fuera por qué ya no podía hacer magia fuera de la escuela, les hubiera lanzado varias maldiciones, entre ellas su hechizo favorito, Flipendo. Entro a la casa y dejo las cosas sobre el sillón, después fue a la cocina, necesitaba algo de agua.
-Hola hijos – dijo la señora Baker guardando algunos platos – cómo les… Liam!
-hola – suspiro el chico y tomo un vaso
-que te paso?! – la señora Baker saco la varita rápidamente
-peleo con… bueno no se su nombre, unos idiotas – dijo Raine tranquilamente
-no sacaste la varita verdad? – dijo la señora Baker viendo la cara de su hijo
-no mamá – dijo, cansado
-bien, eran ese tal Spooner y sus amigotes? – gruño la señora Baker
-aja
-caray, llevan molestándote desde preescolar, que no se cansan? – suspiro la señora Baker – Episkey!
-AUCH! – el labio de Liam le dolió por un segundo, pero al instante dejo de sangrar, y el cachete se le empezó a desinflamar – da igual, les di su merecido
-sí, estuvo genial, mamá – dijo Raine contenta – le dio un montón de golpes, zas, hasta yo les di su merecido a sus lacayos
-jaja, ay niños – río la señora Baker – no se metan en problemas jaja, en fin, me alegro que lo hayas hecho, si las palabras no funcionan con ellos, pues se lo buscaron
-se lo merecían! Y por Tom también – gruño Liam
-lo sé, lo sé – sonrió la señora Baker – Aguamenti – el vaso de Liam se llenó de agua
-gracias – suspiro Liam y tomo la fresca y deliciosa agua
-ahí está, y te quejabas de no ser gryffindor – la señora Baker vatio la varita y los trastes se guardaron solos
-tal vez lo sea – Liam dejo el vaso en la barra de la cocina
-bueno, y aparte de eso, como estuvo el viaje? – sonrió la señora Baker y se apoyó en la misma barra de la cocina
-compramos un montón de música, bueno, Liam lo hizo – río Raine – y compramos un juego
-un juego? – la señora Baker se levantó – es muy largo?
-bueno, es de los que tienen historia – dijo Liam tomando otro tragó de agua
-oh…
-está mal? – dijo Raine preocupada
-no, no jaja – la señora Baker río nerviosa – vayan a jugarlo
-voy por Tom – Liam dejo el vaso de agua – puedes prender la consola Raine?
-por supuesto – dijo la chica sin ninguna objeción
Liam subió las escaleras, podía ir a lo lejos el tecleo de su padre, en su despacho, seguramente haciendo algo de trabajo en línea. Tocó la puerta de Tom, espero un momento y el chico salió, con el cabello desarreglado y algo que Liam no alcanzaba a distinguir en su escritorio.
-que te paso? – dijo Tom sorprendido
-recuerdas a Spooner? – dijo Liam, con una sonrisa de triunfo
-claro – suspiro, cansado – te lo volviste a encontrar, ¿no?
-sí, pero Raine y yo le dimos su merecido – río Liam – lo hubieras visto, era tan pesado que no se podía mover
-jaja, me hubiera gustado verlo – sonrió Tom – no sé qué tenía ese tipo con nosotros, la verdad me alegro de quitárnoslo de encima
-ojalá encontrarlo a los diecisiete – Liam adopto una pose de combate y saco la varita – se ganaría sus buenas maldiciones, no crees?
-jaja, me gustaría verlo con piernas de gelatina jaja – Tom río animadamente
-a mí también – sonrió Liam – ay, bueno… ah, compramos un nuevo juego, quieres venir?
-un nuevo juego? – Tom miro un momento a su habitación – hmmm, ah, ok, voy en un momento
-bien, te esperamos! – Liam fue hacia la planta de abajo
Tom bajo a los cinco minutos, ya cuando el juego estaba bien puesto en la consola. El juego consistía en un joven, presuntamente un delincuente, que viajaba a los barrios de Tokio por algo que Liam no entendió mucho. La hora de cenar llegó, como siempre, y la familia se sentó a disfrutar del cálido té y las galletas.
-… y por eso la snitch acaba el juego – termino de explicar la señora Baker
-vaya, no sabía que se hacía con un animal – dijo Liam sorprendido – ojalá poder decírselo a Emma
-mándale una lechuza – dijo Raine tranquilamente
-no se en donde se está quedando – suspiro Liam – y ella tampoco me ha escrito
Liam se refería a Emma Brown, una chica alegre y optimista, bastante energética y divertida. Era su mejor amiga, y más recientemente, su novia.
-hablando de eso – el señor Baker se aclaró la garganta – tenemos algo que decirles niños
-su padre y yo estuvimos hablando y… – la señora Baker hizo un tono de anuncio importante – nos vamos de vacaciones!
