Nuestra historia comienza con una inocente muchacha pelinegra, quien creyó que un te amo era equivalente a entregarse completamente a una persona a pesar de haberla conocido hace tan solo un par de meses.
No tenía justificación , debió de sospecharlo a penas lo conoció o esos toqueteos subidos de tono durante sus besos le hubieran dado un indicio de cuáles eran sus verdaderas intenciones. Pero no fue así, cayo como idiota ante el primer chico que le prestó atención , ignoro todo lo extraño que observaba y decidió entregarse a él .
Grave error.
Que se entregó a él , por supuesto
Y se arrepintió por ello a las pocas semanas.
.
.
.
-Tres veces te engañe por coraje, por capricho y la tercera por placer
-No digas idioteces Karin , ignorémoslo y eso es todo-
-Tres veces te engañe idiota y ¿aun quieres estar conmigo?
-Estamos casados, podemos solucionarlo-
-Ese no es el problema. La cosa es , que después de esas tres veces no quiero volverte a ver-
.
.
.
Tiempo actual.
-Soy una estúpida- con la cabeza apoyada en la barra de un bar del cual ni su nombre recordaba- Tráigame otro tequila por favor-
Hizo el ademan para llamar al cantinero . Él se acero y le lleno el vas tal y como pidió. Karin s lo agradeció y se lo tomo de un sorbo, le ardía completamente la garganta , pero al menos hacia que su cerebro se concentrara en eso y por un segundo dejara de pensar en lo idiota que fue.
Si su madre la viera en esta situación se avergonzaría de ello y su padre... Posiblemente viajara desde Japón con tal de partirle la cara a su esposo. Como los extrañaba , en estos momentos más que nunca se arrepentía de haber dejado su país natal y venir a Italia con Yukio.
-Otra por favor- el cantinero parecía estar acudiendo al llamado de la pelinegra cada 5 minutos – No , sabe que, mejor déjeme la botella. Yo me encargo- le arrebato la botella y continuo .
Eran aproximadamente las 11 de la noche. No se había movido de ahí desde las 8 , se sorprendía de aun estar pensando y no vomitando por todo el lugar. Quizá el tequila no era tan fuerte.
Cualquiera que la va se reiría de su estado. El vestido negro que en la mañana estaba pulcramente planchado y ajustado a sus curvas , ahora estaba todo desarreglado , los botones del pecho estaban en medio camino y su cabello perfectamente amarrado en una coleta alta ahora estaba suelto tapando algunas facciones de su rostro.
Karin Kurosaki de Voralberna , dueña de la mejor casa de modas de la ciudad , se había enterado hace menos de 12 horas que su esposo le fue infiel con una de sus socias de la empresa . Lo peor de todo , que se lo había gritado en la cara.
¿Tan poco valía como mujer?
Era consciente de que su relación no pasaba por buenos momentos en ese instante. Podía justificar que la hubiera engañado por un breve periodo de tiempo , al menos durante los 5 meses que ellos actuaban indiferentes uno con el otro.
Pero el hijo de perra la había engañado por dos años , dos putos años.
Se iba a servir otra copa más , cuando cayó en la cuenta que la botella de tequila estaba completamente vacía . Eso fue rápido.
-Se-señor, otra botella más- Recién comenzaba a sentir los estragos del alcohol . El cantinero la miro con pena, podía ver el anillo de diamante resplandeciendo en su mano izquierda , así que intuía por lo que estaba pasando. Normalmente cuando veía que sus clientes ya estaban en esas condiciones los obligaba a salir del bar. Pero él sabía perfectamente lo que era estar así por culpa de tu pareja. Hitsugaya Toshiro había pasado por lo mismo , más o menos , bueno , quizá no era exactamente lo mismo pero sabía lo que era llorar por la persona que amas, por única vez apoyaría a que ella desahogara sus penas.
Le entrego la botella y dejo que ella continuara.
-¿Mal día?- pregunto acercando una silla al frente
-El peor- se sirvió uno más – Soy una idiota ¿Quién no se da cuenta que la estaban engañando por más de 2 años?
El peliblanco se sorprendió y dijo- Si , lo eres.
Ella lo vio mal-Gracias por el apoyo.
-Creía que las mujeres eran más perspicaces que eso-
-Lo siento creo que fallo como mujer en eso. Tengo un niño de 8 años que cuidar y un negocio que no puedo dejar a la deriva para saber si el idiota de mi esposo se lanza sobre cualquier persona que le abra las piernas-
-¿Cuánto tiempo llevaban juntos?
-10 años y 9 de casados
-Eres idiota por no poder encontrar el equilibrio que necesitabas-
-Puede ser...
-Eres una tonta por que en vez de arreglar las cosas con tu marido estas alcalizándote en un bar de mala muerte. Bravo , mujer y madre modelo-
-¡Oye! No-no es así. – bueno , quizá si-
-¿Dónde está tu hijo?
-Cada año su escuela lleva a los niños a un campamento en la ciudad vecina , regresa en dos semanas-
-¿Qué le dirás en cuanto llegue?
Ella se dio cuenta que no tenía las palabras exactas para decirle que su padre era un reverendo imbécil que la engaño y que posiblemente termine castrándolo para que sepa controlarse.
-No tengo la menor idea-
-Los niños pequeños son los que más sufren por las idioteces de sus padres. Compadezco al niño , tiene un bastardo como padre y una alcohólica como madre.
Ella le dio un golpe en el brazo-¡No soy una alcohólica! Para tu información no bebo así desde que quede embarazada de Yuu-
-Digamos que te creo y que no te serví ya una botella de tequila a la cual veo que no estas agonizando o con la cara pegada al inodoro.
-Tengo buena resistencia al alcohol- el sake japonés no era cosa de niños , su hermano la había convertido en esto.
-No pareces mujer , bebes como bárbaro-
-Me vale mierda , no tengo la más mínima razón para escucharte-
-Pero lo estás haciendo , señora –el peliblanco la estaba retando y si conocía en algo a las mujeres con carácter era que odiaban eso. Y lo peor que podía hacer era meterse con su edad ¿acaso no sabía que las mujeres odiaban que les recordaran su edad, las hacía sentir
-No me llames señora , tengo 28-
-Y yo 23, a mi lado si eres una señora, señora-
Ella lo vio sorprendida , puede que su vista está algo mal por el alcohol ingerido , pero ese chico no parecía de 23, aparentaba su edad.
-No pareces de 23 –
-Me lo dicen seguido
Las preguntas iban y venían entre los dos, el peliblanco era buen oyente y ella tenia mucho que decir, normalmente era alguien cerrada con las personas que acababa de conocer , pero con el podía hablar de forma tan natural , que se dejó llevar.
-... así que lo encontraste con la otra?- pregunto el peliblanco mientras recogía las sillas y las colocaba sobre las mesas, estaba a punto de cerrar , era cerca de la 1 de la mañana y en el lugar solo estaban los dos –
-Creo que hubiera sido mejor eso-
-Masoquista , ¿Qué tienen las mujeres con torturarse así? Es estúpido –
-Estúpido o no , era mejor eso a como lo supe. Al menos si los hubiera visto podría haber ahorcado a Yukio en ese preciso momento , pero ahora no tengo excusa para hacerlo- Ella comenzó a ayudarlo también , colocaba las sillas y ordenaba unas mesas
-¿Quieres ahorcarlo?
-Quiero hacerlo pedazos , le di mis mejores años al imbécil oxigenado y el solo vino a casa durante el almuerzo a decirme que me había sido infiel con Riruka ¡así nada más! Solo entro al recibidor , me vio y lo soltó ¡ah! Y para colmo de males el idiota la embarazo.
-Es tu culpa por enredarte con un idiota- tomo un trapo de su bolsillo y limpio una mesa en la esquina.
-No eres de mucha ayuda-
El peliblanco la vio y ella cayo sentada en la banca más cercana- No tienes idea de lo que es sentirse traicionada ¿verdad?
-No seas estúpida ,a todos nos han hecho daño aunque sea una vez.
-¿Incluso a ti?
-Sobre todo a mí-
El peliblanco decidió acercarse a ella , después de todo que importaba si se quedaban un par de minutos más . No había nadie.
-Yo no fui tan imbécil como tu esposo , yo si adoraba a mi novia . Pero no me di cuenta el momento en que la perdí, únicamente se fue. Decidió dejarme después de estar juntos por 6 años, y dolió como no tienes idea.
-Lo siento por eso-
-No quiero tu lastima- la tomo de las manos- quiero que entiendas que no podemos depender de cualquier persona , menos de una de la que no estamos seguros. Siéntete feliz porque tienes a tu hijo , cuando ella se fue yo me quede en la deriva , no tenía a que o a quien sujetarme-
-Pero saliste solo
-Algo así - el suspiro- A pesar de todo , creo que estoy mejor sin ella.- y se pasó una mano por los cabellos-
-¿Cómo lo hiciste?- pregunto ella- Si la querías , cómo haces para olvidarla-
-Eso es sencillo - del bolsillo de su pantalón trasero saco una caja de cigarros, se puso uno en la boca , lo encendió y continuo- Buscas a alguien que lo reemplace.
Ella lo miro y rio-Estas de broma, no me enredare con alguien solo para sacarme a Yukio de la mente-
-Puede que de la mente no , pero te garantizo que tu piel no lo extrañara. En estos casos , el hombre es un ser tan primitivo que el satisfacerse sexualmente será el primer paso para que tu mente lo haga-
-Interesante...
-Después de eso, sacarlo de tu mente será cosa sencilla-
-¿Y qué recomiendas?- se cruzó de brazos- ¿Que salga a fuera y agarre con cualquier persona que tenga en frente?
-Si él lo hizo ¿por qué tu no?- la reto- Además , no tienes que salir de aquí si lo deseas-
-Me llamaste señora ¿Crees que caeré tan fácil?- ella sonrió con picardía, este muchacho le agradaba y debía admitir que no estaba mal.
-Por supuesto , todas lo hacen-
En un movimiento rápido la tomo de la mano he hizo que esta se sentara sobre su regazo.
Puede que sea el efecto del alcohol que quedara en su organismo o que su acompañante sea condenadamente atractivo , porque en el preciso momento en el que sintió el aliento del peliblanco rozar con su cuello perdió la noción. Era diferente , con Yukio todo era demasiado rápido como para describir las sensaciones que sentía, en cambio con él , cada caricia era diferente.
Aunque sea por el resto de la noche , se permitió dejar de pensar en lo horroroso de su vida , en su marido , en su engaño. Se dejó seducir por los encantos del peliblanco , por su voz , por todo su ser.
Puede que estuviera enojada , en realidad estaba furiosa cuando llego al bar , ese coraje que tenía lo mantuvo dentro suyo por horas , pero ahora ese enfado se estaba derritiendo ante la calidez del cuerpo que estaba a su lado.
Bueno , un engaño por los dos años de su marido , no era tan malo o eso creía ella.
.
.
.
