Hola, gracias por entrar leer la actualización de este viejo Fanfic, si te encanta tanto como a mi la pareja de Naruto y Hinata, esta historia te agradará, es 100% naruhina.

Capítulo XIII

Hinata no sabía cómo habían llegado a sentarse a la banca del parque donde antes estaba Naruto, lo que si sabía era que ese beso de cumpleaños se había convertido en una sesión de besos de la que ninguno de los dos quería terminar, pero debían hacerlo.

Al separarse un poco, abrir sus parpados y ver que unos ojos de color azul brillante la veían de vuelta de una forma tan intensa, eso era dicha pura, no podía imaginar un solo día de su vida sin ver esos ojos azules. Y a Naruto le pasaba de igual manera, al ver esos ojos perla, tan raros y únicos que lo veían como si él fuera lo más increíble en el mundo, lo hacía sentir en verdad increíble, como si pudiera hacer cualquier cosa que se propusiera. Sin pensarlo dos veces ambos se fueron acercando de nuevo los escasos centímetros que se habían separado y volvieron a juntar sus labios por… ¿Cuántas veces ya? No lo sabían, habían perdido la cuenta después de diez. En ese momento solo existían ellos dos.

Pero un grito furioso que sonó muy cerca los hizo separarse de golpe "¡Hinata!" ambos voltearon para ver a la persona que había gritado y a Hinata se le fue la sangre a los pies, sintió un escalofrió helado recorrer toda su espalda y sintió completo terror, de alguna manera logro levantarse con sus piernas temblando y pararse frente a Naruto tratando de protegerlo, pero sabía que no podría hacerlo "N-N-Neji… ¿Qué…?" pero ni siquiera pudo terminar la pregunta porque Neji ya había llegado frente a ella, la había tomado de los brazos fuertemente y la movía de adelante hacia atrás mientras le gritaba con una mezcla de preocupación, desesperación y enojo "¡¿Qué mierda estás haciendo?! ¡Hinata! ¡¿Qué haces?!" los ojos de Hinata se llenaron de lágrimas mientras la movía, no sabía que responder, no se suponía que Neji estuviera ahí ¡Dios, todo iba tan bien!

Naruto al notar como trataban a Hinata de inmediato se levantó también y detuvo al chico que la agitaba, sabía quién era, lo conocía muy bien "Neji, detente, la lastimas" dijo mientras lo tomaba del brazo para que dejara de moverse. El castaño pareció darse cuenta del chico rubio y al verlo, exploto. "¡Maldito!" gritó para justo después soltar a Hinata y sin pensarlo darle un puñetazo justo en la cara al ojiazul quien cayó al suelo muy bruscamente ¿Cómo no vio venir eso? Después sintió como se le subía encima y un par de golpes más en su rostro. "No Neji ¡detente!" escucho gritar a Hinata, pero ella poco o nada podía hacer contra su primo. "¡Neji! ¡No lo hagas!" escucho la voz de otro hombre y como de pronto los golpes se detenían. "¡Neji! ¡No!" esta vez era la voz de una chica la que grito.

"¡Suéltame Lee!" grito Neji a su amigo que trataba de tomarlo de los brazos por detrás. "¡no lo hagas!" respondió Lee sin soltarlo "¡que me sueltes!" insistió desesperado el ojiperla, "¡No!" respondió el chico de cejas pobladas "¡voy a matarte Namikaze! ¡Te matare! ¡¿Qué mierda le hiciste a Hinata?! ¡¿Por qué ella?! ¡Maldito!" gritaba mientras era levantado por la fuerza y alejado de Naruto quien sangraba en el suelo.

"Naruto" sintió de inmediato como las pequeñas manos de Hinata se colocaban temblorosas sobre su pecho y lo movían despacio "Na-Naruto…" Sollozó "d-despierta" estaba despierto, no podía sentir la cara y sabía que lucía terrible, podía sentirlo, sangre en su rostro. Lo que hizo en respuesta a la petición de Hinata fue levantar su brazo, tomar la mano de la ojiperla y abrir un poco su ojo derecho e intentar sonreírle, pero lo único que pudo hacer fue una mueca de dolor. Pudo ver el rostro húmedo de Hinata por las lágrimas y una mirada de completa preocupación, quería decirle que estaba bien, pero no creía poder hablar en ese momento, así que trato de levantarse un poco y Hinata al ver su intención trato de ayudarlo.

"¡Hinata! ¡Aléjate de ese imbécil!" grito Neji, no podía creer que su prima actuara de esa manera, ¿es que acaso olvidó de lo que son capaces los Namikaze?, ¿todo el daño que pueden causar?

Mientras tanto en la fiesta del cumpleañero ausente, Sakura se paseaba por toda la casa tratando de buscar a Naruto, hacía ya mucho tiempo que se había ido a quien sabe dónde y aun no regresaba, estaba comenzando a preocuparse un poco.

Le preguntaba a una que otra persona si había visto al rubio, pero o no sabían, o la música era demasiado fuerte para escucharlos o estaban tan borrachos que no les entendía ni una palabra, comenzó a dirigirse fuera de la casa, fuera del bullicio, saldría a buscar a Naruto, sabía que a unas cuadras había una tienda de conveniencia y un poco más allá había un parque, por ahí podría comenzar.

- ¿A dónde vas? – escuchó a esa voz fría que tanto había amado, pero siguió caminando. – Sakura… ¿A dónde crees que vas? – se detuvo un segundo y le lanzó una mirada molesta.

-No te importa a donde voy, no hagas como si te importara, pero si tanto quieres saberlo, iré a buscar a Naruto, se fue hace mucho tiempo y estoy comenzando a preocuparme. – dijo para después continuar caminando por el jardín hacia la entrada principal.

-No, no puedes, es más de media noche, no es seguro ahora. – le respondió mientras la seguía unos pasos atrás. Ella solo trató de ignorarlo, y siguió caminando. – y siempre me importaste… - susurró el chico de ojos negros, ella paró en seco con una mirada sorprendida que él no podía ver, pero se la imaginaba, se detuvo detrás de ella.

Por unos segundos ninguno dijo nada, ni se movieron, hasta que el azabache continuó. – vamos, regresemos. – a lo que la ojijade se giró bruscamente quedando frente a él, quien solo vio sus ojos que transmitían pura ira.

- ¿Cómo te atreves a decir eso? – preguntó con cinismo. – yo nunca te importé, solo me utilizaste. – el chico solo lanzó un profundo suspiro, aquí iban de nuevo.

-te dije desde el principio lo que yo quería, tu aceptaste. – le respondió cortante. Los ojos de la ojijade se comenzaron a llenar de lágrimas, sí que lo dijo, desde el principio le dijo que solo quería una relación física, pero ella y su tonta ilusión hicieron que deseara más, hicieron que pensara que él desearía más que solo eso, pero no, no fue así. – y eso no quiere decir que no me importaras. – continuó en un susurro el azabache, volteando su rostro al suelo.

De los ojos de la peli rosa salieron un par de gruesas lágrimas y luego su mirada cambio a una molesta – eres un… - susurró apretando los dientes. – ¿por qué siempre haces eso?, ¿por qué eres tan frio conmigo, pero después dices esas cosas? ¿Por qué no eres capaz de mirarme a los ojos y decirlo? – exclamó mientras se acercaba a él, estirando los brazos y tomando su camisa a la altura de su pecho arrugándola con fuerza. El no se inmutó y seguía con su rostro agachado haciendo que su cabellera negra cubriera parte de él, sus ojos, no quería ver esos ojos verdes.

- me asusta…. – susurró apenas en un hilo de voz y se sorprendió a si mismo diciéndose ese pensamiento, estaba seguro que ella pudo escucharlo porque aflojó su agarre. No era que no la quisiera, no era que de alguna manera él no haya llegado a apreciarla, a importarle, a… no lo diría, ni a si mismo, le temía a ese sentimiento, por alguna razón le asustaba tanto el perderlo que prefería no llegar a sentirlo.

El silencio de la ojijade lo inquietaba. – vamos – dijo de nuevo para después soltarse de su débil agarre, dar media vuelta y comenzar a caminar hacia la casa nuevamente.

-te dije que iré a buscar a Naruto – respondió despacio para después girar hacia el lado contrario.

- ¿de verdad me harás acompañarte? – se quejó débilmente el pelinegro mientras regresaba a caminar detrás de ella, siguiéndola.

-nadie te esta pidiendo que me acompañes. – respondió cortante. Él solo lanzó un suspiro y siguió caminando, atravesaron el gran jardín delantero y ya estaban fuera de la casa, sobre la calle cuando vieron un par de luces de un auto que avanzaba muy rápido y se detuvo justo frente a la casa del rubio, ellos se detuvieron también para observar. Reconocieron el auto de uno de sus compañeros de clase, pero los exalto que éste y el copiloto salieron rápidamente del auto y se dirigieron a la parte de los asientos traseros.

- ¡Hey! Chicos, ¡ayuda! – exclamo uno de ellos al verlos cerca. - ¡es Naruto! ¡Está herido!, lo asaltaron!

Los ojos de Sakura se abrieron con sorpresa y después corrió hacia ellos y Sasuke detrás de ella.

-FLASH BACK -

- ¡Hinata! ¡Aléjate de ese imbécil! – pudo escuchar a su primo gritar molesto. Pero ella estaba sosteniendo a Naruto, lo tomaba de la cintura y el rodeaba su brazo por los hombros de ella, respiraba un poco agitado, quizá por el dolor.

-Neji… por favor… - susurró la chica apenas aguantando el llanto.

-ese maldito te lavó el cerebro, ¿Qué acaso no lo recuerdas? ¿Lo que su familia le hizo a tu madre y a mi padre?

-Neji, hermano, no es así, por favor escúchame. – hablo con un poco mas de calma, deseaba explicarle a Neji todo lo que sabia ahora.

- ¿Cómo que no es así?, maldito bastardo, ¡¿qué le has hecho a Hinata?! ¡Te matare! – exclamo furioso nuevamente mientras hacía ademán de acercarse a ellos.

-Neji, no, ya para – dijo Lee poniéndose enfrente de Neji estirando sus brazos para detenerlo por los hombros.

-quítate Lee, muévete o te daré una paliza a ti también –

-tendrás que hacerlo… no dejare que sigas haciendo eso, ese chico ni siquiera se defendió. Le destrozaste la cara, creo que fue suficiente. – le respondió el pelinegro igual de serio que el castaño.

Hinata estaba aliviada de que Lee estuviera ahí, no sabría que pasaría sin él, ella no seria capaz de detener a Neji. Volteo a ver a Naruto que la tenia abrazada fuertemente para sostenerse, pudo ver su rostro golpeado, tenia una herida en su labio y un ojo comenzaba a hincharse, de inmediato su corazón se encogió y una mirada de profunda preocupación apareció en su rostro. Naruto la observó. – estoy bien, esto no es nada, tranquila. – habló despacio para después sonreírle como solo él sabia hacerlo, pero el dolor lo traicionó y terminó haciendo una mueca que hizo que Hinata lo terminara de abrazar suavemente. – l-lo siento…. – susurro entrecortadamente por el llanto que ya no pudo seguir reprimiendo.

A pesar del dolor que sentía, Naruto disfrutó el contacto tan cercano de Hinata con él, le correspondió el abrazo con la misma suavidad y habló – tranquila… estoy bien.

-¡Maldito bastardo! ¡suéltala! – se escuchaba al fondo, con la voz de Neji aun exaltado.

Ellos aflojaron poco a poco su agarre. Y ambos voltearon a verlo.

-Naruto … perdóname – tenía que irse, debía aclarar las cosas con Neji para que no se hiciera más grande, tendría que convencerlo de que quizá todo lo que sabían era una mentira. Naruto la miró a los ojos con tristeza. – lo sé… entiendo – susurró el ojiazul, de verdad lo entendía, no quería que ella se fuera, pero, ese tal Neji no escucharía razones en este momento.

Cuando sintió que le cuerpo de Hinata se separaba por completo del suyo, casi fue más doloroso que los golpes que tenia en la cara, y sintió un poco de temor, ¿Qué pasaría si ya no podía verla de nuevo?, definitivamente eso no era posible, no lo permitiría. Vio como la pelinegro se alejaba corriendo hacia Neji que no dejaba de amenazar a Naruto, pero el no escuchaba nada de eso, por último, vio como Hinata le lanzaba una mirada sobre su hombro, ella estaba preocupada, él trato de levantar su mano para decirle que estaba bien, de nuevo haciendo una mueca de sonrisa. Al final todos subieron a un auto y se fueron, dejando al rubio ahí de pie, quien se agachó para levantar la bufanda que Hinata le había regalado, la guardó despacio dentro de su chaqueta, no quería mancharla de sangre.

Podía sentir todo su rostro entumecido y la sangre seca también, así como un sabor metálico en su boca. Comenzó a caminar de regreso a casa, estaba pensando que historia se inventaría para llegar en ese estado, cuando un par de luces de un auto lo sorprendió de frente, cegándolo por un instante, escuchó que frenó bruscamente y luego que gritaban su nombre.

- ¡Naruto! - exclamó sorprendida la ojijade al ver a su novio en ese estado, nunca lo había visto así. Se paró frente a el y sostuvo su rostro suavemente con ambas manos.

- Sakura, estoy bien, no es nada. – habló despacio el rubio, volteando su rostro, haciendo que lo soltara, no quería que se preocupara por él, además el verla lo hizo sentir muy culpable por lo que había estado haciendo momentos antes con Hinata.

- pero ¿qué pasó? – preguntó su amigo azabache, también estaba muy sorprendido de ver a Naruto en ese estado. ¿Cómo que lo habían asaltado?, Naruto habría podido el solo hasta con cinco ladrones comunes, estaba cien por ciento seguro que algo más había pasado, conocía a su amigo perfectamente.

- solo me tomaron por sorpresa, no es nada. – respondió el rubio cortante mientras se dirigía despacio hacia su casa. La fiesta había terminado, quería a todos fuera.

Lee conducía, no iba a permitir que Neji condujera en el estado en que se encontraba, el castaño iba de copiloto, tenia los puños apretados fuertemente haciendo que sus nudillos se volvieran más blancos, si es que eso era posible en su ya pálida piel, movía una pierna de arriba abajo y aun respiraba agitado, claramente seguía furioso.

Hinata iba en el asiento trasero junto a Tenten, ninguno de los presentes se atrevía a decir alguna palabra, ni siquiera salía un sonido de sus labios. Hinata deseaba hablar con Neji, explicarle todo, pero sabia que no era el momento, debía esperar; por otro lado, no podía dejar de pensar en el rubio, en estado el que lo dejo, la forma en la que a pasar de lo mal que se veía aun así trató de reconfortarla y hacer que no se preocupara, pensar en todo eso le hacía volver a llenarse los ojos de lágrimas, quería continuar a su lado.

Después de varios minutos de viaje, el auto se detuvo fuera de la mansión Hyūga, Neji bajó del auto y caminó directo a la entrada sin decir una palabra, Hinata lo imitó y lo siguió lo mas rápido que pudo, escuchó como el auto se iba despacio.

Casi no le podía seguir el paso a Neji, ya se encontraban dentro del jardín y caminaban hacia la entrada de la casa cuando al fin el ojiperla habló con una voz más calmada. – eres afortunada de que tu padre no se encuentre en la ciudad. – de verdad que lo era, lo que él acababa de presenciar no era una noticia que pudiera darle a Hiashi por teléfono, debía esperar a que él regresara para informarle de lo ocurrido.

-deja explicarte… - susurro la pelinegro, tomando del brazo de su primo para que se detuviera y la escuchara. Él se detuvo y giró bruscamente para verla directo a los ojos.

- ¿qué diablos vas a explicar? – exclamó muy molesto, soltándose de su suave agarre, con más brusquedad de la necesaria. – Te vi con tu cara pegada a la suya – continuó – ¿en que estabas pensando? ¿estás loca? – de verdad, ¿su prima se había vuelto loca?

-no eso, si no, la razón por la que lo odias, no es lo que crees – habló con más seguridad de la que creyó posible. – ah… no me digas, ¿él te dijo eso? – le respondió con cinismo el castaño.

- sí, pero escúchame, tiene sentido – continuó Hinata, con la misma decisión.

- no escuchare tonterías. – no le importaba que mentiras diría. – cuando llegue tu padre se enterará de esto, te sacará de esa estúpida escuela y…

- ¡Neji por favor para y escúchame! – dijo casi al borde del llanto, la seguridad se había ido, el hecho de pensar en que su padre haría todo para alejarla de Naruto o peor que incluso llegaría a lastimarlo la aterraba. – por favor hermano… - suplicó, tomándolo nuevamente de su brazo, mirándolo directamente a los ojos con sus lágrimas al borde. Neji odiaba ver a su prima llorar, lo odiaba de verdad y no podía creer que escucharía una sarta de mentiras en las que su pobre prima creyó, solo pudo lanzar un gran suspiro bajando su mirada.

Ya se encontraban en la estancia, solo estaban ellos dos, el chico estaba sentado en un sillón de piel que parecía bastante costoso, sus brazos se encontraban relajados y apoyados sobre los descansabrazos, sus piernas estaban cruzadas, una sobre la otra en forma de cruz, se veía muy intimidante. Ella se encontraba sentada al borde de un sillón más grande, se apretaba las manos sobre su regazo, estaba un poco encorvada, parecía una niña regañada y se veía muy menuda.

- ¿y bien? – preguntó el castaño suavemente. Ella se exaltó un poco, ¿Cómo podría explicar todo lo confuso que es la situación ahora? De alguna manera tenía que hacerlo, tenía que convencer a Neji de que la realizad que conocen puede no ser la verdad, no había otra manera.

Lanzó un suspiro y comenzó – el día de nuestra tragedia, ese mismo día, ocurrió un atentado en contra de los Namikaze. asesinaron a los hermanos de Naruto e intentaron matar a su madre, pero ella sobrevivió de milagro, el vivió creyendo que fuimos nosotros, y eso no es verdad, nosotros jamás haríamos algo como eso ¿verdad, primo Neji? Nuestra familia no seria capaz de algo como eso, ¿verdad? Esa es la razón por la cual ellos nos odian, creen que mi padre mandó a asesinarlos. ¿No crees que haya sido lo mismo para nosotros? Siempre nos dijeron que fue el Namikaze quien mandó a asesinar a nuestros padres, pero eso no lo sabemos realmente, no tenemos pruebas. – termino de hablar en un susurro.

Neji solo se queda callado con los ojos cerrados, luego suspiró y dijo – eres muy ingenua Hinata, ¿de verdad te creíste esa historia? él esta mintiendo. – hizo ademan de levantarse para irse.

-Por favor Neji – lo detuvo la pelinegro, levantándose primero y acercándose a él - ayúdame, ayúdame a descifrar todo esto. – le suplicó. Él la miro sorprendido, su pobre prima de verdad se creyó toda la sarta de mentiras que le dijo el rubio, la miró con lastima, se levantó por completo, se acercó a ella y la tomo por los hombros – lo siento Hinata – le dijo, y el corazón de la chica se detuvo un segundo – es tarde, vamos a dormir, mañana arreglamos esto. – sentenció el chico mientras la soltaba para después salir de la estancia y dirigirse escaleras arriba. De los ojos de la chica volvieron a salir gruesas lágrimas, todo estaba perdido.

En la fiesta, a Naruto le había costado tanto tiempo que todos se fueran, la mitad de los que lo veían le preguntaban que qué le había ocurrido, siempre decía lo mismo, "me asaltaron", "no es nada", "estaré bien", todos ofrecían su ayuda o llevarlo a un hospital, el solo se negaba, la otra mitad estaba tan borracha que no tenia idea de lo que pasaba o no le tomaba importancia, solo se molestaban por que la fiesta había terminado.

Estaba casi solo, únicamente quedaban algunos de sus amigos más cercanos en la casa.

- ¿Estás seguro que te encuentras bien Naruto? – preguntó Shikamaru viendo su ojo hinchado y su labio partido. Ino a su lado lo veía igual de preocupada.

- Estaré bien Shikamaru, Ino, no se preocupen. – les respondió ya cansado de tantas veces que había dicho lo mismo ya. – vayan a casa – continuó, ahora dirigiéndose a todos los que quedaban, solo quería estar solo.

- Me quedare contigo Naruto - escuchó decir a la pelirosa que estaba a su lado.

- No, debes ir a tu casa, yo estaré bien – le respondió quizá más cortante de lo que habría querido, ella lo miró molesta.

- Soy tu novia, deberías dejarme que te ayude con esto, puedo curarte y…. –

- No, Sakura, estaré bien. – no sabia de donde había sacado la fuerza para negarse a que Sakura se quedara con él, quizá la culpa no lo dejaba, tendría que hablar con ella después, en este momento de verdad solo quería estar solo. Ella lo miró molesta, el no pudo sostenerle la mirada y apartó su vista volteando a ver a los demás. – llévala a casa Sasuke – le dijo a su amigo. Sakura ya no dijo nada más, solo dio media vuelta y se fue de ahí molesta.

- Avísanos si necesitas algo – le dijo la rubia para después dar media vuelta e irse junto con los dos pelinegros.

Naruto solo escuchó la puerta cerrarse, y después solo silencio, miró a su alrededor, la casa era un desastre, lanzó un suspiro y después camino lentamente escaleras arriba hacia su habitación, entró al baño y se miró en el espejo sobre el lavamanos, entendió por que todos lo miraban tan preocupados, algunos mechones de su cabello rubio estaban rojos, tenía sangre seca en su lado izquierdo de la cara, incluso hasta su cuello llegaban las líneas de sangre, su ojo izquierdo hinchado y una cortada fea en su labio. Despacio metió su mano en la chaqueta, tomó la suave y cálida tela de la bufanda que le había regalado la ojiperla, la sacó y la acerco a su rostro sin llegar a tocarla, no quería mancharla, inspiró profundamente, despacio, definitivamente olía a ella, sonrió. Puso la bufanda colgada en la puerta y se quitó cada prenda hasta quedar desnudo, entró a la regadera y abrió la llave, el agua fría lo golpeó bruscamente sobre su espalda, tembló, pero justo eso era lo que necesitaba, se echó para atrás y levantó su rostro hasta que sintió el frio sobre su cabeza, cerró sus ojos, de nuevo se encontraba en el parque, sentía la calidez del cuerpo de Hinata junto al suyo, sentía sus suaves labios sobre los suyos, ya no podía alejarse de ella, lucharía contra quien sea para que no la alejaran de su lado, bajó su rostro al suelo y abrió los ojos, vio rastros del agua pintada de sangre, iría contra quien sea para que no la alejaran de su lado, incluso contra sus padres.

- Hinata… - salió un susurro de sus labios.

No sabía en que momento se había quedado dormida, pero unos suaves golpes en su puerta hicieron que despertara poco a poco, ya había una luz tenue que se asomaba por la ventana, se incorporó despacio hasta que quedó sentada sobre su cama, nuevamente tocaron a su puerta – señorita Hinata – dijo una de las trabajadoras de la casa. – señorita, ¿esta despierta?, puedo pasar? – ella solo pudo exclamar un suave "pase" y después su puerta se abrió, para dejar entrar a una mujer joven. – Hinata… llevas toda la mañana dormida, ya es tarde. ¿Por qué no te levantas? Tu padre acaba de llegar ¿Por qué no bajas a saludar? – esas últimas palabras hicieron que abriera sus ojos como platos…. Su padre había vuelto, "Neji…" pensó y se levantó lo más rápido que pudo de la cama, como si quemara, salió corriendo de su habitación a la de su primo, ni siquiera hizo caso a los llamados de la mujer.

Iba corriendo por un largo pasillo, luego dio vuelta a la derecha y fue directo a la única puerta que se encontraba al fondo, sentía su corazón latir tan rápido, estaba apunto de tocar cuando ésta se abrió y la mirada sorprendida de su primo la detuvo.

- Hinata… - dijo Neji sorprendido de verla ahí, en su puerta, tan agitada. Pero sabía porque se encontraba ahí, no iba a convencerlo, ninguna historia ridícula lo haría.

- Por favor Neji, no lo hagas. – suplicó la pelinegro viendo directamente a los ojos de su primo. Ya no tenía más palabras para tratar de convencerlo, no existía una lógica que usar para hacerlo cambiar de parecer, solo podía suplicar. Él se puso un poco nervioso, pero no titubeó cuando dijo – lo haré Hinata, no hay vuelta atrás. – cerro su puerta tras él y caminó lentamente pasando a su prima quien respiraba cada vez más agitada.

- Por favor no lo hagas, por favor, te lo suplico… - dijo mientras se le adelantaba y se paraba frente a él deteniéndole el paso, para justo después arrodillarse frente a él y bajar su cabeza hasta que ésta tocó el suelo, Neji abrió los ojos sorprendido, por un segundo no supo que hacer, solo escuchaba a Hinata decir – por favor, por favor Neji, te lo suplico, no lo hagas… - mientras sollozaba – en cuanto salió de su asombro se agacho rápidamente a su lado – Hinata, no hagas eso, levanta tu cabeza. – la tomo de los hombros levantándola despacio, Hinata volteo a verlo con su rostro mojado en lágrimas, con sus ojos rojos, brotando agua como fuente, nunca había visto a Hinata así, sintió que su corazón se encogía, podía ver claramente el dolor de su prima, pero no lo entendía. – lo siento Hinata, es por tu bien y el de la familia, debo hacerlo. – dijo para después levantarse y seguir caminando, pudo escuchar los suaves sollozos de su prima detrás de él, su corazón se encogía a cada paso de que daba.

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Gracias por leer.

Mi deseo es terminar esta historia para poder continuar con otras más que tengo en mente, claro está que no sé cuanto tiempo me va a tomar, solo escribo como hobbie y cuando tengo tiempo, y a veces para desahogarme y expresar muchas cosas que yo siento a traves de los personajes.

Me haría muy feliz si me dejan algún mensaje diciendome que les parece la historia o el cambio que hay en la forma de escribir, o si hay algo que deba cambiar en eso, estoy abierta a criticas.

Gracias otra vez. Hasta luego.