La fiesta había seguido sin ningún problema mayor. Por lo menos para el resto de los invitados, siendo Medea la única que no parecía tranquila en lo absoluto, el dedo pulgar siendo mordido ocasionalmente fue el indicativo que el nerviosismo era más que presente.
Medea lo sabía. Que no tenía por qué sentirse como lo hacía contra Esdeath.
No tenía sentido pero aún no pudo ocultar sus nervios que ella reconocía de dónde venían.
Celos.
Hace tiempo que había llegado al punto en el cual había reconocido que limitarse con Emiya era lo mejor. Si bien el "afecto" que sentía no era lo que debía poseer, aún así ella quería eso.
Quería ser la que Emiya reconociera.
Ver a Esdeath tan próxima de Emiya hizo que la mente de Medea fuera a todos lados. Pero al mismo tiempo que quería solamente acaparar la vista del hombre.
Sabía que algo así no le pertenecía o era su derecho.
Siguió traicionando la confianza de Emiya, siguió ignorándolo y dejándolo atrás en lo que hacía. Todo bajo el pretexto de lo que había hecho hasta ese momento, pero obviando que todo lo que hizo Emiya fue por un objetivo mucho más "noble" que el suyo.
Emiya deseó paz y estaba dispuesto a darlo todo. Ella solo deseó algo personal e hizo lo mismo, siendo la diferencia entre ambos que no importaba cómo Medea lo viera, todo lo que había logrado y significado su vida frente a la de Emiya.
Se sentía opacada.
No debería sentirse así, los sabía, incluso si Emiya le brindase ese "afecto" no debía porque recibirlo con tanto anhelo. Todo lo que significaba su vida hasta ahora viviendo como "una duquesa" no fue nada más que una mala broma de la vida misma hacia ella.
¿Qué importaba lo que hiciera o como se pusiera delante de alguna situación? Medea sentía que cada vez que estaba al borde de avanzar alguien la jalaba para que cayera hasta el abismo una vez más.
En media de la fiesta ante los ojos de todos el primer baile de Esdeath no fue dado con Tatsumi, tampoco Medea fue quien tomó a Emiya para ser el primero en salir a la pista de baile.
El baile apertura había sido entre la general Esdeath y el conde Archer.
Medea intentó guardar las apariencias, pero por la forma y la cercanía que mostraban ambos, Emiya sujetando la cintura de Esdeath desde cerca, la tenía contra el cuerpo dedicándole una sonrisa que solo había visto cuando fingía, pero en aquel instante.
¿No parecía demasiado sincera?
Medea tuvo que quitar su dedo pulgar a sabiendas que si seguía mordiéndolo terminaría por quebrar la uña que tenía entre dientes.
Ella no necesitaba sentir celos.
No necesitaba sentirse traicionada y mucho menos despreciada cuando era ella quien había tratado así a la sinceridad de Emiya.
¿Cuántos podrían haber dicho que pudieron tener tal despliegue emocional del hombre? Ella no se lo merecía y en cierta forma lo sabía, no quería dejarlo.
Pero sabía que debía.
Medea sintió que su mente se partía una vez más, el ver a Emiya y Esdeath bailando tan apasionadamente mirándose a los ojos hizo que todo su cuerpo quisiera moverse para detenerlos.
Pero no tenía derecho.
Tenía derecho.
No.
Medea sintió un dolor punzante en su cabeza. Miró al lado dónde había estado sentado Emiya con anterioridad. Ahora ella era quien veía otra vez a esa persona.
¿No eran una al final del día?
¿Entonces por qué podía verse sentada a su lado?
La ropa que llevaba era diferente. El vestido era de una tonalidad diferente, mientras que ella vestía uno purpura oscuro, la Medea a su lado tenía una sonrisa tranquila vistiendo el mismo vestido pero color amatista oscuro.
― ¿Por qué solo observas? ―Medea le dirigió la palabra a Caster quien se volteó lentamente para verse a sí misma.
―Pensé…
―El deseo sigue presente, comenzaste a ir en contra de lo que queremos.
Silencio.
Medea estaba con una cara pérdida viendo a su lado, sin comprender exactamente lo que estaba viendo. A pesar de estar presente y ser testigo de muchas de estas conversaciones y fracturas de sí misma, ahora fue la primera vez que pasó frente a un público.
No podía contestar, no podía hacer que todos pensaran que estaba loca.
― ¿No vas a responder? ―la pregunta de Medea fue dada con una leve risa al final.
―…
―Sabes bien que algo pasó en aquella mañana, pero te niegas a verlo, quieres creer que alguien que has traicionado constantemente no estará cansado de ti.
―…
―Lo sabes, que por mucho que él quiera mostrar afecto no puede, está limitado en emociones, pero aún sigue siendo alguien que ha demostrado tanto por nosotras.
El silencio fue lo único que podía dar Caster, ahora no solo porque no deseaba responder. Sino porque ya no supo cómo hacerlo.
―Míralo tan feliz, Esdeath también parece más cómoda que antes, cualquier rastro de lejanía o incomodidad entre ambos se fue, lo sabes, puedes sentirlo pero lo niegas a reconocer ―Medea se recostó en su asiento y cerró los ojos―. Sabes tan bien como yo que si él nos dejara tendría todo motivo para hacerlo.
―No lo hará…
Un susurro que salió inaudible para todos.
Menos para una persona que giró un ojo para ver a Medea quien a pesar de intentar mantener su compostura mostraba una mirada que no daba la misma idea.
― ¿Por qué te convences de algo que niegas? ―una pregunta a ella misma que fue dada. Caster se quedó quieta sin saber que hacer o que responder.
Pensó que todo conflicto había terminado cuando había "aceptado" ser quien era, pero de la nada surgía algo como esto.
―Es por quien eres y quien mereces ser.
Ahí estaba una vez más. Una respuesta que hizo que Medea sintiera su garganta seca y sin poder levantar la mirada.
¿Qué clase de beneficio o duda ella se merecía? Tanto Medea como Caster estaban conscientes, sin ser la misma persona entendían lo horrible que eran.
Los aplausos hicieron que la mirada de Medea volviera al frente. Ya no había nadie a su lado, solo quedaba ella que mostraba una mirada sin rumbo fijo.
―Pareces cansada ―a los pocos segundos la voz de Emiya hizo que Medea alzara la cabeza y viera al hombre quien estaba viéndolo con una mano extendida.
―Pensé que pasarías el resto de la velada con otra persona ―la sonrisa amable que dedicó Emiya ante las palabras de Medea hicieron que ella se incomodara.
No deseaba tomar la mano del hombre.
Pero la tomó antes que su mente respondiera por su cuerpo.
―Quién sabe ¿deseas tomar un poco de aire? ―la música de fondo seguía dando un aire de intranquilidad a toda la situación.
Medea dudó, dudó en si moverse o no pero al final al igual que al tomar la mano de Emiya, ya había comenzando a caminar al lado del hombre.
…
― ¿No se estará retirando temprano una vez más la duquesa? ―la pregunta del emperador a Honest fue contestada con una negación de la cabeza.
―Parece que solo irá a pasear por los jardines con su escolta.
―Oh ¿entonces solucionaste lo que la incomodaba? ―la pregunta del Emperador hizo que Honest se riera con nerviosismo.
No quería decir que la animosidad general entre el palacio y el ducado era por su hijo.
―De hecho, así que puede estar tranquilo.
―Eso es bueno… ―el Emperador suspiró antes de llevar su mano bajo el mentón―. ¿La Duquesa no es un pariente mío?
Honest alzó una ceja pero asintió.
―Sí, el ducado de Colchis está emparentando de manera consanguínea con usted, diría que ella podría ser tú tía ―Honest lo pensó brevemente.
No es que hubiera un peligro real en las sucesiones del ducado, desde su fundación hasta ahora solo hubo un par de Emperadores de la línea de Colchis, y la duquesa actual había presentado ya sus juramentos hacia el poder imperial actual.
Además que no mostró cero interés en el poder. Era un aliado para Honest, siendo que la duquesa solo velaba por su territorio. Honest sabía reconocer cuando estar quieto le brindaba más beneficios que problemas.
La administración actual era por lejos lo mejor que le había pasado en años, Honest no supo cuánto dinero pudo desviar gracias a lo pagado por el ducado sin sumar el hierro que entregaban.
¿Por qué matar a la gallina de los huevos de oro cuando podía recolectarlos todos los días? No necesitó forzar a la gallina en este caso porque ya entregaba lo que le gustaba.
Además había una razón más por la cual prefería estar imparcial hacia el ducado.
Archer era un monstruo entre monstruos. Esdeath quien podía pararse delante un ejercito completo y ganar sola fue sometida relativamente fácil por el hombre. Prefería que algo como eso no pasara a mayores.
Otro hecho fue que descubrió que era su primogénito de entre todas las personas. Honest estuvo preocupado al principio pero "Shirou" no mostró algún signo de negativa hacia él, siendo solo su vista hacia Medea.
No sabía de dónde la duquesa había sacado a un monstruo como ese o como ahora el llamado Archer se había convertido en uno, pero lo importante era que mientras que diera su buena cara hacia la duquesa, su hijo no vendría a morderlo.
Tenía muchas preguntas de como había llegado aquel resultado pero lo mejor era dejarlo por ahora.
…
―Eh, tienes mala suerte amigo ―Wave se acercó a Tatsumi quien estaba sentado en una de las sillas puestas para la mesa de Esdeath.
― ¿Pasa algo? ―Tatsumi estaba cansado de su situación actual, no entendía porque seguía retenido por Esdeath solo por haber ganado el torneo pero ahora que la mujer no mostró el mismo interés en su persona que al principio Tatsumi estuvo desconcertado porque seguía dándole tanta vigilancia.
―La capitana habló que daría su primer baile de la noche contigo pero parece que esa acción se detuvo.
Tatsumi agradecía tal acción.
― ¿No es bueno que ambos se relacionen? ―Tatsumi preguntó al azar viendo a Wave a los ojos―. Digo, parece que se llevaban bastante bien…
La expresión en el rostro de Wave se arrugó al instante en que esa mención fue dada. Era obvio que el joven estaba contra tal idea.
―No, no necesito que ambos se junten ―Wave llevó una mano a su cabeza y se llevó el cabello hacia atrás por un momento―, Al recibir ordenes de ambos por separado en este punto, no quiero imaginar como sería con ambos juntos.
Tatsumi miró como Wave comenzó a quejarse consigo mismo mientras que señalaba las tareas que se le había impartido por separado. El joven de castaño volvió su vista hacia la fiesta dónde Esdeath había ido para hablar con el ministro. Notó también que tanto Archer como Medea habían dejando la sala, siendo ahora solo vigilado por los Jaegers.
Tatsumi no sabía mucho de Wave pero no parecía precisamente atento, incluso pensó en que podría irse a la primera que pudiera si es que lo dejaban a su cargo.
El problema era Run. Tatsumi podía verlo, los ojos cerrados del hombre no le mostraron confianza en ningún sentido, incluso sino parecía seguirlo con la mirada no sentía que estuviera siendo ignorado.
Esa sensación era similar a la que tenía cuando estaba con Archer. Le habían hecho entrenar para prepararse para un objetivo que podía verlo, pero lo de aquel hombre era algo extremo.
Incluso ahora y sin que estuviera en la misma sala, en el mismo nivel o en la cercanía.
Aún podía sentir que estaba siendo observado.
…
Medea estaba tomando la mano de Emiya mientras que caminaban por los jardines del palacio. Algo que no habían hecho hasta ahora, o al menos Medea no logró hacer debido a la constante intervención de Syura.
Fue extraño tener tanta paz en aquel lugar. Incluso cuando ella debía ser "recompensada" por el imperio ante la invitación de Emiya no lo pensó mucho y decidió avanzar a su lado.
No fue hasta unos minutos que se había dado cuenta que no pensó en la situación y directamente había tomando la mano de Emiya para seguirlo sin más, sin cuestionar o dudar, no hubo algo como titubeo o detenimiento.
Solo había decidido tomar la mano de Emiya al momento en que se extendió hacia ella.
― ¿Sucedió algo en estos días? ―la pregunta de Emiya fue suave mientras que guiaba a Medea alrededor de los jardines, vio una glorieta al un poco alejada del centro para caminar hasta ella.
La banca de mármol estaba pegada contra la pared de la glorieta, era para que más de una persona se sentara en ella, Emiya lo hizo y de un suave tirón trajo a Medea quien abrió los ojos cuando sintió que estaba sentada en el regazo del hombre.
―Sigues sin hablarme, no importa cuanto lo intento, pensé que habíamos dejado todo lo referente a la guerra en el pasado pero sigues-
―No es eso ―Medea interrumpió, la mujer de pelo amatista tenía las manos tras la nuca de Emiya viéndolo a los ojos detenidamente―. Solo…
― ¿Qué? ―la pregunta de Emiya salió suave, trajo más a la mujer hacia él, tenía ya la mano sobre la cintura de Medea pero acercó más el rostro al cuello de esta―. ¿Hasta ahora no he hecho todo lo que puedo por ti?
Duda.
Medea no quiso decir que sí a aquella declaración, quiso negarla sin más y decir que eso no tenía sentido con todo lo que había pasado, pero el resentimiento que llevaba dentro chocaba a cada instante con las ganas de ser apreciada.
―Lo siento…
Medea ni siquiera supo porque se disculpó repentinamente, no hubo razón real para que ella lo hiciera, tampoco algo que significara un cambio dentro de sí misma para que algo así saliera.
Simplemente o hizo por "reflejo" que le dictó su mente.
― ¿Por qué lo sientes? ―el calor del tacto que le daba Emiya hizo que Medea sintiera que su cuerpo se iba debilitando aún más, como si cada segundo que pasara siendo sostenida cualquier resistencia se iba.
Ella había negado y aceptado tantas veces aquella interacción pero en los últimos días había estado recluida sin más al no saber cómo actuar.
Ahora se sintió mal por lo que hizo.
―No quería distanciarme de Emiya ―No deseaba mostrar señales de hostilidad o molestia hacia el hombre, no había forma en que pudiera mantener las distancias con él.
No cuando sintió que su vida estaba fragmentándose a cada que le llevaba la contraria o se separaba de este.
― ¿Por qué me llamas? ―un juego. Medea supo por las palabras de Emiya que el hombre ahora estaba jugando con ella, tomando uno de los mechones de su cabello y jugando con este al lado del su rostro.
La cercanía era entre ambos era suficiente para que pudieran besarse con un movimiento sencillo pero no hubo acción de Emiya. Medea lo pensó y se sintió en duda, si alguna vez ella fue la que tomó la iniciativa real.
―Yo…
― ¿No sabes que decir? ―la sonrisa de Emiya parecía crecer, la forma en la que el aliento del hombre tocaba el cuello de Medea hizo que el cuerpo de la mujer temblara.
No fue miedo como tantas veces había sido antes, no fue molestia o asco, simplemente Medea había decidido ocultar el verdadero sentir para no creer que de verdad quería a Emiya cerca de ella.
El silencio seguía con la pregunta de Emiya y Medea solo pudo mirar fijamente al hombre a los ojos.
―Supongo que deberíamos dejar todo en este caso.
Los ojos de Medea Caster se abrieron, la respiración se cortó y el brillo en sus ojos perdió fuerza ante aquella mención.
Miedo.
Más miedo del que alguna vez tuvo contra su vida se propagó dentro de la mente de Medea ante esa mención. El abrazo y las manos ahora apretando la ropa de Emiya para aferrarse a este hicieron que Medea abriera la boca pero sin lograr dar una sola palabra.
― ¿Entonces estás de acuerdo? ―la interrogante de Emiya hizo que la respiración ya irregular de Medea fuera un paso más allá, el corazón de la mujer bombeó con fuerza y gritó.
― ¡No! ―Medea pasó de estar viendo el rostro de Emiya a ocultarse en un abrazo en este. Las manos del hombre que habían estado tomándola con seguridad ahora estaban a los lados sin sostenerla de verdad.
Medea entró en pánico.
¿Desde cuanto ella tenía miedo de estar sola? No tenía sentido, tampoco el que quisiera quedarse al lado de Archer, no había nada que pudiera tener sentido en toda la situación vivida pero aún así ella decidió aferrarse a algo sin sentido.
― ¿Entonces por qué me evitas?
La pregunta de Emiya fue recibida con un sollozo de Medea. Emiya quien no había esperado tal reacción bajó una mano y levantó el rostro de la mujer con un dedo empujando el mentón de esta hacia arriba.
Un rostro que solo mostraba aflicción y lágrimas una mirada perdida y una mueca que reflejó el intento de soportar el sollozo.
―Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento ―Emiya vio detenidamente el rostro de Medea, como la boca de la mujer se movía y a cada disculpa las lágrimas caían más intensamente.
No lo comprendió.
¿Por qué la mujer estaba actuando de esa forma? Podía decir que había algo "significante" dentro de ella pero no pensó que fuese de tal grado, no por como lo había dejado de lado y como ella siempre actuó.
― ¿Quieres que me quede a tú lado entonces?
La pregunta debería haber sido fácil para responder para Medea pero en vez de que diera un "sí" rotundo sintió que su voz perdió toda fuerza.
El juego de Emiya con el pelo de Medea siguió con cuidado, la mano que había ido al costado sin más ahora tomó ligeramente la mano libre de Medea y la subió ante sus ojos, fue suave, cómo entrelazó los dedos entre ambos pasando el pulgar alrededor de la fina mano de la mujer.
― ¿Qué harás si decido quedarme a tú lado? ―Emiya no apartó la mirada de los ojos de Medea quien estaba muda de momento. No supo si era lo correcto responder después de todo pero incluso si lo hiciera.
¿Ella diría la respuesta correcta?
―Sientes celos pero no me dejas estar a tú lado, te enojas cuando hablo con Esdeath pero no quieres hablar conmigo, incluso cuando soy tan suave contigo resientes como si te hiciera daño.
Medea lo sabía. Sabía que su actuar era solo a negativa hacia Emiya, desde que lo había hecho, desde que lo apuñaló todo fue cuesta abajo.
No supo cómo debía comportarse ante el hombre. Y ante la duda de como presentarse es que ahora llegó a la situación actual en la que Emiya dudaba si debía estar a su lado para su propio bien.
Medea quiso reprenderlo, no es que Emiya estuviera pensando e el bien de su persona, estaba pensando en el bien de Medea anteponiendo cualquier otra cosa incluso al final.
― ¿Qué tengo que hacer para que estes feliz?
No fue un tono cansado pero sí el suspiro que dio Emiya ante el final de aquella oración que Medea se sintiera presionada.
―…
―Una vez más, guardas silencio ―Emiya contestó para llevar una mano tras la cabeza de Medea y acomodarla en su hombro. Medea se dejó, no se quejó.
Le gustó la calidez de la situación más que el rechazo en su interior por la acción.
―No quiero que te vayas… ―Medea por fin respondió pero no fue la respuesta que ella quería dar. Medea quiso decir más, que de verdad estaba agradecida de que todo lo que había cambiado Emiya por ella y como se esforzaba en cuidarla―. Tampoco quiero que mires a nadie más.
Medea lo supo, que solo estaba siendo egoísta una vez más.
―… ―el silencio de Emiya fue algo que no esperó pero no se atrevió a levantarse. Medea esperó pacientemente por la respuesta del hombre―. Entonces ¿quieres que mate a Esdeath? ¿Al imperio? ¿Quieres que solo esté a tú lado?
Medea no contestó, porque sabía que fuese lo que dijera si hacía algo incorrecto algo malo pasaría. Emiya era así, ambiguo y al mismo tiempo directo en su hablar.
Si hubiera hecho caso a su instinto de pronunciar un "sí" entonces no dudaba que el hombre hubiera dado riendo suelta a su poder sin más.
―No… ―Medea lo aceptó, todo lo que había llegado después de que retomó el poder de su casa.
Fue su culpa y de nadie más.
― ¿Incluso si me he acostado con Esdeath?
Medea no dijo nada.
El silencio quedó marcado por varios segundos sin que hubiera interferencia, solo los ruidos de los animales en el palacio fueron lo que escuchó Medea.
Los ojos de la mujer estaban cerrados y una sonrisa marcada.
Sabía que algo estaba mal, sabía que Emiya actuó fuera de su yo habitual y por sobre todo, lo que más la avergonzó, es que sabía que el olor de Emiya distaba del habitual.
Quería hacer algo.
Medea quiso reaccionar.
¿Pero tenía derecho a mostrar tal accionar?
No se merecía ni siquiera seguir con Emiya al final. La puñada a traición fue lo que más marcó la mente de Medea en los últimos tiempos, siendo la marca constante en el pecho del hombre algo que la hizo enloquecer.
Ella era la responsable.
¿Por qué debería ser perdonada una traidora como ella?
¿Emiya no era un traidor también?
Medea quiso decir que sí, pero al conocer la historia supo que un "no" era la respuesta que buscó.
―Medea ―los ojos de Medea se abrieron ante el llamado suave de la voz del hombre. Un escalofrío recorrió el cuerpo de la mujer ante la forma tan mansa en la que fue llamada.
Como si ella fuese la maestra perfecta y no la traidora absoluta.
Medea usó su brazo que había estado libre para empujar su cuerpo hacia adelante y ver al hombre a los ojos.
Emiya la traicionó, le mintió, mató a su maestro, el hombre que decidió amar, y en aquella nueva vida le siguió ocultando la verdad, evitó que su memoria despertara y la engañó.
Debería odiarlo, tanto a él como la versión de este lugar de su yo actual, siendo este el responsable de que pasara por un infierno sin igual.
Pero incluso si quiso odiarlo no pudo hacerlo al final.
La sonrisa de Medea fue cálida y la mirada amorosa. Los ojos de Emiya se abrieron y su boca se entrevió de la sorpresa ante aquella vista totalmente ajena a lo que esperó.
― ¿Puedes amarme un poco más?
Medea no supo que preguntó, tampoco lo cuestionó, pero el resultado era evidente siendo que Emiya no apartó el rostro de ella y sintió como el cuerpo del hombre se tensaba ante las manos que extendió para tomar el rostro de este con cuidado.
Las palmas de Medea estaban en las mejillas de Emiya quien estaba atónito ante lo que veía.
No fue Medea o Caster presente quien se presentó. No hubo furia o gritos por su acción.
Ni siquiera una reacción contra su acción.
Le pidió que la ame un poco más. Lo tocó con tanto cuidado como si él fuese quien estuviera apunto de romperse y no aquella mujer con el rostro manchada por el maquillaje corrido y la sonrisa que señaló flaques.
Emiya lo podía decir con solo verla. Que Medea podía quebrarse en cualquier momento pero fue ella quien lo sostuvo cómo si el fuese quien estuviera llorando.
―Medea…
La mujer se acercó y lo besó. La iniciativa se tomó Medea no parecía particularmente preocupada por el contacto, el rostro rojo y la mirada perdida hicieron que Emiya se cuestionara.
¿Por qué?
¿Por qué reaccionó tan amablemente?
―Te he torturado demasiado ¿no es así? ―la pregunta fue suave una vez que ambos se separaron, Medea veía a Emiya los ojos, el hombre seguía pasmado sin saber decir o hacer.
Era como si no pudiera procesar aquella acción de la mujer.
― ¿Torturado? ―Emiya repitió aquellas palabras como si intentara comprobar que es lo que había dicho Medea pero la risa suave hizo que una vez más el cuerpo del hombre se tensara.
Estaba viendo una cara de aquella mujer que jamás conoció.
―Querías una excusa para que te odiara de verdad, es propio de ti, querías excusarte, sé tú interés en Esdeath al igual que tu deseo redimir ―Medea ahora se acomodó, sentada a horcajadas sobre Emiya quien estaba en con la espalda contra la pared de mimbre de la glorieta, las manos de la mujer estaban tras la espalda de Emiya quien parecía más desconcertado ante cada acción de la mujer.
Emiya vio el rostro de la mujer, la sonrisa cálida y sintió el tacto suave. Totalmente lo contrario a lo que esperó encontrar cuando Medea comenzó a hablar.
―Tus celos… ―Emiya intentó decir algo pero Medea negó con la cabeza.
―Querías que te odiara, que sintiera celos al punto que te matara, que tú "traición" fuese algo que me quitara la culpa ―Medea entrecerró los ojos hacia Emiya―, pero solo me abrió los ojos, no eres de los que harían algo innecesario.
―…
―Lo sabes, es triste que no conozcas la diversión o incluso ahora que dispones de más emoción, no las entiendas incluso en contemplación.
―Crees que lo hice a modo que me odiaras.
―Lo hiciste ―Medea no parecía estar en sí, Emiya lo entendió al insinuante en que la sonrisa parecía crecer en el rostro de la mujer.
―Todo fue por mí.
Emiya no dijo nada ante aquella declaración de Medea, no porque ya fuese real o falsa, sino por la forma en la que se había comenzado a aferrar hacia él.
―Quien sabe ―Emiya no negó o confirmó nada pero la reacción de Medea indicó que fue la respuesta correcta.
No. Emiya lo supo en cuanto más observaba el rostro de la mujer y como este descendía en una nueva emoción a cada instante en que la miraba.
Medea había comenzado un descenso y una negación y hacía buscado todo para llegar a una conclusión.
―Sí, siempre fui yo, siempre lo hiciste por mí, por eso te me aceraste incluso en la guerra, siempre fui yo para ti ―Emiya no dijo nada, no quiso refutar porque la mujer no parecía escuchar.
― ¿Sigues enojada entonces conmigo? ―la pregunta de Emiya alzando una mano y acariciando la mejilla de Medea fue recibida con la mujer apoyando la cabeza ante la palma de Emiya.
― ¿Cómo podría? ―Medea ni siquiera comprendió del todo lo que pasaba o como procesaba lo que vivía, pero sabía una sola cosa.
No podía alejar a Emiya de su lado.
Desde que lo trajo había permanecido junto a ella, la cuidó cuando podía haberla matado, la tomó en sus brazos y la mimó sin descanso. Medea no supo porque su cabeza había estado tan confundida hasta ahora.
Ahora se sentía como si un peso hubiera sido liberado.
¿Esdeath?
No le importaba, eventualmente trataría con ella, además, Emiya lo confirmó a su modo de entender, fue lo que Medea percibió. De que todo había sido siempre para ella.
Desde su sufrimiento hasta la paz.
Desde su odio hasta el amor.
Desde su dolor hasta el placer.
Medea lo concibió todo bajo una nueva luz, una luz que era su nuevo modo de ver el mundo.
― ¿Entonces quieres que me quede a tú lado?
Emiya no tuvo una respuesta cuando la mujer por primera vez desde que la conoció había actuado de manera directa. Se movió y lo besó.
―Siempre…
Casi un ronroneo o un susurro, la mente de Medea solo iba en una dirección.
No podía alejar a Emiya.
¿Qué importaba como la hizo sufrir?
¿Acaso no fue también él quien la hizo feliz?
Lo necesitaba.
Hasta ahora no entendió porque negó tanto aquella necesidad o su deseo de posesión ante aquella persona que tanto amaba al final.
Emiya correspondió a los besos y tomó a Medea con cuidado, ya no sintió que estaba tratando con la duquesa Medea o la Caster Medea.
Fue algo conjunto, algo más fracturado y menos fuerte en cada lado de las personalidades que conocía de ella.
Era algo degradado.
…
Tomó su tiempo, pero bueno, heme aquí actualizando esta historia.
Que puedo decir, pasó un tiempo porque estuve en otros proyectos y demás, ya saben.
Las actualizaciones son votadas en el pa treon y lo que salga es lo que actualizo, así que es por eso que esta quedó un poco abandonada, pero intento volver a estar como antes.
Ah… que puedo decir, he estado teniendo una salud de mierda en estos días, por eso es que tardó más de la cuenta la actualización.
En todo caso, Medea. Me hubiera gustado tener la mentalidad actual o mi nivel de compresión de ahora para tratar esta historia de principio a fin, pero bueno, cosas que pasan con el tiempo.
Les deseo lo mejor y espero que les guste la historia.
Actualizo la portada puesto que ahora tengo un medio para hacerlo así que…
Rey de picas fuera
