¡Aquí me presento con un nuevo capítulo para esta historia!

Antes de comenzar, voy a responder una review:

Tenza-z: Entiendo lo que dices, el drama en este tipo de historias es bastante importante. El problema es que el principal conflicto ya está arreglado, así que mi idea era crear algunos nuevos. De hecho, ya se comenzó a trabajar con ello, aunque de una forma sutil. Probablemente no se sienta mucho drama en este capítulo, pero puedo asegurarte que en los próximos estará repleto de esto (este episodio funcionará más bien como una secuencia de transición, así que tampoco sucederá la gran cosa). La idea es ir trabajándolo con cuidado para que no se vea muy forzado, o por lo menos así lo pienso yo.

Sin nada más que agregar, es momento de comenzar.

¡Disfruta!

"¿Pueden venir esta noche a mi casa? Es algo importante." Comentó Takashi mientras era acompañado por Saeko, Hirano y Saya por los pasillos de la Academia.

"¿Sucedió algo?" Hirano hizo la pregunta por todos, quienes observaban al protagonista con suma curiosidad.

"Les daré los detalles por celular antes de reunirnos." Takashi se mostró igual de ambiguo, algo que llamó aún más a la curiosidad de sus amigos.

"¿No crees que estás guardando demasiado misticismo?" Preguntó Saya con una ceja alzada, a lo que Takashi simplemente se inclinó de hombros.

"Hablando de cosas importantes, hoy yo…"

"¡Takashi-san!"

Saeko fue interrumpida cuando Hisashi apareció frente a ellos ante la sorpresa de todos.

"¿Qué quieres?" El ceño de Takashi se frunció casi al instante en el momento que entró en conversación con su ex amigo.

"Seré breve. Como sabrás, hoy es el cumpleaños de Rei, y ella quiere que vayas a su casa. Ya sabes, una manera de arreglar las cosas entre nosotros…" La sonrisa de Hisashi vaciló al notar que Takashi tan solo se cruzó de brazos tras escuchar sus palabras.

"Es cierto, es su cumpleaños…" Comentó Takashi sin mucho interés, y su mirada se desvió hacia atrás del hombre, en donde posaba una Rei que se mantenía al margen de todo. "Sinceramente, no me interesa demasiado. Tengo otros planes…"

"¿Qué otros planes puedes tener a las 10 de la noche?" Preguntó Hisashi sin creerle demasiado. "Vamos, solo intento que las cosas vuelvan a ser como antes…"

"Justamente no quiero volver al pasado." Respondió Takashi aún con sus brazos cruzados, para luego entrecerrar sus ojos cuando enfocó su mirada en Rei. "Y dile que, si tantas ganas tienen de arreglar las cosas, entonces que hable por ella misma."

"Yo…" Hisashi observó a Rei por un corto segundo, y ella le hizo un gesto con la cabeza para que siguiera insistiendo, ganándose un leve suspiro por parte de éste. "Puedes llevar a tus amigos si te sientes más cómodo con eso. Saya va a ir."

"¡Ella no puede ir!" Rei interrumpió la conversación desde lejos, su mirada estaba enfocada únicamente en Saeko, quien se sintió bastante incomoda ante todo lo que estaba aconteciendo.

"Rei, debes hacer un esfuerzo. Además, ella no te ha hecho nada." Hisashi le habló con el ceño fruncido, ganándose un profundo suspiro de la adolescente.

"Bien." Fue su única respuesta, su mirada furiosa aún enfocada en Saeko.

"Un momento, ¿quién dijo que yo iba a ir?" Preguntó Saya con una ceja alzada ante la sorpresa de todos. "Hisashi, por si no lo sabías, la tonta de Rei y yo tuvimos una pelea cuando ella intentó obligarme a que Takashi volviera a ser su amigo."

"¿Qué?" Takashi no se molestó en ocultar su sorpresa, que lentamente se transformó en enejo cuando enfocó su mirada en Rei, aunque ella simplemente estaba mirando hacia otro lado para evitar la vergüenza.

"De acuerdo…" Hisashi habló para bajar la tensión. "Entiendo que no quieres verme, realmente lo entiendo y no te culpo. Incluso puedes golpearme si quieres, pero Rei te hecha mucho de menos. Incluso a llorado en muchas ocasiones…"

"¡Hisashi…!"

"Detente. Si quieres que vuelva a ser tu amigo, entonces por lo menos debes ser sincera." Comentó Hisashi con el ceño fruncido, y Rei no pudo hacer otra cosa más que callarse al saber que tenía razón, aunque la idea de mostrarse débil o dar lastima no era exactamente lo que buscaba.

Más bien, era todo lo contrario.

Era obvio que ella nunca se mostraría débil ante él.

Él era quien debía rogar para volver a ser su amigo después de haberla abandonado durante tantos meses.

Pero si no había otra opción, entonces le seguiría el juego.

Por ahora…

"Yo…yo te he extrañado mucho…" El rostro de Rei cambió radicalmente tras decir esas palabras. "Sé que nuestro malentendido a producido una gran separación entre nosotros, pero no importa que tanto nos alejemos, siempre seguiremos siendo amigos." Una linda sonrisa adornó el rostro de Rei, algo que no afectó para nada a Takashi.

Después de todo, ya la había superado hace mucho, y las sonrisas de cierta mujer de cabello purpura eran mucho más brillantes y verdaderas.

"Pensé que te lo había dejado claro la última vez…" La voz de Takashi sonó más baja de lo normal, por lo que su significado golpeó aún más, e inconscientemente Rei se llevó ambas manos a su pecho tras notar su extrema frialdad e indiferencia hacia ella.

"Solo te pido que lo pienses." Comentó Rei cuando bajó su mirada, y en esta ocasión, su rostro triste y melancólico parecían ser muy reales.

Takashi la observó en silencio por varios segundos, hasta que finalmente el timbre del fin del receso resonó sobre el pasillo. Ante esto, el protagonista la miró y dio un leve suspiro.

"Muy bien, lo pensaré."

El rostro de Rei se iluminó casi de inmediato tras lo escuchado.

"Nos vemos más tarde entonces." Hisashi le respondió cuando agarró su hombro, algo que no pareció agradarle mucho a Takashi, quien disimuló muy bien su molestia cuando asintió con la cabeza.

"Antes de que volvamos a nuestras aulas, ¿qué es lo que querías decirnos?" Hirano retomó la conversación original mientras veía como Rei abrazaba el brazo de Hisashi con alegría.

Saeko también observaba la pareja en silencio, para luego mirar a Takashi, quien también los estaba mirando sin expresión.

"Yo…" Todos la miraron, y ese simple gesto hizo que bajara un poco la cabeza.

"Olvídenlo, no es nada."

_ CAPÍTULO 8: ¡LOS ÚLTIMOS DÍAS! _

30 días para la caída de Japón.

"Hace mucho tiempo que no voy a una fiesta de cumpleaños." Comentó Saeko mientras iba caminando junto a Saya y Hirano para recoger a Takashi.

Ella llevaba un pantalón shein negro con pequeñas aberturas en sus rodillas y una parte de sus muslos. En la parte superior llevaba una remera blanca que funcionaba con un abrigo que cubría casi todo su cuerpo, ya que su ombligo estaba expuesto. Su calzado consistía en una prenda mucho más simple, como así eran unas deportivas blancas. Por último, llevaba unos hermosos aretes dorados y su cabello estaba atado en una cola de caballo alta.

"¿Es eso cierto? ¿Qué hay de tu cumpleaños? También está tu padre." Preguntó Saya con ligero interés.

Ella también lucia muy bonita con su vestido de una pieza que era completamente rojo. Sus piernas estaban casi expuestas en su totalidad y su figura se apretaba bastante contra su ropa, a diferencia de Saeko. Su cabello estaba peinado hacia atrás en su totalidad, su calzado consistía en unos tacones negros y sus lentes usuales habían desaparecido.

"Desde hace años que mi padre no busca celebrar esas cosas. Creo que principalmente es porque siente que se está haciendo viejo, y la vejez es el peor enemigo de un artista marcial." Comentó Saeko, recordando como su padre se molestaba cada vez que se mencionaba su edad. "Y en mi caso, bueno… hace mucho tiempo que no tengo amigos, y sinceramente nunca busqué hacer algo. Me conformaba con las buenas intenciones de mi padre." El comentario final hizo que tanto Saya como Hirano se pusieran un poco nerviosos, ya que esa historia sonaba muy triste.

"Ya estamos cerca." Comentó Hirano cuando dobló por la esquina, y el bullicio de la fiesta no se hizo esperar.

No hacia falta ser muy inteligente para saber que alguien estaba armando revuelo en el vecindario, y por supuesto que la gran casa de Rei solo hacia que el ruido sea aún más considerable.

"Por lo menos podrías haberte esforzado un poco con la ropa." Comentó Saya con una de sus típicas miradas cuando fijó su mirada en Hirano, quien simplemente se inclinó de hombros.

"¿Qué hay de malo con mi ropa casual? Si de todos modos no saldremos de la casa de Taka…"

"¡Cierra la boca, idiota!" Saya logró interrumpirlo a tiempo cuando cubrió su boca con la mano, algo que sin duda confundió a Saeko.

"¿Qué sucede?" Preguntó Saeko con el ceño fruncido en confusión.

"No es nada importante." Saya le entregó una mirada silenciosa, una de esas miradas que indicaba que no siguiera preguntando, y Saeko lo entendió, por lo que solo decidió asentir.

La música se hizo más y más prominente cuando finalmente llegaron a la puerta de Takashi. Hirano golpeó la puerta con sumo cuidado, y Saya no pudo evitar resoplar ante esto. La mujer lo apartó sin miramientos y golpeó la puerta con toda la fuerza posible, ya que evidentemente sería imposible que Takashi los escuchara.

Takashi no tardó en responder y los dejó entrar a todos. La música estruendosa se redujo notoriamente para el gusto de todos, aunque Saeko se veía algo curiosa.

"¿Aún no te has preparado para salir?" Preguntó la mujer al notar que Takashi llevaba ropa casual.

"En realidad, no será necesario." Takashi se dio la vuelta de manera repentina y una gran cantidad de confetis cayeron sobre la figura de la aturdida Saeko.

"¡FELIZ CUMPLEAÑOS!"

Todos gritaron, y si antes Saeko estaba aturdida, entonces encontrar una palabra para describir como se sentía ahora era algo imposible.

"Te compramos una torta entre todos. Está esperándote en la cocina." Comentó Takashi con una gran sonrisa dentuda, a lo que Saeko tan solo podía mirarlo.

"No sabes lo difícil que fue colocar las 18 velas." Comentó Saya sin ser capaz de resistir esa pequeña risa al final tras recordar como casi echan a perder la torta.

"Pero… pero, Rei…" Saeko por fin salió de su estupor, aunque no del todo.

"¿Te refieres a ella? Solo dije que iba a pensarlo para que no me molestaran más." Declaró Takashi cuando se inclinó de hombros, restándole toda importancia a ese hecho.

"Pero…" Saeko parpadeó, ella sentía como esa perplejidad estaba comenzando a picar sus ojos.

Era obvio que ella estaba a punto de llorar por la gran felicidad que se estaba adueñando de su cuerpo.

"¡No te preocupes! ¡Ya lo habíamos planeado todo!" Exclamó Hirano con su clásica sonrisa amigable.

"¿Cómo lo sabían?" Saeko lentamente se recuperaba de la conmoción, y eso se demostró cuando por fin fue capaz de formular una pregunta completa.

"Luego de mi cumpleaños investigué un poco, ya que me dio curiosidad." Comentó Takashi con una sonrisa.

"Es cierto. En mayor parte se lo debes a él, y a ti también por no decirnos nada y poder preparar este momento." Saya asintió con una sonrisa, un gesto que Saeko respondió de la misma manera.

"Entonces…" Takashi señaló detrás de su espalda. "¿Quieres ver esa torta?" Saeko asintió sin dudar.

Una vez que llegaron a la cocina, una mezcla de melancolía y extrema felicidad se adueñaron en Saeko.

Era increíble que la simple existencia de esa torta blanca con sus velas encendidas hiciera que dos emociones tan opuestas convivieran como una.

De nuevo esa necesidad de llorar volvió a ella, pero nuevamente lo resistió cuando su rostro se iluminó con la bella sonrisa que emergió de sus labios.

"18 años." Takashi se colocó a su lado, ambos mirando la torta. "¿Qué se siente ser mayor de edad?" Él hizo la pregunta cuando volvió la mirada a ella.

"No lo sé. Me siento exactamente igual." Respondió Saeko, devolviéndole la sonrisa.

"¡Pido el segundo trozo!" Hirano se acercó a la torta sin que casi nadie se diera cuenta y comenzó a cortarla.

"¡Maldito gordo glotón! ¡Se supone que Saeko iba a ser quien la cortara!" Saya rechinó los dientes cuando se acercó a él.

Esta interacción sacó una risa por parte de Takashi y Saeko, quienes no tardaron en acercarse al dúo.

_ SALTO DE LINEA _

Salta de estar

Varios minutos más tarde…

"¡¿Cómo es que pudiste volverte tan buena en tan poco tiempo?!" Saya se quejó al mismo tiempo que sus dientes se apretaban.

"Solo era cuestión de que me aprendiera los controles." Comentó Saeko con suma naturalidad, ambas estaban jugando a la última edición del Mortal Kombat. "Esto es como el kendo, solo necesitas una buena memoria y una gran cantidad de reflejos." Ella concluyó cuando volvió a ganar, haciendo que Saya diera un suspiro en señal de derrota.

"Muy bien, ahora es mi turno." Takashi cambió de lugares con Saya y se preparó para escoger personajes.

"Esta vez voy a ganar." Comentó Saeko con una sonrisa algo competitiva mientras hacia lo mismo que Takashi.

"¿Oh? Yo no estaría…" Takashi no pudo terminar la frase, ya que su celular comenzó a vibrar.

Todos se pusieron serios al notar el numero de Rei, pero curiosamente Takashi se veía muy relajado, por lo que no tardó en atender cuando se cruzó de piernas.

"¿Hola?"

"¡¿CUÁNDO DEMONIOS VAS A LLEGAR?! ¡PUEDO VER LAS LUCES DE TU CASA!"

Takashi se vio forzado en alejar el celular de su oreja ante semejante grito.

"¿Cuándo dije que iba a ir?" Preguntó Takashi, y el gruñido de Rei se escuchó incluso más alto que la música.

"¡Lo prometiste!" Exclamó con una rabia apenas contenible.

"¿Prometerlo? Solo dije que iba a pensarlo." Takashi descruzó su pierna para cruzar la otra ante la atenta mirada de sus amigos.

"¡Por lo menos ven unos 5 minutos! ¡Ya están a punto de cortar la torta!" Ella volvió a gritar, aunque en esta ocasión, su tono se escuchaba más desesperado que enojado.

"¿Todavía no festejaron? Bueno, feliz cumpleaños y espero que disfrutes de tu torta. Segura es deliciosa."

"¡Espera…!" Rei no pudo decir otra palabra más al ver que había cortado la llamada.

Ella intentó llamarlo una vez más, pero cuando atendió la bandeja hizo que sus dientes se apretaran con aún más fuerza.

Pero ya no era de rabia.

Sus ojos estaban lagrimeando.

Hisashi casi se cae hacia atrás cuando Rei abrió la puerta del baño de manera muy brusca y se encaminó hacia afuera.

Mientras tanto, Takashi estaba cerrando con llave la puerta trasera, asegurándose de que nadie pudiera entrar.

"¿No crees que estas exagerando?" Preguntó Hirano con una gota de sudor nerviosa.

"No hay una mujer más quisquillosa que Rei, créeme." Comentó Saya, aprobando las acciones de su amigo.

"Saya tiene razón. Recuerdo que muchas veces se ha vuelto un poco loca cuando se le negaban ciertas cosas." Declaró Takashi, y como si la estuvieran llamando, la puerta principal fue golpeaba numerosas veces y con mucha fuerza.

"¡Takashi, abre la maldita puerta!" Exclamó una Rei muy enojada, y lo siguiente que se escuchó fue como giraba el picaporte, pero evidentemente la puerta no abrió.

"Vete a casa. Ya dije que no quiero ir." Comentó Takashi desde el otro lado, y eso solo hizo que la puerta se golpeara con aún más fuerza.

"Por favor, hablemos." Hisashi dijo desde el otro lado con un tono mucho más aprensivo.

"Ya dije que no." Takashi no pudo evitar fruncir el ceño ante la insistencia.

De repente, los golpes salvajes dejaron de escucharse, algo que dejó todo el lugar en completo silencio.

"…"

"…"

"…"

"¿Se acabó?"

"¡PUM, PUM, PUM!"

La pregunta de Hirano se respondió de inmediato cuando Rei comenzó a golpear la entrada trasera con mucha fuerza.

"¡Abre la maldita puerta!" Exclamó la mujer, su rabia incontenida iba de la mano con sus leves sollozos.

"¿No te vas a rendir?" Preguntó Takashi cuando se acercó junto con los demás.

"¡Oye, maldito idiota!" Rei gritó una última vez, y todos se sorprendieron cuando los golpes dejaron de escucharse.

Parecía que se había ido, hasta que…

"¡¿ESTÁS CON ESA MALDITA ZORRA?! ¡¿POR ESO NO QUIERES ABRIR?!"

"¡PUM, PUM, PUM!"

Los golpes continuaron y todos tuvieron que detener a Takashi, ya que estaba dispuesto a abrir la puerta para darle una gran golpiza.

Rei podría haber decidido insultar a cualquiera, pero escogió a la única persona que nunca debería.

"¡Aquí la única puta zorra eres tú! ¡Será mejor que te vayas antes de que llame a la policía, maldita loca de mierda!" Gritó Takashi con una gran furia, algo que incluso sorprendió a Saya y Hirano, ya que nunca lo habían visto tan molesto.

Mientras tanto, Saeko no pudo evitar sonrojarse un poco al notar como Takashi saltó a su defensa al instante y con semejante rudeza.

Los golpes se detuvieron lentamente, y los sollozos de Rei se escucharon aún más.

"¿Por qué me llamas de esa manera? ¿No vez que desde que apareció esa mujer todo lo que teníamos se derrumbó?" Takashi tuvo que tomarse el rostro para intentar contener la rabia, algo que funcionó cuando dio un gran y tendido suspiro.

"Escúchame bien. Tú sola lo arruinaste, al igual que Hisashi. Entiende que ya no quiero tener nada con ustedes dos. Ahora váyanse antes de que llame a la policía, es decir, ha tus padres." Concluyó Takashi con un tono bastante frio, haciendo que el llanto de Rei se profundizara aún más.

"Vámonos Rei…" Todos fueron capaces de escuchar el susurro de Hisashi, quien intentaba consolar a su triste y lastimada novia.

Los segundos pasaron, y el silencio volvió a reinar.

"¿Esta vez si se acabó?" Volvió a preguntar Hirano, recibiendo un profundo asentimiento por parte de Takashi.

"Aún así, no sabemos si volverán. Lo mejor sería apagar las luces para que piensen que nos fuimos." La propuesta de Saya fue bien recibida por todos, y en un santiamén ya se encontraban jugando otra vez.

Después de unas largas horas de diversión, Takashi se encargó de despedir a todos sus invitados.

Saya iba caminando junto a Hirano, el gordito pudo darse cuenta que la enana pechugona tenía una expresión bastante conflictiva.

"¿Sucede algo?" Preguntó Hirano con suma curiosidad.

"Quería invitar a ese idiota al baile de graduación, pero pienso que hubiera sido una perra si se lo quitaba a Saeko. Quiero decir, ella es la que se va a graduar." Hirano tan solo asintió, para luego mirar hacia el frente.

"¿Sabes algo? Si quieres, puedo ir contigo."

"¿Eh?"

"¡Solo si quieres! ¡Se que no soy la mejor opción, pero…!"

"Je." Saya se rio a su manera, y el sonrojo de Hirano desapareció al notar una sonrisa tan peculiar de la mujer que nunca antes la había visto. "Créeme que de entre todos los descerebrados idiotas en la Academia, tú estás en un puesto aceptable."

"Eh, ¿gracias?" El gordito no sabía si sentirse insultado o alagado.

"Creo…" Saya miró hacia el frente y una sonrisa mucho más suave se formó en su rostro. "Creo que no estaría mal ir contigo." Hirano la miró con un gran brillo de emoción en sus ojos.

"¡¿Lo dices enserio?!" Saya se vio obligada a taparse los oídos ante el fuerte grito del adolescente.

"No hagas que me arrepienta tan rápido…"

Takashi tomó su celular cuando comenzó a sonar.

"¿Saya? ¿Te olvidaste de algo? Espera que voy a abrir la puerta." Comentó el protagonista cuando puso en pausa al juego y se acercó a la entrada de su hogar.

"No es eso. Solo quería preguntarte si vas a ir con Saeko al baile. Yo iré con el gordo, por lo que podríamos reunirnos en la entrada de la Academia." Esa pregunta tomó desprevenido a Takashi, quien se detuvo en la entrada de su casa.

"No creo que sea buena idea. De seguro ya tiene a alguien de tercer año, y sinceramente no creo que ella esté de acuerdo con eso." Takashi respondió mientras se apoyaba en la puerta.

"¿Eh? ¿Eso quiere decir que ella aún no volvió a tu casa?" Esa pregunta sorprendió a Takashi, y ni siquiera pudo preguntar a lo que se refería cuando la puerta fue golpeada.

Takashi abrió la puerta con cuidado, y se sorprendió al notar como Saeko lo estaba esperando con una dulce sonrisa.

"¿Saeko…?" Takashi tan solo pudo decir su nombre cuando apagó el celular.

"¿Puedo quedarme un rato más?" Esa pregunta sorprendió aún más a Takashi, aunque al final le respondió con una sonrisa.

"¡Por supuesto!" Exclamó cuando la dejó entrar y cerró la puerta.

_ SALTO DE LINEA _

Una hora más tarde…

Saeko y Takashi se la pasaron jugando videojuegos, charlando, riendo y bebiendo hasta que estaban en su límite.

Saeko tenía su rostro apoyado en el hombro de Takashi mientras veían una serie. El protagonista se encontraba riendo como un tonto, el sonrojo en el rostro de ambos daba a entender que estaban apunto de emborracharse.

Saeko se comió la última papa frita para luego estirarse como si fuera una gata. Eso hizo que se recostara aún más en el cuerpo de Takashi, y éste pudo notar como la mujer estaba bastante somnolienta.

"¿Quieres dormir?" Preguntó Takashi cuando apagó el televisor y la tomó entre brazos, algo que ni siquiera la tomó por sorpresa, lo único que hizo fue abrazarlo por el cuello mientras daba un tierno bostezo. "Apestas a alcohol." Takashi decidió burlarse un poco de ella mientras subían las escaleras.

Al final, Takashi estaba apunto de arrojarla sobre la cama de sus padres, pero Saeko lo abrazó con aún más fuerza.

"Quiero dormir contigo." Ella comentó en un susurro.

"No podemos. Mi cama es demasiado pequeña." Takashi no se mostró sorprendido ante tal declaración, ya que estaba demasiado somnoliento y un poco borracho como para realmente prestarle atención.

Takashi la arrojó sobre la cama, y ella se rio como si fuera una niña. Probablemente haber sido arrojada de una pequeña altura como esa se debe haber sentido como una montaña rusa por su estado mental actual.

"¡Espera!" Saeko lo detuvo al notar que estaba a punto de salir. "¿Vas a ir al baile de graduación?"

"No tengo a nadie. Pero me gustaría estar ahí en uno de los momentos más importantes de tu vida. Voy a ir en la bajada y la entrega de diploma, luego me iré." Respondió Takashi cuando se apoyó sobre el marco de la puerta.

"En ese caso, ¿no quieres acompañarme en el baile?" Takashi tuvo que admitir que se sorprendió un poco ante tal propuesta.

"¿No tienes a otro…?"

"Desde que nos conocimos, siempre he pensado en ti." Saeko lo interrumpió, y Takashi se sorprendió aún más.

Era obvio que no pudo captar que esas palabras eran más profundas de lo que parecían. Probablemente ni siquiera Saeko se había dado cuenta por culpa de su estado actual.

"En ese caso, por supuesto que te acompañaré." Takashi respondió con una sonrisa. "Sería un honor estar con la Diosa de la Academia."

Saeko no pudo evitar sonrojarse por como había sido llamada. Algo curioso, ya que siempre la habían llamado de esa manera.

Pero de alguna forma, que lo diga Takashi se sentía mucho más especial.

"Bueno…" Takashi alzó su mano. "Nos vemos mañana." El protagonista se despidió cuando se encaminó hacia su dormitorio.

Saeko observó el sitio vacío por unos pocos segundos hasta que comenzó a quitarse la ropa.

Su mirada se estacionó sobre el aburrido techo una vez que se arropó.

Y así, los minutos pasaron…

Por algún motivo, lucía bastante inquieta.

Hasta que decidió ponerse de pie.

_ SALTO DE LINEA _

Casa de Takashi

En la mañana siguiente…

"¿Quién lo hubiera dicho?" Comentó la madre de Takashi con muchas lagrimas cómicas mientras que su marido se encontraba detrás de ella, su rostro permanecía de piedra mientras observaba la escena completamente irrealista.

¿El motivo?

Era simple.

Allí se encontraba durmiendo Takashi, con sus sabanas y frazadas completamente desparramadas en el suelo solo para que solo una delgada manta lo cubriera, como era habitual en él. Lo surrealista comenzaba cuando veías como Saeko se encontraba acostada sobre su cuerpo solo en ropa interior mientras lo abrazaba como si fuera su oso de peluche favorito.

Finalmente, la madre se sonó la nariz dramáticamente, para luego decir las siguientes palabras.

"¿Quién hubiera pensado que mi muchacho se haría hombre tan rápido?"

Si…

Después de eso, la explicación para solucionar este pequeño malentendido tuvo que ser muy, MUY larga.

_ SALTO DE LINEA _

Academia Fujimi

Una semana más tarde…

Saya se encontraba sentada junto a Hirano mientras observaban el gran tumulto de personas en silencio. El gimnasio y el patio estaban repletos de estudiantes y algunos familiares de los mismos. Ambos escenarios habían sido decorados para el momento especial, yendo desde asientos y mesas hasta una gran cantidad de globos y letreros emocionantes. Aunque el foco principal parecía estar puesto en el telón cerrado de la parte superior del gimnasio, en donde se esperaba pacientemente para que los dueños de esta fiesta hicieran acto de presencia.

"Aún no puedo creer que ese idiota haya logrado aprobar todas las asignaturas." Comentó Saya cuando apartó sus labios de la bebida.

"Aún yo no puedo creer que solo deba ir a clases de verano por solo una. Recuerdo que el año pasado apenas pude aprobar todas las asignaturas que debía antes de que comience este año escolar." Respondió Hirano con una sonrisa algo tímida, ya que no era un pasado que lo hacia sentir muy orgulloso. "Para ser sincero, te debemos mucho. Si no hubiera sido por tu ayuda, creo que ambos hubiéramos estado perdidos." Comentó Hirano, su sonrisa se convirtió en una mucho más amable y entusiasta al final.

"No creo que tú hubieras tenido problemas, incluso si hubieras reprobado." Comentó Saya para luego fijar su mirada en el gran telón. "Ojalá podría decir lo mismo de Takashi…" Concluyó con el ceño fruncido, aunque rápidamente ese gesto desapareció cuando el director hizo acto de presencia delante del enorme telón.

Los murmullos comenzaron a disiparse casi tan rápido como el rocío de la mañana a medida que todos se iban percatando de la presencia del director.

"Otro día. Otro día que se convierte en otro año…" Las primeras palabras del hombre hicieron que los últimos murmullos se silenciaran por completo. "Hoy no estoy aquí para presentar estadísticas o destacar los logros y cualidades académicas de nuestros jóvenes, aunque reconocemos su importancia. No estoy aquí para recordar las diferentes dificultades y desafíos que enfrentaron para llegar hasta este momento." El director dio una pequeña pausa para observar a todos los presentes. "Hoy estoy aquí para hablar de nuestros hijos más grandes, de sus hermanos mayores que pronto van a cumplir un hito en su vida." El director se tomó otra pequeña pausa para así cerrar su discurso. "Mirando hacia el futuro, no veo solo graduados, veo agentes de cambio, creadores de sueños y constructores de un mundo mejor. Que cada uno de ustedes lleve consigo el espíritu de la curiosidad, la compasión y la valentía, porque son estas cualidades las que realmente nos definen. Al despedirnos, hagámoslo con gratitud por cada experiencia que ha contribuido a nuestro viaje. Aunque se dispersaran en diferentes direcciones, recuerden que siempre llevaran un pedazo de esta comunidad en nuestros corazones. En el próximo capítulo de sus vidas, escribirán historias que desafíen las expectativas y abracen la diversidad que nos rodea. Aquí, en este espacio especial que llamamos academia, hemos sembrado las semillas del conocimiento y el verdadero potencial. Ahora, es el momento de ver cómo florecen en el jardín del futuro." El director compartió una amable sonrisa, para luego decir:

"¡Feliz egreso, hombres y mujeres del futuro! Que cada uno de ustedes siga brillando con luz propia, iluminando el camino hacia un mañana lleno de posibilidades infinitas. Con gratitud y esperanza, su querido director."

Una gran cantidad de aplausos se escucharon a lo largo de toda la Academia, haciendo que el hombre les entregara una profunda reverencia.

"¡Ahora si, demos paso a los verdaderos protagonistas de este día!" El director se apartó, y así el telón comenzó a abrirse.

Los aplausos se profundizaron aún más, y la sonrisa de Hirano y Saya apareció en sus rostros de manera instantánea al ver que la primera en bajar las escaleras era Saeko, quien estaba siendo acompañado por Takashi. Ambos bajaron por la escalera con elegancia, y sus vestidos de gala definitivamente resaltaban bastante.

Al final Takashi se apartó un poco de la mujer para que tomara su diploma de la profesora Kyoko, quien la esperaba con una sonrisa. Eso hizo que su mirada se encontrara con sus amigos, por lo que no pudo evitar sonreírles como respuesta.

Mientras tanto, Saeko se sacó una muy linda foto junto con la profesora y su diploma para que este momento se guardara en su memoria para siempre.

Una vez que se presentó la próxima pareja, ambos se apartaron de la escena principal para reunirse con Hirano y Saya, en donde ambos los recibieron emocionados.

"¡Felicitaciones!" Los cuatro se encerraron en un abrazo muy profundo mientras felicitaban a Saeko.

"Gracias." Ella comentó cuando se separó. "Esta noche esta siendo perfecta, aunque me hubiera gustado que mi padre viniera…" Concluyó, su voz tenía una pizca de remordimiento al final, algo que hizo que Hirano y Takashi se miraran entre sí con cierta tristeza.

"Tú padre es un hombre muy ocupado. Creo que no deberías enviarle ninguna foto o mensaje como castigo." Comentó Saya con una sonrisa socarrona, algo que sacó una pequeña risa en Saeko.

"Je, puede que no sea una mala idea."

Hirano y Takashi sonrieron ante la interacción de ambas mujeres.

Era curioso ver como antes Saya no parecía aguantar a Saeko, pero ahora prácticamente eran mejores amigas.

_ SALTO DE LINEA _

Unas horas más tarde…

Después de una larga fiesta, cada uno volvió a sus hogares y Takashi se propuso a llevar a Saeko, quien era la que vivía más lejos.

El trayecto era largo, así que una conversación algo interesante surgió entre ellos.

"Solo quedan unas pocas semanas. Voy a tener que ir ya que aún seguirán contando ausencias y estoy muy al límite con eso." Comentó Takashi con una sonrisa nerviosa, realmente no se enorgullecía de esos primeros tres meses a los que faltó a casi todas las clases.

"De seguro yo seguiré yendo. Realmente no tengo mejor cosa para hacer y creo que Hirano necesitará ayuda si quiere aprobar algebra lo antes posible." Comentó la mujer, a lo que Takashi asintió de acuerdo.

"Aunque estoy seguro que Saya será quien se encargue de todo…" Takashi agregó con una leve sonrisa.

Un silencio se presentó entre ellos mientras seguían avanzando en la noche bastante transitada, algo que no era muy habitual a estas horas.

"¿Escuchaste las noticias? Por lo visto, el índice de criminalidad a aumentado mucho estos últimos meses." Saeko reanudó la conversación con otro tema, a lo que Takashi asintió.

"Todos dicen que esto se debe a las votaciones de ministros y gobernadores que se llevaran a cabo en dos meses. Supuestamente la competencia busca desmeritar a los actuales políticos para obtener una oportunidad de subir al poder. Si me lo preguntas a mí, creo que el índice de criminalidad solo subió porque aquí hay mucha gente con dinero." Concluyó Takashi con un inclinar de hombros.

"¿No crees que los rumores sean ciertos?" Preguntó Saeko con curiosidad.

"¿No crees que buscarían una manera más sutil de llegar al poder?" Takashi remató con otra pregunta, y Saeko se quedó en silencio para pensarlo.

"Bueno… cualquiera que sea el caso, estoy segura que Hirano hará un gran trabajo y limpiará la ciudad una vez que se gradué." Respondió la mujer con una pequeña sonrisa.

"Je, en eso estamos de acuerdo." Comentó Takashi con una sonrisa. "Hablando de eso, ¿qué harás ahora?" Takashi se detuvo en el semáforo rojo y observó a Saeko con mucho interés.

"Tengo pensado abrir mi propia asociación de kendo. Ya que, a diferencia de mi padre, no busco ser la mejor en este deporte, solo quiero trasmitir el amor y la pasión que siento a través de una katana." La sonrisa de Saeko se ensanchó un poco por lo que iba a decir. "Mi sueño es ser una maestra del kendo y tener a muchos discípulos."

En un principio, Takashi se vio un poco sorprendido ante la revelación, pero al final le respondió con una sonrisa.

"En ese caso, ya tienes a uno." Takashi se señaló con una sonrisa, para luego continuar el viaje.

"Si, tienes razón." Saeko apegó aún más su cuerpo sobre el de Takashi para demostrar el cariño que le tenía. "Y resultó ser mucho más talentoso de lo que parecía."

"¿Disculpa?" Takashi fingió molestia por la clara insinuación de llamarlo un inútil, pero ambos rieron al final.

Su conversación terminó justo cuando llegaron a la gran mansión de Saeko.

"Gracias por traerme." Comentó la mujer con una sonrisa.

"Espera." Saeko se dio la media vuelta cuando fue llamada por Takashi.

El protagonista comenzó a rebuscar en el estuche que usaba para guardar a su bate, pero en esta ocasión retiró una hermosa katana de madera que tenía una tonalidad rojiza, y en la empuñadura lucia un hermoso moño violeta.

"Esto es para ti." Takashi le extendió la katana de madera, a la cual Saeko agarró con ligera torpeza.

"Oh, gracias. Pero, ¿por qué…?"

"Originalmente iba a entregártelo para tu cumpleaños. Mis padres insistieron mucho, por lo que al final terminé aceptando. Pero nos terminamos olvidando de algo muy importante, y eso es el tiempo de elaboración para un encargo personalizado." Respondió Takashi cuando se quitó el casco, haciendo que Saeko mirara la katana de madera con ligera confusión.

"¿Por qué harían un encargo personalizado para algo tan simple?" Después de la pregunta, los ojos de Saeko parpadearon numerosas veces con suma estupefacción. "… ¿Por qué es tan pesada?" Ante esa pregunta, una sonrisa inminente se dibujó en el rostro de Takashi.

"Pensé que te darías cuenta al instante." El comentario hizo que Saeko observara la katana de madera con cuidado.

Después de inspeccionarla por unos segundos, Saeko la tomó de la empuñadura y tiró fuerte de ella, haciendo que la katana de madera se separara. De pronto, la madera se transformó en una larga funda que ocultaba a una katana de acero morada que tenía un diseño genial. Los ojos de Saeko se ensancharon como nunca antes cuando sostuvo el frio metal con ambas manos.

La sensibilidad al tacto generaba escalofríos, el armado era igual de precioso que su dueña y el peso era más que perfecto.

En resumen, no existía una katana más perfecta para ella.

Y lo curioso de esto, es que ese hombre había sido quien se la había entregado.

Su mirada se fijó en Takashi, mientras él la observaba con una delicada sonrisa.

"¿Te gusta?"

La pregunta hizo que los ojos de Saeko se pusieran vidriosos, por lo que solo se dejó llevar por sus emociones y lo abrazó con una fuerza sin igual, haciendo que Takashi casi se cayera de la moto.

"¡Wow! ¡Wow! ¡Ten cuidado, es peligroso!" Las palabras de Takashi solo hicieron que Saeko lo abrazara con aún más fuerza.

"¡Gracias, gracias!" Saeko le agradeció, su voz algo temblorosa hizo que una sonrisa bastante suave apareciera en el rostro de Takashi.

Al final, el protagonista terminó aceptando su abrazo con delicadeza.

"Me alegra que te haya gustado."

¡FINAL DEL CAPÍTULO!

Lo más seguro es que el próximo capítulo sea el final de este arco. Si, eso significa que el apocalipsis está apunto de comenzar. Antes de eso, sucederán varios acontecimientos muy fuertes que determinarán el avance de la relación entre Saeko y Takashi, así también como las relaciones de los demás personajes.

Y obviamente, cierta mujer tendrá su primera aparición ante de que todo se convierta en una locura.

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Ahora sí, es momento de despedirse.

¡Muchas gracias por leer!