Maki no podía creer lo que estaba pasando, de un momento a otro parecía una jodida coincidencia que no le estaba gustando para nada. Primeramente, esa mirada, ahí frente a ella, con una expresión de sorpresa y preocupación, la conocía. Nozomi estaba ahí y no solo eso, sino que parecía estar cerca de Eli, su esposa. Nozomi por su parte estaba sumamente nerviosa, Maki no tenía buena cara y a juzgar por la forma en la que la estaba mirando desde hace unos segundos, sabía que la pelirroja no iba a ser muy amable.
Todas las personas en aquel momento estaban tensas, desde Nico hasta Eli, excluyendo un poco a Dia ya que la pequeña no estaba segura de quienes eran las personas en el lugar, además de sus madres.
Pero finalmente, alguien rompió la pequeña batalla de miradas de Nozomi y Maki, pues esta última sintió un agarre algo débil en su brazo, notando que Eli era quien estaba sujetándola. La artista estaba recobrando un poco el aliento y al mismo tiempo, trataba de pensar en que decir en ese preciso momento, algo debía decir al respecto y debía ser pronto, antes de que todo se viniera abajo.
-Maki... -Soltó, primeramente, tratando de articular alguna buena excusa, pero para ser franca, no tenía ni idea de que más decir. Se sentía como un cachorro atrapado.
-Eli, ¿Estás herida? - Maki preguntó primero, quitándole la oportunidad de la chica para hablar.
-Yo... no, estoy bien...- contestó aun recuperando el aliento, intentaba ponerse de pie nuevamente, a lo que inconscientemente, guiada por su instinto constante de ayudar, Nozomi la tomó del brazo para que se apoyara y se terminara de poner de pie, Maki nuevamente miró a la pelimorada, tratando de entender qué estaba haciendo ella ahí y que era lo que sucedía concretamente.
-Nozomi...- Maki llamó primeramente a la más mencionada, quien se puso tensa ante la voz de Maki pronunciando su nombre. -Tu estás aquí... ¿buscando a Nico?- preguntó por fin mientras echaba una mirada a la de ojos carmín. La pelinegra sentía como su corazón latía con gran fuerza contra su pecho.
¿Qué debía decirle a Maki? Cualquier cosa que pudiera decir en ese momento pondría en peligro absolutamente todo lo que habían logrado hasta ahora. Estaban en un aprieto complejo de manejar y simplemente se sentía temerosa de arruinarlo todo. Nozomu podía ver como Maki observaba a la pelinegra, aunque la pregunta haya sido para ella, Maki esperaba a que Nico dijera algo al respecto... tenía que darle seguridad a Nico lo antes posible.
-Maki, ni siquiera sabía que Nico estaba en la ciudad... encontrarnos aquí es mera casualidad, puedes estar segura de ello- Nozomu sonaba segura de lo que decía, logrando, para sorpresa de todas, que Maki asintiera aceptando aquella simple explicación.
-Entiendo...- contesto Maki para terminar de ayudar a Eli a poner de pie y después, sujetando su mano y con una mirada que casi parecía rogar, continuó. -Eli... quiero que me expliques que haces aquí y que está sucediendo. Primero me llamas diciendo que nos esperas en casa, pero... resulta que estás aquí, desfalleciendo. Necesito que seas honesta conmigo- la japonesa tenía sus ojos cristalinos.
-Tengo muchas cosas que pensar antes de explicarte...- Contestó presa del pánico que sentía internamente, estaba a nada de ser descubierta por su familia.
-¡Pues hazlo de una vez!- Maki exigió con sentimientos expresados en el tono de su voz, la chica estaba frustrada.
Pero nuevamente, Eli no tenía palabras para decir, simplemente no había planeado que hacer en caso de que Maki la atrapara de esa forma. Sin embargo, al igual que Nico, veía en peligro todo lo que habían logrado en ese instante. Algo tenía que hacer, y quien debía salir más limpia de aquello debía ser Nico.
Dia escuchaba y miraba todo, miraba la situación, Eli estaba con esa mujer de ojos turquesa, se había marchado desde temprano y les abandonó en algo que se suponía podían hacer juntas. Aunado a ello, la incapacidad de Eli de contestar a las interrogantes de Maki, solo le dieron una respuesta a Dia, quien sintió un sentimiento que jamás imaginó que su amada madre Eli iba a hacerla experimentar...
Decepción.
-Es esta mujer a quien miras a nuestras espaldas ¿verdad? - Dia se atrevió a irrumpir, llamando la atención de todas las presentes. - Es esta la mujer que frecuentas de ese ridículo local de citas llamado BiBi...- y nuevamente, todas las presentes se congelaron ante las palabras de la niña.
Eli sentía como su corazón latía más rápido de lo normal ¿Cómo es que Dia supo de BiBi? Que era lo que sabía exactamente la pequeña. Por su parte, Nico se tensó ante la mención del lugar donde trabajaba, tal parecía que por esa razón la más joven quería ir a aquel local, pero... ¿Qué buscaba exactamente? Por su mente pasaba el hecho de que se vieran descubiertas y que Maki y Día supieran que Eli la busco únicamente para proponerle ser su reemplazo.
Dia se enfureció aún más al ver que Eli no decía absolutamente nada, por lo que el dolor y la decepción en su pecho finalmente explotaron.
-Te escuché aquel día en el que la tía Honoka fue a casa a visitarte... ambas hablaban sobre una mujer, que ella debía traerte tranquilidad y que Honoka debía prometer no decirnos nada a mamá Maki y a mi...- Dia confesaba, haciendo que la expresión en el rostro de Eli mostrara la sorpresa que sentía ante las palabras de su hija.
-Eli, solo quiero que sepas que yo te apoyaré decidas lo que decidas, y si esa mujer es lo que te trae tranquilidad, entonces está bien...-
-Gracias Honoka, sé que puedo contar contigo y que guardarás esto conmigo... Maki y Dia no pueden saberlo bajo ningún motivo ¿De acuerdo?-
Eli recordó aquel día, Dia había llegado de sorpresa y se comportó extraño, esto a raíz de que las había escuchado un poco, lo que significaba que la niña no había descubierto la verdad del todo, pero entonces... la niña ahora había dejado implícito que ella realmente se estaba viendo con alguien más. Quizá, era el momento de alejarse por completo... quizá debía tomar la oportunidad.
-No puedo creerlo...- Maki irrumpió un momento. Todas podían ver como la abogada bajaba la mirada y apretaba los puños, en un intento de contener sus emociones en ese preciso momento. -Ahora todo tiene sentido... colgabas tus llamadas cuando estaba cerca, te ponías nerviosa si te preguntaba con quién hablabas... de repente tu trabajo pareció ser más importante que nosotras, pero... resulta que realmente es porque estás mirando a otra mujer- la forma en que Maki soltó aquello, simplemente destrozaba el corazón de Eli.
Maki también estaba tomando el rumbo de la creencia de su hija, que ella estaba viendo a alguien más. Entonces cayó en cuenta que todo ese tiempo, sin siquiera darse cuenta, estaba enseñando con su actitud, lo que significaría vivir sin ella. Aunque lo hizo de la peor manera.
No había vuelta atrás, todo estaba colocado y listo para decir las palabras que se encargarían de redirigir su destino. Por lo que, tomó un bocado de aire y tras exhalar miro directamente los ojos a Maki.
-Lo siento mucho...- comenzó, aún estaba sumamente nerviosa y el dolor en su pecho era realmente creciente, aunque ya no sabía si se trataba de su enfermedad o de lo que estaría a punto de decir. -Maki... se me salió de las manos esto, lamento que sea así como tengas que saberlo- continuaba denotando su nerviosismo.
"-Eli... por el amor de dios ¿Qué estás a punto de hacer?-" Nico no estaba lista para la reacción de la abogada y su hija.
-Es verdad Maki, yo... estoy viendo a alguien más...- una oración simple, pero que repercutiría indefinidamente.
El silencio volvió a ellas un breve momento, la pelirroja sentía que su corazón ahora mismo era un cristal y Eli sin más arrojó una roca a el, quebrándolo en miles de pedazos. Maki volvió a bajar la mirada, pretendiendo ocultar su rostro de todas las presentes y posteriormente soltó una sonrisa triste.
-Ahora entiendo todo...- fue lo único que salió de sus labios para posteriormente mirar a Nozomu. -¿Eres tú?- preguntó, poniendo nerviosa a la chica.
-No, Maki. Desconozco qué es lo que está sucediendo en concreto. Solo fui alguien que se detuvo a ayudar- Nozomu respondió rápidamente, pues aquello era casi una verdad.
La pelirroja únicamente asintió, tomando lo que Nozomu había dicho como un hecho. No deseaba escuchar a nadie más, pues sin importar lo que realmente ocurriera o lo que le ocultaran, solo tenía algo claro, y era que Eli la había traicionado.
El simple hecho de pensar aquello punzaba contra su pecho, estaba destrozada, simplemente no lograba entender que había llevado a la artista a cometer aquello. ¿Ya no la amaba? ¿dejó de amar a Dia incluso? Simplemente no podía pensar en nada, solo rondaba por su mente el ¿qué podía llevar a una persona a dejar de amar a su esposa e hija?
Debía salir de ahí, no estaba segura de cuanto más podría quedarse sin que sus emociones se desbordaran.
La abogada simplemente levantó el rostro, dejando que todas pudieran ver sus ojos violetas cristalinos, a punto de derramar lágrimas y finalmente se dirigió a la más joven, esa niña que tenía mala cara y que su expresión estaba a punto de soltar lágrimas también.
-¿Estas bien Dia? ¿Quieres que nos vayamos? - preguntó manteniendo la calma. Debía ser fuerte para su hija.
-Quiero irme... por favor- la voz de Dia se quebró en ese momento mientras pasaba su brazo por su rostro, limpiando las lágrimas que acababa de soltar.
Finalmente, Maki arropó a Dia antes de darle una última mirada a Eli, una donde por fin derramó lágrimas y sin decir nada más, ambas se fueron de ahí. Ya no había marcha atrás
Para Eli ver aquella última mirada fue la experiencia más dolorosa que pudo experimentar, ni siquiera los males del cáncer matándola eran tan desgarradores como ver la mirada y expresión rota de Maki, y por supuesto, ese rostro decepcionado y herido de Dia.
Solo pudo mirar la espalda de ambas perderse entre la multitud, rodeada del silencio de Nozomu y Nico.
La pelinegra por su parte también se sentía terrible, era la segunda vez que miraba esa expresión llena de dolor en el rostro de Maki...
-¡Nico-chan!- Escuchó la voz de su amada llamarla, se separó del contacto con Nozomi solo para percatarse que en la entrada de aquel almacén estaba la pelirroja, estática y con una expresión que hizo que olvidara su propio dolor por completo.
-Maki...- susurro el nombre de su amada, quien, sin hacer gesticulación alguna, derramó lágrimas. -Espera... Esto no es lo que crees...- Se separó abruptamente de Nozomu y trató de acercarse a la menor, sin embargo, ella le dio la espalda rápidamente, corriendo lejos.
-¡Maki!- volvió a gritar su nombre.
Esa fue la última vez que Nico la vio, su espalda esfumándose entre los demás alumnos aquel trágico día de graduación. Hasta aquel día en la exposición de arte...
Nico tuvo aquel recuerdo doloroso, llevando sus manos a su pecho, haciendo una ligera presión en el, como si haciendo aquella acción pudiera apaciguar las emociones que estaba experimentando. Pero no era la única, alguien ahora mismo estaba sufriendo igual o más que Maki y no era ella, se trataba de Eli, por lo que rápidamente dirigió su mirada hacia la artista que observaba sin moverse ni un momento la dirección en la que Maki y Dia se habían ido, todo mientras sus lágrimas inundaban sus mejillas de una forma que pocas veces se podía ver llorar a una persona.
Nico entonces guardó su propio dolor para ella y decidió acercarse a Eli, tratando de servirle de apoyo a la chica.
-Eli... ¿Por qué lo hiciste? - Nico preguntaba a la mayor, quien simplemente bajaba la mirada, notando como pronto sus lágrimas llegaban al concreto.
-Porque la amo... y debo dejarla ir...- susurró mientras que, al igual que Nico hace un momento, llevaba sus manos hacia su pecho y hacía presión, intentando de todas las formas posibles apaciguar la dolorosa sensación de dolor en su interior.
Nico apretó los puños con frustración, no entendía nada en absoluto, ¿Cómo es que lo que Eli acababa de hacer podía ser un acto de amor?
-Dijiste que querías evitarle sufrimiento con todo esto... pero la forma destrozada en la que se marchó... Eli, esto la está haciendo sufrir- comenzaba a decir tratando de contenerse. -¿¡Cómo esto evitaría que sufra!?- soltó con su frustración a flote. Sentía culpabilidad en ello.
-Porque tiene que aprender lo que significará vivir sin mí, Nico...- por fin la artista levantaba la mirada de nuevo. Su cuerpo tambaleaba, amenazando con desfallecer en cualquier momento.
-Nicocchi, basta... Tenemos que llevar a Eli a un hospital, no se encuentra bien- Nozomu finalmente intervenía, la chica estaba sumamente preocupada por lo que estaba sucediendo y la apariencia de la menor. -Por favor, llama un taxi de inmediato- rogó a su amiga.
Nico simplemente suspiró y sacó su teléfono. Era verdad, Eli necesitaba apoyo médico en cuanto antes, por lo que simplemente llamó por un taxi. Cuando este llegó, Nozomu ayudó a Eli a subir y finalmente se marcharon.
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Las tres chicas llegaron al hospital y entre las dos ayudaban a Eli a andar hasta el interior del nosocomio siendo recibidas amablemente por recepción.
-¿En que puedo ayudarlas señoritas?- preguntó la mujer al otro lado de un escritorio.
-Escuche, ella padece leucemia, tuvo dificultades respiratorias hace un momento y le ha costado un esfuerzo extra mantenerse en pie- explicaba Nico a la recepcionista quien inmediatamente pidió apoyo de una enfermera.
Cuando la joven enfermera apareció, con el apoyo de una silla de ruedas, se encargó de llevarse a Eli de inmediato, pidiendo a Nozomu y Nico que esperaran un momento.
-Disculpe ¿qué son ustedes de la paciente? - interrogó la mujer en la recepción.
-Yo soy su amiga, estábamos cerca cuando todo sucedió- explicaba la pelinegra.
-Entiendo, vera, es necesario que se contacte con algún familiar de la señorita Ayase- informó nuevamente.
Nozomi y Nico se miraron mutuamente con preocupación, Eli seguramente tenía su teléfono con ella, por otro lado la única persona que Nico podría contactar sería Maki, pero estaba totalmente fuera de lo posible debido a todo lo acontecido.
-Escuche, realmente en este momento no se está en la posibilidad de contactar a algún familiar, somos a las únicas que ella tiene en este momento- explicaba Nozomi. La mujer las miró por un breve momento, pero finalmente accedió.
-De acuerdo, necesitaré que alguna de ustedes dos me proporcione sus datos para consultar cualquier progreso de la paciente- solicitó amablemente la mujer.
Nico estaba por tomar la responsabilidad, pero Nozomi la detuvo.
-Espera, si te colocas como responsable puede ser que sea contraproducente, déjame hacerlo a mi- sugería.
-Pero... yo te metí en este embrollo... no deberías cargar con ello- la pelinegra estaba realmente apenada con su amiga.
-Tranquila, cuando Eli pueda comunicarse con alguien más la responsabilidad pasará a otra persona, por favor no te preocupes por ello. Además, no puedo dejarte sola en esto- y Nozomi finalizaba con una sonrisa, aquella que siempre usaba para tranquilizar a su mejor amiga.
Nico simplemente suspiró y aceptó a que Nozomu fuera quien diera su nombre. Finalmente, ambas se quedaron en la sala de espera, tratando de calmar sus pensamientos. Nico en especial no podía sacarse de la cabeza la expresión de Maki, incluso como el dulce rostro de Dia se vio modificado por la dolorosa noticia. Se mantenía en pie de que aquello quizá estaba haciendo sufrir a Maki más de lo que se imaginaban, claramente sabía que Eli iba a alejarse, pero nunca imaginó que tomaría tal decisión tan repentinamente.
Simplemente no dejaba de pensar en como es que estaría Maki en ese momento, incluso Dia. Tenía una urgencia por verla, pero también estaba preocupada por la rubia en el hospital.
Finalmente, después de hora y media de espera; el médico que había atendido a Eli llamaba a Nozomu y Nico, quienes se apresuraron a saber cómo estaba la rubia.
-Hemos dado una dosis de calmantes para la paciente, su estado de ánimo no era el mejor. Ahora mismo ella se encuentra mejor respecto a eso, pero hay un problema más serio- Comenzaba a explicar el hombre de bata blanca. -Ella está cursando por una anemia aplásica, originada por la leucemia. Según lo que ella nos ha dicho, no está tomando ningún tratamiento de quimioterapia y se ha mantenido a base de anticancerígenos, lo cual está haciendo que la enfermedad avance más rápido de lo que debería si ella tuviera alguna intervención- explicaba el hombre, logrando preocupar a ambas chicas.
-¿Ella no está tomando ningún tratamiento?- Nico preguntó sobresaltada, no tenía ni idea de que Eli ni siquiera se aferraba a una esperanza de vivir.
-No, y ya que ella no está tratándose, realmente me temo decirles que su estado actual irá empeorando rápidamente- informaba el médico.
Nico y Nozomi se miraron por un momento, no podían permitir que la salud de la artista fuera peor tan pronto.
-¿Ella necesita la quimioterapia forzosamente? ¿Hay algo que la ayude momentáneamente? - preguntaba preocupada Nico, no iba a permitir que Eli se fuera sin su último deseo cumplido.
-De hecho hay algo que ella requiere para al menos recuperarse un poco, necesita un trasplante de médula ósea y de momento, vendría de maravilla transfundirle también algunos hemoderivados- informaba el hombre.
-De acuerdo, entonces ambas seremos donantes- Nozomi se adelantaba a decir, sin embargo, el médico la paró de inmediato.
-Sería maravilloso, sin embargo, necesitan ser del mismo tipo sanguíneo. Según los antecedentes de la señorita Ayase Eli, su grupo sanguíneo es B- y aparecía un nuevo problema.
-Demonios, soy tipo O - Nozomi informaba, Nico suspiró en respuesta.
-Yo soy tipo A... - la pelinegra tampoco resultaba ser compatible.
-¿Qué hay de Maki? Podríamos convencerla de alguna forma, sin que sepa mucho- preguntaba Nozomi a lo que Nico negó de inmediato.
-No es posible, Maki es tipo AB- aseguraba la mayor.
Ambas amigas ahora mismo se encontraban en un ligero aprieto, tenían que encontrar un donante para Eli si querían que la chica viviera un poco más. Estaban frustradas.
-Mientras llegan a un acuerdo, pueden pasar a ver a la paciente, ya se encuentra mejor. También serviría para discutir con ella lo que desea hacer para tratar su padecimiento- Y sin más, el médico dejaba a ambas amigas pasar a la habitación de la artista, quien ahora estaba en una camilla recostada.
Nico fue la primera en acercarse, tomando la mano de la chica con suavidad y dedicándole una triste sonrisa. La artista la correspondió débilmente.
-¿Te sientes al menos un poco mejor?- Preguntó primeramente, notando como la rubia soltaba una pequeña risa desganada.
-Acabo de romperle el corazón a las dos personas que más he amado en el mundo... no se puede estar bien de ninguna manera- respondía mientras cubría con su brazo su rostro.
La mayor sintió su corazón estrujar ante lo dicho por la artista.
-Se que estás pasándolo muy mal... quisiera poder ser de ayuda, poder hacer algo por ti- Nico bajaba la cabeza con frustración.
-Haz que todo esto valga la pena... Eso es más que suficiente para mí- aclaró la rusa, correspondiendo la caricia que Nico le había dado.
Tenía que decírselo a Eli, que tenía que aceptar al menos una intervención o no acabaría nada bien aquello, pero se sentía cohibida debido a lo que estaba pasando emocionalmente con la rubia.
-Eli, escucha por favor. El médico dijo que necesitas un trasplante de médula o todo acabará pronto...- Nico soltaba aquello completamente nerviosa, sintió como la artista se tensó.
-No voy a intervenirme de ninguna forma- soltó la chica mientras se reincorporaba lentamente.
-Pero, ¿por qué no quieres hacerlo? - esta vez, Nozomu se atrevió a irrumpir.
-Porque no vale la pena, 26% de probabilidades "con" el tratamiento... es una sentencia de muerte anticipada... No tienen idea de lo horrible que es mirarte al espejo y ver como tu físico va en decadencia... como el cabello se cae y no puedes hacer nada para evitarlo. Si yo puedo emplear mi tiempo en cumplir mi objetivo, entonces así será- aclaraba con firmeza, dejando claro que no iba a intervenirse de ninguna forma.
-Pero ¿realmente correrás el riesgo de irte antes de que Nicocchi logre que Maki la ame? Acabas de romperle el corazón y ya estás decadente... ¿tomarás el riesgo? - Nozomi persuadía de forma algo pasivo-agresiva.
Entonces hubo un silencio considerable en aquella habitación de hospital. Nozomi tenía razón, ahora mismo se encontraba en una situación que ponía en riesgo la poca prevalencia que tenía en el mundo. La verdad era que todo lo que sufría un paciente con cáncer era realmente aterrador y doloroso, ella tenía miedo a volver a sufrirlo, a decir verdad. Pero si era por el bien de Maki y Dia, por el hecho de ver su último deseo cumplido, entonces tomaría el sacrificio... no tenía nada que perder.
Finalmente suspiró derrotada.
-Bien... será la única intervención que aceptaré. Lo haré por mis chicas...- dijo con voz débil, casi como un susurro al final, mientras hacía una mueca, intentando contener nuevas lágrimas.
-Nos alegra mucho, Nozomi y yo nos encargaremos personalmente de conseguir a un donante... será algo atareado pero, lo lograremos, te lo prometemos- Nico aseguraba, mientras aun mantenía su contacto con la mayor.
-Muchas gracias, Nico- la artista contenía el impulso de volver a romper en llanto, pues no era momento para eso. Aún tenía una petición para la menor aquel día tan trágico, y es que estaba preocupada por Maki.
Conocía lo suficiente a la chica como para saber que ella no estaría bien y necesitaría compañía. Maki podía simplemente no ponerse a pensar en consecuencias cuando estaba sumamente herida; cosa que sucedía en ese momento.
-Escucha, Nico... sé que estás preocupada por mí pero yo estaré bien, realmente deseo que vayas a buscar a Maki y trates de asegurarte de que ella está bien- Nico escuchó la petición de la artista, ciertamente también tenía muy presente a la pelirroja en su mente, en ningún momento dejó de rondarle de cualquier forma.
-Sabes que muero por ir tras ella, pero no puedo simplemente dejarte aquí- a pesar de todo, la menor no podía alejarse de Eli cuando esta estaba vulnerable.
-Yo me quedaré con ella, Nicocchi. Tú deberías ir a buscar a Maki-chan- Nozomi apoyaba la idea de Eli, confundiendo un poco a la pelinegra.
-Pero...-
-Nico... es la segunda vez que rompen el corazón de Maki... ella te necesita-
Nico se sorprendió por la forma en la que Nozomi había dicho aquello, haciendo alusión a lo sucedido años atrás. Su mejor amiga no tenía porque estar enredada en toda esa situación, y aun así, Nozomi estaba fielmente a su lado, ayudándola en todo lo que pudiera; incluso ahora estaba en disposición de ayudar a Eli, cuando no era su deber y no tenía por qué desgastarse en ello.
Nozomi era un ángel.
La pelinegra simplemente se reincorporó y tras soltar un suspiro, asintió con determinación.
-De acuerdo, iré de inmediato ¿Cuál es la dirección? - preguntó a Eli quien, tan rápido como su cansancio se lo permitió, dicto la dirección de su hogar, esperando a que Nico pudiera encontrar a Maki ahí.
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El taxi se detuvo frente a una casa de bonita apariencia, Nico quedó impresionada del hogar que Eli y Maki tenían. La pelinegra se limitó a pagar el taxi y descender. Una vez que estuvo frente a la casa, miro la puerta principal, tratando de armarse de valor para manejar lo que sea que encontrara ahí dentro.
Nunca estuvo capacitada para ver a Maki llorar porque siempre que lo intentó, terminaba llorando junto con la pelirroja, pero esta vez era diferente, esta vez debía ser una fortaleza.
Llamo a la puerta un par de veces, pero simplemente no hubo respuesta, se preguntó siquiera si la chica estaba en casa.
He hizo un nuevo intento, llamando nuevamente a la puerta, pero el resultado fue el mismo.
Supo que estaría mal entrar así sin más, pero estaba tan preocupada que simplemente giró la perilla de la puerta, encontrándose con la bonita sorpresa de que no estaba asegurada, por lo que se abrió sin ningún problema y tan rápido como entró, miró a los alrededores, tratando de saber dónde es que ambas mujeres estaban.
Caminó desde la entrada hacia la sala, una habitación espaciosa con adornos y trofeos de desempeño académico, Eli y Maki eran increíbles. La tranquilidad reinaba en el lugar, hasta que al llegar a un pequeño minibar en alguna parte de la sala, pudo notar un rastro de gotas de sangre, seguidos de restos de cristales de una botella de wiskey la cual se había derramado sin remedio alguno.
-¡Maki! ¿Dónde estás? - alarmada gritó el nombre de la chica en el interior de la casa, aún no obtuvo respuesta.
Alarmada siguió las pequeñas gotas de sangre que iban desde el lugar de origen, en dirección a una habitación más. Tan rápido como pudo, llegó a la entrada de lo que parecía ser la cocina, encontrándose por fin con la persona que buscaba, pero la forma en la que la encontró, volvió a estrujar su corazón.
-¿Qué carajo haces aquí? ¡Vete!- la voz de la pelirroja sonaba llena de dolor, el llanto no le permitía sonar natural.
Nico se acercó lentamente a la abogada sentada en el suelo.
La mujer aún vestía la ropa que utilizó aquella tarde para su cita, había un vaso de cristal más en el suelo, con el cristal astillado y cerca se podía apreciar una botella más de wiskey, la cual se encontraba a la mitad aproximadamente. Lo que alarmó aún más a Nico, fue el hecho de que la mano izquierda de Maki sangraba, producto de algún corte accidental con los cristales que había roto.
-Maki...- susurro el nombre de la mujer en el suelo, simplemente no podía creer lo mal que aquel supuesto engaño puso a la mujer.
-¡Dije que te fueras!- exigió, arrojando el vaso que tenía en su mano contra uno de los muros, esto ocasionó que más cristales quedaran esparcidos por el suelo. -No quiero tu lástima... solo quiero estar sola...- y más lágrimas aparecían en el rostro de Maki.
Nico simplemente llegó hasta ella y se arrodilló justo enfrente, para quedar a su altura y verse cara a cara, simplemente tragó el nudo en su garganta y sin previo aviso, atrajo a Maki hacia ella en un abrazo, envolviendo entre sus brazos a la menor y acarició su espalda, mientras la estrujaba con cariño y melancolía.
-No estuve contigo la primera vez que tu corazón se rompió...- comenzó diciendo Nico para finalmente depositar un leve beso en la sien de la pelirroja. -Pero ahora que se ha vuelto a romper, quiero estar por fin...-
Maki sintió las palabras de la pelinegra tan sinceras, que no pudo hacer más que aferrarse al abrazo de Nico y esconder su rostro en el pecho de la mayor, rompiendo en llanto una vez más.
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Espero este capitulo fuera de su agrado, gracias por leer.
Banzai~
