Hola a todos. Aquí llega un nuevo episodio.

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Episodio 9. Misión tutorial

Una vez la profesora se perdió de vista, Reine avisó.

–Ahora que estamos todos aquí, vamos al salón de preparación de física.

Todos afirmaron con la cabeza, y el grupo se puso en camino hacia un salón que se encontraba en el cuarto piso. Shido ya sabía lo que se le venía encima.

Una vez llegaron a la habitación en cuestión, Reine abrió la puerta corredera, haciendo señas a todos para que entraran. Shido ya sabía por los recuerdos de Dhoxis que en aquella sala no podían entrar normalmente los estudiantes. Y cuando vio el interior, quedó impresionado. Todo estaba lleno de ordenadores, pantallas y otros dispositivos electrónicos. Aun así, y pese a que no era una estancia muy amplia, entraban perfectamente las cuatro personas sin apretarse.

Según recordaba de la novela, en aquel salón era donde un anciano profesor de física venía a relajarse. Y según recordaba, ni Kotori ni Reine le dieron respuesta alguna al protagonista sobre el paradero del citado docente, algo perturbador.

Mientras entraba, Kotori procedió a cambiar las cintas blancas de su pelo por otras negras. Era hora de usar su otra personalidad.

–Vamos, no te quedes ahí parado como un espantapájaros, Shido –ordenó mientras sacaba un chupa chups.

Suspiró. Era la hora de hablar del trabajo. Pasó a la habitación. Rinne entró tras él y cerró la puerta.

Le pareció extraño notar que Kotori no le dedicó "piropos cariñosos" como pasaba en la historia original. Quizá se debiera a que este mundo era algo diferente.

–…El entrenamiento está a punto de comenzar, Shin. Por favor, siéntate aquí.

Reine le señaló una silla ubicada entre el asiento de Kotori y el de suyo. Rinne en cambio se sentó al lado de Kotori.

–Es hora de que comiences la tor… eeeeeh, el entrenamiento –se corrigió Kotori.

–Estabas a punto de llamarlo tortura, ¿verdad? –preguntó Shido con sarcasmo.

–Solo es tu imaginación –respondió Kotori con un tono nada convincente–. Reine.

La oficial de análisis asintió.

–…Para que puedas ayudarnos, hay un requisito que debes cumplir –explicó–. Debes acostumbrarte a tratar con más mujeres.

–¿Con más…? –murmuró. Entonces se dio cuenta. Se estaba refiriendo a otras aparte de Rinne, su "amiga de la infancia".

–…No es únicamente para que bajen la guardia, también debes ser capaz de ganarte su afecto, para lo que es imprescindible poder mantener una conversación. Podemos darte instrucciones, pero si estás nervioso serán inútiles.

Las palabras de Reine tenían sentido. Aunque había tratado con chicas en su mundo, sabía que para mantener su atención y despertar su interés era imprescindible no estar nervioso.

–Y por supuesto, debes hacer que tus sentidos no se alteren por el aspecto de la otra persona –intervino Kotori.

–Vale, puedo entenderlo –dijo Shido, recordando los aspectos de algunas de las espíritus.

–Así que deberás estar preparado para enamorarlas y sellar sus poderes. También deberás hacer lo mismo con Rinne.

Shido miró. La pelirrosa estaba algo sonrojada, apartando la mirada con incomodidad. Él supo el motivo. Prácticamente la estaban obligando a enamorarse de él. Y aunque era probable que ella sí hubiera tenido sentimientos románticos por el Shido original, tras lo que había vivido estaba seguro que no sería como enamorar a cualquiera de las otras espíritus.

–¿De… de verdad tengo que hacerlo? –Rinne intervino por primera vez–. Mírame, puedo controlar mis poderes.

–…Es cierto, pero si por alguna razón sufres un desequilibrio emocional, podrías perder el control y provocar un terremoto especial –dijo Reine–. Y según nuestros escáneres, tu poder es demasiado grande, mayor que el de la espíritu de ayer.

Shido pensó en aquello. Recordaba del videojuego donde aparecía que, después de la espíritu original, Rinne era la más poderosa. Lo cual parecía también ser el caso en este mundo. Así que las palabras de la oficial de análisis no iban mal encaminadas. Un solo desequilibrio emocional y podría provocar una catástrofe inimaginable. Se sintió culpable por haberla preocupado innecesariamente durante aquella primera batalla.

–Pero… pero… –Rinne pareció temblar.

El chico tenía que hacer algo para arreglar la situación. Caminó hacia Rinne y puso sus manos sobre los hombros de ella.

–Rinne –le dijo con una voz suave–. Sé que después de lo que hemos vivido tienes tus dudas. Y te entiendo. Yo también las tengo. Kotori no está refiriéndose a que te enamore en este preciso momento. No me importa ir a tu ritmo. Cuando creas que te sientas preparada, te estaré esperando.

Rinne pareció tranquilizarse, aunque un ligero sonrojo apareció en sus mejillas, mientras que tanto Kotori como Reine se quedaron boquiabiertas. Aunque nadie notó un ligero fruncimiento de ceño en la cara de la oficial de análisis.

Lo que Shido sí notó fue un mensaje emergente.

Espíritu: Ruler

Nivel de favorabilidad: 10 puntos.

Shido sabía que esto quería decir que en algún momento debería sellar sus poderes. Pero no era el momento. Se volvió entonces hacia su hermana.

–Kotori, por favor, no la obligues a enamorarse si ella no quiere –le pidió–. Yo responderé por ella.

La comandante medió por unos segundos. Finalmente suspiró.

–Está bien, por ahora no obligaré a Rinne a nada que no quiera –dijo–. Pero tú deberás estar ahí para detenerla si la situación se descontrola. ¿Entendido?

Shido asintió con firmeza. Esperaba poder hablar con Rinne a solas más tarde.

–Bien, dicho esto –repuso Kotori–. Es hora de tu entrenamiento. Esto será lo que utilices. Reine.

La oficial de análisis asintió. Tecleó unas instrucciones.

Al momento, la pantalla principal se iluminó. Primero apareció el logo de "Ratatoskr". Después empezó a sonar una musiquita, y aparecieron en la pantalla una serie de chicas de cabellos coloridos, junto a un título.

Shido ya sabía de qué se trataba. Prefirió imitar al protagonista original.

–¿Un simulador de citas? –preguntó fingiendo perplejidad–. Si es como el que juega Tonomachi.

–Este juego ha sido producido por Ratatoskr –la aclaró Kotori–, así que es imposible de encontrar en tiendas. Y no es el mismo. Fíjate bien.

La comandante le señaló el título del juego: "Enamórate, mi pequeño Shido".

El chico rio por dentro. Básicamente, la primera fase del entrenamiento consistía en completar el cien por cien este simulador de citas, donde aparentemente tenía que ligar con una profesora, dos compañeras de clase y una chica que por alguna razón se parecía mucho a Kotori.

Él ya había jugado juegos similares en su mundo, aunque nunca le llamaron en exceso la atención, ya que al fin y al cabo solo era un "elige la opción correcta". Y aunque Kotori le dijo que este reproducía fielmente situaciones que pasaban en la realidad, recordó que estaba en un mundo de anime, así que podía esperar que tuvieran lugar las situaciones más retorcidas que pudiera imaginarse. Esperaba que el juego al menos no consistiera en una amiga de la infancia invitando al protagonista a unirse a un club de literatura.

Entonces apareció otro mensaje emergente ante sus ojos.

Misión obligatoria: Tutorial

Antes de una gran prueba es importante el entrenamiento. Completa la primera fase del mismo finalizando el juego al 100% antes de 10 días.

Completado: 0%

Tiempo restante: 9 días, 23 horas, 59 minutos, 59 segundos.

Recompensa de la misión: 50 XP. Nueva función. Nueva característica de llave espada.

Estos mensajes le dejaron perplejo. ¿Solo diez días para acabar el juego? Recordaba perfectamente que en la historia original ese fue el plazo que necesitó el protagonista. Y por si fuera poco, la experiencia a ganar era inferior a la de otras misiones que hizo antes. Sin embargo, podía optar a una nueva función y una nueva característica de la llave espada. Eso no podía ignorarlo.

–Entonces, ¿a qué estamos esperando?

Muy confiado, Shido tomó los mandos y se dispuso a iniciar el juego.

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Habían pasado nueve días desde que iniciara el juego. Era endiabladamente complicado, más de lo que un juego de este tipo le hubiera podido parecer. Pero al menos ninguno de los personajes era una engañosa estudiante de ojos verdes presidenta de un club de literatura.

La peor parte fue al comienzo, ya que Kotori le estaba amenazando con revelar secretos vergonzosos del chico a sus compañeros de instituto si abandonaba o se equivocaba mucho en el juego. Esto no es que le tuviera que afectar en exceso, ya que no eran sus recuerdos, pero sería mejor que lo hiciera por el bien de Dhoxis, a quien de hecho le pareció haber escuchado suspirar en alguna ocasión.

Por si no tuviera bastante con este juego, tenía que compaginarlo con sus clases. Era complicado hacer sus deberes, estudiar, y ponerse a completar el juego. Su número de horas de sueño se redujo drásticamente. Se preguntó cómo fue capaz el protagonista original de seguir este ritmo.

Finalmente, llegó a la última pantalla, donde eligió la opción correcta, sonando una musiquita que indicaba el final del juego. Había logrado seguir todas las rutas, inclusive las dos rutas secretas, y conseguido todos los CG. Todo justo a tiempo.

No tardaron en aparecer las notificaciones.

Misión obligatoria: Tutorial

Completado: 100%

Tiempo restante: 1 hora, 35 minutos, 14 segundos.

Misión cumplida.

Recompensas: 50 XP. 109 EXP restantes hasta subida de nivel.

Función [Tienda] desbloqueada.

[Transformación de llave espada] desbloqueada.

Esto interesó a Shido. No había subido de nivel, pero en cambio había desbloqueado… ¿una tienda? Miró las características de la misma.

Tienda: desde el momento en que se desbloquea, todas las peleas contra sincorazón en que participes te proveerán de platines por cada enemigo que destruyas. Usa estos platines para intercambiarlos por artículos.

Esto era interesante. Así que este era el modo de conseguir artículos en este mundo. Claro que le hubiera gustado tener esta función activa antes, ya que entonces sí habría tenido platines para gastar. En fin, ya tendría ocasión de ver qué podía obtener.

Y en cuanto a la transformación de llave espada, ¿sería la función que aparecía en Kingdom Hearts III? De ser así, significaba que podía tener acceso a nuevos tipos de arma que le hicieran más sencillas las peleas contra enemigos poderosos.

Sonrió satisfecho. Al menos ya tenía terminada la primera parte del entrenamiento.

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–Que alguien me recuerde qué estoy haciendo aquí –dijo más tarde Shido con expresión frustrada.

Todo había comenzado en el salón de preparación de física. Tras terminar el juego, Kotori le dijo que había llegado el momento de pasar a la segunda parte del mismo. Reine le había dado en la mano un auricular con micrófono de alta sensibilidad incorporado, como el que llevó el día que apareció la espíritu Princess y le mostraron una diminuta cámara voladora que seguiría sus movimientos.

Ahora lo que le quedaba era tratar con mujeres reales. Lo que le molestó fueron las palabras de Kotori de que si fallaba lo único que se perdería sería "la confianza de la sociedad en Shido". Realmente esta hermana solo quería sacarle de sus casillas.

Así pues, le dieron un objetivo para interactuar. Y ese objetivo era…

–Estooo, Itsuka-kun. ¿Para qué querías hablar conmigo?

Tenía ante él a Okamine Tamae, su profesora. Si no conociera los eventos de la serie, habría pensado que se trataba de una broma de mal gusto de Kotori, a la que vio con una sonrisa malvada mientras sugería este objetivo.

Tenía que admitir que tenía su encanto. En su mundo alguna vez tuvo profesoras cuyo aspecto atractivo le llamaron la atención, pero nunca hasta el punto de querer ligar con ellas. Al fin y al cabo, solo eran sus profesoras.

Pero ahora tenía que cumplir esta parte del entrenamiento, él, que no estaba muy acostumbrado a tratar con mujeres. Sería mejor que hablara recordando lo que sabía de la serie.

Lo primero era hacerle algún cumplido.

–¡Sensei! La ropa que lleva puesta es muy linda.

–¿E-En serio? –Tamae esbozó una sonrisa–. Me siento halagada.

–Sí, le queda bien –Shido habló con un poco de nerviosismo–. ¡Y ese corte de pelo, esas gafas, esos zapatos, y ese registro de clases también!

–Uhm… ¿Itsuka-kun…? –preguntó la profesora, con gesto de preocupación.

–Te has pasado, Shido –le reprochó con dureza la voz de Kotori por el auricular.

La escena quedó en silencio por un momento.

–¿Eso es todo de lo que querías hablar conmigo? –preguntó la profesora sin mudar el gesto.

Vale, llegaba el momento de decir estas palabras. No iba a esperar que Reine las sugiriera.

–Sensei, desde hace poco he empezado a disfrutar más de venir al instituto.

–¿De verdad? –Tamae sonrió–. Me alegra oír eso.

–Ha sido desde que se convirtió en mi profesora, sensei. Creo que he comenzado a enamorarme de usted.

–¿Eh…? –Tamae quedó sorprendida, al tiempo que se le subieron los colores a la cara–. ¿D-De qué hablas? –la profesora empezó a ponerse nerviosa–. Esto no es bueno. Aprecio tus sentimientos, pero ya sabes, soy tu maestra.

–Buena jugada, Shido –dijo Kotori por el auricular–. Se nota que vas aprendiendo.

–…Shin, trata de decir esto –dijo entonces la voz de Reine.

Llegó el momento de la acción.

–Lo digo en serio, sensei –dijo Shido ante las indicaciones de Reine–. ¡Quiero casarme con usted!

La cara de Tamae mostró una repentina sorpresa. Su mirada pareció desenfocarse.

–¿Ha… Hablas en serio? –dijo con un tono de voz más serio.

–Eeeeh, sí.

Shido respondió algo nervioso. Pese a que sabía de antemano lo que iba a pasar a continuación, dijo todas estas cosas adrede solo por curiosidad.

Y tal como esperaba, la atmósfera cambió. La profesora se le acercó y agarró sus mangas.

–¿De verdad? Cuando llegues a la edad para casarte, tendré más de 30 años, ¿sabes? Aun así, ¿te parece bien? ¿Deberíamos ir ya a contárselo a nuestros padres? Después de que te gradúes, ¿vendrás a vivir conmigo?

La profesora parecía alguien totalmente diferente. Sus ojos brillaban, respiraba irregularmente y la envolvía un aura rosada.

Realmente era como en el anime, no exageraba en absoluto. Esta reacción desesperada estaba asustando a Shido. En parte era comprensible. Una mujer soltera casi en la treintena, empezaba a sentirse presionada. Una mínima esperanza de alguien que quisiera casarse con ella bastaba para que perdiera la cabeza de esa manera.

–…Se ve muy insegura, no me esperaba una reacción tan fuerte –dijo una perpleja Reine por el auricular.

–Itsuka-kun, ¿tienes algo de tiempo? –prosiguió desesperada la profesora–. Todavía no tienes la edad para firmar el registro de matrimonio, así que por ahora vamos a hacer un pacto de sangre. Probablemente podemos tomar prestado un cincel del salón de arte. No te preocupes, me aseguraré de que no duela.

Era verdaderamente aterrador. Cada palabra que soltaba la profesora en este estado hacía que Shido se estremeciera más.

–Seguir con esto sería molesto –le dijo por el auricular la voz de Kotori–. Has cumplido. Dale una disculpa adecuada y escapa.

Pero Shido no iba a hacer eso. En la historia original el protagonista se excusa y huye a toda velocidad. Pero él no quería dejar así a la profesora. Con decisión, tomó con sus manos las de ella, cosa que pareció sorprenderla.

–Sensei –dijo firmemente–. Pese a que me siento feliz por que corresponda mis sentimientos, no puedo aceptar su oferta. Sé que se siente sola, y sé que eso es desesperante, pero por favor, no haga esto. No se lance a la desesperada a por la primera persona que le ofrezca cariño. Eso no le hará ningún bien.

La profesora pareció ir volviendo gradualmente a sus sentidos.

–Itsuka-kun…

–Sé que es una profesora brillante, y que aunque no lo piense, es más fuerte de lo que piensa. No debe sentirse mal por no encontrar pareja.

–Pero… yo…

–Estoy seguro que encontrará pronto a quien corresponda de verdad sus sentimientos. Hasta entonces, por favor, aprenda a ser feliz por sí misma, sin necesitar a nadie. Tiene todo mi apoyo.

Tras las palabras de Shido, Tamae pareció volver en sí del todo. Aunque su semblante era ligeramente triste.

–¿En serio lo crees? –preguntó.

–Lo creo. No cambie la persona que es. Sea feliz. Y todo lo demás llegará solo.

Tamae pareció sonreír.

–Gracias, Itsuka-kun. Por alumnos como tú, sé que merece la pena ser profesora.

Y con alegría se alejó de él a paso firme. Shido sonrió satisfecho. La verdad es que encasillarla como una profesora solterona nunca le pareció bien. Pero si ocurría lo mismo que leyó sobre ella en la wiki de Date a Live, estaba seguro que encontraría la felicidad al lado de alguien.

–¿De qué ha ido todo eso? –preguntó por el auricular la voz perpleja de Kotori–. ¿Desde cuando eres tan bueno aconsejando emocionalmente?

–Es una larga historia –Shido respondió mientras se encaminaba por el pasillo–. Dijiste que he cumplido, ¿verdad? Entonces es hora de encontrar a otra persona con la que practicar.

Haciendo caso omiso a las palabras de Kotori, Shido caminó por un pasillo, hasta que al doblar una esquina se encontró con la persona que esperaba.

Allí se encontraba Tobiichi Origami. Por suerte, no se había tropezado con ella, lo que hubiera provocado una situación vergonzosa.

–Es el momento, Shido. Puedes practicar con ella –dijo la voz de Kotori.

Tal y como sucedió en el anime, Shido se dispuso a hablar con ella.

–Origami –le dijo.

–¿Qué?

Era el momento de poner en práctica lo que recordaba de la serie. No esperó a que Reine le aconsejara.

–He sabido de ti desde hace un tiempo –le dijo.

–Yo también.

La expresión de Origami era difícil de descifrar. Pero eso era una de las cosas que más le gustaba de ella. Él prosiguió.

–Y estoy feliz de que estemos en la misma clase. Y me gusta observarte a veces.

–Yo también.

Era una frase un poco alterada. Al fin y al cabo, no quería pasar por un acosador, aunque ella tal vez sí lo fuera. De lo que prefirió no decir nada fue de oler su uniforme de educación física. Se preguntó si Origami aquí sería igual de pervertida.

–¿Te gustaría salir conmigo? –preguntó él, esta vez con algo de nerviosismo.

No era la primera vez que le pedía salir a una chica. Pero estar frente a alguien como Origami era un gran desafío. Ella pareció guardar silencio por unos segundos.

–No me importaría –respondió al fin–. No me molestaría salir contigo.

Esto no le pilló por sorpresa, ya que sabía que Origami se sentía atraída por el protagonista, aunque en la historia original el protagonista creyera que ella había malinterpretado la pregunta. Por si acaso, se lo aclaró.

–Por supuesto, me refiero a una cita –aclaró él–. No quiero decir ir a contigo a algún lugar.

–Como te dije, no me molestaría –aseguró ella.

Se alegró por la respuesta. Al fin y al cabo, necesitaba poder conversar más con ella para que mejorara su relación a futuro.

De repente, y como Shido también esperaba, sonó la sirena de alarma.

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Origami levantó su cabeza.

–Una emergencia. Por favor, no aparezcas por el lugar. Nos vemos.

Acto seguido salió corriendo de allí.

–Shido, alarma de terremoto espacial –dijo Kotori por el auricular–. Haremos que regreses al Fraxinus.

–Entendido –respondió–. ¿Llegará de nuevo una espíritu?

–Sí –confirmó la comandante–. Y el lugar previsto donde aparecerá es… aquí, en el instituto Raizen.

Shido sonrió. Parece que había llegado el momento de la acción.

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Hola a todos. Ha sido un poco apresurado, y me ha salido un capítulo un poco más largo de lo normal, pero me pareció innecesario poner más episodios antes que llegue la acción de nuevo.

Nos vemos en el próximo episodio.