Dormí bastante bien a pesar de lo que esperaba luego de haber vivido todo eso. Tal parece que estar en una ilusión en la que toda tu vida se convirtió en un jodido Simulador de Citas no es impedimento para tener un buen sueño, libre de toda preocupación y haciendo que esté listo para afrontar un nuevo.
Lástima que no quiera hacerlo... y es lamentable que mi esperanza de saltearme la escuela fue impedida por un padre furioso que me obligó a ir hacia este maldito establecimiento para ¨ser alguien productivo para la sociedad¨.
Y una mierda. Dime eso cuando no te hayas tomado un descanso semanal porque literalmente tuvieron que traerte unos enfermeros cansados de la vida luego de haber sufrido un paro respiratorio que le hubiera costado mucho a la empresa.
Que aún teniendo todo regalado para disfrutar la vida quieras volver a ese infierno terrenal cuanto antes es algo que me supera. No puedo ni quiero entenderte, viejo de mierda. Mejor vete a explotar por ahí si tantas ganas tienes de morir.
Como sea, incluso si me quejo en mi cabeza, nada cambiará el hecho de que estoy en frente de la escuela y que este juego de mierda aún continuará, no importa cuánto me queje o esté en contra.
Ahora que lo pienso... Es muy raro que mi viejo se haya enfermado tan mal de golpe. Cuando se fue ayer en la mañana se veía tan bien, pero de repente dijeron que tenía problemas graves y mi madre no lo cuestionó en ningún momento.
-... ¿Tú metiste mano en esto, kusogame?
[Sip]
Lo suponía. Todo fue demasiado conveniente para que viniera a la escuela hoy y no me perdiera esta reunión con las ¨heroínas¨.
Ahora mismo y sin exagerar, literalmente tengo al mundo conspirando contra mí. Una auténtica mierda con la que Hikigaya Hachiman debe vivir hasta que se despierte.
Suspirando ante esta tumultosa realidad que me tocó vivir, fui a dejar mi bicicleta en esa zona especial que la escuela generosamente deja que tire mis cosas a la luz del día, para ver si con suerte alguien se atreve a robarla.
En serio es preocupante la baja seguridad que hay aquí. Entiendo que somos uno de los países más seguros, ¿pero en serio somos tan confiados como para dejar nuestras cosas a la intemperie?
Hasta hay unas bicicletas que no tienen ninguna clase de protección. Me estás rogando con sus ruedas feas que les robe y trate con el amor que solo yo puedo dar.
-... Je, que delirante me he vuelto.
-¿Qué estás diciendo? Asqueroso.
Vaya, tal parece que me he encontrado con una chica que en serio me desprecia. Y a juzgar por cómo se ve y su altura, probablemente sea una de esas mocosas de primero que se creen la gran cosa solo porque tienen un uniforme nuevo.
Su mirada se clavaba en mí, mirándome como si fuera un ser peligroso que viene a perturbar su castidad... como si eso de alguna manera fuera posible en una sociedad en las que tengo todo preparado para mi derrota.
Usualmente me sentiría herido, bajaría la mirada y solo entraría a clases con normalidad, pero hoy me encuentro con la suficiente falta de miedo como para devolverle la mirada con los ojos más intimidantes que podía hacer.
El resultado fue inmediato. Por mucho que ella quiera parecer un tigre fiero, en el fondo solo es un gato asustadizo que no puede hacer nada ante estos ojos de tiburón que pueden quitarle el sueño a los niños: y no me he dicho yo eso, sino una compañera de primaria muy grosera, así que no cuenta como presuntuoso.
-Si vas a hablar mal de alguien, por lo menos ten la decencia de hacerlo cuando no esté cerca. Tienes suerte de que no me importe lo que digas, pero otro pobre diablo puede no ser tan superior como yo.
Satisfecho con mis palabras bien elegidas, me asentí a mi mismo y comencé a dirigirme a clases, consciente de que aún quedaban unos buenos veinte minutos hasta que empezaran las clases.
Esto es lo que pasa cuando tienes un viejo cascarrabias como padre y una hermana menor enojada contigo sin razón... aunque por lo menos Komachi tuvo la decencia de prepararme un almuerzo especial para mí.
Parece que ella se puso experimental con esto. Digo, la carne es algo que siempre ha rechazado poner, pero parece que por alguna razón quiso probar algo nuevo.
Es una suerte que tengamos un pariente rico en Argentina. Él es un asno total, pero por lo menos trae comida de ahí cada tanto.
Pero aunque tenga el almuerzo, no desayuné, así que estoy con hambre.
Viendo todo esto, la solución más sencilla era ir por algo de tomar.
Entrando a la escuela con la frente en alto, me alegré por unos momentos el no haberme encontrado por error a Hiratsuka-sensei como vigilia de la puerta. En su lugar estaba un hombre cansado de la vida y quien parece estar pensando seriamente en meter en su oído ese lápiz para ver si logra llegar al cerebro.
Como buen samaritano que soy, ofrecí unas palabras de aliento.
-Te compadezco.
El resultado fue una mirada de muerte que casi puede rivalizar con la mía, la cual duró muchos más segundos de los que deberían estar permitidos en ese reglamento de maestros: casi parece que quiera matarme o algo así.
...
... Mejor me voy.
-No, yo te compadezco a ti, carne fresca.
Cuando me estaba alejando, estoy seguro de que escuché esas palabras desde atrás. Y podría haber sido él, ya que ese tono muerto viene muy bien con su imagen de suicida capaz de saltar desde la azotea.
Dejando de prestar atención al hombre que le debo importar bien, mis ojos ricos en vitaminas lograron captar una cabellera rubia bien cuidada que tristemente estaba pegada a un tipo molesto y que la causa número uno por la que mi especie termina yéndose a tomar medidas que los dejan un poco... muertos.
Lo miré bien. Lo seguí mirando. Todo para que ocurra en algún momento la magia.
[¡OOOOOOOHHHHHHHHHH! ¡TU RIVAL ESTÁ AQUÍ!]
... ¿Eh?
[¡Hayama Hayato es el nombre de tu más grande enemigo! ¡Aquel al que debes vencer para demostrar tu supremacía masculina ante el sexo opuesto y así tener la admiración del sexo opuesto!]
[¡ES SU DESTINO CAER A TUS PIES!]
... ¿Supremacía masculina? ¿Acaso tendré que luchar con Hayama a lo Dragon Ball?
Es imposible. Hasta el inútil de Yamcha lo haría mejor.
[Esto es todo lo que tienes que saber de él]
¿? ¿A qué te r-¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!
...
...
...
...
Tanta... Tanta mierda...
¡MALDITA SEA, KUSOGAME! ¡¿POR QUÉ NECESITO SABER EL TAMAÑO DE SU... DE SU... DE LO QUE TIENE COLGADO ENTRE LAS PIERNAS?!
[Para perseguir la supremacía masculina]
¡QUE TE JODAN! ¡ME HARÉ MUJER QUITÁNDOME EL PENE Y HACIÉNDOME UN HOYO SI HACE FALTA!
-¿? ¿Ocurre algo? Pareces estar sufriendo.
Mierda. ¿Acaso hice tanto escándalo y estuve tan concentrado en liberar mi ira que deje a este tipo acercarse a mí?
Inconcebible. Deberías arrepentirte de tus pecados, sucio impuro.
-Si. E-Estoy bien. Solo me falta un poco de sueño. Nada que un pequeño descanso no pueda arreglar.
-... Si tú lo dices.
-Si, si. Yo lo digo, así que no te preocupes.
Tratando de ignorar lo mejor que pude el tamaño de su gran cosa, me alejé en dirección a nuestro salón, esperando que todo esto solo se quede en una anécdota no divertida muy incómoda.
[Hayama está vivo, con su ego aún intacto... por ahora]
Cállate.
Solo... cállate.
Tardó unos malditos segundos en los que la imagen de esa monstruosidad estaba grabada a fuego en mí, pero finalmente mi mente hizo la maravilla de censurar todo lo que tenga que ver con eso porque me quiero lo suficiente.
Con eso fuera de mi sistema, avancé con normalidad, dejando de sentir que quería vomitar.
Caminando hacia máquina expendedora más cercana a mi salón, me encontré nuevamente con un par chicas que por una vez se fijaban en mi existencia, pero era solo para mirarme con desprecio. Una incluso fue tan lejos para llamarme basura en mi propia cara y alejarse tan tranquila.
Odio a las chicas buenas, ¿saben? Y preferiría no cambiarlo a ¨odio a las chicas¨ a secas. Un buen marido del hogar no puede ser misogino. No en esta sociedad al menos.
A pesar de que su desprecio era evidente, no me afectaba tanto como esperaba. Digo, sé que tengo la piel más endurecida que la media, pero hasta yo mismo no me esperaba tamaña indiferencia ante palabras de odio tan claras.
-Aún así esto es raro. ¿Por qué de repente me he vuelto más feo de lo usual? Yo me veo igual.
No entiendo qué cambio. Mi familia no dijo nada, así que ellos tal vez me ven igual.
¿Podrá ser acaso por hablar con Yukinoshita Yukino ayer? Poco probable. Su club parece ser cosa de nicho y Hiratsuka-sensei no parece esa clase de profesora. Y esa chica plana no querría tener nada que ver conmigo, así que está descartado.
Dejé de pensar en preguntas sin respuestas cercanas cuando llegué al pasillo donde estaba la máquina expendedora... la cual estaba siendo bloqueada en parte por una chica rubia que de repente dirigió sus ojos de fuego hacia mí.
La reconocí al acto, pero no deje que se notara. No quiero dar la idea equivocada de que ella me importa y consiga que me lance sus palabras de odio llenas del mayor veneno que una colegiala podría dar: esta chica es perfectamente capaz de lastimarme solo con su simple rechazo.
Es la perra alfa de la escuela y la especie que lastimó sin piedad a varios de mis compañeros solitarios con su popularidad.
Concentrándome en mirar siempre al frente pero nunca a ella, esperé que Miura Yumiko fuera lo suficientemente amable como para ignorar mi existencia y no hacerme empezar el día con el pie izquierdo.
Llegué sin incidentes a la máquina, no prestando ninguna atención a esa rubia peligrosa. Sin hacer ningún ruido innecesario o una cara de satisfacción asquerosa, con cuidado saqué mi dinero. Todo mientras trataba de no sonreír al ver unas deliciosas latas de MAXX Coffee saludándome con su forma hipnótica.
Todo esta bien en el mundo. Todas las naciones en mí estaban en armonía.
-Es grosero ignorar a las personas. ¿No comprendes algo tan básico?
... Hasta que la nación del fuego atacó.
Cuidando mis palabras hasta el extremo en mi mente para no soltar una estupidez que avive más su fuego, traté de no mirarla a los ojos y solo concentrarme en la deliciosa lata que está tardando mucho en caer.
-No quería molestarte con mi existencia. Soy indigno.
Fui cortante, esperando que eso de alguna manera le quitara las ganas de hablar conmigo o que por lo menos me arrojara ahora sus insultos rápido para que se vaya: tomar MAXX Coffee es algo que no se puede hacer con una chica popular juzgando tus acciones.
-¿Aaah? ¿Qué estás diciendo?... Da igual. Apuesto a que son solo tonterías.
Si, lo son. Y como lo son, te pido amablemente que me dejes de hablar.
Además, ¿por qué decidiste empezar una conversación? ¿Que no eres demasiado ¨increíble¨ para mí? Estoy seguro de que esa es la mentalidad que estás teniendo ahora mismo mientras clavas tus ojos en mí.
Con velocidad agarré mi lata de café deseada y me dirigí hacia mi salón donde estaré a salvo gracias a las miradas no discretas de adolescentes sin futuro que se cuestionarán porque la ¨todopoderosa Miura Yumiko¨ se molesta en hablar con un peso muerto como este servidor.
-Si, soy tonto y espeluznante. Ahora, si me disculpas...
Avancé con ahínco, pero...
-Oye, estoy hablando contigo.
¡Qué miedo! ¡Tus ojos dan mucho miedo! ¡Parecen estar en llamas! ¡En putas llamas! ¡No me gustan las llamas! ¡Quitámelas de encima!
-¿Eh? ¿Por qué?
Esa fue la pregunta equivocada para hacer, porque gracias a mi sucia boca que nunca dice las palabras correctas es que el fuego en los ojos de Miura Yumiko aumentó a niveles insanos. Que ella apuntara esa aberración hacia mí sería suficiente para hacerme agachar la cabeza en derrota, pero hoy me sentía lo suficientemente estúpido para no hacerlo.
Mantuvimos el contacto visual por quien sabe cuanto. Lo único que sabía es el hecho de que esto es de verdad difícil y que la idea de correr como niña asustada hacia el salón era más fuerte con cada segundo.
-... Hmph.
Parece que Miura se hartó de intentar domar a este sucio pez rico en proteínas y giró su cabeza a un lado haciendo el típico sonido que creí solo existían en los animes.
Esperé unos momentos para ver si ella volvía a querer atacarme aprovechando mi desconcierto por este respiro, pero ella no me dedicó otra mirada. Se quedó mirando hacia la nada misma con los ojos cerrados, ignorándome... lo cual es sinceramente hermoso y hace que casi quiera besarla.
Satisfecho con saber que nuestra conversación llegó hasta aquí, empecé a correr hacia el salón.
Avancé unos metros y...
-¡AAAH!
No pude resistir gritar del pánico cuando sentí como una mano apretaba mi brazo con mucha más fuerza de la debida. Viéndome forzado a voltear mi cuerpo, vi a Miura dándome una cara de cero amigos.
-¿En serio pensabas dejarme aquí sola? Contesta con sinceridad.
-... ¿Si? ¡AAAAH! ¡¿Por qué haces eso?!
Abandonando las sutilezas por la ventana, Miura apretó mi brazo con mucha más fuerza, haciendo que me retorciera hacia todos los lados posibles como la serpiente asquerosa que todos ven en mí.
-...
Obviamente Miura es demasiado inalcanzable para un sucio mortal de clase baja como yo, así que su ¨respuesta¨ fue sencillamente quedarse mirando mi rostro como si fuera basura andante con su ceño fruncido, contrastando con su belleza natural. Pero no es como si cambiara las cosas: de las dos maneras Miura me causa rechazo.
Nos mantuvimos hace un buen tiempo que se hizo eterno para mi brazo, pero al final esta chica tuvo la suficiente consideración conmigo y soltó mi pobre extremidad. Yo, en un intento de mantener las apariencias, la seguí mirando duramente mientras pasaba de forma religiosa mi mano por mi brazo herido.
Sin importar qué tan discordante sea, es mejor que parecer alguien que es pura debilidad en frente de ella: eso solo hará que me trate aún peor.
-... ¿Quieres preguntarme algo?
Mi pregunta fue contestada con un rostro que me ofendía bastante.
-Por supuesto que sí. ¿Crees que yo hablaría con alguien como tú sin razón?
... Siento que esta conversación ya la he vivido antes... MUCHAS veces en el pasado me han contestado de la misma manera, con el mismo tono y la misma cara.
... Wow. De verdad tengo traumas, ¿eh?
-Bueno, pues dilo. Tú no quieres perder tiempo conmigo y francamente preferiría hablar con tu molesto amigo anaranjado que no conoce la palabra ¨silencio¨.
Mis palabras activaron un sensor en esta chica, porque de repente abrió sus ojos de golpe y con una efusividad que me recuerda a un cachorro.. si: ese que de pequeño me mordió la cara y se fue corriendo tan tranquilo.
-Oh, ¿hablas de Tobe?
Nooo. ¿Tú me crees capaz de hacerlo?
-... En fin, ¿tiene que ver con Hayama?
-¡¿Eeeh?! ¡¿Cómo lo sabes?! ¡Que asco!
La reacción de mi pregunta muy valida fue un sonrojo furioso, agachar su mirada a la altura de mi pecho y lanzarme palabras hirientes con un tono aún más hiriente mientras me golpeaba en el pecho con su mano de deportista.
Yo, como todo un campeón, logré mantener recto y no caer cual estúpido protagonista de anime genérico.
-¿Por qué actúas así? Toda la escuela sabe que amas a Hayama. Tus ¨coqueteos¨ son siempre el chisme del momento que nunca parece morir.
Ojalá muriera el chisme... y los chismosos. Especialmente los chismosos.
Mientras pensaba en mis no queridos compañeros que se sentaban al lado mío que no paraban de platicar sobre este ¨gran romance¨ como si de alguna manera fuera algo importante, Miura levantó la mirada, con sus ojos expulsando una cantidad de llamas que me quemaban incluso más que el sol.
-¡¿Eh?! ¡Eso no puede ser!
-Jaja. Que buen chiste.
-...
...
...
...
...
-... Espera, ¿DE VERDAD no sabías que todo el mundo sabe de tu enamoramiento menos Hayama?
-... Creí que era buena actriz.
Claro, y yo soy un buen modelo de ojos y todo un playboy.
Miura se veía de verdad sorprendida por mis palabras. Y no sé cómo debería tomarme este desarrollo tan surrealista, honestamente. Digo, el sentido común dicta que me ría con ganas, pero mi sentido de supervivencia me advierte que eso puede generar una costilla rota en el futuro inmediato, así que estoy en blanco.
¿Hay algo que deba decir?
-... Si te sirve de consuelo, eso ha hecho que mucha de tu competencia desista de enfrentarse a ti. Tal parece que la fama de su ¨relación¨ es tal que toda la escuela ansía verlos juntos, así que anímate.
-Eso no me anima.
-... Bueno, no se diga que no lo intenté.
Este desarrollo de eventos es demasiado incómodo. Esta es sin duda una mejoría ya que Miura no parece tener ganas de despreciarme, pero al mismo tiempo siento que esto la volverá mucho más iracunda conmigo en cuanto pase el momento si es que no logro solucionarlo de alguna manera.
-...
-Em... ¿Querías preguntarme algo...?
-¿Eh?... ¡Ah, si! ¡Si quería hablar contigo!
Tal parece que mi intento por mejorar el ambiente dio resultado, ya que Miura Yumiko no solo salió de su estado de ¨calma antes de la tormenta¨, sino que ahora no parece tenerme tanto desprecio. Eso es bueno, porque si estoy obligado a mantener esta conversación, por lo menos quiero que no termine en violencia.
Aunque no quería tener que hablar con ella nunca, siento que la jugada salió bien.
Si aún no me saltó esa notificación de mierda, quiere decir que Miura Yumiko no es una heroína a la que debo conquistar.
Gracias a dios. Manejarla a ella habría sido un dolor en el culo.
-Bueno, si está dentro de mis conocimientos, puedes preguntarme cualquier cosa.
Puedes preguntarme, pero ya es problema tuyo si esperas que te conteste con sinceridad. Si esto tiene de alguna forma algo que ver con Hayama, espera mi desprecio interno más absoluto mientras que digo lo que tus oídos quieren oír.
De verdad creo que encontrarme con el príncipe de la escuela me trajo esto en la cara. Él es capaz de traerme mala suerte y futuros dolores de cabeza si esto del ¨rival¨ es siquiera una pequeña parte de lo que me estoy imaginando.
Dios, ya puedo sentir como me pateará por detrás esto.
-... N-No te hagas una idea equivocada, ¿si? No quiere que pienses mal de mí por esto. ¡D-Después de todo, eres tú!
¿Ah? ¿Qué clase de insulto bajo es ese? ¿Es que acaso mi propia existencia es suficiente para ser un insulto? ¿Tan inferior a cualquier humano soy en realidad?
En serio háganme un favor y exploten, raijuus de mierda.
-... Prometo que no pensaré mal de ti por preguntarme algo. No es como si tenga el derecho o las ganas de juzgarte. Sería una molestia.
Mi rostro estuvo plano en todo momento, carente de toda la molestia que sentí por sus ofensivas palabras. Ella, como la perra alfa que es, tuvo el descaro de mostrarse ofendida por mis palabras, pero pronto cambió su rostro a uno más serio, tal vez dándose cuenta de que este no era el mejor lugar para tener una conversación de este estilo.
En cualquier momento empezaran a venir compañeros de clase o puede que el mismísimo Hayama Hayato.
-... Hikio, ¿qué tanto sabes de Hayato?
...
...
...
...
...
... ¿Quién demonios es ¨Hikio¨? ¿Es acaso un nuevo insulto que desconozco?
Mierda, creí de verdad que mi entendimiento del idioma era muy extenso, pero no conozco ningún insulto que se pueda formar distorsionando las letras de mi nombre. Tengo que aprender mucho más si quiero afrontar esta amenaza.
-...
-¿Hikio?
¡Ah, si! Su pregunta...
...
...
...
...
Esa trompa de elefante no es genial, bro.
-... ¿Por qué quieres saberlo? Te aviso que solo sé cosas b... básicas de Hayama. No esperes que sepa la historia de su vida.
Por suerte eso no estuvo entre toda esa dolorosa información que este sueño asqueroso inventó para hacer avanzar la trama.
-Solo responde, ¿si? Odio decirlo, pero eres el único al que puedo preguntarle esto. Mis amigos se reirían de mí y todos los demás me tienen miedo o son mis rivales. Eres el único que puede ayudarme, Hikio.
Deja de decirme así. Es un apodo cariñoso que suena muy feo cuando tú lo dices. Por favor para, ¿si? Es muy desagradable sin importar lo linda que seas y que esto cumpla unas fantasías de mi yo adolescente que no están tan muertas como me gustaría.
Pedirme que le diga cosas sobre Hayama es demasiado conveniente para la trama. Estoy seguro de que este juego hizo todo esto con el expreso objetivo de hacerme insultar como un marinero profesional. Pero aún así no entiendo bien por qué.
Digo, parece que Miura no es una chica a la que deba conquistar, así que no puedo entender qué rol jugará ella. Si no es una heroína, entonces es un personaje de relleno, y los personajes de relleno es un Simulador de Citas tienen aún menos profundidad que una porno.
¿Cuál es tu plan, kusogame?
Bueno, soltemos información genérica. Cosas que Miura seguramente sabrá.
-... Bueno, sé que su color favorito es el azul y que le gusta la carne... Y... creo que eso es todo.
Miura se quedó con un rostro de piedra ante mis palabras, seguramente decepcionada ante mis palabras. Y no la puedo culpar, ya que todo lo que dije es de conocimiento tan básico que ell-
-¿Por qué me engañas, Hikio?
¿?
-... ¿Engañarte?
-Si, me estás engañando. Nunca he visto a Hayato comer carne. Él siempre está cuidando su cuerpo para rendir lo mejor posible en sus partidos. No hay manera de que él coma comida tan... tan fea.
¿Fea? Digo, si, es cierto que se ve bastante fea, pero la carne tiene muchos nutrientes, ¿no? Es lo que nos permitió tener las vitaminas necesarias para no morir en la época de las cavernas. Es muy buena y lo mejor es que es pesada, así que llenaré bien mi estómago cuando llegue la hora.
-La carne tiene muchas vitaminas, Miura. En exceso es mala, pero en cantidades pequeñas puede hacer muy bien al cuerpo.
-Hmph. Claro que si.
Kuu. Esta chica de verdad me irrita. ¿En serio se cree que por ser popular ya lo sabe todo? Eso es estúpido. Eres estúpida, Miura.
-Como sea, me voy al salón. Deberías hacer lo mismo, Miura.
-Si. Parece que preguntarte a ti fue una perdida de tiempo.
Si, lo fue, así que déjalo ir, Hachiman.
Ya tienes lo que querías: terminaste la discusión y no sufrirás ninguna mala consecuencia de todo esto. Sin duda este es el mejor resultado, así que déjalo así.
-...
No tienes que continuar.
-... ¿Qué pasa, Hik-
-¿Quieres comprobarlo?
Realmente eres un estúpido, Hikigaya Hachiman.
Tú y tu estúpido orgullo deberían morir.
-¿Eh? ¿A qué te refi-
Ignorando a Miura, saqué la mochila de mi espalda y busqué lo que debería haberme salvado de que mi estómago sufriera el peor de los castigos.
Pero tal parece que solo servirá para mantener intacto mi ego ya de por sí destrozado.
-Dale esto a Hayama y veras que no miento. Y de paso ganarás unos cuantos puntos con él. Todos ganamos.
Con un rostro marcado por la inconformidad debido a varias razones, extendí el seguramente delicioso bento de mi querida hermana hacia la perra alfa pero sobretodo idiota de Miura Yumiko, quien era incapaz de seguir una sucesión de eventos tan simples.
-¿Ah?
-Nada de ¨ah¨. Te estoy ofreciendo la oportunidad de ganarte unos puntos con Hayama. Si de verdad lo quieres, aprovecharás lo que te estoy dando.
Mis palabras fueron contundentes, algo que no le gustó si ese rostro ofendido es una molesta indicación.
-¿Qué diablos me estás soltando, Hikio? ¿Crees que voy a seguirte el juego? Conozco a Hayama desde hace un año y él n-
-¿Qué sabes de Hayama, Miura?
Tan solo lancé una pregunta sencilla. Una que en el peor de los casos solo debería haber generado molestia e indignación. Así habría sido si le hubiera preguntado sobre cualquier otra persona... pero Hayama ni de chiste es un cualquiera.
Es el rey en cuanto a falsedad se refiere y alguien a quien le puedes terminar contando toda tu vida sin saber mucho más allá de su nombre: ese tipo de hombre es del que está enamorada Miura Yumiko y por eso ella me está mirando con sorpresa, con la boca entreabierta, buscando decir una respuesta que es incapaz de encontrar.
Ella no sabe nada de Hayama. Por supuesto que ella está igual que yo y todos los demás, pero esos son detalles menores que no vienen al caso si quiero que este plan funcione como debe ser.
-... Yo... Yo... bueno, yo sé...
Traté de resistir el impulso, pero no pude evitar terminar soltando una leve carcajada que quedó demasiado asquerosa a juzgar por su dura mirada. Y aunque entiendo que estoy siendo un auténtico patán, honestamente no me importa. De hecho solo hace que quiera des-colocarme de la risa.
Pero no lo haré. No es el momento.
-No te sientas mal por no responder. Todos estamos igual o incluso más perdidos que tú. Hayama es así con todo el mundo. No te creas especial.
Lancé unas palabras que podían tener un significado de confort, pero que también parecían un insulto hacia ella por ser incapaz de saber hasta las cosas más mundanas de su enamorado: eso lastimaría a cualquiera, sin importar quién sea.
Miura estuvo unos cuantos segundos con rostro acomplejado, pero enseguida me dirigió un ataque mortal con esos ojos venenosos, esta vez viéndome como su enemigo. Como alguien que está despreciando sus ¨puros sentimientos de amor¨.
Hmph. Pura mierda. Todos esos sentimientos son demasiado superficiales para que pueda tomarmelos en serio.
-¿Entonces cómo sabes la comida favorita de Hayato? Nunca se hablan en clase y él es demasiado genial para perder el tiempo contigo.
No me jodas. A ese niño bonito le hace falta una buena visita a mi mundo para que aprenda lo mierda que es y que la única manera de solucionarlo es tirarse a un pozo con un cocodrilo muerto de hambre.
-Podríamos decir que Hayama y yo tenemos... cierta historia. Aunque fue tan casual y hace tanto tiempo que él se habrá olvidado de mí. Es lo que tiene ser yo, supongo.
Bien. Lanzarme algo de auto-desprecio hizo que ella sintiera validada su opinión sobre mí. Con esto logré parcialmente evitar tener que explicar cómo exactamente conozco estas cosas sobre Hayama. Ahora solo con no sacar el tema indirectamente debería estar bien.
-¿Historia juntos?
-Si, fue hace mucho. Mucho antes de que viniéramos a Sobu.
En este momento me la acabo de jugar un poco. Porque aunque todo apunta a que no es así, siempre existe la posibilidad de que ella y ese rubio sean esa especie rara que debería explotar llamada ¨amigos de la infancia¨. O por lo mínimo que se conozcan desde hace varios años. Eso daría sentido al romance que quiere con Hayama. La haría menos básica.
-Eeh... Así que fue antes de conocerlo...
... Si, fue mi culpa por tener esperanzas en que hubiera algo de trasfondo en ti, Miura. Pido perdón a los dioses por semejante herejía.
-Fue una experiencia corta. Solo hablamos por un día, pero me confesó que él tenía un gusto culposo por la carne que no se atrevía a confesar a nadie por temor a lo que dirían los demás de él. Le preocupa mucho su imagen.
Bueno, Hayama, al igual que todo esto, es un producto de mi imaginación que es comandada por este sistema con jugabilidad de porquería, así que en cierto modo él si me ¨confesó¨. Por ende, en realidad no estoy diciendo ninguna mentira y solo me limitó a transformar la verdad a mi antojo.
Todos lo hacen, así que no hay problema.
Pero a pesar de que todo esto lo estoy diciendo con un rostro convincente y es algo que dentro puede ser posible, Miura aún no se veía convencida. Ella aún rechazaba agarrar el bento que mi hermana hizo con todo su amor y frustración.
¿Qué tal? Parece que no es tan idiota como creí.
-... Me cuesta creerlo. No parece que Hayato sea capaz de prestarle atención a alguien como tú.
Bueno, es cierto... pero me ofende mucho, mujer. Eres una verdadera perra con las letras mayúsculas.
Esto de verdad es frustrante: Hayama en serio se muere por comer carne hasta el punto que podría mandar a la mierda sus modales y Miura, la chica que dice ¨amarlo¨, no toma esta oportunidad de oro.
Ella no se merece esto, pero todo con tal de mantener en alto mi orgullo.
Rebusqué un poco en mi mente todas las cartas sobre la mesa y no tardé mucho en sacar la perfecta solución.
-... De acuerdo. Entonces hagamos esto: dale esto a Hayama diciéndole que para ¨desearle buena suerte¨ con su equipo. Si ves que él no se vuelve loco por esto, entonces cuéntale que todo fue idea mía: un chico perturbador que aún recuerda una charla sin transcendencia de hace años. Eso te quita todo riesgo, ¿verdad?
Miura me miró sorprendida antes de ponerse a pensar mientras algunos alumnos ya comenzaban a hacer actos de presencia por los pasillos.
Maldita sea, mujer. ¿Qué hay que pensar aquí? Si tengo razón entonces cosechas todos los beneficios y si me equivoco (que no lo haré) entonces yo soy el único que sale perdiendo. De cualquier forma tú no arriesgas nada más que tu ¨precioso¨ tiempo.
-Um... Tengo mis dudas, pero... si te tomas tantas molestias debe ser por algo, ¿verdad?
Aaah~ ¡Al fin!
-Si, así q-
-Si esto es un engaño para envenenar a Hayato, te mataré.
-...
Tú... Maldita perra de m-
-Pero confío en ti, Hikio.
¡!
...
...
...
...
Si... ella es demasiado peligrosa. Esa sonrisa podría dejar hecho un desastre a cualquier otro hombre que no tenga mi sabiduría.
Bajando la cara por si de alguna manera tengo un horripilante sonrojo en mis mejillas, moví el bento de un lado a otro con desesperación.
-Me alegra escucharlo, Miura, pero por favor agarra esto. Mi brazo ya no puede más.
-¿Eh? Ah... Por dios. ¿Por eso lo tenías así, Hikio? Si querías que te lo sostuviera, solo debiste pedirlo.
Eso carece de...
... Ah, da igual. Lo importante es que esto ya terminó, Miura verá que tengo razón y Hayama perderá su elegancia ante su mayor fan: todo es bueno.
... Menos mi estómago. Él si sale perdiendo.
-...
... ¿Puedo retractarme au-Ah, no importa. Ella ya lo agarró. Ahora ya no hay marcha.
Mala suerte, estómago. Tendrás que sobrevivir con solo una buena dosis del mejor café del mundo.
-Por tu bien espero que esto funcione, Hikio. Si no me voy a enojar, ¿entiendes?
Y tan rápido como vino todo ese encanto que tenías, se fue a la mierda, Miura. Ahora solo veo a la misma perra de siempre a la que le hace falta una buena probada de realidad. Este desarrollo esperado hizo que el sonrojo que tal vez tenía se esfumara tan rápido como la simpatía de las chicas hacia mí.
-Si, si. Cuando ganes puntos con él recuerda por quien fue.
Con eso dicho me di la vuelta en dirección a nuestra aula, pero no antes de escucharla decir unas últimas palabras en ese mismo tono arrogante que me ponía los nervios de punta y hacían resurgir en mí los traumas de mi adolescencia.
-Ja, como si fuera posible. Acabas de condenar tu reputación, Hikio.
Tonta. Esa cosa ya no puede caer más hondo.
Fue horrible y por momento creí que iba a morir, pero de alguna manera logré ante-ponerme al dolor de estómago, llegando a la hora del almuerzo. Ahora es el momento de llenarme con el glorioso y muy subestimado MAXX Coffee hasta que mis venas estén tan llenas de azúcar que la diabetes se quede corta conmigo.
Si... Solo pensar en eso hace que recupere algo de energía. La suficiente para ignorar esa mirada de muerte que me está lanzando la perra de Miura y a una chica teñida de rosado que me está mirando con aún más intensidad.
Dios, ¿tan mal me veo?
¿Qué mierda me hiciste, kusogame? Prácticamente cada mujer que me ve se siente asqueada de mí. Y más que lastimar mis sentimientos, esto genera una molestia en mí que me hace querer golpear a alguien.
Que me esté muriendo de hambre tampoco ayuda.
-... Mi estúpido orgullo tenía que ser.
-Uah. Asqueroso.
No me jodas, ignora mi existencia y no estorbes mi camino, chica de relleno número 356314673. A nadie le importas.
Una simple mirada fue suficiente para que ella retrocediera, asustada por la imagen que daban mis ojos, sin importar cuan poco sentido tenía esa afirmación. Digo, mis ojos siempre han sido desagradables, pero nunca llegaron hasta el punto de asustar a la gente de mi edad.
Los adultos desconfiarían de mí al instante y los niños si tendrían temor, pero los que tenían una edad similar a la mía o que de plano ya pasaran por la pubertad solo me verían como alguien asqueroso de mirar fijamente, pero por lo demás un tipo tan poco impresionante que paso desapercibido sin esfuerzo.
Ahora, en cambio, parece que mi sola presencia ya causa rechazo, y mis ojos ahora son de temer para las masas de gente estúpida con la que tristemente comparto el aire: lo que me lleva a la conclusión lógica de que este juego tiene mucho que ver en esto.
Le preguntaría con furia justa, pero ahora no es el momento. No quiero que la imagen de loco se sume al aparente despertar de mi reputación.
Satisfecho de haber logrado llegar a la máquina expendedora sin complicaciones y que aún quedaran prácticamente la misma cantidad de MAXX Coffee que a la mañana, no perdí tiempo en poner las monedas correspondientes y sonreír de felicidad cuando la lata empezó a caer.
Esto me llena de dicha y ni siquiera los jadeos de asco a mi alrededor pueden quitarme esto.
Agarrando la lata, de repente me di cuenta de un hecho curioso.
-... Todas son mujeres.
Si, las chicas son las únicas que parecen reaccionar a mi presencia. Para los de mi mismo sexo sigo siendo igual de transparente.
Esto confirma sin duda que este kusogame tiene MUCHO que ver en esto. Puedo oler su mierda a la perfección.
No estoy seguro de qué busca conseguir con esto, pero honestamente no me importa. Por alguna razón parezco ser inmune a este rechazo generalizado, así que probablemente estoy bien. Mientras esto no se dirija hacia un final sangriento para mí, creo que hasta puedo verle lo divertido a esto de generar rechazo en el sexo opuesto.
Es una validación perfecta de que las chicas, el epitome de la malvada juventud que corrompe mentes, es en realidad el causante de las mayores desgracias en la vida de esa débil especie que no puede defenderse conocida coloquialmente como los ¨solitarios¨: son sin duda el mayor mal a batir y una amenaza a la que ningún Hayama cualquiera puede compararse.
Sentándome en el banco que estaba al lado de la máquina expendedora de forma demasiado conveniente y sintiéndome satisfecho a la resolución que había alcanzado, decidí responder las caras de asco que me mandaban con una sencilla mirada fija de un segundo que logró aplacarlas casi al momento.
Tanto que perdió la gracia poco más de un minuto después. Era demasiado fácil para sentir alguna clase de placer por ser el ¨macho alfa¨.
Con eso fuera de la ecuación, me di cuenta de que tardaría mucho en encontrarle un placer a esta situación. Tanto que cualquier buen humor que me generase esto se murió en el acto, ahora solo dejándome con una cara plana ante un grupo de féminas que odian mis entrañas sin razón.
Tomé un sorbo de mi café, calmando un poco mi ¨mal humor¨.
-Bueno, ¿ahora que debo h-
[¡Tuviste razón! ¡Tu rival Hayama Hayato ha quedado fascinado con la deliciosa comida de tu querida hermana!]
[¡Miura Yumiko ha ganado 2+ [Puntos de Afecto] con rival Hayama Hayato!]
¿Así que puedes también mostrarme e informarme el estado de otras relaciones? Que encantador. Ahora sí soy alguien espeluznante.
Bueno, al menos mi ego se mantuvo en lo alto sin inmutarse. Gracias por decírmelo. Creo que eso es lo único bueno que has hecho por mí desde que te conozco, no grata ilusión mía. Aún quiero que desaparezcas, per-
[¡AHORA ES EL MOMENTO! ¡DEBES ATACAR AHORA QUE ÉL SE ESTÁ INTERESANDO EN ELLA!]
[Ruta de Yumiko Miura desbloqueada: [La reina robada] ahora es accesible]
[Fetiche: NTR]
...
...
...
...
...
... ¿Qué mierda?...
Me estás tomando el pelo, ¿verdad?
Esto tiene que ser una jodida broma. No hay manera de que estés hablándome en serio, kusogame. No hay manera de que mi mente pueda crear algo tan aberrante como tú. Sino ya me habrían asesinado por piedad.
Soy asqueroso.
En serio, ¿qué mierda me picó para pensar una basura como está?
¿NTR? ¡ME TIENES QUE ESTAR CARGANDO!
¿SEMEJANTE BASURA ES LA QUE ME QUIERES METER, KUSOGAME?
BASURA.
TODO ESTE JUEGO ES BASUR-
-¿Qué pasa con esa cara? Es espeluznante.
-Totalmente. Él da asco, ¿verdad?
-Si, es cierto.
...
...
...
Esta vez sin perder tiempo miré a este trío de chicas molestas directamente a los ojos con la sonrisa más horripilante que pude hacer. El resultado, como era de esperarse, fue de ellas callándose de repente toda la mierda que soltaban sobre mí y demostrar quién es el que de verdad manda en esta corta e inútil interacción.
Divertido y con ganas de desquitarme, hice el amago de levantarme con una sonrisa de violador en mí.
Esto hizo que ellas reaccionaran y caminaran lejos de mí a una velocidad que fácilmente podría ser confundida con correr. Pero a pesar de este espectáculo deplorable que debería hacerme sentir como basura, solo tenía ganas de hacer sufrir más a estas chicas básicas que no comprenden la mierda que me están haciendo.
Ellas no entienden que estoy en otra liga.
Todas las que me lanzan su rechazo son chicas sin valor. Y las que ¨tienen valor¨ no dejan de ser arquetipos insufribles que deberían desaparecer.
Todos en este sueño deberían desaparecer.
¿Tener waifus? ¿Ser el rey del harem? ¿Hacer cosas sucias con chicas hermosas?
Todas esas cosas son fantasías de puberto básico desesperado por validar su inexistente hombría. Ya he trascendido todo eso hace mucho. Yo soy superior a cualquier otro triste solitario de mierda que cree conocer todas las respuestas: y lo peor es que se niegan a ver todo como yo.
Se niegan a ver el modo correcto.
-Te lo demostraré, kusogame.
Seré yo mismo y eso alejará a las chicas de mí.
Je, estoy seguro de que en solo un día ese interés que podrían llegar a tener en mí se morirá.
Es inevitable, supongo. Sabía que llegaría el momento de demostrar que mis ideales son los correctos, pero nunca pensé tener que hacerlo ahora y bajo estas circunstancias. Esto es basura y solo un sueño, pero será un buen ensayo para la realidad.
Destruiré esta falsedad, kusogame. Quédate callado, aprende de la genuina inteligencia y veme destruir tus delirios estúpidos.
Veme convertirme en el rey solitario en este mundo pagano.
...
...
Si debo ser sincero con ustedes... no me gusta Miura.
Digo, no la odio. No odio a ningún personaje de Oregairu y de hecho a muchos les tengo cariño. Mi historia de Sagami demuestra que hasta puedo llegar a tenerle un poco de aprecio incluso a los personajes que menos me gustan de la serie.
Dicho eso, Miura es el único personaje que puedo decir sin equivocarme que no me gusta y que esta especie de ¨popularidad¨ que tiene en el fandom de Fanfiction es algo que no puedo entender. Ni aún inventándome razones subjetivas puedo llegar a verle el sentido.
Ella me recuerda mucho a otro cierto personaje que es amado en fanfiction pero en la serie es un genuino idiota. Pero mientras ambos son de los que menos me gustan en su respectiva, por lo menos ese otro personaje tiene el potencial de ser algo mejor. Tiene algo que explotar y sé que eso lo valoramos mucho los que estamos aquí.
¿Pero qué tiene Miura? ¿Hacerla el interés amoroso de Hachiman qué aporta de bueno? Lo único que he visto a mis ojos es que conseguimos un Hachiman que muchas veces termina perdiendo toda esa aura de pensador cínico que tanto me encanta gracias al ¨poder del amor¨.
Esta historia no planeaba tenerla como heroína. Dios, hasta pensaba unas escenas en las que los personajes se burlarían de ella por su actitud. Obviamente que no sería gratis e intentaría mejorar su personaje desde ahí, pero nunca como principal y solo relegada a una sub-trama con Hayama.
Ese era el plan, pero mientras me puse a leer los comentarios viejos de mi historia más popular de Oregairu, me tope con un comentario que... bueno, me hizo reconsiderar las cosas.
¨Los lectores en fanfiction buscamos cosas nuevas. Cosas que no nos da la serie.¨
... ¿No se aplica lo mismo a los escritores?
¿Qué clase de escritor sería si no abandonara mi zona de confort y prejuicios para tratar algo nuevo que es desconocido para mí?
Así que al final me decidí por incluirla. Y todo por ese usuario que me recordó que debo seguir en movimiento de forma indirecta.
Muchas gracias al dios Zeus por iluminarme.
Creo que ese usuario sabrá quien es solo leyendo su nombre de usuario, así que mejor dejarlo hasta aquí.
Terminado este monólogo que a nadie le interesa, vayamos a los comentarios.
Guest:
¡Muchas gracias por leerme y decirme algo tan bonito! Me llena de orgullo que alguien que habla otro idioma se tomara la horrorosa molestia de usar el traductor. Es un honor que te haya interesado lo suficiente.
Espero leerte en algún futuro.
darkstel:
A ti ya te respondí por PM. Muy duro. Tanto que si por de casualidad estas leyendo esto, quiero disculparme por haber sonado duro. No insulte, pero creo que para el final terminé faltándote un poco el respeto.
Si lees esto, espero que todo haya quedado en buenos términos entre nosotros... aunque seguramente ni siquiera leas esto y solo le esté hablando al aire XD.
boons-007:
Si, Hachiman fue un poco duro sin quererlo. Aunque es cierto que en el canon se deja en claro que Hachi guarda cierto rencor hacia sus padres por preferir a Komachi antes que a él, se deja bien en claro que mucho de ese ¨rechazo¨ de sus padres son ideas pre-concebidas de Hachi, igual a lo que hizo con Yui y Yukino.
Esta será una sub-trama que explotaré. Y esta vez sin tanto melodrama en el medio.
Oh, el juego tiene un problema con Komachi. Uno muy gordo que, como todo, se explicará a su debido tiempo. Pero no te preocupes, que si esto continúa dejaré unas cuantas pistas pronto para no dejarte en nada.
De hecho este capítulo ya tiene algo raro que tiene que ver con Komachi. Me pregunto si puedes adivinar que es.
¿Hachiman x Komachi?... Eh, puede que haga una historia corta sobre eso si dejo que mis impulsos más oscuros tomen el control XD. De momento nada de incesto.
Si, Komachi compite con fuerzo junto a la sensei por el título de ¨Best Girl¨. Es demasiado adorable.
Espero que este capítulo te haya al menos entretenido. Todo esto fue una preparación para el próximo, que sin duda será el mejor capítulo hasta le fecha si lo llego a hacer bien.
bmurd3rf4c3:
Perdón si me equivoqué con tu nombre, ¡pero es muy difícil!
Si, en este capítulo finalmente todo comienza a tomar forma. No solo la locura del juego, sino también los pensamientos del propio Hachiman al respecto. Pensamientos diversos que generarán unos cuantos conflictos en el fic.
En el próximo veremos el primer choque. Espero que este capítulo no te haya desanimado a continuarlo.
kaze no eiyuu:
Gracias. Espero que la espera haya valido la pena. En el próximo todo lo que he mostrado finalmente explotará.
El Hachiman con los métodos más eficientes entrará al fin en acción.
...
De acuerdo. El próximo capítulo debería estar listo antes del 20 de este mes.
El de Sagami tal vez esté para el lunes y el día 9 de Abril traeré un pequeño proyecto para este fandom en celebración de la tercera temporada.
Aunque no sé bien cuál de todos hacer.
... Oigan, si tuvieran que elegir, ¿qué preferirían? ¿Hachiman lolicon involuntario o un Hayama uke a la fuerza?
La más votada será la que elegiré para celebrar la vuelta de la serie. Y si nadie se toma la molestia, entonces me toca a mí escoger.
En fin, con todo dicho y hecho, ya es hora de la despedida.
Adiós.
