¡Aquí me presento con un nuevo capítulo de esta historia!
Antes de comenzar, me gustaría contestar una review:
ReanDarkReaper24: Habrá varios cambios en el momento del día Z, por lo menos a lo que respecta en el principio de la infección. Y si, es obvio la insinuación que trata el anterior capítulo, e incluso dicha insinuación quedará mucho más clara en este nuevo capítulo.
Sin nada más que agregar, es hora de comenzar.
¡Disfruta!
"Y definitivamente no deben estar aquí."
Tanto la piel de Hirano como la de Takashi se erizó tras escuchar una vos sobre sus espaldas.
Ambos se dieron la media vuelta con lentitud solo para ver como una mujer con una bata medica los observaba con los brazos cruzados. Su largo cabello rubio estaba atado en una cola de cabello y parecía que rondaba los 25 años. Su belleza era algo de notar, aunque lo que más se caracterizaba en su aspecto era esa expresión inmutable junto con su cintura que se marcaba muy bien a través de su bata, dando a entender que poseía un trasero muy voluptuoso que hacia equilibrio con sus pechos que no eran tan grandes.
Pero ninguno de los dos tuvo tiempo de fijarse en los detalles en los aspectos de la mujer. Lo único que podían hacer es estar completamente paralizados ante ese instinto asesino que se apoderó sobre ellos.
No era porque la mujer sea tenebrosa, simplemente el momento y la situación actual eran realmente delicadas.
Solo un idiota no tendría miedo.
"¿Pueden decirme como llegaron?" La mujer volvió a hablar tras notar que ambos adolescentes se habían quedado paralizados.
"Bue-bueno, solo…" Takashi no pudo evitar tartamudear, pero para su suerte Hirano saltó a su ayuda.
"¡Nos estamos ocultando por el Evento de Otoño!" El gordito dio un paso al frente, y su tono algo tembloroso se hizo aún más notorio tras elevar un poco la voz.
"¿El Evento de Otoño? ¿Se refieren a esa celebración de la Academia Fujimi? También estudié allí." El aspecto de la mujer se suavizó un poco tras escuchar el verdadero motivo por el que ambos estaban allí. "Pero no deberían haberse escondido en las alcantarillas. Esto es un problema muy grande…" Su tono de voz fue mucho más bajo, algo que alertó un poco a los jóvenes.
Un silencio muy incomodo se presentó entre los tres mientras que la mujer parecía estar pensando algo.
"¿Señorita…?"
"Silencio, estoy pensando en qué hacer con ustedes." Ella los interrumpió, y por algún motivo esas palabras los asustó un poco.
La mujer se llevó una mano a su mentón, para luego dar un leve suspiro cubierto de fastidio.
"Oye, ¿puedes darme una mano con esto?" La rubia llamó hacia el interior de la puerta, en donde nadie respondió.
Aún así, unos pasos se hicieron más y más claros hasta que una mano de tez morena emergió desde el marco de la puerta metálica.
"¿Qué sucede, Ai-san?" Una mujer morena hizo acto de presencia ante la mirada atenta de Takashi, y, por alguna razón, los ojos muy ensanchados de Hirano.
Su cabello era de un color morado con reflejos, aunque lo que más se distinguía de éste era ese desorden que poseía en las puntas a pesar de llevar una cola de caballo alta. Sus ojos también eran de ese mismo color. A diferencia de la otra mujer, su mirada lucia muy relajada y confiada, era algo que pegaba a la perfección con su postura despreocupada. Poseía una chaqueta negra abierta que dejaba expuesta una remera blanca sin mangas y un gran escote por el tamaño considerable de sus pechos. Su parte inferior consistía de unos pantalones tácticos al igual que su calzado. Pero, una de las cosas que más se distinguía de su luminosa figura era ese gran estuche cuadrado que llevaba sobre su espalda y esas dos dagas que brillaban dentro de su chaqueta.
"Estos estudiantes se infiltraron inintencionalmente en las instalaciones." La ahora reconocida como Ai señaló a los dos jóvenes. "¿Qué deberíamos hacer con ellos?" Ai colocó sus manos sobre su cintura, pero su expresión seria cambió a una ligeramente confundida tras observar la expresión extremadamente sorprendida de su amiga. "¿Qué sucede?" Ella preguntó cuando miró a ambos jóvenes.
Obviamente Takashi no entendía nada, y menos entendió al por fin notar como se encontraba su mejor amigo.
Pero solo necesitó una palabra para que la verdad se revelara:
"¿Rika-chan?"
La confusión de Takashi se transformó en una ligera conmoción cuando fijó su mirada en la que era la Sensei de Hirano.
Y si aún tenía algunas dudas de eso, todas se disiparon por lo que sucedió a continuación:
"¡HIRANO-KUN!"
Rika corrió para encerrarlo en un fuerte abrazo, realmente fuerte.
Takashi y Ai tan solo observaron con una gota de sudor como el pobre gordito se estaba asfixiando entre sus pechos.
"¡Se-sensei! ¡Lo está haciendo de nuevo…!" Hirano apenas fue capaz de hablar, pero esas palabras ayudaron que la mujer se diera cuenta de lo que estaba haciendo.
"¡Oh, lo siento! ¡Es que ha pasado tanto tiempo!" Rika se quitó una lagrima que amenazaba con rodar por su mejilla.
"Je, lo sé. Aunque hubiera preferido que nuestro reencuentro sea en otra parte…" Concluyó el gordito con gran nerviosismo.
"Así que ella es su Sensei…" Pensó Takashi al ver como Rika interactuaba muy feliz con su mejor amigo. "Se nota que se llevan bien." Concluyó con una sonrisa.
"Rika-san, no te olvides por qué te llamé." Las palabras de Ai rompieron el tierno reencuentro, que, de hecho, fue bastante gracioso ver como Rika giraba su rostro para mirarla mientras que Hirano estaba siendo estrangulado por sus pechos de nuevo.
Ni siquiera Takashi sabía en que momento había vuelto a abrazarlo.
"Es cierto, ¿qué demonios hacen aquí? Esto es una instalación privada, y, sobre todo, secreta." Rika se separó para observar a los adolescentes con el ceño fruncido.
"Fue por el Evento de Otoño anual de la Academia Fujimi." Ai fue quien respondió, recibiendo un asentimiento por parte de Rika.
"Ya veo…" La mujer colocó sus manos en los bolsillos de la chaqueta mientras observaba el techo, pensando que hacer. "Sin duda alguna, es peligroso que esto se divulgue…"
"En ese caso, no hay otra opción." Ai se acercó sin previo aviso y desenfundó un machete que tenía debajo de su larga bata médica.
Takashi se paralizó al momento en sentir como el acero frio se colocaba sobre su cuello.
"No te preocupes, será rápido." Comentó la mujer cuando hizo el machete hacia atrás, preparado para cortarle la cabeza.
"¡Espera, no le diremos a nadie!"
El machete se detuvo justo a tiempo, por lo que un pequeño hilo de sangre se escapó por debajo del arma que estaba rozando el cuello del protagonista.
"Por supuesto que no se lo dirán a nadie. Me aseguraré de ello." Comentó la mujer cuando fijó su mirada en Hirano, quien se veía muy aterrado. "Escuchen, no es nada personal. Esto es un establecimiento secreto del gobierno de grado A, y como tal, debemos mantener la seguridad de este sitio para que esté libre de curiosos." Concluyó Ai, su mirada estoica ante cada palabra hacia que todo el ambiente se tornara aún más pesado.
La mujer fijó su mirada en Takashi una vez más y volvió a inclinar su machete, pero esta vez no pudo proseguir debido a que alguien le había agarrado el antebrazo.
"¡Vamos Ai-san, son solo niños!" Exclamó Rika con una sonrisa. "¡Estoy segura que no dirán nada!" Continuó con su típico aspecto relajado que cambió radicalmente cuando enfocó su mirada en ambos jóvenes. "¿No es cierto?"
La seriedad y la frialdad en su pregunta hizo que Hirano sudara a mares.
"¡Por-por supuesto!" Exclamó el gordito cuando bajó su cabeza en señal de respeto, y de pronto se vio en la necesidad de hacer lo mismo para Takashi, quien se encontraba mirando a la nada.
"Rika, tú…" Ai no se veía muy convencida, y el hecho de que no haya usado ese sufijo amistoso en ella lo confirmaba.
"No te preocupes. Si algo sale mal, yo me haré cargo. Además, estamos levantando todo este lugar. Los experimentos no resultaron como esperábamos así que tampoco hay mucho que ocultar." Concluyó la mujer con un leve inclinar de hombros, recibiendo una larga mirada por parte de Ai.
Al final la doctora alzó su rostro y finalizó con un largo y tendido suspiro.
"Muy bien. Pero si tenemos problemas, tú te harás cargo." Ai guardó el machete, ganándose un suspiro de alivio de Hirano y un asentimiento por parte de Rika.
"Entonces ya los voy a guiar hacia la salida antes de que más compañeros se den cuenta que estén aquí." Rika se colocó al lado de ambos y comenzó a darles varias palmaditas sobre la espalda para empujarlos. "Créanme que la mayoría de ellos son insoportables, así que no quieren conocerlos." Rika colocó las manos sobre el hombro de Takashi y Hirano para arrastrarlos con más rapidez ante la mirada analítica de Ai.
Una vez que salieron del lugar, Rika los continuó escoltando para asegurarse de que no hubiera ningún problema.
Después de todo, aún se encontraban demasiado cerca.
"¿Puedo saber el nombre del amigo de mi preciado alumno?" Rika fijó su mirada en Takashi, quien apenas la miró.
"Ta-Takashi…" El protagonista respondió, se veía muy aturdido.
"Rika-chan, él está conmocionado." Comentó Hirano con ligera preocupación.
"Es normal. Quiero decir, ¿quién no lo estaría después de enfrentarse a su primera experiencia de muerte?" Comentó la mujer con un inclinar de hombros, como si eso fuera lo más normal del mundo.
"Uh, casi me olvido de decirlo. Tenemos un gran, gran problema." Declaró Hirano cuando se señaló el pecho, y Rika lo miró sin importancia.
"¿Te refieres a esas pequeñas cámaras? Yo no me preocuparía." Declaró Rika con su tono relajado e incluso algo seductor, aunque realmente no intentara serlo. "Tanto Ai como yo sabemos los nombres de las personas que trabajan allí. En realidad, estamos al tanto de todos los que viven en esta ciudad. Por eso estamos seguras de que ninguno de los directivos hablará o dirá algo. Después de todo, no hay nadie que quiera desaparecer sin dejar rastro." Las palabras finales de Rika hicieron que Takashi y Hirano se congelaran.
Ignorando por completo el estado de los dos jóvenes, Rika abrazó sobre el cuello a Hirano para atraerlo hacia uno de sus pechos. De repente el gordito pasó de estar algo asustado a sonrojado, un sonrojo que se intensificó aún más cuando Rika lo apretó con más fuerza mientras reía entre dientes.
"Ahora que por fin nos volvemos a reunir, ¿por qué no me cuentas que has hecho durante todo este año y medio?"
_ CAPÍTULO 7: ¡SENTIMIENTOS BURBUJEANTES! _
"Ya están lejos. Aún seguirán por aquí pero no se acercarán." Comentó Rika cuando colocó una gran caja sobre la otra.
"Espero que no lo hagan. Ya tuvimos suficiente con lo que sucedió." Ai colocó otra caja sobre la de Rika.
"Le dije a Tajima-san que ser el primer voluntario humano no era buena idea…" La mirada de Rika se endureció tras recordar lo acontecido.
Todavía escuchaba los gritos, las mordidas, y, sobre todo, la gran cantidad de sangre cuando ella atravesó el cráneo de Tajima en el momento que le arrojó una de sus dagas. Las imágenes fueron tan frenéticas que no dejaron ver nada con claridad. Probablemente así lo había sentido ella en aquel momento.
"Yo sabía que el producto tenía sus defectos, la creación de superhumanos no es algo realista en sí." Comentó Ai cuando le entregó otra de las grandes cajas a su amiga. "Aún así, estaba convencida que podríamos crear algún mutágeno en la sangre que serviría para que los soldados dejaran de sentir dolor. Pero definitivamente los efectos secundarios fueron mucho más de lo que cualquiera esperaba." Concluyó, viendo como Rika acomodaba la caja sobre las demás.
"Bueno, no creo que sea saludable seguir pensando en eso. Deberíamos agradecer que somos las únicas sobrevivientes de nuestra división." Rika decidió desviar un poco el tema al notar que Ai se sentía algo culpable por todos los resultados del experimento. "Ahora ayúdame a mover las cajas restantes. Ya es demasiado trabajo para dos personas."
"Si, supongo que tienes razón…" Pensó Ai en voz alta con su mirada gacha. "Por cierto, ¿cómo es que conocías a ese niño?" El interés de la científica se disparó de un momento a otro, ganándose una corta mirada por parte de Rika.
"¿Hira-kun? ¿Acaso ya te olvidaste?" La mujer se dio la media vuelta y la observó de mala gana.
"Espera, ¿ese es el estudiante del que te pasabas hablando todo el día?" Preguntó Ai, le fue imposible evitar su constante parpadeo. "Habías hablado de él como alguien increíble. Pensé que sería un joven musculoso, alto y apuesto, pero terminó siendo exactamente lo contrario a eso." Concluyó, la mujer, sin saber que había cometido un delito imperdonable.
"¡¿Cómo dices?!" Ai se sorprendió, y de veras que lo hizo, ya que era la primera vez que veía a una Rika indignada, muy indignada. "¡No sabes lo reconfortante que es apretujarlo! ¡Se siente como un peluche suave y tierno! ¡Su altura también es perfecta! ¡Y ese rostro inocente y dulce es tan… tan…!" La indignación de Rika se transformó en una sonrisa depredadora cubierta de amor. "Hira-kun, solo tengo que esperar un año más. Solo espera…" Susurró con un tenue rubor en sus mejillas.
"Hum, ¿de acuerdo…?" Ai no pudo evitar poner los ojos en blanco ante los gustos tan peculiares de una de sus mejores amigas. "De todas formas, sigo prefiriendo los hombres altos y musculosos." Concluyó la científica, ganándose una sonrisa por parte de Rika.
"Todo el mundo tiene sus gustos." Declaró cuando levantó la caja, pero la tapa de ésta se abrió, y eso hizo que volviera a caer al suelo.
La sonrisa de Rika desapareció de su rostro por completo cuando tomó una jeringa que parecía poseer sangre. Sus ojos se entrecerraron cuando observó el liquido más de cerca, y fue en ese momento que la "sangre" no parecía ser exactamente eso.
"Ai-san…" Rika la miró, su rostro serio indicaba que no estaba bromeando. "¿Realmente crees que las demás divisiones harán su trabajo y tirarán esta basura?"
"Por supuesto." La científica asintió sin dudar. "No es solo un producto fallido, sino que posee una gran cantidad de peligro. Incluso podríamos estar hablando de una infección global, rápida y mortal. Estoy segura que el gobierno no jugará con algo como eso." Concluyó, ajustándose los lentes.
"Si, lo sé…" Rika dejó caer la jeringa, y en ese momento observó las docenas de replicas que había en un solo contenedor.
"Y eso es justo lo que me preocupa."
_SALTO DE LINEA_
Academia Fujimi
Unas horas más tarde…
La oscuridad ya era absoluta. Todos estaban esperando en la academia, incluso muchos observaban sus celulares o relojes.
La hora marcaba las 11:02PM.
"¿Cuánto tiempo más van a tardar en venir?" La profesora pelirroja habló con ligero disgusto, su pie mostraba su impaciencia chocando contra el suelo sin parar.
Finalmente, la espera terminó y los ganadores aparecieron en la entrada con rejas.
Takashi y Hirano no miraron a nadie, lo único que hicieron fue continuar avanzando. Poco les importaba esas miradas para nada amistosas que todos les estaban entregando.
Ambos alumnos se colocaron frente a los profesores, quienes lo recibieron con un asentimiento.
"Llegan tarde, pero al fin y al cabo ganaron. Felicidades." La pelirroja les entregó una pequeña sonrisa. "Si no me equivoco, ustedes son el cuarto equipo en toda la historia que logró superar todo el día sin ser atrapado, eso es un gran logro." Hirano y Takashi se miraron entre si tras escuchar esas palabras.
"Espera, ¿eso significa que somos los únicos que lo lograron?" Preguntó Takashi con mucha sorpresa.
"¿Eso quiere decir que esos diez mil dólares son nuestros?" Hirano preguntó con una mezcla de emoción e incredulidad.
"Así es." La pelirroja confirmó sus sospechas, y ambos se miraron con una gran sonrisa en sus rostros. "Pero antes, tenemos que ver las grabaciones para asegurarnos de que no hicieron trampa. Probablemente nos tome alrededor de media hora." Concluyó la mujer, haciendo que la sonrisa de ambos desapareciera casi de inmediato.
"Hablando de eso…" Comentó Hirano cuando se frotó el cabello con un nerviosismo palpable. "Creo que sería mejor que solo el director se encargue de esto."
"¿Solo el director?" No solo la pelirroja alzó la ceja, sino también casi todos los profesores.
"¡Lo sabía! ¡Hicieron trampa! ¡Es imposible que hayan ganando de manera justa!" Yuki no tardó en incriminarlos cuando los señaló desde la lejanía, y muchos otros alumnos también comenzaron a protestar después de ella.
"¡Silencio!" La profesora hizo que todas las calumnias fueran silenciadas, aunque su ceño fruncido indicaba que no estaba muy feliz. "¿Por qué tiene que ser solo el director?"
"Él lo entenderá cuando lo vea." En esta ocasión fue Takashi quien habló, y su expresión seria hizo que la profesora lo mirara con detenimiento.
"Muy bien." La pelirroja se dio la media vuelta. "Síganme." Concluyó cuando abrió las puertas que conducían a los pasillos de la Academia.
Takashi le entregó una última mirada a Saeko antes de marcharse. Todos los demás estaban murmurando cosas que probablemente eran insultos hacia su persona, pero ella ni siquiera se dejó influenciar por esas sospechas. Lo único que hizo fue entregarle una sonrisa.
Eso era natural, ya que Saeko nunca desconfiaría de él.
_SALTO DE LINEA_
Academia
Un momento más tarde…
"Bueno, esto fue rápido." Comentó Hirano, quien había salido del despacho del director junto con Takashi.
"¿Qué otra cosa esperarías? Tu Sensei dejó bien en claro lo que les sucedería a los directivos de esta Academia si se llega a hablar de todo lo acontecido." Aclaró Takashi cuando comenzó a caminar en los pasillos.
"Incluso nos dio unos 250.000 yenes extra con tal de que mantuviéramos la boca cerrada. Esto es increíble." Comentó Hirano con ojos brillosos mientras alzaba su mano para denotar ese grueso sobre que llevaba. "Por cierto, ¿quieres dividir el dinero mañana?" El gordito volvió su mirada a Takashi, quien lucía tranquilo.
"No gracias. Puedes quedarte con el dinero."
"¡Pero…!"
"No sabría que hacer con él." Takashi lo interrumpió, recibiendo silencio como respuesta.
Era evidente que Hirano no se sentía para nada cómodo con esto.
Takashi y Hirano salieron del establecimiento, y lo primero que vieron fue a todos los alumnos, quienes miraron el sobre instintivamente. Nadie gritó nada o los felicitó, lo único que hicieron fue marcharse del lugar con diversos murmullos que no sonaban para nada agradable.
"Bueno, supongo que no habrá ceremonia final…" Pensó la pelirroja en voz alta, entregándole una mirada silenciosa a sus dos alumnos. "Lo siento, chicos."
"No te preocupes, Kyoko-sensei." Comentó Takashi con los brazos cruzados.
"Exacto. No es como si nos importara de todos modos." Hirano acompañó las palabras de su mejor amigo.
Kyoko tan solo asintió mientras veía como ambos se dirigían a la salida. La única estudiante que se había quedado para esperarlos se unió a ellos rápidamente, y los elogios de Saeko no tardaron en recaer sobre ellos.
"Ayúdenme a limpiar el desorden antes de que se haga más tarde." Una vez que no hubo ningún rastro de algún alumno, Kyoko habló con sus compañeros de trabajo.
_SALTO DE LINEA_
Casa de Takashi
En el día siguiente…
Takashi se recostó sobre el sillón con su pijama de manera perezosa mientras comía unos aperitivos y miraba las noticias. Una acción que se había convertido en rutina durante todos los fines de semana, ya que era el único momento en el que casi siempre se encontraba solo.
Ese tiempo de soledad se rompió cuando escuchó algunas bocinas justo afuera de su casa, por lo que no tardó en salir para saber que estaba pasando.
Su sorpresa no se hizo esperar al ver como Hirano lo estaba esperando afuera junto con una hermosa moto moderna de color negro con un tuneado naranja en sus ruedas y el chasis. También tenía un pequeño moño en el volante.
"¿Te compraste una moto?" Fue lo primero que se le ocurrió decir a Takashi ante tal situación, recibiendo una sonrisa dentuda por parte de su mejor amigo.
"Esta es una Yamaha de último modelo, también le instalé un pequeño mp3 para que puedas escuchar música cuando quieras." Declaró el gordito con una sonrisa al mismo tiempo que le arrojaba las llaves a Takashi, quien apenas pudo atraparlas.
"¡Espera, espera, espera! ¡¿Esto es para mí?!" Exclamó el castaño con los ojos bien abiertos.
"Es la mitad que te pertenece." Declaró Hirano cuando colocó una mano sobre el asiento de la moto. "¿No quieres probarla?"
Takashi observó las llaves tras escuchar las palabras de su amigo. Su decisión se hizo visible cuando volvió a levantar su rostro.
"Gracias por el regalo."
_SALTO DE LINEA_
_INICIO DE TIME SKIP NARRADO_
Takashi colocó el carnet de conducir en su billetera, acto siguiente se subió en su nuevo vehículo, le conectó unos auriculares en la pequeña ranura en el chasis para luego colocárselos.
(insertar música: Post Malone, Swae Lee – Sunflower)
Sus ojos se cerraron por un momento, dejándose guiar por el principio de la melodía. Una vez que volvieron a abrirse, su rostro reflejó una sonrisa justo en el momento que aceleró el motor de la moto al máximo, saliendo de su vecindario a toda velocidad.
Takashi iba a una velocidad normal mientras adelantaba el trafico de la concurrida ciudad, como siempre sucedía en la mañana. Finalmente se estacionó frente a una gran mansión que parecía ser dueña de todo el vecindario. Allí lo estaba esperando Saeko, quien respondió con un leve saludo con su mano, algo que fue compartido por su mejor amigo.
Sin más dilación, ella se montó en el asiento trasero. Takashi le compartió unos auriculares para que pudiera escuchar música con él, por lo que todo el camino fue cubierto por esa hermosa melodía que los hacia sonreír con tranquilidad.
Takashi se detuvo en uno de los tantos semáforos. Sus ojos parecieron captar algo interesante, por lo que retrocedió un poco ante el rostro curioso de Saeko.
Takashi le entregó una mirada silenciosa a Saeko, para luego mirar hacia un callejón algo oscuro, su sonrisa de lado indicaba exactamente lo que pensaba. La hermosa joven se sorprendió un poco al ver como un gato callejero estaba frotándose sobre otro para acariciarlo con amor. Lo realmente curioso de esto es que el gato que estaba entregando cariño era de un color morado, mientras que el otro era de un color café.
Saeko reaccionó de una manera bastante curiosa ante la obvia analogía, por lo que no tardó en abrazarlo con mucha más fuerza y frotar su mejilla contra la suya, algo que sacó una carcajada por parte del joven, quien no tardó en negar con la cabeza ante las travesuras de su futura amante. Aún así, no tuvo tiempo para devolverle el gesto ya que el semáforo estaba en verde.
El recorrido en la bulliciosa ciudad continuó hasta que la imagen cambió, en donde se veía a Takashi y Saeko recostados en un hermoso parque rodeados de un verde césped mientras comían unos conos de helado. Ambos parecían estar muy centrados en el pasar de las nubes, pero las charlas entre ellos nunca faltaban.
La imagen volvió a cambiar en donde se nos presenta un escenario bastante peculiar. Takashi parecía más centrado en relatar la letra de su música que en la gran pila de tarea que tenía enfrente de él, por lo que fue bastante gracioso ver como saya se levantó de su asiento para darle un fuerte carpetazo en la frente.
La expresión molesta de la enana pechugona no se hizo esperar cuando comenzó a despotricar a diestra y siniestra ante la mirada de Hirano y Saeko, quienes observaban todo esto como si estos acontecimientos se hubieran convertido en algo muy regular.
Una vez que Saya terminó de insultarlo o discriminarlo o disciplinarlo o todas juntas, Takashi rompió cada debate formulado por su amiga de la infancia cuando señaló la hora de su celular, algo que se ganó un poderoso suspiro por parte de esta, quien cayó sobre su silla derrotada.
Saeko y Hirano aprovecharon este momento para ordenar sus cosas al igual que Takashi, quien aún seguía hablando con Saya, quien ya se encontraba más tranquila.
De repente todos se encontraron fuera de la mansión de Saya, quien hizo todo lo posible para negar el beso que su madre le quería dar, pero al final no tuvo otra opción más que aceptar a regañadientes. Sus amigos observaban entre murmullos y con una sonrisa como Saya hacia todo lo posible por separarse de su madre, ya que ella le estaba dando un largo, muy largo beso en su mejilla.
Finalmente, la madre dejó ir a su hija y se despidió de todos con un rápido saludo de sus dedos, algo que todos respondieron con un asentimiento cubierto de respeto cuando se marcharon, a excepción de Hirano, quien hizo una pose militar.
Lo que sucedió a continuación fue bastante gracioso, ya que Hirano quiso probar la moto de Takashi y terminó chocándose contra el primer contenedor de basura que se cruzó en su camino. Lo más divertido es que intentó esquivarlo cuando saltó de la moto solo para terminar dentro de éste, algo que sin duda sacó la carcajada de Takashi e increíblemente de Saya, mientras que Saeko solo negó con la cabeza con diversión ante las payadas del gordito.
En otra imagen bastante curiosa se nos deja ver como Takashi se dirigía hacia los dos únicos asientos vacíos de su salón. Una vez que tomó asiento, el protagonista apoyó una mano sobre su mejilla y escuchó el discurso del profesor con su típica expresión de aburrimiento. Lo que él no sabía es que el asiento a su lado no estaba vacío, ya que allí se encontraba Rei, quien le entregó una mirada discreta al notar que él ya ni siquiera se molestaba por su presencia, lo cual no significaba algo bueno necesariamente. De hecho, podría suponer exactamente lo contrario.
Es como si él la hubiera borrado de su mente.
La noche llegó y allí se podía presenciar como Takashi estaba desparramado sobre el sillón mientras jugaba un videojuego. Ese momento quedó en segundo plano cuando escuchó que alguien se aproximaba a su puerta, solo para ver como Hirano abrió la puerta accidentalmente y cayó de cara al suelo junto con sus armas de juguete, algo que se ganó una risa por parte de Takashi, quien no pudo evitar negar con la cabeza ante la torpeza de su mejor amigo.
Ambos estuvieron jugando en la oscura noche de su jardín hasta que en uno de los tantos disparos de Takashi termina sobre su ventana, algo que la rompe casi en el acto. La reacción de Hirano fue agarrarse la cabeza mientras que el protagonista se quedó completamente estático.
La escena cambió radicalmente. Ahora estaba Takashi abrazando a su madre para despedirse de ella. Fue un fuerte abrazo por parte de la mujer que duró mucho tiempo, mientras que su padre solo le dio un par de palmaditas sobre su cabeza en una despedida que no podría haber durado más de 10 segundos.
Finalmente, Takashi retomó la ida hacia la Academia en su nuevo vehículo, una rutina que no se rompería en un buen tiempo, al igual que mantener la mirada gacha y estar encerrado en sus propios pensamientos sin importar los murmullos y las cosas que los demás alumnos decían, en donde alguno de esos murmullos seguramente iba dirigido hacia su persona. Ese accionar generó un descuido cuando chocó contra una persona, y para su suerte dicha persona resultó ser Saeko, quien tan solo le respondió con una sonrisa.
Ambos retomaron la caminata juntos y comenzaron a hablar con naturalidad, ignorando todo lo que estaba en su entorno.
_FINAL DEL TIME SKIP NARRADO_
(Final de la canción)
Takashi ajustó su chaqueta de cuero negra lo máximo posible mientras se acomodaba sobre su moto. Su mirada se desvió al cielo, el aire frio agitó su cabello.
"Ya está empezando a hacer frio." Pensó Takashi con seriedad, para luego esbozar una sonrisa. "El otoño está pasando muy rápido a diferencia de los últimos años. Quizás sea porque ahora si estoy disfrutando cada momento." Su media sonrisa se ensanchó un poco tras ese último pensamiento.
La moto arrancó a todo acelerador como era habitual, y en ese preciso momento un último pensamiento cruzó por la mente del joven revitalizado:
"¡Ya había olvidado lo que era ser yo mismo!"
_SALTO DE LINEA_
Parque
Unas horas más tarde…
"Esa nube se parecen a aquellos gatos callejeros que nos cruzamos hace dos semanas." Takashi señaló una de las nubes con el cono de helado.
"Hum, no le veo el parecido…" Comentó Saeko con el ceño fruncido en confusión.
Como era habitual en estas semanas, ambos se reunían siempre que podían en aquel hermoso parque después del entrenamiento, se recostaban en ese verde césped con un helado y charlaban sobre diferentes cosas mientras miraban el pasar de las nubes.
"Pensé que nadie poseía una vista tan agudizada como la tuya." Respondió Takashi con simpleza.
"Bueno, todos tienen visiones diferentes sobre las cosas. Además, creo que estás exagerando…" Saeko se inclinó de hombros mientras lamía su helado.
"¿Exagerando? Eres la única mujer perfecta que conozco." Takashi respondió con la misma simpleza, ganándose una corta mirada de Saeko.
"Nadie es perfecto, en especial yo. Estoy muy lejos de serlo." Ese comentario hizo que Takashi la mirara con ligero interés.
"¿La gran Saeko Busujima posee una debilidad? Lo siento, pero no puedo creerlo." Comentó el protagonista, ganándose una leve sonrisa por parte de Saeko.
"Creo que me tienes en un pedestal. Eso nunca es bueno, especialmente con personas como yo." La mirada de Saeko se endureció un poco por lo que estaba a punto de decir: "No sé si decir que es una debilidad, pero es un gran defecto. Un defecto que, aunque repugno con todo mi ser, me es imposible rechazarlo." Esas palabras sin duda llamaron la atención de Takashi.
"¿Qué clase de defecto es ese?" Takashi se apoyó sobre el costado de su cuerpo para verla directamente, algo que llevó a una mirada discreta de Saeko.
Con solo ver esa expresión y esa casi falta de sonrisa dejaba bien en claro que ella no se sentía para nada cómoda con hablar de esto.
"Creo que es mejor no decirte nada. Solo quería que lo supieras: nadie es perfecto." Declaró Saeko en un tono neutro, haciendo que Takashi parpadeara con suma curiosidad.
"Vamos, no creo que sea la gran cosa. Además, siempre nos contamos todo. Puedo ver que esto te preocupa, así que si quieres…"
"Tengo miedo."
Las palabras de Saeko silenciaron a Takashi, quien no pudo evitar mirar a su futura amante con suma sorpresa ante sus palabras.
"Tengo miedo de como puedas reaccionar, mucho miedo. Así que, por favor, dejémoslo aquí." Saeko prácticamente le suplicó con la mirada, algo que sorprendió aún más a Takashi.
Habían pasado tanto tiempo juntos, pero era la primera vez que la veía tan vulnerable.
"Por supuesto, como quieras." Takashi dejó de insistir al notar que las cosas podrían ponerse tensas por su culpa.
Por esa misma razón es que decidió romper cualquier mal indicio con una respuesta indirecta:
"¿Quién diría que la gran Saeko Busujima tiene un problema que la molesta tanto? Pero, a lo que a mi concierne, seguirás siendo perfecta sin importar qué."
Saeko lo observó con los ojos ligeramente ensanchados ante tal revelación. Takashi tan solo le respondió con una sonrisa dentuda, y sumado a la briza que agitó su cabello lo hizo ver como alguien irresistible a los ojos de la mujer, quien no pudo evitar sonrojarse un poco ante tal desarrollo.
El silencio reinó un momento entre ellos mientras continuaban observando el pasar de las nubes.
"¿Y tú como vas con tu problema? Hace mucho que no hablamos de ello." En esta ocasión Saeko fue quien se mostró interesada en su bienestar, recibiendo una sonrisa algo nostálgica por parte de Takashi.
"Ya no pienso en todo lo que sucedió, en como me trataron y esas cosas…" Comentó, apoyando una mano debajo de su mentón. "Pero hay veces que pienso en lo que "podría haber sido". No es como si me pusiera triste o algo así, solo me da lástima. Es decir, creo que pudimos haber sido una linda pareja si ella…bueno, ya sabes." Takashi se llevó el helado a la boca tras terminar su frase, algo que Saeko respondió exactamente de la misma forma.
Una vez que sus labios dejaron el helado, la hermosa adolescente volteó su rostro para mirarlo con una sonrisa cabizbaja.
"Entiendo esos pensamientos. En ocasiones también pienso en ello. Pienso que hubiera sido perfecto estar en ese momento contigo para ayudarte con tu dolor, y no haber llegado tan tarde…"
"Gracias, pero si hubieras estado desde un principio entonces nunca me hubiera enamorado de Rei en primer lugar." Esas palabras descolocaron por completo a Saeko.
"No entiendo." Comentó Saeko con un tono que reflejaba sus palabras a la perfección.
"¿Alguna vez te miraste a un espejo?" La pregunta de Takashi hizo que Saeko lo mirara con ligera confusión.
"¿Sí?" Fue su respuesta ante semejante pregunta extraña.
"Saeko, tú eres mucho mejor que Rei en todos los aspectos. No hablo solo como persona, y creo que muchos estarían de acuerdo cuando digo que eres una de las mujeres más hermosas y genuinas del mundo. Para mi supongo que eres las más genial, ya que tampoco conozco a nadie como tú." Takashi observó a Saeko, quien lucia algo conmocionada ante semejantes declaraciones. "Lo que quiero decir es que, si nosotros nos hubiéramos conocido desde niños, entonces nunca me hubiera enamorado de Rei." Takashi continuó hablando con completa naturalidad, como si su discurso no fuera la gran cosa.
Por eso no midió el impacto que tendrían las siguientes palabras:
"No me cabe ninguna duda de que me hubiera enamorado de ti."
En ese momento esa pequeña conmoción en Saeko se transformó en algo mucho más grande. Ella no se sonrojó, pero sus preciosos ojos celestes se iluminaron como nunca antes, su respiración pareció agitarse un poco y su mano libre fue inconscientemente sobre la mitad de su abdomen al sentir como su cuerpo había estallado en una sensación caída tan reconfortante y placentera que nunca antes había atravesado en su vida. Ese calor, esos sentimientos, esas emociones tan hermosas y valiosas generaron un pequeño nudo en su garganta, y por fin sucedió:
Sus mejillas se ruborizaron como nunca antes mientras veía a Takashi con ese rostro completamente conmocionado.
No sabía por qué, pero en estos momentos no podía dejar de mirar su rostro.
Había algo en él que se iluminaba.
Había algo en el que lo hacía extremadamente irresistible.
No era solo una cosa, era todo acerca de él.
Ese rostro...
Esos ojos…
Esos labios…
Quería probarlo para que esas emociones embriagadoras y burbujeantes estallaran con mucha más fuerza.
Ella lo quería.
Ella lo quería con todo su ser.
Ella lo amaba.
Ella lo amaba tanto, y Takashi no era capaz de darse cuenta de ello.
"¿Qué?" Takashi le preguntó con una ceja alzada al notar que esa hermosa mujer con ojos brillosos lo estaba mirando.
Esa mirada tan profunda y anhelante hizo que se sonrojara un poco de forma inconsciente mientras la miraba directamente a los ojos.
Saeko ni siquiera reaccionó con la pregunta. Solo pudo reaccionar cuando la bola de helado cayó sobre su cara, haciendo que Takashi comenzara a reírse.
"Me preguntaba cual de los dos sería el primero en sufrir esto." Comentó con una sonrisa socarrona, algo que no le pareció muy chistoso a Saeko, quien tomó el helado tirado para embarrárselo en la cara.
Quizás fue inconsciente, pero ella estaba realmente centrada en que el helado que había estado lamiendo hace no más que unos segundos entrara en la boca de Takashi.
_ ¡FINAL DEL CAPÍTULO! _
¡Espero que lo hayan disfrutado!
Iba a hacer este Time Skip, pero después recordé que un Time skip no es uno si es que se narran ciertos acontecimientos mientras pasa el tiempo, así que simplemente decidí poner "Time Skip narrado" era una buena idea. Espero que te haya gustado esta modalidad, ya que siempre intento mejorar respecto a los pasajes de tiempo que son muy rápidos. Aunque lo que más me preocupa es que quede claro el desarrollo, escríbeme si te pareció fluido o algo muy raro.
El próximo capítulo profundizaremos un poco más en los sentimientos de Takashi, ya que los de Saeko creo que quedaron más que claros.
Diferentes impedimentos no permiten que se formalice la pareja, pero eso es el centro de todo este drama. La idea principal es que dichos impedimentos se vayan resolviendo, y creo que ya es momento de que Takashi descubra esa "faceta" de Saeko para el próximo capítulo. Sin dudas se vendrán muchísimo drama emocional para la siguiente parte.
Si las cuentas no me fallan, quedan 3 capítulos para pasar al tercer arco, en donde el día Z comenzará.
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Espero nos veamos dentro de poco para la continuación.
¡Muchas gracias por leer!
