Capítulo 52: La llave de las razones

La Gran Barrera comenzaba a debilitarse como imágenes de agrietamientos parecidos a cristales a punto de colapsar se veían desde el exterior directo al mundo humano. Las personas de las ciudades cercanas y por los sitios rurales comenzaron a entrar en pánico ante tal acontecimiento.

Algunos comenzaron a huir cuando relámpagos y rayos salían despedidos del sitio, impactando a los alrededores y quemando todo a su paso. Algunos más valientes, trataban de acercarse para tomarle una mejor toma con sus cámaras de video o celulares. Esta situación había puesto en alerta al mundo espiritual, y aunque se esperaba una inmediata respuesta a la crisis que se estaba dando ahora, lo cierto es que quizas no se pueda hacer nada a tiempo.

Al menos no desde el exterior.

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Todo el interior del sótano justo donde se encontraba el centro de control de la Gran Barrera, estaba temblando, como se sentía que en cualquier momento fuera a colapsar, como grietas aparecían en las numerosas columnas alrededor que sostenían el techo, como el polvo caía desde arriba.

Kay maldijo entre dientes esto, como usaba su cosmos, para mantenerse erguido debido al fuerte sismo que estaba sacudiendo toda la edificación. Kaneshiro parecía en un trance feliz, como comenzaba a hablar, con sus manos levantadas al aire y observando a la nada con una expresión de adoración.

"Todo este tiempo he estado esperando esto. La historia y futuro de esta Academia. En este momento van a ser destruidas por mi mano…Ah…ha sido mucho tiempo con mi plan…Ahora puede realizarse…"

Kaneshiro fue silenciado en ese momento por una descarga de energía lanzada por Kay, la cual impacto a Kaneshiro en el hombro izquierdo con tal fuerza que lo saco volando del Altar que hacía de centro de control de la barrera.

"Ya es momento de que te calles". Kay dijo con frialdad

Kay de inmediato se dirigió al Altar, tratando de hacer tiempo para intentar algo. El entendía algo como era el fenómeno de las barreras, gracias que descubrió las bases principales de su conformación, cuando se liberó de la pequeña barrera en la cual fue atrapado anteriormente por Hokuto. Quizas podría usar ese conocimiento recién adquirido y volver a reestructurar la barrera antes de que esta colapse y todos junto con ella al mundo exterior. Con una enorme barrera cubriendo un gran terreno, entonces debía de haber algo de tiempo antes de que esta colapse por completo, unos minutos podrían hacer la diferencia.

Intento tomar el rosario que Hokuto había robado del director, el cual estaba anclado en una sección hueca en forma de rosario, donde el objeto había encajado. Kay intento removerlo, pero solo termino chamuscándose los dedos por los relámpagos que salían de este. Frustrado, intento hacer algo más, pero no tuvo ni bien medio minuto analizando el Altar, cuando Kaneshiro se irguió, incólume del ataque anterior y comenzó a reír.

"Ya es demasiado tarde para eso Namura". Hokuto decía como se levantaba y se limpiaba el polvo de su ropa

Comenzaba a avanzar hacia él, como se iba quitando su chaqueta de estudiante negra, dejando ver su cuerpo con una camisa sin mangas de color gris, pero que se denotaban las decenas de cicatrices, producto de antiguas heridas de batallas recorriendo sus brazos y donde le dejaba ver en su cuerpo descubierto. El colgaba una especie de medallón del cuello, pero lo que más llamo la curiosidad de Kay, fue un candado que estaba unido al antebrazo izquierdo de Hokuto.

Un candado con cadenas enroscándose en su brazo, igual al suyo que tenía en su brazo derecho.

"Un sello sagrado. Es igual al mío. Entonces es verdad…realmente eres humano".

"Era humano, Namura. Esta maldita escuela es la que me convirtió en esto. Al igual que tú. No sientas pena por mí. Yo invoqué toda mi fuerza, hice todo lo posible por sobrevivir…para ser fuerte no tuve más elección que convertirme en esto. Es esta maldita Academia la que me hizo violento y me convirtió en un monstruo…Ellos no pueden ser perdonados".

En un abrir y cerrar de ojos, Hokuto removió el candado y cadena que hacían de sello de su poder demoniaco, desatándolo para consternación de Kay. Vio como el cuerpo de Hokuto comenzaba a sufrir cambios. Una energía tan grande que había sentido antes en rivales poderosos había anonadado a Kay. Dándose cuenta tarde del tipo de rival que era Hokuto. Era una energía oscura e intensa que barrio todo alrededor con fuertes vientos, en especial a Kay, quien se alejó de las consolas del Altar, para no dañarlas.

Esta energía tan oscura le recordaba vagamente a sí mismo en su forma Ghoul. La piel de Hokuto se desprendió antes de separarse en forma de ramas o raíces de ramas secas, largas y curvas. Estas ramas nervudas se fusionaron y dividieron formando múltiples espinas a medida que la masa y tamaño de Hokuto crecía más y más. Finalmente, la transformación de Hokuto fue completa. Ahora era gigante, de casi veinte pies de alto, compuesto de ramas de hueso que se formaban en espinas, cuchillas y hoces. Cada parte de él era afilada, su cabeza estaba rodeada por lo que parecía ser una mandíbula de tiburón. Su cola igualmente larga que recordaba a algún tipo de insecto esquelético, mientras miraba con intenciones oscuras al chico.

"Por eso quiero venganza. Destruir este lugar es la meta de mi vida". Hokuto termino de decir oscuramente

Kay apretó los dientes, toda la situación acababa de empeorar, lo peor es que no sabía cuánto tiempo le quedaba hasta que la barrera se disipara. Debía de ser rápido y vencer a Hokuto, pero debido al aumento de poder de Hokuto por su transformación, que igualaba al suyo, tal situación seria difícil.

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Mientras sucedía eso en el sótano, afuera en la colina del cementerio que daba al mar de color carmesí. La batalla entre los miembros del club del periódico y Antítesis aún se mantenía.

Ya quedaban menos de un centenar de los miembros de Antítesis, derrotados por los chicos del club del periódico. Pero su situación estaba lejos de ser sostenible por mas tiempos. Las chicas especialmente, lucían cansadas y con heridas y ropas rasgadas que recorrían sus cuerpos, solo pareciera que Kurama y Hei seguían incólumes, quizas debido a su mayor fuerza y poder. Fue cuando se dieron cuenta de la situación al mirar al cielo del lugar. Parecía estar quebrándose como un cristal, a la vez que imágenes del exterior del mundo humano se hacían visibles avanzando como si de una película vieja se tratase. Fuertes vientos comenzaron a soplar como una sensación de 'ahogo' general comenzó a verter a los distintos individuos dentro del lugar.

"La 'Gran Barrera', ¡está colapsando!" Yukari gritaba señalando hacia el cielo

"¡No puede ser! ¡¿Eso significa que Hokuto tuvo éxito?! ¿Todo era parte de su plan todo el tiempo?" Ruby decía fuertemente llevándose una mano a la boca

"¡Enfóquense! ¡Esto todavía no ha terminado!" Kurama gritaba mientras con señas, hacía que el grupo formara un circulo alrededor

Podían ver que muchos del grupo de Ayashi de Antítesis se denotaban complacidos por esta situación, al ver sus 'deseos' finalmente cumpliéndose. Algunos gritaban en alto el nombre de 'Antítesis' y 'Hokuto' como señalando su victoria. El grupo del Club se formó en un círculo en medio de los aun Ayashi enemigos, formándose en espalda contra espalda, cubriéndose todos mutuamente y no dejando un campo de visión vacío a la vista de cualquiera de sus miembros.

"A mi señal, ¿de acuerdo?" Kurama le decía al grupo

"Tu manda Kurama. Esperemos que con este tiempo haya dado tiempo para crecer". Ruby señalaba como todos se apretujaron esperando la señal

Los demás Ayashi enemigos, sintiéndose victoriosos por lo que sucedía con la barrera, sintieron su moral elevarse, y procedieron todos a atacar a la vez, tratando de abrumar a los chicos, no dándoles tiempo para respirar y acabarlos en un instante. Fue eso lo que quería Kurama en primer lugar. Kurama sostenía en sus manos una lanza de bambú que había hecho crecer a partir de una semilla demoniaca que tenía durante la batalla, el había plantado varias de estas semillas en el suelo. Ahora era tiempo de hacerlas germinar.

Kurama golpeo la punta de la lanza de bambú en el suelo, esta lanza esta embutida con su poder demoniaco; esta corriente de energía se dirigió a las distintas semillas de plantas de bambú que estaban plantadas en el suelo, las cuales, al recibir la corriente de energía demoniaca, germinaron rápidamente, provocando que un centenar de lanzas de bambú emergieran en un radio de 100 metros a la redonda. Sus puntas filosas empalaron a todos los Ayashi enemigos que encontraron en su camino, elevándolos decenas de metros en el aire y dejándolos suspendidos como la sangre se escurría de sus cuerpos empalados, llevándose la vida de todos estos.

El grupo del Club, en especial el de las chicas, quedaron con una vista impresionada y temerosa por la visión del ahora campo de árboles de bambú que recorría toda la colina, elevándose decenas de metros en el aire. Los cuerpos de los Ayashi empalados en sus puntas daban una vista aterradora y de horror para quienes tuvieran tal vista.

Kurama no perdió el tiempo como hablo, dirigiéndose al grupo, "No hay tiempo que perder. Tenemos que regresar a la escuela y detener a Hokuto. Kay y Moka podrían necesitar nuestra ayuda. No podemos permitir que la barrera sea destruida".

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Mientras se sucedían estos momentos de crisis, en otro lugar. Era otro sótano el cual estaba debajo de una enorme casa, el cual se encontraba a oscuras solo iluminado por la puerta que daba a unas escaleras al exterior y unas pocas antorchas con fuego débil. En el medio parecía haber lo que era una gran piscina llena de un extraño liquido de color oscuro negruzco. De este líquido emergían burbujas al exterior, que daban una apariencia sucia como si de brea o petróleo se tratara, por no mencionar el nauseabundo olor que despedía el sitio.

Una figura oscura se encontraba sentada muy cerca de este enorme charco, aunque se podía denotar por su expresión serena que o no le importaba el olor, o lo ignoraba adrede, como se encontraba sentado en una pequeña silla, leyendo lo que parecía ser una especie de libro, cuya portada casi no se podía ver. La figura vestía extrañas y viejas ropas a la vieja moda europea del siglo XVIII, se podía denotar su tela fina, lo que alumbraba a su estatus alto.

Se encontraba leyendo y recitando unas líneas de frases extrañas del libro, en un idioma que parecía inentendible, tal oración parecía provocar una reacción en la piscina negra, la cual comenzó a elevarse en una enorme burbuja negra. Tal crecimiento se vio obstaculizado cuando otra figura hizo acto de presencia desde las escaleras que daba lugar al sitio.

Era una figura pequeña enana, muy probablemente pertenecía a esa raza Ayashi, de color verde con orejas puntiaguda y nariz grande y puntiaguda, era una criatura de bajo nivel, que muchos Youkais poderosos o de alta jerarquía social, usaban como sirvientes.

"Mi señor, tenemos noticias. El plan parece estar saliendo a la perfección, Antítesis parece estar cumpliendo su parte del trato, la barrera alrededor de la escuela parece estarse disipando y pronto el submundo de la escuela chocara con el exterior según nuestros informantes". Hablaba el enano con voz cantarina

El sujeto de ropas finas, solo callo como volteo a ver al enano con una mirada de sus ojos que brillaron en color carmesí por unos instantes, pero que sirvieron para amedrantar al enano.

"¿Qué te dije sobre no entrar mientras estuviera aquí e interrumpirme Peggy? Tienes suerte de que este de buen humor, o te daría de alimento a las fuerzas oscuras que residen aquí abajo". Hablo el hombre con profunda voz como señalaba a la piscina con el líquido negro que burbujeaba ansiosa como si estuviera feliz ante la perspectiva de alimentarse

El enano solo se inclinó como se disculpaba, "Mis disculpas mi señor, no volverá a suceder".

"No, olvídalo. Necesitaba noticias de lo que sucede en esa maldita escuela después de todo. Si Hokuto es tan inteligente como es, habrá logrado cumplir sus propósitos, y el espía que envié con el debió de haber cumplido su parte tambien. ¿Se ha contactado el?"

"Aun no, mi señor. Sin noticias de él, solo lo que está ocurriendo porque el fenómeno es visible en el exterior donde nuestros informantes nos informan".

"Bien, vete entonces. Y solo ven de nuevo a mí para informarme de lo que haya sucedido. Del resto no me interrumpas otra vez sin un resultado concreto, ¿entendido?"

"Si, mi señor".

El enano se marchó por las escaleras, como la figura volvió a concentrarse en recitar las frases del libro que estaba leyendo en ese momento; como un descenso en la temperatura y un aura ominosa se hacían presentes, como cinco puntos de burbujas se hacían enormes conforme estaba leyendo y recitando las palabras del idioma inentendible para muchos seres de este mundo, no digamos, de este universo.

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Kay Namura solo pudo más que apretar los dientes, como se preparó para el ataque de Hokuto. El arremetió contra Kay con sus enormes hoces hechas de ligamentos de huesos endurecidos, los cuales eran tan filosos y fuertes, que cortaban el concreto del suelo y de las columnas alrededor como si cortara mantequilla. Kay supo que no tendría oportunidad de cubrirse más que usar todo el poder que podría invocar de su campo AT/FV como recibía el mayor impacto.

Kay apretó los dientes como sintió la fuerza del impacto arremeter contra él, como intentaba cubrirse de los pequeños fragmentos de polvo y concreto que lograban rozarlo pese a su campo AT/FV. Todo lo que le rodeaba era demolido como una gran cantidad de polvo le impedía tener visibilidad, pero Kay hacia uso de sus otros sentidos para poder sentir los siguientes ataques.

Las columnas alrededor eran demolidas por docenas, como el suelo era sacudido y cortado en grandes extensiones de trozos, que hacían temblar el lugar. Aun así, Kay se mantuvo en su lugar. Las grandes hoces y cuchillas que ahora eran extensiones que formaban parte de las ramificaciones de las extremidades de Hokuto, impactaban con fuerza en el campo AT/FV de Kay, haciendo que el escudo formado por octágonos de luz temblase. Pero, aunque estas extremidades filosas no cortaban el escudo si hacían retumbar el suelo, y hacían retroceder a Kay por el impacto de estas.

El centinela sabía que no podría durar mucho tiempo en ese estado, como Hokuto era igual a él en poder, y él no podía aumentar su poder desde un punto debido al candado de su muñeca derecha que impedía que se descontrolase. Aun así, Kay hizo descender su cosmos para tratar de congelar el sótano, como la temperatura descendía y Hokuto comenzó a darse cuenta por comenzaba a sentir frio y sus movimientos más lentos, su respiración exhalaba un aliento gélido. Fueron unos segundos de desconcierto lo que necesito Kay, como haciendo los movimientos de la constelación del puño de hielo, Kay junto sus dos manos por encima de su cabeza y disparo un ataque gélido directo a Hokuto.

"¡Rayo de aurora!" Fue el grito de Kay como el ataque impacto en Hokuto, congelando sus extremidades y empujándolo una decena de metros atrás como todo en el camino se congelaba

Kay suspiro, pareció haber funcionado, rápidamente se acercó a las consolas, intentando buscar las maneras de poder detener el derrumbamiento de la barrera. Quizas podría hacer lo mismo que hizo cuando se liberó de la pequeña barrera que Hokuto le impuso cuando se liberó. Pero aunque comprendía las bases, sabía que hacer uso a una mayor escala seria suicidio, él podría matarse o peor, romper el candado que estaba enrollado en cadena en su muñeca derecha y degenerarse en un Ghoul otra vez, quizas sin punto de retorno esta vez.

Estaba en sus cavilaciones cuando sintió nuevamente la presencia de Hokuto de forma amenazadora. El chasqueo la lengua, sabía que aquel ataque del puño de hielo era bastante débil comparado a su usual poder estándar, ya que no quería dañar las consolas de mando de la barrera y él no podía hacer uso de más poder como estaba prácticamente igualado al de Hokuto, por lo que hacer uso de cualquier otro ataque de mayor poder para detenerlo estaba fuera de cuestión, por lo que esperaba que aquel ataque gélido lo hubiera paralizado. Claramente no fue así, como se sentía una explosión de energía Youki proveniente de Hokuto, usada para calentarse y darse más poder, como sabía que la energía demoniaca era usualmente alimentada por las emociones, razón por la cual sentía un enorme sentimiento oscuro venir de Hokuto y no era bueno.

Kay rápidamente se alejó de las consolas para evitar que fueran afectadas por la aun confrontación. El chico podía ver como Hokuto había sido afectado por el frio, algunas de sus extremidades hechas de raíces huesudas se estaban desmoronando, como el hacía acopios por pararse, de repente ya no parecía tan grande como antes. Él pudo ver como Hokuto usaba su energía demoniaca para regenerar sus partes perdidas, haciéndole crecer más partes de hueso duro, y más cuchillas.

En ese momento, algo increíble paso. Una de las columnas salió volando apareciendo de la nada, impactando desde el lado derecho del cuerpo de Hokuto, mandándolo al suelo y haciendo remecer todo de tierra y polvo. Kay estaba sorprendido por este hecho, no sintió a nadie acercarse, quizas porque todo el lugar estaba infestado de energía demoniaca, producto de la Gran Barrera colapsando, el cual enturbiaba sus sentidos un poco, haciendo que solo se concentrara en Hokuto y no sentir a nadie más. Fue en eso que la vio venir de entre el polvo y la suciedad, con la luz de las consolas del lugar iluminando su figura, haciéndola casi majestuosa, casi diría que hasta 'divina'.

Kay no era un muchacho pobre y verde que no sabía nada de las mujeres. Sabía que Moka, ambas, eran de las mujeres más hermosas que había conocido. Independiente de su especie, aunque él nunca se había quedado con una imagen atontado mirando a ninguna de ellas sin habla, al menos que no sea darles vistas ocultas ocasionales, o no parecer tan 'interesado'. Por lo que cuando Inner Moka avanzo de una forma grácil, con su mirada fría que le dio, le hablo en tono cortante, sacándolo de su estupor.

"¿Qué haces con esa mirada de tonto en la cara? Ya deberías haber derrotado a Hokuto a estas alturas y detener que la barrera se derrumbe". La chica peli plateada le insto con ira

Kay solo se mordió los labios, rezongándose mentalmente por tener ella razón. No sabía que le paso, comportándose como un chico verde. Tenía muchas cosas que hacer.

"Es lo que estaba tratando de hacer por si no te has dado cuenta. A propósito, ¿cómo te liberaste? ¿Qué paso con la otra Moka?" Kay le preguntaba

Él tenía muchas preguntas, el intento apartar sus pensamientos de Moka estando secuestrada, poniendo su fe en Kurama y los demás que pudieran rescatarla. Fue un buen movimiento táctico de Kurama hasta donde pudo ver, ya que eso le dio margen de tiempo para descubrir la trama de Hokuto y poder detener de realizar sus planes. Aunque una pequeña molestia muy dentro de su cabeza siguió martillando en preocupación por Moka. Y viendo ahora a Inner Moka, no pudo evitar sentir una extraña mezcla de alivio, pero tambien preocupación, ya que no sabía cómo ella se había liberado del sello del rosario, ya que hasta donde sabia, solo él podía liberarla de eso.

"Ella se liberó del rosario, jalándolo a la fuerza". Inner Moka respondió en un tono inusualmente frio, pero que podía denotarse una leve preocupación debajo de su fachada fría

Kay solo abrió los ojos de la sorpresa, él tenía una intuición de lo que podría suceder si ella hubiera hecho eso, aun no entendía la mecánica o las bases del sello del rosario que sujetaba a Moka. Pero si pensaba que una personalidad diferente se hacía cargo cuando ella estaba sellada, mientras la otra solo estaba 'dormida'. Él pensaba que la personalidad de Outer Moka como era la que conocía de siempre, la chica que lo acompañaba todos los días a la escuela y ha estado a su lado todo el tiempo, cuidándolo y ayudándolo hasta donde más podía. Ella podría ser…una personalidad artificial. Una que mantenía segura a la otra Moka peli plateada, porque razón, no tenía ni idea, y el no había querido abordar en algo que ninguna de las dos Mokas sabía, porque quizas no fuese su lugar saberlo. Por ende, si la peli rosada Moka había jalado del rosario con la suficiente fuerza para abrir el sello, entonces… ¿ella podría desaparecer? ¿Cómo un programa de software que ha sido anulado? El sudo frio ante esto, solo eran suposiciones, pero…

"No pienses más en eso, no es momento para torturarse. Tenemos un trabajo que hacer".

"Pero…"

"Esto es una petición de la otra Moka. Ella hizo caso omiso de los riesgos y se quitó el sello. Todo para ayudarte. Es una tonta, pero le hice una promesa a esa tonta…Por ella te ayudare…Y te protegeré Kay…"

Kay estaba sorprendido por lo dicho por Inner Moka. Esta era una de las pocas veces que podía oírla decir algo en un tono suave, pero a la vez determinante. Kay solo no pudo más que hacer una mueca ante esto, ya que no le gustaba esto, pero tenía que continuar y detener la crisis, dejando todo pensamiento de la otra Moka a un lado, aunque no pudo evitar rezongarse mentalmente por las palabras de la chica.

"¿Protegerme? Ridículo. Yo soy el debería protegerte". Kaypensó con amargura como solo sacudió la cabeza tratando de alejar esos pensamientos

"Bien, ¿qué hay que hacer entonces?" Kay le pregunto en un obvio tono sarcástico, aun enojado consigo mismo y con Moka por querer pensar tan bajo de él y no poder pensar en ayudar a la otra Moka

Pero Inner Moka ignoro su tono y simplemente respondió, "Antes de venir aquí, hable con el director Mikogami en su edificio. Él no podía moverse por seguir aun herido, pero me dio la dirección para venir hasta aquí. Tambien me explico cómo detener que la barrera colapse cuando sentimos que sucedía eso. Fue muy explícito en lo que hay que hacer".

Kay solo callo estando atento a medida que la chica explicaba, "La fuerza de una barrera viene determinada por la oscilación de la energía de los monstruos. La Gran Barrera no es diferente. En este momento la barrera debe haber perdido la mitad de su fuerza. Por lo que necesitara energía demoniaca de sobra para restaurar la Gran Barrera. Conmigo y contigo, debería ser suficiente para ello".

Kay frunció el ceño, ¿transferir energía demoniaca? ¿Tenía que ser específicamente esa? El aun no dominaba esa clase de energía, y usarla ahora cuando no había certeza de que funcionaria. Incluso con sus otros poderes, no sabía si sería capaz de dar la energía suficiente debido al candado mágico que le restringía mucho de su poder para no descontrolarse por causa de la energía demoniaca que la sangre vampírica que aun corría dentro de él.

"Sé que debes estar temeroso de que el candado se rompa, pero es un riesgo que debes, no. Debemos correr. Si no queremos que la barrera se destruya y cause caos al exterior". Moka le hablo pasando a mirarlo con una mirada de soslayo

Kay estaba a punto de hablar, cuando sintieron el poder de Hokuto elevarse en ese momento.

Moka mascullo la lengua, molesta por este hecho, "Creo que tendremos que esperar hasta acabar con Hokuto para eso".

Vieron la figura de Hokuto levantarse enojada, como elevaba su poder Youki y varias partes de su cuerpo se reconstruían con ramificaciones de cuchillas y hoces.

"¡Malditos bastardos! ¡Cómo se atreven a arruinar mi momento de dicha!" Hokuto vociferaba enojado como le sangraba la cabeza

"Está soltando un aura demoniaca inestable, lo cual me resulta familiar, es idéntico con Kay". Mokaasí pensaba

"No tenemos tiempo que perder con él. Su aura es inestable, podemos aprovechar eso y atacar desde distintos puntos y rápido". Moka le hablo

"Su aura es así porque al igual que yo, es un ser humano el cual tenía un candado mágico que le impedía ser consumido por sus poderes demoníacos". Kay le respondió apretando los dientes

"Ya veo, eso lo explica todo". Moka respondió solemnemente

Ella no tuvo tiempo de decir nada más, como Hokuto comenzó su contraataque, mascullando la lengua, Moka evadió el ataque, lo mismo que Kay. Como el ataque limpiaba el suelo, haciéndolo remecer y arrojando partículas de tierra, escombros y polvo por todos lados. Aun así en medio de todo eso, la mirada de Kay y Moka se encontraron y por unos breves segundos ambos se miraron, sabiendo lo que tenían que hacer. Rápidamente ambos se movieron en direcciones opuestas, Kay por la izquierda y Moka por la derecha.

"¡Ustedes! ¡Cómo se atreven a cruzarse en el camino de mi sueño!" Hokuto estaba enloquecido, arrojando ataques de sus cuchillas y hoces a diestra y siniestra

Kay esquivaba los ataques que podía o usaba su campo AT/FV para protegerse de los ataques más rápidos a los que no podía huir, como el solo apretaba los dientes al sentir los fuertes impactos contra él, casi que haciéndolo retroceder, pero no permitiéndose dejarse ceder. Moka esquivaba las cuchillas con una velocidad y atletismo tan increíble, que la hacía parecer una gimnasta olímpica, de la manera que esquivaba las cuchillas de forma grácil, sujetándose con sus palmas del borde de algunas cuchillas e impulsándose y dando volteretas en el aire como una acróbata. Ambos se acercaban cada vez más a Hokuto.

"¡Mi sueño! ¡Ustedes…!" Hokuto gritaba cada vez más desesperado al darse cuenta de su inminente derrota

"¡Te detendremos!" Vociferaba nadie menos que Moka, "Tu estas solo, mientras nosotros cargamos con la esperanza de los demás, que eso es cien veces más importante que lo tuyo".

Kay se acercó a Hokuto desde el lado izquierdo, y con su puño izquierdo lanzo una descarga de Plasma Relámpago, el cual corto a través de las cuchillas y hoces ramificadas de huesos, destruyéndolas en el proceso y dándole vía libre a Hokuto a ambos chicos.

"¡Y tu pierdes Kaneshiro Hokuto!" Fue lo último que vocifero Moka como con una última voltereta conecto su último golpe

Tanto ella como Kay, conectaron sus ataques directo al rostro de Hokuto, Kay con su puño izquierdo y Moka con su pierna derecha, ambos impactos dieron al mismo tiempo, haciendo que Hokuto escupiera sangre a la vez que varios de sus dientes salían volando. Él fue impulsado hacia atrás con enorme fuerza, estrellándose contra varias columnas, yéndose al colapso con ellas. Kay y Moka aterrizaron a salvo en el suelo. La batalla había terminado.

Ambos vieron lo que quedo de Hokuto al mirar más de cerca cuando el polvo se disipaba. Hokuto estaba inconsciente y había vuelto a su forma 'humana'. O casi se podía decir. Su mitad de cuerpo superior era humana, mientras que su mitad inferior estaba aún compuesta por aquellas ramas nerviosas que se asemejaban vagamente a las piernas de una mantis religiosa.

"Pobre chico tonto. Hokuto debía de ser originariamente un ser humano. Probablemente fue inyectado con sangre de Ayashi, lo que le dio poderes, como yo hice contigo. Pero en el caso de Hokuto la carga de sus poderes fue demasiado, gracias a eso no era capaz de defenderse de nuestros ataques". Moka sentencio con voz solemne

Kay solo paso a mirar a Hokuto unos segundos, antes de voltear rápidamente a las consolas del Altar, "No hay tiempo que perder. Si es verdad lo que dijo el director, entonces no hay tiempo que perder".

Kay pasó a mirar su muñeca derecha donde estaba sujeto su candado que fungía de sello de su poder demoniaco. No había momentos de dudas, tenía que hacerlo ahora. Moka y Kay se movieron hacia el Altar, justo cuando estaban los dos e iban a colocar sus manos encima de donde el rosario que hacía de llave para liberar el poder de la barrera. Moka pasó a mirar a Kay con una extraña expresión que él no podía colocar, no ahora mismo de todos modos.

"Sabes lo que sucederá si pierdes el control, ¿no? Aunque quizas no tengas suficientes energías para moverte, y ambos muramos por agotar todas nuestras reservas de energía vital, si aun así logras perder tu mente, me tendría que ver en la obligación de matarte, ya que no tendría energía para más".

"Lo sé. Y descuida, se los riesgos".

"¿Estás seguro de esto?" Moka le pregunto por última vez

Kay solo dio una sonrisa forzada, mientras pensaba su respuesta por unos segundos, "Honestamente, podría decirse que todo esto lo hago por mí 'deber' que tengo, aunque en parte seria cierto, tambien seria mentira. ¿No fueron ustedes los que lucharon arduamente para devolverme a la normalidad cuando me degenere en un Ghoul? Podría decirse que es algo como pagar una deuda". Y así no sentir que les debo cuando me vea obligado a hacer una cosa que ni yo ni ustedes quieren, como si llegara el tiempo en que tenga que destruir el mundo, que ojalá nunca se llegue a eso. Esos últimos fueron los pensamientos de Kay como continuo

"Además", Kay paso mirar a Moka fijamente la cual estaba a su lado, separados por unos pocos centímetros, su mirada estaba hipnotizada observando la mirada carmesí de la hermosa chica, "No iba a dejarte sola, arriesgando tu vida en esto. Tú ya debes conocerme mejor que eso".

Inner Moka solo dio lo que parecía ser una débil sonrisa, mientras miraba con una expresión menos fría al chico, por unos segundos ambos se observaron el uno al otro, estando cerca, Kay quería que la cercanía de ambos en ese momento desapareciera, pero sabía que no era el momento. Con un breve asentimiento de su parte, ella paso a mirar la consola de mando y ella poso su mano encima del rosario de control que Hokuto había robado al director en la consola. Kay la siguió después al poner su propia mano sobre la de Moka, haciendo que la vampiresa sintiera enrojecer su pálido cuerpo, pero decidió mantenerse incólume ya que no era el momento. En un momento todo sucedió.

Kay sintió de pronto como la consola comenzara a drenar de su energía, no solo demoniaca sino tambien de diferente tipo, toda su energía vital. Era como sintiera que estuviera siendo absorbido en un vacío de eterna oscuridad. Como si todos los pensamientos y su ser, estuvieran siendo arrastrados hacia el abismo de la oscuridad. Fue desalentador, exigiendo más y más. De soslayo, Kay pudo ver como Moka tenía el mismo problema, sudor recorría el cuerpo y rostro de la chica, ella tenía un ojo cerrado como aun luchaba por mantener su conciencia igual que él. Ya había tomado el exceso de energía que liberaba constantemente y ahora iba por sus principales reservas de energía, las cuales él no podía liberar por el candado. Una gran corriente de aire y luz comenzó a iluminar y agitar todo el sótano.

El Altar estaba removiendo capas tras capas de poder suyo, mientras absorbía y empujaba más a Kay por el borde. En ese momento, Kay sintió que debía de hacer algo, o el Altar drenaría toda su energía vital tanto de él como de Moka. Decidió hacer uso de la misma clase de magia que uso para liberarse de la barrera que Hokuto le había empujado antes. No sabía si iba a funcionar con la Gran Barrera, ya que el tamaño enorme podía costarle más energía, pero tomando en cuenta el enorme despliegue de energía demoniaca del cual estaba construido la barrera, tanto de él, como de Moka; bien podría hacer uso de eso para lograr que la barrera no lo matase en el acto.

Comenzando a profundizar de forma mental, expandiendo su conciencia y enfocándose en el centro del poder del Altar de Oscuridad Eterna. El comenzó a recitar de forma mental el mismo hechizo de barrido mágico que uso con la anterior pequeña barrera, apoyándose en toda la energía demoniaca suelta en el ambiente, tanto suya como de Moka, así como de la barrera que había perdido su fuerza, comenzó a recitar y haciendo uso una vez más de la magia eterniana que su primer maestro Granamyr le enseño, una magia tan antigua y tan 'primordial' la cual era fuente de la mayoría de artes mágicas que poblaban el universo infinito. El comenzó a barrer toda la barrera, pero en especial se enfocó en las partes dañadas, y comenzó a repararlas.

Era como si actuara como una especie de parche o soldador, buscando las partes afectadas de la barrera y comenzando a repararlas de nuevo, usando la energía con la cual se nutría de ellos y de la barrera que había exudado y dejado en la superficie. Kay podía sentir que todo a su alrededor se estaba acumulando en un aura de color rojizo claro, que como un remolino, esta aura se arremolinaba justo alrededor de ellos y del Altar, como si las distintas auras que componen cada energía exudada en el lugar, se estuvieran acumulando, como se sentía la atmosfera pesada y difícil de respirar. Kay sentía perder su conciencia, pero trataba de mantenerse incólume, tratando de mantenerse consiente, mientras seguía con la reparación a la Gran Barrera. Podía ver a su lado, que Moka se tambaleaba entre la conciencia y la inconciencia, debía de ayudarla y mantenerla despierta, al menos un poco más, para así tener una reparación exitosa.

Kay extendió sus dedos de su mano encima de la de Moka, e introdujo sus dedos entre los dedos de la chica, sorprendiéndola por el gesto íntimo y haciendo voltear a mirarlo.

"No te rindas aun Moka, solo un poco más. La barrera está reparándose, confía en mí. Saldremos de esta". Kay intentaba inyectarle ánimos, aunque muy bien él podría no tener ninguno

Pero necesitaba que Moka estuviera despierta, para que así pudiera hacer uso de su poder, el cual le ayudaba a usar la magia, lo cual sería mucho más difícil si solo fuera su poder, ya que gracias a la energía de los dos, era lo que le impedía que el candado de su muñeca se rompiera. Aunque pequeñas grietas en la cadena se estaban extendiendo lentamente, amenazando con romperse en cualquier momento. Quizas no podría reparar la barrera en su totalidad, pero podría hacer una 'reparación' temporal y lo suficientemente sólida para que resistiera hasta que el director la reparara, si, podría hacer eso.

Solo tardo dos minutos hasta que Kay sintió que estaban teniendo éxito. Sintió como la energía que los rodeaba se extendía y desaparecía dentro de las consolas, iluminando el Altar, iniciando las operaciones regulares de nuevo. Lo habían logrado.

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El resto del grupo del club del periódico, habían llegado donde el director había sido herido, a puertas del edificio donde funcionaba su dirección. Todos estaban allí, a excepción de Tsukune quien no se veía por ningún lado. Kurama ayudaba a curar al director, mientras este les hablaba y les informaba de lo que había pasado allí, cuando todos en el lugar sintieron el cambio de energía de la barrera, que se hacía visible en el cielo de aquel submundo, y que mantenía en vilo a la mayoría de estudiantes de ese lugar.

"¡¿Qué está pasando ahora?! ¡¿Es que no podemos tener un momento de descanso?!" Kurumu hablo fuertemente a nadie en particular

"¡Es la barrera! ¡Está volviendo a su forma original! ¡Se está recuperando! ¡Eso significa…!" Ruby hablo por lo alto al entender el significado

"Si", hablo esta vez el director Mikogami, "Esos dos, Kay y Moka, lo han logrado. Han logrado hacer reparar la barrera".

"¡director! ¡Pero eso significa…!" Ruby grito al darse cuenta con horror de lo que eso conllevaría

"Si. Deben dejarme aquí muchachos y apurarse donde sus amigos, les daré las instrucciones de cómo llegar. Háganlo, antes de que sea tarde". El director hablo por lo bajo

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Mundo Humano

"¡Ahh! ¡Miren! ¡Las luces!"

"¡Se han ido!"

Eran las voces de más de un centenar de personas, quienes habían sido lo suficientemente valientes para quedarse a ver tal fenómeno, cuando otros cientos huyeron alejándose de eso. Las imágenes de la Academia Youkai, se habían extinguido rápidamente junto a los rayos y truenos que salían de esta. Todo el extraño fenómeno había cesado.

Las personas solo podían más que mirar en dirección de las montañas y del bosque cercano a la ciudad, preguntándose si lo que vieron no había sido una alucinación. A pesar de que había pruebas como fotografías o videos que circulaban. Los enviados del mundo espiritual que habían estado observando aquel fenómeno procedente del mundo sobrenatural, no podían hacer nada más que enviar sus informes directo al príncipe Koenma y a su padre, el gran Rey Enma.

Los otros informantes de las distintas facciones con sus propios intereses, comenzaron a moverse para tambien enviar sus informes. Todo parecía haber vuelto a la 'normalidad', pero esa palabra, estaba lejos de ser una ocurrencia en este mundo.

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El Altar de Oscuridad Eterna el cual fungía como centro operacional desde donde se conformaba la Gran Barrera, se sintió llenar después de haber absorbido la energía que le habían entregado los dos chicos, como la barrera se reparó aunque de manera superficial, era lo suficientemente resistente como para resistir temporalmente hasta que el director hiciera una mejor reparación. Pero por el momento, el peligro de que la barrera pudiera disiparse, acababa de ser solucionado.

Moka sintió sus fuerzas desvanecerse como la inconciencia se hacía cargo de su mente. Kay la atrapo antes de que ella cayera al suelo, la sostuvo cerca, muy pegada a él, como su respiración se hacía cada vez más irregular. El tambien sentía sus fuerzas desfallecer y su conciencia yéndose poco a poco. Con cuidado y con una extraña delicadeza, fue moviendo a una inconsciente Moka entre sus brazos al suelo, con su mitad superior apoyada a un lado de unas de las consolas del Altar, el chico no dejo de respirar el aroma de la chica, siempre embriagado con su extraño perfume y su hermoso cabello platino con aroma a champú. Kay intento mover su cabeza negativamente, no teniendo tiempo para eso, como rápidamente quito el rosario de control de la consola de control.

Kay cayo de rodillas, muy cansado por todo el esfuerzo, incluso tratar de pensar claramente lo fatigaba. Pero al menos podía estar seguro de haber hecho bien las cosas, gracias a su conocimiento de magia avanzada, logro reparar la barrera al menos en un nivel elemental para resistir y no colapsar, tambien aprendió mas de los mecanismos que rigen la barrera, algo que quería hacer desde que entro aquí. Todo pareciera ir bien en su plan, pero ahora se sentía desfallecer. Lo último que escucho antes de perder la conciencia, fueron unos ruidos de pasos y voces familiares discutiendo, como rápidamente colapso al lado de Moka, con su mejilla derecha apoyada en la cabeza de la chica, quedando ambos inconscientes y muy unidos sin darse cuenta.

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Hokuto solo veía como sus planes eran desmantelados, todo por causa de dos chicos a quienes él no podía evitar mirar con una extraña mezcla de admiración y odio, respeto e ira. Él se preguntaba hasta donde podían llegar estos dos chicos, en su afán de aparentemente salvar esta escuela, o al mundo si se tienen en cuenta las consecuencias a nivel mundial. Hokuto recuerda todo lo que había sido su vida antes de venir a esta escuela, y como creyó intentar conseguir una nueva vida aquí, lejos del mundo humano. Solo para llevarse una gran desilusión al venir aquí. No entendía a esos dos chicos, ¿tanto les preocupaba el mundo para hacer algo que podría matarlos?

Hokuto reunió lo último de su Youki, y se irguió con las pocas fuerzas que pudo reunir en sus extremidades esqueléticas, y se levantó para caminar en dirección a los dos chicos, quienes estaban tambaleándose en caer presos de la inconciencia. Esta sería su oportunidad. Podría tomar la vida de ellos sin que pudieran defenderse. Incluso si sus planes fueron frustrados, al menos podría vengarse de aquellos quienes dañaron su sueño. Sí, eso debería bastar por ahora, incluso si él no tiene oportunidades de vivir más tiempo.

Justo cuando avanzaba a un Kay convaleciente, una alta voz entrante le detuvo en sus pasos a unos pocos metros, como vio a Namura finalmente colapsar inconsciente, pero su atención estaba dibujada en la nueva figura que hacia aparición.

"¡Hokuto-san! ¡Deténgase ahora mismo!" Era nadie menos que Tsukune

Hokuto estaba sorprendido por este giro de los eventos. Tsukune caminaba con paso serio hacia su dirección, en un porte seguro de sí mismo, aunque podía denotar como sus manos temblaban ligeramente. El comenzó a reír por la ironía de la situación.

"¡Tsukune! ¡¿Qué demonios haces aquí?! ¿Ya terminaste de encogerte de miedo por ahí?" Hokuto le preguntaba con una mirada burlona

"No Hokuto-san. He venido a detener esta locura". Tsukune lo decía de una forma segura

Eso solo hizo que Hokuto frunciera el ceño y le observara despectivo, "¿Y qué vas a hacer al respecto? Tu maldito debilucho, quien depende de sus amigos en todo momento. ¿Qué piensas hacer? Aunque débil, tengo la suficiente energía como para destrozarte".

"La batalla ha terminado Hokuto-san. Por el director, sé que todo Antítesis ha sido diezmado. Todos tus hombres y quienes te apoyaban se han ido, destruidos por Kurama-san y mis demás amigos. Tu plan de destruir la barrera fallo. No tienes nada ni nadie ahora Hokuto-san. Mis otros amigos no tardaran en venir, y si te ven aquí, más si se dan cuenta que nos has hecho daño, ellos no dudaran en matarte. Kurama-san y Hei-san son especialmente crueles a la hora de matar".

"¿Y qué es lo que pretendes que haga? ¿Huir? Seguro no es lo que…"

"De hecho, eso es lo que quiero Hokuto-san".

"¿Qué?" Kaneshiro sorprendido paso a mirar a Tsukune en una nueva luz

"No tengo el poder para detenerte, tampoco tengo razones para hacerlo, no después de todo lo que aprendí".

"¿Y qué demonios aprendiste de todo esto como para que cambies de opinión y me dejes ir? Sin duda. no sería el darte cuenta de tu propia debilidad y…"

"Sé que una vez fuiste humano y las razones del porque viniste aquí".

Hokuto abrió sus ojos de la sorpresa por lo que había dicho el chico. ¿Cuánto sabia Tsukune y como se enteró?

"Siempre estuviste solo Hokuto-san. Sin amigos para apoyarte. Ninguna familia. Naciste en el seno de una familia rica, aunque tu padre era rico, eras el hijo de su amante muerta. Nadie dentro de la familia te quiso, tu padre solo te tuvo por lastima y viejo amor a su amante, pero nunca hubo sentimiento alguno hacia ti de su parte o de tu madrastra y hermanos. Viviendo en una enorme casa como mansión, solo te parecía más una prisión que un hogar. Eras odiado por la familia allí, al ser la prueba de la infidelidad del señor de la casa, y maltratado por ello. Sé que un día, fuiste admitido dentro de la Academia Youkai, y aprovechaste la oportunidad para escapar. Aunque solo te espero la desesperación al llegar aquí y enterarte en donde estabas. La verdadera naturaleza de este lugar".

Kaneshiro no pudo más que quedar sorprendido por el conocimiento de Tsukune. A nadie, quizas excepto Kiria, sabía sobre su pasado. Que Tsukune tuviera conocimiento de eso, solo podía venir de una fuente, la cual confirmaba sus sospechas desde hace tiempo.

"Todo eso lo sé por el director. De hecho, la razón por la cual viniste aquí, fue por él. El hace estos 'experimentos' de 'invitar' a seres humanos a venir a este lugar, según él, como un método de 'socialización' y 'confraternización' entre los humanos y Ayashi. Aunque yo pienso que es algo cruel invitar a dichos chicos hasta este lugar y no contarles nada del peligro que reside aquí para los humanos. Es tan horrible que estoy tan indignado con el director, ya que al igual que tú, yo soy parte de sus experimentos".

"Pero hay una diferencia entre nosotros Hokuto-san. Yo tengo a mis amigos, puede que me llames cobarde o débil por eso, pero al menos tuve suerte de encontrarlos y no terminar como tú".

Kaneshiro hizo una mueca despectiva por eso. Quería destrozar a Tsukune ahora mismo por eso, pero sabía que ahora mismo tenía el tiempo contando. Por lo que debía de reconsiderar lo que le sugería Tsukune, aunque no sabía si tomarlo como una trampa.

"Hokuto-san. El director quería que tuvieras éxito en poder aclimatarte a este mundo, y ver como lograbas una tolerancia y aceptación de este mundo. Aunque ruega decir que los métodos del director son oscuros y cuestionables, entiendo un poco su propósito. Para que algún día, la coexistencia entre especies pueda ser posible. Yo he conseguido aclimatarme un poco y aceptar este mundo y a sus habitantes poco a poco, mi amistad con varios de ellos es la prueba".

"Eres solo ingenuo Tsukune. Ellos siguen siendo monstruos, tus enemigos naturales. La única manera de sobrevivir en este mundo, es si te conviertes en uno de ellos. Tu amigo Kay, es un detective espiritual, por defecto, el seria tambien enemigo de este mundo y sus habitantes. El solo hecho que este aquí, y si se enteraran de su verdadera naturaleza, todos los que viven aquí, caerían sobre ustedes, así que no te des falsas esperanzas". Hokuto le hablo de forma cínica

"Quizas Hokuto-san. Pero para eso tendrías que verlo por ti mismo. Y no podrías hacerlo si murieras ahora. Estoy seguro que mis amigos no te tendrían compasión ahora. Menos Kurama-san y Hei-san. Así que, por favor, aprovecha la oportunidad y vete".

"¿Por qué…? No tienes que hacer esto. Aun con todo lo que paso, y que te haya traicionado, tu…"

"Porque ahora siento el peso Hokuto-san", Tsukune le sonrió amablemente, una sonrisa sin mentiras sino sincera, lo cual desarmo a Hokuto, "¿Aun lo recuerdas? Cuando hicimos nuestra promesa".

"Combinaremos nuestras fuerzas y cambiaremos esta Academia para mejor".

Kaneshiro recordó eso, la supuesta promesa que él y Tsukune hicieron ese día, cuando Tsukune estaba herido y siendo transportado al hospital al ser herido por uno de los miembros infiltrados de Antítesis que se arrastraba por el suelo, y había engullido a Tsukune lastimándolo. ¿Aún lo recordaba? Para Hokuto había sido una promesa aunque en otra luz, 'cambiar la Academia' para el significaba destruirla, pero para Tsukune…

"Incluso ahora, recuerdo la promesa que hicimos. Quizas tú ya no puedas estar aquí Hokuto-san, pero yo sí, y tratare de mantenerla en pie".

Esto último hizo que Hokuto abriera más los ojos de la sorpresa. Fue cuando comenzó a escuchar pasos y voces que venían hacia su dirección. Decidiendo que no tenía que perder más tiempo, rápidamente con sus pocas fuerzas, comenzó a correr en dirección a la oscuridad, esperando que los residuos de energía dispersos en el aire, le permitieran ocultar su propia firma de energía y poder escapar a tiempo, no olvidando el gesto que Tsukune tuvo para con él.

Tsukune solo vio a Hokuto correr hasta perderse en la oscuridad. El suspiro de alivio como descanso sus hombros. El tambien había escuchado los pasos que se acercaban, debían de ser sus amigos o los hombres del director que venían, eso no importaba ahora, ya hizo lo que tenía que hacer.

El comenzó a caminar hasta donde estaban unos inconscientes Kay y Moka, los dos acurrucados uno encima del otro, quizas fue algo involuntario quedar en esa posición, o quizas no, Tsukune no podía evitar pensar que sus dos amigos lograban evitar su atracción mutua solo por un corto tiempo, pero sus gestos involuntarios los delataban. El no pudo evitar sonreír ante esto.

"Kay-san. Moka-san. Gracias a los dos. Nos han salvado a todos. En nombre de todos, gracias". Tsukune solo pudo más que inclinarse ante ellos y llevándose por la tentación, movió una mano de Kay hacia la de Moka, juntándolas

El solo rio por lo bajo, como hablo tambien en un tono bajo, "Kay-san. ¿Quién eres realmente tú? Si no eres quien dices ser, entonces… ¿Quién?"

Fueron las palabras que menciono Tsukune, palabras que aún lo mantenían con la duda desde que el director le había contado varias cosas, además de las de Hokuto. El no pudo evitar que su mente se llenara de dudas ante esto, tendría que hablar con Kay tarde o temprano y no sabría qué decir. No tuvo tiempo para pensar más, cuando fueron el resto de sus amigos, los chicos del Club, quienes llegaban al lugar.

FIN DEL CAPITULO