Capítulo 54: Festival escolar
En la sala del castillo, con enormes columnas rodeando un camino donde transitaba en el suelo una larga alfombra roja, iluminada por candelabros antiguos. Al final del trono, donde estaba sentado una figura a oscuras, la cual era la misma persona quien sostenía el libro prohibido, el Necronomicon, robado del Mundo Espiritual. El hombre leía el libro iluminado por una tenue luz de un candelabro, un par de pasos llamaron su atención, cuando dos figuras encapuchadas se acercaban a él. Una era grande, y la otra era baja. El sujeto suspiro, sabiendo a lo que venían.
"Supongo que no necesito que me digan a que vienen de nuevo ante mi presencia, si no les he convocado, ¿cierto?"
"Supones bien,", hablo la figura encapuchada alta en tono agrio, "un año o más hemos estado aquí, ocultos en este maldito castillo sin hacer mucho, más que conseguir aliados para tu maldito complot de pacotilla. Cuando yo con toda mi fuerza podría doblegar fácilmente a todo el Mundo Espiritual si quisiera, hasta el Mundo Demoniaco caería también, ya fui allí una vez y derrote a uno de sus considerados 'más fuertes', no veo el caso de…"
"Corrección, no lo derrotaste, tu compañero al lado tuvo que tomar el control de él, sometiéndolo a su voluntad. Fue gracias a eso, que enviamos a Hiei, para que hiciese de espía para nosotros en el Mundo Espiritual, y así nos enteramos de la llegada del Centinela. Incluso enviamos a Hiei a que lo matara apenas arribara a este mundo, también para medir sus fuerzas. Aunque en últimas instancias, Hiei fue derrotado, lo que demuestra el nivel de poder del Centinela. También ha tenido muchas batallas dentro de la barrera de la Academia Youkai, aun con sus poderes restringidos, y ha triunfado. Está claro que no debe ser subestimado, ni a los aliados que él ha hecho. Enviar a Yakumo que es tan poderoso al ser el antiguo Rey del Mundo Infernal, será más que un rival y reto para el Centinela y sus aliados, así también está la oportunidad de destruir la Academia Youkai y matar a uno de los Tres Señores Oscuros. La oportunidad de enviar un mensaje…"
"Puras habladurías y nada de acción. Si hubieras deseado un trabajo bien hecho, me hubieras enviado a mí, en vez de traer a esos cinco perdedores del más allá, a hacer un trabajo que yo hubiera terminado en seguida.".
"Aun no es momento para mostrarte directamente. A diferencia de los otros, eres un enemigo inesperado, no eres de este mundo como tu compañero. Una amenaza que acecha en las sombras y que es desconocida, es mejor que una ya conocida, y quien fue derrotada hace tiempo,", hizo casi un minuto un silencio, lo cual ya molestaba a la figura encapuchada grande, cuando volvió a hablar, "pero tienes razón en algo, el esperar tanto tiempo ya resulta infructuoso, aunque tengo grandes esperanzas de que tanto la profesora Ishigami como Yakumo y sus secuaces tendrán éxito. Nunca está de más de garantizar más aliados en caso de fracaso, así como de enviar un mensaje…"
"¿Qué quieres decir?" La figura grande estaba molesta por sus palabras cripticas, solo quería ir al grano
"Que es hora de reclutar aliados valiosos, ¿y que dé mejor que aquellos del Mundo Demoniaco? Sobre todo, de aquellos de gran fuerza y poder, la cúspide de los Rangos S. también podrías ir a divertirte un rato y probar tu fuerza contra ellos…si es que sobrevives.".
La figura mayor, a través de la leve iluminación de las antorchas, dio una sonrisa débil, como si pretendiera retar esa última frase.
"Eso lo veremos, ¿a quién tienes en mente que vaya a 'reclutar'? ¿No será como la otra ocasión que querías reclutar a Hiei?"
"No. Este candidato es bastante fuerte. Es un Youkai de Rango S, también está su hijo cuyo poder está creciendo para parecerse más al de su padre. Ambos viven en el Mundo Demoniaco (Makai), apartados desde hace años de la vista, solo apareciendo para participar constantemente en los torneos que se exhiben cada tres o cuatros años para elegir un líder del Mundo Demoniaco. Aunque de momento ninguno de los dos ha sido elegido, por no haber podido llegar hasta la final. Antes, este fue uno de los Tres Reyes del Makai, pero renuncio a su título y todas sus pertenencias para elegir participar en el torneo, y hacer del Makai un lugar más pacífico, sin luchas de poder, guerras ni batallas a muerte. Un desperdicio diría, pero él podría aun tener sus usos. Su hijo también.".
"¿Y de quien estamos hablando? Ya que me enviaras allá a tratar de 'convencerlo', y si no funciona, supongo que mi compañero de al lado, puede intentar someterlo sin lucha…"
"No le recomendaría hacerlo, propongo que si puedes luchar contra él, para medir sus fuerzas, siempre puedes hacerlo sin llegar a matarlo. Si acepta voluntariamente, estaría bien, pero si no, oblígalo a la fuerza, a los Youkais solo se les puede obligar o tomar en consideración mediante el uso de la fuerza… tomar control de él, será el último recurso.".
La figura grande sonrió aún más, como pregunto con impaciencia por el sujeto a quien iba a hacerle una 'visita' al mundo demoniaco.
"Su nombre es Yomi, tiene alto poder demoniaco, y fue en su tiempo uno de los más fuertes, aunque su título aun lo conserva, ha estado bastante cauteloso y de bajo perfil, apareciendo solo en los eventos del torneo en el Mundo Demoniaco".
"Entonces, ¿dónde lo encontrare?" Preguntaba molesto el sujeto grande
"Eso no será problema, tu compañero al lado es bueno en el uso de la magia, ¿cierto? Y fue en su tiempo un mago muy avanzado en su tiempo, el cual creo una criatura tan poderosa que casi sometió a los mismos 'dioses' de su mundo, aunque en últimas instancias fue destruido. El proviene de tu mismo universo también, quizás ya te hayas familiarizado con él, por lo que el podrá ayudarte a rastrearlo en lo profundo donde se oculta Yomi en el Mundo Demoníaco".
La figura encapuchada más baja que él, asintió con la cabeza mientras parecía reír de forma baja, con una risa chillona. El grande no le interesaba eso, él tendría sus usos, no importaba si venían del mismo mundo, o cual fue su importancia aun si ya estaba enterado. Solo le importaba hacer uso de su fuerza por fin, tras mucho tiempo prácticamente encerrado dentro de este castillo. Esto le serviría para probar sus nuevas fuerzas y poderes adquiridos desde su resurrección, ¿y qué mejor que uno de los considerados más fuertes de este mundo?
"Bien, estos Youkais parecen idénticos a nuestra especie, su sangre debe cantar por el amor a las batallas y la violencia sin igual. Será divertido medirme con uno de los más fuertes que este mundo tiene para ofrecerme. Desde lo de Hiei, no tengo un oponente adecuado que no sean Ayashi débiles que sirven de compañeros de entrenamiento… esto será divertido".
La figura sentada en el trono, solo sonrió mostrando las puntas de sus dientes parecidos a colmillos en sus extremos, como sonreía lánguidamente. Él también pensaba lo mismo, aunque de su parte, era para ver que tanto este sujeto, traído y resucitado de entre los muertos, de otro mundo por causa de la oscuridad que ahora el usaba y 'servía', podría durar contra los más fuertes de su mundo. Esperaba que tanto el cómo Yakumo, tuviesen éxito en sus misiones, que eliminasen unos problemas de antemano, y poder enviar un mensaje a sus adversarios, preparándose para atacar, y confundiéndolos para obligarlos a que primero se atacasen mutuamente, antes de atacar ellos.
Todo era para ver el caos descender con un único propósito… cumplir su mayor deseo de largo tiempo.
….
29 de octubre, año 2005 (Día 1 de 3)
Día de inauguración del festival de la Academia Youkai
"Cogiendo peces dorados,",
"Atrapa el pez dorado… tenemos preciosos peces dorados,",
En el pasillo escolar del primer piso del edificio principal de la escuela, donde estaban montados diversas mesas y stand para las atracciones y útiles de la feria que se estaba desarrollando, la mayoría del personal estudiantil, mayormente masculino se arremolinaba sobre uno de los puestos, la cual se trataba del juego 'atrapar al pez dorado', donde en una piscina de madera, habían diversos peces de diversos colores, cuya instrucción era poder atrapar al pez de color dorado. Pero no era por eso que los estudiantes varones estaban reunidos mayormente por el juego, sino por la chica quien estaba a cargo del puesto.
"Atrapar el pez dorado… ¿quieren jugar?"
La que hablaba era nadie menos que Akashiya Moka, vistiendo un Kimono de color rojo adelgazado con imágenes florales que se alineaban en la tela. Su cabello estaba recogido en una cola de cabello y tenía una hermosa sonrisa angelical y deslumbrante en su rostro.
"¡Qué guapa esta Moka-san!"
"¡Moka-san vestida con un Kimono!"
"¡Que belleza!"
Muchos de estos estudiantes comenzaron a aglomerarse más y más, acosando a Moka, la cual se vio rodeada por esta marea de estudiantes con hormonas subidas.
Mientras sucedía esto, Nekonome-sensei quien debería estar a cargo del puesto, solo se deleitaba con acosar a los pobre pescados en la tina, dejando a su merced a la pobre chica.
"ughuch… ¿Quién me ha tocado en la parte de atrás? Me están acosando mucho… no puedo ni respirar…" Eran los pensamientos de la pobre chica
Fue en eso que alguien se abría paso a la fuerza entre la multitud, y tomo a una sorprendida chica entre sus brazos, mientras la carga estilo princesa. Cuando Moka viro su mirada a su inesperado salvador, se encontró con la sonrisa de Kay, quien le hablo.
"Larguémonos de aquí,", no dijo más cuando usando su velocidad igual a la del sonido, se movió lejos en un instante, desapareciendo y, dejando a una confundida multitud detrás
"¿Eh? ¿Qué fue eso? En fin, fuiste tú quien le toco el trasero a esa chica, ¿cierto? No deberías hacer eso, ni causar problemas a los estudiantes…" Hablaba un chico de cabello rubio con pelo parado
"Uhm… no digas estupideces. Hemos viajado mucho para volver a la escuela de la cual nos graduamos… sería una vergüenza si no nos divertimos en el festival escolar, recordando viejos tiempos…" Hablaba una figura alta y calva, con diversos tatuajes en su cuerpo, parecía un rufián cualquiera mientras se lamia los labios de diversión
….
En un pasillo del segundo piso del edificio de la escuela, Kay bajo a Moka, quien aún seguía sonrojada, apretada fuertemente contra él. La chica dio unos tumbos en el suelo antes de enderezarse, y agradeciéndole a Kay con una sonrisa, quien este le devolvió.
Tratando de apartar la mirada sonrojada de forma avergonzada, ella viro su vista hacia abajo y observo la numerosa multitud que se aglomeraba, debido al festival de la escuela.
"Qué bueno es esto, el festival ha atraído a mucha gente, en especial de aquellos que ya se han graduado de la escuela hace tiempo. Realmente hiciste un gran trabajo, ayudando a formar esto Kay,", Moka decía Moka con una gran sonrisa
Kay solo parecía incomodo por el elogio, como se acercó a su lado, "Kurama es quien hizo la mayor parte de esto, la de logística y planes, yo ayude también, aunque también Tsukune. No estoy tan acostumbrado a hacer estas cosas, pero creo que ayude lo suficiente,".
"No seas modesto, no te queda.". Moka le bromea Moka riendo como Kay solo dio una sonrisa algo avergonzado
Pasaron un minuto en silencio, ambos disfrutando de la compañía del otro, como observaban el flujo de gente que había bajo ellos. Después de un momento, la primera en hablar fue Moka.
"Yo… nunca he jugado a atrapar al pez dorado… porque antes nunca había participado en un festival,", Moka hablaba Moka en un tono de voz triste y nostálgico recordando sus antiguos tiempos cuando era una niña sola, creciendo en el Mundo Humano
"Yo siempre he anhelado pasar un festival con alguien… es por eso que estoy tan feliz que esta cabeza sea capaz de continuar, sin estar de cabeza con problemas…" Moka terminaba de decir Moka con una sonrisa deslumbrante
Kay solo la observo en silencio, pareciendo impasible, pero en su mirada se denotaba un dejo de compasión y cuidado. El luego hablo con una pequeña sonrisa curvando sus labios.
"Buen en ese caso no tenemos que esperar, tenemos todo el tiempo del mundo en estos días para hacer lo que siempre has querido.".
"¿Estás seguro? ¿No te necesitaran para algo del festival?" Preguntaba la chica tratando de contener su emoción
"No creo, la mayor parte de la logística ya han sido instaladas, del resto pueden dejarse a los ayudantes y miembros de la nueva guardia estudiantil para el orden y seguridad. No tendría sentido estar ocupado y no tener tiempo de disfrutar del festival, cuando es algo que se hizo para todos.". Kay le dio un guiño a lo que Moka solo asintió sonriendo
Antes de que ambos pudieran salir, su atención fue llamada por Tsukune quien venía hacia ellos.
"¡Oigan chicos!" Tsukune saludaba Tsukune quien se acercaba a ellos, a la vez que miraba en todas direcciones como buscando algo
"Tsukune,", Kay hablo Kay tendiéndole la mano en saludo a lo que Tsukune acepto
"Qué bueno que los encuentro chicos, honestamente no quería tener que encontrarme con Mizore-chan y Kurumu-chan. Ambas me tienen como loco.". Tsukune exclamaba un Tsukune cansado
Kay y Moka se miraron como fruncían el ceño ante esto. Moka aventurándose, pero estando un poco apresurada paraor tener tiempo a solas con Kay, decidió ser directa en preguntar.
"¿Por qué es eso Tsukune? ¿Acaso las dos…?"
"Si. Es que ambas quieren que conozca a sus respectivas madres, y estoy nervioso, ya que prácticamente me han estado jalando de un lado a otro, para que pase tiempo con cada una de ellas, es agotador si ignoramos que aun soy el ayudante del festival,", Tsukune decía Tsukune mientras se secaba con una mano el sudor que le salía de la frente
Kay solo enarco una ceja, algo sorprendido y curioso sobre quienes podrían ser las madres de Kurumu y Mizore, y que tan similares o diferentes serian de sus hijas, considerando el tipo de personas que eran ellas eran con sus excentricidades. Recordando también que los padres de Yukari también se presentarían aquí, al recordar lo que la niña pequeña le había contado el otro día.
"Trato de alejarme un poco de eso, ya que estoy nervioso por conocerlas, ellas estaban peleando hace un momento sobre a quién conocería primero y aproveche para huir… ¿ustedes están ocupados o puede unírmeles?"
Moka solo trago saliva, como miro algo dubitativa al suelo, ya que no quería ser grosera, ya que solo quería pasar el tiempo a solas con Kay, el mayor tiempo posible, ya que desde hace días que no se ven tanto. Kay podía sentir la incomodidad de Moka, al observarla por el rabillo del ojo, y estaba por desestimar de forma cortes la compañía de Tsukune, cuando alguien más habloó de improviso.
"Así que aquí estabas Tsukune,", hablo nadie menos que Mizore Shirayuki apoyada en el pasamanos de la escalera del segundo piso
Tsukune y Moka casi saltan sobresaltados por su aparición repentina, Kay solo rodó los ojos, aunque tenía que darle crédito a la chica, ya que no sintió que venía, quizás debería concentrarse más.
"Te estaba buscando Tsukune, mi madre ya llego y deseo presentarte a ella,", le hablaba la chica con su piruleta en la boca, indiferente ante sus reacciones
"Mizore-chan, ¿Dónde quedo Kurumu-chan?" Tsukune le pregunto Tsukune al no ver a la otra chica peli azul
"Oh, ¿ella? Solo la congele temporalmente en un cubo de hielo. Descuida, pronto saldrá al derretirse,", hablo de forma indiferente la chica de hielo, dejando sin habla a los chicos sorprendidos
"¡No puedes seguir haciendo eso Mizore-chan!" Tsukune exclamaba Tsukune
"Descuida, nadie muere, me aseguró de eso. Además, mi madre ya esta aquí, por favor conózcanla,", Mizore hablo Mizore señalando detrás de una esquina de un corredor
La madre de Mizore parecía estar viendo todo, acechando como un depredador detrás de una esquina, enviándole a excepción de su hija, extraños escalofríos por la espalda de todos los chicos, denotando cuan similares eran Mizore y su madre.
"No me sorprende, su hija es igual de parecida… acechando, espiando y acosando… mis sentidos han estado algo oxidados últimamente que no las note sentí venir últimamente, o me he acostumbrado tanto a estas cosas que ya ni estoy sorprendido al no sentirlas venir…" Así pensaba Kay como una gota de sudor le bajaba por el costado de su cabeza
"Madre, te presento a mis amigos, Kay-san y Moka-san,", Mizore le hablaba Mizore a su madre en el típico tono de cortes japonés, los mencionados chicos se inclinaron igualmente saludando a la mujer, que les devolvió el saludo al acercarse
Era una hermosa mujer que parecía rondar los treinta años, contaba con un cabello plateado púrpura que está atado con un flequillo que se asemeja al de su hija, ojos azul púrpura y una paleta en la boca, que mantiene su cuerpo fresco en climas cálidos. Lleva un kimono blanco con una faja de obi púrpura y calcetines de tabi con sandalias negras de zōri.
"Y este de aquí es Tsukune… es mi novio…" La declaración audaz de Mizore, sorprendió a los chicos
Tsukune casi salta de la sorpresa de las palabras dichas por Mizore, "¡¿N-novio!? ¡¿Qué clase de presentación es esa Mizore-chan. Chan!?"
Mizore solo encogió los hombros, como la mujer hermosa se acercaba y se inclinaba saludándolo al estilo japonés.
"Encantada de conocerte, soy la madre de Mizore. Shirayuki Tsurara,",
"Tú debes de ser Tsukune-san. Mi hija me ha hablado de ti.".
Tsukune no sabía que decir, trato de mirar a Kay y Moka en busca de ayuda, pero ambos solo desestimaron esto mirando a otro lado, desentendiéndose del asunto, Tsukune solo pudo gritarles '¡Traidores!' dentro de su mente.
"Ven Tsukune, estoy segura de que Kay y Moka quieren estar solos, y necesito que conozcas a mi madre apropiadamente, vamos.". Mizore comenzó a arrastrar a Tsukune de la manga de su camisa derecha
Kay y Moka solo podían sonreír 'inocentemente' como lo despedían con una mano, como Tsukune era arrastrado, pero antes de doblar una esquina y perderse, Tsukune le grito algo a Kay.
"¡Kay-san, espero que podamos hablar más tarde! ¡Hay mucho que quiero contarte!" Tsukune no pudo seguir más, cuando doblaron la esquina y desaparecieron por el corredor del edificio
Kay solo encogió los hombros, ante lo que sea que quisiera decirle Tsukune, tratando de aligerar la tensión de la chica ante su mirada interrogativa. El solo le sonrió y tendiéndole un brazo en señal de caballerosidad, ella solo rio por lo bajo, antes de entrelazar su propio brazo derecho con el de él, y ambos comenzaron a caminar por todo el lugar, disfrutando del festival y lo que podían mostrarles.
….
El resto del día, Kay y Moka se la pasaron juntos, disfrutando de lo que podría ofrecer el festival, desde comiendo alimentos interesantes en puestos de comida traídos del Mundo Humano por antiguos estudiantes graduados, a disfrutar de las atracciones del festival; Kay instaba a Moka en participar en los distintos juegos que el festival tenia para ofrecer, participando el primero e instándola a hacer lo mismo, animándola cuando ganaba y subiéndole el ánimo cuando perdía. Desde golpear el martillo para golpear una palanca que se impulsa hasta la parte superior. No resta decir que tanto Kay como Moka, obtuvieron la victoria.
Tambien hubo concursos de tiros al blanco, donde Kay se destacó usando un rifle, apoyándose en sus sentidos ampliados y disparando los perdigones a las figuras delante de él, ganando un peluche de oso de felpa quien se lo entregó a una entusiasmada y sonrojada Moka. La chica peli rosa no tuvo suerte en ese ámbito de tiro al blanco, aunque Kay solo la consoló apretando su hombro derecho y sonriéndole. Y así se pasaron la mayor parte del día, los chicos tambien disfrutaron de una maratón de cine de terror, con películas traídas del Mundo Humano, traídas por los chicos graduados de años pasados para compartir, como una muestra de entretenimiento y 'adquirir conocimiento' de la industria del cine humano, debido a que la mayoría que los Ayashi no habían ido al Mundo Humano, y muchos solo podían después de graduarse de la escuela, y dejar atrás el mundo sobrenatural para emprender una nueva vida en el Mundo Humano.
Kay y Moka habían visto una maratón de la saga de 'Pesadilla en la calle Elm Street' y 'Viernes 13'. Al menos las más populares de la saga. Para Kay fue un poco nostálgico recordar muchas de esas películas, recordaba cuando era un niño pequeño viviendo con sus padres aun, en Alemania; antes de ser abducido para ir a Singa. Su madre no quería que perdiera su mente viendo tales películas no aptas para su edad, pero el siempre rehuía de sus reglas, cada noche que podía en su cuarto para verlas solo. Queda decir que no durmió mucho en esas noches, aunque su padre si sabía, y con una sonrisa y un guiño, quedó como un secreto entre ambos. Tal recuerdo le hizo sonreír.
Por supuesto que ahora la asustada era Moka, quien estaba sentada a su lado derecho en la pequeña sala del cine hecho en la escuela para este tipo de funciones. Aferrándose a él, mientras a veces apartaba las miradas cuando aparecían los personajes icónicos de Freeddy Krueger o Jason Voorhees. Para Kay era algo divertido y relajante, ver aquellas películas de terror, hace tiempo que dejo de temerles con todo lo queque sucedió en su vida, ya que en alguna ocasión enfrentó a seres similares pero que en realidad eran más poderosos que los que mostraban estos filmes. Eso fue durante sus primeros 'años de practica' como Centinela. Donde como novato, iba a acompañado de un Centinela mayor y más experimentado, yendo a mundos, universos y otras realidades donde pudieran aprender y lidiar con los problemas sobrenaturales y de otros indoles, que debía de enfrentar cuando le tocara asumir misiones en solitario. Todo eso fue mucho antes de su primera y real misión cómo Centinela.
Una vez pasó la noche en una iglesia muy peculiar. Estaba abandonada y Kay observó los mosaicos que representaban diversos pasajes de la vida de Cristo, pero una mirada acuciosa podía darse cuenta que en medio de las escenificaciones habían detalles perturbadores, como un horrible ser oculto en algún lugar en medio de los que escuchaban la prédica o a Lázaro con una mirada aterradora cuando salía del sepulcro, o miradas lascivas entre los personajes o en posiciones que pareciera que estaban fornicando. Comprendió que era una iglesia satánica y se quedó a pasar la noche. No se equivocó porque los cuadros parecían cobrar vida a determinada hora, pero solo bastó elevar su cosmos para que el mal presente allí no se atreviera a tocarlo, solo tratar de tentarlo con imágenes o susurros. Pero aquí tenia a una chica, una vampiresa, aferrándose inconscientemente con su fuerza vampírica a él, aunque él no pretendía hacer muecas debido a la fuerza, ya que desde hace tiempo y gracias al anillo espiritual en su mano derecha, podía expandir su poder y resistir lo que antes eran los abrazos más fuertes de la chica peli rosada. Era extraño ver a una chica, un 'real monstruo' el actuar como una chica cualquiera con miedo ante algo banal y sin ningún atisbo de maldad-, la maldad real que él conocía o la abyecta oscuridad de los primordiales- (que él consideraba ya) como una película de terror. Aunque ella lo aclararía luego de verse la maratón del cine de terror humano, más entradas la noche, cerca de la medianoche.
"¡N-no es como si esas cosas me diesen miedo!" Explico una Moka sonrojada, "En el Mundo Humano acostumbraba ver películas y tener pasatiempos humanos para pasar el tiempo, cuando me sentía sola. Muchas de las películas de terror eran sobre monstruos reales que aparecen incluso en esta escuela. Aunque la mayoría, sino es que todos esos filmes, es tan exagerados y son poco creíbles como para tomarlos en serio. Siempre me molestaban sobre todo, las películas acerca de los vampiros. ¡Eran horribles e imprecisas! ¡Contaban muchas falacias acerca de nosotros! ¡Sobre todo las de Drácula, las cuales son imprecisas! Solo puedo culpar a Bram Stoker por transmitir todas esas mentiras sobre nosotros y causar distorsión a la mente de los humanos. No me asusto con esas películas, ya que sé que son falsas, pero cuando se tratan de seres humanos con ellos haciendo de monstruos o creados por ellos mismos, como ese monstruo de Frankenstein; solo puedo asustarme, ya que en el tiempo que pase en el Mundo Humano, no me lleve una buena impresión de ellos, el creerlos ser capaces de tales cosas monstruosas, no me sería extraño por las cosas horribles que presencie en el Mundo Humano acerca de ellos.".
Kay se mantenía en silencio, asintiendo y recordó de su niñez, una *vieja película donde los monstruos en el mundo humano tenían un club y contaban historias de como atormentaban a los humanos, sus habituales presas. Un día un vampiro invitó a un humano y compartieron esas historias, pero al final de ellas el vampiro reveló la identidad de su invitado a los demás, pero pidió que lo nombraran miembro honorario porque de todos los monstruos, el peor era el humano, ya que ellos tenían que vivir escondidos de ellos y que su poder podía ser destruido por la tecnología humana y que incluso ellos habrían sufrido en sus guerras humanas. Kay comopensaba en ello mientras caminaba mientras caminaba con Moka a su lado, fuera de las instalaciones de la escuela, con la mayoría de puestos de la feria ya cerrados, y unos pocos rezagados de la noche, dando por terminado este día. Recordando el, recordó hace unos meses cuando Moka y el tuvieron su primera cita, antes de ser arruinada por Saizou. Cuando él y Moka presenciaron una película en la misma sala de cine de la escuela,, con una película hecha por monstruos de las Ciudades Libres, donde la película relataba la historia de un cazador de vampiros como el villano, mientras cazaba a unos inocentes jóvenes vampiros. Él podía ver las diferencias en cómo eran la visión de ambas especies, ambos sesgados el uno contra el otro, en un antagonismo que se vislumbraba incluso en sus entretenimientos. Y eso que el mismo de niño tambien disfrutaba jugando acerca de esas cosas, ser el 'héroe que mataba a los monstruos' al final. Lo dejaba reflexionando ahora.
Él iba a hablar, cuando se percató que Yukari acompañada de dos adultos se les acercaban.
"¡Kay-san! ¡Moka-san! ¡Los encontré! ¡Los estaba buscando!" Era lo que decía Yukari como se acercaba hasta ellos con los dos adultos detrás
"Quería que conocieras a mis padres.". Ella se dio la vuelta y señalando con una mano a las dos personas que vinieron con ella
La primera figura era una mujer que parecía estar en sus treinta, vistiendo un traje de bruja similar al de Yukari. La única diferencia era el vestido morado que llevaba debajo del traje. Ella tenía sus ojos cerrados en todo momento, e inclinándose al estilo de saludo japonés les saludo como sonreía. La otra figura era un hombre que parecía estar en sus cuarenta, de cabellos rubios y bigote, con lentes tambien. Parecía ser una persona simple y corriente, vistiendo una camisa blanca con cuello debajo de un suéter de manga larga color verde claro, así como un par de pantalones de colores claros. Parecía una persona común de esos que vez todos los días, pero Kay sabía que las apariencias no podían engañar, como observaba que el hombre cargaba un libro inscrito en figuras de símbolos mágicos. Quizas el debía ser una especie de hechicero o algo así, si su esposa e hijas eran brujas.
Ambos padres saludaron al estilo japonés, a lo que Kay y Moka correspondieron de igual forma.
"Mucho gusto, encantado de conocerlos. Soy el padre de Yukari.". Decía el hombre en un saludo
Kay y Moka pasaron a mirar a la mujer vestida de bruja, igual a su hija. Pero esta no hablaba ni emitía ningún sonido ni movimiento de habla, como parecía nerviosa en su presencia.
"Oh, lo siento. Mi esposa es muda, ya vez". Hablo el hombre como la mencionada mujer sacó una especie de cuaderno de notas y comenzó a garabatear algo
"Encantado de conocerte. Yukari nos ha hablado mucho de ustedes. Estoy feliz que ella no este sola y haya encontrado buenos amigos que la acepten como es.".
Después de leer el mensaje, los dos chicos sonrieron, como Moka fue la que paso a hablar: "¡Muchas gracias! ¡Para nosotros es un honor ser amiga de una chica tan inteligente y amable como Yukari-chan!"
Yukari solo pudo restregarse los ojos, cuando estos se llenaron de lágrimas, como paso a abrazar a la chica, "¡Moka-san! ¡Gracias!" termino de decir Yukari, como pasaba a frotar su cara en el pecho de la chica
"¡Yukari-chan! ¡Basta!" Moka trataba de luchar contra Yukari, como esta seguía frotándose contra ella, tratando de removerle parte de la Yukata, dejándole ver parte del sostén de la peli rosada
Kay intentaba sin éxito no mirar, aunque por el rabillo del ojo no podía evitarlo, como mantenía una apariencia de vergüenza con sus orejas rojas ante la exhibición.
"Je, me alegra ver que ustedes se llevan bien.". Hablaba el padre de Yukari con una sonrisa, haciendo que Kay enarcara una ceja ante esto
Fue cuando Moka logro finalmente apartar a Yukari de ella, con una mano la puso a raya como con la otra trataba de arreglarse su Yukata en mal forma. Kay en su intento de ayudar a la chica, puso una mano en su hombro derecho, haciendo que la pequeña niña se volteara feliz hacia él, y se le arrimara al brazo. Frotándose contra su musculo duro y tonificado debajo de la tela. Kay tenía una expresión de mortificación, al no ver la expresión de los padres de la niña, mientras que Moka mantenía una expresión entre avergonzada y celosa al ver a Yukari, siendo audaz en frente de sus padres, a comparación de ella misma.
La madre de Yukari solo parecía reírse, como comenzó a escribir algo en su cuaderno de notas, "nuestra hija parece estar un poco enamorada de ustedes dos.". Ella sonreía, incluso cuando Kay y Moka solo podían sudar de los nervios
"¿Acaso no debería preocuparla en absoluto?" Ambos chicos pensaron casi que al mismo tiempo de forma incrédula.
Pero por la actitud despistada y despreocupada de la madre, les hacían creer que lo ignorante que era respecto a los pensamientos de su hija.
"¡Así es mama! ¡Quiero casarme y compartir una cama con los dos!" Ambos chicos casi que respingaron ante lo dicho por la chica, pasando a mirar a ambos padres algo nerviosos
Pero Kay y Moka solo pudieron más que sorprenderse aún más, cuando vieron al padre el levantarle un pulgar a su hija, y la madre sonrojándose por completo sin perder su sonrisa.
Kay solo quería golpearse la cabeza con alguna tabla o pared de ladrillos. Recordaba hacerse varias notas mentales de hablar con los padres de Yukari, sobre el comportamiento de la niña, hacerle entrar en razón; pero ya todo eso podría irse al diablo. ¿Qué tipos de padres parecían aprobar eso? El solo suspiro molesto como siempre ante tales muestras de comportamientos discordantes, cuando fueron interrumpidos por una voz extraña.
"AahahaAhaja finalmente te encontré lindura. Te estaba buscando.". Decía la voz de un hombre de dos metros de largo, calvo, con tatuajes que serpenteaban desde el lado izquierdo de su cara has la punta de los dedos de su brazo izquierdo. Tenía barba de chivo, y ropa deportiva, que le hacían parecer a un matón o pandillero de cuarta
"¡Tú eres el que me toco detrás!" Moka decía Moka señalando de forma acusadora al hombre pero este solo mostraba una sonrisa depredadora
"¿Así que recuerdas mi sensual toque? ¿Te gusto? Puedo darte más si quieres…" Mientras hablaba y se lamia los labios, el sujeto se movía hacia ella ignorando a los demás y con una mano, hacia el ademan de tocarla cuando alguien se interpuso de frente
"¿Eh? ¿Y quién diablos eres tú y que quieres?" Decía de forma burlona el sujeto al mismo Kay quien ahora tenía expresión imperturbable y seria, y se interponía en medio de Moka y el matón
"¿Sino piensas hablar, porque no te quitas? Mira que quiero recoger a una chica bonita…" Pero Kay aun permanecía en su puesto, sin moverse y observando al matón con una mirada fría
"¡He dicho que te quites!" Rugió el matón como levanto su brazo derecho y arrojo su puño con fuerza al chico
Pero algo extraordinario para el matón sucedió. En el Mundo Humano, generalmente él no tenía rival para su fuerza, siendo la mayoría de humanos, seres débiles a quienes podía matar de un puñetazo, con excepción de los Psíquicos de quienes se mantenía alejado. Por lo que ve que su puño fue detenido por la palma abierta de la mano izquierda del chico enfrente, lo dejo sin habla.
Kay solo apretó el puño del matón, haciéndole crujir los huesos como a la vez desgarraba músculos con su fuerza. El sujeto solo gruño de dolor, y retirando su mano, se la sostuvo contra su pecho del dolor. Este paso a mirarlo con una expresión entre dolorida y de furia, ante la mirada impasible de Kay.
Detrás de ellos, Moka miraba ansiosa como se desarrollaba esto, lo mismo que Yukari y sus padres. El sujeto solo metió su mano izquierda sana detrás de él, para sacar algo de detrás de su pantalón. Era un objeto metálico que hizo jadear a Moka y los demás al reconocerlo. Kay solo frunció el ceño ante la vista del objeto. Era un arma de fuego, una pistola. Bastante extraño el ver una aquí, y más en manos de lo que es un monstruo.
"¡Ja! ¡Podrás ser fuerte! ¡Pero incluso los monstruos en el Mundo Humano les temen a estos por sus armas! ¡Y esta te llenara tus intestinos de agujeros!" El sujeto le apunto a su vientre y sonreía lánguidamente aunque Kay sólo permanecía imperturbable
Debía de ser un monstruo tan patético, que debía de confiar en un arma de fuego. Dudaba que monstruos fuertes como Hei, Kurama o Inner Moka les afectase en algo un arma de este calibre. El con apoyo de su anillo espiritual dado por el Mundo Espiritual, podía despertar y usar su poder, aunque de forma más limitada, había entrenado últimamente estos días fuera de sus deberes de la escuela, para tal fin. Así que no necesitaba hacer uso del poder demoniaco que tenía por causa de la sangre de Moka, y perder la razón.
"¿Qué dices? ¿Tampoco dirás nada? Mira, los que estan detrás de ti, tambien sienten miedo,", Kay por el rabillo del ojo observo esto ante las palabras del matón
Y era verdad, Moka, Yukari y sus padres parecían retroceder ante la visión del arma de fuego. No era de extrañar si ellos vivían o hayan vivido en el Mundo Humano, debían de conocer su peligro. Aunque para Kay, este tipo de peligro significaba poco o nada, por lo que pareció imperturbable. Tampoco quería gastar saliva en un tipo como el, no lo merecía más que el desdén de su mirada.
"¡Entonces tú lo pediste!" El sujeto apretó el gatillo y sonó el disparo
Pero mayor fue la sorpresa al ver al chico solo mover su brazo izquierdo de forma rápida, y atrapar la bala con su mano. Kay solo le mostro la bala al anonadado matón, quien veía pálido esto. Kay tomo la bala entre su dedo índice y pulgar, y la lanzaria con fuerza , hacia la frente del hombre. No resta decir, que el fuerte impacto, similar a la de una roca pequeña, causo que el sujeto se desplomara con los ojos en blanco, cayendo al suelo de espaldas. Solo su respiración irregular denotaba que aún seguía con vida, aunque fuera de combate.
"Supongo que deberé llamar a los profesores y las nuevas fuerzas de seguridad, para que saquen a esta basura de la escuela,", Así pensó Kay
"¡Eres tan increíble Kay! ¡El más fuerte de la escuela!" Eran las palabras proferidas por Yukari cuando ella salto a abrazar al chico de frente, tomándolo por sorpresa
"Ya veo con razón porque le gusta tanto a nuestra hija. Cualquier padre le encantaría tenerlo de yerno.". Decía el padre de Yukari asintiendo con la cabeza
Kay solo hizo una mueca. No sabía qué hacer ante tal muestra de padres tan despreocupados, aun cuando su anterior curiosidad por conocerlos se había esfumado, ya ni quería explicarles que su relación con Yukari no era lo que pensaban. Pero fue detenido como Moka vino y tomo su mano derecha y hablo.
"Lo siento, fue una agradable sorpresa conocerlos, pero tenemos que irnos.". Moka decía Moka haciendo una reverencia que fue respondida por ambos padres
Moka aprovecho el momento para rescatar a Kay de la situación penosa e irse, como al hacerlo, Yukari cayó bruscamente de trasero al suelo, cómo ambos chicos se iban rápido. Los dos padres solo se miraron y se encogieron de hombros.
….
El día no había sido bueno para Tsukune. En absoluto. No había tenido tiempo de hablar con Kay, para preguntarle acerca de las verdades o mentiras que le había revelado el director Mikogami. Más aún se la había pasado todo el día en compañía de Mizore, con su madre. La cual no era tan malo, y ella parecía una persona amable… solo si vez a simple vista.
Ya que la madre de Mizore, Tsurara, creía que él estaba en una relación con su hija. Hecho que esta última confirmaba, pese a no ser cierto. Tuvo que fingir ser el 'novio' para apaciguar a la madre. El creía que una mentira piadosa estaba bien, ya que la mujer de hielo no duraría más que un par de días aquí dentro. Claro que cuando la madre le pregunto cuando él iba a casarse con su hija, el reacciono normalmente diciendo que no sabía cuándo- (si alguna vez sucediera)-. Por supuesto tal cosa provoco la furia fría de la mujer, al hacer que el refresco que ella estaba bebiendo en un vaso, se congelara y salieran de este zarcillos y fragmentos de hielo filosos que se dirigían hacia el, y que amenazaban con rebanarlo en pedazos. Por supuesto, gracias a la pronta aclaración de Mizore, aclarando que ambos no habían llegado aún lejos en su relación, pero que tenían planes con miras al futuro después de la escuela de casarse, fue que la anterior actitud tranquila de la Yuki-Onna regreso, disculpándose por su comportamiento.
Decir que tal muestra de comportamiento de la mujer, muy similar al de la hija, asusto a Tsukune, no era para decir menos. Ahora el entendía que ambas si eran madre e hija, según recordaba Tsukune de su primer encuentro con Mizore. Ahora los tres estaban caminando por el festival, mirando y disfrutando de los puestos y stand del lugar. Como Tsukune al ser el hombre del trio, se veía obligado por un sentido de caballerosidad, el participar por las 'damas'. Como en el puesto del tiro al blanco, para poder ganar y darles a ambas su premio. No resta decir que Tsukune no tenía ninguna habilidad con la puntería y perdió patéticamente todos sus intentos.
"A mí, déjamelo a mí chico,", Tsurara hablo Tsurara apartando al chico y tomando el rifle de perdigones para disparar ella misma
Tsurara apunto y disparo, derribando a todos las figuras en pie dentro del puesto. No dejo ninguna en pie. Tsukune solo pudo más que abrir la boca en incredulidad, como Mizore aplaudía detrás a su madre en apoyo. Se ganaron un par de peluches, los cuales Tsurara repartió a Mizore y Tsukune, dejando a este último chico avergonzado por eso.
"No te sientas mal por eso, Tsukune-kun. A mí me hizo falta practicar durante años para llegar a dominar mejor mi puntería, siempre tuve una predilección por las armas de fuego por alguna razón. Los humanos saben crear inventos interesantes, aunque muchas en mi villa no aprecian eso.".
Tsukune solo asentía con condescendía, como que su mirada estaba ida. Sus pensamientos estaban algo lejanos, recordando la conversación que quería tener con Kay, al sentirse inútil prácticamente de nuevo, sobre todo con una tontería como un juego de tiro al blanco, aunque debía de haber sabido mejor al competir contra un monstruo. Por naturaleza, ellos eran superiores, aunque no gobernaban el Mundo Humano. Había un conjunto de reglas y normas, que en su mayoría fueras dada por los seres del Mundo Espiritual, muchos de ellos fueron seres humanos antes. Como los Psíquicos del Mundo Humano tambien. Por ende, él no quería perder tiempo ahora, y quería contactar a Kay rápido para… fue cuando de pronto paro al ver que Tsurara se detuvo abruptamente, observando como sus ojos azules prístinos se ensanchaban de sorpresa y su piruleta casi se cae de su boca. Mizore parecía tener la misma expresión, pero sin abrir la boca.
Al virar su vista a la dirección donde las mujeres observaban, no pudo más que abrir sus ojos de sorpresa tambien al observar a alguien conocido entre la multitud de personas que pasaban y dejaban entrever su figura. Era Hei. Tal situación no debería llamar la atención de Tsukune si lo viera, ya más que acostumbrado a su presencia. Pero lo que llamo su atención más, además de que la madre de Mizore, tambien parecía conocerlo; era la mirada fría de sus ojos, que parecían parpadear en un tono rojizo color sangre, observando en la dirección de ellos- (O más bien en su dirección sin saberlo-).
Los tres se quedaron estáticos, observando como Hei parecía mirarlos- (aunque con una especie de aura 'invisible' asesina dirigida hacia Tsukune-.) como después de un minuto, él se retiró y se perdió entre el mar de personas en el festival, ya muy entrada la noche.
"Mizore-chan... mis ojos no me engañan, ¿cierto? ¿Ese de ahí era Hei?" Tsurara preguntaba Tsurara aun sorprendida y con su cuerpo temblando levemente
Mizore parecía dubitativa, es como si ella temiera decirle un secreto a su madre que no quería revelar. Pero en últimas instancias ella asintió confirmando. Tsukune aún no entendía esto. Él sabía que había una especie de relación de conocimiento entre Mizore y Hei, pero nunca pregunto por querer respetar la privacidad de los demás, y por estar ahogado en sus propias penas y dudas en los últimos tiempos.
Tsurara cambio su expresión a una fría sin emociones, mientras observaba a su hija. Tsukune sintió que la temperatura alrededor se enfriaba, denotando como muchas de las personas que los rodeaban, comenzaron a alejarse al sentir el frio y la tensión al rodearlos. En ese momento, Tsukune pudo ver a Tsurara como la Yuki-Onna que ella era, algo que no pudo ver desde el primer momento en que la conoció, debido a su actitud amable y 'cálida' para con el supuesto 'novio' de su hija. El solo tragó saliva, queriendo retirarse al sentirse como una situación en la cual el no hacia parte.
Fue en eso que Tsurara pasó a mirarlo, y sin cambiar su expresión fría, pero con un tono de voz amable, le hablo, "Tsukune-kun. Disculpa, pero tengo que hablar con mi hija, necesitare un momento a solas. Fue un gusto conocerte, quizas podamos reunirnos mañana.".
Tsukune solo asintió y hablo tratando de aligerar el asunto, y aceptando esto, no queriendo nada más que retirarse tambien. Tsurara solo asintió, y dejándole todos los peluches que habían ganado al chico para que los guardara, la Yuki-onna casi que arrastra a su hija del brazo, llevándosela a un sitio a hablar a solas.
Tsukune se quedó en medio del lugar, cargando los peluches, mientras resoplaba cansado. Había sido un intenso día y prefería irse a dormir. Mañana podría buscar tiempo para hablar con Kay. Pero fue en eso, que alguien lo tomo desprevenido, al prácticamente saltar y abrazarlo por la espalda, casi haciéndole caer los peluches. No necesitaba saber quién podría ser, ya que de inmediato pudo identificarla por la voz.
"¡Yahoo! ¡Tsukune! ¡Por fin te encuentro! ¡Te he estado buscando!" Kurumu Gritaba Kurumu Kurono gritaba con entusiasmo
"¡Kurumu-chan!" Tsukune vociferaba un sorprendido Tsukune
"¡Qué bueno que te encontré! ¡Al fin puedo mostrarte a mi madre!" Vociferaba una entusiasta Kurumu, presionándose a la espalda del chico, el cual tenía su rostro sonrojado debido a la presión de los suaves pechos de Kurumu en su espalda
Kurumu señalo a una mujer que se acercaba hasta ellos. Tsukune se quedó sin aliento al verla. Era como una versión adulta y madura de Kurumu, totalmente hermosa. Es una mujer hermosa en sus inicios y mediados de los treinta. Ella tiene el mismo aspecto que Kurumu; con cabello azul claro, ojos morados y senos grandes en forma de copa J. Su atuendo es un mini vestido rojo que apenas cubre su escote y un abrigo de piel marrón. También luce un par de aretes dorados con forma de corazón y un collar de corazones a juego.
"Encantada de concerté, ¿eres el prometido de Kurumu-chan, Tsukune-kun?" Le pregunto la mujer en un tono dulce como Kurumu le guiñaba el ojo, tratando de hacer que le siguiera la corriente
"Primero soy el novio, y ahora soy el prometido. Este 'juego' no me está gustando nada,", Eran los pensamientos de Tsukune como no podía más que asentir desganado, preparándose para una larga noche
….
El sonido de una bofetada se escuchó en medio de un callejón, entre las dos secciones del edificio de la escuela principal. Tsurara después de haber oído lo que escucho de su hija Mizore, acerca de reconocer a Hei en la escuela, como volvieron a encontrarse- (aunque ocultando la mayor parte de la historia con el maestro de educación física-.) solo provoco que la expresión de Tsurara se tornara cada vez más 'fría', y todo rastro de calor maternal anterior se esfumara.
Mizore solo pudo más que permanecer impasible, con su rostro volteado del lado derecho, donde la quemadura de la palma de las manos de su madre se impactó ahí.
"¿Cómo…? ¿Cómo no pudiste contarme nada acerca de eso? ¿Qué el regreso? ¿Qué seguía vivo…? Mizore, ¿Por qué tu…?"
"No me había enterado sino hasta hace poco. Y no es como si hubiera podido reconocerlo la primera vez… todo fue… complicado…"
Tsurara no hablo, solo quedándose en silencio, mientras observaba a su hija con expresión fría.
"Sabes lo mucho que me preocupé… como creí que el chico había muerto, como pensé que le fallé a su madre… una mujer a quien llegué a apreciar y considerar una amiga en sus últimos tiempos… como creí que esto había lastimado a las dos… y ahora me entero que está vivo todo este tiempo, mientras yo aún guardaba esperanzas… ¿y me dices que además de no haberlo contado? ¿Te has mantenido distante de él?"
"Como dije… es complicado…" Mizore expresaba Mizore sin emociones y sin aun voltear su mirada
Tsurara solo seguía mirándola impasiblemente, cuando resoplo cansada, "Mizore, no sé qué problemas tengas con él. Pero deberías de solucionarlo. Hace tiempo que desapareció y se cuánto te afectó. Yo tambien tengo que hablar con el… le debo eso a su madre al menos… solo para saber cómo ha estado y…"
Tsurara tragó saliva, viéndose nerviosa, algo extraño para una persona como ella, aunque para Mizore no era muestra de sorpresa, ella la entendía y sus razones.
"Esta con el resto de mis compañeros del Club del Periódico. Puedo sacar tiempo para buscarlo y que puedas hablar con él,".
Tsurara asintió ante sus palabras, como ambas quedaron en silencio, reflexionado sobre los asuntos que aquejaban sus corazones por recuerdos del pasado.
….
Mundo Demoniaco (Makai).
A las afueras de la frontera del Mundo Demoníaco con el humano, en una de las 'entradas' o portales invisibles que conectan el Mundo Humano con el demoniaco, dos figuras se abrían paso por lo que era una especie de colina rocosa de color rojiza. El cielo del Mundo Demoniaco es de color carmesí, con nubes oscuras durante el día. Gran parte de este mundo parece ser un terreno, que incluye terrenos baldíos intactos, bosques, regiones montañosas, desiertos, etc.
En lo alto de una de estas colinas rocosas, las dos figuras enviadas desde el Mundo Humano se pararon observando el panorama. La figura alta a través de su capucha, solo denoto una sonrisa como podía sentir el inmenso poder que poblaban los seres de este mundo.
"Ah, hace tiempo que no vengo aquí. Me gusta este lugar. Me recuerda un poco a mi mundo natal. Puedo sentir el poder fluyendo libremente aquí a diferencia del Mundo Humano que la mayoría permanece oculto. La primera vez que vinimos, tuvimos que permanecer ocultos y rebajar nuestro poder, para venir por el objetivo. Hiei según recuerdo, para controlarlo y tener una fuerza de choque mayor aquí en este mundo. Ahora venimos por lo mismo, pero esta vez, tenemos permiso libre de ejercer el poder que queramos… menudo chiste…" La figura mayor resoplo en molestia
No le gustaba ser controlado o le dijeran que hacer, su orgullo había ardido desde entonces y solo quería desquitarse, y bien podría hacer esto ahora. La figura más pequeña que le llegaba hasta la cintura, paso a hablarle con voz chillona.
"Debes recordar que no tenemos opción, el regresar a la vida inquirió en sacrificios. Uno de ellos es nuestra individualidad, si no se quisiera llamar la atención de los vigilantes, o demás gente inmiscuida del universo. Todo era más difícil antes de que se tuviera el Necronomicon en nuestras manos, pero ahora sin el Vigilante de este mundo vivo, los Centinelas estan ciegos y el Mundo Espiritual desconoce de la mayor parte. Tener que pasar por incognitos era esencial para poder movernos sin llamar la atención. Ahora con el libro prohibido en nuestras manos, las cosas estan cambiando. Podemos hacer el primer movimiento ejerciendo nuestro poder al máximo, y comenzaremos aquí.".
"Eso ya lo sé,", hablaba la figura mayor en tono amargo, "aun así, a diferencia del otro sujeto, aquí puedo ejercer mi poder y tratar de ver hasta donde ha llegado desde que regrese a la vida. Con Hiei no pude hacerlo por todas esas cuestiones de permanecer oculto. Pero ahora… no habrá necesidad de eso.".
"Según mis observaciones hechas por espías y gente de nuestro lado aquí, el poder de Hiei no tiene nada que envidiarle al del Yomi. Y tu tuviste bastantes problemas para tratar con Hiei la vez pasada aquí.".
"No pude contra él, porque no ejercí todo mi poder al máximo. Eso y que tu terminaste por tomar control de su mente, lo que fue un desperdicio para mí porque no pude tener la batalla de nivel que quería. Esta vez te aconsejo que te mantengas al margen, tratare con Yomi como me plazca, si puedes con su hijo, bienvenido seas, pero quiero divertirme antes. Desplegar mi poder libremente como no hago desde mi última vida.".
La figura baja solo asintió con la cabeza. Detrás de ellos, había figuras que se mantenían inmóviles a unos metros. Eran los Youkais guardianes de las puertas que conectaban este mundo con los otros. Estos permanecían como estatuas, a la vez que una extraña letra parecida a una M, estaba grabada en sus frentes.
"Fue buena idea controlar a los guardias de esta puerta, así no necesitamos hacer tanto ruido para poder entrar, ellos permanecerán leales y no dirán nada hasta que cumplamos la misión. Es bueno que su naturaleza demoniaca los haga más susceptibles a mi control mental,", hablaba la figura menor pero la grande lo ignoraba
"¿Ya tienes una idea de donde pueda estar Yomi? Usa tu magia o lo que sea, y trata de localizarlo, he esperado tanto tiempo y no quiero esperar más.". Hablo la figura mayor irritada
La menor solo resoplo como asintió y paso a observar el basto panorama ante sus ojos, "solo me tomara un momento intentar localizar su firma de energía. Según he observado de las mentes de quienes lo han visto, se dé cual se trata y podre localizarla. Solo espero que no esté en lo profundo del Mundo Demoniaco, donde habitan los más fuertes. No queremos que tener llamar a una pelea innecesaria.".
La figura mayor solo gruño, como si estuviera en desacuerdo con esa última frase, pero no dijo nada. La figura pequeña solo se concentró y trato de extender su firma de energía mágica, la cual parecía una especie de aura de color indistinguible. Tomaría unos minutos encontrar la localización del objetivo.
Donde después una enorme batalla a muerte desencadenaría consecuencias nefastas para este mundo y los demás. Donde una enorme batalla a muerte desencadenaría consecuencias nefastas para el mundo.
FIN DEL CAPITULO
Notas de autor:
Un especial agradecimiento a Eduardo Castro por sus aportes y corrección en este capítulo. Sin duda, uno de los mejores escritores de fan ficción de habla hispana.
*La película a la cual se refería Kay, es real. La película se llama el Club de los Monstruos o Monster Club, interpretado por Joseph Carradine y Vincent Price, dos leyendas del cine terror. Es una película a modo de homenaje al cine B de monstruos y de terror, muy buena y recomendable.
Los otros filmes a que se refieren que observan Kay y Moka en el cine, sabemos que se tratan de las reconocidas sagas de terror de 'Pesadilla en la calle Elm Street' y 'Viernes 13'. Haciendo referencia a los reconocidos personajes de Freddy Krueger y Jason Voorhees.
Un saludo a todos, y en espera del siguiente capítulo.
