Capítulo 56: La forma del futuro (Parte 1)
Hace años, en un lugar indeterminado.
Una figura sentada en un tronco caído, cerca de un lago semi-congelado, se encontraba meditando un niño en medio de un clima perpetuamente invernal en un lugar aislado del exterior del mundo humano. A esta figura no le molestaba el frio en lo más mínimo, era una parte de su naturaleza mixta, por lo que se solo se sentó allí mirando el lago, y meditando. El chico en cuestión de cabello azul oscuro, piel pálida, ropa y pantalones oscuros; denoto que una figura se acercaba detrás de él, pero el no hizo ninguna ademan de retraerse o denotar hostilidad, solo dejo que la figura de la mujer vestida de kimono se acercara y sentara a su lado izquierdo, sin interrumpir el silencio.
Ambos se mantuvieron en silencio por unos minutos, disfrutando de la vista como el pequeño sonido del viento invernal mecía sus cabellos y ropas, como ambos disfrutaban el aire frio. Después de unos momentos, Tsurara Shirayuki hablo.
"Es una buena vista, supongo que vienes a menudo cuando vienes a meditar, ¿cierto? Un lugar donde nadie te moleste y quieras estar en paz, yo hacía eso a menudo cuando era más joven. A pesar de ser seres hechos de hielo, somos tambien vulnerables a la soledad".
El chico llamado Hei, solo permaneció en silencio no queriendo hablar, esto no detuvo a la mujer de seguir.
"Sé lo que está pasando, tu madre está preocupada por ti, me has dicho que has estado de más mal humor que de costumbre, y creo saber que te sucede, tiene esto algo que ver con mi hija, ¿Cierto?"
Hei no decía nada como el silencio era lo único que parecía emanar del lugar, fuera de la brisa congelada y las palabras de la Yuki-Onna. Pero Tsurara podía ver cuán en conflicto parecía Hei, el leve temblor de sus manos no eran por el frio, el ceño fruncido de su lado derecho tampoco, y el tener apretado sus labios en una línea delgada, solo hacen demostración de su disgusto. Ella podía entender porque.
"Sé del niño humano que mi hija va a visitar a la pequeña ciudad cerca de nuestra frontera, tenemos suerte de que vivamos apartados en esta dimensión, fuera de la humana. Ya no se permite secuestrar a humanos para tomarlos y tener hijos, desde que el Mundo Espiritual se ha vuelto con un control más estricto. Aun si nos ha llevado a reducir nuestros números comparados anteriormente. Pero aún podemos jugar a nuestras propias reglas, y tratar de poder desarrollar sentimientos legítimos como amor, para convencerlos de venir con nosotras y tener una familia. Nacen pocos hombres de nuestra especie, por lo que necesitamos a los humanos desesperadamente para llenar ese vacío. Entiendo lo que quiere hacer mi hija y quizas no te guste, pero sería algo que beneficiaría a nuestra raza el poder aumentar nuestros números, y si encontramos el amor en el camino, pues que de mejor".
Sentía el ambiente comenzaba a calentarse, como la nieve alrededor del chico bajo sus pies, comenzaba a derretirse. No era difícil suponer que esto hacia enfadar al chico, dejando entrever sus emociones, denotando la naturaleza dual de su ser, helada y caliente.
"Pero eso quizas no te gustaría, ¿cierto? Mizore-chan es tu única amiga, y esto podría separarlos… quizas para siempre. Ya que el deber de una Yuki-Onna es para con su raza, y eso incluye la familia que forme con su marido e hijos. No habría lugar en su vida para ti",
La respiración de Hei se hizo más pesada tras oír eso. Era algo que él ya sabía, y que odiaba que se le recordaran. La tensión era palpable debido al cambio en el ambiente, producto de las emociones del chico debido a su falta de control de su energía Youki. Aun así tambien tiene la naturaleza fría, por lo que hacía acopios para controlarse y no provocar un choque de poderes de sus dos naturalezas, que podrían provocar un tornado.
"Escucha Hei. No es tu culpa si eso sucede, nosotras tenemos problemas para transmitir nuestros sentimientos y emociones debido a nuestra naturaleza fría como especie. Confundimos la amistad, el cariño y la bondad con el 'amor', por esos nos desesperamos cuando no conseguimos pareja para el final de nuestra madurez como mujeres, porque después de eso es difícil para nosotras reproducirnos y tener hijos. Y debido a nuestro aislamiento y el control estricto del Mundo Espiritual en el Mundo Humano, eso ha mermado nuestra especie, reduciéndola. Mizore-chan conoce su deber para con su raza, pero tambien quiere sentir amor y ser amada. Quizas todavía es joven y no entiende estos conceptos, ella no creció con su padre, un Yuki-Otoko, que en paz descanse. Por lo que por lo poco que aprendió fue por… acechar y espiar a otras personas", Tsurara suspiro ante lo último de vergüenza debido a que era un comportamiento que, de joven, tambien ella tuvo
"Yuki-Onna… definitivamente ustedes son… un montón de mujeres frías, una especie decadente, enferma de calor y afecto del cual desconocen, podridas desde el fondo de sus corazones helados…" Hei hablaba con cierta malevolencia para alguien tan joven
Tsurara solo paso a verlo con una expresión de compasión y tristeza. Ella no tenía con que refutar esas palabras, que, aun lanzada con insultos hirientes, no contenían nada más que la verdad. Por causa de su naturaleza, es que estaban lentamente encaminándose camino a la extinción, junto a los vampiros, súcubos y otras especies más de Ayashi; no únicamente al incremento del poder del Mundo Espiritual, sino a su propia naturaleza que los ha traicionado, quitándoles a los humanos de quienes dependían.
"Quizas tengas razón en lo que dices Hei, pero deberías ser más paciente con Mizore-chan, si ella decide corresponder tus sentimientos o no, debes respetar sus decisiones, aunque duelan, yo sé de eso. No quiero a ambos infelices, tu madre es una buena amiga y te aprecio mucho, solo quiero que pienses en su felicidad y en la tuya, antes de tomar cualquier decisión, y pienses en todo lo que podría afectar. Me gustaría verlos a ambos felices, sea que estén juntos o no. Por favor comprende Hei, sé que, para tu edad, eres bastante inteligente". Tsurara le pedía en un tono de voz suplicante
Hei no dijo nada como se quedó mirando al lago sin voltear, sumido en sus pensamientos.
….
Día Presente
30 de octubre, Año 2005 (Día 2 de 3)
Oscuridad total. Era lo que sentía en el abismo oscuro del cual se encontraba Hei. Una atmosfera asfixiante se cernía sobre él, pareciendo ahogarlo y dificultándole el respirar. Solo podía más que intentar luchar contra la corriente, aunque sentía que era inútil. Solo podía más que encender el fuego que lo cubría, y que esperara iluminara toda la oscuridad en la cual se sentía atrapado. Su fuego alimentado por su ira, resentimiento, odio, temor, vergüenza, ansiedad; todos esos malos sentimientos y emociones, los cuales elevados le daban fuerza a los Youkais. Nada de extrañar que fuese esta la base de su naturaleza al ser descendientes de los demonios del Infierno.
En el exterior, fuera de los límites recónditos de la mente de Hei. El grupo de chicos pertenecientes el Club de Periodismo, solo podían más que ver estáticos en sus lugares, como el poder de Hei crecía, su aura en forma de fuego de color negro consumía todo a su alrededor, como el ambiente se hacía más caliente y la atmosfera sofocante y privada de oxígeno. Los ojos de color rojo de Hei, mostraban cuanto de su energía demoniaca despedía como su naturaleza oscura de demonio se hacía presente. Kurama y Kay fueron los primeros en reaccionar a la situación.
"¡Rápido! ¡Todos aléjense! ¡Va a atacar y destruir todo alrededor!" Kurama gritaba al darse cuenta de la posición de Hei, al ver cómo llamas de color negro se hacían presentes en sus brazos y comenzaba a crecer, listas para despedirlas
Kay y Kurama instaron a los chicos a retroceder y correr, como el sujeto quien despertó la oscuridad dentro de Hei, uno de las antiguos Bestias Sagradas del Inframundo (Meikai) Raigo, junto a la antigua maestra Hitomi, y los otros cuatro encapuchados, retrocedían como Hei hacia su ataque contra todo. La técnica que uso Hei inconscientemente era Jaō Ensatsu Rengoku Shō (Puño de la Llama Mortal).Hei puede canalizar las llamas menos poderosas del Mundo Humano en una o ambas manos. Utiliza esta técnica para mejorar sus habilidades de combate mano a mano, y también le permite desintegrar objetos simplemente con el tacto, la llama del Mundo Humano también se puede usar como lanzallamas para crear un ataque a distancia. Utiliza el fuego del Mundo Humano en vez del fuego negro del Mundo Demoniaco, por esa razón su poder es menos destructivo que el del Jaō Ensatsu Kokuryūha. Y ya que se encontraban en el Mundo Humano, aunque en un submundo aparte, no era extraño que usara esta técnica. Además que Raigo no iba a cometer el mismo error de la última vez con su padre, por lo que con su control mental, él le impedía que usara su técnica más poderosa, el Kokuryūha.
Aun así esta técnica era lo suficientemente poderosa para ser usada como lanzallamas, y con un estruendo, Hei incinero varios metros a la redonda con su fuego de color oscuro, incinero árboles, arbustos, tierra, cercas, madera, etc. Una gran parte de la escuela fue azotada por el fuego incinerándose y derrumbándose. Algunos de los pobres desgraciados que eran algunos estudiantes y visitantes, aún estaban inconscientes o recuperándose tras haber sido transformados a la fuerza por el espejo de Lilith, fueron incinerados por el fuego negro, consumiendo sus cuerpos y no teniendo ni tiempo de gritar de dolor.
El grupo conformado por Raigo, la maestra Ishigami Hitomi y las otras cuatro figuras solo miraban con deleite como sucedía esto. Kurama y Kay habían instado a los demás chicos del Club de Periódico, y a la prima de Tsukune a ayudar a evacuar a los demás estudiantes y visitantes, mientras los dos tomaban el frente unido de detener a Hei. Ninguno de ellos protesto debido a la magnitud del daño que presenciaban, a excepción de Inner Moka, quien Kay, para su frustración no iba a gastar saliva de convencer de apartarse, tras que lo anterior con la chica peli rosada resultara contraproducente.
Kay uso un campo AT para intentar detener el impacto de las fuerzas de las llamas negras, y evitar que se extendiera por varios metros a la redonda, mientras Kurama agitaba una decena de pétalos de rosas para barrer el viento y producir con su fuerza de su Youki, suficientes vientos para mantener alejadas las llamas y el calor. Moka solo aprovechaba esta oportunidad para intentar acercarse y acorralar a Hei, pero la fuerza del fuego a su alrededor era enorme para que la chica se acercase, incluso si lo contrarrestaba con su propio poder demoniaco, la fuerza lde as llamas del Mundo Humano no era algo para subestimar.
Kay elevo su cosmos e hizo uso de su técnica del puño de hielo, para comenzar a contrarrestar la fuerza de las llamas de Hei, como una lucha ambiental entre dos fuerzas opuestas chocaron, como la temperatura de la atmosfera del lugar comenzó a descender, congelando todo alrededor de varios metros, y apagando el fuego de algunos lugares que aun ardían con el fuego del Mundo Humano. Kurama provecho esto, para acercarse a Hei y usar su látigo de rosas para atacar, pero este rápidamente era incinerado antes de acercarse a cualquier centímetro alrededor del chico peli azul. Ni su técnica de Kagon Retsuzan-shi o Chō Kegon Retsuzan-shi¸ servían contra el poder demoniaco elevado de Hei, quien sobrepasaba a los chicos fácilmente, pero era porque los tres estaban conteniéndose en el lugar, para no herir a los demás alrededor y causar más destrucción. Pero Kay sabía que no podían durar en contenerlo, y necesitaban pasar a una acción más directa.
Moka elevo más su poder demoniaco, y su aura de color rojo carmesí se expandía, haciendo fuerza con el cosmos de Kay, y la energía demoniaca de Kurama, combinándose los tres, y haciendo doblegar la energía de Hei, como el propio chico se sentía doblegar y caer de rodillas, mientras los tres chicos avanzaban hacia él, tratando de contener a él y su poder. No sirvió de mucho, como Raigo, observando todo analíticamente, sobre todo desde su tercer ojo el Jagan de su frente.
Sirviéndose del control mental que ejercía su tercer ojo, obligo a Hei a encorvarse más del dolor, y despertar más de su poder a causa de la furia, las llamas negras se expandieron junto a la explosión de poder desmesurado de Hei, propio de alguien de su nivel, causando que una gran luz oscurecida se expandiera arrasando todo a su paso, entre árboles, edificios, tierra, arena, rocas, y demás cosas a su alrededor por varios metros, reduciendo toda la escuela a ruinas ardientes, como una gran columna de humo se elevaba en el terreno hasta gran altura.
Raigo y los demás que los acompañaban, se habían protegido con barreras gracias a su enorme poder, incluso protegiendo a la maestra Ishigami Hitomi, la cual solo sudaba profusamente y trataba de controlar su ansiedad ante tal muestra de poder por encima del suyo, y pura destrucción.
"Esto es sublime… es pura belleza…" Era lo que se decía a si misma Ishigami, extasiada al ver el nivel de destrucción que se podría provocar, y muy dentro de sí misma, satisfecha porque posiblemente aquellos chicos del Club de Periodismo que tanto odiaba, hubieran muerto
Sin embargo, antes de que ella dijera algo más, noto como los demás encapuchados a su alrededor parecían estáticos como si esperaran algo, y el único que estaba descubierto, Raigo, parecía concentrado en el lugar de la explosión donde el enorme hongo de humo se elevaba. Fue cuando lo sintió, un gran despliegue de energía estallo, deshaciendo el hongo y provocando una expansión abrupta de aire, tierra y un fuerte zumbido. Ishigami hubiera sido derribada por el impacto, sino fuese sostenida por uno de los sujetos encapuchados. De pronto una gran columna de energía de color azul blanquecina, salió disparada directo hacia donde se encontraba el chico Hei, su poder no pudo contenerlo y lo impacto, termino arrastrándolo por el suelo y derribando árboles, arbustos, y todo lo que estuviese en su camino por varios kilómetros, hasta estallar más adelante, produciendo una gran explosión que sacudió el lugar y derribo todo a su paso.
Ishigami quedo con la boca abierta ante esto, y pudo vislumbrar desde el lugar donde salió aquella descarga poderosa de energía, a un chico que parecía flotar y pararse en el lugar donde antes estaba Hei, y observar el camino de arrastre que había hecho su ataque y la explosión a lo lejos. Este chico era Kay, sorprendiendo a Ishigami por lo que había visto y sentido, pues ella no recordaba que él tuviese aquel poder, aunque ya le habían advertido sobre él y lo peligroso que era, no lo había tomado en serio hasta ahora; sobre todo al ver un aura de color azul claro casi blanca, rodeándolo.
Para Kay, tuvo pocos segundos para pensar rápido antes de la explosión y sus efectos lo alcanzasen, había evocado un enorme campo AT para protegerse a sí mismo y sus compañeros alrededor, Kurama y Moka; tambien había expandido más su campo AT hasta donde se encontraban los otros chicos del Club reunidos un poco más lejos. Él sabía que se encontraban bien porque podía sentir sus firmas de energía, algunos más bajos de otros debido a su naturaleza, pero los sentía. Él sabía que no podía salvarlos a todos a tiempo, y procuro esos mínimos momentos para proteger y escudar a sus amigos. Lo lamentaba por los demás estudiantes y visitantes que no sobrevivieron, pero no tenía tiempo de sentirse amargo por el resultado; ya que tan pronto como comprobara que sus amigos estaban bien, haciendo uso del anillo espiritual, hizo estallar su KI y posicionándose con sus piernas y manos, había evocado un Kame Hame Ha tan fuerte, el cual descargo en dirección hacia Hei, quien no pudo defenderse, y el resultado estaba justo frente a sus ojos, con la gran columna de humo elevándose a lo lejos. Dudaba que él hubiera muerto, aunque el no uso toda su fuerza, pero en ese momento él estaba enojado, y no iba a contenerse si rompía todos los huesos de Hei en el proceso.
Kurama y Moka se pararon a ambos de lados respectivamente, observando en la dirección de la explosión. Sabían que eso no detendría por mucho tiempo a Hei, por lo que se dedicaron a pensar en un plan.
"Sería más fácil matarlo y deshacernos de una molestia, nunca confié en el de todos modos", Moka hablaba de forma fría y tratando de argumentar de forma lógica, pero los chicos desestimaron eso
"No es culpa suya el estar así, debemos liberarlo de su control mental. Recuerda cuando yo me transforme en Ghoul, y ustedes hicieron hasta lo imposible para devolverme a la normalidad; Hei tambien fue uno de ustedes que me ayudaron, ahora debemos hacer lo mismo por él", Kay hablaba zanjando cualquier plan que terminara con la vida del chico
Quizas los dos no se agradaran el uno al otro, pero Hei demostró ser un aliado excepcional, que los ha salvado en múltiples oportunidades. Y Kay no olvidaba que él fue uno de los que ayudaron a traerlo de vuelta, cuando la sangre vampírica que había absorbido de Moka, lo había degenerado en un Ghoul. Todavía había oportunidades de traer de vuelta a Hei, y Kay pagaría su deuda con él, así como sus compañeros no se rindieron con él, él no se rendiría tampoco.
"Debemos deshacernos de quien tiene el control mental sobre él, Raigo, uno de las 'Bestias Sagradas del Inframundo'. Aunque decirlo es más fácil que hacerlo, no si los otros de quienes lo acompañan son el resto de esos contra quienes luchamos en el pasado. Me desconcierta como es que el antiguo Rey del Inframundo, Yakumo, volvió a la vida junto a sus secuaces. Pero eso podremos resolverlo más tarde, no podríamos enfrentar a los cinco juntos, Yakumo de por si es bastante poderoso, de Rango A elevado y podría elevarse más. Será un problema contra los cinco, primero debemos someter a Hei y liberarlo del control mental, y ponerlo de nuestro lado. Así tendríamos más oportunidad contra ellos", Kurama hablo analizando la situación
A lo lejos una explosión de energía en forma de fuego negro, se elevó varios metros y a los alrededores, incinerando todo a su paso. Kay suspiro, como vio que no tenía opción, tenían que encargarse de Hei primero, esperando que los otros encapuchados o 'Bestias Sagradas' del Meikai, no se incorporaran a la pelea. Moka solo apretó los labios de forma agria, no es que ella tuviera algo contra Hei, ya que después de todo este tiempo, su opinión baja de él, comenzaba a cambiar. Aun así, pese a su ayuda en muchas de sus peleas, para ella, el seguía siendo un desconocido parcial, y no tenía los lazos fuertes que ella o su otra yo peli rosada, tenía con el resto de sus compañeros en esta escuela. A su otra yo, aun le tenía cierto miedo a Hei, aunque estaba agradecida con él, por su ayuda en devolver a Kay a la normalidad, cuando este se degenero en un Ghoul. Sentía que tenía una deuda que pagar y a ella no le gusto esto. A la peli rosada de su otra yo puede sentirse obligada a ayudarlo, pero ella no quería arriesgar su propia vida por él, no como si fuese con Kay o algún otro de los chicos como Tsukune por ejemplo. Haría lo necesario para ayudar, pero ella tendría su límite. Solo esperaba que cualquier plan que Kay o Kurama tuvieran ayudaría a esto. Porque si no, ella tendría la última palabra respecto a Hei.
Los tres chicos sin esperar, si dirigieron hacia donde venía la explosión de fuego oscuro. Listos para enfrentarse a Hei de nuevo, y tratar de detenerlo vivo si podían. Mientras tanto, Raigo y sus cómplices observaban esto, mientras el primero quería acercarse y seguir obligando a Hei y destruir todo y matar a sus amigos, haciéndoles el trabajo fácil.
"Raigo, no pierdas el tiempo y mátalos de una vez", Yakumo hablaba en tono molesto
"Paciencia, mi Rey. Solo quiero ver hasta donde llegaran ellos si intentar tratar de 'salvar' a su amigo y darse cuenta de lo inútil que es. La última vez no tuve el placer de disfrutarlo, pero ahora tome precauciones para no cometer ese error", Raigo hablaba con confianza como su tercer ojo en la frente brillaba
"No estamos aquí para perder tiempo, vamos a matar a todos en este lugar y destruirlo por completo, no me gusta que me sienta obligado a hacer esto, pero es para lo que nos trajeron, así que ya no pierdas el tiempo y usa a ese títere que tienes para destruir toda esta escuela", hablaba el líder del Inframundo, Yakumo, como sus ojos brillaban maliciosamente a través de la abertura de su capucha
Raigo no dijo nada, como hacia una mueca, debido a que no le dejaban disfrutar de su tortura mental hacia los chicos. Pero entendió que no debía contradecir a su Rey que, aunque hayan sido traídos de regreso en contra de su voluntad, y obligados a servir, aún los 'dioses' del Inframundo eran leales a su antiguo Rey. Así que saltando de su lugar, se dirigió hacia la ubicación de la batalla.
Yakumo lo vio irse, bajando su capucha y dejando entrever su rostro por primera vez dentro, miro por todos los alrededores con sus ojos sombreados, con su iris morado, fríos y calculadores, como localizaba a sus blancos faltantes. Con una mueca como señal, otro de los encapuchados se le acerco, y Yakumo dicto sus órdenes.
"Tú, quizas no seas un miembro de mi grupo, y no sé para qué propósito hayas sido traído de vuelta, pero debes de ser lo suficientemente competente como para que se tomaran la molestia de revivirte. Encuentra a los que sobrevivieron, y elimínalos a todos, en especial a los chicos que han sido señalados como los objetivos para eliminar. No dejes a nadie de ellos con vida. Llévate a Ishigami si hace falta, que se divierta y que sirva de algo haber sido traída aquí", Yakumo hablo con voz penetrante que no dejaba espacio para refutar
El encapuchado solo dio un asentimiento de cabeza, como llevándose a una Ishigami reacia, se dirigió a cumplir sus órdenes, mientras Yakumo pasaba a observar al resto de lo que una vez fueron su grupo de 'deidades' del Meikai.
"El resto de ustedes dispersasen a los alrededores y no dejen pasar a nadie, si Raigo consigue eliminar al Centinela o no, yo me encargare de él. Ustedes cerciorasen de que ese Señor Oscuro, el director de esta lamentable escuela no interfiera y elimínenlo cuando puedan", los últimos dos encapuchados a sus órdenes asintieron y partieron a cumplirlas
Yakumo solo salto entre los árboles, yendo en dirección a la batalla, su cabello blanco, espeso y pegado hacia arriba en múltiples direcciones se mecía con el viento. No pensaba inmiscuirse en la batalla personalmente, dejaría que Raigo demostrara su valía como su segundo al mando y eliminara a las mayores amenazas, sobre todo la del Centinela, a quien personalmente quería destruir. Pero no iba a cometer los mismos errores que cometió cuando lucho contra Yusuke Urameshi y sus grupo de 'amigos'. Primero los separaría y trataría de eliminar sin dejarles reunirse para combinar sus poderes, si lograran sobrevivir a algunos de sus 'dioses Meikai', el mismo terminaría el trabajo destruyendo este lugar. Solo era cuestión de tiempo hasta que terminara.
….
El director de la escuela, Mikogami, se encontraba en esos momentos observando toda la situación, elevado en el cielo cercano al límite de la barrera de la escuela, sobre lo que parecía ser una especie de gato gigante con extrañas alas parecidas a pájaro, que le daban una apariencia angelical. Algo curioso para una criatura Ayashi creada por la magia del director. El director se encontraba sentado en una especie de posición meditativa, a su lado se encontraba el chofer del auto bus, fumándose uno de sus habanos como siempre.
"Entonces director, ¿Cómo encuentra la situación? ¿No intervendrá? La situación parece demasiado grande para que los chicos puedan sobrevivir y salir indemnes. Esto no es como combatir a la Comisión de Seguridad Pública o Antítesis. Estos enemigos tienen niveles de poderes altos, y a excepción de unos pocos, no estan a la altura del desafío. Y uno de los más fuertes está siendo controlado".
Las preguntas del chofer eran legítimas, pero el director permanecía en silencio, como si estuviera discerniendo toda la situación, el chofer volvió a hablar.
"Al menos, ¿no debería activar el poder de la Gran Barrera para eliminar a esos intrusos debido a su nivel de poder? Sería más rápido y no tendríamos que sacrificar a más estudiantes e invitados de la escuela".
"No".
Hablo el director en tono profundo, sus ojos brillaban intensamente más de lo usual, "esta es la prueba que necesitan sobrepasar, no pueden seguir apoyándose en el Centinela o en los demás; deben de crecer por sus propios méritos. Si se quiere creer que para poder sobrepasar las dificultades en las relaciones entre humanos y ayashi, este tipo de situaciones difíciles serán constantes el día que todos los mundos se vuelvan uno solo. Deben de luchar y fortalecerse contra quienes querrán separarlos, en un mundo cambiante. Les dará el mensaje a quienes intenten destruir esto, de que necesitaran esforzarse más, y que sus lazos no serán fácilmente rompibles. Estan en proceso de crecimiento, y debemos ser testigos de eso sin dudar, creyendo en ellos. Activare la delimitación de poder de la barrera si fracasan, pero mientras tanto, quiero ver hasta dónde pueden llegar con mis propios ojos".
El conductor del auto bus, solo resoplo echando humo por su nariz y boca, como permaneció en silencio. En secreto, les deseaba suerte a los chicos, y que pudieran sobrevivir a la prueba, por más cruel que fuera.
….
Hei solo se encontraba en la misma posición desde donde fue lanzado por el anterior ataque potente de Kay. Aunque tenía algunos rasguños y moretones, y sendos ríos de sangre bajaban por su destrozada ropa, eso no era lo que le importaba a Hei, como sus ojos estaban blancos y su mirada perdida. Su mente solo podía reconfigurar varios recuerdos que creía olvidados de hace tiempo atrás. Recuerdos que quería olvidar.
Recordaba el dolor del hambre siendo tan pequeño, como solo eran él y su madre en el mundo, mientras trataban de sobrevivir a humanos y Youkais por igual.
Recordaba el dolor de un corazón roto al ver a su mejor amiga, la primera chica de la cual se enamoró, alejarse cada día para ir a la villa de los humanos.
Recordaba gritos, ruidos, golpes y sangre en la nieve, como observaba a su madre herida mientras figuras de ayashi hostiles los rodeaban. Ella le sonrió y le hablo una última vez, antes de estallar en una furia e incendiar todo a su alrededor.
Hei grito, un grito desgarrador que parecía inhumano, y más propio de la raza monstruosa a la cual pertenecía. Más fuego de color negro se elevó, incendiando varios metros a la redonda.
Kay se acercó caminando lentamente hasta quedar a una docena de metros de Hei. Su expresión era impasible, como observaba sin inmutarse ante el intenso calor, como su cosmos estaba protegiéndolo de la atmosfera, al hacer su cosmos decrecer y congelando a su alrededor gracias a la técnica del Puño de Hielo de su maestro Camus. A medio metro a su izquierda se hacía Kurama, analizando la situación tambien. Y su derecha Moka tambien. Los tres estaban parados observando como la figura que se movía como si fuese un títere con cuerdas, avanzaba cubiertos de flamas negras, incinerando incluso el suelo a su paso, incluso partes de su ropa que estaban sueltas y destrozadas se disolvían en fuego y derretían.
'Solo espero que no termine desnudo, seria hilarante', Kay pensó haciendo una mueca como se volteo a Kurama
"¿Tienes algún plan? Recuerdo que nos habías dicho hace tiempo de tu anterior lucha contra estos llamados 'Bestias Sagradas del Meikai'; que uno de ellos decías que usaba el control mental, ¿es ese tipo que se hace llamar Raigo hace unos momentos, cierto?"
"Así es", Kurama hablaba impasiblemente como siempre, mientras observaba acercarse cada vez más a Hei, como la temperatura del ambiente crecía, "el usa su tercer ojo de su frente, el Jagan, para controlar a sus objetivos. Lo uso contra Hiei, pero el Jagan de Hiei era más poderoso, y su poder del Kokuryūha tambien. Por lo que pudo escapar de su control y hacer uso de su poder para incinerar a Raigo".
"Ya veo, supongo que el mismo caso no podemos esperar con su hijo. Hei no tiene el Jagan para liberarse, ni controla perfectamente a las flamas negras del Dragón Negro. Debemos ser nosotros quienes le ayuden a despertar de su control", Kay apretaba los dientes ante la realización
"Sería más sencillo matar al que lo controla", Moka hablo por primera vez, "aunque claro, no sé qué tan fuerte sea un antiguo 'dios del Meikai' más allá de lo que he oído a través de cuentos, pero en el estado en el que se encuentra Hei, no podemos descuidarnos. Veo que nadie más intervendrá y solo dejaran que el títere nos intente sacar, ya que somos los más fuertes, es lo que puedo presentir".
Kay solo miraba a Moka con una mirada impasible, pero en sus ojos se denotaba un brillo de admiración. Sin duda, la chica no solo era buena para ayudar en las batallas de forma física, sino tambien puede ayudar a pensar en estrategias. Fue en eso que sintió la temperatura ardiente de Hei que estaba más cerca, caminando y arrastrando sus pies como si fuese un zombi. O un títere sin cuerdas.
"Bien, alejémonos y tratemos de rodearlo, usaremos nuestros poderes al máximo pero que no sea por mucho tiempo, no queremos agotarnos al olvidar a los otros enemigos. Kurama, Moka; si tienen algún plan, mejor compártanlo ahora, no queremos perder el tiempo demasiado tratando con Hei". Kay hablo como se alejaba dando un salto hacia atrás, seguidos de Kurama y Moka, tratando de poner la mayor distancia de Hei
Mientras los tres comenzaban a trazar un plan para detenerlo.
….
Mientras ocurría esto, cerca de los restos de lo que había quedado la escuela. El grupo de chicos que quedaban del Club del Periódico, Tsukune, Yukari, Kurumu, Mizore y Ruby; se encargaban de ayudar a los sobrevivientes a salir como solo las chicas podían sentir el aumento de energía Youki a lo lejos, denotando que la batalla ya había comenzado. Fue en eso que dos personas, la madre de Mizore y Kurumu, ambas sobrevivientes del ataque por poco, se acercaron a sus respectivas hijas, y se abrazaron en un llanto feliz.
"¡Me alegra que estés bien Mizore! ¡Temía lo peor!" Tsurara decía como pasaba a revisar a su hija, pasando sus manos por su rostro cerciorándose, fuera de que su chupeta se había caído en algún lugar, su hija parecía estar bien y eso la alegraba
"Estoy bien madre, descuida. Pero no creo que Hei…" Mizore no podía seguir con las palabras, todo pasó tan rápido que no tuvo tiempo de procesarlo, su garganta se apretaba y casi no podía respirar, como si una extraña convulsión producto de un viejo dolor se hiciese cargo de su cuerpo
Su madre se sintió tiesa, como tragando saliva, y poniendo sus manos a los lados del rostro de Mizore, la hizo mirarla a los ojos, ambas se miraron a los ojos ya cristalinos con las lágrimas a punto de salir.
"Mizore-chan, cuéntame todo lo que paso…" Y ella lo hizo.
A medida que Mizore iba contando la historia de lo que había sucedido hace unos momentos con Hei, y su posterior control mental de parte de los llamados 'Bestias Sagradas del Meikai', la expresión de Tsurara pasaba de la incredulidad al horror, hasta una expresión de angustia que le hacía apretar sus manos en los hombros de su hija.
Cuando Mizore termino, nadie dijo nada. El ruido alrededor de ellas parecía haberse apagado, como las dos se mantenían en silencio. Tsukune junto con Ruby y Yukari ayudaban a los heridos a salir de los escombros, y ponerlos a salvo. Kurumu seguía hablando con su madre, ambas con lágrimas en los ojos y abrazadas.
Tsurara solo desvió la mirada de su hija momentáneamente hacia la dirección donde podía sentir un aumento de energía demoniaca a lo lejos. Muchos la sentían, pero se mantenían alejados, esperando que quienes lucharan, ni llegaran hasta allí.
Fue en eso que una expresión de resolución de mostro en el rostro de Tsurara, como sabía lo que tenía que hacer. Mirando a su hija, ella pareció darse cuenta y entender lo que su madre le pedía, ella dudo un momento, pero asintiendo con una fuerza renovada en sus ojos, ambas comenzaron a caminar en la dirección de la batalla.
"¡Un momento!" Ruby les detenía parándose en frente de ellas, "¡¿Qué creen que estan haciendo?! ¡Deben de mantenerse alejadas de la batalla y resguardarse! ¡Esta lucha escapa a su nivel! ¡Manténganse al margen!"
Sin embargo, Tsurara y Mizore parecían dispuestas a ignorarla y tratar de rodearla para salir de su camino. Ruby intento interceder de nuevo, hasta que Mizore le hablo deteniéndola:
"Ruby-san, no te metas en esto por favor, tenemos que hacer esto, si alguien puede ayudar a Hei, somos nosotras", Sus palabras parecían ser dichas con mucha convicción, aunque se podía denotar el ligero temblor de las manos unidas de madre e hija, lo que no le daba una apariencia de credibilidad a Ruby
"El director me ha informado de la relación que ustedes mantienen con Hei previamente, incluso hablando con Kurama me lo confirmo. Pero en este momento ustedes tienen que saber que estan corriendo un gran riesgo. No hay certeza de que Hei pueda recordarlas ni librarse de su control mental, solo que dejar todo en manos de los chicos y de Moka, ellos son inteligentes, estoy segura que se les ocurrirá algo, como cuando hicimos lo mismo con Kay". Ruby trataba de dar una esperanza vacía, ella lo sabía, pero era eso mejor a ir a morir en vano.
Pero fue Mizore quien hablo esta vez:
"Mientras haya esperanza de devolverlo, vale la pena cualquier riesgo. Lo hicimos con Kay, gracias a que Moka pudo traer su conciencia de vuelta porque ella era la que le importaba más, a Hei le importan pocas personas, tenemos suerte de que nosotras seamos de esas pocas personas, vale la pena el riesgo",
Las palabras de Mizore tenían pensando a Ruby, y estaba considerando seriamente esto, mientras el resto del grupo del Club se acercaba a las chicas, para entender la conversación. Tsukune, junto a Yukari se acercaron y escucharon parte de la conversación, poniéndolos nerviosos y asustados.
"Mizore-chan, ¿estas segura de esto?" Tsukune le pregunto, el conocía apenas la historia que envolvía a Mizore y su madre con Hei, aunque él no había preguntado por respeto y no podía evitar sentir curiosidad, sentía miedo por lo que su amiga estuviese pensando hacer en ir hasta el campo de batalla
Mizore pasó a mirarlo en una de las pocas veces, con una mirada decidida y seria, sin sentimientos entremezclados. Tsukune entendió que no podía detenerla, además que, en su lugar, el haría lo mismo. Iba a decir algo más, cuando una risa estruendosa los alerto.
Era una de los sujetos encapuchados, pero este parecía ser el más grande y voluminosos de todos, su risa estruendosa hizo alertar a los chicos del Club, quienes rápidamente se posicionaron al frente, con las chicas Ruby y Yukari elevando sus varitas mágicas, y Kurumu y Mizore transformándose a su verdadera forma, mientras las madres de Kurumu y Mizore junto a Tsukune se hacían detrás para su protección.
"Ustedes no irán a ningún lado, lo siento chicos, pero hay gente que quiere deshacerse de ustedes, y no estoy intercambiando mi nueva vida por nada", fue cuando se despojó de la capucha y el traje oscuro que llevaba, que se mostró su verdadera y enorme forma
Era grande, de dos metros, de piel roja anaranjado, grandes ojos, orejas puntiagudas amarillas y rosadas, una enorme melena de cabello blanco hasta la espalda, abdominales marcados marrones que parecían hechos de piedra, y un cascarón a su espalda que le daba el aspecto de una tortuga.
"¿Quién eres tú? ¿Eres uno de esas 'Bestias Sagradas del Meikai'?" Ruby le increpaba tomando la iniciativa
"Ju ju ju. No, no pertenezco a ellos, pero al igual que ellos, soy alguien que una vez fue enemigo de Kurama y sus amigos, pero que gracias a una fuerte voluntad, pude regresar con la opción de vengarme, aunque claro que eso tiene su precio, y ese precio es ayudar a deshacerme de ustedes".
"¿Y quién podría querer tener tanto empeño en eliminarnos que te trajeron de vuelta a la vida? Y, ¿Quién eres tú de todos modos?" Ruby le seguía preguntando
"Mi nombre es Yasha, y me temo que eso nunca lo sabrán", fue cuando el ser llamado Yasha comenzó a emitir una gran energía de poder demoniaco que hizo causar una fuerte ventisca como su cuerpo comenzó a sufrir cambios
"Un momento, Yasha… recuerdo ese nombre", Ruby hablo recordando las historias en la casa de Kurama en su ciudad natal, "eras uno de los que combatió Kurama en el pasado y fuiste derrotado. Si mal no recuerdo, eras un criminal altamente buscado por el Mundo Espiritual, que se hizo pasar por guardia y cómplice de Koashura, el cual manipulo para robar el sello de oro de Koenma, aunque en últimas instancias fracaso y murió a manos de Yusuke Urameshi".
Yasha hizo una mueca como una expresión burlona en su horrible rostro se formaba, "veo que estas bien informada. Pero no cometeré los mismos errores, esto no será lo mismo, acabare con ustedes rápido", su cuerpo se hizo más grande y la enorme masa voluminosa comenzó a adelgazarse, después de unos segundos la transformación paro, y su cuerpo y nivel de aura de poder cambiaron
Su cuerpo era más musculoso, cubierto con una especie de coraza de color purpura, sus manos y pies estaban cubiertos de garras afiladas, tenía una larga cola purpura con escamas, su parte frontal era de color piel con una especie de armadura abdominal, sus orejas amarillas habían crecido y vuelto más puntiagudas, separadas en tres secciones de color rojo, una especie de cuerno del mismo color de sus orejas, el cual cruzaba su cabello blanco rebelde, y unos dientes filosos de los cuales sobresalían un par de colmillos inferiores. Su Youki se había elevado a clase B superior.
Esto causo que la mayoría de las chicas comenzasen a sudar frio, debió a que su nivel de poder no eran tan elevado, la mayoría de ellas apenas llegaban a la fuerza de clase C superior, solo con Ruby siendo clase B inferior en su máxima potencia. Era claro que este enemigo las sobrepasaba, y que a pesar de sus duros entrenamientos, aún no podían estar al nivel de alguien de clase B intermedia o superior. Yasha se daba cuenta de eso al observar sus expresiones y se deleitaba con su miedo.
"No se preocupen bellezas, seré indulgentes con ustedes y las matare rápido", Yasha se deleitaba hablando, que no se cercioro del ataque a su espalda
Fue en eso que Yasha sintió un ataque a su espalda que lo hizo casi caer hacia adelante por poco, aunque el ataque fue leve. Volteándose con ira, pudo ver la forma de un hombre lobo en uniforme de estudiante, como preparaba sus garras y lo miraba burlonamente.
"En ese caso, ¿no te molestara si hacemos lo mismo contigo y te acabamos rápido, cierto?"
"¡Gin-senpai!" Exclamaron la mayoría de chicas del Club al reconocer a su presidente
Yasha solo hizo una mueca burlona, aunque por dentro estaba enojado por su descuido y el atrevimiento del chico, "tienes una gran boca lobo, supongo que cuando te despelleje y me haga con tu piel, no hablaras mucho más".
"Quiero verte intentarlo", Gin le increpaba como elevo su aura demoniaca o Youki y comenzó a moverse a una velocidad que igualaba a la del sonido
Pero justo cuando la confrontación iniciaba, Ruby se volteo a Mizore y su madre y les hablo, "es momento, nosotras nos quedaremos y lucharemos contra él, ¿ustedes tienen una oportunidad con Hei para traerlo de vuelta? Bien, no tomare esa opción de ustedes. Es mejor ser más para combatir esta amenaza juntos y poder sobrevivir, así que vayan".
Tanto Mizore como Tsurara asintieron ante sus palabras, pero fue cuando la madre de Kurumu, Ageha dio un paso hacia las dos mujeres de hielo y hablo que las sorprendió:
"Mi hija y yo las acompañaremos, quizas tengan obstáculos en el camino y queremos ayudar", hablo la hermosa súcubo mayor con convicción
"¿Madre…?" Kurumu estaba consternada pues no conocía a su madre por este tipo de gentilezas ni de involucrarse en batallas
"Uno haría cualquier cosa por sus hijos, y es algo que puedo entender en ti, Tsurara, ¿cierto?" Ageha le hablo en un tono amigable que incluso fue respondido del mismo modo, con un asentimiento por la mujer de hielo
Pero el sonido de batalla se hizo más estridente, como observaban que Gin se movía a grandes velocidades, desapareciendo en un lugar y apareciendo en otro, mientras Yasha lo perseguía, destruyendo todo a su paso, y arrojando cosas entre escombros y rocas a Gin, causando tanta destrucción a su paso.
Ruby se volteo a las mujeres y a Tsukune y les hablo de forma que hacia parecer ordenarles, pero que en la situación en la que estaban, no había tiempo de titubear, "Tsukune, ve y ayuda a los heridos y ayuda a buscar refugio y alejarse de la pelea. Mizore y Kurumu, ustedes vayan con sus madres a donde se celebra a la batalla de Hei y los otros, dejo en sus manos el que puedan ayudar a traer de vuelta a Hei, y ayudarnos a derrotar a los otros infiltrados, mientras Yukari y yo ayudamos a Gin a derrotar a este, quizas juntos podremos lograrlo, ahora vayan".
Sin más, Mizore y Kurumu junto a sus madres asintieron, y se movieron para irse, lo mismo que Tsukune quien comenzó a ayudar a sacar a los heridos y llevarlos lejos de la batalla. Ninguno estudiante o visitante hizo protesta, por como parecían asustados de las enormes batallas que se suscitaban, y comenzaban a moverse guiados por el chico peli marrón. Ruby se movió junto a Yukari, quien asintiendo a su mirada, ambas elevaron sus respectivas varas mágicas, y elevaron su Youki al máximo, serie necesario para la batalla por venir.
….
La batalla no había ido bien. Eso era un eufemismo, si se consideraba que tras varios intentos, los tres chicos habían hechos poco intentos para acercarse, debido al calor incandescente de las llamas de Hei, llamas tan negras que parecían sacadas del mismo Infierno, quizas eso no era un eufemismo.
Aun así con los tres chicos coordinándose para tratar de sacar de balance a Hei, estaban obteniendo logros. Ninguna de las palabras de los tres le llegaba a Hei, lo que daba a entender que el control mental en él, es bastante fuerte. Por lo que esto no podía ser como la vez anterior cuando Kay se convirtió en un Ghoul. Ellos tenían una relación tensa con Hei, que podría evocar a compañerismo, pero no podría decirse era una amistad cómo la que tenían el resto de los chicos del Club del Periódico. Las palabras no servirían, pero podrían tratar de detener a Hei lo suficiente, para concentrarse en quien lo controlaba.
Kay se encontraba usando la telepatía para poder hablar de forma mental tanto con Kurama como con Moka. Aunque él era alguien que aun aprendía a usar esta técnica, no era la primera vez que lo hacía con Kurama, recordando cómo se comunicaron en su lucha en la 'colina de la bruja'. Aunque con Moka era más difícil, pues la chica no estaba acostumbrada a hacer uso de esta habilidad y hablar de forma unidireccional con Kay, quien era el que se comunicaba, aunque el intentaba estar atento a sus pensamientos, era difícil al estar concentrado en la batalla.
Aun así se estaba haciendo un esfuerzo por empujar a Hei cada vez más lejos, mientras entre Kurama y Kay le hacían retroceder; Kurama usaba su ataque de pétalos de rosas cortantes y látigos de rosas, los cuales no llegaban a cortar a Hei, debido a la intensidad del calor de las llamas negras que lo rodeaban, razón por la cual Kay era quien lo hacía retroceder con poderosos ataques.
"¡Plasma Relámpago!" El ataque de haces de luces cuya velocidad era igual al de la luz, impactaba a Hei, atravesando sus llamas negras y haciéndolo impactar en el suelo, removiendo polvo y tierra por varias decenas de metros
Esos momentos eran aprovechados por Kurama, para atacarlo, buscando cortar y herir a sus miembros, sean piernas o brazos, para incapacitarlo. Había conseguido éxito en algunas partes, peor Hei rápidamente retrocedía y si no usaba su fuego, usaba sus ataques fríos para congelar las rosas que venían hacia él. Aunque Moka aprovechaba tambien e impulsándose con sus piernas, su velocidad sobrepasaba a la del sonido, y lograba conectar sendos golpes de patadas, de los cuales podía oírse crujir y romper algunos huesos y desgarrar músculos a Hei, los cuales tenían la suficiente fuerza para arrojarlo por los aires varios metros. Aunque Hei se recuperaba rápido y usando rápida la curación debido a su naturaleza Youkai y su aura demoniaca, se regeneraba con la suficiente rapidez para seguir luchando.
Esto se repetía constantemente, pero Kay ya tenía un plan, el cual había transmitido a sus compañeros, y que se mantuvieran en el mismo, aunque era difícil como cuando Hei contratacaba, haciendo descender la atmosfera bajo grados cero, y golpeándolos con ventiscas frías que congelaban todo a su paso. A la vez que mandaba estacas de hielo, de las cuales los chicos esquivaban o deshacían como Kurama con su látigo de espinas, Moka con su estilo Taekwondo mediante patadas y golpes, y Kay con su campo AT. Hei contrataco elevándose de un salto a través de la ventisca de varios metros por encima, y ya preparaba un enorme torrente de fuego de color negro, como lo arrojo hacia los chicos que lo desafiaban, incendiando todo, hasta la tierra, y convirtiendo decenas de metros en un infierno literal ardiente. Por supuesto, Kay y los chicos habían pensado rápido.
Kurama se elevó usando su técnica de Fuyō-ka no Makai Shokubutsu, era una planta que aparece como 'alas', similares a las de una mariposa, en la espalda de Kurama que le servían para volar y planear como un planeador. En sus brazos sostenía a Moka de debajo de sus hombros, algo que ambos ya estaban experimentados desde que aprendieron a luchar juntos desde la 'colina de la bruja'. Mientras los dos esperaban la jugada de Kay.
No tardaron mucho en esperar, cuando Kay salió disparado hacia el cielo, después de haberse protegido de las llamas con su campo AT y su KI, y usando la palma abierta de su mano derecha le lanzo una poderosa descarga de energía en forma de esfera, era el Big Bang Attack, una de las técnicas que aprendió de su maestro Vegeta. Era una técnica lo suficientemente poderosa, la cual Hei intento contener usando la mayoría de su poder demoniaco, tratando de usar sus llamas negras o ventisca de aire frio, pero no fue suficiente, como la esfera exploto cerca de Hei, lanzándolo varios metros en el aire. Este impacto duramente contra el suelo, haciendo un agujero. Tratando de salir de este, no tuvo tiempo cuando fue aprisionado de sus extremidades por el látigo de espinas de Kurama, que le hicieron daño a su ya de por si maltratado cuerpo. Una poderosa patada en la quijada de parte de Moka lo saco de balance, y lo arrojo a la cima de una colina, yéndolo a caer hacia debajo de esta.
Cuando los tres chicos bajaron de la colina, los tres estaban sudando por la batalla y el calor de las llamas, vieron que se encontraban cerca de la entrada al túnel que daba de acceso a la dimensión de la escuela. Cerca estaba el espantapájaros con el letrero del nombre de la escuela y cabeza de calabaza dando la bienvenida. Más atrás estaba el mar rojo, que a día de hoy todos se preguntaban si estaba hecho realmente de sangre o no. Pero esas cuestiones debían ser dejadas para después, como vieron un estallido de poder en forma de llamas negras, incendiando todo el lugar.
Kay aprovecho ese momento para juntar sus manos y elevarlas por encima de su cabeza, su cosmos decreció como invocaba el poder del Puño del Hielo, haciendo descender la temperatura y toda la atmosfera alrededor se congelará, haciendo que tanto Kurama como Moka se protegieran con sus respectivos poderes demoniacos.
"¡Rayo de aurora! (Aura Thunder Attack)" El poderoso ataque congelante crea una especie de torbellino de hielo y aire congelado que impacta en Hei
Todo, incluso las llamas negras son congeladas con la fuerza del aire frio, que supera a la de Hei. Mientras Hei era arrastrado, Kay moviéndose a una gran velocidad, logra acercarse hasta enfrente de él, y con un gancho ascendente de su mano derecha, el cual impacta debajo de la mandíbula de Hei. Este es elevado en medio de un torbellino de aire frio con efectos devastadores hacia el cielo. Después de unos momentos, Hei cae con fuerza encima del espantapájaros que quedaba a la entrada de la escuela, destruyéndolo y casi que haciendo un agujero. Pero en el estado congelado en el que se encontraba, valía la pena no desperdiciar tiempo en hacer lo que debía de hacer. Kay eleva su puño al aire y una fuerte corriente de aire gélido envuelve a Hei, quien después de unos segundos, queda encerrado en lo que parecía ser un enorme bloque de hielo. Hei podía ser visto en posición fetal, acurrucado desde donde cayó. Kay solo suspira como sus compañeros van acercándose.
"¿Qué es eso que acabas de hacer?" Kurama le pregunto curioso mientras observaba el bloque de hielo de unos seis metros de largo y lo suficiente ancho como para servir de ataúd gélido
"Es un ataúd gélido, uno de mis maestros me lo enseño cuando aprendía la técnica de los guerreros de hielo y del Puño de Hielo. Es un ataúd que no se derretirá ni con el paso de varios siglos. No importa como sea la atmosfera donde sea que este, estará atrapado aquí, al menos hasta que yo así lo quiera". Kay decía esto resuelto, como Moka se acercó al ataúd de hielo y lo toco con una mano
Casi da un respingo por lo frio que era, demasiado para su gusto pero entendía la utilidad de las palabras de Kay.
"¿Seguro que Hei no podría escapar desde el interior? El tambien domina el hielo y el frio, es parte de su naturaleza", Kurama le siguió hablando
"Pero no del cosmos. Y para que pueda hacerlo, él debe de dominar su poder para hacerlo descender hasta acercarse más al cero absoluto que aquel con lo que está hecho el ataúd. De momento está seguro, ahora debemos concentrarnos en la otra amenaza", Kay hablo como sus ojos se posaron en el enemigo que caminaba a paso ligero hacia ellos, es Raigo
"Veo que han ideado un buen plan, no tuvieron que matarlo para detenerlo, admiro su valentía e inteligencia, pero eso no les durara mucho", Raigo hablaba como se detenía a una decena de metros de ellos
"El que debería comenzar a pensarlo mejor eres tú, tu títere está encerrado, y veo que tus aliados te han dejado", Kay hablaba como comenzaba a tratar de sentir la energía de los demás en la zona, pero como si se hubieran esfumado, ¿acaso estaban tratando de ocultar su Youki?
"El que estas equivocado eres tú, Centinela, pronto veras porque", Tras terminar sus palabras, Raigo abrió el ojo de su frente, el Jagan
Kay, quien se quedó congelado de la sorpresa por un segundo, al escuchar al sujeto llamarlo 'Centinela' y claramente conociendo quien era, no reacciono a tiempo para advertir a sus amigos, y rápidamente hizo elevar su cosmos para contrarrestar la técnica de control mental. Una enorme luz hizo salir del tercer ojo del antiguo dios del inframundo, cegando a los chicos y haciéndoles ver todo en negro.
….
Las mujeres conformadas por Tsurara Shirayuki y su hija Mizore, junto a Ageha Kurono y su hija Kurumu, se dirigían a paso rápido por un camino destrozado del bosque, que consistía en arboles caídos, musgos separados, tierra suelta y demás destrucción que habían causado cuando Hei fue arrojado con violencia a lo lejos con una gran descarga de energía. Las cuatro intentaban parecer calmadas, pero en tal situación era mejor tener cuidado. Podían sentir las firmas de energías elevarse tanto al frente como atrás del camino por donde vinieron, señalando que estallaban batallas por doquier; debían de tener cuidado y no llamar la atención si querían llegar al otro lugar de batalla enfrente.
Pero tal parece que esa cómoda perspectiva no sería así, como de inmediato comenzaron a escuchar un extraño sonido que hizo que las cuatro se detuvieran en seco. Era un extraño ruido, como un péndulo que colgaba de las manecillas de un reloj o similar a eso. Era un extraño ruido para el entonces silencioso bosque, a pesar de las grandes batallas que se desarrollaban en el momento, solo pudiendo seguirlas debido a las firmas de energías demoniacas altas. Eso fue lo extraño antes, e hizo que algunas se pusieran de guardia ante su error. En eso las cuatro mujeres se transformaron a sus verdaderas formas, como sintieron los pasos de una figura en frente acercarse.
Mizore y su madre preparaban sus manos convertidas en garras de hielo, y Kurumu y su madre ya estaban transformadas con sus alas y garras de uñas largas, mientras usaban sus miradas para escanear alrededor. Fue en eso que la figura se materializaba al frente de los arboles caídos y musgos separado, en el cruce el camino. Era un la figura de un chico joven para sorpresa de las mujeres, excepto para dos de ellas, que una de ellas lo conocía demasiado bien. Mizore no pudo más que abrir su boca de la sorpresa, cómo se quedaba estática.
El chico vestía ropa de invierno, que consistía en una chaqueta de color beige, sudadera y tenis deportivos. Su cabello era rubio puntiagudo, y se podía denotar su edad joven, quizas de 12 años. Mizore parecía temblar ligeramente, pero era visible para su madre al saber el efecto que la vista de aquel fantasma de su pasado.
"Mizore, cuanto tiempo, ¿has estado bien?" El chico lo decía con un tono menos de gentil cómo su rostro tenía una expresión maliciosa
Ageha y su hija Kurumu, no sabían lo que estaba sucediendo, pero reconocieron la táctica del posible enemigo; ante un asentimiento de su madre, Kurumu se elevó para inspeccionar la zona. Tsurara seguía mirando a su hija con ojos preocupados, como Mizore seguía observando a la figura del chico acercándose.
"Es posible que lo estés, ¿Cómo no podrías estarlo? Después de lo que me hiciste a mí y mi pueblo. Todo porque te rechace, porque no quería estar asociado a un monstruo como tú", Las palabras maliciosas del chico golpeaban duramente dentro de Mizore, instándola a recuperar recuerdos que creía olvidados y que quería olvidar
"Realmente eres un monstruo 'come humanos' como te había dicho la última que nos vimos, ¿cierto?" Se podía ver sangre bajar de la chaqueta del chico e inundando el camino que hacia con sus pasos
"No podías vengarte del rechazo, y decidiste acabar conmigo…"
"Tu intentaste matarme… tú y los humanos de tu pueblo, me persiguieron… con antorchas, querían quemarme viva por ser un monstruo". La voz de Mizore se sentía débil a medida que recordaba
Recordaba hacerse amiga de un chico humano del pueblo, cerca de una de las entradas del submundo donde vivían las Yuki-Onna, y que usaban para atraer y conseguir humanos varones útiles para ellas para su reproducción. Pero ella no quería eso con el chico, ella genuinamente se enamoró de él, se hizo amiga de él, pensó que podía confiar en él. Por eso un día en un campo de flores, le revelo su verdadera identidad de Ayashi y trato de hacerle una promesa de estar juntos al crecer. Pero eso no pudo ser, subestimo el miedo humano a lo desconocido. El chico se asustó y la llamo monstruo, termino huyendo y rompiendo su corazón. La próxima vez que ella bajo al pueblo, el chico ya había dado la voz de alerta, y debido a los numerosos avistamientos de su especie, llevándose a los humanos de su pueblo lejos para no volverlos a ver, mucha gente del pueblo enfurecida no iba a permitir que eso fuese a suceder, y armándose de palos, antorchas, pistolas, y demás armas, le dieron persecución para terminar de una vez con esos secuestros.
Mizore casi es alcanzada y muerta por ellos, entre ellos estaba el chico a quien dio su corazón, dispuesto a matarla en compañía de otros pocos niños con quienes ella había jugado y comenzado a llevarse bien. Fue cuando creía estar en su fin que apareció su mejor amigo, aquel a quien había ignorado durante un tiempo en pos de ir al pueblo humano. Hei, el Imiko, el mestizo, el niño maldito. Sin dudarlo, Hei incinero y quemo a todos sus perseguidores sin excepción alguna, dejando a Mizore estupefacta. Ella no pudo decir nada, debatiéndose entre estar asustada por él y querer llorar por las vidas de las personas que murieron quemadas, entre ellas gente que ella conocía, pese a que anteriormente intentaron matarla. Hei no dijo nada pero la vio con una expresión que se debatía entre la tristeza y el pesar. El luego se fue y esa fue la última vez que Mizore lo vio en mucho tiempo. Luego se había enterado que Hei fue hasta el pueblo humano y lo incinero por completo, dejando pocos sobrevivientes, quienes huyeron despavoridos de las montañas, y llamando la atención del Mundo Espiritual y de otros Ayashi hambrientos, quienes se dirigieron hasta el lugar donde vivía Hei y su madre. No hace falta decir lo que sucedería después y obligo a Hei a huir lejos, esta vez solo y sin nadie en el mundo. Hasta el día de hoy, eso la persigue.
"Si, y a cambio tu amigo nos mató a todos y nos quemó. Todo por ti, tú fuiste culpable de eso tambien Mizore, todo por causa de ese maldito Imiko…" El espectro del chico no pudo decir más como una lanza de hielo fue lanzada en su dirección y termino decapitándolo de un tajo
"Nunca me gusto ese chico… sino fuese porque Hei se adelantó antes, yo lo hubiera acabado", Tsurara hablo en un tono frio que constataba con su naturaleza helada con su garra de hielo derecha levantada en su dirección
"Madre…" Mizore no sabía que decir, sorprendida por la acción de su madre, pero esta solo paso a verla con una sonrisa en su rostro
"No deberías dejarte engañar por ilusiones hija, ¿acaso olvidas que ese chico ya lleva desde hace tiempo muerto?"
Las palabras de su madre sacan del trance a Mizore, quien gira su vista a la figura del chico que debía de haber sido decapitada tal cual vio por su madre. Pero ella no ve nada en el lugar, simplemente desapareció.
"Tu madre tiene razón Mizore-chan, no debes dejarte engañar, sobre todo por ese maldito ruido", Ageha hablaba como su hija Kurumu regresaba de volar y ante un asentimiento de su hija, ambas con sus alas se elevaron y fueron en direcciones opuestas
Ambas cortaron grandes árboles frondosos con sus poderosas garras, dejando entrever detrás de estos lo que parecía ser unas especies de guadañas circulares metálicas las cuales se movían como péndulos, provocando un ruido hipnótico. Tanto Ageha como Kurumu cortaron las cuerdas que los mantenían colgando de los árboles, y el sonido vibrante ceso. Ambas regresaron donde las Yuki-Onna sosteniendo en sus manos las guadañas.
"Me lo imaginaba, este tipo de armas circulares es usado como péndulos que se adhieren a las cuerdas como armas, y con la energía demoniaca del usuario, estos que emiten ruidos hipnóticos que presumiblemente le permiten inducir ilusiones". Ageha terminaba de decir, la cual explico cómo Súcubo que es, experta en inducir ilusiones y sus diferentes usos y técnicas por ser parte de su naturaleza
Una risa comenzó a escucharse por todo el bosque, como si estuviera por todas partes, era obvio que la persona que hacia estas ilusiones se había dado cuenta de sus artimañas y no iba a quedarse quieta. Ageha pasó a mirar a Tsurara y ambas tenían una expresión seria en sus rostros.
"Tsurara, deben de aprovechar el momento, tú y tu hija deben de seguir adelante. Mi hija y yo nos encargaremos del que hace las ilusiones, podemos distraerlo con nuestras propias ilusiones, mientras ustedes dos avanzan hacia adelante. Debes de seguir y ayudar al chico, que es el deseo de tu corazón, ¿cierto?" Ageha le hablaba guiñándole un ojo y hablándole en un cálido tono maternal, infiriendo la naturaleza de lo que quería hacer la mujer de las nieves
Tsurara no dijo nada, pero le agradeció con una pequeña sonrisa, y tomando la mano derecha de Mizore, la arrastro prácticamente corriendo como Mizore se salía de su letargo, aunque había escuchado la explicación de la súcubo sobre las ilusiones, el recuerdo del chico que una vez 'amo', sus posteriores y desagradables recuerdos de esa época que fue traumatizante para ella, la dejaron sin habla y casi que entumecida. Solo podía más que aferrarse a la mano de su madre fuertemente, como corría a la par de su madre, por el camino de árboles derribados, como dejaban a las dos súcubos para encargarse de la amenaza.
….
Mientras tanto, cerca de lo quedaban de las ruinas del edificio principal de la escuela, se desarrollaba la batalla entre el resucitado Yasha en su verdadera forma, y Ginei Morioka en su forma de hombre lobo, siendo apoyado por las brujas Yukari Sendo y Ruby Tojo. Gin se movía a una velocidad igual a la del sonido, si estuviese en luna llena, su aura demoniaca se vería fortalecida por la luz de la luna y podría sobrepasar la velocidad del sonido; pero ahora solo podía más que usar sus recursos limitados y atacar al cuerpo blindado en una cuasi armadura de Yasha.
Gin se mueve a gran velocidad, creando imágenes traslucidas de sí mismo, lo que le permite esquivar los ataques infructuosos de Yasha, quien se mordía los labios con ira, como solo alcanzaba a impactar el suelo. Desde lejos, Yukari y Ruby combinaban sus varas mágicas y haciendo uso de su Youki, lo empleaban en lanzarles ataques a larga distancia que consistía en objetos corto punzantes como lanzas, dagas, espadas, etc. A la vez que algunas cartas del Tarot afiladas. De por si estos objetos hacían poco o ningún daño en Yasha con su cuerpo cubierto con una especie de piel dura parecida a armadura, pero entorpecía sus pasos y visión, momento que aprovechaba Gin para atacar a velocidad a los puntos débiles que iban encontrando en Yasha con mayor precisión.
Gin ataco al cabello blanco de Yasha que le llegaba hasta los hombros, arrancando algunos pedazos, enfureciendo al antiguo ladrón, pero tenía que cuidarse los ojos porque en ese momento, las cartas Tarot de las brujas iban hacia su rostro. Molesto por la intromisión de las brujas, el dio un gran salto hacia ellas, y estaba por caer encima de ellas sino fuese porque una fuerte patada de Gin a su costado izquierdo lo saco de balance de su trayectoria en el aire, momento aprovechado para que Yukari y Ruby con su magia creasen una bandada de cuervos negros, quienes obstaculizaron la visión del enorme Ayashi y lo hicieron impactar al suelo. En el momento en el que él era distraído por más ataques del hombre lobo, las dos chicas combinaron a todos los cuervos en uno solo, creando un enorme cuervo negro, el cual voló en dirección a Yasha y con su enorme pico, logro empalar a su ojo derecho causándole dolor.
Mientras Yasha se llevaba sus manos a los ojos gritando de dolor y las chicas celebraban, el hombre lobo Ginei no desaprovecho esa oportunidad y quiso atacar rápidamente a la cabeza del enorme Youkai, esperando poder decapitarlo o lastimarlo con sus filosas garras que podían cortar hasta el acero, aunque no la armadura reforzada del enorme Youki del monstruo. Quizas si atacaba bajo su cuello podría hacer un corte limpio. Sin embargo, no se tuvo en cuenta que para Yasha esa herida en su ojo era superficial y podía curarla rápidamente con su poder demoniaco, por lo que no tardo en sentir la firma de energía del hombre lobo y con una sonrisa cruel, Yasha usó su enorme hombro izquierdo que parecía una roca de color morado, aunque en ella estaban tres esferas redondas blancas formando una especie de triangulo, a simple vista solo parecían accesorio para la armadura que su piel endurecida formaba, pero estas esferas eran más que eso.
Cuando Gin se acercó a menos de un metro de su posición, Yasha se hinco y posiciono su hombro frente al hombre lobo, luego de estas esferas se convirtieron en picos puntiagudos de un metro cada uno, tomando por sorpresa a Gin y terminando empalado desde la altura de su costado derecho y su brazo. Gin escupió sangre como se retorció a la vez que las dos brujas jadearon sorprendidas y horrorizadas por la vista. El hombre lobo cayó al suelo, encorvándose como grandes cantidades de sangre salían de sus heridas, Yasha se rio cruelmente como retraía los picos de nuevo a su forma original de esferas en su hombro. El pateo salvajemente a Gin con su pie derecho, mandándolo lejos y centro su atención en las dos chicas.
"¡Rápido Yukari! ¡Enfócate!" Ruby le gritaba a la asustada niña, pero obedeciéndola rápidamente
Ambas unieron sus varas mágicas en el centro, y expandieron su Youki o energía demoniaca, como concentraban todo en un ataque.
"¡Combinación mágica!" Ruby decía en tono alto
"¡Hechizo de sello negro!" Yukari termino en el mismo tono fuerte
Ambas varitas combinaron su energía demoniaca, como la magia más las hacia brillar y creaba una enorme bola de energía de color negra, la cual fue arrojada con fuerza hacia Yasha, con intención de desintegrarlo, pero los esfuerzos de ellas fueron en vano, como la placa pectoral que tiene en su pecho se abría dejando entrever una especie de espejo, el cual absorbió el ataque de las dos brujas y lo redirigió de nuevo hacia ellas para su sorpresa y horror.
¡Yukari! ¡Cuidado!" Ruby grito como se arrojó a la pequeña niña y la saco fuera del camino como su propio ataque redirigido paso de largo e impacto en los restos del edificio de la escuela, destruyendo todo a su paso
Ambas fueron arrojadas unos pocos metros debido al impacto y fuerza de la explosión. Yasha solo se rio como avanzaba hacia ellas.
"Tontas, veo que no recuerdan bien la historia de cómo me derrotaron antes. Mi pecho tiene un espejo reflector que cuando se abre, puede reflejar cualquier ataque de energía demoniaca o espiritual, y que me fortalece tambien. Tontas brujas, veo que hasta aquí es donde llegaron debido a su patética magia", Yasha se lucia complacido
Ruby trataba de levantarse, aunque había perdido su vara mágica en el momento de quitar a Yukari fuera, y la fuerza de la explosión, no podría canalizar su magia adecuadamente sin ella, Yukari se levantó un poco lastimada y sucia por el polvo y tierra, pero aun con fuerza para seguir luchando. Aunque siendo sola contra alguien como Yasha no tendría ninguna oportunidad.
Pero fue en eso que algo inesperado sucedió. Una docena de enormes ollas de cocina, cayeron directo desde lo más alto de la barrera, con una fuerza enorme que parecían arrojadas desde la órbita sino fuesen reforzadas por la magia. Estas cayeron encima de Yasha, tomándolo por sorpresa, aunque estas causaron poco o ningún daño.
"¡¿Qué rayos…?!" Exclamaba el Youkai extrañado por esto, como se limpiaba del polvo que se acumuló al impactar algunas en tierra a su alrededor
"No te íbamos a permitir dañar a nuestra hija", Hablo la voz de un hombre en sus treinta
"¡Papa! ¡Mama!" Yukari pronunciaba feliz de ver a sus progenitores con bien
Efectivamente los dos padres de Yukari, Fujiko Sendo y su esposo Tamanori Sendo, habían venido en ayuda de su hija. La madre que vestía de forma similar a Yukari con su atuendo y sombrero de copa de bruja, tenía elevada su varita mágica que brillaba reforzada con su energía demoniaca.
"No te íbamos a dejar sola hija, tu madre y yo estaremos siempre de tu lado", Hablo el hombre mayor con gafas y sosteniendo su libro mágico del cual al abrir sus páginas, estas brillaban rebosantes de energía
Su madre solo le dio un guiño con su ojo derecho, siendo que ella no podía hablar. Yukari se restregó sus ojos, de las pequeñas lagrimas que se acumulaban en estos gracias a sus padres.
"¡Bah! No importa que unos pocos brujos se unan, siguen siendo una raza mestiza inferior, derivada de nosotros los Youkais, no podrán inclinar la balanza, ahora que…" Pero Yasha se calló, como de repente alguien lo ataco desprevenido
Fue Morioka Ginei, quien, sobrepasando la barrera del sonido, se movió velozmente y cortó la cresta o cuerno que tenía entre sus ojos con sus garras, haciendo gritar de dolor a Yasha, quien se llevó sus enormes manos a su rostro, que comenzaba a sangrar.
"Aquí tienes, es tuyo", Gin le dijo de forma sarcástica como les aventó su cuerno a sus pies, "¿no decías que te harías con mi piel? Tal parece que yo primero me hice con tu cuerno".
Las palabras burlonas de Gin encendieron la ira de Yasha, quien, anudado a su dolor, hizo estallar su Youki furioso.
"¡Malditos! ¡Ya no me contendré!" Yasha rugía como su aura Youki de color morada se elevaba
Gin solo caminaba con algo de dificultad, aun regenerándose el daño anterior provocado por los picos de los hombros de su enemigo, pero como un hombre lobo, tenían la capacidad de sanar heridas graves gracias a su naturaleza y energía demoniaca. Hizo el anterior ataque doliéndole su costado, pero apretó los dientes y se aguantó el dolor como se preparaba para contraatacar.
A sus lados, Yukari y Ruby izaban sus varas mágicas mientras brillaban con su magia concentrada gracias a su energía demoniaca que elevaban. Los padres de Yukari hacían lo mismo más atrás. Al menos más se habían unido a la batalla, y tanto Gin como las brujas, esperaban que fuese suficiente para derrotar a su adversario.
….
Mizore y su madre Tsurara, habían salido del bosque, siguiendo el camino destrozado de árboles, tierra y arbustos, hasta salir a un pequeño claro con un lago no tan profundo en él. Las dos mujeres de hielo, no se detenían en su caminata rápida, atentas a cualquier sospecha de ataque que pudieran sentir.
Ambas caminaron mientras pasaban el lago, cuando algo le llamo la atención por el rabillo del ojo a Mizore. Podía ver y sentir ondas fluctuantes en el lago, lo cual no sería raro aun en un ambiente aparentemente silencioso y tranquilo, pese al sonido de batallas a lo lejos. Pero aun así la manera en que lo hacía tan rápido y en sucesión le pareció extraña a la chica de hielo. Fue en eso que ella capto que grandes burbujas comenzaban a fluctuar en la superficie, como si algo estuviera a punto de emerger. Su madre tambien se dio cuenta del extraño fenómeno, y con una mirada entre ambas, se acercaron con cautela mientras ambas convertían sus manos en garras de hielo y elevaban su Youki en forma de viento helado.
Fue en eso que una gran columna de agua se eleva muy alto, tomando ambas mujeres por sorpresa. Ambas se ponen en guardia, no pudiendo discernir si se traba del ataque de un enemigo, porque la energía demoniaca se fluctuaba junto con el agua camuflándola. Fue en eso que, a través del agua cristalina, podían ver ambas reflejadas sus reflejos, imitando sus acciones, excepto, por una parte, que en sus reflejos se podían ver una sonrisa cruel que no poseían ninguna de las dos mujeres de hielo, más allá de sus frías expresiones cautelosas. Ambas mujeres no tardaron en atacar primero, sincronizadas de una forma natural que demostraba su conexión de madre e hija. Lanzaron dagas y cuchillas de hielo de sus garras hacia sus reflejos en la ancha columna de agua, aunque esto no causo efecto, que es algo que ambas esperaban, si hizo que la fuente de este se comenzara a reír, su risa haciendo eco en el claro.
"Bien, no son tan tontas como la mayoría de su especie, Yuki-Onnas". Hablaba el reflejo de Mizore como este caminaba hacia adelante mientras el reflejo de Tsurara desaparecía
Cuando el 'reflejo' de Mizore, con la energía de la columna del agua filtrándose al exterior, es que su verdadera apariencia se manifestaba. Sorprendía a Tsurara y su hija, la apariencia del individuo, si no fuese por ser claramente masculino en su voz, podrían confundirlo con una chica, tan hermosa y de color pálido casi azul en su piel, casi como una versión masculina de una Yuki-Onna. El sujeto llevaba lápiz labial morado y un vestido como parte inferior unido a su traje verde ceñido, blandido con protuberancias en forma de hueso para los hombros, las botas y el área del pecho. También llevaba un casco hecho de material similar, con 'antenas' afiladas a cada lado. Su largo cabello azul claro y su piel azul aún más clara mostraban una sensación de belleza y cuidado por su apariencia.
"¿Y tú quién eres?" Tsurara le pregunto en guardia
"Mi nombre es Majari, una bestia del Mundo Infernal, o dios si quieres llamarlo así", Hablaba el sujeto de azul llamado Majari, mientras caminaba con gracia con una mano en su cintura y con una expresión petulante
"Lo siento, señor 'dios', pero no tenemos tiempo para usted, así que, si nos disculpa", Tsurara termino de decir como de sus garras brotaron decenas de lanzas y dagas de hielo, que fueron lanzadas en dirección a Majari con fuerza
El sujeto solo sonrió, como el contrarresto el ataque de la mujer de las nieves, con sus propias dagas de hielo, que impactaron con las de la Yuki-Onna, anulando el anterior ataque. Esto tomo desprevenidas a las dos mujeres, más cuando observaron que las manos del enemigo, se habían transformados en garras de hielo, idénticas a las de ellas.
"Un poco toscas y grandes, pero puedo ver su estilo", Majari hablaba moviendo sus garras de hielo, como si estuviese juzgando una obra de arte
"Pero, ¿Cómo…?" Mizore hablaba esta vez sin creer lo que veía
"Les diré cuál es mi especialidad. Puedo reflejarme ante mis enemigos como un espejo, puedo reflejas sus habilidades e ideas, soy… superior a ustedes", Majari hablaba con confianza como apuntaba sus garras hacia ellas
Las dos mujeres no dijeron nada más, no había nada que decir, como sabían que debían atravesar este obstáculo para ir rápidamente hacia su destino, ambas miraron concentradas a su enemigo. La temperatura del ambiente descendía y un poderoso frio se hacía lugar, como si se invocase una tormenta en pleno invierno.
La batalla daba lugar.
….
Mientras se desarrollaban todas estas batallas, un poco más alejados de las ruinas de la escuela, cercando al bosque; Tsukune y su prima Kyoko Aono, o llamada Kyou por él, se encargaban de llevar a los heridos de la batalla lejos de la escuela, algunos aun lucían lastimados y en su forma transformada a causa de los efectos del espejo de Lilith anteriormente, pero habían recuperado su cordura, quizas debido a la muerte de la pequeña hada quien controlaba el espejo y se mantenía unida al objeto espiritual.
Kyou tenía sus reservas en acercarse a muchas de esos monstruos, a pesar de que la mayoría se mostraron cooperativos, quizas debido a que conocían a Tsukune desde largo tiempo y su famosa 'reputación' debido a pertenecer al Club de Periódico de la escuela. Tsukune tenía una sonrisa amable a la mayoría de estos monstruos, como los ayudaba y pedía la ayuda de otros, cuando de ayudar a otros monstruos más grandes y de mayor peso se trataba. Kyou observaba a su primo con una mezcla de sorpresa y admiración, ver al pequeño 'Tsukki' que le apodaba de cariño de niño, verlo convertirse en este hombre desinteresado que ayudaba incluso a monstruos, y que estos respondiesen bien a él, era un shock para ella. Para sus ojos, ya no era un niño, sino alguien más crecido y masculino.
Por supuesto, eso no eliminaba el ceño fruncido de preocupación que ella reconocía en Tsukki desde que era un niño. Quizas preocupado por la suerte de sus 'amigos', esos Youkais quienes se estaban enfrentando a otros Youkais para defender esta escuela y sus integrantes. Ella desconocía el problema en sí, y no sabía si como los humanos, los Youkais tenían conflictos entre ellos, pero por lo que sucedía ahora, ella podía suponer que sí. Igual no podía esperar a que los amigos de Tsukune salieran victoriosos, mayormente si ellos estaban del lado de Tsukune, entonces no habría amenaza. Igualmente ella quería poder decirle algo reconfortante a su primo, pero no sabía que decir, a duras penas la realidad de todo esto se le estaba estrellando en la cabeza.
Fue en eso que se sintió una conmoción, y un grito femenino de algunas de las estudiantes Ayashi que se encontraban en el sitio, rápidamente esto tomo la atención de Tsukune y se dirigió al lugar, Kyou no pudo hacer más que seguirlo, preocupada aun por su primo. Tsukune se sentía responsable de este lugar, así no tuviera poderes para defenderse, sus amigos le habían confiado esto y era lo único que él podía hacer. Para cuando llego al lugar al doblar una esquina de la base de una colina, pudo ver la conmoción. Algunos estudiantes y visitantes de afuera, habían sido convertidos en piedra.
"¿Qué…? Pero…" La mente de Tsukune iba rápida pensando en lo que había sucedido y porque, pero no tuvo que esperar demasiado
"Una vista esplendida, ¿no es cierto Tsukune?" La voz oscura femenina le trajo escalofriantes recuerdos a la espalda de Tsukune, como giro hacia la cima de la colina para ver la fuente de la voz
"¡Eres tú! ¡La que me dio el espejo!" Kyou señalaba con disgusto a la forma de Ishigami Hitomi, la antigua maestra de arte de la escuela
Hitomi sonrió con burla a la chica, "así es, y debo agradecerte por ser una idiota útil y haber podido ayudar a entrar aquí, tus acciones hicieron posible la distracción para que entráramos yo y mi grupo, y así poder crear el suficiente caos dentro de la escuela, para destruirla por fin", alrededor de Ishigami se congregaban un grupo de media docena de Ayashi transformados a sus verdaderas formas
Muchos de ellos eran estudiantes e invitados como padres de familia, en sus verdaderas formas de Ayashi variadas. Sin embargo, lo que los hacia similares a todos, era un extraño símbolo de una cruz negra en las frentes u otras partes visibles de los monstruos. Esta cruz era el símbolo de poder de Yakumo, el Rey el Inframundo, este puede ejercer su voluntad sobre cualquier demonio bajo la influencia del Inframundo, designado por la marca en forma de cruz en sus frentes. Al ser el Rey del Inframundo, con su influencia borrando los últimos rastros de libre albedrío, los demonios afectados se convierten esencialmente en esclavos de su voluntad. Muchas de estas pobres almas habían sido tomadas antes de que el incidente del espejo de Lilith ocurriese, y Yakumo había puesto a todos ellos a obedecer las órdenes de la antigua maestra de arte.
"Estos de aquí me ayudaran a cumplir mi venganza contra ustedes, chicos del Club del Periódico, y contra esta escuela", Ishigami extendía sus brazos a los lados en una pose dramática, "estando estos débiles Ayashi controlados por el poder del Rey del Inframundo, y prestándome su fuerza, podre cumplir mi sueño, pero no debemos hacerlo a lo brusco, ya que todo, hasta la muerte y destrucción de las cosas, deben hacerse… con arte".
Ishigami luego señalo con su índice derecho a los dos chicos, como más de una docena de más Youkais controlados por el poder del Rey del Inframundo, y estando a la ordenes de Ishigami, aparecían y marchaban hacia los Ayashi de la escuela que no estaban controlados y heridos, sin posibilidades de defenderse.
Excepto por un chico decidido a no permitir que eso pase. Aono Tsukune cogió un palo recto y con una mirada ardiente en dirección a Ishigami, marcho contra ella para sorpresa de su prima Kyou.
Él no iba a permitir que ocurriese esto en su vigilancia, sus amigos habían confiado en el para esto. Muchos de los heridos no podían defenderse solos, y él no era de los que abandonaran a alguien indefenso, ya no jugaría a ser la víctima y esperar a que los otros vengan y lo salven. Esta vez el pelearía.
Y lo haría por su propia voluntad.
FIN DEL CAPITULO
Notas de autor:
Yakumo y los dioses del Meikai/Inframundo salen en la película de Yu Yu Hakusho: "Los invasores del Infierno".
Yasha es el villano que sale en la primera película u Ova de Yu Yu Hakusho: "El secuestro de Koenma".
A diferencia del anime de Rosario+Vampire, me estoy enfocando más en el manga, que dicho sea de paso es mejor y más congruente con sus hechos, aunque a veces tomo ciertas características adaptables del anime para facilitar la trama de mi historia. Por ende, que las madres de Mizore y Kurumu no se conozcan de antes ni sean 'rivales' pasadas, por ser antiguas estudiantes de la Academia Youkai como en el anime. En el manga, ellas solo se conocen recién en el festival de la escuela de Halloween, y eso adapto aquí, ya que facilita la congruencia de que la fundación de la escuela fue hace una década, exactamente como efecto de los hechos relevantes del final de Yu Yu Hakusho(Y Ushio to Tora).
