Capítulo 60: Mundo Tembloroso
Día Presente. 30 de octubre, Año 2005 (Día 2 de 3)
Mundo Humano. Polo Sur. Base Antártica Amundsen-Scott de Estados Unidos.
Hora 18:03 PM, Hora Local en el Polo Sur.
Una alarma sonó, alertando a todos en sus puestos, todas las alarmas y medidores colocados en esta base militar propiedad de los Estados Unidos, situados estratégicamente en este polo, han comenzado a comportarse de forma errática, marcando las alarmas por una especie de terremoto en las placas tectónicas, originadas en el Océano Pacifico Sur. La voz de alarma ha dado aviso a todos los ingenieros, geógrafos, militares y demás personal operativo dentro de esta base.
"Señor, ¡Hay un movimiento de las placas tectónicas anormal y totalmente desconocido!" Hablaba uno de los encargados de los radares, un militar ingeniero de piel morena y ojos negros
"¡Confirme! ¡¿Se trata de un ataque de alguna fuerza hostil o de un terremoto subterráneo?!" Hablo uno de los militares superiores y encargados, de piel blanca, cabello rubio corto y ojos azules
"¡Señor! ¡Algo de una medida extremadamente grande se mueve por debajo del manto y parece estar emergiendo de las aguas del Océano Pacifico!" Hablo otro de los encargados de medir las placas tectónicas como observaba los resultados del Sismógrafo
"¡Necesito noticias de los otros puestos de control y bases más cercanos! ¡Necesitamos confirmar!" Hablo el militar rubio encargado en una actitud autoritaria
"¡Señor! ¡El departamento geográfico anti terremotos de Nueva Zelanda se ha comunicado! ¡Tienen datos sobre lo que está sucediendo en el Océano Pacífico!" Hablo uno de los encargados de hacer las llamadas a las otros puesto y bases más cercanas
"¡¿Qué dices?! ¿Cuáles son las noticias?" Hablo el militar estadounidense
"¡Señor! ¡La base de Nueva Zelanda confirma que tienen los mismos datos que nosotros! ¡No es un ataque o algo provocado de forma natural como los terremotos! ¡No es ningún error de sistemas! ¡Hay algo allí abajo que ha emergido y es muy grande!" Hablo con miedo el encargado de haber hecho las llamadas, un sudor profuso bajaba por su piel morena como parecía asustado, por no saber comprender que estaba sucediendo
El líder militar rubio, solo podía sentir el mismo sentimiento como a pesar del clima frio perpetuo en aquel continente helado, y tener los sistemas de calefacción en un nivel promedio, un sentimiento de escalofrío le recorría la espalda. Sintiendo una sensación ominosa recorrerlo, algo que nunca antes había sentido en su vida, era como si un sexto sentido le estuviese advirtiendo de que algo se acercaba. Mientras el ruido a su alrededor parecía silenciarse por alguna extraña fuerza y los silbidos de las voces alrededor parecieran ralentizarse en el salón. Una sensación de presentimiento se hacía cada vez mayor. Como si algo desconocido estuviese emergiendo y estuviese a punto de dejar su huella en el planeta.
….
Solo habían bastado pocos minutos después de que aquella enorme cosa emergiera de las aguas del Océano Pacifico. Su influencia esta vez era mayor, mucho mayor a la vez que una parte de su poder emergió proyectada en la 'Colina de la Bruja' en Japón. Esta vez no era distinta, se trataba de una protección de su poder, que podía afectar las leyes de la física misma, como un ser fuera de este mundo, que dañaba y alteraba las leyes terrenales y espirituales de este y todos los demás mundos. El ser aún seguía encerrado en su prisión en la ciudad sumergida de R'lyeh, en el Pacífico Sur. En otro universo. Pero su influencia es Multi universal. Como se está demostrando ahora.
Antes de que incluso los seres de este plano existencial, se diesen cuenta de su presencia, este con su sola presencia comenzó su primer ataque. Pero no se trataba de un ataque físico, sino uno psíquico. Aun con más de la mitad de su poder restringido en su tumba acuática donde dormía, el que poseía era suficiente para lo que quería hacer. El inmenso ser que pareció emerger de una enorme ciudad submarina en el medio del Océano Pacifico, de varios metros de largos, enormes alas parecidas a murciélagos, enormes manos como garras, una cabeza viscosa y cubierta de tentáculos destacaba sobre un cuerpo grotesco y escamoso con unas alas rudimentarias; pero era el perfil general de toda ella lo que resultaba más espantoso. El Amo de R'lyeh miro al cielo oscurecido lleno de penumbras y nubes ominosas que relampagueaban ante su presencia. Como de sus intensos de ojos que parecían puntos rojos en medio de la oscuridad, mando una simple orden mental, aun no lo suficiente poderosa para todo el planeta y los otros planos de existencia y dimensiones dentro de esta, pero lo suficiente para hacerse eco de su llamado, para denotar su presencia a los entes más cercanos, ya que todos sin excepción, tengan habilidades espirituales crecidas como los que no, no serían indiferentes a su presencia.
Y no muchos minutos después de eso, su llamada está siendo contestada, con todos los seres vivos más cercanos a su ubicación reaccionando a esta de distintos modos. Pronto, la respuesta a su llamado se extendería a todos los demás mundos.
….
El Polo Sur, Nueva Zelanda, Australia, Argentina y Chile, además de las islas y archipiélagos habitados en su circunferencia serían los primeros lugares en sentir su enorme presencia más cercana, con su enorme poder hipnótico. Solo habían pasado menos de una hora, y ya la mayoría de la gente ha caído en su embate psicológico. Todas las líneas de emergencia empiezan a sonar en estos lugares, pero permanecían sin respuesta, las alarmas de seguridad estan ya en su punto rojo. Los aparatos eléctricos y electrónicos comenzaban a presentar fallos. Hay disturbios en las calles, gente saliendo a hacer desmanes. No hay respuesta de la policía, ni del ejército, ni de paramédicos ni de ningún servicio de emergencia ni respuesta de ayuda. Todas las líneas de socorro estan inutilizadas y solo se escuchan estática.
Toda la población en esos lugares actúa como si fuesen zombies o muertos vivientes, todos se atacan los unos a los otros. Todo sentido de raciocinio parece haberlos abandonado, como dejaban actuar sus más oscuros instintos. Parecían imágenes de animales o bestias salvajes, que seres humanos razonables. Madres asesinan a sus hijos, ya sean con objetos filosos o con sus propias uñas y dientes. Familias enteras se masacran entre sí. Antiguos amigos se atacan entre sí. Cualquier objeto que más ayude a matar al otro, sean desde armas de fuego, hasta objetos punzocortantes. Desde sus manos, uñas y dientes.
Actitudes aberrantes como violaciones grupales o grandes orgias sexuales al aire libre, se hacían sin ningún pudor. Niños, ancianos, mujeres, hombres, cada persona de cualquier ámbito participaban entre estos grupos de depravados, como a la vez otros se cortaban y se mataban a la vez. En una secuencia tan dantesca, que muchos lo llamarían un verdadero "holocausto de éxtasis y libertad".
Muchos grupos de ocultistas de ordenes esotéricas salían a las calles, vestidos como viejos monjes y sacerdotes con sus rostros bajo sus capuchas; acechaban ocultos entre las sombras para salir a secuestrar personas y llevarlos a sus templos ocultos. Muchos de estos seres 'humanos', parecían inmunes a las ondas de embate mental del gran Primigenio. Pero no lo eran por ser fuertes de forma mental o elevados espirituales de una causa noble, es porque en el fondo estos humanos que provenían de las ordenes esotéricas, son sirvientes de los Primigenios que, para celebrar la llegada de su amo y señor, del Supremo Sacerdote de los Grandes Antiguos, realizaban rituales que incluían sacrificios humanos. Los sacrificados eran seres humanos que habían sucumbido al poder mental de su gran amo y señor. Con enormes cuchillos curvilíneos, ponían a sus víctimas, entre ellas una mujer que se retorcía y se desgarraba las ropas, como hacían poses sugerentes que más que humanas, recordaban a un demonio seductor o Súcubo. Uno de los grupos ocultistas que parecía el que presidia ese sacrificio, ordenaba ponerla sobre un altar de piedra y sujetarla con grilletes de sus extremidades, como de inmediato, era apuñalada en su corazón por su mano, dando un enorme alarido que parecía una combinación de grito y gemido, como la sangre se derramaba en ofrenda a una enorme estatua, que asemejaba la apariencia de un dios antiguo, con sus enormes tentáculos y forma abyecta.
Otros sacrificios, incluían llevar a las víctimas a los muelles o playas, donde los sacrificados eran sumergidos vivos, en honor a los tres grandes 'dioses antiguos' a quienes sirven. Siendo estos 'sacerdotes' y leales seguidores de los seres abominables de ultra mar. Cthulhu, Dagón y su cónyuge Madre Hidra. Debido a su mente mayormente intacta debido a pertenecer a ordenes centenarias que cultivaban lealtades a los Grandes Antiguos, sus facultades mentales estaban integras, logrando pasar desapercibidos entre el mar de gente que habían perdido completamente la razón. Y que por alguna extraña razón o designio 'divino' de estos seres abominables, los locos no atacaban o agredían a los miembros de las ordenes esotéricas, y se mantenían alejados como si les tuvieran miedo. Quizas porque la visión de algunos debajo de sus capuchas, no eran del todo humanas. Siendo algunos de estos miembros teniendo pieles similares a escamas o una sustancia gelatinosa que no podía ser piel humana, y en algunos de ellos, enormes apéndices parecidos a pulpos emerger de estos.
Los pocos que aun mantenían sus cabales intactos, que podían resistir el embate mental, eran los Youkais de Rangos elevados, usando su poder demoniaco para resistirlo. Pero los Ayashi de baja clase como la E y D, cuya fuerza e inteligencia eran bastante bajas, el embate mental fue demasiado para sus mentes, obligándolos a mostrar sus verdaderas formas demoniacas y monstruosas, que al lado de los seres humanos locos, no provocaban miedo algunos, sino una que una gran mayoría de Ayashi si no se enfrascaban en peleas entre ellos mismos, se dedicaban a dejarse llevar por su verdadera naturaleza demoniaca, comenzando a cazar y devorar humanos sin control, como los dementes humanos, comenzaban una danza de juego parecido a persecución y captura. Donde algunos se dejaban atrapar por estas criaturas y se dejaban devorar en espectáculos dantescos al aire libre, mientras que otros humanos más osados y dementes, aprovechaban las fuerzas de sus números, para rodearlos y cazar a los Ayashi hasta la muerte.
Aunque una buena parte de los Ayashi eran difíciles de derribar, debido a sus fuerza superior, y algunos eran más veloces como los Licántropos y otras razas, a la larga estos ya no poseían la inteligencia adecuada que les permitiera razonar, y cedían a sus instintos más básicos que era atacar y defenderse, lo que los llevaba muchas veces a la muerte, no sin antes cargarse a docenas y docenas de seres humanos, armados con armas pesadas de fuego, armas filosas punzocortantes, e incluso algunos cargaban con bombas, misiles, lanzallamas y demás objetos mientras los humanos dementes conducían directo hacia los Ayashi desde carros que explotaban con sus tanques llenos de gasolinas, o tanquetas de agua u gasolina, incluso algunos tanques armados blindados con torretas que usaban las fuerzas policiales y militares de los países que sucumbieron y se unieron a las filas del ejército de dementes, que azolaban las calles, e incendiaban las ciudades, reduciéndolas a infiernos vivientes, donde cualquier especie ardía.
Los Youkais de mayor rango de poder, que podían resistir el embate mental, junto a los seres humanos con grandes poderes espirituales, llamados Psíquicos. Comenzaron a luchar cada uno por su cuenta, olvidándose que incluso podrían considerarse 'enemigos' naturales, dejaban sus diferencias de lado, algunos llegando a unirse para abatir a cuanto humano o Ayashi delirante encontraran en sus caminos, como ambas especies que aun contaban con su raciocinio, luchaban por su supervivencia, tratando de escapar de las ciudades en llamas. Mismo caso no podía decirse de las zonas rurales que estaban aisladas y sucumbían más rápido, ante la ola de locura que poblaba a humanos y Youkais por igual. Lo mismo de las islas y archipiélagos del Pacifico, cuya población era baja y tenían pocas oportunidades para los sanos de mente, de escapar de la ola de locura, como los botes y barcos eran destruidos, incendiados y hundidos; como estas mismas ardían en grandes mares de fuego que arrasaban todo, y no dejaban escapes algunos a los dementes humanos y Ayashi que provocaban todo esto.
Solo había pasado menos de una hora, para que esto se extendiese como una infección. Y solo era una pequeña parte que conformaba el Mundo Humano. Pero solo era el inicio. Si no se detenía la fuente, cosas aún más aterradoras estaban por venir, que podría extenderse a todos los demás mundos.
….
Mundo Espiritual.
Al mismo tiempo que se suscitaban estos hechos, en el Mundo Espiritual se suscitaban otros, como consecuencia de lo que estaba sucediendo tanto en el Mundo Humano como en el Mundo Demoniaco. Una alarma sonaba estruendosamente en todo el palacio del Rey Enma y el príncipe Koenma. Una voz femenina se hacía escuchar, como había mucha actividad dentro del castillo:
"¡Emergencia! ¡Emergencia! ¡El nivel de crisis en el Mundo Humano se encuentra en la situación potencial de destrucción global! ¡Se solicita a la Fuerza de Defensa Especial del Mundo Espiritual entrar en acción inmediatamente!"
Grandes pasos se podían escuchar por los pasillos, como muchos integrantes entraban a salones donde estaban casilleros que guardaban sus útiles, herramientas y uniformes que conformaban esta fuerza especial. Algunos bajaban por lo que parecían ser grandes y largos tubos directo hacia abajo, como la luz roja de alarma parpadeaba fuertemente iluminando la tenue oscuridad, lo que solo daba forma al miedo con que poblaba ahora el castillo y que hacía que muchos se sintieran en una atmosfera opresiva, pasando a hacer sus cosas en una velocidad máxima. Decenas y más decenas de estos miembros, ya habiéndose puestos sus uniformes característicos grises y chalecos blindados.
Decenas de ascensores de vidrios se elevaban por las paredes exteriores del castillo del Mundo Espiritual, directo a la cima, donde tomarían vuelo los miembros de Defensa del Mundo Espiritual.
Bite Size Monster Dictionary: Fuerza de Defensa Especial del Mundo Espiritual
Entre los espíritus son conocidos como cazadores, y son muy temidos. Su principal función es patrullar las zonas del Mundo Demoníaco que controla el Mundo Espiritual. Y eliminar a los Youkais agresivos, para poder expandir el área de control. Si un Ayashi que crece en el Mundo Humano, tiene un poder de clase A, y es juzgado como peligroso para la humanidad. En ocasiones, ellos lo eliminan.
Al llegar al último piso del castillo en lo más elevado, los integrantes de esta fuerza, que se podían contar por medio centenar, rápidamente toman vuelo, con sus auras de energía espiritual envolviéndolos, y como si fuesen estrellas fugaces, alzan el vuelo por el cielo oscuro y nublado del Mundo Espiritual, como se dirigían al Mundo Humano a enfrentar la crisis. Otro grupo más pequeño, se tiene pensado en dirigirse hacia el Mundo Demoníaco, para además de mantener el patrullaje en las fronteras límites de los distintos mundos, el averiguar en la investigación sobre la recienta batalla que devasto un tercio de aquel mundo, y que se sintió sus efectos hasta el Mundo Espiritual.
El príncipe Koenma, el cual sostenía su forma de adulto joven-dejando atrás su forma de bebe flotante -debido a que había pensado en acudir al Mundo Humano, solo para que tal idea fuese desechada por orden de su padre. Él ya marchaba apurado a la oficina de este, mientras las luces rojas y la alarma seguían parpadeando y sonando, mientras avanzaba en los pasillos oscuros, cuyas luces excepto las rojas fueron apagadas, para dar constancia del nivel de amenaza presente. El príncipe Koenma el cual portaba la imagen de un joven y guapo humano, con cabello castaño de longitud media, con raya en medio. En ambas formas, sin embargo, se mantiene vestido de manera similar, así como la marca de "Jr." en su frente y un chupete azul el cual mantiene siempre en su boca. El príncipe avanzo por los pasillos, haciendo caso omiso a los numerosos asistentes Ogros que pasaban apurados, y a las mujeres Shinigamis o Parcas de la muerte, encargadas de la siniestra labor de transportar las almas de los difuntos hacia su juicio en las puertas del más allá.
Al llegar a las enormes puertas que conformaban la oficina de su padre, el no espero a tocar, como paso sin previo aviso, teniendo ventajas en ser el hijo del Rey encargado del Mundo Espiritual. El príncipe paso a la oficina y con la vista pudo observar a su padre, en toda su enorme e imponente figura, de espaldas y observando por la gran ventana sin cristales a un costado de su oficina. Observando las numerosas luces que se elevaban tal cual estrellas fugaces en el oscuro firmamento nubloso, mostrando la partida de la Fuerza Especial. El príncipe Koenma entro sin hacer tanto ruido y se posó de costado a su enorme escritorio, que parecía hecho para un gigante, y tal caso no era para quedar en duda ante la enorme estatura del Gran Rey del Mundo Espiritual. Koenma no necesitaba llamar su atención, como el Rey lo había sentido apenas varios metros más alejados, el venir. Fue después de unos segundos, que el primero en hablar fue el propio Gran Rey Enma.
"La sirena de alerta especial siempre me incomoda, pero no sería apropiada si la cambiara por la de una cajita musical". Hablo la enorme y gruesa voz con acento de mando del Gran Rey Enma, con la vista aun solemne observando la partida del grupo especial
"Padre". Koenma hablo, esperando tomar la palabra, pero es ahí que el Gran Rey seguía hablando primero, para mostrar su autoridad
"Y han sido no muchas las veces en que he escuchado esta sirena. Por suerte, los niveles, aunque críticos, nunca hemos llegado a tal nivel de amenaza y crisis, en que tuvimos que volvernos paranoicos y pensar que todos los demás mundos estan amenazados. Esto me lleva a pensar que llevo siglos en esta labor ingrata, y quien sabe cuántos más. Pero esto no se puede comparar con las anteriores crisis vividas, esas las sobrevivimos y aun seguimos aquí. Pero esto tiene el potencial de destrucción no solo de este y los otros mundos, sino tambien de todo el Universo". Finalmente, el Gran Rey Enma se volteo en toda su estatura dejándose ver finalmente
Era bastante enorme, de una gran altura de casi una decena de metros, vestía una especie de uniforme gris, con rayas amarillas que le cruzaban los bordes de su abrigo como se entretejían en la mitad de este, así como una especie de cinturón rojo amarrado en una especie de moño. Vestía una especie de sombrero en su cabeza, del mismo color gris de su uniforme, adornada con extensiones doradas que asemejaban a una corna. Su cabello era corto y tupido de color negro, que les unía a los lados de su cara en sus patillas, hasta formar una gran barba de candado. Tambien portaba unos enormes lentes, lo que le daba una apariencia extraña pero intelectual, más allá de sus años. Algo extraño para los que podrían imaginarse la apariencia del ser que inspiro la variante japonesa del Yama. Que también aparece de manera destacada en el budismo, y es considerada como el feroz señor y juez de los muertos, así como el motor del Samsara y el defensor de la práctica espiritual.
"Koenma, creo que ha llegado el momento de vivir nosotros nuestro propio juicio. A pesar de que el número de detectives espirituales, miembros de la Fuerza de Defensa, Psíquicos aliados y otras alianzas que hemos incluso hecho con los Ayashi. Nunca hemos estado en nuestro mejor momento que ahora, y nunca hemos estado incluso más vulnerables. Hace más de una década, durante la crisis de Sensui y el portal al Mundo Demoníaco, teníamos menos de una docena de miembros de la Fuerza de Defensa, aunque no podrían haber logrado combatir a los Youkais de mayores rangos como la clase S, al menos servirían para sellar los portales que daban a aquel mundo que conectan con el Mundo Humano. Ahora que numerosos portales abiertos en el Mundo Humano conectando con el Demoníaco, me he tenido en la necesidad de pactar con los reyes de aquel lugar, incluso si cambian cada cuatro años con el dichoso Torneo del lugar. Como resultado nuestro pie de fuerza se multiplicó y nunca hemos tenido más miembros luchadores de nuestro lado que ahora. He enviado la mitad de un centenar de estos al Mundo Humano como resultado, para ayudar a la crisis, mientras el resto continúan con la patrulla fuertemente en el Mundo Demoníaco, e investigan la raíz de la destrucción de una tercera parte de este, debido a una batalla reciente".
El Gran Rey Enma parecía hablar de una forma solemne, observando a un espacio en blanco a la pared al otro lado, no dirigiéndole la vista a su hijo, quien esperaba paciente su respuesta dirigida hacia él, como protocolo.
Después de un momento, el abrió con un botón de su escritorio, la pared donde había estado observando, que se abrió a los costados, dejando entrever una enorme pantalla de gran longitud y altura, como después de encenderse, la pantalla se dividió en otras más pequeñas, en un total de una docena que mostraban distintos lugares y ambientes tanto del Mundo Humano como del Mundo Demoniaco.
"Lo que estamos experimentando es algo que sobrepasa nuestras capacidades y conocimientos. Nunca ni en mis días más oscuros, creí posible que tendríamos que vernos con la amenaza Primigenia, que buscar consumir nuestro plano y los otros planos de la Existencia. La amenaza de ese ser nefasto, cuyo poder mental es tan grande, que ha logrado inducir la locura a la mayor parte de la población humana y Youkai, que viven en la zona circundante, y que amenaza con extenderse y cubrir todo el Mundo Humano, y de allí extenderse a los demás mundos. Aunque no es eso lo que más miedo me da, no. Aquellos con una fuerza espiritual grande, lograran tener sus mentes fuertes al embate psíquico. Por lo que no tengo miedo de que yo u los demás miembros de la Fuerza Especial de Defensa, cuyos poderes espirituales de clase A, nos salvan del embate mental. No, le temo cuando comiencen a emerger las mutaciones, y todo cambie para degenerarse en abominaciones de Eldritch. Allí podremos dar todo por perdido". El Gran Rey Enma decía una forma solemne, pero cuy tono de voz, traicionaba la pequeña pizca de miedo que intentaba enmascarar
'¿Abominaciones de Eldritch?' Eran los pensamientos del príncipe Koenma, extrañados por escuchar de esto por primera vez
"He mandado dos fuerzas con dos misiones separadas al Mundo Humano. Una de estas fuerzas, lideradas por Shunjun que es la mayor fuerza, tiene la misión de converger en las zonas afectadas circundantes, y ayudar a rescatar a los humanos que aun conserven algo de su mente, como aquellos que viven en zonas alejadas como zonas rurales e islas incomunicadas por el azote psíquico de la aparición del Primigenio. Tambien en las zonas urbanas, el unir fuerzas con los Psíquicos y Ayashi aliados, cuyas mentes sigan en función e intentar salvar tantas vidas como puedan, y reducir los posible desastres y efectos de la crisis. Otro grupo más pequeño, lideradas por el antiguo capitán Ōtake, tiene la misión de converger en el punto de unión del poder que hace manifestar la energía para invocar la proyección del Primigenio, que es la Academia Youkai. La cual he dado la orden de destruirla con todo y barrera en dado caso, que no se puedan disipar los efectos".
Un sudor frio comenzó a recorrer al príncipe Koenma, al escuchar las palabras de su padre, "¡Padre! ¡No puedes hacer eso! ¡Destruir la Academia Youkai será un retroceso grave en nuestras relaciones con los Youkais! ¡Tantos años ganados en construir esta relación cordial y diplomática, esta acción premeditada socavara tantos años de esfuerzos! ¡Eso causaría un conflicto con los Señores Oscuros quienes fueron quienes patrocinaron su construcción! ¡Y el inicio de un conflicto mayor con las Ciudades Libres al tener varios de sus ciudadanos estudiando en esa escuela! ¡Eso sin olvidar al Centinela allí adentro! ¡Eso enturbiaría nuestra relación con Mystacor y no obtendremos ninguna ayuda si la amenaza Primigenia resulta incontrolable!"
El Gran Rey Enma solo resoplo, como cerro sus ojos de cansancio. Sus brazos cruzados tras su espalda, como intentaba relajarse ante el arrebato de su hijo, y todo el estrés y ansiedad que cargaba consigo, pero que trataba de mantener estable, debido a su responsabilidad como Rey del Mundo Espiritual y velar por la seguridad del Mundo Humano.
"Creo que es más importante pensar en las consecuencias si permitimos que la influencia Primigenia siga extendiéndose. Los Señores Oscuros lo entenderán, incluso si uno de ellos cae dentro de la barrera de la escuela, es preferible que permitir que todos los demás mundos caigan ante algo que es peor, que la propia oscuridad demoniaca. Eso podemos entender, pero lo Primigenio no. Esta fuera de nuestro entendimiento y hasta nuestros antiguos enemigos les temen. Los Centinelas son los únicos encargados que conocemos, que pueden ofrecer una mejor resistencia, pero hasta ellos estan conscientes del peligro si estas 'criaturas' continúan expandiéndose. Entenderán que el sacrificio es necesario para impedir el avance Primigenio, ya sea de ellos mismos o de otras grandes concentraciones de grupos de personas, sean de cualquier especie. Incluso si tienen que hacer volar este mundo al olvido, lo harán sin dudarlo. Yo solo trato de mantener todo contenido, para no causar daños mayores. Conozco a los Centinelas mejor que tu hijo, trate con uno de ellos en el pasado, en la antigua guerra que hubo entre el Mundo Espiritual y el Mundo Infernal. Me ayudo a ganar la guerra y mantener el control de las almas de los Seres Humanos fallecidos, que Yakumo quería para sí en su reino, y con eso, alimentar a las fuerzas Primigenias con las que se alió y le ayudaron en los primeros meses de guerra; sin el valioso aporte del Centinela, nunca hubiésemos ganado.
"El Centinela después de eso, se fue de nuevo a su mundo sede. Nunca quise que volvieran a aparecer, porque no quería que trataríamos de nuevo con aquella oscuridad ominosa que me hace temer peor que a los Youkais de clase S; y creí que sería lo último que trataríamos con esos seres y sus carceleros. Pero no fue así, y ahora la historia se repite para peor".
Koenma se encontraba atento ante las palabras de su padre, nunca en todos sus años de vida, que podrían contarse por siglos, había visto a su padre en una postura que lo hiciera ver tan cansado, como si el peso de su edad por fin le estuviese alcanzando, junto con el terror de una nueva amenaza que escapaba a su comprensión. Ni siquiera las anteriores crisis lo habían parecido dejar de ver de una manera que no fuese el imperturbable Gran Rey Enma, Rey del Mundo Espiritual que ayudaba el paso de las almas de los fallecidos -sean humanas o Ayashi-a su elevación espiritual en su transición por este lugar.
El príncipe paso a observar las pantallas de las cámaras que daban un vistazo mayormente a la situación por la cual atravesaba el Mundo Humano. Imágenes perturbadoras de grandes manifestaciones personas e incluso unas pocas Ayashi, enfrascándose en escenas espantosas de matanzas, muertes, violación, canibalismo y otras depravaciones que solo se podría atribuir a lo peor del ser humano, con escenas que se podían contar y observar en el antiguo video cinta del Capitulo Negro, el cual recopilaba las peores perversiones y crímenes de la humanidad desde hace miles de años desde su creación. Verlas en este tipo de escenas en tiempo real ahora mismo, causaban que un reflujo de vomito quisiera subir por la garganta del príncipe Koenma, pero este se lo aguanto, haciendo acopio de toda su fuerza mental y espiritual, para tratar de calmar su cuerpo y devolver el reflujo gástrico. Ahora mismo es cuanto más necesita estar calmado y sereno, para ayudar a su padre a tomar la mejor decisión. Era su deber como príncipe de este reino.
"Padre, sé que no entiendo bien el alcance de todo esto, ya que fuera de las historias que me he venido enterando durante todo este año, sobre las antiguas historias que me contabas acerca de la gran guerra que se suscitó anteriormente entre los mundos Espiritual e Infernal, y cuál fue el alcance de la intervención Primigenia y la aparición de los Centinelas. Vivimos en un universo más grande lo que pensamos inicialmente, y es en eso que estamos avanzando a querer abarcar todo en un espacio tan pequeño, que olvidamos la grandeza de los enorme y vasto que es la propia Existencia. Por ende, es que no podemos cegarnos a la verdad y pensar que podemos solucionar todo por nuestra propia cuenta. No si podemos contar con ayuda de aquellos que nos tienden la mano, y saben más de nosotros en cómo podemos lidiar con toda esta situación".
El Gran Rey Enma resopla, como se lleva sus manos detrás de su espalda, cruzándolos como pasa a observar la pantalla donde las diversas cámaras muestran las distintas escenas caóticas que se desarrollaban en el Mundo Humano y Demoniaco. Descruzando sus brazos, y con un control remoto que tomo de su enorme escritorio, apunto a la pantalla y con un clic, una imagen más grande apareció por encima de las docenas de cámaras, esta imagen parecía más granulada, escuchándose un eco de estática, como la imagen luchaba por formar forma, como de esta se podía inferior se encontraba en algún lugar de un mar u océano, y la imagen mostraba lo que parecía ser una enorme visión de algo tan grande y vasto, que el príncipe Koenma nunca había visto en toda su vida.
Parecía una especie de figura demoníaca con alas parecidas a murciélago o dragón, su enorme cabeza, estaba rodeaba de muchos ojos que parecían brillar en la imagen de la pantalla, con enormes tentáculos que parecían apéndices que le sobresalían de su rostro, y cuya visión le causaba una combinación entre espasmos y escalofríos recorriendo su cuerpo. No sabía de quien se trataba, pero tenía una idea de que se trataba. Cómo observaba la imagen que parecía voltearse para observar a quien se atreviera a grabarlo en ese instante. En ese instante, antes de que Koenma experimentara un colapso mental, fue que la imagen del video fue desconectada con un clic del control remoto que sostenía el Rey Enma.
"Ahora ya lo sabes, y ya lo experimentaste. Este es el alcance total de las cámaras, de hasta donde pueden llegar, sin que su embate psíquico comience a afectar al Mundo Espiritual o mucho peor. Yo tome mucho entrenamiento mental y espiritual, de parte del antiguo Centinela de hace siglos, para poder resistir los embates mentales de los Primigenios. Fue lo que irónicamente me hizo crecer en más poder espiritual, hasta conseguir dominar el Mundo Espiritual y expandirlo más, ganando la guerra contra el Inframundo. Y, sin embargo, el miedo que sentí en aquella ocasión en que los sentí a ellos, es algo que nunca podré olvidar ni sacar de mi piel. Mas, aunque este mismo ser, tiene el poder de deformar la realidad misma. Hemos tenido suerte de que solo sea una manifestación psíquica del poder de aquel ser, encerrado en su tumba submarina de R'lyeh, gracias al poder que drena de la Gran Barrera de aquella dimensión de bolsillo que es donde se encuentra la escuela que fundo aquel Señor Oscuro, y que fue creada a partir de la enorme energía demoniaca de los tres Señores Oscuros existentes. Por esa razón, la única oportunidad que tenemos de detener todo este caos, es destruir la base de donde consigue la energía aquel Primigenio para manifestar su forma psíquica, a través del pensamiento, ya que su cuerpo físico está encerrado en otro universo. Es la única oportunidad que tenemos". El Gran Rey Enma hablaba con una voz y tono tan graves, contrario a las muchas veces actitud fría y serena en momentos de crisis, que le hizo saber al príncipe Koenma, que esta vez hablaba bastante más en serio que en otras ocasiones
Aun así, a pesar de eso, y de haberse sentido una sensación tan escalofriante que nunca antes en su vida ha experimentado, más que cuando sintió al observar aquel enorme ser en la pantalla. Aun así, tiene la resolución para saber aun hacer lo correcto.
"Padre, es cierto que es algo que nunca antes había experimentado, y que no me cabe la duda de la real amenaza que estamos enfrentando. Pero aun así… Aun sigo insistiendo en que cometes un grave error. Destruir la dimensión que alberga la Academia Youkai no solucionara nada a largo plazo. Incluso si logras detener el avance de esa criatura, ¿Cuánto tiempo tomara para que regrese, esta vez con más poder que antes? Recuerda el incidente que ocurrió en la 'Colina de la Bruja', esa vez el poder manifestado y la presencia de la proyección psíquica, no eran tan grandes debido a que usaba el conducto de unas pocas páginas extraídas del Necronomicon. Ahora su alcance es elevado, debido a que usa una Esfera de Poder creada con las energías oscuras de la dimensión de donde proviene la criatura que duerme. Y todo es ayudado y orquestado por el antiguo Rey de Mundo Infernal, Yakumo, a quien creíamos derrotado definitivamente hace más de una década. Toda esta información me fue suministrada por el Señor Oscuro, Tenmei Mikogami, director de esa escuela y uno de los creadores de aquel submundo. Él lo hizo en aras de respetar nuestra alianza y vinculación de hace mucho tiempo, que busca construir en puente entre las relaciones pacificas entre humanos y ayashi. Si destruyes aquel lugar, destruyes ese sueño a largo plazo.
"Eso sin contar que, con la muerte del Centinela, perderíamos a uno de nuestros aliados más valiosos, con el que podemos entender y lidiar mejor ante la amenaza Primigenia. Quizas los demás Centinelas lo entenderían, pero no es como que podamos contar con ellos cada vez que tengamos una emergencia, y menos si no estamos en tan comunicación que podría perderse debido a nuestras acciones imprudentes, que no desmeriten su desconfianza. Así que por favor Padre, te lo ruego, espera un poco más y dale un poco de tiempo para que el Señor Oscuro Mikogami, el Centinela Kay Namura, y sus demás amigos y aliados. Puedan resolver esto por su próxima cuenta, no es que no vayamos a actuar, enviar al grupo de defensa a las inmediaciones de donde se localiza la barrera que separa ambos mundos de la escuela, y que esperen instrucciones hasta un nuevo aviso de nuestros aliados".
El Gran Rey Enma había tenido sus ojos cerrados, mientras sus brazos estaban cruzados detrás de su espalda, no tardo mucho, cómo tras un suspiro abrió sus ojos, y enfocó su mirada en el príncipe Koenma que hizo todo lo posible por no sentirse intimidado ante la enorme figura de su padre, que posaba toda su atención en él.
"De acuerdo, Koenma. Eres un príncipe y el próximo a heredar mi posición en el Mundo Espiritual. Si puedes pensar en tomar decisiones difíciles y poner tu fe en las personas acertadas. Tu camino cómo líder está cimentándose. Me comunicaré y daré la orden al capitán Ōtake de esclarecer un perímetro y estudiar la situación, de la mejor manera mientras se busca opciones alternativas a la destrucción. Pero será solo por la siguiente hora, ya ha pasado casi una hora desde la manifestación de la criatura Primigenia, y ya una gran porción de su influencia se denota en el embate psíquica que esta manda mediante poderosas ondas mentales. Aun así, el as siguientes horas esto podría extenderse, así que una hora será más que suficiente para que esto n consuma rápidamente a todo el Mundo Humano, o eso espero. Pero Koenma, se de antemano esto", El Rey Enma endureció aún más la mirada, haciendo tragar saliva al príncipe, pero mantuvo si compostura
"Cualquier señal y aviso de que alguna mutación o cambio de deformación de la realidad este sucediendo, daré la orden inmediata de proceder a destruir toda aquella Gran Barrera que sostiene aquella dimensión aparte del Mundo Humano. No correré riesgos, ante algunas de esas abominaciones de Eldritch, comiencen a causar mutaciones y deformaciones de los seres vivos, causando que se conviertan en cosas horrorosas sin forma definida; o que los poderes del Primigenio una vez haya podido absorber más energía, comience a alterar la realidad misma del espacio tiempo en este universo. Hay un límite al que me sostendré, en dado caso si los aliados dentro de aquel submundo no tienen éxito. Ve y seguid comunicándote con el Señor Oscuro y mantenme informado de todo cuando ocurra. Yo me comunicare con el grupo de avanzada del grupo de defensa, hazlo rápido que no tenemos tiempo que perder".
El príncipe Koenma asintió ante las palabras de su padre, como inmediatamente salió de su oficina a gran paso, esperando estar a tiempo para estar al pendiente, en los acontecimientos que estan por suceder.
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Mundo Humano.
En algún lugar de Japón. En un enorme castillo.
Sobre una de los muros de piedra de este castillo con apariencia medieval europeo, algo extraño para un país como Japón, pero que no es tan extraño dada la cultura Ayashi de allí, que podía fusionar varios aspectos de varias criaturas sobrenaturales de distintas partes del mundo, mucho antes cuando los viajes entre continentes eran más accesibles, ahora no tanto. Y dado que este castillo pertenece al mundo de lo sobrenatural, no es extraño que su vista este vetada al ojo humano, como algunos casos de algunos asentamientos de criaturas sobrenaturales con sus propias ciudades escondidas en el Mundo Humano, ya sean por medio de poderosas barreras mágicas que los mantenían en otra dimensión aparte en el mismo espacio donde habitan los humanos o incluso en lugares escondidos bajo el suelo. Y este caso no es la excepción.
Un hombre con vestimentas europeas antiguas que parecen sacadas del siglo XVIII, se encontraba sobre encima del muro de piedra del castillo, observando el cielo en su día más nublado extrañamente, pero cuya atmosfera traía un mensaje ominoso. El hombre de cabello oscuro y lacio que le llegaba hasta los hombros, y con una barba de bigote y perilla. Él sabía que en este momento lo que sucedía en una parte del Mundo Humano, la criatura finalmente había sido liberada para con su poder, penetrar en las mentes de todas aquellas almas débiles, para traer la ruina a este mundo. Fue gracias al libro que adquirió, el Necronomicon, que pudo llevar a cabo la construcción de una Esfera de Poder que pudiese conectar con el mundo de donde las energías oscuras, para que un poder mayor al mostrado anteriormente, en la 'Colina de la Bruja' se hiciese presente. Debería sentirse regocijado al esperar que sus enemigos fuesen destruidos, pero sabía que este sentimiento de 'triunfo' seria solo temporal, y que otro sentimiento más pesado de amargura consigo mismo no podía evitar embargarlo. El que era el que había instigado esto en primer lugar, no tenía caso retractarse, entonces porque sentía que un sentimiento de 'traición' no podía evitar embargarlo, como si hubiese cometido un crimen contra alguien que conoce.
El negó con la cabeza con un movimiento, como llevo sus manos a uno de sus bolsillos de uno de sus chalecos caros de colores brillantes, como saco lo que parecía ser un reloj antiguo, uno en forma circular que se encendía dándole cuerda, que fueron bastantes populares entre la nobleza europea del siglo XVIII. Este hombre, abrió la tapa, pero no era la hora a quien quería mirar, sino la fotografía que se encontraba al lado del vidrio donde marcaba los minutos y segundos haciendo tic tac. No era una fotografía vieja, sino parecía tener unos pocos años si se toma la edad que fue hace más de una década. La fotografía del hombre mismo portando en su vestimenta europea antigua pese a su origen Japonés, estaba en la fotografía con una sonrisa dulce sosteniendo un bulto. Junto a una extraña mujer vestida con una vestimenta que emulaba los antiguos vestidos europeos femeninos de la época victoriana. La mujer era bastante hermosa, mientras estaba su lado, con sus ojos cerrados y sonriendo de forma cálida, y un largo cabello de color rosado que le llegaba hasta la cintura. Ambos sostenían lo que parecía ser un bebe envuelto en sábanas y pañal, no se podía observar nada más, excepto una pequeña mano sobresaliendo del bulto en señal hacia sus padres.
Extrañas sensaciones comenzaron a embargarlo, emociones que creía conocer al ver aquella fotografía, que por la vestimenta de quienes la portaban, debería considerarse vieja, pero la calidad de la foto, desmentía aquel pensamiento por su nitidez. Es como si sus simples memorias estuviesen revueltas y una cortina de humo le impidiese el recordar nada. A pesar de eso, las emociones que acompañan al observar esta foto son bastantes, y la mayoría son de efectos positivos. Ya sean emociones similares a la ternura, la compasión, el cariño, la devoción, la lealtad y todas esas que juntas conforman el amor. Un concepto extraño para él, así pensaba mientras una sonrisa lánguida que, hacia sobresalir sus colmillos por debajo de sus labios, haciendo sobresalir su naturaleza inhumana, solo acentuando con su atmosfera sobrenatural que le rodeaba. Se sabía que tenía esposa e hijas, pero ese sentimiento familiar no estaba allí en el pensamiento de ellas, es más, su recuerdo de ellas es bastante distinto a la mujer que tiene en la foto de su reloj de bolsillo. Parecieran distintos tipos de personas de las que conocía y, aun así, no le importaba; lo único que le quedaba era el sentimiento de lealtad que debe tener hacia sus amos los Primigenios. Eso es lo único que le importaba, y es lo que lo había obligado a aislarse, para dejar al resto de la organización de Fairy Tale, arreglándoselas solos.
Él tiene sus propios planes, que vendría con empezar a plantear las semillas del caos en este y todos los demás mundos, que más tarde que pronto, sus amos aprovecharían para emerger y hacer de esta realidad su dominio, con miras a expandirse por todo el Universo y más allá. Ni nadie, ni los Centinelas o los seres del Mundo Espiritual, podrían si quiera el pensar en cómo detener estas semillas a tiempo. Ya que todo estaba germinando según el plan. Aun así, pese a que debe sentirse dichoso, observando la foto una vez más, él se preguntaba, porque este sentimiento tan amargo y enorme de 'traición', no podía evitar el embargarlo.
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Mundo Demoníaco.
La batalla había terminado y un tercio de aquel mundo, había sido destruido más allá del reconocimiento, convirtiéndose en un páramo desolado, con la mayor parte de la vida y vegetación, arrancadas de cuajo. La mayoría de los seres demoníacos de allí, habían decidido mantenerse apartados por su propio bien, debido a que eran de clase bastantes bajos, ante el poder de dos seres de un enorme poder que hizo temblar a todo el Mundo Demoníaco.
Muchos Youkais, temían a los de clase S, que eran el pináculo y con poderes similares a divinidades, y más allá de sus imaginaciones. Ya que aquellos que vislumbrar incluso una pequeña parte de su poder, terminan aniquilados sino es por su poder, por la simple presión de su aura demoníaca. Es lo que se podía vislumbrar en aquella imagen de destrucción, como el Rey de aquel mundo, o más bien Reina, había mandado a esbirros suyos a investigar la zona tras concluir la batalla. Dos figuras, se estaban escondiendo, ocultas en el extenso bosque oscuro de aquel mundo, donde la visibilidad era muchas veces escasa, aun con el cielo rojizo y los relámpagos perpetuos. Estas dos figuras habían sido las enviadas a este mundo, para capturar o eliminar al antiguo Rey de este mundo, Yomi. Y por el resultado de la reciente batalla, tal parece que lo habían conseguido.
La figura del individuo menor, que aun portaba ropas que cubrían su identidad con capucha, observaba el cielo rojizo, como veía figuras demoniacas variadas, sobrevolar hacia el lugar de la batalla. El Mundo Demoniaco era extenso y muy profundo, de muchos niveles inexplorados, por lo que el daño presentado en la anterior batalla, excedía los límites, ya que solo un ser, o seres de un poder enorme de clase S, podrían provocar tal devastación que amenaza a todo aquel vasto mundo hasta el punto de la aniquilación total. Aunque la energía del poder desplegado haya causado confusión entre los Youkais, ya que uno de los poderes claramente lo reconocieron como demoniaco, mientras que el otro era de una naturaleza distinta, que muchos pensaron que se trataba de alguien con un alto poder de energía espiritual, pero muchos que ya tenían experiencia por haber tenido contacto con los detectives o gente de la fuerza de defensa del Mundo Espiritual, descartaron esto. Mientras sendas figuras de Youkais alados sobrevolaban los cielos, una de las figuras que se escondían en lo profundo del bosque, la del sujeto de estatura baja que parecía la de un niño o un enano, observaba través de la capucha que cubría su cabeza y todo su cuerpo, ocultando su identidad, esta figura del enano se dirigió a la otra figura alta que anteriormente había cargado con ropas parecidas a monjes que ocultaban su identidad igualmente, pero que tras la batalla contra Yomi, se había deshecho de eso.
La figura alta estaba oculta en las sombras, bajo un árbol, por la poca iluminación que alcanzaba a verse, se denotaba las heridas y moretones que había obtenido tras su cruenta batalla contra uno de los antiguos reyes del Mundo Demoníaco. Pero una cruenta sonrisa podía vislumbrarse entre la tenue oscuridad que le rodeaba, como si estuviese satisfecho con algo. La figura encapuchada menor, se dirigió a él, hablándole en un tono presuroso y urgente:
"Las patrullas se alejando y enfocando en la zona de destrucción. Es una buena oportunidad para ir a recuperar las pruebas que nos pidieron al venir aquí, después de hacer contacto con el antiguo Rey. Una pena que este se haya tenido que ir, pero no fue influenciable ni para la manipulación ni para el sometimiento mental. Nunca pensé que pudiera haberse resistido, pero creo que, a pesar de su herencia demoniaca, su destreza mental y disciplina debieron ser bastantes fuertes, su espíritu era fuerte, por lo que no pude tomar control de él. Mismo caso no puedo decir acerca de su 'hijo'".
La figura encapuchada termino con un tono complaciente, como desviaba su vista a un lugar bajo otro árbol con oscuridad tenue, donde en este se hallaba arrodillado el joven Shura, el hijo de Yomi, con los ojos cerrados y expresión meditativa. No parecía haber nada extraño, excepto la extraña letra marcada de forma pronunciada en su frente en negrita, como si fuese un tatuaje con la única letra de 'M'. la figura encapuchada viro su vista molesta, hacia la dirección donde estaba su compañero, quien no había hablado para nada, como continuo su conversación:
"Al menos tenemos un prospecto que podría seguir creciendo hasta superar a su padre. Tenemos eso y más las pruebas que reunamos de los restos del otro antiguo y caído Rey de este mundo, tendremos más herramientas interesantes en nuestras manos que ayudaran a impulsar nuestros planes. Creo que deberíamos aprovechar que la mayor parte de la atención está en la zona de destrucción, y avanzar en dirección a donde se haya la tumba del antiguo Rey de este mundo. Tenemos suerte tambien que el Mundo Espiritual este lidiando con las repercusiones en el Mundo Humano, con el avance Primigenio y la distracción causada por Yakumo y sus esbirros, que tenemos vía libre mientras sus atenciones estén en otro lado. Ni siquiera la Reina elegida de este mundo, tiene tanto personal para movilizarse en este enorme y vasto mundo, ni creo que ella personalmente la haga el venir hasta aquí".
Pero la figura en oscuridad siguió en silencio, causando que la molestia creciera dentro del sujeto más enano, ya estaba a punto de hablarle de forma más dura, cuando este por habló:
"Todo este tiempo oculto ha valido la pena. Al principio, odiaba esto y al maldito que me trajo de vuelta a la vida, solo para convertirme en su esclavo. Pero este tiempo que pase entrenando en secreto, luchando contras lo adversarios Youkais que me traían y con quienes luchaba durante más de un año, oculto en aquel castillo, me ha servido para mejorar. Entrenando con Ayashi de poderes de distintos niveles, desde la clase C, B, A y todas sus divisiones en ramas. He aumentado en poder y he podido conseguir las transformaciones finales que necesito para convertirme en el ser más fuerte de este mundo. No, de este universo. La lucha contra hace antiguo Rey, me sirvió ya que probé los límites de mi poder contra un Ayashi de clase S, los considerados 'divinidades' en este mundo. Y gane. Logre vencer a duras penas, pero gane y logre matar a uno de ellos. Ahora, después de que mi cuerpo se recupere de sus heridas, abre subido aún mas de nivel y conseguido el poder que necesito para poder vengarme, sobre todo de aquellos de quienes me vencieron una vez".
El sujeto grande terminaba su diatriba como apretaba su puño derecho, bañado en su propia sangre debido a la anterior batalla, como el líquido rojizo se escurría entre sus dedos hacia el suelo. El avanzo hacia la parte mayormente iluminada por la 'luz' de los cielos rojizos de aquel mundo y sus nubes eternamente relampagueantes. Un relámpago trono dejando ver la figura del sujeto alto, tiene un tono de piel más oscuro y el cabello es ligeramente diferente, teniendo menos puntas y más mechones y picos. Viste una armadura de combate de color negro y violeta grisáceo, algo rota con grietas y daños en distintas partes, debido a la anterior batalla. En algunas partes de esta armadura, esta manchada con sangre, tanto la suya propia como la de su enemigo caído.
"Muy buena tu discurso, pero se te olvida que aun estas sometido a los designios de los Primigenios, no importa el poder que hayas ganado para ti. Mas aun, que en el Mundo Humano se está desatando un poder, contra el que no tenemos preparación ni forma alguna de vencer. Así que sugeriría guardar silencio, mientras tanto, que yo ya te prometí hacerlo, y sigamos las órdenes de quienes nos mandaron aquí. Ahora que ellos tienen el Necronomicon en sus manos, el devolvernos a nuestra tumba o tener un destino peor, no es problema alguno para ellos", la figura encapuchada enana le indico con su pequeña voz que se le podía a hacer algunos molesta, a lo que el aludido solo hizo una mueca molesta, aunque una sonrisa socarrona no abandono su rostro
"Aprovechemos que el camino en la dirección de la tumba del antiguo Rey esta despejado, y vayamos antes de que más Ayashi se den cuenta. Quizas no sea un problema para ti, pero aun estas debilitado por las heridas de tu batalla anterior, ahorremos fuerza para cumplir con nuestra misión, y poder irnos de aquí sin tener que arriesgarnos demasiado. Solo te invito a tener paciencia, pronto nuestros deseos se harán realidad, ¿Qué es esperar un poco más?" la figura enana le indico con su voz aguda que se hacía chillona para muchos, incluso para el sujeto mayor que odiaba su voz y presencia, pero se aguantaba las ganas por serle útil, por ende, por esta vez decidido escucharlo, solo por esta vez
Las dos figuras misteriosas, junto a su recién controlado Shura, avanzaron por el bosque oscuro de aquel mundo oscuro y tenebroso, en dirección a cumplir más de sus cometidos, sabiendo de las consecuencias que, a futuro, repercutirían en aquel mundo.
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Día Presente.
30 de octubre, Año 2005 (Día 2 de 3)
Academia Youkai.
Tras las largas batallas, los chicos del Club de Periódico se encontraban exhaustos y reponiendo fuerzas, cerca de la base de los restos de lo que había sido el edificio principal de la Academia Youkai. No todas las edificaciones habían sido destruidas, quedando algunas secundarias, como parte de la cafetería y otras secciones. Los chicos, entre los que se encontraba un exhausto Tsukune, quien se encontraba arrodillado y vigilaba a su prima inconsciente, Kyou, encima de una manta blanca, para que no recostara en el suelo sucio. Kurumu se encontraba a su lado izquierdo, ofreciéndole consuelo siempre que podía, su madre Ageha se encontraba sentada encima de unos restos de escombros del edificio, vigilando en silencio a su hija, aunque con una sonrisa agridulce que curvaba sus labios.
En otra posición igual, se encontraba un inconsciente Hei, encima de otra manta blanca, siendo vigilado de igual forma por Mizore y su madre Tsurara, cada una a un lado del costado de Hei, vigilándolo y cuidándolo de cerca. En una misma posición se encontraba muy cerca, el inconsciente director de la escuela, Tenmei Mikogami, siendo este vigilado por un Kurama, de pie y cruzado de brazos con la mirada perdida con sus ojos amarillos, cuya apariencia que aún no regresaba de su verdadera forma de Yoko, como su largo cabello plateado ondeaba en el fuerte viento, provocado por la alteración dentro de aquella dimensión, debido a los fuertes relámpagos y demás efectos adversos, provocados por la Esfera de Poder.
Moka se encontraba en una posición elevada, sentada sobre unos escombros, observando con su excelente visión los alrededores, era lo menos que podía hacer, antes de que el sello de su rosario volviese a funcionar y volviese a restringir sus poderes. Al menos lo usaría en el tiempo que tuviese para algo, como no podía hacer más. O talvez eso no es tan cierto, como viró su vista a un poco más alejados del tumulto de sus aliados inconscientes, hacia donde residían la pequeña bruja Yukari, sentada en el sucio suelo, velando por el cuerpo de sus padres, encima de otras mantas blancas y cubiertos de una lona que encontraron en los restos de la escuela. Habían decidido que era mejor cubrir los cuerpos, después de reunirlos para evitar que la pequeña bruja se siguiese martirizando ante su visión. Por suerte no estaba sola, como la bruja mayor, Ruby, se encontraba al lado de la otra pequeña brujita, con un brazo rodeándola y abrazándola cerca como Yukari, aun después de dejar de llorar, se mantenía cerca de la otra chica, con quien sentía más afinidad ahora. Moka pensó que eso estaba bien. No creía que ella pudiera ofrecer consuelo alguno, aun a pesar de haber estado en la misma situación en el pasado, aunque sus recuerdos de ese evento fueran borrosos.
El chofer del autobús se había marchado, para según él, buscar sobrevivientes y ofrecerles una salida fuera de la escuela, sean estudiantes, profesores o familiares que habían sido invitadas por el evento de Halloween. Ellos serían los últimos en evacuar, lo que estaba bien para ella-Y los demás-no sentía que aún era hora de irse de todos modos. No sin el ultimo de sus integrantes, que se encontraba tratando de reparar ese problema. La vampiresa suspiró, como pensaba que no hacia ningún bien en quedarse allí esperando y debería tratar de ayudar en algo, aun ahora mismo que conservaba sus poderes. Pero, él dijo que regresaría, ¿cierto? Sabía que Mizore había sido la última que debía de haberlo visto, ya que él fue el último en quedarse a tratar con Hei y traerlo de vuelta, que lo hizo. Aunque debió de tener la ayuda de las mujeres de las nieves, por supuesto.
Moka supo que no debía de extralimitarse, debido a que el poder temporal que tiene, no tardaría en irse, y la única forma de que pudiera liberar su sello, era de mano del mismo chico que actualmente estaba desaparecido y faltaba allí. La chica resoplo con cierta irritación debido ante esto. Parece que no podría hacer mucho, sin el apoyo de aquel chico, lo que debería molestarla mucho, ya que su sangre vampírica y orgullo elitista, la obligaban a no aceptar esto. Aun así, sabía que aquel chico es alguien confiable, con el cual puede contar con su vida, al menos, es lo que su otra yo, piensa. Y no es tan densa, para no sentir los sentimientos cálidos y afectuosos que su otra versión de cabello peli rosa, su lado Omote, sentía hacia aquel chico. Incluso ahora mismo, podía sentir la enorme preocupación recorriéndola, a instancias de su lado Omote, que quería saber si Namura regresaría sano y salvo. Para decidir calmar ese vientre suyo que bullía de ansiedad, decidió hacer caso de sus emociones, algo poco característico de ella, y bajar de la colina de escombros, para ir con la chica de hielo a preguntar. Valía la pena el intento, para intentar calmarse internamente.
Al llegar cerca de Mizore, donde vigilaba a Hei, la chica de hielo no parecía voltear a verla, pero sabía que había sentido su presencia cerca. Moka se agachó hasta quedar de rodillas sobre el suelo, a un costado de Mizore, como la chica parecía imperturbable. Pero claramente ella debía de suponer, para que había venido Moka.
"Mizore", Moka se dirigió a la chica, sin apartar su mirada de un Hei inconsciente, en un tono de voz grave pero suavizado en los bordes, para que no pareciera una exigencia, "necesito saber. ¿Qué sucedió durante la lucha conta Hei? ¿Dónde está…Kay? ¿Está bien?"
Mizore solo suspiro, como paso a contarle los pormenores de todo lo sucedido, durante la batalla para traer la mente de Hei de vuelta. Moka tenía un ceño fruncido en su rostro durante todo el relato, que se hizo más profundo ante el final del relato. Al final de esto, ella dio un sonoro resoplido, como obviamente enojada ante el arrojo de aquel chico, que pensaba que podía escapar de ella y su obligada conversación, que ni siquiera podía haberle dejad un mensaje a Mizore. Quizas ella este malinterpretando las cosas, y las cosas resultaban más serias de las que se imaginaba, según le explico Mizore, que venía de la propia boca del ahora inconsciente director de escuela. Que bien que le gustaría echarle agua hirviendo encima, por las molestias que este le provocaba a todos, en especial, a ese chico. Pero de igual manera, ese sentimiento de sentirse agraviada no se iría, por lo que en su fuente de orgullo propio de su raza y de ella misma, debía de actuar.
Moka se irguió de pie, como sin decir una palabra, comenzó a caminar decidida en dirección de donde sintiera la mayor afluencia de poder elevado de Youki en el área. Nadie la detuvo, ni tenían las fuerzas para hacerlo. Kurama fue el único que le dio una mirada analítica, que la vampiresa al sentirla encima, se la devolvió.
"No intentes detenerme, Kurama", Moka le dijo en un tono serio pero socarrón, sabiendo que no lo haría
"Descuida, no tengo planeado hacerlo. Nadie en su sano juicio lo haría", Kurama le respondió de la misma forma, denotando que, a pesar de su exterior cambiado en su antigua forma de Yoko, seguía siendo el mismo Kurama que conocían de su vida hecha como un 'humano' llamado Shuichi Minamino, "aunque deberías reconsiderarlo. A tu fuerza actual, no tardaras en regresar a tu antigua forma sellada por el rosario que sostienes. Se que solo Kay es el único que puede liberarte y no pienso detenerte si crees que es la única opción. Pero entre más gastes energía, más pronto volverás a ser sellada y privada de tus poderes como tu fuerza y aura".
"No tienes que recordarme algo que ya sé…"
"Por eso, te convido a que llegado el momento en que estés en algún aprieto, tanto tu como Kay. Intentes tomar de nuestra fuerza. Se que como vampiresa que eres, tu raza tiene un espectacular dominio del aura demoniaca, que se puede emplear de distintas formas. La localización de las firmas de energías es una de esas. Solo sigue nuestras firmas de energías y podrás elevarla mucho más allá del límite incluso de lo que el sello podría permitir. Incluso si podría resultar peligroso tanto para ti como Kay, ahora no es tiempo de ir con medias tintas. En especial no contra alguien como Yakumo, créeme en eso".
Moka lo pensó durante un momento, antes de asentir, "de acuerdo. Lo intentaré. De igual forma, cuida de todos aquí, y evacúalos cuando tengas la oportunidad. Este lugar parece estarse desmoronando, y no sabemos que otras sorpresas aguarden. Eres el único con el poder suficiente que se, que puedo confiar en su protección".
"Descuida, estaré aquí en dado caso si vuelves junto con Kay. Ahora ve". Kurama le insto a lo que la chica de cabello plateado asintió sin más y dándose vuelta comenzó a correr en dirección a donde sentía el mayor poder desplegándose dentro del área, pese a la atmósfera que enturbiaba el ambiente
Nadie la detuvo. Todos estaban bastante cansados y recuperándose de sus heridas, tanto físicas como mentales. Y algunos ni siquiera se dieron cuenta de la marcha de la chica, demasiados preocupados por sus seres queridos heridos e inconscientes, y vigilándolos, que para cuando se dieran cuenta de la marcha de la chica, ya era demasiado tarde.
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"Entendido. Si, lo que usted ordene, Gran Rey Enma". Hablaba una voz de un hombre de cabello castaño de mediana edad, con un flequillo colgando del lado izquierdo de su frente, justo encima de su ojo izquierdo, y con bigote mostacho
Es un miembro del equipo de Fuerza especial de defensa del mundo espiritual y el ex líder de este. Es el capitán Ōtake. O excapitán. A pesar de ser degradado hace años, aun cumple con su deber para con el Rey Enma y el Mundo Espiritual. Se encontraba en un lugar apartado de una zona urbana, que era similar a un bosque, donde se encontraba junto a una docena de miembros de las Fuerzas Especiales, cuya misión era rodear el área descrita donde reposaba la Gran barrera que separaba este mundo del donde se resguardaba la Academia Youkai. Todos los miembros de la Fuerza de Defensa, vestían los mismos uniformes. Que consisten en un chaleco multicolor con hombreras, que se usa sobre una camisa blanca de manga larga, coderas y pantalones grises holgados, que se envuelven alrededor del tacón de sus zapatos negros. También usan guantes que, al igual que sus coderas, hombreras y zapatos, son de color negro. Los chalecos son de color gris oscuro, con líneas amarillas que van desde cada lado del cuello hasta los hombros, también se extienden desde la parte delantera del cuello hasta la sección media y se conectan a una línea amarilla que se extiende alrededor de la parte inferior del cuello de sus chalecos. También se imprime un círculo rojo en el lado izquierdo sobre el área del pecho, aunque se desconoce si esto es solo parte del diseño del chaleco o si realiza alguna función especial.
Ōtake termino de recibir el mensaje, gracias al aparato de comunicación espiritual que era similar a un teléfono móvil, como terminó de recibir el mensaje de directo del Gran Rey Enma desde el Mundo Espiritual. Siempre debían de estar preparados para recibir nuevas órdenes o cambiar de planes sobre la marcha, por lo estas herramientas eran indispensables. El antiguo capitán resopló. A pesar de ya no ser más el encargado de la Fuerza de Defensa, seguía cumpliendo las órdenes del Rey, ya que siempre se ha considerado un hombre que posee una presencia imponente, así como un severo sentido de lealtad. Aunque esta última década, tal lealtad se haya tambaleado más de una vez. Mas aun con las estrechas relaciones que se habían cosechado con los Youkais y el Mundo Demoníaco, desde entonces, muy para su disgusto. Sentía que todo su trabajo de varios siglos, en que mantuvo a salvo al Mundo Espiritual y Humano, de la agresión de Ayashi y otros seres demoníacos, había sido menospreciado. Pero mientras el Gran Rey Enma sea quien dirija las cosas, él puede mantener su fe en que el sabría cómo proceder, para evitar que el Mundo Espiritual se viese perjudicado.
Hoy en día, tienen más miembros y un pie de fuerza mayor al de muchos, muchos años antes. Por lo que no deben de temer mucho más a los Youkais de clases elevadas del Mundo Demoniaco, incluso si existe un pacto de no agresión y se han estrechado buenas relaciones con el dirigente de aquel mundo. Es mejor estar preparados en caso de que estalle un gran conflicto. Ellos son buenos en la ofensiva, pero ellos son mejor en la defensiva. Aun así, el antiguo capitán, se le dio el mando de este pequeño grupo, para venir a sellar o, lo que, es más, el 'destruir' la barrera que separa este mundo con la escuela, que se encuentra localizada en otra dimensión en el mismo espacio astral de este mundo. Aunque con el anterior mensaje recibido del Rey, debía de mantener posiciones y verificar que el daño no se extendiera más. La atmosfera alrededor cargaba un pesado aire, como el cielo se había oscurecido justo en pleno día y una especie de fuerte tormenta se desataba con relámpagos y truenos, asustando a los habitantes de la ciudad cercana y las demás zonas urbanas y rurales a los alrededores.
El antiguo capitán frunció el ceño, como sentía una atmosfera más oscura y malévola que la hubiera sentido antes cuando luchaba contra los Youkais y otros seres demoniacos. Tenía el entendido, que tenía que ver con el trabajo de cierto sujeto a quien llamaban 'Centinela' y que se encontraba adentro de la dimensión donde habitaba la escuela, cuya misión es velar porque ciertas fuerzas oscuras de procedencia fuera de este mundo, no entrasen a esta realidad. Algo disparatado, pero que, habiéndose enterado de lo que estas fuerzas desconocidas provocaban en el Mundo Humano en este momento y cuyas palabras provenían del Rey del Mundo Espiritual, debían de ser de ciertas y que debía de obedecer. No importaba si su fe y creencias se hubiesen visto tambaleadas en los últimos años, que lo que había sido en siglos. Mantendría su lealtad al Mundo Espiritual, en especial al Rey a quien ha seguido por tanto tiempo y en quien creía más. Sin ofender al príncipe Koenma, a veces lo consideraba un blando. A pesar de que es respetuoso con Koenma, incluso en momentos en que su autoridad prevalece sobre el príncipe, que es sin embargo un hombre centrado en hacer el trabajo lo más rápido y eficientemente como sea posible. Por lo que mantendría su posición y fe, mientras así le duras las órdenes.
Pero lo que no sabía el antiguo capitán Ōtake, es que su fe y creencias se verían sacudidas por lo que experimentaría en los siguientes minutos, donde una fuerza oscura mucho más grande que la que nunca había experimentado, estremeciera las bases de su fe y lealtad hasta sus cimientos.
….
No sabía cuánto tiempo había pasado desde que intento tratar de acercarse hasta la Esfera de Poder, e intentar inutilizar su poder. Quizas fuese media hora, o talvez una hora. El tiempo se le había hecho irrelevante, como Kay Namura intenta acceder 'adentro' de las especificaciones de la Esfera, para poder desbaratarla por dentro. No era ignorante, había volado hasta aquí y se encontraba a varias decenas de metros por encima del suelo, en un cielo oscuro con una atmosfera asfixiante, fuertes vientos huracanados, relámpagos y truenos, y aun así no se había movido de su lugar, a menos de un metro de donde la Esfera de Poder, se encontraba por encima de la entrada del túnel que daba acceso a esta dimensión.
Manteniéndose con su cosmos ardiendo al máximo y protegido por su campo AT, intento usar cualquier proyección mental y hechizo mágico para poder entender la naturaleza de la Esfera, y las procedencias de las energías oscuras que le preceden. Lanzar cualquier ataque basado en su energía áurica de su cosmos o KI, o incluso uno lanzado de un hechizo mágico, sin conocer a profundidad de que estaba conformada, solo provocaría que las energías que expedían estallasen en una gran explosión que reduciría a esta dimensión al olvido, y cuyas consecuencias se sentirían en el mundo exterior; podría provocar que medio mundo afuera sea diezmado, provocar grande terremotos y tsunamis o hacer un agujero enorme en el planeta. Las opciones eran variadas y no pensaba en arriesgarse a descubrirlo. No era tan tonto.
Aunque si había descubierto algo en el transcurso que se encontraba tratando de penetrar las defensas de la Esfera, usando una combinación de ataque psíquico y mágico de alto nivel. Las energías oscuras que expedían, estaban provocando grandes cambios en el mundo exterior, aquella energía malsana que sentía le recordaba a la misma sensación que sintió en la 'Colina de la Bruja' pero más mayor. Aquella vez, unas pocas páginas arrancadas del libro de Necronomicon fueron suficientes para invocar tal poder desde otro universo, otra realidad. Ahora era el poder de esta Esfera de poder, imbuida con la energía de los Tres Grandes Señores Oscuros, para alimentar su propia energía y expedirla desde el mundo, dimensión o realidad desde donde proviene aquel ser nefasto, cuyo nombre no quería recordar y cuyo poder era demasiado grande para él. Esta no era una versión de poder bajo como la vez pasada, esta vez se podría sentir que el Primigenio intentaba proyectarse una imagen psíquica desde otra dimensión ajena a esta realidad, para poder expedir su poder y dominar el Mundo Humano, y quizas todos los demás mundos.
El mundo exterior debe estar hecho un caos, y no quería ni saber que le estaba sucediendo a los humanos y demás seres que lo habitan en ese momento. Solo esperaba que el alcance de su poder no se extendiera a todo el mundo, y solo estuviese reducido a una fracción pequeña, ya que así tendría más oportunidad de desmantelar la Esfera e interrumpir cualquier influencia que esta sostuviera afuera, limitando los daños. Debía de rezar porque el Primigenio o las fuerzas que lo sustentan, no hubiesen empezado con la deformación de la realidad, dando pie al nacimiento de abominaciones de Eldritch, donde la frágil psique humana no podría soportar el durar en su estado cuerdo.
Estando en ese estado de cavilando, fue que no sintió el siguiente empujón producto de un ataque sorpresivo. Quizas debido a la pesadez de toda la atmosfera pesada, cargada con energías negativas, y estando tan concentrado en desplegar su poder para protegerse del ambiente hostil, además de que pensaba que todas las amenazas físicas habían sido tratadas, fue que no tuvo en cuenta el siguiente y sorpresivo ataque de naturaleza física, como si un tren a toda velocidad chocase contra el de costado izquierdo, tan veloz que no tuvo tiempo de invocar su campo AT al impacto, como fue arrojado como un meteorito a velocidad, impactando en el duro suelo polvoriento del camino que daba de entrada al túnel. Un gran agujero de unos pocos metros se había hecho producto de su fuerte impacto.
Kay trato de arrastrarse adolorido fuera del agujero, resistiendo a limpiarse de la suciedad del polvo y tierra que le cubría, como tuvo que apartarse al siguiente ataque que tuvo esta vez sí pudo discernir con un adelanto de un segundo. El chico gimió de dolor como cayo arrastrándose por el duro suelo de tierra, esparciendo con su cuerpo más polvo y tierra, hasta quedar tendido de espaldas a una docena de metros del anterior agujero que fue zona de impacto. Trato una vez mas de incorporarse, no necesitaba adivinar de quien o que pudo haber provenido el ataque, ya lo tenía identificado después del primer golpe. Irguiéndose un tanto adolorido, con lo que quedaba de su uniforme cubierto de tierra y polvo, decidiendo deshacerse de su camisa blanca con botones ya casi deshecha, quedando solo con una franelilla blanca y pantalones cafés, ambos con bastante suciedad debido a la tierra y polvo.
Como el chico se restregaba el hilillo de sangre que le sobresalía de un costado de su frente, como tenía su vista en dirección hacia el frente donde se encontraba un reaparecido Yakumo, con una expresión iracunda, sus ojos blancos de ira, su mandíbula apretada que se podía verse extrayendo sangre, y varias venas sobresalían en su rostro, brazos y distintas partes de su cuerpo, lo que denotaba cuanta furia debe de estar conteniendo en ese momento.
El Centinela resopló molesto. Debió de suponer que el ataque del Sei Samsara no iba a funcionar en un ser, que una vez gobernó una versión del Infierno de esta realidad, por algo fue llamado 'Rey del Mundo Infernal'. Solo los débiles de mente y espíritu caían en esa técnica, y dudaba que alguien como Yakumo cayera en esa trampa, para alguien que debía de ser lo suficientemente poderoso en todos los sentidos para gobernar algo parecido al Infierno. Lo subestimo fatal, aunque en ese momento solo quería deshacerse rápidamente de él, sin mayores complicaciones. Ahora esa decisión se le regresaba como si fuese Karma, y lo peor, es que esta vez Yakumo está sediento de sangre y no iba a haber espacios para replicas, negociaciones ni conversaciones de algún tipo. El cerró esa puerta y es hora de pagar las consecuencias de eso.
'Bueno, supongo que esta vez, aunque intenté ganar tiempo, no me dejara abrir ningún tipo de dialogo cómo yo hice con él. Si de por sí, su hostilidad hacia los Centinelas era mucha, ahora de seguro es más que elevada a causa de mí. Solo me queda ver cómo puedo terminar esto rápidamente y enfocarme en eliminar esa Esfera de una vez por todas. El Mundo Humano y los demás mundos, no resistirán por mucho tiempo'. Eran los pensamientos de Kay como se ponía en guardia
Una gran batalla por el destino de este y todos los otros mundos, estaba a punto de comenzar.
Fin del Capítulo.
