Agradezco a todos los que han estado siguiendo esta historia, les prometo que las cosas se irán poniendo cada vez mejor conforme avancen los capítulos, sin más que decir, les dejo aquí la continuación.

Capítulo 4: Néctar

Serena se encontraba sentada en una solitaria banca en el parque central de Ciudad Veilstone. Ya estaba anocheciendo y las luces artificiales de la ciudad iban encendiéndose al unísono, la chica lanza un suspiro y observa a la gente que iba paseando tranquilamente por las veredas, les tenía cierta envidia; claro, era muy obvio que no podía saber jamás que pasaba por sus mentes, pero ciertamente se veían mucho más tranquilos que ella.

"Quizá debería regresar a la AIP ya…deben estarme buscando." Pondera la castaña, colocando sus manos sobre sus rodillas. "Pero, no sé…algo me dice que no es buen momento, las cosas se pusieron pesadas hace rato…y seguro nada se ha arreglado." Serena respira hondo y cubre su rostro con ambas manos, sintiéndose tan impotente. "Tal vez, deba esperar a que todos estén dormidos para regresar, así cualquier cosa la hablamos en la mañana, más descansados."

La chica se coloca sus audífonos, conectados a un teléfono móvil, disponiéndose a escuchar algo de música para hacer hora; aprieta sin interés la tecla de "siguiente canción" y así se la pasa un buen rato, dándole vuelta a su lista reproducción al menos unas diez veces, sin encontrar algo que desee oír, ya que la mayoría de las canciones en su lista eran bastante melancólicas. Eso sólo la haría sentir peor, siempre había sido bastante sensible.

La noche seguía envolviendo en su manto el cielo la urbe. El número de personas en el parque iba disminuyendo poco a poco, hasta que sólo unas cuantas parejas quedan en el lugar, esparciendo su meloso amor por cada rincón del sitio; esa vista hubiera sido aún más triste para Serena, pero al menos su propio cansancio la había perdonado de presenciar a tantas parejitas por metro cuadrado, ya que la castaña se queda profundamente dormida sobre la banca del parque, los audífonos que estaban en sus orejas, lentamente se deslizan fuera, y quedan colgando sobe el torso de la chica.

Pasan varias horas más, el cielo ya está totalmente obscuro, y tan sólo Serena permanece en el parque. Continua profundamente dormida, había sido un día totalmente agotador después de todo, tanto físicamente como mentalmente. Mañana posiblemente esas villanas tan monstruosas aparecerían de nuevo, con una nueva fechoría en mente y había que detenerlas, esas preciadas horas de sueño, así fueran en la triste banca de un parque, eran extremadamente valiosas.

Se escucha un zumbido no muy lejos de ahí, pero para encontrar a la fuente de ese ruido, no bastaba con mirar hacia los lados con temor, no, el origen de aquel zumbido se encontraba justo arriba en el cielo estrellado. Era Nectura, quien al haber encontrado a su presa, sonríe con diabólico deleite.

La monstruosa chica desciende tan silenciosamente como puede y aterriza sobre una de las lámparas del parque, la luz que emitían le atraían bastante. Pero no era momento para eso, era hora de hacer rodar la primera cabeza. Nectura desciende hasta los adoquines del parque y repentinamente una sombra más pesada que la de la noche parece abandonar su cuerpo; en un abrir y cerrar de ojos, en el tiempo que toma un parpadeo, Miette estaba ahí, frente a la dormida Serena.

Le era difícil ocultar su sonrisa perversa, pero de alguna manera logra mantener su compostura mientras toca el hombro de Serena. "¡Oye Serena!" exclama en voz muy alta.

Serena abre los ojos repentinamente y se asusta un poco, retrocediendo rápidamente; había olvidado que se encontraba en el parque y claro que tampoco se esperaba ver a Miette ahí. "…M-Miette? ¿Qué haces aquí?" pregunta alarmada.

"Eso mismo te pregunto yo a ti" replica la reportera, sonriendo. "Yo simplemente voy de camino a casa, creo que si la AIP te hace dormir afuera, en una mugrosa banca de un parque, deberías renunciar de inmediato, no suena como un buen empleo" comenta, con una sonrisita burlona en el rostro.

"¡No es eso! Es sólo que… no quería regresar a la AIP, no después de lo ocurrido hoy." Confiesa Serena, bajando la vista al suelo.

Miette la mira con desdén, ella muy seguramente no entendía cuál era la verdadera tragedia aquí. La pérdida de la hermosísima Myria." ¿Qué paso?...Ya sabes que me fui y no pude quedarme a ver lo demás."

"Ash, Dawn y yo tuvimos una pelea, Ash se siente tan culpable por habernos puesto en peligro y Dawn está furiosa, se lastimó el brazo y obviamente no iba a dejarlo pasar."

"Patético." Piensa asqueada, haciendo un esfuerzo enorme por no hacer trizas a Serena ahí mismo, bueno a decir verdad ese era el plan, pero ella merecía sufrir todo lo que sea posible antes de tener ese fin tan escabroso. "Vaya que…pena, bueno Serena, creo que las dos estamos de acuerdo en que es muy peligroso que te quedes aquí en la noche, ya son casi las once… y considerando que no deseas regresar a la AIP, ¿Qué te parece pasar la noche en mi departamento?"

"De ninguna forma, no deseo ser una molestia." Comenta la castaña, realmente apenada.

"No te angusties cariño, ya lo eres." Dice Miette en su cabeza, dejando salir una sonrisa encantadora. "¡No te preocupes por eso! Tú me ayudaste hace rato, y aunque fue algo pequeño, para mí fue súper significativo, es lo menos que puedo hacer…por una amiga."

Serena piensa la tentadora oferta algunos segundos. "Bueno... ya que insistes…"

Miette sonríe fascinada. "¡Perfecto! Vamos rápido, que aunque vivo muy cerca de aquí, esta zona se puede poner algo peligrosa." Comenta, tomando a Serena del brazo, antes de salir corriendo por el parque arrastrando a la chica consigo.

En escasos diez minutos llegan a un pequeño edificio de departamentos, la fachada no era nada lujosa, es más, estaba un poquito deteriorada, pero la ubicación si era excelente, demasiado céntrico, por lo que tenía muchos puntos de interés de la ciudad cerca. Las chicas suben un par de pisos y finalmente llegan al sitio donde Miette vivía, al encender las luces uno se daba cuenta de que el departamento, a pesar de estar bastante decorado, era pequeñito y sencillo.

"Lamento que veas mi desastre, la verdad sólo llego aquí para dormir, ya que me la paso todo el día en la televisora, y de aquí salgo muy temprano también."

"¡Vaya!" exclama Serena. "Tu vida debe ser ocupadísima entonces, pero para ser un sitio al que sólo llegas a dormir creo que está bastante bien." Comenta, analizando el lugar detalladamente.

"Si, de hecho es bastante cómodo para vivir; Serena ¿Qué tal sí tomas asiento? Mientras iré a traerte un poco de té." sugiere Miette, caminando hacia la pequeña cocina del departamento.

Serena sonríe "¡Muchas gracias Miette, eres muy amable!"

"Sí, soy un amor." Piensa la chica, poniendo a calentar el agua para ti, esbozando una sonrisa siniestra. "Y para acompañar tu rico té…" Miette camina hacia una pequeña mesa donde había un frutero vacío y, detrás de este, se encontraba un espléndido pastel de miel, relleno de varias capas de crema batida, cubierto con azúcar glas y decorado con trocitos de bayas rojas. La chica toma un cuchillo y corta una rebanada de aquel postre, colocándola en un plato sencillo de porcelana.

En la AIP, Dawn caminaba rumbo a su habitación, llevando el brazo enyesado; le dolía demasiado puesto que la bomba de antinflamatorios aun no le hacía el efecto deseado. "Un maldito mes y medio de recuperación, demonios." Murmura la peli azul, para después bostezar, estaba tan agotada.

"¡A parte nadie fue a verme! Ni Ash ni Serena, sólo Zoey se apareció; mínimo esperaba que esos dos me acompañaran en la sala de espera." Piensa Dawn, sintiéndose abandonada por sus compañeros. "Y más Ash…fue su culpa después de todo."

Justo cuando ese pensamiento cruzaba por su mente, se topa con el azabache, en medio del pasillo iluminado por tenues luces amarillas. Ash llevaba a su fiel Pikachu sobre el hombro, quien ya parecía verse mejor, después de su brutal encuentro con Brachyura. "Hablando del rey de Roma."

"¡Dawn! Pensé que no te vería…realmente necesito hablar contigo…" exclama Ash, abrazando a la chica de repente.

"¡Hey! ¡Cuidado con mi brazo!" grita la chica, adolorida. "Aun no me hace el medicamento, me duele bastante."

"L-lo siento." Ash mira hacia abajo, avergonzado, su Pikachu voltea a verlo, entristecido.

"Me habría encantado que tú y Serena de perdida estuvieran conmigo en la sala de espera." Reprocha la peli azul, colocando la mano en la cintura.

"Me habría gustado tanto estar ahí, es sólo que la Presidenta me habló…y luego me tuve que quedar el resto del día con Clemont, viéndole desarmar la bomba que las monstruo habían plantado en el museo… y claro, llevar a Pikachu al centro Pokémon para que se curara de sus heridas." explica Ash, alzando la mirada y posándola en los ojos de Dawn, la mirada del chico era intensa y eso obliga a Dawn a ver en otra dirección.

"Mira, pienso que es mejor hablar de esto en la mañana, cuando este Serena también aquí con nosotros…así es más probable que solucionemos las cosas." Sugiere Dawn, rascándose la nuca.

Ash suspira, le habría encantado no dejar cabos sueltos, pero Dawn tenía razón, los tres eran un equipo y tenían que arreglar el problema juntos. "Supongo... que es lo mejor, oye… ¿Y has sabido algo de Serena?" pregunta el azabache, considerablemente preocupado.

Dawn niega con la cabeza. "Ya te dije, ni tu ni ella se aparecieron hoy. De Serena no sé nada, me imaginó que llegó y se acostó, recuerda que la arrojaron varios metros en el aire…debe estar cansada también."

El chico traga saliva, ya le había pedido disculpas a ella, pero Serena insistía que no se las debía. "Tienes razón, ya hablaremos mañana por la mañana…y ¿Quieres que te acompañe a tu habitación?" pregunta Ash con seriedad.

Dawn estuvo a punto de reírse, le hacía gracia sacar esa pregunta de contexto. "Supongo que si puedes, necesitaré un poco de ayuda y sería una verdadera lástima tener que despertar a la pobre Serena sólo para me auxilie." Comenta Dawn, esbozando una sonrisa traviesa, mientras empieza a caminar hacia su dormitorio seguida por Ash.

"¿Por cierto, como está Pikachu?" pregunta Dawn, acariciando a la ratita. "Le veo mejor semblante."

"Es cierto, aunque sigue bastante cansado, lo bueno es que la tecnología médica de acá es muy buena y…lograron sanar las heridas más graves" contesta el azabache, muy avergonzado como para levantar la mirada, su Pokémon había sido herido por su culpa después de todo.

Su Pokémon restriega su mejilla contra la de su entrenador, como para hacerlo sentir mejor, Ash sonríe de inmediato, Dawn tampoco puede evitar soltar una enorme sonrisa.

No tardan en llegar al dormitorio de Dawn, la peli azul introduce la lleva y la gira, abriendo la puerta con ayuda de Ash, quien empuja la puerta permitiéndole a la chica extraer la llave, cuando el chico enciende la luz, Dawn de inmediato se percata que no había nadie en el pequeño cuarto. Es más, todo se veía exactamente igual a como lo habían dejado en la mañana.

"¿Y Serena?" Pregunta Ash, mirando para todos lados.

"Esto ya no me gusta, no tengo ni idea de donde podría estar" comenta Dawn, caminando hacia su cama, donde estaba su bolso rosa; con mucha dificultad logra tomar su teléfono celular de ahí. "No tengo llamadas perdidas de ella. Ni una sola. Voy a tratar de marcarle." La peli azul tarda un poco en encontrar el número de la chica (sostener el celular y mover los dedos a lo largo de la pantalla era toda una odisea con sólo una mano disponible), y finalmente logra marcar.

Pero la llamada ni siquiera entra, Dawn lo intenta una segunda, una tercera vez, inclusive una cuarta más pero simplemente no hay forma de comunicarse. "¡Ella siempre me contesta de volada! ¿Tienes tu teléfono? ¡Márcale!" pregunta la peli azul.

El azabache mira hacia abajo y exhala "Se me olvidó…ya sabes que no soy mucho de usar esas cosas." Comenta Ash, sintiéndose bastante mal por no ser de mucha ayuda.

"¡No puede ser contigo….!" Dawn suspira hondo y frota su rostro con su mano sana. "¿Qué tal sí le pasó algo? ¿Crees que siga afuera a esta ahora?"

Ash traga saliva, Ciudad Veilstone no era precisamente segura, desde el robo y el asalto hasta los ataques de las chicas monstruo, cualquier cosa podía pasar ahí. "…Espero que no, y-yo, ¡Saldré a buscarla de inmediato!" proclama Ash, a punto de salir corriendo, Dawn lo toma del hombro.

"¡ESPERA! Esto es precisamente lo que me molesta, no usas la cabeza. No estoy en contra de buscar a Serena, en lo absoluto, pero mínimo vamos los dos, así tendremos más suerte." Explica Dawn, esperando que Ash no salga corriendo sin ella.

"Pero tu brazo…" Ash apunta a la extremidad de la chica.

"No te preocupes mira, no necesito el brazo para correr y gritar el nombre de Serena ¿verdad?" pregunta Dawn, sonriendo, claro le habría encantado poder descansar de inmediato después de ese día tan ajetreado, pero enserio le angustiaba que algo le pasara a la frágil Serena.

"De acuerdo vamos." Comenta Ash, corriendo a la velocidad necesaria para que Dawn no se quede atrás, Pikachu siguiéndolos muy de cerca. Los tres abandonan el edificio de la AIP en medio de la noche, en busca de su compañera.

Serena veía su celular, la recepción de señal en el departamento de Miette era malísima. "Vaya, estamos totalmente incomunicadas." Comenta preocupada ya qué quizá sus amigos ya hayan intentado comunicarse con ella.

Miette coloca más azúcar al té, ya era la décima cucharada que le ponía a la bebida y aun no le parecía lo suficientemente dulce, de hecho ya el agua del té estaba siendo incapaz de disolver los granos de azúcar. "Si de hecho, es lo malo de este lugar, pero como nunca paso demasiadas horas aquí, realmente no me afecta." Explica la chica, tomando un sorbo de su té, estaba demasiado amargo aún.

"Desearía poder comunicarme, al menos para que sepan que estoy bien…" comenta Serena, bebiendo de la taza de té, la bebida era muy dulce, pero muy agradable.

"Oh, no te angusties….quizá ni cuenta se han dado que no estás." Miette ve el rostro de Serena obscurecerse un poco ante tal comentario, la vil chica sonríe. "En unas horas los verás y…todo como si nada."

"Cómo si nada…." Serena suspira, tal vez ella tenía razón, igual Ash y Dawn estaban tan metidos en sus cosas que ni se habrían percatado de su ausencia.

"No te pongas triste… ¿Por qué no pruebas mi pastel de miel? Mis habilidades en la cocina han mejorado mil veces desde la última vez que nos encontramos." Sugiere Miette, deslizando el platito con el pastel por encima de la mesa de madera, mirando fijamente a Serena con una sonrisa encantadora.

"La verdad no se me antoja, pero sería muy grosero decirle que no a mi anfitriona." Reflexiona la chica, tomando con su izquierda el plato, y cortando con el tenedor un pequeño pedazo.

Miette la observa muy expectante, casi no podía contener su emoción. Era como el cazador que había puesto una trampa en medio del bosque, cazador que observaba a su patética presa estar tan cerca de caer en ella.

Sin embargo, alguien entra al departamento, interrumpiendo bruscamente a Serena, y causando que Miette apretará fuertemente los puños. "¡Carajo, me olvide de esta idiota, Hmp no importa, aún tengo suficiente pastel para compartir!"

Esa persona en cuestión era una chica de cabello corto, color rosa obscuro, casi rojizo; sus ojos eran color azul cielo muy claro, vestía un abrigo negro con una larga bufanda amarilla y un pantalón verdeazulado. La señorita cierra la puerta y bosteza. " Ah que día…esos dos me van a matar del cansancio…oh?" La chica se percata de la presencia de Serena.

"¡Georgia!" exclama Miette, con una sonrisa falsa. "¿T-Te dejaron llegar temprano esta noche?"

"Si, de milagro, ya sabes que mis jefes en la AIP aman hacerme trabajar como tarada todo el día." Responde la chica, quitándose el abrigo. "Oh hola, tú debes ser Serena, tooodos estaban hablando de ti hoy en la AIP."

"H-hola…y ¿Es enserio?" pregunta Serena, sorprendida.

"No se callaban." Replica Georgia, sentándose en el sofá junto a Serena. "Que pena que te veas forzada a trabajar con Dawn, la tipa es de lo peor ¿verdad?"

"Emm, no tengo problemas en trabajar con ella…" explica Serena, algo incómoda con el rumbo de la conversación.

"Oh, bueno, a mí me han contado muchísimas otras cosas de ella." Explica Georgia, sin darle mucha importancia al hecho de que podría estar arruinado la reputación de alguien que apenas conoce a base de puro chisme.

Serena iba a responder algo pero Miette la interrumpe bruscamente "Georgia querida, debes estar cansadísima. ¿Pero qué tal si te ofrezco un poco de pastel de miel que cociné? "Comenta Miette de repente, ofreciéndole su propio plato a la chica.

La joven esboza una sonrisa. "Sólo un poco, te encanta cocinar con cantidades industriales de azúcar después de todo."

"¡Este no está tan dulce!" Sonríe Miette, bastante contenta de que la chica no haya rechazado el postre. "Es una promesa."

"Oh, entonces es probable que decida comer un poco más de lo esperado." Comenta Georgia, relamiéndose los labios.

Serena y la chica de cabellos rosas obscuros prueban el pastel de Miette, estaba bastante bueno, de hecho de forma sorprendente, era menos azucarado que el té que la chica había servido.

"Las dejo un minuto, iré a poner más té…." Avisa, Miette, levantándose y dirigiéndose a la cocina, dejando a las chicas solas.

"¿Y…en la AIP, bajo quien trabajas?" pregunta Serena, bastante curiosa, a pesar de que trabajaban en el mismo sitio, jamás había visto a Georgia en su vida.

"Ugg…bajo Paul y Zoey." Contesta la chica, haciendo una expresión de asco. "No soy una cazadora de Monstruos como tú y tus compañeritos, a pesar de mis habilidades como destructora de Pokémon Dragón, espero poder cambiar eso muy pronto."

"Bueno, si he oído que Paul es el diablo. Pero Zoey no es tan brutal ¿O sí?" pregunta Serena, dándole otro bocado al pastel de miel, bostezando poco después.

"En realidad no, inclusive…" La chica hace una pausa y bosteza. "…me dejó salir temprano hoy y eso, pero le entra la loquera a veces y se puede poner casi tan pesada como Paul; no me cae del todo bien, pero ya qué." Dice Georgia, bostezando nuevamente.

Serena también estaba teniendo dificultades para mantenerse despierta, tenía tantísimo sueño tan repentinamente, cuando apenas hace unos minutos se sentía cansada pero entera. Las chicas ni siquiera terminan su conversación, simplemente colapsan sobre la mesa, golpeándose contra ella. Al oír el ruido de sus cabezas azotar, la joven de pelo azul sale de la cocina, con una sonrisa triunfante.

"Ay pobres tontitas, con lo que les he dado, no se van a despertar en muchas horas." La cruel chica sujeta a Serena de los cabellos, levantándole el rostro, el cual estaba cubierto en pastel, puesto que había caído encima de su postre. "Por mucho que me encantaría simplemente matarte de la forma más horrenda posible en estos momentos, considero que por lo que le hiciste a Myria, tu castigo debe ser mil veces peor." Miette deja caer a Serena, y casualmente toma el teléfono móvil de la chica. "¿Una fotito de Ash como fondo de pantalla? Pff… que obvia eres. "comenta con una sonrisa burlona.

"Busquemos el número de tu noviecito ese…." La vil joven se pone a buscar el número deseado y rápidamente lo encuentra, procediendo a anotarlo en una libretita amarilla, decorada con hexágonos dorados. "¡Aquí está! Oh Dios mío esto será tan divertido…." Ríe, totalmente encantada con las maquinaciones que ya traía en mente.

"Habría sido más fácil pedirte el número de tu macho, o robarte el teléfono cuando menos te dieras cuenta, pero eso no habría sido nada emocionante." Comenta al inconsciente cuerpo de Serena, antes de susurrarle al oído. "Llorarás de aflicción, hasta que te ahogues en tus propias lágrimas, y yo disfrutaré cada maldito segundo de ello…." Miette después de dejar el teléfono de Serena (justo arriba de la cabeza de la castaña) voltea hacia su segunda víctima, su roomie Georgia.

"Oh, tu no correrás la misma "suerte" que Serena." Comenta con una sonrisa perversa, permitiendo que la obscuridad la consuma de nuevo, transformándose en su verdadero yo, Nectura, por segunda vez en el día.

"Ahora, hagamos que esto en verdad parezca un desafortunadísimo ataque de las terribles villanas que han estado atacando a los pobre humanitos miserables…." Con un solo batir de sus alas, Nectura crea unas ráfagas de viento increíblemente intensas, las cual rápidamente viajan a toda velocidad por el lugar, haciendo que muebles, y otros adornos, en toda direcciones (las chicas no, puesto que estaban justo detrás de las ráfagas de la cruel bestia) chocando contra muros y ventanas. La monstruosa criatura, una vez contenta con la destrucción, escupe a sus propias manos después de frotarlas, creando una sustancia color oro, de consistencia viscosa; dedicándose unos minutos a embarrarla en cada rincón del destrozado departamento.

Se oyen pasos, los vecinos se apresuraban al departamento de las chicas para asegurarse que todo estuviera en orden. Nectura esboza una sonrisa perversa y recoge sin dificultad alguna el cuerpo de Georgia, la criatura ve su propia palma y ve brillar en azul un extraño símbolo, una M, rodeado por una especie de S, la cual estaba diseñada para parecer una cola larga. "Ya me llaman, jeje, aunque no creo que haya problema en esperar un poco a que lleguen por ti."

Los vecinos tocan la puerta con desesperación, las chicas que ahí vivían eran muy tranquilas y amables y cualquier daño hacia ellas sería totalmente trágico. Al oír tanto silencio temen lo peor y deciden llamar a la policía para que entrará de inmediato a investigar el lugar.

Dos jóvenes podían ser vistos corriendo por el parque central de la Ciudad, en medio de la noche, gritando el nombre de una chica, eran Ash y Dawn; quienes habían resuelto que ahí era el mejor lugar para empezar a buscar a su compañera.

"¿Encontraste algo?" pregunta Dawn, respirando muy agitadamente.

"No, nada." Replica Ash, con una mano en el pecho. Su Pikachu llega corriendo junto a él, también se le veía cansadísimo de tanto correr. "¿Crees que se haya ido lejos?

"Me encantaría decir que no pero…quien sabe en realidad, cualquier cosa pudo haber sucedido." Comenta la peli azul, dejando salir un fuerte suspiro.

"Libera a Togekiss, yo liberaré a Talonflame, y los hacemos buscar por toda la ciudad…" sugiere preocupado.

"Me parece perfecto…" Dawn toma la pokébola de su bolso y Ash hace lo propio, sin embargo pronto ven una patrulla pasar por la zona, a toda velocidad, con las sirenas encendidas, era claro que había una emergencia.

Ambos voltean a verse, sus rostros totalmente angustiados, ciertamente no deseaban que ese escenario tan malo que ya se cocía en sus mentes se hiciera realidad. Serena debía estar bien; los jóvenes salen corriendo del parque, siguiendo a aquella patrulla.

Afuera de aquel edificio, donde había ocurrido algo trágico, estaba una multitud de vecinos, todos en pijama, mirando la cinta que les impedía regresar a sus hogares con una mezcla de terror y rabia. También había una gran cantidad de oficiales de Policía y sus respectivos Pokémon, analizando el lugar para proceder con la mayor cautela posible.

Una oficial Jenny, preparaba todo lo necesario para entrar a aquel condominio. Balas listas, Pokémon de tipo fuego, listo, más balas, listo, no necesitaba nada más…

"¡ESPEREN! ¡ENTRAREMOS TAMBIÉN!

"¿Qué?" La oficial mira a los chicos que corrían como enajenados hacia ella con cierta confusión, arquea una ceja. "¿Ustedes quiénes son?"

Ash mira a Dawn, ella era mucho mejor explicando las cosas que él. "Somos agentes de la AIP, err….es necesario verificar que no haya monstruos ahí adentro…" dice, esperando de todo corazón que no los hagan quedarse afuera en lo que registran el lugar, eso sería una pérdida de tiempo.

"Ah sí, ya los recuerdo, los chicos de la AIP, supongo que pueden pasar, pero no arruinen nada, la AIP es pésima manejando evidencia, dejan huellas en todos lados." Les dice, indicándoles con la mano a que pasen a la zona restringida.

Otra oficial mira a los miembros de la AIP y niega con la cabeza. "No creo que todo lo malo que ocurra en esta ciudad tenga que ver con esas bestias tan raras, yo le voy más a que ha sido robo a casa-habitación."

"B-bueno…considerando lo que pasó hoy en el museo, dudo que este de más asegurarse ¿verdad?"

"Eso…es cierto. De acuerdo vayamos a entrar, voy a derribar la puerta y estén preparados para lidiar con lo que sea que este adentro." Avisa la oficial Jenny, caminando hacia el edificio junto con una de sus compañeras.

Dawn toma su pokebola y libera a Quilava. "Piplup está aún muy agotado por lo de hoy, creo que es mejor utilice a otro Pokémon esta ocasión." Razona Dawn, mirando a su Pokémon.

Ash voltea a ver a su Pikachu. "Es…mejor que esperes aquí afuera. No quiero exponerte más de la cuenta, ya cause muchos problemas."

Su Pikachu niega con la cabeza, y se pone listo para el enfrentamiento, sus mejillas rojas, sacando chispas. Ash sonríe. "¿Cómo decirle no a ese entusiasmo?" se pregunta, asiento con la cabeza; Dawn no sabe cómo sentirse al respecto, ella habría insistido en que el Pokémon se quedara atrás desde un inicio, pero bueno ¿Qué se le va a hacer?

"¿Ya están listos?" pregunta una de las oficiales, impacientándose.

"S-si oficial, estamos listos." Contestan los jóvenes al unísono.

Los oficiales, con armas cargadas y acompañados por varios growlithe, proceden a avanzar con cautela (seguidos por Ash y Dawn) por los escalones del edificio, hasta llegar al departamento deseado. La oficial Jenny al mando les hace una señal a los demás indicando que va a tirar la puerta, ordenándole a su Pokémon que la derribe con una tacleada.

Se oye un grito de horror entre la multitud, después de todo lo primero que ven las oficiales al tumbar la puerta es a una repugnante criatura, mirándolos con una sonrisa retorcida, sosteniendo el cuerpo inerte de una chica.

"Buenas noches, agentes." Saluda Nectura, haciendo una pequeña reverencia burlona. "Mi nombre es Nectura, un placer."

"¡Suelta a esa chica y pon las manos en el suelo!" ordena la oficial, apuntándole con el arma a Nectura.

"¡No hay tiempo para eso oficial! ¡Hay que acabarla rápido!" exclama Ash, avanzando como puede entre las otras oficiales, quienes lo miran molestas. "Pikachu, prepárate, no sabemos qué tan fuerte sea esta."

Nectura sonríe encantada. "¡Que magnífico! Son los pelmazos de la AIP, los mismos que le hicieron tanto daño a Myria el día de hoy; que suerte para mí que los tres estén reunidos aquí." Comenta, señalando el cuerpo de Serena que yacía en el suelo.

"¿¡Qué le hiciste a Serena!?" Exclama Ash corriendo hacia la chica, seguido por Dawn, Quilava y Pikachu.

"¡Yo no le hecho nada! Sólo la puse a dormir un ratito, se veía taaaaan cansada." Se burla la vil criatura, la angustia de los chicos haciéndole sentir un inmenso placer, tanto que comienza a retorcerse de risa ahí mismo.

Repentinamente se escucha un disparo, y luego un silencio largo e incómodo. Nectura mira su brazo, y observa una bala medio clavada en su propio brazo, tira al suelo el cuerpo de Georgia y hace una expresión de molestia mientras extrae la bala de su extremidad. "¿Es enserio?" Del agujero escurría un líquido de color amarillento, repugnante y casi purulento. "¿Si sabían que mi bello cuerpo es muy resistente? Una estúpida bala no va a herirme."

Dawn sostenía la mano de Serena, tomándole el pulso, después mira asqueada a Nectura, "Bueno, seguramente serás también una buena fogata. "¡Quilava, lanza llamas!" Ordena la peli azul, su Pokémon de inmediato obedece, apuntando a la cabeza de la monstruosidad.

La bestia niega con la cabeza y bate sus alas con rapidez de vértigo, creando ráfagas que envían a todos los presentes contra la pared, además que con ese movimiento, crea un sonido similar a un zumbido horrendo, así que cualquiera que todavía hubiese podido levantarse, estaría totalmente incapacitado. "Fue muy lindo jugar con ustedes ¡Pero tristemente debo irme ya!" Nectura les envía un beso al aire, levanta de la cintura a su pobre víctima que estaba en el piso y rasguña la pared con una de sus manos, abriendo un portal de color azul, que atraviesa, desapareciendo al instante junto con su presa.

"Bravo genio, eso fue una pésima idea." Comenta una de las oficiales, poniéndose de pie varios minutos después.

"Sé que no fue la mejor idea del mundo, pero una de ustedes le disparó, MIENTRAS sostenía a una rehén y el resultado fue patético." Reclama Dawn, mirando su brazo lastimado…creo que necesitaría más tiempo después de esto.

"F-fui yo." Comenta una de las oficiales con timidez. "Me asustó cuando comenzó a reírse y sólo disparé."

"No tiene que justificarte con esos de la AIP, ya hablaremos contigo en el cuartel." Comenta otra de las oficiales, sacudiendo su uniforme. "Si no se hubieran metido, tendríamos a la rehén."

"¡Bah! ¿Van a dejarnos hacer nuestro trabajo? Tenemos que conseguir información de esa asquerosidad, si es que queremos tener alguna esperanza de salvar a esa chica." Exclama Dawn, genuinamente fastidiada, las oficiales suspiran y la mayoría sale del lugar, algunas otras, se quedan a supervisar.

"No creo que deberíamos enemistarnos tanto con la policía…" comenta Ash, levantando entre sus brazos a la desfallecida Serena, era bastante liviana y la cargaba sin dificultad.

"Todavía que sin nosotros lo del museo habría sido una verdadera tragedia…" comenta Dawn en voz abaja, pero con cierta arrogancia. "Bueno, hay que comunicarnos con la AIP para que vengan a analizar el lugar."

Ash mira a la pobre Serena. "Y para que podamos ayudarla…."