¡Aquí está el siguiente capítulo! Espero les guste mucho
Capítulo 5: Casa de Bestias
Han pasado varios días desde que Serena fue encontrada por Ash y Dawn en el departamento de Miette, inclusive con toda la atención médica que la chica está recibiendo, ha resultado imposible despertarla. Al menos se encuentra en paz, no parece estar sufriendo en ese largo trance del que está siendo víctima. Por el momento la tienen en una habitación muy sencilla, dentro de la AIP, sólo hay una camilla, un monitor de signos vitales, una percha de la que colgaba un suero conectada intravenosamente a Serena y un par de sillas a cada lado de la camilla.
Ash está sentado al lado derecha de Serena cerca de la pequeña camilla en donde la han colocado (su Pikachu dormitaba sobre el regazo de Serena, cuidándola tiernamente), su expresión es inusualmente seria, de hecho se puede decir que se le ve ansioso (además de estar bastante cansado); está moviendo la pierna derecha de rápidamente, mientras de cuando en cuando ojea al monitor que registra los signos vitales de Serena, honestamente no entiende lo que dice ese monitor pero el médico le ha dicho que, al menos, están estables.
"No porque voltees a ver esa cosa, se va a despertar más rápido." Comenta Dawn con inusual dureza. La chica está de pie a la izquierda de la chica, su expresión refleja también una profunda ansiedad.
"Nunca pensé oír un comentario así de ti, pasar tiempo con Paul te comienza a afectar." Replica Ash casi de inmediato, sintiéndose increíblemente ofendido.
Dawn se ruboriza un poco, y niega varias veces con la cabeza. "Ay por favor no digas estupideces…es sólo que me estás poniendo más nerviosa cada que volteas; no podemos hacer absolutamente nada, sólo podemos esperar a que despierte."
"No pareces tan nerviosa como dices." Comenta Ash, mirando fijamente a Dawn. "Quizá Serena no te importe tanto como a mi…, viaje con ella muchísimo tiempo después de todo, tu no tiene mucho de conocerla."
Dawn mira a Ash, genuinamente sorprendida con lo que dice, y después mira a Serena "Eres más cruel de lo que crees."
"¿Cruel? ¿A qué te refieres?" pregunta Ash, ladeando su cabeza, confundido.
"Aun sí te lo dijera, nunca lo entenderías." Dawn suspira y se aleja de la camilla de Serena, pero no abandona la habitación.
"¿Por qué estás tan segura?" pregunta el azabache, arqueando una ceja.
"Porque te conozco mejor que nadie" explica la chica peli azul, mirando a Ash, con cierta arrogancia.
Tan pronto y Ash escucho aquellas palabras, se sintió realmente molesto, esa simple frase estaba frotando su orgullo en la manera equivocada, se queda pensando en silencio, en algo que responder para no quedar como un tonto.
La peli azul suspira y se queda apoyada contra la pared en silencio, mirando hacia el suelo, sabía con certeza absoluta que Ash no iba encontrar palabras para contradecir su afirmación.
Así permanecen ambos, en completo silencio por varios minutos, era una situación insoportable, ese breve lapso de tiempo comenzaba a sentirse como lo que es una eternidad, la tensión entre ambos tan sólo crecía.
"Es mejor que me vaya." Comenta Dawn. "Y….ya deberías descansar, estar pegado así a Serena no va ayudarte en nada." Agrega la peli azul, abriendo la puerta con su mano útil.
Era cierto, Ash había estado velando a Serena desde el momento que la trajeron de regreso a la AIP, había dormido muy poco y se le notaba en el rostro. "Quiero estar aquí, hasta que ella despierte."
Dawn se encoge de hombros. "Si es sólo porque te sientes culpable, ya olvídalo, ella seguro ya te perdonó." Comenta antes de salir de la habitación, no se espera a ver la expresión de Ash, el chico de en verdad no creía que la peli azul le dijera eso, pero en parte tenía razón, todo había sido por su culpa.
"Enserio perdóname" Comenta el chico, colocando su mano sobre el hombro de la chica, ella ni siquiera se mueve.
La peli azul camina por los pasillos de la AIP, todo está inusualmente callado, pero eso no quiere decir que el ambiente sea tranquilo. Desde que Serena fue atacada por aquella criatura, no había habido ni un solo ataque en toda la región, ni uno sólo.
Mientras tanto, en algún lugar muy distante, un lugar prácticamente inalcanzable para cualquier humano, se oye el zumbido característico de las alas de Nectura. Se encuentra con una vista que haría que cualquiera quedará con la mandíbula dislocada del asombro, un gigantesco espacio, de color rojo con detalles dorados simplemente esplendidos, había decoraciones de altísimas columnas salomónicas, que por su altura parecían ser infinitas. Cortinas de seda azul caían delicadamente, había barandales ostentosos hechos de oro puro, toda una borrachera para la vista. Enormes estatuas de seres humanoides decoraban el sitio, dándole su toque aterrador.
La bestia camina por los elegantísimos pasillos, volteando para todos lados, realmente extrañada de no ver a nadie, pero muy pronto escucha tristes aullidos más adelante, lo que la impulsa a volar hacia el sitio de origen de aquellos lamentos.
Lo que había ahí haría que cualquiera muriera del susto, docenas, sino cientas de chicas, una más monstruosa que la anterior, se encontraban reunidas ahí, todas de rodillas, algunas murmuraban, otras lloraban, y algunas otras permanecían en absoluto silencio. Nectura se acerca a la multitud y camina entre esas figuras, hasta encontrar un buen sitio donde ponerse de rodillas.
El techo se abre como un domo y de él entra la intensa luz de luna llena, de inmediato todas las presentes se callan. Delante de ese espacio donde se encontraba la multitud, había una cortina lujosa, aún más lujosa que las demás del sitio, junto a la cual flotaban dos cristales verdes brillantes.
Una criatura aparece, como por arte de magia, frente a la monstruosa multitud. Su aspecto era genuinamente aterrador. Los rasgos faciales de aquella criatura eran exóticos, realmente resultaría difícil no quedarse viendo esos ojos amarillos que brillaban en la penumbra, pero que no reflejaban nada, estaban totalmente sin vida. Pero, aunque era muchas veces era fácil reconocer un patrón en el aspecto de estas criaturas, en esta en particular no lo había, parecía que alguien había puesto en la licuadora un montón de ideas descabelladas. Del cabello corto y rojizo de la criatura (con dos mechones de cabello de cada lado y peinado hacia arriba) salen un par de orejas, largas peludas y puntiagudas, con mechones de cabello blanco saliendo de ellas. De la parte inferior de su nuca, crecía una suerte trenza que pronto degeneraba en una pequeña cola segmentada con forma de esferas rojas, con un puntiagudo aguijón al final. De sus delicados labios se asomaban un par de afilados colmillos, el cuerpo de la chica era atlético y precioso, el cuello de la chica y parte de su pecho estaba cubierto por un suave abrigo de pelaje blanco, pero donde debían estar brazos, había largas extremidades, cubiertas de pelaje negro con garras enormes terriblemente afiladas. De la zona lumbar de su espalda salían un par de alas rojizas. Finalmente, de la zona del cóccix, se extendía una cola negra y delgada, que rozaba el piso. Aquella figura inhumana usaba poca ropa: un collar, y brazaletes de cuero negros con picos y un pequeño corset y shorts cortísimos de ese mismo material, cabe resaltar que la mitad inferior de su cuerpo, al contrario de muchas de las presentes, era muy cercano anatómicamente al de un humano, por lo que usaba un par de botas negras de tacón, las cuales tenían pelaje obscuro como el de sus brazos, saliendo de la parte superior.
Aquella criatura se acerca a la multitud, caminaba elegantemente, tan digna, como el orgulloso depredador que asecha en la noche y pronto habla, con una voz poco femenina y muy potente que llena aquel enorme lugar, "Hermanas mías, hace apenas unos días, hemos perdido a una de las nuestras." Comenta, su tono era sorprendentemente tranquilo. "Ha sido una genuina tragedia, una tragedia como ninguna otra. Myria era amada por todas nosotras, y a pesar de lo indigesta que su muerte fue…la recordaremos como la dulce hermana que era."
Brachyura aprieta su puño, y cierra los ojos con fuerza, Nectura se cubre la boca con ambas manos, y derrama varias lágrimas por sus mejillas.
"Nosotras, las miembros de Menagerie, tenemos la obligación moral de vengar su muerte. Pero me veo en la necesidad de decirles a todas que no se dejen cegar por el deseo de vengarla. Tenemos un propósito más grande, más elevado que ese." Explica, en tono solemne. "Ya dicho esto, por favor, amadas hermanas, pido que reine el silencio, en honor a Myria, por un momento."
Los tristes aullidos y llantos, cesan por completo. Así pasan varios minutos, lo que sea que aquellas criaturas consideraran suficiente como para honrar la memoria de Myria.
Todas las presentes tenían expresiones de tristeza inmensa en su rostro, pero la que justo había pedido por un instante de silencio, parecía la menos afectada emocionalmente. O al menos era difícil ver tristeza en ella, si se queda muy seria y sus ojos estaban humedecidos, pero se limita a mirar a todas las bestias humanoides frente a ella sin más.
Finalmente, la bestia al frente retoma la palabra. "Pueden ponerse de pie, la sesión ha sido finalizada, espero que todas puedan superar esta tragedia, y para esto…debemos apoyarnos mutuamente, somos hermanas, hermanas de sangre." Agrega, en una voz considerablemente cálida.
La mayoría de las presentes desaparece en pocos minutos, sólo unas cuantas permanecen ahí. Nectura se queda pensando, no sólo en lo ocurrido con Myria, sino en la escena del crimen que había dejado en su departamento. ¿Cómo iba a volver a trabajar sin levantar sospechas? Quizá y ya no pudiera retomar su identidad civil….
Siente un brazo jalándola. Es Brachyura, quien la mira con firmeza. "Nectura, que bueno que alcanzaste a llegar; tengo un plan y necesito que me ayudes."
"¡Oh, por supuesto señorita Brachyura! ¿Qué haremos?" pregunta, agitando sus alas de la emoción.
"¡Vamos a vengarnos de esos agentes imbéciles que osaron meterse con Myria! Matar tres aves de un tiro." Exclama Brachyura, golpeando el suelo con su tenaza.
Nectura queda callada por breves momentos, finalmente ella ya tenía su propio plan para vengar a su amiga, plan que involucraba hacer retorcer de dolor a Serena, ¿por qué ella? Porque se le daba la gana, era más ensañarse con esa tipa insoportable. Bueno antes no le caía tan mal, pero desde que se unió a Menagerie ya no podía tolerar a ningún ser humano. "Bueno, mi señorita, en realidad, yo ya tenía un plan…verás…pensaba en….ehh, arruinarlos emocionalmente."
Brachyura levanta una ceja. "¡Pero eso no será suficiente! Mira ahorita me cuentas que tienes en mente, pero tenemos que conseguir que ELLA, también nos ayude" exclama, señalando a la misteriosa bestia que dio aquel lamentable discurso.
"La Señorita Macherie?" Nectura traga saliva. "No creo que ella quiera, de por sí no la vemos muy seguido y pues ella es la más poderosa e importante entre nosotras, incluso entre las chicas bestia mítica."
"Si de verdad es nuestra hermana, nuestra líder al mando, no tiene de otra." Comenta Brachyura, jalando del brazo a Nectura, arrastrándola frente de la temible Macherie.
Macherie levanta una ceja, y esboza una sonrisa minúscula. "Oh Brachyura y Nectura, ¿puedo ayudarlas en algo?"
"Mi Señorita" Habla Brachyura. "Tengo un plan para vengarnos de esos humanos y acabar con el problema de raíz. "Pero necesito de su ayuda, sin usted el mensaje simplemente no se les meterá en la cabeza."
La sonrisa de Macherie se desvanece. "Sabes que yo no salgo al público, estoy realmente ocupada."
"¡Lo entiendo, pero esto es por Myria! Será breve y entretenido para usted, eso se lo aseguro."
Macherie frota sus propias sienes, y suspira, no estaba de humor para iniciar una discusión, aunque ciertamente la idea de mostrarse le parecía totalmente absurda "Muy bien Brachyura, haz lo que tengas que hacer, estaré…" La bestia parecía que iba agregar algo más, pero parece que su oración se corta repentinamente, cierra los ojos y se da la vuelta muy bruscamente, y avanza hacia las cortinas detrás de ella, desapareciendo.
Brachyura y Nectura voltean a verse, y se encogen de hombros. "Vámonos Nectura, ya tengo unas cosas preparadas, y si Macherie va a aparecerse como dijo, pues más vale apurarnos."
En la AIP, justo en el momento en que las bestias de Menagerie tenían una reunión en nombre de la caída, Dawn se encontraba dando un pequeño paseo por el edificio, llega a un enorme pasillo con altas paredes, totalmente de cristal, se asoma por una de ellas, observa la lluvia golpear el cristal con fuerza. Esta lluvia había comenzado hace un par de días y no cedía, era muy inusual ya que en esta época del año no había precipitaciones así en la ciudad. Ya comenzaba a ser problemática puesto que mucha gente había comenzado a ser desalojada de sus hogares, o eso había estado escuchando en los ratos que salía de la sala donde tenían a Serena, sinceramente con todo lo que estaba pasando, una lluvia torrencial era la menor de sus preocupaciones.
La chica se para justo frente al escritorio de la secretaria de su amiga Zoey, y le sonríe. "¿Se encuentra Zoey…? ¿Será posible que…?"
La secretaria la mira y la interrumpe bruscamente. "Ajá ya sabes que puedes pasar, no tienes que fastidiarme."
"Uuuy que amable, gracias." Responde Dawn sarcásticamente, entrando a la oficina de su amiga con absoluta y total confianza, amaba tener el privilegio de entrar sin tener que esperar o hacer citas absurdas.
Zoey estaba sentada en su escritorio, con los brazos apoyados sobre la mesa, parecía estar profundamente dormida. Dawn se ríe, ya eran varias veces que la encontraba en ese curioso estado.
"Tierra a Zoeey!" exclama Dawn, colocando su índice en la nariz de la chica, Zoey tarda un instante pero reacciona, ruborizándose intensamente. "Ah D-Dawn, ¿Qué pasa? ¿C-como va tu brazo?"
"Mi brazo va mejor, aun me duele y sigo sin poderlo mover pero… ¿Qué onda contigo?" Comenta la chica, sentándose. "Ya van varias veces que te encuentro así."
"He estado bastante estresada, no he dormido nada bien estos días, ya sabes, hemos hecho todo lo posible por investigar la misteriosa lluvia." Comenta la pelirroja, frotándose la cabeza, había comenzado a dolerle punzantemente.
"Pobre de ti." Comenta Dawn, dándole palmaditas a su amiga en la cabeza. "Desde que entramos a la AIP nuestras vidas son muy ajetreadas, necesitamos unas vacaciones. Aunque aun no entiendo por qué dejaste tu carrera de coordinadora, que estaba en su segundo auge prácticamente, para venir a trabajar a este lugar.
Zoey suspira, se le ve particularmente triste. "Sólo es por un rato…le debía un favor a la presidenta, simplemente por eso, pienso retomarla después."
Dawn ladea la cabeza, esa respuesta no se sintió tan genuina como esperaba, quería indagar más, pero la pelirroja la interrumpe.
"¿Y cómo sigue Serena? ¿Ya ha despertado?"
La peli azul suspira, su rostro vuelve a llenarse de pesadez. "No, ni siquiera un parpadeo."
Zoey niega con la cabeza. "En verdad lo lamento nena" comenta con mucha calidez.
"Y Ash piensa que no me importa, es sólo que no puedo verla así, sé que está noqueada solamente pero, entre ella y él…me ponen los nervios de punta."
"Entiendo, no han tenido tiempo para arreglar sus problemas desde lo ocurrido aquel día… es normal que las cosas sólo se pongan más tensas" Comenta, extendiendo su brazo al de Dawn, estirando sus dedos lentamente, sólo para detenerse en el último instante, al menos la peli azul no se había percatado de esto.
"Sinceramente estoy harta, estoy tan cansada" Dawn suspira y apoya su cabeza en el escritorio de Zoey, se puede oír sus llantos casi silenciosos, la pelirroja coloca su mano sobre la cabeza de Dawn acariciándola, para consolarla.
Serena siente una luz cegadora entrar por sus ojos, que lentamente estaban abriéndose después de tanto tiempo. "Ugg…q-ué, qué me paso?" comenta, en voz apenas audible, siente sus labios, están secos, y se siente hecha un total y absoluto desastre, trata de voltear, pero se da cuenta que el cuerpo le duele demasiado como para hacerlo. "Me siento terrible…" murmura. Mueve su brazo derecho y siente algo, peludo, como una cabeza.
Abre los ojos asustada, y con dolor y todo se obliga a voltear, dándose cuenta que Ash dormitaba justo junto a ella (técnicamente). Esto de inmediato hace que su corazón comience a palpitar como loco, y que un rubor intenso llene sus pálidas mejillas. "¡¿Ash!?" exclama despertando al chico, y a su Pokémon, ambos casi mueren del susto con el grito que pegó Serena.
"¡S-serena! ¡Ya estás despierta! ¡N-no sabes el alivio que me da ver que estás bien!" proclama el chico, muy contento, abrazando a su amiga quien de inmediato, además de su usual reacción al contacto físico con el chico, se queja por el dolor.
"Mi cuerpo…me duele mucho…y ¿q-qué hago aquí? ¿Qué pasa aquí?" pregunta, Pikachu se vuelve a acurrucar en el regazo de la chica, feliz también de verla despertar.
"Bueno…hace unos días te encontramos inconsciente, en el departamento de Miette, y te trajimos aquí, pero no despertabas…"
"¿Miette? Si recuerdo que estaba con ella y otra chica de la AIP…..pero, no sé, no recuerdo nada más."
"Bueno cuando entramos sólo estabas tú y….una horrible bestia, el lugar estaba destruido. Seguro no le dio tiempo de llevarte con ella, porque a Miette, y a Georgia, jamás las encontramos."
Serena se cubre la boca con ambas manos. "Qué horrible…eso es aterrador, y… y-yo estaba ahí?"
"Sí, emm estabas inconsciente y primero pensábamos que sólo te había golpeado la cabeza un poco pero, tardaste casi una semana en despertar."
Serena permanece en silencio y mira hacia abajo. Sabía bien que esas chicas no eran ajenas a secuestrar gente. Y aquellas personas jamás aparecían de nuevo, nadie sabía que pasaba con las víctimas.
"No pienses en eso ¿sí? Tu estas bien, a ese monstruo ya lo tenemos en la mira, hay bastante información de ella en la base de datos… y a ellas, las vamos a encontrar con toda certeza, las vamos a encontrar bien." Asegura el chico, sonriendo con optimismo.
"Me encanta esa actitud tuya, enserio me levanta el ánimo." Comenta Serena, sonriendo cálidamente. "Aunque no comparto ese pensamiento, sólo Dios sabe que les harán a esas pobres personas" La castaña hace una pausa, suspira y pregunta. "Oye y Dawn?"
"Oh…ella estaba aquí hace un momento…bueno empezamos a discutir y se fue, ¡pero igual se ha quedado a tu lado estos días!
Serena esboza otra sonrisa, era bueno sentirse querida, sobre todo cuando las cosas entre los tres no marchaban nada bien, y claro, pensar que Ash seguro se desveló cuidándola, esa sensación era simple y sencillamente sublime.
"Le hablaré a Dawn para que venga a verte ¿va?"
Serena se decepciona un poco, claro le alegraría ver a Dawn, pero sinceramente a ella le encantaba estar a solas con Ash, aunque sea por un momento, pero ciertamente no se sentía con la capacidad ni la voluntad de decirle al azabache que aguardaran un rato más.
Ash, ahora si con un teléfono móvil a la mano, marca el número de Dawn. "Ojala no me cuelgue o algo así"
La peli azul seguía con su cabeza apoyada en el escritorio, Zoey contestaba una llamada telefónica, que había interrumpido el momento entre ambas y por lo que parecía, esa llamada era muy importante.
El celular de Dawn vibra y la chica definitivamente se sorprende mucho al ver que Ash estaba llamando, el tipo jamás traía su teléfono como debía. Contesta de inmediato. "Dime Ash ¿Qué pasa?…. ¡Oh! ¿Serena ya despertó? ¡Qué bueno!... ¡Sí, voy para allá, no tardaré!"
Dawn estaba por despedirse de su amiga Zoey, ya muy ansiosa de salir corriendo a ver Serena, ella estaba justo acabando con su importante llamada. "Ya oí lo de Serena, me da muchísimo gusto, pero tengo que mostrarte algo antes de que te vayas…" Comenta la pelirroja, presionando el botón de un control que tenía en la mano, encendiendo la enorme pantalla en su oficina.
"¿Qué vas a mostrarme?" pregunta curiosa la peli azul.
La pantalla se ilumina y muestra a un grupo de chicas monstruosas, del que se puede destacar la presencia de Brachyura y Nectura; quedaba muy claro que estaban en el interior de un edificio.
"Uggg esas bitches de verdad que aman la atención" Comenta Dawn asqueada.
Zoey la mira un instante y voltea a ver a la pantalla, impávida.
Nectura de inmediato toma el centro del escenario, micrófono en mano, comienza a reportar lo que estaba ocurriendo, tal y como lo hacía en el noticiero. "Muy buenas tardes tengan todos ustedes, insignificantes y molestos humanos. ¿Nos extrañaron? ¡Estamos en una transmisión muy muy muy especial el día de hoy! ¿No es así chicas?"
Brachyura sonríe con la mueca retorcida de siempre. "¡De hecho que sí, tenemos muchas sorpresas!"
"Y se nota que la cosa esa que atacó a Serena hace unos días es la más hambreada de atención." Agrega Dawn, sintiendo su estómago revolverse.
Una de las monstruosidades de ahí, una chica delicada pero cubierta en una sustancia viscosa, de pies a cabeza, inclusive su largo cabello estaba cubierto en esa sustancia verdosa, la mitad de su cuerpo era una masa igual de gelatinosa, similar a la de algún bicho rastrero. De su cabeza se asomaban un par de antenas pegajosas. Sus dos brazos estaban frente a su cuerpo tímidamente; miraba hacia la izquierda, evadiendo la cámara. "¡Q-quiten la cámara…n-no estaba lista, e-esto es tan repentino!" comenta absolutamente aterrada por la idea de ser grabada.
"No seas tímida, Mirabilis." Comenta Nectura, sonriente. "¡Estamos aquí para divertirnos! ¡Lo merecemos después de lo que esos horribles, horribles agentes le hicieron a nuestra preciosa y amadísima Myria! "Es por eso que nuestra transmisión especial, se realiza aquí, en esta escuela secundaria." Las chicas se abren paso, mostrando que al fondo de la habitación había al menos, un centenar de chicos adolescentes, que seguramente tenían no más de 16 años, atrapados en finas, pero fuertes redes de sedas pegajosas, esa sustancia pegajosa estaba en sus bocas, impidiéndoles hablar.
"Pero el entretenimiento de esta noche, palidece ante la primicia; nuestra preciosa líder, ¡Aquí mismo! Ella nos honrará con unas palabras para todas ustedes, ¡en exclusiva!" Macherie sale de entre las sombras, mostrándose totalmente inexpresiva, estaba cruzada de brazos, y en el momento que la cámara se enfoca en ella, cierra los ojos, mostrando desinterés.
"Creo que voy a vomitar…" comenta Dawn, genuinamente asqueada, arqueándose un par de veces.
