¡Lamento mucho la demora! Aunque me alegro mucho de decirles que ya acabe con el fastidioso trimestre en la universidad así que podremos volver a los capis semanales. Este capítulo es un poquito extenso, pero espero les agrade bastante
Capítulo 8: Mensaje
Ash, Dawn y Serena avanzaban por el obscuro corredor con extrema cautela, a pesar de que Zoey les había dicho que por ahí sería difícil encontrarse con el enemigo, nunca estaba de más mantener la guardia en alto. Era obvio que ese pasillo recibía muy poco mantenimiento, olía muchísimo a humedad y por si no fuera suficiente les caían ocasionalmente gotas de agua desde el techo.
"Mugre lugar asqueroso." Comenta Dawn en voz baja, asqueada cuando una gota de agua le cae en la frente y se desliza por su rostro. "Nunca pensé que una escuela pudiera estar así de descuidada, por afuera se ve decente."
A Ash poco o nada le molestaba, más preocupado está por rescatar a los rehenes. "No está tan malo, he olido cosas peores." Comenta tranquilamente.
"No entres en detalles por favor…" Suplica Dawn. "Traigo el estómago delicado desde que esas bestias se aparecieron hoy.
"Aun con la luz de Braixen este lugar es increíblemente tétrico…" Comenta Serena, dando pequeños pasos en la penumbra, mientras lentamente se sujeta del brazo de Ash.
"¿Serena? ¿Todo bien?" Pregunta el azabache, mirando a su compañera confundido.
"¡Ah-ah claro es sólo que…estaba algo asustada y…ya sabes fue un error…!" La castaña se separa de golpe y se ruboriza intensamente ante la pregunta.
Dawn se acerca a Serena e inclina su cabeza hacia ella, para murmurarle unas palabras al oído "Heh… ¿En verdad vamos a creer que hiciste eso por error?" Le pregunta, con una sonrisa traviesa en el rostro.
"¡Cállate!" exclama en voz alta Serena ruborizándose más, tan sólo para ser silenciada de inmediato por sus compañeros.
Ash estaba comenzando a fastidiarse un poco por la actitud de la castaña, ya iban dos veces que gritaba en esta crítica misión; Dawn tan sólo suelta una pequeña risita traviesa.
"Serena por favor…" Comenta el azabache, sintiéndose un poco más nervioso porque parecía que llegarían a una puerta al final del extenso corredor.
Serena mira de reojo a la peliazul, con bastante molestia. Ella tenía razón, el agarrar a Ash así del brazo no había sido ningún error… ¿Pero qué demonios le importaba lo que ella haga?
El grupo continúa avanzando por el corredor en silencio hasta que, casi llegando al final del pasillo, a los tres por poco les da un infarto puesto que la guía del camino, Braixen y el Pikachu de Ash, comienzan a comportarse inusualmente agresivos, gruñendo a la obscuridad.
"Amigos…?" pregunta Ash, dando un paso adelante.
Se escucha una pequeña risita infantil, pero que parece hacer eco en el reducido espacio.
"¡Pikachu impactrueno!" Ordena el azabache, apuntando a la obscuridad delante de ellos. El ataque ilumina el corredor lo suficiente para lograr ver que en el velo sombrío se escondía una chica bestia…o eso pareció; esta era más pequeña que las demás y particularmente ágil ya que tan pronto la luz del ataque se extinguió ella se dio la vuelta y se alejó a toda velocidad.
"¿N-no era una bestia? ¡Vi una larga cola!" Comenta Serena, sin retirar la mirada del frente.
"Si de verdad fue una bestia, ya se jodió todo…le va a decir a sus queriditas amiguitas que estamos aquí" Comenta Dawn, con la mano en la barbilla.
Serena saca de inmediato el mapa de la escuela, enviado convenientemente a la base de datos. Una vez que cruzaran esa puerta saldrían por la habitación en donde el personal de limpieza descansaba después de trabajar arduamente; de ahí había bastantes aulas donde al menos podrían ocultarse para pensar en un buen plan. "Debemos movernos rápido, si salimos de aquí no deberíamos tardar en alcanzar un salón para poder escondernos."
Ash suspira, no le gustaba tanto la idea de esconderse, pero no quedaba de otra. "Está bien."
"Se que no es tu estilo Ash, pero pronto nos vendrá una horda de monstruos si nos quedamos aquí."
Mientras tanto los entrenadores de la AIP continuaban esperando que las bestias de Menagerie se dignaran a salir de su escondite. La tensión entre los grupos aumentaba conforme avanzaban los segundos.
"Ya han pasado más de 20 minutos…"
"¿Qué crees que estén tramando?"
"Más les vale cumplir su palabra."
Pronto toda la multitud queda en silencio, y lo único que puede oírse son unas alas que hacen un fuerte zumbido, se trataba de Nectura.
"¡Ooooh! Tanto lamento el no haberme dado cuenta que ya estaban ahí, ya saben, con lo insignificantes que son…" Comenta en voz muy alta, parándose en la enorme barda de la escuela, micrófono en mano.
"Mas les vale cumplir su palabra o me aseguraré de que las acaben de forma especialmente dolorosa." Advierte Paul, mirando a la bestia con seriedad.
"¡Uuuuy que miedo tengo!" exclama a carcajadas Nectura, chasqueando los dedos. "Bueno continuemos con esta gloriosa transmisión."
De la nada, alrededor de la AIP aparecen figuras humanoides, aquellos que estaban más cerca de ellas retroceden de inmediato, dándose cuenta de que no se trataba de personas ni de chicas bestia; eran simples maniquíes, sin rasgos faciales apreciables, usaban una especie de uniforme, de color negro con guantes y botas blancos, todos con el logo de Menagerie en azul en el pecho. La única diferencia notable es que algunos usaban pantalón y tenían cabello negro corto y otros usaban falda, con cabello negro peinado en una simple coleta. Esto maniquíes tenían en sus manos equipo de grabar, como si de un programa de televisión se tratase.
"Ya van a seguir con sus pendejadas." Comenta Paul en voz baja, viendo que estaban rodeados.
"¡Bienvenidos de regreso a esta transmisión tan especial! Como podrán ver, nuestros fans de la AIP ya han llegado, esperando ansiosamente que nosotras nos percatáramos que ya estaban aquí." Comenta la bestia muy sonriente, mirando directo a las cámaras. "
"Prepárense para atacar." Ordena Paul, todos tenían Pokébolas en mano.
Nectura de inmediato nota esto y su sonrisa sólo se hace más grande. "¿Atacarme? ¿No querían a la rehén? Mi querida Arachne, trae a la chica esa por favor."
La bestia de ocho patas pronto aparece en escena, habiendo escalado el muro con facilidad para llegar a lado de Nectura, entre sus brazos cargaba el capullo en donde se encontraba atrapada la chica, los chicos de la AIP de inmediato se quedan con la boca abierta, a estas alturas ya no esperaban que trajeran a la rehén.
"¡No bajen la guardia! ¡Es obvio que es una trampa de estas putas enfermas!" Ordena Paul nuevamente.
"¡Que grosero eres!" Comenta Nectura disgustada. "Así te enseñó mami a hablarle a una dama? Creo que debo enseñarte modales."
Arachne asiente con la cabeza. "Bueno ahí les va su rehén." La vil bestia deja caer el capullo.
Se escuchan gritos de horror entre los miembros de la AIP, no había tiempo para evitar tan horrible caída. Paul sólo se queda viendo.
"Ya puedo escuchar a la idiota de Zoey dándome un sermón de cómo se manejan las situaciones con rehenes." Piensa, mientras observa caer al capullo, todo en una fracción de segundo.
Y en ese mismo periodo, la caída del capullo se detiene de inmediato, ya que queda literalmente colgando de un fino hela de seda pegajosa, la chica que atrapada estaba sólo puede continuar llorando en silencio, totalmente aterrada.
Los ojos de Paul se abren mucho, no esperaba que esto ocurriera, pero eso les daba la oportunidad de rescatar a la chica. "Rápido! Electrivire, ayúdala!" Exclama el chico, señalando el capullo, su Pokémon de inmediato se lanza a salvarla.
El Pokémon de Paul se aproxima a velocidad de vértigo hacia el capullo, pero no es lo suficiente rápido, las bestias sonríen con mucha malicia.
Arachne junta sus manos, colocándola una encima de la otra, entrelazando sus dedos con fuerza.
La chica siente el capullo volverse menos espacioso en pocos segundos, las sedas comienzan a apretar tan fuertemente su cuerpo que le era demasiado difícil respirar. Pronto la fuerza del capullo contra ella es tanta que comienza a romperle los huesos, causándole inmenso dolor. De hecho, entre esos huesos rotos, se encontraban sus costillas que al fracturarse perforan sus pulmones, llenándolos de líquido al instante. Además, sangre comienza a salir de sus ojos, de su nariz y boca, estaba sufriendo muchísimo. Al momento en que Electrivire llega a ella para salvarla, ya era demasiado tarde, la chica se había ahogado.
"¡Putas de mierda!" alguien grita entre la multitud.
Una tercera bestia aparece de la nada sobre el muro, o más bien nadie estaba prestando atención al muro en esos momentos y por lo tanto no era descabellado pensar que ella se hubiese materializado de la nada, sin embargo, su presencia de inmediato se siente, tanto que una pesadez inmensa llena el ambiente, pronto los chicos de la AIP y los Pokémon que los acompañaban quedan paralizados. Se trataba de Macherie, la líder de Menagerie.
Arachne y Nectura hacen una breve reverencia ante Macherie, y la bestia del horrible zumbido le extiende el micrófono. "Por favor mi Señorita, unas palabras." Le pide con suma delicadeza, como si le hablara a una monarca
Macherie lo toma entre sus garras y esbozando una minúscula sonrisa sádica se dirige a la multitud, y a todos los que observaban el show de horror desde sus televisores, su voz tenía la potencia de un huracán. "Este es el único destino que le espera a aquellos que se opongan a Menagerie. Para la AIP ya es muy tarde; hoy, como la vida de esta niña, las suyas se extinguirán, pero a los demás humanos sólo les diré qué si no desean sufrir en vano, se queden en sus hogares, viendo desesperanzados como mis bestias hacen lo que les plazca, finalmente este mundo ya es de nosotras." Comenta con un vozarrón tan fuerte, como si de un rugido se tratase, que hace que los chicos de la AIP queden de rodillas, cubriéndose los oídos, sin excepción alguna; habiendo sembrado en sus corazones un intenso miedo.
Le devuelve el micrófono a Nectura al terminar, sorprendentemente las otras dos bestias también se encontraban de rodillas, el rugido de su líder teniendo un efecto similar en ellas, pero en lugar de causarles terror, esa cruel advertencia sólo las hacía sentir inmensa motivación, de inmediato se oye un aplauso explosivo detrás del muro, eran todas las bestias de Menagerie, fascinadas con las palabras que acababan de escuchar.
"Que hermosas palabras la de nuestra líder." Exclama Nectura, ruborizándose y poniéndose lentamente de pie, sentía sus piernas insectoides temblar como gelatina.
Paul muerde sus labios con fuerza y apenas logra ponerse de pie. Estaba furioso, tan molesto estaba que no podrá siquiera hablar el hilo de insultos que tenía preparado para esas bestias. Los demás miembros de la AIP se sentían totalmente desmoralizados, no sólo era el hecho de haber visto a esa chica morir de forma tan horrenda y viéndose totalmente incompetentes para auxiliarla. Además, la voz de aquella bestia aun resonaba dentro de ellos, haciéndoles sentir genuinamente mal.
"Parece que no hay nada más que hacer. El mensaje quedó muy claro." Comenta Macherie, cruzada de brazos, mirando la patética escena. "Confió ahora, mis bestias, en que los exterminen a todos, por nuestra hermana caída." Ordena dirigiéndose a sus subordinadas, dándose la vuelta y regresando al interior del edificio.
Las voces de aquellos seres inhumanos se oyen como si fueran una. "¡Si, Señorita!" exclaman, al unísono, soltando una enorme carcajada perversa al final.
Cuando Paul levanta la vista, ya no ve a la líder del circo, pero sí a cientas de hediondas bestias; tan sonrientes, tan contentas por su aparente triunfo. Eso le disgustaba enormemente, sabía que probablemente era lo último que haría en su vida, pero de verdad deseaba borrarles esa expresión de la cara. No todos en la AIP habían logrado ponerse de pie, pero los que sí tan sólo tenían unos escasos segundos para prepararse.
Mientras, Ash y compañía, se encontraban dentro de uno de los salones de la escuela, ya habían pasados varios minutos y ninguna bestia se había acercado a ellos. Pero si escuchaban mucha bulla del exterior del edificio, de todo, gritos, insultos y aplausos, sea lo que sea que estuviera ocurriendo era un total y completo desastre. Ellos ya habían sacado a algunos Pokémon, puesto que pelear era inevitable, Ash tenía a su Lycanroc y a Pikachu, Dawn a piplup y Togekiss y Serena a Braixen y a Sylveon. Pero no había señales de que fueran a ser atacados y eso era sumamente preocupante.
"¿Qué estará pasando? ¿Acaso deberíamos regresar…?" Se pregunta Serena, nerviosa.
"No podemos, tenemos que encontrar a los rehenes." Responde Ash, cruzado de brazos. "Y no lo vamos a hacer quedándonos aquí"
"Sí pero que tal y si nos emboscan al salir?" Cuestiona Dawn moviendo la pierna nerviosamente.
"¡Tenemos que correr el riesgo!" Exclama Ash. "No podemos esperar."
"Es demasiado peligroso, ¿Sabes que si la cagamos van a matar a muchas personas?" replica Dawn, molestándose. "De hecho fue un error enviar a tan pocos de nosotros acá, si nos atacan no hay nada que podamos hacer."
"Ten algo de fe por favor." Le pide Ash, molestándose por esa actitud.
"¿Fe en qué?" pregunta Dawn, suspirando hondo, Serena y los Pokémon los miran con preocupación.
"Chicos, peleando no vamos a solucionar nada." Les dice la castaña, intentando que la situación no se saliera de control.
"Quedándonos aquí tampoco, yo no voy a permitir que les hagan algo malo a esas personas mientras yo estoy aquí muy cómodo." Ash camina hacia la puerta, indicándole a sus Pokémon que lo siguieran. "
"¡Ash no te vayas así!" suplica Serena
"¿A donde carajos crees que vas!?" Le pregunta Dawn, enfureciéndose. "Si nos separamos ahí sí que valimos. Usa la cabeza por una vez en tu vida."
"¿Enserio prefieres quedarte aquí sin hacer nada? No podemos esperar." Comenta Ash, tomando la perilla de la puerta, asomándose por la ventanilla para ver que no hubiera nada afuera.
"Y-yo iré contigo, estoy de acuerdo con lo que dices" Comenta Serena, acercándose a Ash junto con sus propios Pokémon.
"¡Ay por favor tu siempre vas a estar de acuerdo con lo que él dice!" Le grita la peliazul, visiblemente ofendida, Serena la mira con cierto desdén.
Ash no presta atención a ese comentario. "Bueno Dawn, si no vas a venir, entonces puedes ser de más ayuda afuera con los demás, Serena y yo rescataremos a los rehenes." Le dice antes de salir por la puerta.
Dawn se queda sólo con sus Pokemon, quienes la miran con visible angustia. La peliazul suspira con enojo y pasa algunos minutos totalmente inmersa en sus pensamientos "Ash siempre se la pasa tomando esta clase de elecciones idiotas sin importarle nada y lo peor es que la marioneta sin mente de Serena siempre lo defiende…me hartan estos dos."
Pronto una voz familiar interrumpe los pensamientos de la chica, era la voz de Zoey. "¡Buenas noticias…!¡Ya tengo la ubicación precisa de los rehenes…!" La pelirroja hace una breve pausa. "¿Oye y los demás? No me aparece que estén en línea, no puedo comunicarme con ellos."
"Zoey? ¿Cómo que no puedes comunicarte con ellos? ¿Que no traen un dispositivo como este?"
"Bueno…es complicado, por alguna razón si no están cerca los tres no puedo hablarles a todos al mismo tiempo. No te quejes conmigo, dile a eso a Clemont que fue quien diseñó esos dispositivos." Explica la chica. "¿Qué pasó?"
"Esos idiotas se fueron sin mí, como ya habíamos sido vistos por una de las bestias, decidimos escondernos, pero obvio Ash no podía esperar y Serena no tiene voluntad propia."
"…Ya veo, mira, si están juntos puedo comunicarme con ellos por separado y pedirles que se regresen de inmediato a dónde estás tú …"
"Pero eso sería arriesgarlos a una emboscada ¿no? Mira, mejor danos la ubicación…y ya me encontrare con ellos ahí."
"Estás segura? Si bien estando sola podrías escabullirte mejor…no quiero ni pensar en lo que te harían esas bestias…aunque pensándolo bien, creo que considerando lo que está pasando afuera, el riesgo es mínimo ahora."
"¿Qué está pasando afuera?" pregunta, tenía una vaga idea, pero no el panorama entero.
"Pues ya les soltaron a todas las bestias encima, todo gracias a las incomparables habilidades de negociación de Paul."
Dawn traga saliva, no necesitaba que le dijeran que seguramente habían matado a la rehén. Sin clemencia alguna.
"No te preocupes por eso ahora, lo crucial es liberar a los rehenes que siguen con vida. Escúchame, los rehenes están en la parte de atrás del auditorio de la escuela, todas las bestias están peleando no deberías tener problemas para llegar ahí, aun así, ten mucho cuidado, y…. no importa que ellos te hayan dejado, ya sabes que yo… estaré aquí contigo."
Dawn esboza una pequeña y tierna sonrisa. "Gracias Zoey, siempre puedo contar contigo...eres la única persona a la que en realidad le importo."
Si tan sólo Dawn hubiese visto la expresión de su amiga, una sonrisa de enamorada enorme y un fuerte rubor en el rostro. "E-es un placer y…estamos en contacto." Le comenta antes de cortar la comunicación.
Ash y Serena caminaban por los extensos pasillos de la escuela, era bueno que tenían un mapa, porque el edificio, siendo más antiguo de lo que parecía por fuera, era un auténtico laberinto, pobres de las personas que tuvieran que navegar por este lugar a diario.
"Y a donde se supone que vayamos?" Pregunta Serena tímidamente.
Ash solamente se encoje de hombros, "No tengo idea, pero eventualmente llegaremos a ellos…"
"Ash, Serena ¿Me oyen?" pregunta repentinamente Zoey, en tono bastante serio.
"¡Zoey! ¿Por qué demoras tanto en comunicarte?" pregunta Ash, bastante molesto.
"Ahórrame tus regaños Ash, yo debería matarlos por dejar sola a Dawn, pero eso tendrá que esperar; diríjanse a la parte de atrás Auditorio de la escuela de inmediato, ahí encontraran a los rehenes y más les vale no hacer esperar a Dawn." Comenta la pelirroja, sin esconder la furia de su voz en lo más mínimo, cortando la comunicación de inmediato.
Serena traga saliva. "Se me olvidaba que ella y Dawn son super amigas… creo que estamos en serios problemas."
"No te preocupes por eso." Responde Ash. "Seguro al rato se le pasa, pero hagamos lo que nos dijo para que no nos regañe mucho cuando regresemos."
Serena asiente con la cabeza, mirando al mapa del lugar "De acuerdo, aquí dice que el auditorio está en el otro edificio, en la planta baja, debemos irnos por…" La chica gira y señala un camino que estaba a su derecha antes de dar la vuelta. "Por acá, así llegaremos más rápido."
"¡Vamos entonces!" Comenta Ash, tomando del brazo a Serena y comenzando a correr, obviamente la castaña se ruboriza intensamente.
Los dos junto con sus Pokémon avanzan rápidamente hasta llegar a unas escaleras que se dirigían hacia arriba, entonces, de acuerdo con el mapa del lugar debían girar ahora hacia la izquierda. Pero eso no sería posible, ya que dos bestias les bloqueaban el camino.
Brachyura y Nectura estaban en medio del camino, y sonreían a sus próximas presas con mucha vileza. La bestia de la tenaza es la primera en hablar. "Están idiotas si en verdad creían que podrían escabullirse bajo nuestras narices, fueron detectados tan pronto pusieron un pie en el edificio."
"¿Y cómo se dieron cuenta?" Pregunta Ash.
"Su olor repugnante los delataba." Comenta Nectura, sonriendo con malicia, ambas ríen. "Y mientras las demás se divierten allá afuera, pensamos que sería una excelente idea terminar con ustedes."
"Bueno no importa, las vamos a quitar del medio ¿verdad Serena?" Asegura el azabache, girando la cabeza hacia su compañera.
Serena estaba muy concentrada en Nectura, no sólo porque ella había sido la bestia que había desaparecido a Miette y a esa chica Georgia, sino porque también había algo en ella que le resultaba…extraño, no sabía que era, evidentemente no tenía ni idea de quien estaba frente a ella en realidad. La chica estaba tan distraída que no escucha las palabras de Ash.
"¡Serena concéntrate!" Grita el chico, haciendo que la chica se exalte.
"¡D-disculpa Ash! Es sólo que…"
"¡Que niña más tonta y torpe!" exclama Nectura. "No eres digna de pelear contra la poderosa Señorita Brachyura, solamente la harías perder su tiempo…será mejor que acabe lo que no termine hace unos días ¿no?" Nectura, se lanza hacia Serena a gran velocidad, sujetándola de los hombros y arrastrándola lejos de Ash y sus Pokémon quienes obviamente no pierden un minuto en ir al rescate de su amada entrenadora.
"¡Serena!" Ash está por seguirla también, pero la voz de Brachyura lo detiene.
"¿A dónde crees vas tarado? ¡Yo soy tu oponente!"
Ash se gira, tenía una cuenta que saldar con esa monstruosidad; aunque ir a salvar a Serena era muy importante, con Pikachu y Lycanroc derrotar a Brachyura seguro tomaría pocos segundos, permitiéndole ir por la otra bestia.
"¡Pikachu, Lycanroc acabemos rápido con esto!" Ordena el azabache, sus Pokémon asienten, mirando furiosos a la bestia de la tenaza.
Serena azota contra una pared, lanzando un alarido de dolor. Los zumbidos de Nectura sólo le perforan los oídos, aturdiéndola y haciéndola incapaz de reaccionar. La vil bestia, toma del rostro a Serena con una de sus manos y la obliga a ponerse de pie.
"No te preocupes, acabaré muy rápido contigo" Le comenta sonriente.
Las manos de ese monstruo se sienten tan horrible contra la piel suave de Serena, es dura y algo rasposa, además de estar helada. Todo esto le eriza la piel a la chica, pero aun así logra acumular el valor y la fuerza suficiente para preguntarle algo. "¿Qué…hiciste con ellas?"
Nectura se sorprende, pero no deja de sonreír con vileza. "Oh pobrecita, tan preocupada por sus amigas; no es nada que te importe, morirás sin saberlo de todas formas." Le responde, apretándole el rostro con vehemencia, luego mueve su mano libre hacia abajo, de la parte de arriba de esta se extiende un aguijón filoso, el cual estaba preparado para atravesar el cuerpo de la chica, la castaña no tenía no forma de ver que le ocurriría, siendo forzada a mirar hacia arriba. De cierto modo Nectura lamentaba no poder llevar acabo su plan para fastidiarle la vida como hubiera querido, pero las ordenes de la grandiosa Señorita Macherie debían acatarse; aun así, sentiría inmenso placer en acabar con la vida de esa bastarda ella misma.
Sin embargo, unas cintas delicadas se envuelven alrededor del brazo de Nectura, impidiéndole que conecte el fatal ataque, eran del Sylveon de Serena, quien trataba de proteger a su entrenadora toda costa.
"¡Ah, pero claro, sus amiguitos Pokémon vienen a salvarla!" exclama la bestia, tratando de liberar su brazo, pronto se desespera y opta por soltar a Serena y tomar las cintas del Sylveon, jalando a la criaturita hacia ella y azotándola encima de su entrenadora. Tan pronto esto ocurre, Braixen lanza llamas infernales directo a Nectura, pero ella simplemente vuela para esquivarlas, posicionándose detrás de la Pokémon y de una patada la manda a estrellarse también encima de Serena.
"Que aburrido, ni siquiera tus Pokémon de pésima calidad pudieron hacer algo contra mí." Comenta, bostezando.
"¡Oye! ¡No te voy a permitir que los insultes a ellos!" Exclama Serena, poniéndose de pie, sus Pokémon estaban listos de nuevo para atacar.
"Al menos tu amiguito ese no vino a perder el tiempo contigo…posiblemente es porque no te quiera, con lo fastidiosa que eres, me atrevo a decir…que te odia." Sugiere Nectura, mirando muy atentamente la expresión de Serena, con una sonrisa enorme y diabólica en el rostro.
"¡Cállate…e-eso…no es verdad!" Replica de inmediato la chica, negando la cabeza.
"Seguro le importó más ir a pelear contra la Señorita Brachyura, sabiendo bien que iba a morir, prefiriendo mil veces eso a pasar sus últimos momentos contigo, que triste."
"¡Sólo quieres provocarme!" Exclama la chica, con los ojos llorosos, sus Pokémon la miran como diciéndole que deje de hacerle caso a esa cosa y que se concentre en acabarla.
"Sino deseas aceptarlo no es mi problema, la única realidad es que morirás totalmente sola y odiada." Dice con arrogancia, preparándose para atacar de nuevo.
Mientras tanto Dawn gateaba rápidamente (al menos como podía, con eso de que su brazo se encontraba en lamentable estado), por sugerencia de su amiga pelirroja, por los conductos de ventilación de la escuela, eran viejos y estaban en mal estado, pero esa siempre era una forma muy efectiva de navegar por el sitio ¿Cómo no se les había ocurrido antes? Así las bestias ni siquiera tendrían espacio para atacarlos.
"Deberías estar llegando a la parte de atrás del auditorio muy pronto, que pena que Serena se haya llevado la base datos, me gustaría que tuvieras la certeza de saber por dónde vas."
"No la necesito, por las pequeñas rejillas puedo ver en qué zona de la escuela estoy, y por lo que parece tus indicaciones son muy precisas, estoy segura de que si estuvieras aquí ya habríamos liberado la escuela." Comenta Dawn, continuando con su camino.
Pronto Dawn nota una extraña neblina muy obscura acumulándose por los ductos de ventilación. "A-algo anda mal…hay una neblina horrible llenando los ductos"
Zoey no responde.
"¿Zoey? ¿Me escuchas? Dije que hay una neblina horrible…"
"¡Ah! Lo siento, si te escucho, aunque parece que se está cortando la comunicación…dime ¿Te sientes mal o algo?"
"Sólo me está poniendo nerviosa, creo que mejor bajaré del ducto antes, e-en un momento vuélvete a comunicar; quizás la neblina estúpida está cortando la señal." Sugiere Dawn, la pelirroja duda un instante, pero deja de comunicarse.
Dawn, se detiene en la próxima rejilla y trata de empujarla, como esta estaba ya vieja, es retirada con mucha facilidad. La chica desciende con mucho cuidado, al menos su condición física le permitía hacer maniobras así de complicadas, aun con el brazo roto. Se encontraba en el interior del dichoso auditorio, ciertamente no muy lejos de donde estaban los rehenes, esto debería ser rápido.
La chica de inmediato se percata que el lugar estaba totalmente infestado por esa obscura neblina, a juzgar por lo que veía con limitaciones obvias, este era el sitio donde las bestia habían estado divirtiéndose antes de que la pelea de afuera estallara, pero lo más fuerte y que no había notado hasta estar ahí era el olor….,no era nada parecido al olor horrible del pasillo de la entrada trasero o de los conductos de ventilación, este era un olor muy dulce, un olor delicado.
"Yo usaría esta fragancia de perfume, ¡Es riquísimo! Es… un olor como de rosas recién florecidas" Murmura la peli azul, avanzando con cuidado entre las gradas. La niebla sin embargo no sólo obstaculizaba su vista, sino también la hacía sentir increíblemente ansiosa. Las luces del lugar estaban prendidas y eso al menos le daba a Dawn cierto sentido de referencia entre la pesada neblina, sabía que pronto llegaría al escenario. Tropezándose algunas veces y casi cayéndose en algunas otras, logra llegara este después de varios minutos, pero no estaba preparada para lo que vería.
Una fuerte ráfaga de aire sopla, moviendo toda la niebla hacia atrás, Dawn levanta la vista confundida y observa quien estaba delante de ella.
Era la reina de las bestias, Macherie, sentada en el trono dorado que se le había colocado ahí, sabía que la batalla de afuera acabaría muy pronto así que prefirió retirarse a dormitar un poco, las cámaras, sus subordinadas y la AIP le causaban dolores de cabeza. Pero al notar la presencia de Dawn, la bestia se despertó; miraba a la chica tal y como un felino curioso y juguetón lo haría.
Dawn retrocede y traga saliva, sabía muy bien de quien se trataba, la había visto cuando empezaron su estúpida transmisión. La chica toma una pokébola de su bolsillo, lista para defenderse al menos, aunque no sabía ni siquiera que esperar.
Macherie sonríe de forma muy rara, mostrando sus afilados colmillos. A Dawn esa sonrisa le causa escalofríos, obligándola a bajar la vista, por alguna razón las acciones de ese monstruo hacían que uno perdiera todo el valor que uno pudiera tener.
La bestia se levanta de su trono con absoluta tranquilidad y camina hacia Dawn, moviendo sus caderas y aun muy sonriente. De hecho, la expresión que tenía en el rostro era bastante jovial, se le notaba no sólo contenta, sino también emocionada, ni siquiera sus fieles seguidoras lo abrían creído.
Dawn, sentía que su cuerpo no le respondía, intentaba sacar la pokébola, pero su mano simplemente no la escuchaba, de ponerse las cosas feas tampoco podría huir evidentemente, sólo le restaba quedarse ahí, a merced de esa terrible criatura. Macherie baja del escenario, y se coloca frente a Dawn, era bastante más alta que ella; con delicadeza imposible para esas horribles garras, la bestia toma de la barbilla a la peliazul, obligándola a hacer contacto visual.
Esos ojos amarillos que brillaban ligeramente,como los de un felino diabólico, miran fijamente a los hermosos ojos azules de Dawn, la chica siente como si su alma fuera violentamente perforada; estaba absolutamente aterrada.
