¡Saludos de nuevo! Traigo otra continuación recien salida del horno.
Y respondiendo la pregunta del anónimo de los comentarios:
Miette lleva poco tiempo sirviendo a Menagerie, pero sí tiene la capacidad de cambiar libremente de forma, entre la forma insectoide llamada Nectura, a su forma humana y viceversa. No es una habilidad única de ella, todas las bestias pueden transformarse entre una forma humana y su forma real.
Sin más que decir les dejo el capítulo ¡Disfrutenlo!
Capítulo 13: Secuelas
La lluvia caía una vez más sobre Ciudad Veilstone, el clima no era tan insidioso como cuando aquella criatura de Menagerie causaba la lluvia, pero si era una lluvia persistente. Han pasado tres días desde la batalla contra Menagerie en aquella escuela, a pesar de que los agentes de la AIP lograron rescatar a prácticamente todos los rehenes, el ambiente de la organización, tal como él del clima de la ciudad, es menos que jovial; de hecho, cualquiera que se hubiese acercado al edificio, habría visto que, frente a la entrada, justo en el bonito jardín había ahora un memorial de piedra, bastante alto. A pies de esta estructura había ramos de flores blancas: rosas, lirios y crisantemos. Se podía apreciar una placa dorada que decía. "En honor a los agentes caídos que dieron sus vidas heroicamente para salvar 120 vidas de las garras de Menagerie." Seguido por cientos de nombres en fila, de todos aquellos de la AIP que perecieron, y al final de todos esos nombres, las palabras. "…Serán vengados".
Treinta agentes de la AIP se encontraban alrededor del memorial, en silencio. Todos vestían formal y de color negro, complementando perfectamente la atmósfera tan lúgubre del lugar, sostenían paraguas, pero honestamente no habría hecho mucha diferencia si nos las llevaran, estar totalmente empapados no haría más miserable la situación. También estaban varios de los rehenes rescatados (al menos aquellos que lograron una pronta recuperación) todos mostrando absoluto respeto.
Lillie se coloca frente al memorial y carraspea, su voz estaba ligeramente temblorosa. "Nunca olvidemos ese día, el día en que tantas vidas nos fueron arrebatadas, v-vamos a mostrarle a Menagerie que, no d-dejaremos que dañen a una sola persona más, aunque paguemos el más grande precio por ello.
Miette que estaba parada junto a Ash (entre él y Serena, para ser precisos) casi suelta una risotada. No los habían matado a todos, pero tan sólo quedaban treinta de ellos… ¿Qué demonios podían hacer contra Menagerie? Absolutamente nada. La chica observa con detenimiento a los agentes restantes, mientras fingía solemnidad; la verdadera tragedia fueron sus hermanas bestias caídas, no los humanos, eso sin mencionar que el discurso era patético. "Nada como escuchar el vozarrón de la Gran Señorita Macherie, eso sí mueve corazones con la fuerza de un terremoto, a esta oxigenada apenas y se le escucha." Piensa, suprimiendo una risa.
A la voz de Lillie le sigue un largo momento de relativo silencio, obviamente se escuchaban a varias personas sollozar, nadie juzgaría una reacción en estos momentos. A pesar de que este momento sólo duro un par de minutos a lo mucho, para los presentes se hizo eterno. La rubia no tenía más que decir y honestamente no deseaba alargar innecesariamente las cosas, algo le decía que la atmósfera sólo se volvería más tensa; además tenía tantísimas cosas que hacer, debía reorganizar todo, desde el inicio, no había otra alternativa a este punto. El arduo trabajo de tantos meses se había desvanecido en tan sólo un par de horas.
Para el alivio de todos, el memorial ha terminado. Las víctimas de Menagerie se fueron retirando lentamente del lugar, ya no tenían más que hacer ahí por lo que los miembros de la AIP quedan ahí casi totalmente solos, la única persona ajena a la organización que todavía seguía con ellos era Miette, obviamente para continuar con sus planes.
"Así que solo quedamos nosotros con vida, vaya suerte la mía." Comenta Úrsula con ironía, colocando los dedos de su mano delicadamente sobre su barbilla.
"¡Shh…Úrsula! ¡E-eso fue un comentario muy grosero!" Le reprocha Sawyer, algo asqueado con la actitud de la chica, incluso después de la masacre, la chica no dejaba de decir esas cosas.
"Es la verdad, creo que nadie de aquí me agrada, ah bueno, lo que uno debe soportar para salvar el mundo." Contesta la chica haciendo una expresión de cansancio.
"Ay pues si no te gusta, mejor lárgate." Replica Dawn de inmediato al oír el ácido comentario de la chica.
"¿Y perder la oportunidad de hacerte la vida pesada, Dee-dee? ¡Nunca!" Contesta con enorme arrogancia, dándole la espalda a su odiada rival, Dawn hace exactamente lo mismo.
Miette estaba muy complacida al ver el caos apoderarse de la AIP tan pronto ese soso funeral acabó. Era lo justo, hacerles pagar por sus crímenes contra Menagerie, los ojos de Miette se dirigen hacia Serena, la chica había estado evitándola desde el día del "rescate". Especialmente porque consiguió que Ash la cargara entre brazos, hasta que llegó esa ambulancia de tantas que fueron llamadas para atender a las víctimas de tal crisis, era perfecto ver la cara de celos de la castaña, cada mueca que hacía, y como apretaba los dientes, Serena era terrible actriz. La chica se dirige hacia Ash, sonriéndole muy dulcemente y tomándolo de la mano. "Ash, sólo quiero agradecerte por salvarme el otro día, no se que sería de mi sin ti."
Ash se rasca la cabeza, algo incómodo. "Oh no tienes nada que agradecer, de hecho, me gustaría devolverte el favor algún día de estos…" La sonrisa de Miette se hace más grande, cosa que nada le agrada a Dawn y Serena, Ash sólo asiente con la cabeza, también sonriendo.
Serena sentía que Miette podía hacer cualquier movimiento repentino para tratar de quedarse con Ash, no podía sacarse de encima esa incómoda sensación de peligro inminente, quizá exageraba un poco, pero cuando de Ash se trataba, jamás podía sentirse enteramente tranquila. Trataba de concentrarse en otra cosa, lo cierto era que se sentía culpable por tener pensamientos tan irrelevantes en las actuales circunstancias.
Dawn, quien aún estaba muy molesta con Ash y Serena por lo ocurrido, no entendía del todo el porque le fastidiaba la actitud de Miette, quizá sólo no deseaba reconocer que eran celos, probablemente le molestaba bastante la actitud tan directa que la tipa esta tenía con sus intenciones con Ash. Estaba acostumbrada a que las otras chicas fuesen mucho más sutiles, incluso Serena por lo general no eran tan malditamente obvia, aunque si reconocía que, tratándose de Ash, ser así de franca era probablemente una buena idea. La peliazul gira repentinamente a su izquierda, sintiendo a alguien mirándola fijamente, al voltearse vería que Zoey era muy posiblemente quien había estado observándola de esa manera, pero no puede confirmarlo con certeza ya que la pelirroja estaba volteando para otro lado, pero era la única persona que estaba detrás suyo.
Zoey suspira y camina hacia Lillie, tomándola del hombro. "Deseaba que nos reunamos hoy ¿No es así?"
Lillie tarda un momento en darse cuenta de la presencia de la pelirroja. "A-ah…si así es…la situación es muy grave, necesitaré toda la ayuda posible…"
Paul se aproxima a las chicas, trata de suavizar su mirada para dirigirse a Lillie, la chica ya tiene demasiado en su cabeza como para soportar más, pero estando Zoey ahí no puede mostrar ni la más mínima debilidad. "Entre más pronto arreglemos este desastre mejor, tenemos que aceptar que esas brutas muy posiblemente intenten darnos el golpe de gracia cualquier momento de estos." Comenta con bastante dureza.
Lillie suspira nerviosamente, sentía que esos dos en cualquier momento iban a agarrarse a golpes, tal vez sólo era cuestión de tiempo. "Vamos a mi oficina, emm Paul, por favor, ve a buscar Clemont, tenemos mucho que discutir. Zoey, podrías avisarles a todos que… hay una reunión urgente hoy a las seis de la tarde, para informarles del plan de acción?"
El chico observa a la pelirroja alejarse, ambos se dirigen miradas que podrían matar, no sabía cómo era posible, pero la toleraba cada vez menos, y el sentimiento era totalmente mutuo. Zoey, al igual que Ash y las otras dos había sido casi santificada por el rescate de esas víctimas. En cambió a el casi lo crucificaban por su fallida ofensiva, el sabía que no iba a resultar y menos con la manada de idiotas que tenía que vigilar, bueno así es la vida. Paul camina hacia donde estaba Clemont, el rubio se encontraba de pie cerca del memorial, se le veía muy cansado, como si no hubiera dormido en días.
"Hey." Paul dice, tocándolo del hombro para llamar su atención. "La presidenta nos necesita en su oficina, vamos." Explica con seriedad.
"Ah! S-sí, vamos." Clemont tartamudea, pero rápidamente, como sí lo que estaba en su cabeza no importara nada en esos momentos, camina cerca de Paul, en total silencio. Cuando los dos entran al edificio principal de la AIP, Paul de repente quiebra el silencio. "La bestia que atrapaste…ya la has…interrogado?"
Clemont traga saliva y baja la cabeza con cierta timidez.
"Imagino que no suelta nada." Comenta Paul, en un tono muchísimo más casual de lo normal de hecho parecía que sonreía.
El rubio lanza un suspiro largo y se detiene. "Es…una fiera absoluta, lo único que dice es que soy patético si creo que voy a poder hacer que me diga una sola palabra, además me aseguró que sus amigas pronto vendrán por ella…"
"Bueno si tu me estuvieras interrogando, no sentiría nada de temor. Si yo fuera una bestia estúpida seguro sentiría que tengo el dominio, así estuviera encadenado y tuviera un bozal en mi maloliente hocico."
"¿Entonces que debería hacer? ¡No creo que nada de lo que tenga disponible haga que esa criatura hable!"
Paul muy casualmente truena sus nudillos, sorprendiendo al rubio. "No tienes ni idea del daño que puedes hacer con las cosas más simples. Déjame que yo la interrogue, muy pronto la tendré implorando clemencia."
Clemont nuevamente traga saliva, y asiente con la cabeza, sin decir absolutamente nada más. Paul suelta la sonrisa más genuina que ha soltado en un largo rato. Ambos continúan con su trayecto hacia la oficina de Lillie, como si la conversación no hubiese pasado.
Los agentes de afuera habían comenzando a dispersarse. Zoey ya les había dicho que debían estar de nuevo en la AIP antes de las seis, para una reunión muy importante. Nadie había parado en días y sabían que la carga de trabajo se haría mucho peor, con treinta agentes no había forma de que cubrieran la ciudad, y sólo era cuestión de tiempo para que esos monstruos regresaran a acabar el trabajo. Incluso entre los grupos nadie hablaba, había demasiada tensión y nerviosísimo en el ambiente, si alguien renunciara en este momento sería terrible pero también sería una decisión bastante sensata.
Ash estira los brazos, voltea a ver a su Pikachu que estaba sentado en su hombro y anuncia. "Bueno, yo iré a entrenar, tengo bastante rato de aquí a las seis."
"Sólo piensas en eso ¿Verdad?" Replica Dawn de inmediato, cruzada de brazos.
"Es natural, Menagerie podría regresar en cualquier momento y debemos estar listos ¿Verdad, Pikachu?" La pequeña ratita asiente con la cabeza.
"Ugg, unas horas de entrenamiento no van a salvar el mundo Ash." Comenta Dawn, mirando al suelo. "Y menos si apenas has dormido estos días."
"Dormiré al rato, no hay problema. ¿Por qué no me acompañas? ¡Podemos entrenar juntos!" Sugiere el azabache, sonriéndole a Dawn.
La chica peliazul se pone algo roja, esas palabras ciertamente la transportaban a años en el pasado, cuando las cosas eran más simples. Dawn hubiese querido platicar con Zoey acerca de lo que esa bestia inmunda, Macherie, le hizo, pero parecía que la pelirroja estaría ocupadísima por un largo rato. De ahí pensó en que podría recuperar horas de sueño, pero no deseaba arriesgarse y llegar tarde a la reunión, así que ir con Ash….no sonaba como si fuera tan mala idea. "Bien Ash, me la debes y voy a darte una arrastrada que nunca vas a olvidar."
Serena iba a hablar, quería estar ahí con ellos dos, tenía cosas que hablar con Dawn también, pero a la vez, no se sentía cómoda dejándola a solas con el azabache. Pero pronto siente a alguien abrazarla no muy discretamente, se trataba de Miette.
"Jejeje, disfruten el entrenamiento, yo y Serena tenemos planes. Los veré a las seis." Comenta, silenciando a la castaña antes de cualquier otra cosa.
"¿A las seis? ¡Pero no eres de la AIP!" Exclama Dawn, arqueando una ceja.
"Oh, pero acuérdate que soy de la prensa, es importante que comunique de su plan de acción a la ciudad ¡No se sentirán seguros si no saben si la AIP continuará protegiéndolos!" Con esa respuesta Dawn queda en total silencio y sólo se limita a seguir a Ash, quien después de despedirse de Miette y Serena se aleja corriendo.
"¿Por qué hiciste eso?" Pregunta Serena, visiblemente ofendida.
"¡Sólo te quiero ayudar! Se que ibas a seguirlos, y eso se habría visto muy mal. Tienes que dejar de ser tan obvia con lo que sientes." Explica Miette, levantando una de sus cejas.
"Ehh, bueno sí, quería ir…" Admite la castaña, volteando hacia el lado opuesto, Miette le sujeta la cara.
Oh como deseaba enterrarle su aguijón en medio de su estúpida cara en este momento, pero debía ser paciente. "Hay una forma en la que puedes ir y estar muy al tanto de esa sesión de entrenamiento."
La chica mira a Miette, bastante incómoda. "¿A-a que te refieres?"
"Vamos a seguirlos…sin que ellos lo sepan, encontramos un lugar cómodo y podemos observar con toda tranquilidad lo que hacen, y oír lo que dicen."
"¡P-pero eso es indebido!" Replica Serena, asustada con esa idea.
"¿La chica que le robo un beso a Ash está preocupada de lo que es indebido? ¡Heh, y yo que te consideraba un ejemplo a seguir por tu bravura!" Exclama la chica, dándole la espalda a Serena. "Además sólo es indebido si alguien nos descubre ¿no?"
El rostro de Serena enrojece al recordar ese beso, ¡Como le hubiese gustado que fuera correspondido! La propuesta de Miette era escandalosa, pero lo cierto era que sólo pensaba observar un poco, lo más probable es que sólo tuvieran unas cuantas batallas y descansaran. "Bien, vayamos, pero sólo…un momento ¿De acuerdo?"
Miette la mira burlonamente. "Sí, sólo un "momento" La chica sigue de cerca a Serena, quien sabía que Dawn y Ash probablemente se habrían dirigido a la zona de entrenamiento de la AIP, un lugar que, de hecho, era perfecto para lo que estaban apunto de hacer. Las ventanas de esta zona eran cristalinas, no era raro que la gente de los alrededores e incluso mismos miembros de la organización se asomaran a ver los raros Pokémon de los agentes y sobre todo las intensas batallas que ahí se libraban. Los vidrios no eran tan gruesos como parecían, y honestamente a todos les daba terror volarlos en mil pedazos cualquier día por un ataque mal dirigido, pero bueno ¿Qué se le iba a hacer? Era un bonito lugar para entrenar y no había habido en él ningún incidente. La cosa es que alrededor de la estructura había unas columnas que más eran de decoración, por las que crecían arbustos, desde adentro no era posible ver si algo o alguien estaba detrás de las columnas, pero si alguien se quedara junto a ellas, podría observar con toda tranquilidad lo que acontecía dentro.
Justo ahí se colocaron Miette y Serena, esta última aun ruborizada, no tenía idea como había sido convencida de hacer algo tan vergonzoso.
"Ahí están, míralos." Comenta Miette a la avergonzada chica, no pudiendo ocultar su risa. Ver a Serena así nunca perdía lo entretenido.
Serena traga saliva y observa con detenimiento a sus compañeros, no ve ningún Pokémon fuera así que asume que no han comenzado a entrenar. Puede oírlos hablar, no con demasiada claridad, especialmente porque la lluvia obscurecía un poco la conversación, pero si podía tener una idea decente de lo que hablaban.
"Iré al otro lado del campo, y como me la debes, tu escogerás un Pokémon primero." Dice Dawn, caminando hacia el lado opuesto de Ash para iniciar el combate.
"¡ESPERA!" Ash grita, quizá con un volumen un tanto innecesario, obviamente Dawn se detiene de inmediato, no esperaba que Ash la detuviera y menos antes de una batalla.
"¡Cielos Ash! ¿Pasa algo?" pregunta la chica peliazul, visiblemente preocupada.
"Lo siento…es que la verdad, si no te digo ahorita, no sé si podré más tarde…"
Los ojos de Dawn, Serena y Miette se abren como platos, ninguna de las presentes esperaba una oración así de él, pero claramente la reacción más dramática vino de Serena, quien dejó su boca abrirse bastante y el color desapareció de su piel, Miette tuvo que sostenerla del brazo para evitar que esta se parara y arruinara todo.
"Quería pedirte perdón por lo que ocurrió en la escuela… fui…muy grosero contigo."
Dawn mira hacia abajo, y toca de forma subconsciente las heridas causadas por el látigo de Macherie, ya habían empezado a sanar, pero el recordar las intenciones de esa bestia era lo que más le afectaba, la chica siente sus piernas temblar, parecía que iban a fallarle en cualquier instante, y más cuando cree escuchar la risa burlona de esa bruta en su cabeza.
"Se que si nos hubiéramos quedado juntos, los tres, la loca esa no te habría atacado así…." comenta el chico, queriendo extender su mano hacia Dawn pero algo en su cabeza le decía que no era una buena idea, al menos no en este momento.
"No sabes eso Ash, no hay forma en que pudiéramos predecir que…eso iba a pasar, sólo olvídalo, no deseo hablar de eso." Contesta cortante la peliazul, sujetando el brazo que antes había estado herido y que de forma inmediata había sido sanado por esa bestia. Dawn vuelve a mirar al chico, sus ojos humedeciéndose considerablemente. "Pero sí me preocupa que no podamos llegar a ningún acuerdo, me preocupa que un día de estos te vayas a matar por no pensar las cosas…aunque a decir verdad eso siempre me angustia cuando estás cerca, jamás puedo estar tranquila."
Ash mira hacia abajo, sintiéndose terriblemente avergonzado. Si, era muy cierto, el actuaba y luego pensaba, siempre era por una muy buena causa, y el estaba de acuerdo con eso. Pero desde que entró a la AIP, el había estado dándose cuenta de que su comportamiento tan audaz no era algo que sus compañeras apreciaban. Ya había conseguido meterlas en líos con las bestias en varias ocasiones, de hecho, Dawn había tenido el brazo fracturado por que el no era capaz de saltar directamente a una situación peligrosa, ella era más capaz de defenderse; pero contra un enemigo como las bestias de Menagerie, el poder individual poco valía, la cohesión grupal tenía más oportunidades de hacerles frente.
Repentina la chica rodea a Ash en un cálido de abrazo, uno bastante fuerte y repleto de sinceridad y preocupación. "Se que no eres de pensar en ti, pero por favor, ten mucho más cuidado, yo no quiero perderte." Dawn tiene más y más dificultades para evitar que las lagrimas escapen de su rostro, pronto se hace inevitable.
El azabache mira muy sorprendido a su compañera, y no puede resistir el impulso de corresponder el abrazo. Había tenido a la gente expresándole su preocupación de muchas formas, pero jamás así; la verdad era que no le desagradaba para nada el gesto, podía percibir la suave escencia florar del perfume de Dawn, nunca la había notado antes, era un olor sutil y no había necesidad de estar tan cerca de ella, pero ahí estaba. La chica peliazul da un paso atrás y concluye el abrazo, sonriéndole al chico, por primera vez en estos días, había estado realmente callada con él y no era para menos. El chico coloca sus manos sobre los hombros de Dawn, y no puede evitar sentir la suavidad de la piel de la chica, algo que nunca había notado tampoco. "Te prometo que dejaré de ser tan imbécil."
Dawn suelta una pequeña risilla, aparentemente muy satisfecha con la respuesta de Ash. "Me parece perfecto, y creo que aún tenemos una batalla pendiente."
Serena aun no cerraba la boca, Miette se ve obligada a subirle la mandíbula inferior con la mano, haciendo lo imposible por no estallar en carcajadas, si tan sólo pudiera tomarle foto a la cara de la castaña, esto cas valía la pena, excepto por el hecho de que estaba segura de que Ash había llamado "esa loca" a la grandiosa Señorita Macherie.
"Bueno, pudo ser peor, pudieron haber comenzado a hablar mal de ti." Dice Miette, dándole palmaditas en el hombro a Serena. "Eso si hubiera sido horrible."
La castaña no dice nada, siente una angustia inmensa que no la deja hablar, su boca estaba seca y podía escuchar a su corazón latir como un desquiciado. "No me siento…nada bien."
"¿Porqué? Sólo fue una linda platica de amigos que conmovería a cualquiera."
"No lo sé…" Responde Serena, algo cortante; por sus constantes discusiones no había podido darse cuenta de lo cercanos que en realidad eran Dawn y Ash. La castaña se dispone a observar más de lo que ocurría sólo para ser criticada por Miette.
"¿No que sólo un momento?"
Serena la silencia, no muy discretamente. "No puedo quedarme así, esto no me da ninguna buena espina." La chica hubiera preferido nunca enterarse de este intercambio, si de por sí sentía que estorbaba cuando Ash y Dawn estaban presentes, ahora era cien veces peor. Si iba a sentirse como un enorme saco de estiércol, al menos quería saber si la situación era tan mala como pensaba.
Miette se recarga en la columna, aparentemente cansada de espiar al par. la realidad es que sentía inmensa satisfacción de ver a Serena retorcerse de angustia así, no podía esperar a llevarla al límite, y además esa chica de la falda rosa iba a ser también una herramienta útil para lograrlo, de eso no había duda. Ahora dejando su trivial plan contra la chica de lado, la chica se concentra en un asunto mucho más importante, los planes de su amada organización: Menagerie. Los pensamientos de la chica, entre la lluvia, los gritos de los combatientes, y la angustia de Serena, la llevan a un par de días atrás.
La noche del día después del fatídico combate entre la AIP, Menagerie había tenido una reunión urgente. Las bestias se encontraba nuevamente reunidas en ese elegante círculo decorado por cortinas finas y columnas, el ambiente era muy extraño y eso ya era decir mucho. Obviamente habían disfrutado inmensamente el atormentar a tantas personas en un solo día, pero habían pagado un precio que no esperaban, eso sin mencionar que habían fallado en cumplir con la orden de su amada Señorita Macherie.
El aire era una mezcla de sádica satisfacción, tristeza y preocupación, ninguna estaba segura de lo que iba a pasar, sabían que al menos, habían dado un golpe devastador a la AIP, eso era la única certeza. Para la reunión después de la muerte de Myria, por lo inesperada y atroz que fue, las bestias habían llegado al lugar y se habían acomodado sin dar mucha mayor importancia al rango, pero ahora, no deseaban fastidiar más a su líder de lo que ya lo habían hecho, así que se habían distribuido en el lugar de forma jerárquica.
Miette, entonces transformada en Nectura, se encontraba casi en la parte de atrás. Ella no llevaba mucho tiempo ahí y además sus habilidades tampoco eran tan extraordinarias, así que por ello era subordinada de muchas otras, eran pocas las bestias a las que no se refería como "Señorita". Entre sus brazos insectoides sostenía un ramo de flores, eran rosas doradas, no eran de color amarillo, de hecho, estás parecían estar hechas de oro puro y brillaban hermosamente; era una rara variedad que sólo crecía en el misterioso lugar que habitaban las bestias, llamada apropiadamente "Rosa aurum"; cabe destacar que todas las bestias sostenías cadenas o ramos de estas flores entre sus extremidades.
La bestia intenta localizar a querida superior, Brachyura, pero sabía que ella muy posiblemente estaría en las filas de frente. Aun no entendía bien el porqué, pero sabía que ella misma y las otras relegadas a la parte de atrás representaban criaturas mundanas, sin grandes habilidades, al menos al compararlas con las que estaban en la parte de enfrente, que representaban criaturas más allá del entendimiento humano, criaturas de las que sólo se habla en folklore y leyendas. A pesar de que existía una jerarquía relativamente estricta, las bestias de rangos superior tenían la costumbre de tratar a todas por debajo de ellas como hermanas menores, guiándolas y protegiéndolas siempre que fuera posible, era un sistema con el que todas estaban contentas.
Pronto se escucha el sonido de unos tacones, y todas saben lo que eso significa: La llegada de la Gran Señorita Macherie, quien, tan estoica como siempre, camina con elegancia hasta quedar de pie enfrente de todas sus súbditas, quienes de inmediato se ponen de rodillas ante ella.
Macherie tenía sus brazos atrás de su cuerpo, sus garras entrelazadas una con la otra, dándole un aire mucho más autoritario. Con un vozarrón fuerte, lo suficiente para que todo organismo en ese lugar la escuchara, pregunta. "¿Estamos todas de acuerdo de que eso fue una pésima idea?"
Nadie fue capaz de responder, pero, aun así, la bestia líder continuó hablando. "Yo les dije que no dejaran que la venganza las cegara. Si, vengamos a Myria, matando a cientos de esos humanos ¿A qué precio? Nosotras tuvimos muchas pérdidas también, y una vida nuestra vale más que millones de vidas humanas. Tenemos una agenda, a nosotras no nos interesa la AIP, a lo mucho son una ligera molestia." La bestia dirige sus ojos en Brachyura quien es incapaz de sostener la mirada, la vergüenza la consume. "Fue una pérdida de tiempo."
Tengu, quien es una de las pocas bestias que están al frente, y que tenía además la responsabilidad de asegurarse que el exterminio de la AIP se llevara sin problemas, aclara su garganta y tímidamente alza la voz. "Mi Señorita, también…emm, Onca fue capturada por la AIP, ¿Cómo deberíamos proceder?"
Macherie no parece estar sorprendida. "Si, estoy al tanto de eso. Pobre de nuestra querida hermana, mira que estar a merced de esas alimañas." Sus seguidoras estaban impresionadas, nadie le había dicho esa información a la Reina fiera, considerando que era algo extremadamente delicado y que sólo debía ser comunicado por una bestia de alto rango ¿Cómo es que se había enterado?"
"A-asumo que…entonces atacaremos pronto la AIP… ¿Cierto?" Pregunta la bestia emplumada, con bastante nerviosísimo, jalando los extremos de su kimono; era considerada una sabia entre sus hermanas fiera, pero ni ella podía predecir a la gran Macherie.
La líder suspira, algo irritada. "Si no pudieron acabar con ellos ayer, ¿Qué les hace pensar que podrán ahora?" La bestia levanta la voz, causando que sus subordinadas agachen más la cabeza, casi literalmente estaban con la cola entre las patas en estos momentos.
"¡Su magia negra podría aniquilar a toda la AIP de inmediato Señorita Macherie!" Exclama una bestia en el fondo, todas sus compañeras voltean a verla, absolutamente horrorizadas.
Macherie parece increíblemente molesta por ese comentario, sus colmillos presionando con fuerza contra su labio, dejando su actitud estoica de lado por varios instantes, pero aun así permite que sus seguidoras hablen por ella.
"¿¡Cómo te atreves a sugerir tal cosa? ¡Ella no tiene por qué tomarse la molestia de hacer NUESTRO trabajo!" Exclama una bestia en el medio, no fue la única que regañó a la novata, la gran mayoría de las cientas de bestias presientes lo hicieron de alguna forma u otra.
"¡Basta!" La bestia líder, con su potente voz, silencia a sus seguidoras de inmediato y con una minúscula sonrisa se acerca a la que había dicho tales palabras.
La pequeña bestia, una arpía cubierta de plumas verdes y rosas de tono brillante, estaba al borde del llanto, y sus lágrimas salen de su rostro sin control al ver que la mismísima Macherie se acercaba a ella, su larga cola moviéndose ligeramente de izquierda a derecha y que la miraba fijamente. Para su sorpresa, Macherie le levanta la barbilla con dulzura y la mira a los ojos. " No te preocupes, todo está bien. Además, precisamente porque mi magia no conoce límite, es que me encargare de sacar a nuestra linda hermana Onca de las sucias manos de la AIP, no podemos permitir que tengan a una de nosotras como una miserable prisionera ¿Verdad?" La pequeña fiera de plumas brillantes ruboriza intensamente, casi se desmaya en los brazos de la Reina de las bestias.
Las bestias se miran las unas a las otras, recordando amargamente como su amiga fue capturada por ese chiquillo rubio trabajando para la AIP. El miedo que esa escena había inspirado había sido lo suficiente como para hacer que la mayoría no deseara ir a ese lugar tan peligroso, Miette no había estado ahí para verlo, pero el terror de sus compañeras se le pega.
"Yo me encargaré de la AIP, si bien no son de importancia, ahora tienen a una de las nuestras; por lo que la situación ha cambiado drásticamente. Déjenmelo a mí." Macherie sonríe, usualmente no lo hacía frente a sus seguidoras, y esto hace que las bestias la miren encantadas, demasiado felices de que su líder vaya a solucionar ese terrible problema. Macherie continúa hablando, su voz haciéndose menos monótona conforme lo hace. "Y no pierdan la fe, esto sólo ha sido un minúsculo tropiezo, hagamos que las vidas de todas las que cayeron en batalla ayer no sean desperdiciadas; comencemos a regar a esta pequeña semilla para que florezca a nuestra hermosa imagen." Macherie suelta a la bestia que sostenía entre sus fuertes brazos, dejándola delicadamente en el suelo y regresa a su lugar al frente, sólo para escuchar los gritos de emoción de sus queridas bestias.
"Por ello debo apurarme, mis planes son irrelevantes comparados con el plan Maestro de la Gran Macherie…no hay forma de que yo entienda que está pensando, sólo puedo servirle tanto como pueda, si ella se encargará de la AIP como lo dijo, entonces asumo que de ellos no quedará ni polvo, debo ser rápida."
Miette regresa a la realidad, por que Serena la estaba sacudiendo con fuerza. "¡Se acaban de ir, combatieron menos tiempo del que pensaba! ¿Crees que debería preocuparme?"
La chica suspira, y abraza a la castaña, fingiendo consolarla. "Sólo lo sabremos si los seguimos ¿Verdad?"
Serena asiente con la cabeza, demasiado avergonzada como para aceptar nuevamente ese plan verbalmente, era demasiado humillante y a pesar de que apenas había comenzado, sentía que no iba a poder parar.
