¡Que tal! Les dejo más material de lectura para esta cuarentena, ¡Disfrútenlo!

Capítulo 19: Miserable

Serena traga saliva, tenía serias dudas acerca de lo moralmente correcto que era hacer esto. Claro, las bestias de Menagerie no causaban más que dolor, ¿Pero era realmente necesario rebajarse a este nivel? Seguro, con toda certeza, debía haber otra manera, otra forma de manejar esta situación.

"Clemont…¿Enserio vamos a dejar que Paul le haga eso…?"

Clemont voltea hacia Serena, y suspira. "No creo que tengamos mucha opción."

"P-pero ¿No te molesta esto? No…es forma de tratar a una prisionera."

El chico suspira de nuevo, parece ansioso. Pronto imágenes de su hermanita menor llenan su mente y siente una profunda amargura. Sin embargo se mantiene al margen, como científico debe ser lo más objetivo posible. " Es sólo para obtener la información que queremos." Dice muy a secas, limpiándose el rostro con un pañuelo, claramente sudando de los nervios.

El primer grito, o más bien un rugido la primera uña que es arranca desde su zona más basal, el calor de alicates calientes daña irremediablemente la matriz de la garra de la bestia, la de su pata izquierda. De inmediato está empieza a sangrar a borbotones, sin control alguno, salpicando a Paul en el rostro. Paul mira la garra, es negra como una obsidiana, y claramente muy dura, le costó trabajo sacarla, pero ver la expresión de dolor en la cara de Onca hacía que ese esfuerzo valiera totalmente la pena.

"In-infeliz…" Onca deja muy claro su desprecio hacia Paul, gruñéndole, por más que la bestia se esforzaba en hacer su herida sanar, esta estaba tardando demasiado.

"¿Qué tal ahora? ¿Ya se te aflojó la lengua?" pregunta Paul, tomando de los cabellos a la bestia, jalándolos.

"Tortúrame todo lo que quieras, mi posición se mantiene, no voy a decirte ni madres." Onca le escupe a Paul, el chico solo se limpia el rostro.

"Bueno ya la oyeron." Paul, acerca los alicates a la otra garra, presionando la punta y jalándola con todas sus fuerzas, hasta arrancarla. Un aullido de dolor resuena en la reducida habitación, el corazón de Serena se hunde un poco y Clemont sólo mira la escena, intentando desesperadamente encontrarle algo que analizar a esto.

"Aunque esto es entretenido, siento que no será suficiente." Comenta el chico, jalando una tercera garra y arrancándola, Onca no podía siquiera retraerlas, la dolorosa constricción la obligaba tenerlas totalmente extendidas.

Clemont asiente con la cabeza. "Si, dudo que esto sirva para lograr lo que buscamos...pero creo que tengo una teoría de cómo podemos hacer esto más eficiente." Clemont le indica a Serena que lo siga a otra parte del laboratorio, para también evitarle la tortura que se está llevando a cabo, sin embargo es difícil silenciar los aullidos y gritos de dolor de Onca cada que sus preciosas garras son arrancadas, incluso con la puerta cerrada.

Serena suspira, sintiéndose exhausta. " Qué es lo que tienes en mente?"

El rubio carraspea la garganta "Es bastante simple en realidad, tengo la teoría de que las bestias tienen una mucha mejor capacidad auditiva que el humano, promedio, así que definitivamente debe haber una frecuencia que sea imperceptible para nosotros, pero para ellas sea…"

"Como una tortura…" Completa Serena, poniendo una mano contra su pecho. Siente que incluso decir la palabra la pone mal, le da una sensación de peligro inminente, el tema era ciertamente un tabú para ella.

"No…no tienes por qué quedarte aquí…¿Sabes? La situación te disgusta mucho y no me gustaría forzarte…"

"Está bien, sé que para ti es más difícil, y más por lo de…" Serena hace una breve pausa, dudando mucho si debería pronunciar el nombre que tiene en la punta de la lengua.

"Si, por mi hermana." Responde el rubio, rascándose la nuca. " Nunca supe que pasó con ella, no saber me pone mal…conociendo a Menagerie sé que probablemente ella…ya no viva más." Los ojos del chico se llenan de lágrimas e intenta desesperadamente evitar que salgan. "Sinceramente…aunque me gusta pensar que ella podría estar con vida, creo que lo mejor es que esté en un mejor lugar, lo cierto es que no sabemos qué hace Menagerie con los humanos que toman de rehenes…muy posiblemente los torturen pero… ni siquiera sabemos los detalles, lo mejor es pensar que ya no sufren más."

Lagrimas también caen por el rostro de Serena, Bonnie era una niña tan linda, y pensar que esas psicópatas se atrevieron siquiera a herirla es nauseabundo. Coloca su mano en el hombro de su amigo, apretándolo suavemente, como consuelo, aunque sinceramente lo sentía vacío.

"…Quiero saber lo que pasó… e-eso es todo." Murmura el chico, quitándose los lentes y secando sus lágrimas.

"Y crees que esa bestia si sepa algo? Es una de decenas de ellas…" pregunta Serena, avergonzándose un poco de no tener fe en lo que está pasando, y más considerando las razones reales.

"Probablemente no, pero quizás sepa algo…quiero aferrarme desesperadamente a que dimos en el blanco, la realidad es que probablemente debamos capturar a más y más de ellas."

"En todo caso, me quedaré contigo, es más fácil si el peso de esto lo cargamos entre dos, diría a tres, pero a Paul parece no molestarle mucho." Comenta la chica, dirigiendo su mirada hacia la puerta, escuchando otro aullido.

"Si, creo que lo disfruta mucho, bueno…cada quien, supongo." Clemont, comienza a teclear en su computadora. " Aunque es duro admitirlo si necesitamos a alguien como él aquí, todos nosotros somos demasiado sensibles. Me pregunto si habrá más miembros que deseen participar en algo así.

"Ash definitivamente no, pienso que Dawn tampoco…" La chica hace una breve pausa. "Me gustaría poner las manos al fuego y decir que nadie pero, no conozco a todos." Admite la chica, con algo de tristeza.

Mientras tanto, en la televisora de Ciudad Veilstone, Miette termina de dar las noticias de la mañana. Camina fuera del estudio de grabación, portando una sonrisa perversa en el rostro, oía las felicitaciones de varias personas en el equipo, el chisme de la AIP había reventado y era el tema de conversación del día del momento. ¡Pero qué tremenda bola de idiotas eran los de la AIP! Pudo causarles tanto lio y sin siquiera hacer mayor esfuerzo, sin duda alguna ella sola podría causar el fin de esa bola de bufones retrasados, sin ningún problema. La chica se va a su camerino para refrescarse y comenzar preparativos para las noticias de la tarde, pero una chica llama a la puerta. interrumpiéndola.

La chica en cuestión era altísima, por lo menos de 1.85 m, de musculatura desarrollada, se notaba que trabajaba seguido su cuerpo y usaba ropa deportiva, su cabello era marrón y sus ojos café. Miette le dirige una mirada sucia por un momento, hasta que ve que en el jersey lleva una rosa dorada, bordada.

La peliazul se queda sorprendida por varios segundos y titubea un poco al hablar. "S-señorita Brachyura! Lamento no haberla reconocido…jamás… jamás la había visto como humana…!" Exclama, genuinamente asombrada.

Brachyura entra a la habitación y cierra la puerta. "¡Como odio verme así!, Extraño mis bonitas tenazas y mi coraza roja…, pero en fin, tengo un encargo que debo hacer y mira, en realidad vine a darte un importante mensaje."

"Claro, su cuerpo de bestia es simplemente insuperable." Miette sacude la cabeza y se enfoca en las últimas palabras de Brachyura. "U-un mensaje importante? ¿Para mí?"

"Sí, la Gran Macherie aparentemente regreso al palacio hace apenas unos minutos, y te ordena que te apersones de inmediato." Comenta cruzada de brazos. " No sé si estás en problemas o no."

"¿Pero por qué habría de estar en problemas , Señorita Brachyura? Le estoy haciendo un enorme servicio a Menagerie, pronto la AIP no será más que un triste recuerdo."

"Pensé que sólo querías molestar a esa tipa, a Serena, ¿Desde cuándo esto se convirtió algo en contra de toda la AIP?" pregunta Brachyura, poniéndose frente a Nectura.

"Desde ayer, fue ridículamente fácil meterme en la AIP y causar desastre." Comenta Nectura, sonriente, muy orgullosa de haber manchado la reputación y la credibilidad de la AIP de forma tan vil.

"La Reina Macherie dijo que ella se encargaría de esos imbéciles. No te recomiendo que te metas."

"Tranquila mi Señorita! No es como si estuviera saboteando los planes de la Gran Reina, sólo…pongo mi granito de arena."

Brachyura suspira. " Quizá ya tengas una idea pero, La Reina es muy distinta a nosotras, estoy totalmente segura de que ella es una especie de Diosa, … su forma de pensar debe ser completamente diferente a la nuestra ¿No crees? En ocasiones incluso da la impresión de que realmente no le interesa lo que está pasando, que ya tiene pensada mil cosas más."

Miette permanece en silencio. "¿Una diosa…? Tiene sentido, ella es tan perfecta…es lógico que su pensar sea inalcanzable, hasta para nosotras…"

"Exacto, quizás algo para ti no sea de gravedad pero ella podría tomárselo muy mal." Brachyura coloca su mano en el hombro de Miette. "En todo caso, deberías apresurarte, seguro ya te están esperando, mucha suerte."

"¿Cómo va todo Paul?" Pregunta Clemont, saliendo de esa sección en su laboratorio, sólo para encontrarse con una crudísima escena.

Paul estaba de espaldas a una pared, fumando y cubierto de sangre. Y la bestia, oh la pobre andaba semi consciente, los ojos entre cerrados, exhausta. Sus extremidades habían sido totalmente desprovistas de sus hermosas garras, todas habían sido arrancadas, en el suelo había un charco de sangre que llegaba casi hasta la puerta.

"S-supongo que…que…n-no dijo nada verdad?" Pregunta el rubio, con cierta timidez.

" Ni una palabra." Responde Paul rápidamente, le da una última bocanada al cigarro y lo arroja directo hacia Onca, quien apenas se mueve. "¿Tienes más ideas? Es tu prisionera después de todo…"

Clemont presiona unas cuantas teclas en una computadora que estaba cerca, esta le permitía tener total control de su laboratorio, simplemente maravilloso. De inmediato, las paredes transparentes que habían mantenido contenida a la bestia descienden de nuevo, dejándola aislada una vez más. "Nada original por el momento, pero si tengo un sonido que debería serle…muy poco placentero, por ponerlo de una forma. No quiero arriesgar a que si tenga efectos fisiológicos en humanos así que por eso la deje encerrada." Clemont se da la vuelta, señalando a la bestia, Paul y Serena miran a aquella criatura de nuevo.

Lo que ella decía ya no se oía con tanta claridad. Pero era audible. "¿¡Qué…qué es ese ruido¡? ¡E-es tan molesto…ha-háganlo parar!, ¡B-bola de humanos sádicos, PAREN YA!" Ruge la bestia, intentando retorcerse para librarse, pero, incluso si lograra, no tiene forma de defenderse, sus bellas garras eran su orgullo, y ahora su extraordinaria forma había sido profanada. La realidad es que ya no tenía como pelear, no podía hacer nada.

Paul la mira, sin una pizca de pena. " Parece odiarlo, deberíamos ponérselo al azar, intermitentemente, así no le damos oportunidad que se acostumbre." Sugiere, rascando su barbilla.

"Sí, es lo mejor, mientras sugiero que leamos un poco más del tema, las bestia claramente no es una prisionera fácil de quebrar." Clemont suspira, dándose la vuelta para no ver más a la bestia que sufre.

"¿Enserio no hay otra forma…? Esto me parece un exceso…" Argumenta Serena, sin poder quitar la vista de encima de aquella prisionera.

Paul la mira con evidente molestia. "No le vas a pedir amablemente que te diga todo lo que sabe."

Serena baja la cabeza. "¿Cómo puedes siquiera estar tan en paz contigo mismo?"

"Simple. Esa criatura que vez ahí no es humana, es una vil criatura que merece sufrir así. Ellas no se tientan el corazón para matar gente, no me parece que las tratemos como si fueran prisioneras humanas. Sé perfectamente que mucho de lo que hicimos hoy fue en vano, pero y ¿qué? Me pude desquitar, o ¿Acaso tu no tienes ganas de agarrar un tubo de metal y romperle los dientes?"

Este último comentario deja a Serena pensando. El chico tenía razón, Menagerie era un grupo realmente miserable. Terroristas que se deleitaban el sufrimiento humano, monstruos que se creían hermosas cuando su aspecto y sus acciones no eran más que inmundas. ¿Qué tanto le angustiaba que una de ellas la pasara mal? ¡No había razón alguna para defenderlas! Y aun así, con todo eso, se le hacía tan difícil digerir la escena frente a sus ojos, bajo esa lógica, realmente no debería sentirse tan mal. La violencia, en su opinión, jamás era una buena respuesta y menos por simples sentimientos personales, pero en este caso, ¿Qué tan mal estaría volarle los dientes con un tubo de metal?

"Si quieres hacerlo, te dejo el glorioso momento de volarle en pedazos la mandíbula, sólo no te pongas a lloriquear." Comenta el chico, sentándose con calma, y tomando unas impresiones que Clemont le pasa.

Serena arquea una ceja y toma otro puñado de hojas, que ya estaban sobre la mesa. "¿Y esto?"

Clemont la mira, algo apenado con haberla arrastrado a esta situación. "Son una pequeña recopilación de artículos de prestigiosas publicaciones. En general, detallan la historia de la tortura, y los efectos que determinadas formas de esta tienen sobre la mente."

"¿Quién rayos tiene la capacidad de aguantar estudiar la tortura tan metódicamente." Exclama Serena tomando el papel y comenzando a leer.

"Bueno muchos grupos delictivos y hasta gobiernos la han efectuado a gran escala, no es raro pensar que se buscara perfeccionarla." Explica el chico, empezando a leer.

"Si hay algo en que nuestra especie destaca es en hacer miserable a otros, así que dudo que esto sea tan difícil." Paul ya estaba entrado en su lectura, le parecía una lectura sumamente interesante.

Serena reluctantemente se dispone a leer. Jamás pensó que pasaría algún día de su vida leyendo esta clase de cosas, pero no le parecía correcto abandonar ahora, sinceramente deseaba aligerarle la carga emocional a Clemont, de alguna forma.

Por su lado Miette, ya transformada en su hermoso alter ego bestia, Nectura, camina hacia la hermosa sala del trono de Menagerie, sus manos en la cintura, sus alas agitándose en evidente nerviosismo. El corazón le latía a toda velocidad, por un lado, le era imposible sacudirse la ilusión que sentía, inclusive con las palabras de Brachyura revoloteándole en la cabeza. ¿Como no sentirse así? La atención de tan divino ser, estaría sobre ella, por algunos minutos ¿Quién no sentiría emoción al verse en una situación así? Por otro, claro, estaba angustiada ¿Qué tal si la reina no aprobaba sus acciones? Aunque estaba dándole una mano…no habría razón para enfadarse ¿Verdad?

Las puertas doradas que abren la sala del trono se abren de par en par, y Crow Tengu sale del sitio, claramente perturbada, con una expresión sombría en el rostro. Nota la presencia de Nectura y bruscamente se dirige a ella. "Su majestad te espera adentro...no está de muy buen humor." Después la bestia de plumas negras sigue con su camino, sin mirar atrás.

Nectura se queda mirando a Tengu, desconcertada, ella era normalmente muchísimo más amable ¿La reina le habría dicho algo que la hiciera sentir así? Quiere indagar más pero sabe que este no es el momento, la dulce emoción que sentía había sido reemplazada por una profunda ansiedad.

La bestia del aguijón entra a la sala del trono, encontrándola más obscura de lo que esperaba. Las puertas de oro se cierran detrás de ella, asustándola, la chica parpadea, procesando lo que estaba ocurriendo, pero en ese momento, su rostro se encuentra con el de Macherie, la bestia le dida una expresión maliciosa que de inmediato la hace retroceder y tropezarse.

La voz de su líder no viene delante suyo, no, sino que escucha sus palabras detrás de ella, donde debería estar el trono dorado. "Ah, pequeña Nectura, así que…has estado husmeando en la AIP?" Macherie se encontraba sentada en su trono de oro, pero pronto se pone de pie y de inmediato materializa su látigo favorito.

Nectura mira hacia atrás y adelante, incapaz de discernir cuál de las dos figuras era real y cual era una ilusión. Siente un miedo y una ansiedad muy difícil de poner a escala. Era similar a lo que había sentido al tener a esa imbécil de la AIP, a Zoey, frente a frente, pero elevándolo a la enésima. Nectura, hasta este momento, desconocía los efectos que la mera presencia de Macherie tenía sobre sus seguidoras, dependiendo de su volátil humor, ella es capaz de hacer que sientan vigorosa energía llenarlas, haciéndolas sentir inspiradas o como en este caso, puede aterrar a cualquiera que la disguste, al punto del pánico.

"¿Qué motivos tienes para estar perdiendo el tiempo con la AIP? ¡Como todas las demás aquí tienes un propósito y ese no es!" Comenta Macherie clavando su mirada en Nectura, quien está tan nerviosa que sus palabras tropiezan, la voz de la bestia sale con la potencia de un huracán y es lo suficientemente fuerte para dejar a Nectura temblando de terror en el suelo.

La bestia hace lo posible por hablar coherentemente, pero tras balbucear pura tontería logra sacar apenas un enunciado, y ni siquiera era como lo quería decir. "Y-yo he estado espiándolos, he…he obtenido información invaluable, y…"

La bestia reina mordía el látigo, genuinamente divertida con el efecto que tenía su furia en su subordinada, la reina bestia lanza una carcajada larga y retorcida."¡¿Y qué podrías decirme tu a MI de la AIP?" Macherie alza la voz, casi rompiendo los tímpanos de Nectura. "Yo me estoy haciendo cargo de ellos, del rescate de Onca; la ilusión tras de ti es la prueba de ello, no necesito siquiera moverme de aquí, soy capaz de proyectar mi conciencia hacia donde desee. Créeme, no tengo utilidad alguna para ti… además dudo mucho que el motivo de tu intrusión sea solo el espiarlos…¿Verdad?" Macherie sonríe y toma impulso con el brazo, azotando la carita de Nectura, justo en su mejilla izquierda con aquel instrumento de tortura que tanto le gustaba.

Nectura sólo permanece en silencio, sus piernas están temblando. Por sus mejillas corren lagrimas que, al menos del lado izquierdo se mezclan con el hemocele azul de la bestia.

Macherie suelta una sonora carcajada, azotando a Nectura un par de veces más, se le ve divertida por la oportunidad de castigar de esta forma pero pronto regresa a su expresión estoica de siempre, como si repentinamente decidiera restringirse a sí misma. "Debes aprender a NO meterte en MI territorio de caza. Considero que necesitas severa disciplina, pero…seré bondadosa contigo, me olvidaré del asunto, siempre y cuando…hagas una pequeña cosa por mí." La reina usa sus garras para ejemplificar lo pequeño e insignificante que será el encargo. "Además, con lo que iniciaste hoy, dudo mucho que haya vuelta atrás."

"¿Qué…qué desea…mi reina?" Pregunta Nectura, bajando la mirada, tocando su rostro, viendo como las gotas de hemocele azul caen por su rostro, por sus manos. Sinceramente no lo entendía, había dado un fuerte golpe a la AIP, ¿Qué le molestaba tanto a su líder de eso? Había una razón en particular, o era sólo el orgullo del depredador que desea acabar con su propia presa, en sus propios términos.

Macherie se acerca peligrosamente a Nectura, a velocidad vertiginosa, y jala su cuerpo hacia el suyo, sujetándola con fuerza con sus garras, enterrándolas en el duro exoesqueleto que protegía el cuerpo de Nectura en esta forma. " Te haré saber en otra ocasión…" Le dice, tirándola al piso. " Ahora lárgate…, tengo mucho por hacer." Le dice, dándose la vuelta y alejándose entre las sombras, desapareciendo.

Nectura suspira e irrumpe en llanto. Se pone de pie y se da la vuelta, abandonando el lugar. Esto cambiaba sus planes, claramente no tenía que tocar a la AIP, pero… obviamente su vendetta contra Serena seguía más que en pie, incluso después de esto. Serena es su presa, quizá si usara esos mismas palabras con su líder se habría ahorrado mucho. Pero ya no importaba, quizás la AIP no caería por su mano, pero Serena sí.

Dawn y Ash se encontraban limpiando la sala que fue usada para la fiesta. Ya llevaban horas ahí, y nada más no acababan, ni siquiera con la ayuda de Kiawe, Mallow, Lana y Kenny, también los pobres Pokémon de los irresponsables les ayudaban con el desastre. Como niños pequeños, el grupo intentaba hacer la menor cantidad de ruido posible, realmente que estaban con la cola entre las patas.

La peliazul ya no se sentía tan bien con lo que había hecho, y no tanto por la limpiada, que si era tediosa pero nada fuera del otro mundo. Sino por el hecho de que su pobre y detestable comportamiento había sido exhibido de tal manera. No era la primera vez que se ponía así, pero si la única donde todo mundo se enteraba y ya no era agradable. Se sorprendió mucho al ver que había abofeteado a Zoey, sin ese video sinceramente no se hubiera acordado jamás…con razón la pelirroja simplemente la ignoró hoy.

La peliazul voltea a ver a Ash, ah, otra cosa complicada. Quizá si se le fue la mano, con el, pero a decir verdad sus inhibiciones habían sido removidas aquella noche, aunque ahora…no sabía como sentirse respecto a él. Todos seguro pensaban que ella y él ya eran novios, y quizás era lo mejor para su reputación, pero odiaría forzarlo a él a algo así, quien seguro no tiene el más mínimo interés en ello y a su vez, ella no quiere sentirse atada a alguien, eso sólo trae problemas.

Ash la ve y le sonrié. ¡Qué loco todo lo que había pasado con ella anoche! Aunque honestamente no se veía repitiendo tales acciones de nuevo. Aun así, las sensaciones de lo que había pasado con Dawn, aunque las memorias ya estaban difusas seguían ahí. Pudo darse cuenta de muchos detalles de la joven de los que jamás había prestado atención…

Dawn se acerca a el y le habla en voz baja. "Todos deben estar pensando que tu y yo somos novios."

Ash se avergüenza un poco. "¡¿E-enserio!?"

Dawn niega la cabeza, el chico era tan inocente a veces. " Claro, estábamos muy…"cercanos" anoche. Es natural que piensen eso, no sé si sea lo peor o lo mejor para nosotros."

Ash ladea su cabeza hacia la izquierda, recargándose en el trapeador. " ¿A qué te refieres Dawn?"

"Si todos se llevan a esa impresión, de que somos una pareja, los comentarios no serían tan negativos respecto a nuestra conducta, pero es obvio que no iniciaremos una relación romántica por esto, sólo nos dejamos llevar ¿No?"

Ash se queda pensando un momento. "Ah…si, creo que si nos pasamos…" Dice, sonrojándose ligeramente, mientras se rasca la nuca.

Dawn le sonríe, acercando su rostro al de él. Ash se permite apreciar nuevamente esa carita, esos rasgos tan finos. " No te aflijas tanto, sólo tómalo como lo que fue, una pequeña aventurita, a cualquiera le pasa. Eso sí, si alguien pregunta, no hay que dar una respuesta directa."

Ash parpadea. " ¿Cómo es eso?"

"Ya sabes, no aceptes nada, pero tampoco niegues nada." Explica la joven, sonriendo. "Esquiva esas preguntas y eventualmente las dejarán de hacer."

"Eso suena difícil." Admite el chico, ni siquiera se le ocurría pensar en una buena respuesta para ese tipo de preguntas ¿No era más fácil negar que existía una relación entre ambos?

"Sí dices que no andamos es obvio que eso significa que SI andamos, créeme, NADIE que tenga al menos dos dedos de frente nos va a creer." Explica Dawn, tratando de ser más precisa. " Si dices que SÍ obviamente es mentira…y nos estamos metiendo en líos. Puedes decir algo como "Debería ser obvio" así de paso les insultas la inteligencia.

"¿Ya te ha pasado esto antes?" pregunta Ash, con genuina curiosidad, obviamente no había hecho esta pregunta para incomodar a Dawn, pero la reacción de la chica indicaba que esto pudo haber sido tomado de esta forma.

Dawn se pone tensa, y mira hacia un lado. "Tal vez." Responde a secas, recordando la enorme cantidad de veces en que cosas similares habían ocurrido. "Quizá te cuente otro día, pero mira, por el momento es lo mejor que podemos hacer."

"Entiendo, creo que eso diré entonces." Finaliza el chico, un poco picado con la respuesta tan esquiva de la peliazul. "Oye…y….vas a disculparte con Zoey?" Pregunta, recordando lo visto en el video.

"Claro que lo haré, pero si la percibí muy molesta, heh ya la conoces, se enoja bien feo. Aunque en parte fue su culpa, sabe bien que me fastidia que me quieran andar tomando del brazo de forma tan brusca." Comenta la peliazul enfocándose en la limpieza de nuevo.

"Suena a que va a ser difícil lograr que te perdone." Comenta el chico, volviendo también a la limpieza.

"Ni tanto, se bien cómo manejarla, ya llevamos tanto tiempo de conocernos. Depende de que y como se lo digas, dudo tener mayor problemas, pero si me esperaré a que acabe el día, cuando se enoja le encanta poner de excusa que está ocupada para no hablar, tan predecible es."

Ash iba a comentar acerca de como esa forma de pensar no sonaba muy…agradable. Sin embargo, es interrumpido por un azotón de puerta, que deja a todos de inmediato en estado de alerta. Se traba de Lillie, quien se veía alterada y furiosa, quizá más que nunca.

"¿¡A-Aun no acaban!?" Exclama, visiblemente molesta.

"Ehh ya no nos falta mucho…" Comenta Kiawe acercándose a la chica para tratar de calmarla.

"¡Eso ya no importa…sólo síganme!" Lillie sale de la sala y suspira, notando que si está descontrolándose, pronto los demás la alcanzan "Miren, me han llegado reportes que el alcalde de la ciudad acaba de ser asesinado. Las culpables, obviamente una par de bestias. Al parecer esas dos han sido vistas por toda la ciudad, paseándose como si fueran las reinas del lugar."

Los presentes se quedan impactados ante la gravedad del anuncio. Ash es el primero en romper el silencio incómodo que no tardó en formarse. "¡Iremos por ellas!" Anuncia, con total seguridad.

"¡OBVIAMENTE! Me gustaría enviar a alguien más responsable, ¡Pero creo que es un momento idóneo para que ustedes se rediman por sus estupideces de anoche!"

Los chicos se le quedan viendo, totalmente avergonzados. Hasta estaban ruborizados, y miraban hacia abajo.

Mallow se acerca a su amiga. " Lillie no te fallaremos, las vamos a acabar." Los demás asienten con la cabeza, pero la presidenta de la AIP sigue furiosa.

" Zoey irá a supervisar que hagan las cosas. No puedo confiar en ustedes."

Dawn traga saliva, titubea antes de preguntar. "Y ella está en…"

"Me dijo que llega en breve, parece que estaba fuera de la AIP. Ese no es nuestro asunto, quiero que hagan lo que ella diga." Enfatiza la rubia, sin dejar de lado su tono severo y serio.

"Entonces debería ir a avisarle a Serena, y pronto." Dawn se da la vuelta y se dispone a ir por su compañera pero Lillie la detiene de inmediato.

"No, ella está ocupada con otro asunto. Además esta es una prueba para ustedes, no la metas." Responde, con bastante brusquedad.

Ash y Dawn se miran el uno al otro confundido. "¿Qué está haciendo?" Pregunta Ash, irritando más a la rubia.

"Ya podrán preguntarle ustedes mismos después." Contesta, poniendo fin a la conversación.

Pronto la pelirroja se apersona frente al grupo, se le ve particularmente cansada, muy ojerosa. Sólo dirige su vista a Lillie, ignorando totalmente a los demás. " Lamento mucho la tardanza."

"No te preocupes, creo que es imperativo que ya se vayan,aunque lamento molestarte con esto cuando ya te había encargado algo más importante que supervisarlos a ellos."

"Ninguna molestia. Me comunicaré con usted tan pronto las cosas estén bajo control de nuevo." La pelirroja suspira y se dirige por primera vez al grupito detrás de Lillie, pero en ningún momento puso atención en Dawn. "Síganme, les diré que haremos."