¡Hey que tal chicos! Ya ha sido un largo rato de que no publicaba, pero la universidad es una perra.

Antes del capítulo responderé una pregunta que vi en los comentarios (que por cierto, aprecio muchísimo el apoyo a todos los que leen y comentan, lo que ponen me anima a seguir dándole a esta historia)

¿Zoey reprime sus sentimientos hacia Dawn o sólo que reprime que es homosexual?

R: Ella trata de que Dawn no sepa lo que siente por ella, incluso si a veces Zoey puede ser tan obvia con esos sentimientos. Ella acepta sin problemas su orientación sexual, es más el hecho de que querida Dawn esté más interesada en otras personas y no en ella.

Ya con esto dicho, espero disfruten el capítulo.

Capítulo 25: Afelio

Un nuevo día para la región Sinnoh, uno muy diferente a los demás. Por lo general la región gozaba de un clima cálido casi todo el año, sin embargo hoy el termómetro marcaba una temperatura de apenas siete grados centígrados, bajísima con el promedio de veinte grados que usualmente tendrían en verano, a esta hora de la mañana. Predecir el estado de tiempo es difícil por la cantidad de variables involucradas, pero el clima tiende a ser más constante y ese decremento tan abrupto de temperatura era totalmente anormal.

La AIP tiene suficiente razón para sospechar que esto sea, muy seguramente, obra de alguna de esas horribles bestias. ¿Pero qué clase de bestia tendría el poder de cambiar el clima de toda la región en sólo una noche? Quizás sería bueno que los climatólogos de Sinnoh se pusieran a investigar un poco más por su cuenta, la AIP haría lo suyo y a lo mejor llegarían rápidamente al problema.

Ciudad Veilstone, quizá por su cercanía con humedales, había sido menos severamente afectada por esta ola de frío intenso. Aun así, la gente había tenido que sacar ropa de invierno seis meses antes.

Ash por su parte, sin importarle demasiado el inesperado clima, iba derechito a entrenar. No quería perder tiempo, y más con lo de los castigos que seguramente le asignarían. De verdad se sentía mal por como las cosas habían acabado en aquella fiesta, y tal como le dijo a Serena la noche anterior, ese chico que se había portado de esa forma tan reprochable, no tenía nada que ver con él. El era un entrenador serio y dedicado.

Eso sin mencionar cuanto le molestaba tener tantas dificultades al lidiar con las bestias. Aunque las de ayer no habían sido tan complicadas, aun así lograron acabar con la vida de un par de personas antes de que ellos pudieran derrotarlas. ¿De que sirve entonces combatir si de todas formas no pueden hacer nada para proteger a la gente? Nadie más tendría que salir lastimado por esas locas. El alcalde de la ciudad, el oficial de policía de ayer, la chica que había sido aplastada durante la toma de rehenes y finalmente todos aquellos miembros de la AIP que cayeron aquel día.

Suspira, nota que su Pikachu lo mira atentamente, notando casi de inmediato su preocupación. El simplemente acaricia a su querido amigo. "Estoy seguro de que todo saldrá mejor, pero hay que esforzarnos." Le dice, en un tono más animado, pero este tipo de preocupación es difícil de ocultar.

La voz de Lillie, quien se encontraba caminando hacia él, lo hace detenerse de inmediato. La chica aun se veía absolutamente furiosa por lo de hace unos días. "Ash. Tengo un encargo para ti." Comenta, en voz fría, mirando al chico con cierto reproche.

Ash sonríe como siempre, pero hasta el notaba esa tensa atmósfera que se había formado entre ellos. "Claro que sí, ¿Qué puedo hacer por ti?".

"Hoy vendrán varios candidatos a unirse a la organización, quiero que tu ayudes con la elección de estas personas. No tengo que recordarte que estamos cortos de personal capacitado para pelear contra Menagerie, pero tampoco bajes demasiado el estándar ¿Entiendes lo que digo? Debe haber cierto nivel de exigencia, pero no tanto, no podemos darnos el lujo de no tener más personas disponibles."

Ash traga saliva. "Creo que no es buen momento para decir que iba a entrenar ¿Verdad?". Piensa con detenimiento antes de respondes. " Oh… si Lillie, me haré cargo de eso, no te preocupes…"

"Paul te supervisará. El me dijo que tus métodos no son tan eficientes y que probablemente te tardes más de lo necesario." Agrega la rubia, volteando hacia la izquierda, ahí estaba parado el amargo chicos de cabello púrpura, cruzado de brazos. Como no había dicho nada, su presencia había pasado totalmente desapercibida.

El azabache no estaba del todo contento con ese comentario, pero los saluda con bastante ánimo. "Hey Paul ¿Qué tal?"

Paul sólo levanta su mano en señal de saludo, con cierta indiferencia.

"Paul, lamento mucho no haber podido avisarte con antelación de este evento, ten por seguro que podrás retomar el asunto con el que estas auxiliando a Clemont a la brevedad, pero de verdad que necesito tu auxilio."

"No hay problema presidenta, la realidad es que Clemont pidió que nos tomáramos el día con eso. El está más preocupado en conseguir a alguien que le ayude a preservar los cadáveres de las dos bestias que trajeron ayer. Seguramente seguiremos tratando de aflojarle el hocico a esa hedionda fiera en los días subsecuentes."

"¡Excelente! No son muchos candidatos los que han llegado, quizá un poco más de cien personas, muy probablemente la masacre en la escuela y…lo de antier ayudaron a que nadie quiera venir a auxiliarnos." Teoriza la rubia, mirando de reojo a Ash. " De cualquier modo, te lo encargo."

"Déjemelo a mí. Vámonos Ash, te veo en el campo de batalla de la AIP, ahí estarán los aspirantes; y más vale que tes prisa."

Ash intenta alcanzar a Paul, pero la mirada de Lillie lo hace seguirlo sin chistar más. Mira a su fiel compañero por un momento, con cierta pena por que no iban a poder entrenar como ellos quisieran.

La cede central de la AIP tiene múltiples edificios, y uno de los principales es el enorme estadio que se encuentra en la parte de atrás. Meses atrás cuando la organización recién comenzó, ahí fue el lugar donde fueron probados cientos de participantes de los miles que había, de verdad que podía albergar a una cantidad enorme de gente, ahora que Paul y Ash entraban a la parte de la arena de combate, no veían más que a unas cien personas, justo como lo había dicho Lillie.

Era bastante deprimente.

Ash se dirige hacia Paul. "Cómo vas a decidir quien se queda y quien no?"

Paul arquea una ceja. "Todos se ven patéticos, veo si acaso a un par que se ven prometedores, los demás sólo están para llenar números ¿No es obvio?"

"¡Oye! ¡No puedes decir esas cosas! ¿Cómo puedes que habilidades tienen estos entrenadores sin haberlos retado antes?"

"¿Vas a combatir contra cien personas? Dios, contigo aquí esto tomará una eternidad." Dice Paul, claramente fastidiado. Paul se aproxima a una mesa sencilla que estaba colocada al extremo del campo de batalla, y toma un megáfono que estaba colocado ahí mismo. "Se que todos aquí están ansiosos por unirse a la AIP, pero no porque se haya muerto el 90% de nuestros combatientes quiere decir que vamos a aceptar a cualquier tarado que se haya venido a parar aquí. Por lo tanto cualquier persona que no tenga ni un solo Pokémon en su etapa evolutiva final puede irse de aquí."

"¡O-oye ¿Cómo dices eso? Pikachu no evolucionó ni lo hará jamás y tiene una fuerza increíble!

Paul voltea con fastidio "Tu Pikachu es la excepción, no la norma. Ya oyeron, lárguense."

Unas treinta personas se levantan de sus asientos, diciéndole groserías y haciéndole señas obscenas a Paul mientras se retiran. El chico simplemente se encoge de hombros, como si le importara mucho lo que pensaran estos patéticos.

"¿Ves? Ahora solo tenemos con setenta personas. Lo que sigue es bastante simple?" Paul toma el megáfono de nuevo. "Ahora que se fueron les explicaré lo que sigue. Van a tener combates entre ustedes, 1vs1 sin cambios de Pokémon. De esta forma sólo se quedan los treinta y cinco mejores y luego Ash y yo sacaremos a cinco personas según nuestro criterio y listo, los otros treinta se quedan.

Los asistentes se miran los unos a los otros, algunos confundidos a lo que parecía un proceso que sólo parecía ahorrarle tiempo a este amargado anfitrión, y otros bastante impresionados con esa forma de agilizar algo que pudiera haber tomado todo el día.

Ash no estaba de acuerdo con este último grupo. A el le hubiese encantado ver la fuerza, la determinación y el coraje de todas las cien personas que habían estado ahí, probarlos por si mismo, darles su propio sello de calidad. Paul estaba haciendo todo muy deprisa ¡Una batalla 1vs1 no era siquiera suficiente para ver todo lo que tenía que ofrecer un entrenador!

"Paul, no creo que esto sea lo mejor, quizá hacer las batallas 3vs3 haría las cosas más justas."

"Eso nos tomaría demasiado tiempo, tenemos que sortear eso hoy. Si quieres retar a los ganadores a una batalla pues hazlo después por tu cuenta, tan fácil como eso ¿No?"

Tras un largo suspiro, Ash toma su lugar en la mesa, su Pikachu viendo el primer combate entre los dos primeros entrenadores desde su cabeza. Sentir que tu opinión no cuenta para nada es un sentimiento bastante desagradable.

Mientras tanto Serena deambulaba por los pasillos de la AIP. Clemont le había dicho que quizás debería descansar por un rato, ya que no trabajarían en lo de Onca hasta el día de mañana, el rubio estaba teniendo problemas en conseguir a alguien con experiencia verdadera en preservación de cadáveres. La chica suspira. Odiaba sentirse como una pelota de ping-pong, de aquí hacia allá sin cesar, como si fuera una molestia en la vida de todos. Todos parecían tener algo que hacer, menos ella, por alguna razón.

Había oído que Zoey estaba investigando lo de la anomalía climática, pero aparentemente Dawn estaría con ella. Ahora sentía que la presencia de la peliazul era lo suficiente para disuadirla de acercarse ¿Enserio tanto la molestaba? "Se supone que somos compañeras, deberíamos mejorar eso, pero claramente las cosas van de mal en peor." Piensa Serena, hundida en sus pensamientos.

Pero las oportunidades las hace unos mismo ¿No? Serena sabe que no está tan vigilada como otros miembros de la AIP, salir de la organización y buscar actividad de bestias por su cuenta quizá no suena como una mala idea. Quizás también en lo que buscaba alguna pista, podría elegir el lugar donde tendría su pequeña cita con Ash. No estaría descuidando sus obligaciones como miembro de la AIP, pero tampoco dejaría de lado algo que llevaba tanto tiempo deseando hacer.

Luciendo un precioso abrigo color vino, para protegerse del inusual frío, Serena sale de la AIP. "Espero que sea lo que este pasando con el clima, no vaya a arruinar lo que tengo planeado con Ash…"

Una conmoción en la reja de entrada de la organización, capta su atención de inmediato. Nota que ahora hay dos personas en trajes de oficial parados ahí, y que bloquean el acceso a…Miette.

"¡Soy de la prensa! ¿Qué paso con lo del libre acceso?" Cuestiona la peli azul, bastante molesta e indignada.

"¿Miette? ¿Qué haces aquí?" Serena se acerca, ella iba de salida, era inevitable que tuviera que hacerlo.

"Oh, simplemente vengo a continuar mi estudio acerca de la AIP. Seguro además ya tienen una explicación para el clima tan…extraño ¿No?"

Serena frunce el ceño. Miette no iba a engañarla ahora ¿No fue ella quien puso ese vergonzoso video para que la región entera lo viese? "Creo que lo del libre acceso se acabó gracias a ti. ¿Acaso solo te la pasabas cerca de aquí para ver que chismes mostrar en tu programilla?"

"¿Por qué amaneciste tan venenosa Serena?" Ríe Miette, dando unos pasos hacia atrás para que los guardias no tuvieran razón de agredirla directamente. Siendo una vil bestia esto no le preocupaba, pero no sería bueno revelar su identidad en este preciso momento, frente a Serena.

Serena suspira y sale de la organización, los guardias cierran la reja tan pronto ella pone un pie fuera. "No es eso. Tu sabes bien lo que hiciste. ¡Nos hiciste ver cómo un total chiste!"

"¡Pero yo ni grababa! De hecho, salgo en el video con todos ustedes, aquella grabación la mando alguien dentro de la AIP a mi noticiero y tue que reportar la noticia."

"Estuviste en el video más no en el que presentaste." Serena mira a Miette, expectante.

"Bueno…yo soy la carita del programa, era muy necesario protegerme un poco ¿No? También me regañaron, no te sientas tan mal." Miette sonríe traviesamente, como si hubiera sido algo realmente minúsculo que no hubiera traído alguna consecuencia.

"Y dime, ¿Quién paso la información a tu noticiero?" Serena habla en tono serio, cerrando la distancia entre ella y Miette cada vez más.

"Oh, eso no lo sé. Hay una clausula de privacidad muy estricta y no podemos revelar esa información como noticiero respetable."

"…." Serena suspira. No sabe si creerle o no a Miette, pero sabe que hay cierta razón en lo que dice. La gente que pasa la información goza de anonimato y las personas que son victimas de la violación de su privacidad, por lo general no. Especialmente si son figuras importantes o miembros de organizaciones enormes, como la AIP.

"No deberías enojarte, nos dio una clave perfecta el espectáculo de aquel día." Miette acomoda el saco invernal de color blanco que lleva puesto, antes de darse la vuelta y empezar a caminar lejos de la AIP, Serena la sigue de cerca.

"¿De qué estas hablando?" Pregunta Serena, arqueando una ceja.

"Simple. Con un buen trago y un poco de "valor" Ash es bien facilote." Ríe la chica de forma bastante desagradable, su comentario no le hizo nada de gracia a Serena.

"¡Cómo cualquier otra persona que estuviera en tal estado! ¡Ash no era consciente de lo que hacía estaba mal y Dawn tampoco!" Exclama Serena, enrojeciéndose del coraje que le daba recordar lo que había pasado, y la simple insinuación de que había habido la capacidad de controlarse en esa situación.

"La gente en ese estado no hace cosas que no quieren hacer. Al contrario, sus deseos más reprimidos salen a la luz y actúan simplemente para satisfacerlos." Explica Miette, su sonrisa burlona nunca se desvanecía de sus labios.

"¿No te parece raro Miette? ¡Ash y Dawn no tomaron casi nada y se pusieron ebrios en un tiempo muy corto! ¡Todos los demás tardaron mucho más en embriagarse a ese punto!" Le pregunta Serena, adelantándose y bloqueándole el paso.

Miette mira hacia la izquierda. "¿Y tienes alguna teoría al respecto?"

"Creo que es obvio que sus bebidas fueron adulteradas." Serena declara, mirando muy fijamente a la chica que tiene frente.

Miette suspira. "Sólo una persona puede salir beneficiada de eso ¿No?" La chica por fin le devuelve la mirada a Serena, ambas clavan los ojos en los de la otra. " Yo en lo personal no vi nada…pero se de alguien que sí."

"¿Pero entonces tu sabes quién hizo tal cosa…?" Inquiere la castaña, la curiosidad apoderándose de ella, las palabras de Miette aunque ponzoñosas e injuriosas eran como si el néctar hablara.

"Claro, esa persona me dijo el nombre de la culpable en ese momento. Quien adulteró las bebida de Ash fue Dawn." Miente la chica, Serena jamás sabría la verdad, era muy imbécil como para averiguar lo que sucedió. ¿Sabía siquiera de la existencia del magnífico Nettare de la Passione? Ningún humano tenía acceso a ese conocimiento. No hay forma en que pueda vincularla a ella a lo que pasó y mucho menos saber que usó algo que obtuvo gracias a su posición como seguidora de Menagerie.

Predeciblemente, los ojos de Serena se abren como platos, su rostro no refleja más que incredulidad, confusión y bastante ira, emociones que hacen que la cruel bestia desee carcajearse como la vil bruja que es, ¡Tan fácil es instigarlas! "¿¡Cómo que fue Dawn!? ¿Quién te lo dijo?"

"Fue una chica llamada Úrsula" Responde Miette, mirando como Serena niega con la cabeza. Era de esperarse, al parecer nadie en la AIP confiaba en su fabulosa nueva amiguita. Fama que la peli rosada amaba tener, hay gente que simplemente disfruta cuando son el centro de tanta atención negativa. No les interesa hacer amistades con la mayoría de las personas, sólo desean inundar al mundo con su ponzoña.

¿Enserio cree Miette que la va a engañar con esa información tan falsa? Sabe que ella puede ser inocente a veces, pero esa mentira ni Ash se la creería "¡Todos en la AIP saben que Úrsula detesta a Dawn!¿Crees que esa mujer es una fuente fiable de información?"

"En lo absoluto, hablé con ella y no esconde su desdén por Dawn, no hace siquiera el esfuerzo de esconderlo" Miette suprime como puede una mueca cruel y maliciosa. "Pero piénsalo tan sólo por un minuto, tiene sentido que Dawn lo haya hecho ¿Quién gano más esa noche? Gracias a su truquito logró pasar un…magnífico momento con Ash."

Serena parpadea un par de veces, aunque su expresión sólo indicaba una inmensa sorpresa, la realidad es que si estaba pensando las cosas. Miette tenía razón en lo que teorizaba, Dawn tenía mucho que ganar. "Y Dawn…entonces si estaba ebria…o sólo lo fingió?"

Miette coloca su pulgar y su índice sobre su barbilla como si estuviera pensando profundamente acerca de lo que había ocurrido. "Quizás al inicio sólo fingía ¿No actuaba muy exageradamente? Aunque creo que golpear a su amiga hizo que la cosa fuera muy creíble."

La castaña medita las palabras de Miette por un largo rato. Le costaba creer que Dawn sería tan ruin como para hacer tal cosa, para montar ese acto tan desvergonzado. "No sé que pensar honestamente, Dawn tiene sus cosas, ¿Pero llegar a eso? Se me hace bastante bajo."

"Quizás Úrsula pueda ahondar más en lo que vio ¿Por qué no hablas con ella? Probablemente eso te saque de dudas."

"Si, eso haré." Comenta Serena, jalando su labio inferior. Tenía sus dudas y su rostro lo decía todo.

Miette la mira fijamente. Le sorprende que no haya caído con tanta facilidad, incluso con una red de mentiras tan hermosamente elaborada. Sin embargo, tiene la total y absoluta certeza de que Úrsula será capaz de capturar a la linda presa en la red, de una vez por todas. Ella ya hizo lo suyo, su única intención de entrar a la AIP era buscar a Serena y darle esta información. Ya no quiere recibir más castigos de su majestad por meterse donde la llaman.

"Bueno Miette, debo irme. Investigaré si este clima tiene algo que ver con las bestias."

Miette suprime otra sonrisa maliciosa. "¿Sí? Suerte entonces. Espero reportar tus hallazgos en mi noticiero tan pronto pueda ¿Me darás la primicia verdad?" ¡Niña tarada! Es obvio que sólo una de las bellezas de Menagerie es capaz de crear este clima tan frío. Miette detiene sus pensamientos ahí. Sabe que una de las suyas, por lógica, debe estar involucrada, pero se da cuenta que no tiene ni idea quien o porqué. Quizás nadie le había dicho porque había hecho enojar a la Reina…o quizás su rango inferior simplemente le impedía acceso a información tan valiosa. La chica baja la mirada un poco, sintiéndose mal de no poder elevarse a una altura digna.

Serena nota este cambio de actitud, pero no le da mayor importancia. "Probablemente es mejor que lo reporte con mis superiores primero…"

Miette recupera la compostura rápidamente, burlarse de Serena un rato más la hará sentir mejor de nuevo." Oye, independientemente de lo que pasó, ¿Vas a continuar buscando las atenciones de Ash? Creo que ya es más obvio que Dawn se nos adelantó y ganó."

Serena responde malhumorada ¿Qué rayos le pasa a esta tipa? "Dawn no ha ganado nada. Los besos que le dio a Ash no significaron nada. Él ni los recuerda." Asegura, comenzando a caminar de nuevo.

Miette se muestra muy curiosa ante este último comentario y acerca su rostro al de Serena. "¿Oh? ¿Y cómo puedes estar tan segura de eso?"

Serena voltea por última vez antes de irse, sabe que Miette sólo trata de molestarla, así que le habla dulce y sonriente "Ash me lo dijo, de hecho el y yo pronto…tendremos una cita." Le informa, antes de alejarse.

La sonrisa de Miette desaparece por completo. "¡¿C-cita!?" Los puños de Miette se cierran con fuerza. ¿Cómo era posible? ¡No era justo! ¡Justo cuando necesitaba hacer miserable a esta tonta le sale con esas cosas! "¡Maldita Serenaaa! Voy a borrarle su estúpida sonrisita de la cara, eso lo juro."

Mucha gente estaba atareadísima el día de hoy en la AIP y no era para menos. Había tantos asuntos que arreglar, pero eso no significa que todos estuvieran trabajando al mismo ritmo. En la oficina de Zoey, tanto Dawn como la pelirroja simplemente tomaban café, o mejor dicho, solamente Dawn había tocado la delicada taza de porcelana que yacía frente a ella. Dawn mira a su amiga con muchísima preocupación. Imaginaba que estaría menos ida después de la charla que tuvieron ayer, pero ahora ella estaba peor. Apenas si respondía, pero no estaba inexpresiva, parecía estar absolutamente ansiosa. Movía sus manos contra el escritorio y respiraba rápido. Estaba así desde la mañana, dudaba que el clima fuera el causante, Zoey es de Ciudad Snowpoint y ese lugar es gélido, seguro esta temperatura no es nada para ella.

En cambio Dawn sí que llevaba un auténtico atuendo invernal, claro muy a la moda y de muy buen gusto, jamás hay que perder el estilo, inclusive en una crisis climática. Aunque probablemente sería sabio ir por ropa aun más cálida, eran aproximadamente las once de la mañana y el termómetro marcaba 5°C, el sol no se había asomado en ningún momento y la temperatura caía hora con hora.

"…¿Pasa algo? No has dicho una palabra desde temprano... Quizá podríamos ir…investigando lo de la anomalía climática, tal y como lo pidió Lillie…ya comienza a hacer mucho frío para mi gusto."

Zoey niega, aun sin mirar a Dawn. "¿Qué caso tiene hacer eso? Es evidente que esto sólo puede ser causado por Menagerie." Responde, con absoluta certeza, en un tono que implicaba que siquiera seguir investigando era una completa molestia. El hecho podría ser obvio, pero entonces hay que buscar a la responsable y detenerla.

"Ehh… ¿No es muy pronto para saltar a conclusiones? Puede que también sea un Pokémon, quizás estamos predispuestos a que esto sea culpa de esas bestias, pero seguramente ninguna podría causar este tipo de clima a escala regional." Sugiere Dawn, aterrorizada con la idea de que alguien de Menagerie tenga semejante poder.

Zoey se pone de pie y camina hacia la ventana, viendo la neblina fría que cubre la ciudad. No responde ninguna pregunta que le hace Dawn. Sólo se queda contemplando a la ventana,

"¡No seas grosera conmigo!" Dawn se pone de pie de inmediato, su rostro enrojeciéndose. "¡Sabes bien que no soporto que me ignoren!"

"Lo lamento…, no es que quiera ser grosera. Sólo no se como responder a tu pregunta." Admite la pelirroja, algo avergonzada.

"Bueno…ehh… lo siento no quería exaltarme…" Dawn vuelve a su silla, muy avergonzada con su explosión de emociones. Debe recordar que su amiga pasa por momentos difíciles y que este tipo de conductas sólo hacen las cosas peor.

"Mira, sólo creo que es algo obvio…mataron a dos bestias ayer. Menagerie ama tomar represalias inmediatas, es todo. Eso haría si me pusiera en el lugar de esas chicas bestia." Responde Zoey, sin voltear a ver a Dawn.

"Aun si lo que dices tiene completa lógica, no creo que el poder de una bestia llegue a tanto... ¿Verdad?" Dawn bosteza sin querer, comienza a entrarle un poco de sueño, probablemente sea el clima. El frío no dan ganas de hacer absolutamente nada.

La pelirroja tarda nuevamente en responder aquella sencilla pregunta, como si dudara en hablar o no más que en la veracidad de su información. "Bueno… hay una bestia que si es capaz de causar este clima."

Dawn mira a su amiga muy sorprendida. "¿Sabes quien es? ¿Porqué no lo dijiste antes?"

"Es rápido saltar a conclusiones, porque sería una movida bastante atrevida, por parte de ellas. El nombre de esa bestia es Skadi, la bruja gélida."

"Skadi…?" Dawn pronuncia aquel nombre con cierto temor, como si fuera alguna especie de tabú. Las bestias le causaban mucho repelús, pero oír a alguien que usualmente se mostraba tan neutral al tema hablar de esa forma la hace sentir escalofríos de solo mencionar a la dichosa fiera esa.

"Si, es una bestia muy peligrosa." Contesta Zoey, aun mirando a la ventana. "Tiene un poder difícil de describir, es probable que ella tenga algo que ver."

La peliazul busca información de aquella bestia en su base de datos portátil, pero no encuentra ni siquiera una palabra. "¿C-como sabes de ella Zoey? A-aquí no viene nada de nada de esa bestia que mencionas."

Zoey se queda en total silencio. Ni una palabra sale de sus labios…¿Cómo explicar esa respuesta? ¿Cómo siquiera empezar? "Quizás…podría empezar contándole tu MUY oscuro y SUCIO secreto JAJAJAJAJAA!" Zoey toca su frente, queriendo suprimir esos desagradables pensamientos que surgían de los suyos, callar a esa absurda voz que nunca cerraba el pico. La pelirroja simplemente mantiene sus labios juntos, no tiene caso decir nada.

"Por favor…Sabes que tenemos que reportar esa teoría tuya a Lillie para que sepamos bien que hacer ¿Verdad?" Dawn se acerca a su amiga de nuevo y la toma de la mano con bastante suavidad, quería hacerla sentir más tranquila, probablemente la ansiedad que sentía era lo que le impedía hablar.

Zoey se voltea y le sonríe con dulzura. "Es sólo una hipotesis. Quiero esperarme a lo que me digan los meteorólogos, quizás y sea algún Pokémon legendario que vuela cerca de la región ¿No?" La chica presiona la mano de Dawn con suavidad. "Tan pronto y confirmen la fuente de esta anomalía iremos con Lillie a decirle acerca de Skadi. ¿Te parece?"

Dawn asiente con la cabeza, sintiéndose más segura…y regresa lentamente a su lugar. Quizá Zoey no desee hablar de Skadi por que esa bestia jugueteó con ella alguna vez…tal y como Dawn no menciona nada de su encuentro con la terrible Reina de las bestias…si ese es el caso, muy probablemente no sea sabio presionar más el tema, por ahora.

La peliazul bosteza de nuevo, que raro. Es cierto que durmió poco pero hasta hace poco no se sentía tan cansada. Quizás no pase nada si tome una siesta, probablemente a Zoey no le moleste, en lo absoluto, ella es una persona bastante relajada en ese aspecto.

Han pasado ya varias horas en el campo de batalla donde se lleva acabo la elección de nuevos candidatos. El clima no había detenido ni un poco el ritmo de las fieras batallas. Paul estaba bastante sorprendido, no daba ni una migaja por los idiotas que habían estado sentados frente a el en las gradas, pero al parecer muchos eran entrenadores excepcionales. Ash parecía conocer a varios de ellos, e incluso les saludaba cuando pasaban a combatir ¡Qué vergonzoso!

La penúltima batalla había sido entre una líder de Gimnasio de la región, de nombre Candice y con una personalidad terriblemente alegre ¿Qué no se supone que la gente que usa Pokémon de hielo debiesen ser fríos y distantes? que usaba un Abomasnow contra un pobre diablo y su Swampert, que habían sido usados de trapeador por la chica y su Pokémon. Ojalá se pudiera culpar al Abomasnow del clima entero de la región, pero eso sería absurdo.

La batalla de ahora era la más prometedora, un sujeto vestido de forma parecida a un Charizard X, que obviamente usaba ese Pokémon…hacia pedacitos a una entrenadora que utilizaba a un Milotic. Ash dijo que el entrenador se llama Alain, y que era sumamente fuerte y que hasta lo derrotó en la Liga Kalos. Ese maldito Pokémon era demasiado poderoso, y no iba a perder la oportunidad de enfrentarse a él, aunque al parecer, Ash se acercó a el primero para saludarlo y pedirle una revancha.

¿Había alguien a quien este tonto no conociera?

Ash observa la batalla con visible fascinación, sin disimular nada su entusiasmo; es increíble ver como Charizard X tomaba al Milotic de la cola y lo arrojaba por los aires sólo para volar hacia el y darle con garra dragón. Después el pobre Pokémon viperino, a orden de su entrenadora intenta usar hidro bomba pero este monstruo usa anillo ígneo, que vaporiza el ataque de Milotic y además carboniza sin piedad al Pokémon acuático. Con esta magnífica batalla a Ash se le había olvidado cuanto frío tenía, ya que claro, el no estaba usando nada que lo protegiera contra el inclemente clima.

La batalla termina y Paul habla, después de tanto tiempo de permanecer callado. "Esa ya fue la última batalla del día. Al menos cerramos con broche de oro esto. Creo que podemos quedarnos con treinta y cinco personas y no con treinta, como lo había dicho ¿Quedamos en eso?"

Ash suspira. ¡Cómo le gustaría dejar a todos los demás entrenadores! Pero sabe bien que ponerse ahorita a discutir con Paul no sería lo más adecuado. " Si, de acuerdo" Acepta, al menos satisfecho que puedan quedarse cinco personas más de las esperadas.

El joven de cabello morado toma el megáfono de nuevo. " Bueno, los entrenadores que perdieron pueden irse, ya no los necesitamos aquí. A los ganadores felicidades, ya son parte de este caos llamado la AIP. Espero sean capaces de acoplarse y adaptarse rápido al ambiente de aquí, porque ciertamente morirán sino lo hacen."

"¡Paul!, enserio tienes que decir esas cosas?"

"Obviamente, ¿Viste que el 90% de los que trabajaban aquí murió en el televisión nacional? La gente de aquí sabe perfectamente a que se está metiendo." Responde con frialdad, Ash sólo puede negar con la cabeza ante esos comentarios tan bruscos….

Aunque fuesen la verdad.