¡Hey que tal! ¡Les traigo un nuevo capítulo, espero les guste mucho, los quiero y gracias por seguirme leyendo!

Edit: Leí el cap de nuevo y me dí cuenta que tuve un aneurisma redactando, lo siento banda; fallé.

Capítulo 34: Suplicio

El humo cubría el cielo, el aire tenía un claro olor metálico, a sangre. Aquellas monstruosas fieras que estaban destruyendo la ciudad no perdonaban a nadie. Ninguna criatura que tuvieran frente viviría; y ni siquiera estar oculto ayudaba, puesto que las pisoteadas violentas de Obvibos causaban daños severos en los edificios; tomas de gas y generadores eléctricos explotaban, cobrando muchas vidas. Y aun así la AIP se aferraba a pelear con uñas y dientes.

Mientras la violenta Obvibos corría en línea recta, Kiawe ordenaba a su Charizard el calcinarle la espalda a la criatura. Debía frenarla, debía haber forma de detenerla antes de que fuese demasiado tarde. Pero intentaba todo, burlarse de ella e insultarla, pero la criatura no escuchaba razón; sólo continuaba corriendo en una sola dirección. Mallow tampoco tenía mucha suerte, la fiera Bjorn amenazaba con despedazarla; plan que era evitado por su Tsareena, quien hacia llover patadas sobre su adversaria. Golpes que la fiera tomaba sin problema alguno, rugiendo violentamente, sus garras cubiertas de sangre y tripas de la gente que ya había asesinado. La chica sería la siguiente.

Clemont mira la masacre ante sus ojos, voltea a Brachyura y le grita con toda intensidad. "¡La guerra es contra la AIP, dejen a los civiles en paz!"

Brachyura le lanza una mirada llena de desdén. "¿Y por qué deberíamos? Sólo estamos haciendo un ajuste de cuentas." La bestia acorta la distancia entre ella, el rubio y su Pokémon, enterrando sus tenazas en la nieve. "Además, ¡Ustedes son los culpables de esta masacre, su existencia e ineptitud le causan estos problemas a su querida gente!" Ríe la bestia, mirando como Clemont enrojece

El rubio ordena a su fiero pokemon atacar con carga salvaje, el cuerpo de Luxray iluminándose como una centella y chocando contra Brachyura quien cruza sus tenazas y es derribada por el ataque, pero esta pronto se pone de pie y golpea al Pokémon con su pinza en la cabeza, aturdiéndolo brevemente. Estaba dispuesta a golpearlo de nuevo pero Luxray logra esquivar justo a tiempo, a orden de su entrenador.

"Tu estúpida lógica solo te hace ver peor, bestia. ¿Crees que la humanidad las iba a dejar hacer lo que quisieran? ¡La AIP es la respuesta a Menagerie, y no vamos a detenernos hasta acabar con todas ustedes!"

"Una respuesta muy patética ¿No crees? Al menos entretienen." Ríe Brachyura con crueldad.

Clemont frunce el ceño. "No son invulnerables, tendrán la ventaja por ahora, pero muy pronto las cosas cambiaran. Entre más aprendamos de ustedes más herramientas tendremos para derrotarlas." Asegura el rubio.

Brachyura se encoge de hombros. "Supongo que tienes razón en eso, eh." La bestia suspira, se ve furiosa, era imposible ocultarle eso. "Por eso te llevaste a Onca ¿no?, para sacarle tanta información como fuera posible."

Antes de que Clemont pudiera responder, Brachyura suelta una carcajada sonora.

"¿Y te soltó todo el chisme?"

El rubio permanece en silencio. Aprieta los puños, aquel crudo interrogatorio no los había llevado a ningún lado. Una total pérdida de tiempo y energía. Por mucho que la bestia fuera brutalizada, Onca sólo seguía jugueteando con ellos.

"¿Por qué tan molesto? ¿Qué información tanto necesitan que requirió que capturaras a una de las nuestras?" Una sonrisa cruel se dibuja en el rostro de la bestia. "¿Por qué Onca? ¿Pensaron siquiera en cual de nosotras podría darte todo lo que deseabas obtener?"

El rubio suspira, no quiere admitir que realmente sólo se aprovechó de una oportunidad, no analizó la razón del porque Onca sería una buena captura.

"Pero que noble es su misión ¿No? ¡Cualquier cosa está justificada! No importa todo lo que le han hecho a la pobre, todo sea por el bien de la humanidad…." La bestia hace una pausa y se dirige a Clemont con la cara más asquerosamente burlona. "O quizá solo por el bien de alguien muy especial para ti, ¿no?"

Los ojos de Clemont se hacen como platos, su sangre se hiela y su corazón late a velocidad vertiginosa. "B-Bonnie…. ¿¡C-CÓMO SABES DE…SABES DE ELLA!? ¡¿QUÉ SABES DE ELLA!?" El chico grita, ordenándole a Luxray que se arroje sobre la bestia, quien solo continua riendo encantada.

"¡Jajajajaja! ¡Ooooh yo sé muchas cosas, mi lugar en Menagerie me lo permite!" La bestia bloquea el ataque de Luxray, sin dejar de reír como loca. "¡Se muchas cosas, cosas, cosas, cosas, cosas, cosas, cosas, cosas, cosas, cosas, cosas, cosas!"

Esas burlas solo hacen enfurecer más y más a Clemont. Se detiene a pensar por un momento…quizá todo esto es realmente un estúpido juego, pero no tiene evidencia de lo contrario. Y por su hermana va a arriesgarse, hará hablar a esta fiera ridícula sin importar qué.

Brachyura muestra una mueca retorcida. "¡Ven, ven por mí, humanito!¡Derrótame y te diré todo lo que sé!" La bestia corre a gran velocidad, alejándose de Clemont quien no duda en darle persecución, quitando totalmente su atención en lo que acontecía con los demás.

En el aire, Kiawe ve la silueta del rubio corriendo tras la bestia. "¿Pero a dónde va? ¡Lo necesitamos cerca!" Se pregunta, pero ni siquiera puede darse el lujo de contestarse, puesto que las cuatro atrocidades con alas se lanzan sobre él y su Charizard, proclamando dominación en el cielo. Su pokémon apenas y alcanza a esquivar, e intenta concentrarse nuevamente en Obvibos, frenar su paso es lo más prioritario pero con estas asquerosas aves es imposible siquiera intentarlo.

Bjorn no tenía problema alguno en manejar los ataques de la Tsareena de Mallow, no importaba cuantas patadas le llovieran, ella no sentía nada. Por lo que su camino de destrucción avanzaba, un camino de sangre y vísceras imparable. Su pelaje blanco estaba totalmente enrojecido, y entre sus mandíbulas sujetaba la cabeza de una persona, apretándola con saña tal que los ojos estaban por salir de las orbitas.

Mallow intenta no vomitar al ver esa escena tan grotesca, sabe que debe concentrarse en derrotarla pero es imposible no ser más que un espectador a esta sucia masacre. ¡Nadie merece quedar así de mutilado! ¡Es una falta de respeto!

"¡Primarina! Hidrobomba!" La voz de Lana llama la atención de Mallow de inmediato, pero el ataque del pokémon sirena es bastante inefectivo sobre Bjorn, tan sólo empapándola.

"¡Lana! ¡Llegaste!"

"¿Qué demonios está pasando aquí….esas cosas…son"

"Son bestias….se transformaron en eso, ¡Están imparables! ¡Mira todo esto!..."

Lana parpadea, aun incrédula a la cruda escena. ¿Pueden siquiera hacer algo? Quizá sea imposible pero eso no significa que vayan a rendirse. "¡Rápido sigámosla! Los demás van a llegar pronto."

Mallow si se alivia al recordar que tendrían muchísimo más apoyo. "¡Vamos! ¡Que no avance un centímetro más!"

Ambas alcanzan a la violenta Bjorn, quien continuaba su masacre por los edificios arruinados, dejando cuerpos a medio comer, desfigurados y desmembrados. Se colocan frente a ella y ordenan a sus pokémon atacar. Los ataques combinados de Primarina y Tsareena, empiezan a ser una molestia para Bjorn, quien solo buscaba matar tantos civiles como fuera posible.

"¿¡Por qué no le hace ni cosquillas!?" Las chicas no entendían como es que la bestia había ganado esta resiliencia. Pero su opinión claramente no importaba, Bjorn no les hablaría, pero si les ruge en su monstruosa forma, con tanta fuerza que casi las saca volando. Su aliento era extremadamente gélido.

"Esto no va a funcionar, necesitamos un plan." Lana mira rápidamente a su alrededor y nota que la integridad del edificio ya estaba comprometida. Seguro el paso de terremoto de la otra bestia haría que se desplomara, pero…podían utilizar esto a su favor, este edificio tiene alrededor de siete pisos; quizá sus ataques no le hagan mucho a la bestia, pero seguro si tumbarían esta delicada estructura. Enterrar a Bjorn bajo toneladas de concreto y acero tenía muchas más probabilidades de impedir que continuara con su destrucción ¿Pero cuanta gente quedaba dentro exactamente? Ya mucha había intentado escapar y había sido cruelmente asesinada por la fiera.

"¡Mallow, vamos a sacar la gente de aquí!" Grita la joven, subiendo algunos escalones. "¡Primarina, quédate aquí y protege a la gente que intente pasar!"

La peliverde conecta los puntos, y más al ver que caía polvo alrededor suyo. Sigue a Lana, y ambas empiezan a asomarse en las puertas del edificio, buscando sobrevivientes para ponerlos a salvo. La bestia parecía estar más ocupada en intentar pasar hacia los pisos de arriba, segada por sed de sangre, pero los pokémon de la chica hacían lo posible para mantenerla a raya. La hidrobomba de Primarina y la lluvia de patadas de Tsareena eran difíciles obstáculos para Bjorn en este momento. Una cosa era soportar los ataques y otra maniobrar alrededor de ellos. La bestia está controlada por su instinto y como un animal salvaje, no podría razonar otra forma de atacar.

Las chicas no pueden hacer su inspección del edificio con el escrutinio que desea, tristemente la mayor parte de las habitaciones estaban completamente vacías, sus inquilinos probablemente muertos en la planta baja al intentar escapar. La única esperanza era en los pisos de arriba, donde a lo mejor la gente fue más reacia a evacuar y optaron por esconderse. Tumban una de las puertas y escuchan el chillido asustado de una mujer, y casi reciben el ataque de un Snubbull que buscaba proteger su hogar. Las chicas apenas y lograron esquivar, y la mujer escondida sale, temblando como gelatina.

"¿Vi-vienen a ayudar?" Pregunta, corriendo y tomando a su pokémon entre brazos antes de que se vuelva a lanzar a sus posibles salvadoras. Luego recuerda ese video que presentaron hace unos días en la televisión, y siente su esperanza desvanecer, ¿No eran ellas parte de los irresponsables ebrios? Bueno no puede darse el lujo de ser quisquillosa ahora.

"¿Hay alguien más aquí? ¡Tiene que salir pronto!"

"N-no, solo…solo yo y mi bebé Snubbull."

Las chicas suspiran aliviadas de que al menos un lugar tenía supervivientes completos. "Hay algún otro escape que no sea por las escaleras?" Pregunta Lana.

La mujer niega con la cabeza.

"La ventana es una opción, podemos usar a Dragonair y Flygon-"Lana sugiere pero es interrumpida por Mallow.

"¡Pero creo que hay tres bestias ave volando por ahí!"

"No creo que haya opción, estoy segura que nuestros pokémon podrán escabullirse sin ser vistos. "

La mujer estaba paralizada, sabe que no es su lugar opinar pero aun así sus salvadoras no le inspiran mucha confianza. Su cuerpo prácticamente no responde por la terrible ansiedad que sentía, hasta que de repente se encuentra así misma en el aire con su Snubbull, en el lomo de un Dragonair, sujetándose ambos del lomo del elegante pokémon que ya se deslizaba por los cielos, sin mayor problema. Las arpías de las que hablaba Mallow estaban muy ocupadas intentando devorar a Kiawe y la gente cercana a donde el estaba.

Las chicas se apresuran a buscar más gente y pokémon que ayudar, pero no encuentran mucho en los departamentos restantes, sólo uno donde alguien sin corazón había dejado a su pequeño Skitty en el lugar, además el temblor había tirado varios muebles y el pobrecito no podía escapar y maullaba desesperado. Mallow lo toma entre sus brazos y el lindo pokémon pronto se calma.

Es triste pensar que tanta gente murió, quieren desear con todas sus fuerzas que más gente haya, de alguna forma, escapado. El edificio se sacude de nuevo y ambas se miran, deben tirarlo antes de que Bjorn decida salir y destruir otro lugar y por supuesto que antes que ellas queden dentro. Bajan las escaleras en un frenesí, para encontrarse con sus pokémon. Por fortuna Bjorn seguía intentando pasar la barrera que eran Tsareena y Primarina, incluso se le veía más y más letárgica, pero las pokémon ya estaban muy heridas y cansadas.

Les gustaría decir que esto era el último empujón, pero saben que quizá esto ni siquiera funcione, y en todo caso había una crisis mayor ahí afuera. Esquivando con relativa facilidad las feroces garras de Bjorn, quien parecía extremadamente ralentizada, las chicas sus pokémon y el Skitty que llevaban salen del edificio, respirando agitadamente.

"¿Y cómo volamos el edificio?"

"Usemos movimientos Z, debemos asegurarnos de que esta bestia quede bien enterrada." Sugiere Mallow, Lana asiente, la idea podría lastimar a gente que estuviera en las cercanías, pero…no podían hacer más al respecto.

Mallow pone al Skitty sobre su propia cabeza, para poder hacer el movimiento Z de tipo planta. Lana hace lo propio con el de agua. Muy pronto Primarina lanza una torrencial sinfonía de la diva marina y Tsareena un megatón floral. Ambos ataques se vuelven uno y explotan contra el edificio, haciéndolo volar en miles de pedazos que obviamente salen proyectados en todas direcciones. Las chicas regresan a sus agotados pokémon y corren a toda velocidad para evitar dichos residuos peligrosos.

Mientras corrían por sus vidas, ellas no podían saber lo que había pasado dentro del edificio. El ataque había facilitado con éxito que a la bestia le cayera el peso de siete pisos de venganza, asegurando que ella perdiera la vida de forma violenta y rápida. Bjorn no tuvo tiempo para razonar lo que pasó, su forma monstruosa no se mantuvo por mucho tiempo tras recibir tantas toneladas de concreto y por supuesto el efecto de los dos movimientos Z combinados. Cuando volvió a sus cabales, pocos segundos después, se encontró firmemente enterrada en el suelo; y se dio cuenta que podía ver lo que parecía ser su destrozado cuerpo, bueno estaba segura que era el suyo; porque la piel blanca que adornaba su cuerpo seguía ahí, pareció una eternidad…pero fueron solo breves segundos tortuosos.

No había mucho que pudiera hacer tras haber sido decapitada, ni siquiera cerrar los ojos.

Obviamente la explosión no pasó desapercibida en la cercanía. Cerca de la AIP se había visto una columna de luz vertical, ya de por sí estaban con las manos llenas, intentando alojar a tanta gente como fuera posible. Muchas de esas personas tenían heridas horrendas que debían ser atendidas.

Entre esos heridos se encontraba Ash, había quedado inconsciente tan pronto y llego aquí, por lo que no tenía mucha noción del tiempo que había pasado. Siente un dolor horrible en el abdomen, ya no había adrenalina que le impidiera percibir aquel rasguño brutal infringido por Bjorn. De alguna forma se pone de pie, sujetándose de una columna, la herida aún estaba en proceso de cerrarse, por lo que bajo ese esfuerzo pronto se abriría nuevamente.

Cuando vio la columna de luz a lo lejos, solo pudo pensar en la gente que estaba en peligro, o que resultó lastimada, pensó también en todos sus amigos. No deseaba perder a nadie, ya el no ver a su Pikachu junto a el, es algo que le genera una ansiedad tan imperiosa que lo hace gritar. "¡Pikachu, d-donde…-"

Siente a alguien recostarlo con fuerza. Había sido Drew, quien lo miraba con severidad. "¡Quédate quieto idiota! ¡Casi te partieron a la mitad!"

"¡Estoy bien!" Replica Ash intentando levantarse de nuevo, pero el peliverde solo aplica otro poco de fuerza para dejarlo nuevamente en el suelo.

"No te hagas el héroe, ayudas más si dejas de hacer estupideces y te quedas Q-U-I-E-T-O."

Al chico se le veía visiblemente estresado, puesto que el junto con una enfermera Joy y un par de médicos miembros de la AIP intentaban salvar la vida de la gente herida. Eran apoyados por la Chansey de la enfermera, los Audinos de los médicos y el Roserade de Drew.

"¡No puedo quedarme aquí! ¡No puedo soportar que los demás estén sufriendo y yo esté aquí como si nada!"

Drew tuerce los ojos. "Estás medio muerto."

Un silencio incómodo se forma entre ambos, Ash no entendía muy bien su situación tan horrenda. O quizás simplemente no quería aceptar que realmente no podía hacer absolutamente nada. Independientemente de eso, decir que se sentía horrible era poco, quería impulsarse como pudiera para ir a ayudar.

El peliverde no se espera a escuchar a otro comentario de Ash, ya está demasiado nervioso y esa explosión sólo empeoro las cosas. Le ordena a su roserade utilizar silbato hoja en Ash, para ponerlo a dormir a la brevedad y que no pudiera causar más problemas. El pokemon obedece y tras una breve melodía, el azabache queda profundamente dormido.

Drew iba a continuar monitoreando a los heridos, pero Lillie le interrumpe.

"Ya vamos a movilizarnos, no podemos esperar ni un segundo sobre todo considerando esa explosión."

"Aunque ya nos tardamos entonces ¿No?" Comenta agriamente Úrsula, apareciendo de entre las sombras, tanto Drew como Lillie la miran con molestia. "Pero no se preocupen, déjenme A MI a cargo y pronto tendremos todo bajo control, ¿Por qué depender en los tarados que no están aquí? Quedamos poco entrenadores fuertes, y claramente la más capacitada para comandar hoy soy YO."

Lillie se sostiene las sienes.

"Cállate y ve con los demás, empezamos a movernos ya." Exclama Drew, chasqueando los dedos.

Úrsula refunfuña y obedece, bueno…valía la pena intentar ¿No? Ve a la bola de gente que consideraba inferiores a ella, gente nueva e insoportable ¡Se veían todos iguales! ¡Patéticos y perdedores! ¿Cómo podían intentar mezclarla entre toda esta mugre y poner en un altar a gente como Dawn? Pronto su tren de pensamientos agrios es detenido de golpe por una llamada a su teléfono, ve el número y esboza una sonrisa antes de contestar.

"Ya me preocupaba que estuvieras tan entretenida con tu trabajo que no me contestarías." Comenta la voz de Miette, bueno la chica estaba en su forma de bestia, en el interior de la estructura cristalina, Lapin junto a ella.

"¡Las cosas apenas van a empezar! Ya sabes que aquí son un poquito lentitos…, bueno la cosa esta fea ¿Viste la explosión? Aquí todos empezaron a correr como torchics decapitados."

Nectura parpadea varias veces, ella está resguardada así que no tiene forma de saber que ha sucedido. "No vi nada la verdad" La chica piensa rápidamente en un escenario creíble, no quiere soltar la sopa, aún es muy temprano para eso. "Tuve que resguardarme, ejem, bajo la orden de tus colegas."

"Ah, una pena….pero ya sabes que puedo ayudarte con eso." Contesta Úrsula, volteando de izquierda a derecha, procurando no ser escuchada. ¡La matarían si se entera de que ha forjado una alianza con la reportera más odiada por la organización!

Nectura sonríe, ¡Que excelente va a salir su alianza para enterarse de los eventos sin necesidad de estar ahí! Pero no sólo era eso. "Excelente, y también tengo información valiosa para ti. Dawn y Serena viven, con absoluta certeza; nuestros planes de ahogarlas en brea no se han visto alterados. Pero están dentro del bello cristal del cielo, donde están todas las bestias; no es seguro que se salven, para nada…."

Una sonrisa diabólica se esboza en el rostro de Úrsula. ¿Qué no le alegraría ver a Dawn morir? Claro, pero prefiere destruirla. Cosas totalmente diferentes. "Oh…no te angusties, la AIP los salvará a todos." La chica suprime su risa, ante la ironía cruel del escenario. Ella y Miette serían como diosas caprichosas, salvando a las chicas para luego aplastarlas como gusanos.

La bestia no suprime su risa, y pronto la llamada termina.

"¡Úrsula, te dije que íbanos a irnos ya! ¿Con quién hablas?" Grita Drew, acercándose a la joven.

"¡Oh, es algo importantísimo! ¡Dawn y Serena viven! ¡Pero están dentro del cristal de las bestias, junto con un gran número de rehenes! Deberíamos asegurarnos de que todos ellos estén bien… ¿No? "

Drew obviamente queda impactado con el valor de esa información. La situación era muy crítica, más de lo que pensaban, pero había esperanza de que las cosas podrían mejorar. "Por eso mismo hay que irnos ahora, no perdamos ni un segundo más."

La columna de la explosión había interrumpido el duelo entre Brachyura y Clemont. Ambos estaban absolutamente horrorizados, Brachyura temía por la vida de alguna de sus chicas y Clemont claro que se sentía muy egoísta ahora por dejar atrás a sus compañeros. La bestia sabe bien que esa explosión no fue de ellas, conociendo el tipo de poderes de sus amigas.

La fiera entonces golpea con su tenaza al Luxray de Clemont para quitárselo de encima, de una vez por todas; para intentar escabullirse para ayudar a sus compañeras. Pero el rubio aprovecha este momento para ordenar un ataque sorpresa con voltio cruel. Su pokémon golpea a Brachyura en seco, dejándola con estática alrededor de su cuero mientras yace en el suelo. Su rostro burlón cambia a una expresión llena de preocupación, no puede dejar que este imbécil le siga estorbando pero a la vez; está teniendo severos problemas para lograr derrotarlo. Su mente usualmente acostumbrada a un análisis preciso en el campo de batalla, ahora está nerviosa y si, asustada ante la incertumbre de la situación. Se pone de pie rápidamente y sin pensarlo demasiado utiliza sus tenazas para levantar rocas y escombros en dirección de Clemont, ciertamente una decisión de pánico.

Luxray no solo se mueve con agilidad atráves de los escombros, sino que alcanza a morder con fuerza la pinza derecha de Brachyura; con saña tal que al jalarla logra llevarse consigo la parte inferior de la pinza, dejando a esa tenaza incapaz de cerrarse y aplastar objetos.

Brachyura ve con furia absoluta la sangre azul que brota de su pinza rota, es un daño reparable, pero aunque no a corto plazo; no hasta pasar por varias ecdisis durante este año ¡Pero qué momento para tener una herida así! Está furiosa y en shock, quiere asegurarse que sus chicas estén bien, pero ahora ella misma está en peligro, y evidentemente debe salvar su pellejo primero.

"¿Qué esperas? ¿No vas a matarme?" Comenta con acidez.

Clemont niega con la cabeza. "Voy a sacarte la verdad primero." El chico se saca del bolsillo una foto de su hermana, y mira con repudio a la bestia mientras se la muestra. Le es difícil contener las lágrimas. "¡DIME DONDE ESTÁ!"

Brachyura ve brevemente la foto, y esboza una sonrisa cruel. "Vaya, sí que vale la pena hacer una masacre por esa adorable chica."

Una vena parecía saltar en la frente de Clemont, su rostro esta rojo y aunque quiere mantener su mente fría, su ira homicida es díficil de esconder."¡HABLA YA!"

"Sé dónde está, lo sé perfectamente, conozco de ella tanto como sé de mi pobre tenaza, que tu mascota tiene en su hocico repugnante." Comenta, mirándolo con rencor. "Ven niño, te diré que le hicimos, con lujo de detalles."

Clemont se enfurece aun más, tantas variables y escenarios horripilantes aparecen en su mente, aun peor es pensar lo mucho que debe estar sufriendo bajo el yugo de las malditas estas. No va a matar a la fiera, desea hacerle algo peor de lo que están haciendo con su hermanita. Y ahí comete su error, acercarse demasiado a Brachyura.

Con absoluta violencia la bestia le da un cabezazo al rubio, en seco. Clemont cae al suelo, su frente sangrando profusamente, ni tiempo hubo de reaccionar.

Brachyura no se regodea en su victoria, sino que desaparece de la escena de inmediato, realmente su preocupación yacía más en las demás bestias. Luxray no iba a seguirla, aunque sí que merecía un severo ataque por agredir a su entrenador; pero ahora era más sensible cuidar de él y ponerlo a salvo.

No muy lejos de ahí el pobre Kiawe y su Charizard esquivaban tanto los ataques salvajes de esas odiosas arpías como la lluvia de fragmentos de roca que llovían por todos lados. No tiene idea que pasó, ni quien o quienes estuvieron involucrados. Y tampoco puede darse el lujo de pensarlo ¡De verdad que necesita ayuda y pronto! No puede detener a tanto monstruo el sólo, aunque al menos las bestias no se estaban fijando en su alrededor y no eran tan capaces de esquivar aquellos escombros, de hecho una de ellas recibió el golpe en una de sus alas, fracturándole algunos huesos y tirándola del cielo. Algo le había dicho Clemont alguna vez que las criaturas voladoras tienen huesos ligeros con cavidades llenas de aire en lugar de medula y por eso un buen golpe los rompe.

La bestia herida se estrella contra el suelo, pero como un engendro diabólico, el ave gigantesca empieza a arrastrarse por el suelo, buscando cosas que devorar.

Ese comportamiento salvaje, le da una idea al chico ¿Podría engañarlas y hacer que ataquen a la bestia gigante que causa temblores al avanzar? ¡Si se deshace de esa, la mayor parte del problema se irá! Que funcione…es otra cosa. "…ni modo, a ver qué pasa" Piensa, rascándose la nuca. El Charizard, a orden del joven se apresura a intentar volar por encima de Obvibos, esperando atraer la atención de las arpías para que cayeran en la trampa. "Que sea lo que Dios quiera."

Pero había un grupo de gente que no tenía ni idea de la explosión, obvio los chicos dentro del infamoso cristal. "Estas estúpidas bestias como aman construir laberintos odiosos." Comenta Paul con desdén, mirando las paredes que brillaban tanto que ya le dolía la cabeza. Como las bestias aguantaban estar rodeada de tanto material resplandeciente, es algo que nunca iba a entender.

Serena asiente, mirando a su alrededor y pregunta "¿Habrá gente que se les haya escabullido antes…o solo son demasiado precavidas?"

"Bah, no creo que nadie más haya llegado tan lejos, sólo debe ser paranoia estúpida pero muy efectiva." Contesta Paul de inmediato. "Zoey, dijiste que esta basura estaba siendo piloteada en la parte más profunda ¿No?"

En un estado mental totalmente atenuado la pelirroja contesta. "Si. Si las palabras de Skadi son ciertas, debemos estar muy cerca."

Paul suspira aliviado, satisfecho con la actitud pasiva y la respuesta.

Dawn en cambio la mira preocupada, lleva todo el tiempo desde que la rescataron, buscándole el rostro; intentando encontrar contacto visual. Pero la pelirroja le esquiva la mirada, aun cuando ella se cuelga de su brazo, la pelirroja hace lo que sea posible para ignorarla y da varios pasos adelante, prefiriendo, para horror absoluto de la chica caminar junto a Paul. "Pero dijo que habría una bestia adentro, no tengo idea de qué tipo de fiera sea."

Paul sonríe con arrogancia. "Como si eso importara a estas alturas ¿No crees? Sea cual sea la aplastaremos sin piedad."

Serena interviene en la conversación. "Aunque igual debemos estar prevenidos, nada nos dice que las otras no llegarán para acabar con nosotros."

Dawn se adelanta varios pasos, colocándose frente a sus tres compañeros. "¡Serena tiene razón! No podemos confiarnos, dos de nosotros deberían concentrarse en la bestia, mientras los otros dos vigilan que no vengan más ¿No les parece?"

Zoey de inmediato protesta, algo le dice que muy seguramente Dawn estaba buscando dejarla aislada, para interrogarla respecto a su actitud, y eso no lo iba a permitir. Comenta en la idea, pero nunca hace contacto visual con la peliazul. "Es más fácil que entre los cuatro acabemos con esa bestia, de todas formas ya estaríamos en donde se controla la estructura. No importa que suceda, tenemos las de ganar." La chica voltea los ojos hacia Paul, sabiendo que apelar a la impaciencia del joven era la forma más efectiva de prevenir este plan.

Paul asiente con la cabeza, impresionado que la pelirroja dijera algo coherente y más aún, algo con lo que él estaba de acuerdo. "Si, eso sería lo más eficiente, ya hemos pasado demasiado tiempo aquí y ya que estamos todos aquí solo debemos concentrarnos en salir lo más rápido posible."

Serena no está del todo convencida. "Siento que precipitarnos es un error, sólo por salir rápido de aquí nos estamos poniendo en total peligro, yo apoyo la idea de Dawn." Comenta con firmeza.

El joven suspira. "Estamos divididos en esto, no creo que haya nada más que discutir; la respuesta aquí es terminar esto con fuerza bruta. Piensen además en los demás, cuando salgamos de aquí seguramente van a pedir nuestra ayuda. Quizá si nos tardemos ya les hayan dado cuello a todos."

Zoey no está contenta con tener que apoyar noción alguna de Paul, pero en esta ocasión es algo razonable y honestamente está demasiado cansada como para siquiera oponerse. "Las bestias saben que ya les destruimos su ceremonia, dudo mucho que tengan misericordia, más bien jamás la han tenido….piensen que no es sólo el hecho de que morirán, sino el como ¿Quieren pensar en qué clase de cosas horrendas les harán?". La chica pone sus manos heridas al frente recordándoles que a ella le crucificaron. "Vean sus heridas, estamos a poco de morir también."

Dawn suspira con frustración, se le hace tan raro que la chica no acepte su sugerencia de inmediato. "Pero para poder ayudarlos tenemos que salir con vida, ¿Vamos a arriesgarnos a fallar solo por apurar las cosas?"

La escasa paciencia de Paul se agota. "¡Ya, está bien, vamos a dividirnos, sólo estamos perdiendo el tiempo."

Dawn dibuja una pequeña sonrisita, ahora si Zoey no podrá escapar de sus preguntas. Paul y Serena estarían ocupadísimos peleando con la dichosa bestia, con la que seguramente no tendrían mayor problema como para notar que ella estaría interrogando a la pelirroja. Paul obviamente se rehusaría con trabajar con Zoey por evidentes razones, y sería fácil alegar que ella y Zoey tienen mejor química para trabajar en batalla, así que las dos serían ideales para mantenerse alerta.

Pero su plan no le iba a funcionar, Zoey la interrumpe antes de que pueda sugerir siquiera el cómo debería repartirse, la voz de la pelirroja resuena con fuerza en los corredores cristalinos.

POR DIOS YA HAY QUE ACABAR CON ESTO! Ustedes decidan que harán, yo voy a matar la dichosa bestia, ¡ESTOY HARTA!" Con eso dicho la chica sale corriendo, obviamente a sabiendas que cierta persona la seguiría, obligando a Dawn y a Serena a vigilar, si tanto lo desean hacer.

"¡ESPERÁTE PERRA LOCA!" Grita Paul de inmediato, persiguiendo a la pelirroja. Bueno, si la chica aún tiene fuerzas como para correr así, seguramente con ellos dos bastará para matar a cualquier bestia. Además tenerla tan cerca le hace querer apurarse con todo este lío. Al final del día ellos, impulsados por su odio mutuo y su impaciencia harían el proceso rápido y efectivo.

Serena niega con la cabeza, ella no tenía una idea clara de la forma en que se repartirían, pero ciertamente esta no era la combinación ideal. ¿Paul y Zoey juntos? Eso solo son problemas, pero en fin, al menos el plan de tomar algo de defensiva había ganado sobre simple impaciencia. Se dirige a Dawn, esbozando una pequeña sonrisa nerviosa. "Cuidémosles las espaldas ¿Vale?"

Dawn no estaba nada contenta, las cosas no debían salir así…en fin; un momento, probablemente más oportuno para interrogar a Zoey seguro vendría. "Sólo esperemos que no se masacren entre ellos antes de llegar a la bestia." Comenta, intentando no mostrar su enojo con otra sonrisa nerviosa.

Zoey y Paul, con la ayuda de Frosslass y Gastrodon, se abren paso a la última barrera entre ellos y la victoria. El corazón de este caos. Lo primero que ven es una habitación llena de paneles que mostraban el exterior del cristal, el cielo lleno de nubes; tenía sentido puesto que en este lugar se piloteaba tan importante estructura, por medio de un muy complejo mecanismo de palancas y botones de formas exuberantes hechos de metales preciosos, el cual era controlado con un brillo mágico azul por una bestia bastante pequeña, parecía una adolescente muy joven. Tenía largas orejas, negras igual que su cabello. Sus ojos eran bellísimos, de color azul grisáceo y vestía con un kimono corto color negro con adornos en blanco y rojo en forma de flores. Tenía una larga cola con denso pelaje.

Tan pronto la bestia nota la presencia de esos dos, junta sus manitas, en posición de súplica y se pone de rodillas. "¡Oh…p-porfavor! N-no me lastimen, n-no se pelear y me da miedo…solo me pidieron pilotear esto… ¡Yo no sé nada de nada!"

Ambos la miran con desconfianza extrema, esa actitud no se ve todos los días. Pero la bestia se veía tan increíblemente débil y frágil que era difícil no creer que realmente era así de patética e inofensiva. Paul la toma del cabello y la levanta, era liviana como una pluma, y sus ojos se llenan de lágrimas. "¿No quieres que te matemos? Pobre bestia idiota, tendrás suerte si no te hacemos agónicos tus últimos momentos de miserable vida." Le dice con absoluto desprecio.

Zoey mira a Paul de reojo. Le parecía una pérdida de tiempo matar a esa pequeña bestia, que estaba absolutamente aterrada de ellos; seguro se escabulliría tan pronto tuviera la oportunidad, no es como si presentara una amenaza inmediata.

"¡N-no por favor! No me las-lastimen ¿Vale? Soy nueva en esto y no…no pensé que vendrían, no sé qué hacer." Los ojos de la bestia se llenan de lágrimas, Paul la mira con aun más odio y enojo.

"Ahórrate tus lagrimas bestia patética, solo dinos como parar esto o te voy a estrellar contra la pared hasta que no te reconozca ni la golfa que te parió."

El llanto de la bestia se hace más fuerte. "¡No! ¡No por favor! ¡Es…es con el ma-mando de control….p-puedo hacerlo ya-ya mismo!"

Paul la mira detenidamente y pronto la arroja hacia Zoey, quien alcanza a sujetar a la bestia entre sus brazos. "Vas a darme las instrucciones de esta cosa. ¿Crees que te dejaré hacerlo tú misma?"

La bestia traga saliva al ver a la pelirroja, no le veía cara de que la torturaría como este brutal hombre, quizá pudiera apelar a su misericordia. Zoey mira a la pequeña bestia mientras la sujeta, era horrible sentirse como un esbirro de Paul. Una situación tan humillante que la hace desear suicidarse.

"Vamos, empieza a hablar, ¿O quieres que empecemos con las técnicas para hacerte soltar la lengua?

La bestia niega rápidamente con la cabeza. "¡No por favor! ¡Hablaré, p-pero, con usted….!" Voltea hacia Zoey, con esos ojos enormes de color azul. "Ese tipo me da miedo…y n-no podree….hablar….bien."

Zoey se siente muy incómoda por esa mirada, es idéntica a la de Dawn. No cree que pueda siquiera tocarle un pelo ahora, pero se mantiene tan tranquila como puede y voltea a Paul con molestia. "La vas a matar del susto, ¿Puedes dejar de amenazarla por un minuto? ¡De nada nos sirve que no pueda hablarnos!" Le reprocha, enfureciendo al chico de inmediato.

"¡Ya empezaste con tus cosas! ¿Vas a defenderla?" Le replica el chico a la brevedad, totalmente iracundo.

"¡No la defiendo pedazo de imbécil, quiero que esto termine tanto como tú!" Le responde, la mecha de odio encendiéndose nuevamente. Zoey se dirige a la bestia que sostiene con firmeza. "Escucha, pequeña, sólo has lo que te pedimos y te…dejaremos ir. ¿Vale? Solo trata de calmarte linda."

Paul mira a Zoey con el odio más acido del universo ¿Enserio acaba de decir eso? Se acerca a ella jalándola brsucamente del brazo hacia él, la pequeña bestia se les queda viendo, paralizada y aterrorizada.

"¿Estás loca? ¡¿Vas a dejarla ir!?" Le grita, pero la joven se suelta y jala de los cabellos a Paul y le susurra al oído, en voz muy bajita.

"Escúchame idiota, nunca pensé que tendría que explicarte lo que es una maldita mentira." Zoey suelta a Paul y lo mira con ganas de reírse.

El chico se pone rojo, como quería matar a esta mujer. Seguro abriría el pico y le diría a todos de este humillante momento. De como él no logró ver algo tan estúpidamente obvio. "En mi defensa, estoy furioso." Piensa, y suspira. "Si, ya que, te dejaremos que huyas pequeña cobarde." Responde, derrotado, acercándose al mando de control.

"¿Y bien…ehh, ¿Cuál es tu nombre?" Pregunta la pelirroja, acercándose a la bestia, quien estaba tan asustada que ni siquiera se le ocurrió huir.

"Ku-Kumiho."

Zoey la sostiene de los hombros, con cierta delicadeza, pero firmemente. "Bien, Kumiho, ¿Qué debemos hacer?"

Kumiho dirige esos ojos azules hacia Zoey, sosteniéndole la mano repentinamente, como si fuese su hermana mayor. "Es…tardado,…pero primero hay que…iniciar el mecanismo de nuevo….emm es con esa palanca grande la izquierda, mueve el botón de junto primero."

Zoey mantiene una expresión de frialdad, pero la verdad esta bestia está haciéndola sentir extremadamente incómoda, quizá está demasiado emocional y exacerbada ahora pero esa cara la hará llorar. Debería ir a decirle a Serena que se encargue de la bestia, pero no quiere hablar con Dawn, y obvio Paul empezaría con sus cosas si ella expresaba su deseo de retirarse. Estaba atrapada en el mar azul de nuevo.

Kumiho no era la única bestia que estaba paralizada por el miedo, Crow Tengu seguía prácticamente tiesa, parada a lado de la gran Reina. Las plumas de la bestia seguían erizadas, pero entre la algarabía del momento, de todas las que no sabían el desastre que estaba armándose, hace que su nerviosismo extremo pase desapercibido.

El momento que Tengu estaba deseando con toda su alma tardará mucho más en ocurrir, estaba por empezar. Aquel círculo lleno del líquido cósmico empieza a burbujear intensamente, como un caldero mágico y sagrado. En una explosión más espectacular que la que había ocurrido hace poco en la ciudad, una columna de ese cosmos líquido surge con violencia extendiéndose kilómetros hacia arriba, soltando polvo de colores como el purpura y el azul, era como ver una estrella nacer, algo grandioso que supera a la razón, especialmente cuando todas las bestias presentes son salpicadas en polvo estelar, dejando un encantador brillo por todos lados. De hecho el cristal gigante estaba tomando esos colores astrales también, convirtiéndose en un fragmento del universo que claramente iba a resaltar aún más en el cielo de la ciudad.

Macherie se pone de pie y exclama, con su vozarrón. "¡VAMOS! ¡DEL CÍRCULO DE LAS ESTRELLAS SALGAN! ¡MUESTREN QUE HAN ACEPTADO SU GLORIOSO DESTINO! ¡ENSEÑENOS SUS NUEVAS Y BELLAS FORMAS!"

Las bestias comienzan a gritar de emoción, sus corazones llenos de júbilo, se abrazaban entre sí. Esto era genuinamente un momento que iluminaba el corazón.

Tengo cierra los ojos en el momento en que la columna desaparece, permitiendo que el bello líquido se desborde, mojando los pies (o patas) de todas, como si fuera un tranquilo océano tocando la playa con delicadeza.

¡Qué sensación tan gentil! Pero solo haace que la bestia de plumas obsidiana acepte la inevitable y horrible tragedia que iba a ocurrir.

Muy pronto las formas de una veintena de nuevas bestias ya son perfectamente visibles ¡Que hermosas! Esto causa aún más alegría, rayando ya en el euforia….al menos por breves momentos.

Macherie mira con escrutinio al grupo, buscaba a Dawn con ansiedad y emoción, pero no la encuentra. De inmediato su rostro se llena de una furia homicida. Gira hacia Crow Tengu la sujeta del cuello, levantándola sin dificultad y sin piedad. Le ruge con una ferocidad que casi mata a la bestia del puro susto. "¿¡DONDE ESTÁ!? ¡FALTA UNA! ¡QUIERO SABER QUE PASÓ!"

Al oír tremenda voz, las bestias se encogen y se quedan viendo asustadísimas, especialmente las nuevas, que bautizo de fuego; ni siquiera habían tenido tiempo de admirarse y ya estaban de rodillas.

Tengu traga saliva con dificultad, no sabe qué contestar, por lo que la gran Macherie la arroja contra el suelo humedecido y materializa su látigo favorito. El cual pronto se ilumina de magia roja, y lo arremete violentamente contra el cuerpo de su subordinada, rasgando su ropa ceremonial sin clemencia. Los ojos de Tengu obviamente se llenan de gruesas lágrimas, pero hace lo posible por aceptar su castigo sin chistar, aunque el dolor era indescriptible, como si cada parte de su piel fuera arrancada con pinzas calientes, poco a poco. No tiene nada que decir, nada que Macherie vaya a tomar de forma razonable.

¿Expiación o masoquismo?