Heeeeeeeeeey que tal banda! Les traigo una conti recién salida del horno, espero les agrade. Los adoro y ya extrañaba escribir para ustedes
Capítulo 36: Sans valeur
Ash abre los ojos de golpe, y se encuentra a sí mismo sobre un par de cobijas ensangrentadas colocadas en el suelo; estaba aún algo herido. No logra reconocer donde se encuentra, pero es obvio que no es edificio cede de la AIP; voltea en todas direcciones y ve lo que parecen ser miles de personas, muchas de pie, otras tendidas en el suelo, claramente heridas. Mira hacia arriba una serie de lonas cubren las cabezas de los presentes. Suspira, ya no se siente tan mal, aunque la herida duele aún ¡Estúpidas bestias que lo dejan fuera así! Sus pensamientos son interrumpidos al percatarse que su adoradísimo Pikachu está a su lado dormidito, aun con vendajes y curitas en su cuerpo. Ash le acaricia la cabeza y el pokémon abre los ojitos, emocionadísimo de ver a su entrenador por fin consciente.
"Pika!"
"Pikachu! ¡Estás bien amigo!" Responde el chico, ¡El día fue animado de inmediato! Pero la linda reunión es interrumpida cuando ambos regresan a la realidad. Los ayes de la gente y los aullidos de los Pokémon suplicando alivio, hacen que ambos se sientan terriblemente egoístas de tan sólo alegrarse por su encuentro. Ash se pone de pie, ya le valía muy poco la venda alrededor de su abdomen ¡Se le podría abrir de nuevo, desangrándolo hasta morir, o se le podría infectar de forma horrible! ¿¡Pero qué más da!? ¡Si se puede parar todo está bien! ¿Verdad?
Pikachu se sube al hombro de su entrenador y ambos empiezan a recorrer el lugar lentamente, en algo podrían ayudar seguramente.
Ash voltea a la izquierda y de pura casualidad, entre el mar de gente y pokémon, se encuentra con Paul; quien estaba visiblemente herido, canalizado de forma improvisada y con gasas en distintos lugares de su torso y cabeza; el pobre también estaba cubierto de polvo. Su Frosslass estaba junto a él, mirándolo con inmensa preocupación, pero sólo dedica una breve mirada de frialdad al par de tontos que irrumpían la recuperación de su entrenador.
"¡Paul! ¿Qué te pasó?"
Paul tuerce los ojos al oír la pregunta de Ash. "No voy a ahondar en detalles, van cuatro veces que le explico a alguien que demonios me pasó, así que de rápido: Iba a morir, pero por si no te has dado cuenta; sigo vivo, fin."
Después de un silencio largo e incómodo, donde ambos se quedan viendo el uno al otro, Ash decide preguntar otra cosa, ya que la cara roñosa de Paul es un deterrente efectivo. "Oye pero… ¿Qué….? ¿Qué fue de las bestias? ¿Solucionaron el caos?"
Paul se encoge de hombros, pero hace una expresión de dolor al recordar que en este momento cada minuto de su vida es una agonía. "Bueno, eso depende de tu definición de solucionar" Comenta el joven, haciendo comillas con las manos.
"¿A qué te refieres? ¿Las bestias ganaron?"
Paul encoge los hombros de nuevo, maldita costumbre, casí se muere del dolor. "Si, de hecho estamos en el infierno y para mi absoluto horror, esta conversación es mi castigo eterno." Desquitarse así era bastante agradable. Paul continua, viendo como Ash lo mira con molestia. "Mira, Ciudad Veilstone está hecha ruinas; es lo único que necesitas saber."
Los ojos de Ash se hacen grandes, como platos. "¿¡Hablas enserio!? ¿Pero entonces dónde estamos?"
"Ciudad Sunnyshore. El único lugar de la región que sobrevivió un poco a ese clima estúpido." Explica cansado ya de tanta pregunta. "No tiene mucho que desperté, así que deberías preguntarle a…Zoey, si ella seguro tiene tooooodos los detalles, aunque no sé si esté por aquí."
"Oh ¡Gracias Paul! ¡Iré a buscarla!" Sonríe el chico alejándose del lugar
"Ojalá ni reconozcan su cuerpo" Piensa Paul, viendo a Ash alejarse. Ahora si podrá descansar.
El azabache avanza por el lugar, mirando para todos lados; el panorama es realmente horrendo. Nunca había una visión tan absolutamente deprimente: Personas y pokémon con fracturas severas, cubiertos en polvo, con expresiones miserables; abundaban las fracturas y los miembros apuntados. Nota que muchos de estos heridos son, en ocasiones puestos en bolsas color negro y eran transportados fuera del recinto improvisado. Los esfuerzos por aliviar el dolor eran lentos y poco eficientes, con tantos necesitados nadie se daba abasto, ni siquiera con la ayuda de Pokémon sanadores y personal de salud con experiencia.
"Ash ¿Qué demonios haces de pie?" Pregunta Lillie en voz muy alta, avanzando hacia el joven.
Ash mira hacia la derecha. "¡Ya estoy bien lo prometo! ¡Sólo quiero ayudar!"
La chica suspira, Ash no tiene remedio, pero al menos está más tranquila al ver que el chico se encuentra relativamente bien. "Pues si quieres ayudar, hay muuucho trabajo aquí, es cosa que preguntes." Lillie hace una pausa, y luego habla, su voz quebrándose ligeramente. "Sólo vine a verlos, antes de irme a arreglar el caos que es Ciudad Veilstone.
"¿Qué fue lo que paso?" Tanto Ash como Pikachu la miran con preocupación.
"El cristal de las bestias se deshizo en mil pedazos, que llovieron sobre la ciudad y además los más grandes causaron un terremoto que sólo exacerbó las cosas. No se cuanta gente haya fallecido por el frío, cuantas por las bestias ni cuantas por el sismo."
Ash parpadea, ¿Cómo rayos pasó todo eso? El joven traga saliva y pregunta en voz baja. "¿Qué vamos a hacer ahora?"
"Mira, la cede de la AIP….eh aguantó, no estamos totalmente en la calle. Aunque en este momento la estamos usando de hospital provisional, y seguramente así se mantenga un muy buen rato. La vamos a tener difícil cuando regresemos a operaciones formales porque estaríamos aun ayudando en el esfuerzo de recuperación de la ciudad. Por suerte bastantes los nuevos reclutas regresaron relativamente ilesos; eligieron bastante bien tú y Paul. Cuando las bestias regresen, al menos tenemos con que frenarlas."
"¿Oye y los demás? ¿Qué hay de Serena y el resto?
"Es…complicado, bueno Paul está bien vivo, al igual que Mallow y Lana; sus heridas no son graves, pero eso no quiere decir que no me duela verlos así. Clemont recibió un fuerte golpe en la cabeza…y su situación, es muy precaria; dudo que lo puedan atender aquí por mucho más tiempo.
Ash mira a Lillie con horror al oír de su amigo, hasta el sabe que un golpe en la cabeza puede ser fatal. Su expresión refleja una evidente ansiedad que Lillie no puede calmar.
"….no podemos hacer más que esperar." Comenta mirando hacia un lado. "En cuanto a las demás chicas; bueno Zoey llegó medio muerta, pero….la conoces, es muy resiliente. Sus heridas sanan con rapidez pero es obvio que, por ahora, debemos dejarla recuperarse tranquilamente." Lillie guarda un incómodo silencio, y continua hablando. "Dawn y Serena…."
¿Qué con ellas? ¿Se encuentran bien?"
"…. Es complicado, verás, las dos fueron mordidas por bestias….les dejaron heridas abiertas horribles, sobre todo en los brazos, y el lio no fue cerrarlas….no, lo peor es que se infectaron. No las vi, porque nadie quería realmente tocarlas. Umm, me comentaron que tenían una especie de fiebre hemorrágica, y que verlas era una pesadilla; las dos eran cadáveres sangrantes."
El corazón de Ash se hunde, se niega a creer que lo que escucha es cierto ¿¡Pero que ganarían con mentirle así!? "Dime…¡Dime que están bien! ¡Por favor!" Ash toma a Lillie de los hombros, espantándola, Pikachu baja del hombro de su entrenador y casi le implora calmarse; porque sacude a la frágil chica; pero pronto la deja ir, avergonzado por su frenesí.
"Perdón, no quise…sólo…."
Lillie se toma cruza los brazos sobre si misma, como protegiéndose, realmente no esperaba que Ash se pusiera así, puede entenderlo pero eso no quiere decir que le haya resultado agradable, de ninguna manera. "No te preocupes, sólo ten cuidado….y si, las dos están mejor. Se recuperaron de esa infección en un par de días, de forma casi milagrosa…."
Ash mueve su cabeza de lado y frunce el ceño. ¿Acaso eso no era bueno? "¿Pero entonces ya no hay problema ¿No?"
"El milagro ocurrió para ambas chicas, de forma simultanea…. ¿No es extraño? Bueno yo estaba muy aliviada en un inicio, pensé que ese sería el fin de la pesadilla; pero Drew me hizo notar que, eso no era un verdadero milagro, que había algo más….es confuso lo sé, pero es lo que me pone nerviosa ¿Qué tal si mueren de forma súbita en cualquier momento?" La rubia sacude la cabeza de inmediato, alejando esos perversos pensamientos. "Lo lamento, no debería decir cosas así…..en todo caso he de irme; como te dije, hay demasiado que arreglar…, por ahora Drew está a cargo, ve con él." La chica se da la vuelta y camina silenciosamente, evitando a la gente que se mueve de aquí a allá.
Las manos del chico tiemblan, sus dedos moviéndose con rapidez; está sudando. No puede más que sentirse inmensamente culpable. No pudo hacer nada por Dawn, y abandonó patéticamente a Serena sólo por una mísera herida. Si él hubiese estado ahí las cosas habrían salido de forma totalmente distinta, de eso está seguro. Se rasca la nuca con fuerza y mira a su Pokémon, intentando calmarse para no incitar pánico en su compañero. "Pikachu vamos a buscar a Drew ¿Vale?" Dice, forzando una sonrisa.
El pokemon no queda nada convencido con la actitud positiva de su entrenador. Lo conoce demasiado bien; justo cuando ambos se disponen a buscar al peliverde, son distraídos por la voz de Miette, quien sostenía un micrófono mientras era grabada por una pequeña chica.
"…es momento de olvidar nuestras diferencias y dar nuestra alma y cuerpo con tal de levantarnos de esta terrible tragedia. Desde el centro de ayuda para los damnificados del desastre de Ciudad Veilstone, se despide Miette Millefeuille." Finaliza la joven en un tono serio, indicándole a la linda mujer grabando que cortara la transmisión. Era natural que ya anduviera la prensa consumiendo la tragedia como carroña, arrojando discursos de simpatía baratos, sin intención real de ayudar.
Ash iba a saludar a Miette ¡Le alegra verla en buena salud! En el preciso momento que iba a hablarle, el azabache es empujado groseramente por el enorme Garchomp de Úrsula.
"¡Qué diablos te pasa!?" Ash se sujeta el lugar de la herida, esta ardía de nuevo pero no era como si a Úrsula le importase el dolor que sufre el azabache. La gente se les queda viendo brevemente, y la pelirrosa simplemente sonríe con absoluta tranquilidad y sigue su camino, acercándose a Miette. Ash se pone de pie y niega con la cabeza, se da la vuelta para encontrarse con el peliverde, ya habrá oportunidad de saludar a Miette después.
Úrsula guarda a su pokémon dentro de su Pokebola y se pone justo a Miette, ambas se alejan y comienzan a conversar como si el infierno alrededor de ellas no existiera.
"Debes estar aburridísima de reportar está basura todos los días" Afirma Úrsula, sonriendo con cierta crueldad.
Miette suprime una risa ruin, mirando a las víctimas con bastante desdén. "Heh, en realidad esto es MUY satisfactorio, incluso si es repetitivo." La chica dirige una sonrisa traviesa a la pelirrosa. "Pero dime, ¿Cómo van nuestras lindísimas muñequitas?"
Úrsula se deleita tantísimo al oír tal término, la hace sentir tan poderosa. "Van de maravilla… pensé que no iban a librarla. ¿Recuerdas que las idiotas llegaron llorando sangre?" A la peli rosa le es tan difícil no explotar en risas crueles, para ella ese terrible escenario era una cómica rutina de circo. Y no era diferente para Miette.
"¡Jajaja….ooohh claro que me acuerdo! Nadie quería siquiera tocarlas; iba a ser una muerte extremadamente asquerosa y deliciosamente miserable. Pero como somos deidades gentiles, les salvamos la vida con un suero y una simple ampolletita. Todo para entretenernos con nuestras muñequitas más al rato." Miette se cubre la boca para no soltar una risotada de bruja.
"Y hablando de eso… ¿De dónde obtuviste la ampolleta? Fue una cura muy rápida, muy precisa…. para algo tan letal como lo que traían." Pregunta Úrsula, cruzándose de brazos.
Miette se da la vuelta traviesamente. "Tengo una amiga bioquímica, trabaja con ese tipo de enfermedades hemorrágicas."
"Vaya que curioso y conveniente…" Responde Úrsula, ofendida con el hecho de que a Miette siquiera se le ocurriera pensar que iba a engañarla con tan absolutamente absurda mentira.
Miette nota el enojo y se da la vuelta nuevamente. "No es mi intención ofenderte, créeme ¿De hecho creo que debería contarte algunas cositas muy importantes; si vamos a joder a estas dos al hartazgo, debemos estar en la misma página ¿No opinas lo mismo?
Úrsula parpadea, una sonrisa mordaz se dibuja en su rostro. "Heh, soy toda oídos"
Miette le corresponde la sonrisa. "Muy bien, entonces vayámonos lejos de este lugar; apesta y nos vamos a ensuciar." Úrsula asiente y sigue a Miette, ambas tan distantes y ajenas a la deprimente situación. La chica que grababa a Miette la ve alejarse y sólo sacude la cabeza.
Mientras tanto, no muy lejos de ahí, Zoey despierta tras un largo tiempo de reposo, aún estaba recostada en una de las tantas camillas improvisadas, sus ojos se abren con calma, no se inmuta al ver tantos vendajes alrededor de su cuerpo; sus heridas habían sido muy graves, pero ella sabía que pronto sanarían. Mira a su alrededor y solo ve un caos miserable. Tanto dolor le recuerda lo lastimados que quedaron sus Pokémon, eso sí que le generaba bastante ansiedad, siente su corazón hundirse repentinamente, pero Lillie le comentó que estaban en recuperación, y poca razón tenía para dudar de esas palabras. No quiere cuestionar nada, aceptaría cualquier falsedad como verdad; incluso si le dijeran que el cielo es verde. Sólo desea disfrutar de este raro y posiblemente efímero momento de paz mental, encerrándose en su propio mundo. Lo primero que llega a su mente es la imagen de Dawn, mirándola, sus ojos azules resplandeciendo el zafiro, posados únicamente en ella. ¿Cómo no admirar esos delicados rasgos faciales? La chica muerde la uña de su pulgar, recordando esas palabras….la simple confesión de amor que la golpeo como una ráfaga de pétalos de rosa. Su alma por años anheló escuchar esa frase; tan solo la mera confirmación de que el amor entre ellas era reciproco, fue suficiente para sacarla de años de desesperanza. Estaba en las nubes, imaginando a la peliazul y sonriendo con adoración absoluta, un rubor tan fuerte aparece en su rostro que cualquiera que la viera pensaría que tenía fiebre. Imaginaba todo lo que haría juntas, lo mucho que se divertirían ¿Qué mejor que hacer lo que te gusta con alguien que te ama a tu lado? Sonrisas y cálidas risas. Todo lo que deseaba compartir con ella; desde lo mundano del cuerpo hasta lo muy profundo del alma. Pero entre tanta ensoñación, ella recuerda las circunstancias en las que Dawn aceptó sus sentimientos y no puede evitar preguntarse….
"¿….Enserio me lo dijo de corazón?"
Esa intrusión a la exquisita imagen en su mente no vino de aquella voz cruel, fue Zoey quien trajo a colación la pregunta incómoda. Abre los ojos, su expresión de fascinación ahora era una de extrema desconfianza, el rubor de su rostro se desvaneció por completo; como si jamás hubiese estado ahí. Conoce a Dawn, desde hace muchos años y por circunstancias por las que daría su vida para evitar, la personalidad de la peliazul cambió bastante. Uno de los más grandes problemas de Dawn era su impulsividad, el tipo de impulso que evita que la persona conecte la lengua con el cerebro.
"Dudo que dijera que me amaba con la intención de lastimarme. Es muy probable que mi declaración y actitud sean los culpables de que, sólo por decir algo, haya aceptado mis sentimientos. Conociéndola….en estos momentos debe estar arrepintiéndose de haber hablado, probablemente esté pensando en mil formas de acabar con algo que ni comenzó." La pelirroja muerde su labio y por un efímero momento, su expresión cambia a una de ¿Resentimiento? Pero al menos sabe bien que es lo que debe hacer para evitar lios.
"Es…es mejor hacer como que no pasó nada….por mucho que me duela."
Por otro lado, el despertar fue menos gentil para Clemont; quien también se encontraba en recuperación. Abre los ojos de golpe, sus pupilas contraídas, en un frenesí mental. Fue bastante perturbador para aquellos que lo vieron volver en sí, pero esta no era la primera vez. El rubio iba y venía violentamente de la consciencia, con vómito y ataques de pánico tan intensos, al punto del llanto inconsolable, que debían ser rápidamente tratados con los escasos sedantes disponibles. Era bastante obvio que había sufrido de un terrible traumatismo craneoencefálico, pero con la infraestructura hospitalaria especializada en ruinas era obvio que no recibiría tratamiento, por al menos unos días más.
Esta vez, al menos no hubo más vómito, pero si una sensación aún más desagradable. Los pensamientos de Clemont eran borrosos, simplemente no podía materializar sus ideas; no sentía ser autónomo, era como si fuese cualquiera de sus creaciones robóticas. El dantesco escenario a su alrededor no le causaba nada, estaba desconectado del mundo. La realidad era un sueño y el sólo era un observador ajeno a ella. Paradójicamente, aun si las circunstancias le eran ajenas, se encontraba inmerso en una profunda ansiedad, la sensación de estar soñando no podía generar más que pánico. Va a morir, de eso está seguro. Su respiración es agitada, su corazón va a estallar, sudor frío empapa su cuerpo y gruesas lagrimas caen de su rostro, y no puede hacer nada al respecto; su mente está haciendo lo imposible por comprender por qué siente que nada es real y está siendo destrozada en el intento.
Naturalmente su estado emocional llamó la atención de muchas de las personas a su alrededor. Los que ya sabían cómo lidiar con su ataque de pánico se preparaban para mediar el asunto, pero Ash; quien aún estaba intentando ubicar a Drew, ve a Clemont así y ve la absoluta necesidad de intervenir tan pronto le es posible.
"¡CLEMONT! ¿Qué pasa? ¿Estás bien? ¡Cálmate!"
No recibe respuesta, sólo una mirada en blanco. Dos personas del personal médico lo acuestan con tanta delicadeza posible, y nuevamente, como tantas veces le ha pasado a lo largo de los días, le dan una inyección con una benzodiacepina, ya de las pocas que tenían disponibles; lo mejor sería llevar a este chico a unidad de neurología y pronto. En pocos segundos el medicamento hace efecto y el rubio comienza a calmarse rápidamente.
Pasados varios segundos de tensa calma, Ash intenta comunicarse con el nuevo.
"Uhh… ¿Clemont? ¿Me oyes?"
El rubio parpadea repetidas veces y concentra la mirada en Ash, de momento no le reconocía de todo; no era amnesia sino simplemente un profundo estado de confusión. Eso sin contar que no traía sus anteojos puestos, la realidad era un túnel obscuro con una luz apenas visible.
El azabache levanta una ceja, el rubio estaba tan desorientado "¿Estás bien?" Le dice, una y otra vez; aumentando el volumen con cada repetición.
Clemont se le queda viendo y no le responde, únicamente puede asentir con la cabeza, muy ligeramente. Antes de que Ash pudiera decir más, es empujado lejos de la escena por la gente que estaba muy ocupada asistiendo a Clemont ¡Qué deje en paz al pobre chico!
"¡Sólo quiero ayudar! ¡Es mi amigo!"
"Ni le sabes tarado, ya vete mejor." Le responde uno de los muy estresados médicos. Ignorando cualquier futura protesta del joven.
Ash no puede soportar más el hecho de que no pueda resultar de ayuda para nada ni nadie. Se siente de más…. Y es algo con lo que muy pocas veces ha tenido que lidiar. Siempre se ha visto como alguien que ayuda sin pensarlo dos veces, muchas veces poniendo en riesgo su vida; no es que se las de héroe, pero no le importa su seguridad personal realmente. Pero ahora el... ¿Estorbaba? ¡Qué sensación más desagradable! Necesita urgentemente algo que hacer, o siente que vomitará.
Finalmente ve al peliverde, pero no como esperaba. Esta situación requería liderazgo absoluto ¿No? Debería estar coordinando esfuerzos de atención a las víctimas y movilizar al resto de los agentes para cualquier labor que sea necesaria ¿Verdad? Pues nada de eso, el chico estaba contra una pared, May junto a él y Alain no muy lejos de la pareja, pero claramente en su propio mundo; lo más que pudiese alejarse emocionalmente, mejor. Algunos de los nuevos miembros de la AIP como Honey, Ahiru, Zack, Akira y otros estaban ahí, callados. Se veían tan exhaustos que sus rostros eran la representación de la frase "Me quiero matar y de ya" Todos los presentes fumaban, llenando el aire de un intenso olor a tabaco. Una visión sombría, puesto que nadie hacia más que esquivarse la mirada, nadie quería estar ahí.
Drew nota a Ash y tuerce los ojos. "Escúchame Ash, si mueres por andar de pie de aquí y allá, es culpa tuya y solo tuya."
"Estoy bien Drew, no te preocupes." Un silencio incómodo se hace presente; ninguno de los antes entusiasmados entrenadores quiere hablar. Sí que habían logrado hazañas épicas ese día, ¿Pero de que fregados sirvió? Lo que vieron no tuvo nombre, no desean tocar el tema jamás, pero saben que se los van a preguntar hasta el hartazgo ¿Quizá así sea más fácil olvidarlo? Más y más bocanadas ansiosas, colillas de cigarro que terminaban el suelo.
Todos los presentes están tan ansiosos que se acabarían cajetillas enteras, saben que Ash quiere escuchar todos los detalles. La muerte de las bestias, la caída meteórica del cristal; que destruyó prácticamente toda la ciudad. ¿No podían quitárselo de encima un rato? Para sorpresa de Ash, May es la que rompe el silencio, con voz seria y triste. "Danos unos minutos Ash, n-no es buen momento…."
"Por favor díganme que pasó chicos"
Drew le habla de forma cansada y cortante "Sólo danos un respiro, no nos damos abasto."
Ash estaba por protestar, pero ve los ve tan jodidos que decide quedarse en silencio. Le es difícil dimensionar lo que pasó. El sólo vio la ciudad cubierta en el más cruel invierno y de ahí no supo más. Ahora todo está en ruinas y sólo unos pocos pudieron ver la catástrofe completa. Pero no podía forzarlos a hablar, pero al menos no iba a esperar mucho; los chicos realmente se preparaban mentalmente para contarle como es que sus intentos de rescate y de control e bestias terminaron en un absoluto cataclismo.
Pero no era fácil por lo que a May se le ocurre una idea para quitarse al azabache de encima en lo que se calmaban un poco, si, llevaban dos semanas intentando calmarse pero la catástrofe que les toco no es algo que se pueda olvidar en poco tiempo. "Hey, ¿Podrías ir a ver a Serena y Dawn? Se encuentran en la unidad médica de fuera, necesitamos monitorearlas y atenderlas, ya que bueno nadie quiere hacerlo por lo que les pasó ¿Crees pod-"
Ash la interrumpe con brusquedad ¡Qué excelente oportunidad para cerciorarse de que sus queridas amigas estén realmente bien, espera también poder pedirles disculpas…todo lo que les pasó pudo ser evitado, en definitiva. "¡No se preocupen! ¡Voy con ellas!...más tarde podemos hablar con calma, chicos." El azabache se dirige rápidamente hacia donde se encuentran sus amigas, seguido por su leal Pokémon.
Alain suspira. "Aaaah….espero Ash se tarde bastante tiempo, creo que necesitamos un par de horas más." Comenta, soltando una bocanada de humo.
May se deja caer, abrazando sus rodillas. "Yo no voy a contarle nada, enserio que no puedo, no puedo." Los ojos de la castaña se llenan de lágrimas. Drew la mira consternado.
"Yo puedo contarle, no te angusties corazón." Comenta el peliverde sentándose junto a su novia. Dejando que se recosté sobre su hombro, de no estar tan ansiosa se habría quedado profundamente dormida.
Alain suspira y da otra bocanada. "Entre los dos más rápido y fácil, así los demás descansan. Todo iba pintando bien hasta el terremoto."
"No sé cómo salimos vivos. Mucho menos como salieron vivas esas dos chicas, Dawn y Serena."
"¿Por qué te llama tanto la atención? Se salvaron y ya está ¿No?"
Drew deja salir humo de su boca. "May, yo y otros miembros de la AIP si nos dedicamos a investigar lo que hacen esas roñosas. Algo no cuadra, llámalo una corazonada, pero…." El chico se rasca la nuca. "Tenemos que indagar más."
"Si necesitas ayuda con eso, sólo dime."
"Gracias Alain. Ya también lo comente con la presidenta Lillie; Paul y Zoey deberían saberlo, pero ahora están fuera de comisión. Supongo que le diré a Ash cuando regrese de verlas, espero no le afecte mucho verlas; aunque al menos ya pasó lo peor." Responde, hundido en sus pensamientos.
Mientras tanto, muy cerca de ese centro de salud improvisado, plumas negras caen súbitamente en algún callejón vacío; eran de una bestia herida y desdichada que descendía torpemente, cayendo sin elegancia al sucio suelo. Crow Tengu mira al cielo, ¡Cómo añoraba aquellos días donde podía volar como un ave de presa! Ahora no era más que un patético animal herido, sin tener a donde ir. Una vez más mira su broche de rosa, color gris y a punto de quebrarse y lo coloca contra su pecho; suspirando con tristeza tal que pronto se vuelve llanto. Lo peor es que no tenía idea de cómo solucionaría esto, en su mente todo se había acabado; no había razón, solo una tormenta de emociones.
La bestia mira a aquel lugar que servía de hospital con absoluto repudio. Le gustaría invocar sus nueve flamas de la obscuridad y quemar a cada uno de los humanos hasta que fueran reducidos a patéticas cenizas, para luego usar sus preciosas alas y deshacerse de aquellos restos insignificantes. Pero no puede ¡Ni siquiera puede aterrizar decentemente!
Se sujeta la cabeza, todo le da vueltas; las heridas causadas por Macherie le dolerían por meses. Eran heridas mágicas, no era algo de lo que una bestia pudiera recuperarse con facilidad; ni siquiera una de rango tan alto como ella. Sus lesiones eran irrelevantes, ella sabe que su único propósito es arreglar su error y traer de vuelta a esa piruja detestable de greñas azules.
"Pero no es como si sólo pudiera raptarla y llevarla ante mi reina….sin mi broche de oro…."
La bestia traga su tristeza, su ansiedad pero más que nada su dignidad. Una nube obscura la rodea brevemente y vuelve a su elegante alias humano, la escritora Ada Corveille. Abre los ojos, extrañando su cuerpo perfecto de inmediato., mira una vez más aquel patético lugar donde se salvaban vidas de seres que no merecían misericordia. Suspira.
La AIP está ahí, lo sabe. La bestia caída camina hacia el recinto, sintiéndose como una criatura rastrera al encontrarse con la maestra de ceremonias de ese circo. Mira a Lillie con aquellos ojos ámbar y va hacia ella, con el porte más elegante que puede, las heridas le quemaban.
Lillie estaba por retirarse a ciudad Veilstone ¡Tanto que hacer! Conferencias de prensas, hablar con los mandatarios de cada localidad de la región para ofrecer explicaciones y hablar de las medidas a tomar. Eso sin mencionar que Ciudad Veilstone había perdido a su alcalde a las bestias hace unos días y no había nadie que tomara formalmente los asuntos políticos de la ciudad. Aparte habría que supervisar la reparación del edificio cede y obviamente apoyar monetariamente con la reconstrucción de la Ciudad. ¿Si quiera quedaba dinero para eso? Podría pedir un préstamo pero el éxito de todo esto era cuestionable, las bestias fueron detenidas; por hoy y ¿A qué costo? ¡La próxima vez el mundo entero sería destruido! La rubia suspira, buscando encontrar orden en su infierno mental cuando una voz femenina la detiene.
"¿Es usted la señorita Lillie? Permítame un minuto de su valioso tiempo." Ada se dirige hacia Lillie, con absoluta seriedad y hasta con un tono de voz frío. No puede evitarlo, odia a los humanos con toda el alma ¡Su orgullo de bestia se lo ordena!
"Oh, claro que sí…" Responde Lillie algo sorprendida por la repentina aparición de esa mujer de cabello negro y expresión estoica. Nota que se ve cansada y probablemente este herida, pero aquella mujer ni siquiera le deja preguntar.
"Mi nombre es Ada Corveille, soy escritora y he razonado que es tiempo de que yo; colabore en el proceso resolutivo del infortunio en el que nos encontramos."
Lillie abre los ojos, no ha oído mucho el nombre de esta mujer, pero recuerda que Paul devoraba un libro de su autoría. "Oh, por su puesto Señorita Corveille, ¿Qué- qué tiene en mente?" Para la rubia la presencia de esta escritora resulta bastante intimidante, esta mujer parecía tener una barrera impenetrable a su alrededor ¡Qué mirada tan gélida!
"Seré breve, puesto que es imperativo formalizar esta tesitura en condiciones más oficiales. Mi actual posición monetaria me permite con absoluta simplicidad posibilitar las operaciones de su organización, así como reconstruir un porcentaje considerable de la ciudad. Además, con el auxilio de mi profesión; puedo escribir artículos que den una buena imagen de usted y sus agentes." Finaliza, enterrando sus ojos dorados en los de la rubia.
¡Qué lenguaje tan pretencioso! "Es muy tentadora su oferta, pero sí…eh ¿Qué tal si vamos a…un lugar un poco más oficial? Como usted dijo, hay que formalizar todo."
"Excelente" Ada Corveille camina en dirección a la salida, Lillie tarda un poco en reaccionar pero pronto camina a lado de la fría mujer.
Ada muerde sus labios, esto es humillante. Ayudar a los humanos es algo por lo que ninguna bestia debería pasar…nadie de Menagerie merece este destino. Pero ha sido exiliada, sólo es una bestia pérdida. Voltea para mirar con desdén a todos los heridos y muertos, lo merecen todos y cada uno de ellos; luego mira de reojo a Lillie. Si su plan falla, si ella es incapaz de regresar al nido; hará todo lo posible por hundirlos a todos con ella.
¡Por la gloria absoluta de Menagerie!
