一¡Por eso te preguntaba si no lo habías observado con atención! 一insistía Mira.
Lucy guardó silencio un par de segundos antes de responder: Lo había mirado, sí, pero tal vez no de la manera en la que Mira lo esperaba. Tenía que ser muy cuidadosa si no quería que sus sentimientos quedarán al descubierto, entonces sí… No habría escapatoria y de seguro las cosas terminaban saliéndose de las manos, porque su amiga era peligrosa cuando alguien se metía en su camino.
一No hay forma de saberlo sólo mirándolo, de cualquier forma… 一suspiró un poco desalentada.
一¡Claro que sí! Si eres un poco lista es muy fácil…
一O lo suficientemente perra… 一sonrió Lucy.
一Obvio 一correspondió Mirajane, mostrándose completamente orgullosa de lo que era.
Entonces, una de las luces del mostrador que indicaban cuando uno de los clientes apretaban el botón de servicio, se iluminó. Era la mesa número cuatro, en la que Natsu casi siempre se sentaba. Ambas chicas miraron la luz en silencio y totalmente quietas un par de segundos, con la tensión creciendo en el ambiente. Finalmente, Lucy decidió que se estaba comportando como una estúpida y lanzó un sonoro suspiró.
一Ya vuelvo 一dijo acomodándose la cofia del traje一, y por tu bien, más te vale que él no sospeche nada…
一¡Si puedes, fijate en lo que ya sabes! 一le guiñó el ojo.
一¡Fíjate tú! 一la regañó一 Yo no pienso hacer eso…
1 ... 2 ... 3… Aquí viene:
一¡Qué buena idea! 一le detuvo su amiga cuando estaba a punto de salir detrás de la barra一 ¡Déjame atenderlo yo!
一¡¿Qué?! 一preguntó estupefacta一 ¡No!
一¡Por favor! 一rogó一 Sólo esta vez, veo qué quiere, miro un poco y me regreso…
一No, Mira… La mesa cuatro es mía, si el jefe se entera de que tú la atendiste estaré en problemas.
Denegó, 10% pensando en no meterse en líos en el trabajo, 90% en que ni en sus mejores sueños dejaría que Mira consiguiera lo que quería a costa suya.
一¡Por favor! ¡Por favor! ¡Por favor! 一dijo velozmente, alzando todavía más la voz, si es que era posible, para añadir un poco de presión social. Sabía que Lucy era débil ante eso.
Y tal como pensó, ella rodó los ojos y trató de esconderse de las miradas de los demás con una capa de su cabello. Lucy, accedió finalmente también, porque creyó que si se volvía a negar tan contundentemente, entonces Mira sospecharía. Siempre se caracterizó por ser una mujer que evitaba vivir cualquier lío, sólo quería titularse, conseguir un trabajo discreto y vivir una vida larga y tranquila, pasando desapercibida para la sociedad hasta el momento de su muerte, que sería exactamente a los ochenta y ocho años mientras dormía.
Hasta ahí llegarían sus preocupaciones, quizás después la encontrarían en su apartamente medio carcomida por sus propios gatos, pero ella ya no estaría allí para verlo, mucho menos para sentirlo.
一Está bien… 一dijo con resignación一 Pero rápido y sólo está vez.
一¡Gracias! ¡Gracias!¡Gracias! 一explotó su amiga一 ¡Dios te lo pagará al doble! ¡Ya lo verás!
一Dudo que Dios me recompense por esto, sobre todo, sabiendo lo que tratas de hacer…
一¡Da igual! ¡Piensa que es para un bien común de la humanidad!
一Mira…
一¿Qué?
一¡Corre! La luz lleva años encendida…
一¡Ah sí! Es verdad 一se dio a sí misma una palmada en su frente segundos antes de que saliera corriendo como colegiala enamorada en dirección a aquel hombre.
Aunque todos sabían que lo último que sentiría Mirajane Strauss por Natsu Dragneel, sería amor. Ella sólo quería tenerlo entre sus piernas. Lucy no se sentía tan a gusto con esa situación, pero se tranquilizó mentalmente a sí misma pensando que sería casi imposible que Mira lograra algo sólo con atenderlo una vez, más allá de poder ver lo suficiente como para imaginar y especular de qué tamaño era Natsu.
一Disculpe, señorita… ¿Puedo tener otra más de estas galletas?
Y, sin embargo, no podía dejar de poner especial atención a todo lo que ocurría en la mesa cuatro. Como por ejemplo, que Natsu había pedido una galleta más cuando sólo había bebido té y ni siquiera había probado las otras tres.
一¡Claro que sí, amo! 一si había alguien que de verdad disfrutaba ese trabajo, era Mirajane, desempeñaba el papel de maid a la perfección一 ¿Desea alguna otra cosa? 一se retorció en sus medias, de forma lasciva y casi vulgar (a los clientes les encantaba, por cierto) mientras sacaba su libreta para anotar.
一Déjame pensarlo… 一sonrió Natsu, levantando su taza de té.
Definitivamente, él tampoco era buen actor, aunque en realidad no es que quisiera disimular o fingir que fue un accidente el haber volteado la taza antes de que tocara sus labios de cualquier forma. Lucy lo vio todo, había sido a propósito, ¡nadie podía verse tan sexy y caliente por accidente! Con las gotas de té deslizándose por su piel morena, perdiéndose entre la ropa, haciendo sudar al dragón. ¡Y esa sonrisa que surcó sus labios después! Era para que cualquier mujer mojara su ropa interior con ver un poco y de reojo.
一¡Cuidado, amo! 一exclamó Mira一 ¡El té está caliente, pudo haberse lastimado!
一Ups… 一fue lo único que salió de su boca, aún sonriendo.
一Déjeme ayudarlo a limpiarse…
Mira sacó un paño de su mandil y se acercó a él.
一Será un honor… 一respondió Natsu.
Entonces, echó la silla hasta atrás y dejó caer los brazos a los costados, dando una clara visión de su cuerpo entero mientras estaba sentado, claro, también de la cintura para abajo.
一¿Y bien? 一dijo con coquetería cuando incluso Mirajane se quedó congelada antes sus acciones. ¡Es que era una provocación directa!
一¡C-claro, amo! 一le correspondió el gesto y con gran emoción se acercó hacia él.
Estaba claro que él las había oído y que no le había molestado en absoluto, al contrario, había creado la situación perfecta para disipar las dudas de las chicas. Mira simulaba pasar el paño sobre sus ropas, casi sin secar nada, había captado el ambiente (cualquier idiota lo notaria) y por eso, su mirada iba descarada y fijamente hacia su entrepierna, dejando que su imaginación volara.
Todo eso incomodaba a Lucy en sobre manera, pero debía admitir, que después de ver lo fácil que había sido conseguir esa información, ella también comenzó a preguntarse de qué tamaño era exactamente Natsu Dragneel y por qué parecía tan seguro y orgulloso de dejar a Mira investigar.
Inconscientemente se mordió uno de sus labios con fuerza, pero no sintió dolor, y el color se le subió a la cara. Sacudió la cabeza para alejar ese tipo de pensamientos. Era obvio que él sólo permitía semejante cosa porque era Mira de quien se trataba, Lucy en la vida lo hubiera conseguido.
Miró hacia la escena de nuevo y entonces, se vio obligada a tragar saliva con fuerza, no supo en dónde meter la cabeza para esconderse en cuanto descubrió que Natsu Dragneel la miraba fijamente mientras Mirajane seguía fingiendo que limpiaba.
Entonces, antes de poder ocultar la cabeza en algún lado… Natsu le sonrió.
