Disclaimer: los personajes de Twilight son de Stephenie Meyer. La autora de esta historia es CaraNo. Yo solo traduzco con su permiso.
Disclaimer: This story is not mine, it belongs to CaraNo. I'm just translating with her permission. Thank you so much again, Cara!
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Capítulo 9
Durante las siguientes semanas, encuentro una rutina que me encanta. Mac, el entrenador de Jasper, anuncia prácticas cerradas la mayoría del tiempo, lo que implicaba que los medios no ingresaban, pero cuando escuchó que soy una fotógrafa, me dio acceso para estar allí. Le conté que solo soy una amateur, pero Jasper, siendo el hermano que es, aparentemente le mostró las imágenes de la exhibición que tuve en la secundaria. Como sea, Mac me preguntó si podía tomar fotos de las sesiones de entrenamiento, fotos que él guardará para su colección profesional luego.
Estuve más que dispuesta a aceptar, así que me encuentro en los entrenamientos la mayoría de los días.
También he conocido a la esposa de Mac, Didi, que es una mujer graciosa. Supongo que siempre pensé que las personas británicas eran más estiradas y... no lo sé, pero Mac y Didi son tan agradables y acogedores.
En las últimas semanas, he aprendido mucho sobre Edward también. Él es malhablado—le encanta las palabras "joder", "mierda", "imbécil", "endemoniado", y "carajo" en todas sus formas. Él tiene apodos para todos, es un bromista, y su sonrisa puede matar—de acuerdo, ya dije eso. Él es como un hermano mayor para muchos de los jugadores más jóvenes.
También me observa mucho.
Me confunde, por decir lo menos.
Finjo no notarlo, pero definitivamente lo hago.
Como ahora mismo, por ejemplo, cuando estoy tomando fotos de Felix y su entrenador personal, puedo prácticamente sentir los ojos de Edward en mí.
He desarrollado un enamoramiento, así que no puedo decir que aprecio las señales mezcladas.
—¡Eric! —llama Liam, el entrenador de Felix. Liam es, eh... muy irlandés—. ¡Trae tu trasero aquí!
Eric, uno de los mediocampistas, se acerca corriendo.
—¡Doc! ¿Puedes mirar esto?
Oh, genial. Eso es justo lo que necesito—más de Edward.
No puedo quitar a ese hombre sexy de mi cabeza. O de mis fantasías.
No ayuda que parece que compartimos una pared en casa. Esta mañana, cuando me desperté, podría haber jurado que lo escuché correrse en la ducha, la cual debe estar pegada a la pared de mi cuarto. O quizás es solo un deseo de mi parte. Agh. Todo es solo blah.
Manteniéndome cerca de la línea de gol, observo a través de mi cámara mientras Edward, Eric, Liam, y Felix se juntan y hablan sobre... algo. Eric y Felix están vestidos con ropa de entrenamiento, por supuesto, y Liam y Edward tienen puestas camisetas de Chelsea azules y pantalones deportivos negros.
Que quede claro que Edward llama a los conjuntos "conjis". Es como si cada palabra fuera acortada con la adición de "i" al final. Una boti fría = una cerveza fría. Mini = minuto. Desi = desayuno. Berri = berrinche. Ayer, por ejemplo, dijo, "Mikey, ese maldito imbécil, tuvo un berri porque perdió el endemoniado balón.
Podría seguir y seguir con la lista de cosas raras que salen de su boca.
Rara pero sexy.
Sacudo la cabeza y me vuelvo a concentrar.
Cuando Edward se agacha y hace... algo... con el tobillo de Felix, puede o no que haya tomado una foto del trasero de Edward.
¿Qué?
Eso no es raro.
Es un comportamiento completamente normal.
Para mí, de todos modos.
—Lo vendaremos antes del partido —dice Edward, volviéndose a parar—. Yorkie, trabaja en el izquierdo de Felix cuando lances. —Dando unos pasos hacia atrás, le dice a Felix—. Hazme saber cómo te sientes antes de la conferencia de prensa del lunes.
Felix mueve su pie.
—No es nada. Descansaré este fin de semana, estaré bien.
—Ya veremos, amigo. —Edward se ríe—. Sé que no quieres estar en el banco en el primer partido, pero...
—Ya veremos —acepta Liam firmemente.
Cuando Eric comienza a golpear el balón para los penales, me acerco más a Edward y a Liam para poder conseguir un mejor ángulo.
—¿Cómo estás, amor? —pregunta el hombre de mis fantasias.
—Bien. —Sonrío cuando consigo una toma perfecta de Felix atajando el balón—. ¿Y tú? —Soy una chica educada.
Él me sonríe, y por alguna razón, rodea mis hombros con un brazo.
—Genial. ¿Estás teniendo buenas tomas? —Se inclina para echar un vistazo a mi cámara.
Siempre tan jodidamente cerca.
