Naruto parpadeo. Le acababan de dar el examen escrito y no podía estar más confuso. No porque no entendiera las preguntas ni la forma de responder, sino porque eran las mismas preguntas que había visto en el examen de su sueño.
Puede que el rubio no fuera el más listo, él mismo podía reconocer ese hecho sin problemas, pero siempre se sintió muy orgulloso de su memoria. Ahora, esa habilidad suya no era muy conocida por la gente, pero estaba allí, por eso también estaba teniendo problemas en olvidar su sueño .
También recordaba el examen corregido y la nota que sacó. Suspendió, por supuesto, su nota fue un 1'4. La mayoría de las preguntas que había respondido estaban mal. Por un impulso, marcó las respuestas de la opción múltiple como las correcciones que había visto en su sueño , también escribió un par de respuestas largas que le sonaba haber oído a sus compañeros cuando hablaban de las correcciones. No respondió más debido a que en la opción múltiple te quitan el equivalente de una bien por cada tres mal. De ahí que en su sueño tuviera un 1'4 en lugar de un 2'1.
Decidió practicar su taijutsu y puntería para el día siguiente. Los exámenes corregidos se entregarían justo después de las pruebas. Esperaba haberlo hecho bien, aunque en parte esperaba que no lo fuera.
A la mañana siguiente, volvió a llegar pronto, volviendo a sorprender a casi todos. No sabía si reírse de sus caras o enfadarse porque tenían una visión tan negativa de él. Lo dejó estar y se centró en la explicación de que su sensei estaba dando.
Fueron al campo de entrenamiento de la escuela y allí se anunciaron los combates. A Naruto le tocó contra Sasuke, tal como en el sueño , y como casi siempre que había combatido. Estaba empezando a creer que era a propósito para que lo suspendieran.
Su puntería fue ligeramente mejor que en el sueño . En lugar de 6/10 en shurikens y kunais, había obtenido un 6/10 en shurikens y un 7/10 en kunais. Aunque no era mucho, se sintió feliz por la ligera mejora.
Después de que todos terminaran la prueba de puntería, se les condujo al aula donde se les entregaron los exámenes. Sus ojos casi se salen de sus cuencas cuando vio que había respondido bien a casi todo lo que había respondido, aunque eso solo lo dejó con un 3'7. No llegó al mínimo, pero se había acercado muchísimo. Iruka mismo se sorprendió gratamente y lo felizizó. Rara vez había llegado al 3 en los exámenes.
Había aceptado sus felicitaciones y le dijo que se iría a entrenar. Una vez estuvo fuera del alcance de la vista, empezó a temblar de miedo ya hiperventilar. Era demasiada casualidad y temía que el sueño fuera real.
Tardó casi una hora en recuperar el control de sí mismo, e incluso entonces no estaba tranquilo. Respiró hondo, si el sueño se estaba haciendo realidad, ya sabía lo que iba a pasar, podría actuar en consecuencia.
Sintiéndose mejor, practicó sus tres jutsus para el día siguiente. Como siempre, el henge y el kawarimi fueron fáciles, pudo hacerlos incluso sin sellos de mano, pero el bunshin le resultó imposible. No quería intentar el kage bunshin por miedo a que se confirmara que el sueño era real.
Al día siguiente, tal como en su sueño , falló y Mizuki se le acercó con la prueba del robo del pergamino prohibido. Fingió que le creía y se alejó del hombre lo más rápido posible. No iba a hacerlo, prefería no hacer gennin. Se fue a su casa donde pasó la tarde y se durmió, esperando que llegara el nuevo día.
Se despertó. Miró por la ventana y vio que todo estaba tranquilo. Asintiendo para sí mismo, empezó a visitar a su jiji y preguntó si Mizuki había intentado algo. Silbando alegremente, abrió la nevera para buscar algo para desayunar.
Habían sido unos días muy agitados y no habían tenido tiempo para ir a comprar. Esperaba que le quedara algo de leche para beber con el pan. Si no, prepararía algo de té ya lo mejor se preparaba un poco de ramen instantáneo.
Se congeló al ver el interior del refrigerador. La botella de jugo estaba a la mitad. Él la había terminado el día anterior por la mañana. Corrió a su habitación y miró el calendario. Otra vez era miércoles.
Un grito aterrorizado quiso salir de su garganta, pero no salió nada. Olvidando su desayuno, se vistió y salió corriendo de su departamento. Necesitaba ver a su figura de abuelo con urgencia. Sentía que iba a volverse loco.
Se movió como un borrón por toda la aldea. Los shinobi que lo vieron se sorprendieron de la velocidad a la que iba. Parecía que la gente olvidaba convenientemente que llevaba años dando esquinazo a los anbu, lo cual requería velocidad y agilidad.
Llegó a la torre Hokage en un tiempo récord y se precipitó en la oficina del sandaime sin siquiera llamar. Hiruzen, que estaba revisando unos papeles, se sorprendió por su visita, aunque entendió su prisa, o eso creía.
-Jiji, necesito tu ayuda desesperadamente - medio gritó nada más estar frente a él.
-Naruto kun, por más que me gustaría, no puedo ayudarte con tu examen de graduación. Tienes que hacerlo tú mismo - le dijo con calma.
-Déjate del examen. Ya lo he hecho dos veces y no sé qué está pasando - seguido clamando el rubio.
El Sarutobi no entendió muy bien lo que quería decir. Sí, el joven lo había intentado dos veces y había fallado. Esta era su tercera vez, por lo que debería saber muy bien los pasos a seguir.
-Creo que no te sigo, Naruto kun - le comentó con la misma calma de antes.
-Ya he pasado por el examen dos veces, y no me refiero a mis antiguos intentos de graduarme, sino a este examen dos veces -explicó al borde de la histeria.
-¿Crees que podrías contármelo desde el principio? - le pidió.
El ojiazul asintió y explicó su sueño , el cómo fracasó el examen y Mizuki le habló de otra aprueba para graduarse que era robar el pergamino prohibido y aprender un jutsu, cómo aprendió el kage bunshin, la pelea entre Iruka y Mizuki, la revelación de que era kyubi, el tiro en su corazón, cómo se despertó para ver que era el primer día del examen otra vez, lo igual que era a su sueño , volver a fallar, Mizuki intentó engañarlo, irse a dormir, y despertar esa mañana.
El antiguo alumno del nidaime escuchó todo con atención. Al principio pensó que era una de sus bromas. Luego se preocupó por lo del pergamino prohibido y Mizuki. Después volvió a descartarlo cuando dijo que aprendió los clones de sombra en menos de dos horas, lo cual no creía. Casi le da un infarto en la parte del kyubi. Al final sabia que creer.
-Naruto kun, esta historia es…poco creíble. probablemente solo fuera un sueño dentro de otro sueño, y te recomendaría encarecidamente que fueras rápido a la academia. Llegarás tarde al examen si no te apuras - le dijo el hokage a su figura de nieto.
El rubio se hundió. Si su jiji no le creía, ¿quién iba a creerle?
Sin ver otra opción, salió corriendo de la oficina y fue a la academia. Llegó justo un tiempo, lo cual iba en la línea de lo normal, por lo que nadie se encontró ni dijo nada.
El chunnin con el pelo blanco azulado le dió el examen como las otras dos veces. Esa vez se fijó y se dió cuenta de la sonrisa siniestra mal disimulada. Intuyendo que algo le había hecho al examen, levantó la mano.
-Iruka sensei, ¿puedes venir? - le pidió a su profesor favorito.
-Sí, ¿pasa algo? - le preguntó.
-¿Este es el examen correcto?, hay un par de preguntas que no recuerdo que se hayan mencionado nunca - cuestionó.
Extrañado, aunque suponiendo que el ojiazul sencillamente se saltó esa clase, revisó el examen. Rápidamente se dió cuenta del genjutsu en él y lo disipó. Entregándoselo de vuelta al chico, miró a su viejo amigo y ayudante con ojos entrecerrados.
El Uzumaki sonrió. No sabía lo que estaba pasando, pero hubo que seguir la corriente y ver lo que pasaba. De mano ya le había ayudado a descubrir que Mizuki lo estaba saboteando y no era bueno, a diferencia de Iruka. Tal vez así logre pasar y hacerse genin.
