Naruto, Sasuke y Sakura entraron a la academia con seriedad y determinación. Los tres habían aprovechado el par de días antes del examen para crear estrategias, combinaciones de equipo y preparar todo lo que creyesen que podría necesitar. El rubio había pintado varios sellos de almacenamiento en su persona y en sus compañeros para guardar todo y que nadie lo notara.

Debido al gran momento por el que iban a pasar, decidieron hacer un pequeño cambio de vestuario.

El Uzumaki cambió su chaqueta negra y naranja quemado por una negra y roja, en honor a su madre. Conservó sus pantalones negros con una franja naranja quemado y su camisa de malla. Añadió unos guantes negros sin dedos y con placas a su atuendo, y otra bolsa de herramientas en su muslo izquierdo. También se puso unos vendajes en la parte baja de sus pantalones, los cuales tenían algo de fuinjutsu en ellos por la cara que no se veía.

El Uchiha cambió sus pantalones cortos blancos por unos negros estilo anbu. Su camisa de manga corta azul fue sustituida por una similar pero en un tono de azul más oscuro. Se quitó sus calentadores de brazos blancos y se puso unos brazaletes de metal. También añadió una bolsa de herramientas en su muslo derecho.

La Haruno fue quien más cambió de los tres. Llevaba una camiseta de manga corta de color rosa oscuro, una falda pantalón negra, un cinturón donde colgaban dos bolsas de herramientas, una en cada costado; medias de red negras, vendajes en la parte inferior de sus piernas y unos guantes negros sin dedos. Se cortó el pelo ligeramente y se lo recogió en una coleta baja. También había cambiado la tela de su hitai ate para que coincidiera con su camisa.

La gente que los veía pasar no pensaron ni por un momento que eran novatos. Todos ellos desprendían un aura de poder y confianza. Les echaban al menos un par de años de experiencia, no unos meses.

Cuando llegaron al segundo piso, notaron rápidamente a la multitud. Con el ceño fruncido, los genins del equipo 7 miraron la puerta custodiada con la placa 301. Los tres se miraron. No necesitaron palabras para comunicarse entre ellos lo que pensaban. Era bastante obvio que era un truco para eliminar a la competencia.

Compartieron una mirada y asintieron. Con discreción, se metieron en el primer aula que había en el pasillo. Una vez cerraron la puerta con sigilo, fueron a la ventana, miraron que no hubiera nadie mirando y subieron por la pared hasta el tercer piso. Una ventana en el pasillo fue su forma de volver a entrar.

-Interesante forma de llegar - escucharon a alguien comentar.

No necesitaban girarse para saber quién había hablado, pero aún así lo hicieron.

-Era la forma más sigilosa. El segundo piso estaba abarrotado y sería muy difícil pasar de largo sin que nadie se diera cuenta - explicó sencillamente el ojiazul.

El peliplateado asintió y levantó la vista de su libro.

-Creo que sobra decirlo, pero aún así lo haré. Buena suerte en los exámenes. Recuerden apoyarse unos a otros y estén atentos. Cualquier cosa puede pasar durante los exámenes.

Sus alumnos asintieron sin problemas. Su trabajo en equipo era excelente y eran mucho más fuertes de lo que nadie podría imaginar, con la salvedad del equipo Konohamaru.

El jinchuriki, a pesar de que estaba confiado con sus posibilidades, realizó Izanagi justo antes de encontrarse con sus compañeros de equipo, por si acaso.

Entraron a la sala de exámenes con resolución. El instinto asesino que los otros participantes les lanzaron ni siquiera los desconcertó. El contenedor del kyubi hacía mucho que había aprendido a lanzar instinto asesino y quiso acostumbrar a él a sus compañeros de equipo y protegidos. Por supuesto, su instinto asesino no era nada comparado con el de alguien de nivel jonin como Zabuza, pero sirvió para que al menos los otros cinco no se sintieran tan afectados por ello.

Se dirigieron a la pared de la derecha y se quedaron ahí tan tranquilos. Realmente no era como que pudieran hacer mucho hasta que empezara el primer examen. Lo más entretenido que podían hacer era observar a la competencia, la cual no era muy grande. Dada la multitud que había caído en el truco del genjutsu, no era sorprendente.

En general no hubo ningún equipo que les llamara particularmente la atención. Los más destacables eran el equipo de Suna que componía a los dos shinobis con los que se encontraron hacía pocos días y otro tipo pelirrojo, y un equipo con una nota musical como símbolo en su hitai ate. Ninguno de los tres recordaba haber leído o escuchado de un pueblo shinobi con ese símbolo.

Un par de minutos más tarde fueron entrando algunas personas más. Pudieron apreciar equipos de Ame, Suna, Kusa, Taki y, por supuesto, Konoha. Entre los de la hoja notaron a un equipo que debía tener un año más que ellos y los otros dos equipos novatos.

Al notar cómo Ino buscaba furiosamente por la habitación, el usuario de sharingan le lanzó una mirada a su compañera. Ella asintió y realizó varios sellos manuales. Un pequeño velo los cubrió a los tres. Si no los miraban fijamente, no podrían notar los detalles y por tanto no los reconocerían.

El pelinegro le asintió con la cabeza en forma de agradecimiento. No quería tener que lidiar con una de sus fanáticas en ese momento. La ojiverde ya no contaba. Aunque sabía que a ella le seguía gustando, había dejado de acosarlo y pedirle citas. Además de que sus habilidades shinobis habían mejorado mucho. Tal vez la invitara a salir si seguía mejorando.

La kunoichi tuvo que contener su alegría y se conformó con sonreír con cierta suficiencia. Había estado entrenando muy duro para ser buena tanto en ninjutsu médico como genjutsu. Se le daba mejor lo primero que lo segundo, pero aún así era bastante buena en ambos para ser una genin. Le ayudó mucho sus lecciones con Naruto y Moegi. Por no hablar de todos los libros y pergaminos que le dió el rubio. No sabía cómo había podido obtener cosas de tan alto nivel, pero no preguntó al respecto y solo le agradeció por dejárselos.

El ojiazul tuvo que contener una sonrisa astuta al verlos, aunque eso no evitó el brillo que adquirió sus ojos. Podía notar fácilmente cómo ambos se habían estado acercando más y más según avanzaba el tiempo. Hacían una buena pareja, en su opinión. Tal vez cuando las cosas mejorasen para él podría organizar una cita doble con ellos. Estaba bastante seguro de que Sasuke y Hinata lo agradecerían.

Hablando de su belleza lavanda. Podía verla claramente desde su posición. Seguía vistiendo la ropa gruesa que siempre usaba y estaba ligeramente apartada del grupo en un intento de mantenerse al margen de la conversación y por tanto no ser el foco de atención.

Frunció el ceño. Le desagradaba la falta de confianza y autoestima que tenía la Hyuga. No era como si fuera culpa suya. Su clan lleno de imbéciles, su padre frío como el hielo y su primo obsesionado por el destino eran los principales culpables de ese problema. Cómo le gustaría poder arreglar eso. Tal vez después de los exámenes, si era ascendido a chunin, podría correr algunos riesgos y empezar a interactuar con ella. También debía buscar la manera de estudiar el sello del pájaro enjaulado y crear un contrasello, por si acaso.

Salió de sus pensamientos cuando un grupo de personas aparecieron en la habitación con una nube de humo. Dada su vestimenta y postura, estaba bastante seguro de que se trataba del supervisor y sus ayudantes.

-Muy bien, gusanos. Escuchen con atención porque solo lo voy a decir una vez. Formen una fila hasta el frente. Entregaréis vuestro formulario y nosotros te daremos el número de tu asiento asignado. Nada de hablar o pelear. Cuando estéis todos sentados explicaré más a fondo la prueba. Quien no cumpla será expulsado sin miramientos. ¿A qué estáis esperando? Formen una fila.

Todos en la sala acataron la orden, algunos con determinación y otros con miedo. Para cuando la Yamanaka se dió cuenta del objeto de su afecto, ya era demasiado tarde para acercarse a él. Hizo un puchero y Shikamaru murmuró por lo bajo problemático.


Hola, espero que os haya gustado el capítulo. Como habréis apreciado, no he seguido el canon prácticamente nada. Sasuke no es tan arrogante en mi historia por lo que no sintió la necesidad de anunciar el genjutsu. Lee no los vio por lo que no confesó su amor por Sakura ni desafió a Sasuke. Kabuto no se acercó a los novatos porque su objetivo era Sasuke y el equipo 7 se mantuvo alejado y en cierta forma aislado. También hay que destacar para el futuro que nunca se encontraron con Gaara y no saben nada de él, solo que se encontraron anteriormente con sus compañeros de equipo. Ni siquiera saben que son hermanos.

Comentarios a las reseñas:

Salvadorrojo66: antes que nada, perdón por no responder en el anterior capítulo. No vi tu comentario hasta después de publicar el capítulo 45. En segundo lugar, gracias y me alegra que te guste. No tengo intención de abandonar mis historias.

GamerBlood: buen día. Creo que todos podemos estar de acuerdo en que Kankuro es arrogante. Sí, yo siento lo mismo con Temari, aunque creo que también era porque muchos consideraban a Suna la más débil de las 5 grandes aldeas shinobi. Gracias, me alegra que te haya gustado. Muy bien, el sueño es importante.

ElyBet: gracias, me alegra que te haya gustado. Sí, la verdad es que esa escena no me gustó nada en el anime. Espero que este capítulo también te hay gustado. Saludos.

ErrRem: gracias, me alegra que te haya gustado.