Naruto esperó pacientemente a su nuevo maestro.
Había entrenado con Kakashi sensei esa mañana y hacía 15 minutos que terminaron su segundo rango D, por lo que el peliplateado se había retirado y él había vuelto al campo de entrenamiento según lo indicado.
Tenía curiosidad por cómo sería el otro usuario del elemento madera, tanto físicamente como en actitud. No podía evitar preguntarse si se parecería a Hashirama ojisan o a su hermano. ¿Sería pelicastaño o peliblanco?, ¿ojicastaño u ojirojo?, ¿alegre o serio?, ¿tal vez nada de eso?
No tuvo que esperar mucho más tiempo cuando un hombre apareció en el lugar. Tenía el pelo castaño corto y almendrado. Los ojos negros y grandes. Llevaba una variación de la vestimenta típica de un ninja de Konoha con su chaleco antibalas. La mayor diferencia entre su atuendo y el de la norma era que el cuello de la camisa era de forma ajustada y llegaba hasta la barbilla. También llevaba dos bolsas de cadera atados a su espalda, en lugar de una sola. Además de eso, tenía un protector de frente estilo happuri que enmarca su cara. Le recordó bastante a Tobirama en ese aspecto.
-Tú debes de ser Tenzo. Encantado de conocerte. Soy Naruto Uzumaki Senju. Espero poder aprender mucho de usted - le saludó cordialmente e hizo una pequeña reverencia al final.
-Sí, soy Tenzo, y es un placer poder conocerte Naruto san. Mi sempai me ha hablado mucho de ti.
-¿Tu sempai?
-Tu sensei, Kakashi, es mi sempai - le explicó.
-Oh - asintió.
-Muy bien. Con eso fuera del camino, me gustaría saber lo que puedes hacer con tu mokuton. Te enseñaré a partir de ahí.
-Bueno, solo conozco cuatro técnicas: mokuton: clon de madera, mokuton: pilares de madera, mokuton: bloqueo muro de madera y mokuton: dragón de madera.
-Eso está bastante bien para ser autodidacta. Ahora, muéstrame los sellos manuales. Quiero saber si son los mismos que uso o diferentes. Luego quiero que los hagas para ver tanto tu competencia como la potencia de tus jutsus.
El rubio hizo lo que le indicaron. Primero repasó los sellos manuales para que su nuevo sensei los viera. Luego realizó las técnicas lo mejor que pudo.
El pelicastaño notó que la secuencia era similar a la suya solo que con uno o dos sellos manuales menos, salvo el dragón de madera que le faltaba tres. La potencia de los jutsus eran más fuertes que los suyos. No al nivel del shodaime, pero no demasiado lejos. Lo cual era sorprendente. Parecía que tenía cierta competencia con las técnicas, pero le quedaba algo de trabajo. No mucho, pero sí algo. Además de experiencia usándolo, por supuesto.
-Eso ha estado muy bien. Necesitas seguir practicando con ellos para dominarlos por completo, pero ciertamente son adecuados para el combate, especialmente el moku bunshin. Ese parece que lo tienes completamente dominado.
-Gracias. El clon de madera es mi técnica favorita. Es como el kage bunshin pero sin la limitación de disiparse por un golpe.
-Ciertamente es una técnica muy útil - asintió - También me he dado cuenta que cada técnica es de un tipo. Ataque, defensa, apoyo y complementaria. Equilibrando tus habilidades, lo cual, desde mi punto de vista, es lo ideal. Con eso en mente, te voy a ir enseñando una técnica de cada tipo, empezando por la variante de mokuton: pilares de madera, mokuton: prisión de cuatro pilares. Luego te enseñaré otra que creo que te gustará.
Con esas palabras, empezó el entrenamiento.
Resultó que el otro jutsu era mokuton: casa de los cuatro pilares. Por lo que explicó, esta técnica se utilizaba mediante el envío de chakra en el suelo, donde las raíces de las plantas se convierten en materias primas. Esta técnica permitía que un edificio se construyera de forma acelerada. Al igual que con mokuton: prisión de cuatro pilares, el tamaño y la forma del edificio varía según la imaginación del usuario. Al colocarse alguien alrededor de la casa, el usuario crea una barrera, por lo que es imposible de detectar y permite al usuario descansar en paz.
No se equivocaba cuando dijo que le iba a gustar.
Al ser el primer día, terminaron a las 6 pm. Tenzo le avisó antes de irse que a partir del día siguiente estarían hasta las 7. El ojiazul no tuvo ningún problema con eso. Sí, le quitaría tiempo con sus senseis resucitados o con Hinata chan, pero podía mandar clones con los primeros y estaba seguro de que la segunda lo entendería e incluso también le podría mandar un kage bunshin para pasar el rato.
Pensando en la ojiperla, decidió ir a verla y pasar el rato con ella. También aprovecharía para conversar un poco con Kiba y Shino y ver cómo les iba.
Por lo que le habían dicho anteriormente, terminaban el entrenamiento entre las seis y cuarto y las seis y media, dependiendo de lo que estuvieran haciendo. Alguna rara vez daban por terminado el día primero si hacían todo lo que tenían planeado antes de su hora normal de marchar.
Como tenía tiempo, decidió tomar el camino largo hacia el campo de entrenamiento 8. Generalmente cruzaría el bosque o tomaría el camino junto a él, ya que eran las rutas más rápidas y no solía haber gente, pero en esa ocasión decidió no hacerlo.
El camino largo era volver al pueblo propiamente dicho y luego ir hacia el campo de entrenamiento 8. Normalmente no tomaría esta ruta para evitar a la población. Aunque las miradas y los susurros se habían atenuado desde que se convirtió en shinobi, siempre había preferido evitarlas por completo. En esa ocasión quería comprobar las miradas y los susurros, por lo que no le quedaba de otra.
Había pasado más de un día desde que el consejo lo reconoció como el heredero del clan Senju. Durante las misiones que había hecho ese día, había podido notar las miradas y susurros, los cuales habían sido muy variados. También podía decir que la presencia de su sensei afectaba un poco a la población. ¿De forma positiva o negativa? No podía decirlo con certeza, pero desde luego los volvía más cautelosos al respecto.
Era por eso que estaba caminando por el pueblo solo. Quería analizar su entorno sin factores que pudieran alterar los resultados. De mano, mucha más gente lo miraba y había muchos más susurros.
Canalizando chacra a sus oídos, escuchó fragmentos de las conversaciones. Algunos estaban felices de que el clan Senju volviera. Otros tenían miedo de que él usara su nuevo poder político para vengarse de los que lo agravaron. Otros seguían odiándolo y acusándolo de ser el kyubi reencarnado, incluso si no usaban esas palabras propiamente dichas.
Lo extraño fue algunas cosas que oyó decir a algunas chicas. Le recordaba inquietantemente a las fangirls del Uchiha.
Tomó nota mental de estar atento en el futuro. Había visto a Sasuke huir de sus hordas de fanáticas en el pasado, y no fue precisamente por ser antisocial, que lo era, pero no venía al caso.
Habiendo visto y oído lo que quería, aceleró el paso hacia el campo de entrenamiento 8. No había necesidad de correr el riesgo de que pasara algo malo.
-Ahí está - oyó gritar a una chica detrás de él.
Se giró y vio a un grupo de niñas corriendo hacia él. Eso era precisamente lo que quería evitar.
Moldeando chacra rápidamente, hizo un shunshin para alejarse de allí. No quería tener nada que ver con ellas.
El grupo se sorprendió cuando su objetivo desapareció. Miraron por todos lados, buscándolo. Al no verlo, se pusieron en movimiento para volver a encontrarlo. El club de fans de Naruto Uzumaki Senju se había iniciado formalmente y estaban en su primera cacería.
Hola, espero que os haya gustado el capítulo. La técnica mokuton: pilares de madera me la he inventado, así que no os molestéis en buscarla. Me basé en los cuatro pilares que aparecían cuando Tenzo/Yamato intentaba neutralizar el chacra del kyubi en Naruto. Francamente, con todas las técnicas de elemento madera que existen, me sorprende que dicha técnica no exista, pero lo busqué y no encontré nada al respecto más allá de la prisión de cuatro pilares y la casa de cuatro pilares. También quiero señalar que sé que es poco realista lo de la horda de fans, pero es divertido y tiene su por qué en la historia.
