Kurotsuchi estaba aprovechando el tiempo de silencio para reflexionar sobre todo lo que le había pasado en los últimos días.

Ni una semana atrás había dejado la oficina de su abuelo con una sonrisa confiada, asegurándole al hombre que volvería pronto y sin un rasguño. La misión a la iba era una simple misión de escolta. Sí, la misión estaba catalogada como rango B, pero fue más por el dinero pagado que por peligrosidad.

La caravana era de un sastre bastante famoso y portaba varias telas de alta calidad y valor. Prendas hechas con hilos conductores de chacra o de oro y plata estaban presentes en el carro. Era natural que el hombre prefiriera gastar un poco más de dinero para obtener mejor protección.

La misión en sí fue sobre ruedas. Llegaron a su destino en el tiempo previsto y no hubo ningún percance por el camino. Ni siquiera se encontraron con algún shinobi de Taki, lo cual fue raro dada la proximidad de su destino con la aldea oculta.

Fue el día después de dejar al cliente que todo se fue al infierno.

Se reprendía a sí misma por no haberse dado cuenta antes de las pequeñas pistas. La noche anterior a la emboscada, Iku, uno de sus cuatro compañeros chunin en esa misión, se ausentó del campamento por un tiempo indeterminado. Según él, había ido a hacer sus necesidades y tuvo un pequeño percance con una ardilla. De ahí que hubiera estado media hora fuera. Ella creía que había estado más tiempo ausente, pero en ese momento no le dió importancia. Ese fue su primer error.

A la mañana siguiente, él preparó el desayuno como compensación por "preocuparles". Nadie vio nada de malo en eso y comieron tranquilamente mientras hablaban un poco de sus planes una vez volvieran a Iwa.

La siguiente señal de alarma fue cuando Omei, otro miembro del grupo, empezó a sentirse mal y a agarrarse el estómago. Era claro que algo le había sentado mal, pero como ningún otro mostró síntomas, se pasó por alto.

No habiendo ninguna prisa en regresar, decidieron tomarse un descanso y esperar a que su compañero se sintiera un poco mejor antes de regresar. Mirándolo con perspectiva, ahora entendía por qué Iku insistió tanto para que se detuvieran. Se sentía tonta por no pensar en eso antes.

Pocos minutos después de detenerse, Kontei y Renzo empezaron a sentirse mal también. Esto, por supuesto, encendió varias alarmas en su cabeza. Algo estaba pasando y no le gustaba en absoluto.

Para cuando quiso darse cuenta, ella y sus compañeros estaban rodeados por varios shinobis con diferentes hitai ate. Lo único que tenían en común era la raya que cruzaba cada símbolo, marcándolos como ninjas renegados.

La querían a ella. Ser la nieta del tsuchikage la marcaba como un gran objetivo. Eso lo había sabido desde que era pequeña, de ahí que hubiera sido entrenada desde joven y que fuera más hábil que la mayoría de las personas de su edad. Sorprendentemente, nunca hubo ningún atentado contra ella, hasta ese día obviamente.

El hecho de que Iku fuera un traidor y la hubiera vendido a ese grupo la molestó, pero eso no fue lo que la cabreó. Ella, al igual que todos los shinobis de su aldea, le habían inculcado un sentido de lealtad hacia su pueblo, e Iwa tenía tolerancia cero con los traidores.

Lo primero que hicieron el traidor y los otros renegados fue matar a sus compañeros leales. No fue muy difícil para ellos dado que habían sido envenenados y no podían defenderse. Ella tampoco pudo evitarlo ya que estaba muy ocupada lidiando con tres de ellos.

Pudo eliminar a dos de ellos antes de que los efectos del veneno la alcanzaran a ella también. Por supuesto, gracias a su tolerancia considerable a un gran número de venenos, los efectos tardaron más en llegarle y fueron más leves que a sus compatriotas.

Eso no quitaba que estaba superada en número cinco a uno, sin contar a los dos que ya había matado. Fue una pelea casi desesperada y solo se salvó gracias a sus técnicas de elemento lava y a que la querían con vida.

Una vez que hubo ganado, usó un jutsu de fuego para incinerar los restos de sus camaradas caídos. Todas sus pertenencias se habían dañado o destruido durante su combate, incluido los pergaminos de almacenamiento que llevaba, por lo que no podía sellar sus cuerpos y llevárselos. Se sentía mal por ello, pero el protocolo dictaba que debía destruir sus cuerpos si no podía devolverlos a la aldea.

Con las fuerzas y energías que le quedaban, que no eran muchas, se encaminó hacia su hogar. Esperaba poder llegar a alguna ciudad o pueblo antes de colapsar, pero terminó desmayándose en medio del bosque.

Fue solo su suerte que quien la encontró no sabía quién era ella y no le importara. Claro, muy posiblemente cualquier otro shinobi de la roca se hubiera puesto en guardia al ver a uno de la hoja, más con su parecido con el Destello Amarillo, pero no tenía ninguna razón para sospechar que él quisiera hacerle daño.

Había atendido sus heridas, no la había restringido de ninguna manera, la había alimentado y en general había sido amable con ella. Cualquier posible precaución por su presencia se fue por la ventana poco después de hablar con él. El chico no mostró ninguna señal de que quisiera algo de ella.

Saber que era el hokage fue un shock. Aunque esto fue momentáneo ya que quedó eclipsado por el hecho de que se había separado de su grupo y perdido sin darse cuenta. Le hizo cuestionar el nivel de habilidad que debían tener los ninjas de Konoha.

Dado que él fue sincero con ella, creyó justo hacer lo mismo y contar que ella era la nieta del tsuchikage, de ahí la emboscada e intento de secuestro. Muy probablemente fue por su confesión de estar relacionado con una figura importante de su aldea que él le contó que era hijo del yondaime hokage.

No fue una sorpresa. En lo más mínimo. Su parecido era demasiado obvio. Solo un ciego o un idiota total no se daría cuenta del tremendo parecido entre ellos dos. Salvo por las marcas de bigotes, la cara más redondeada y su pelo más corto, era la viva imagen de su padre.

Fue entretenido compartir historias de su niñez. Parecía que ambos tenían un amor hacia las bromas, y se lamentaban de no poder hacerlas debido a su estatus como shinobis. Ella como chunin tenía cierto margen, pero él como hokage no lo tenía.

La hora de dormir fue un poco incómoda. El rubio solo tenía una caseta de campaña y tuvieron que compartirla. Fue la primera vez que dormía junto a un chico. Siempre había tenido una caseta individual o había compartido una con una chica. Nunca con un chico.

Muchos podrían preguntarse por qué no aprovechó la ocasión para matarlo. Estaban solos, de noche y lo tenía literalmente a su lado. Básicamente tenía la oportunidad perfecta y nadie se daría cuenta si ella no decía nada.

La verdad es que no era tan sencillo. En primer lugar, no sabía si él realmente estaba dormido o si se despertaría con su movimiento. En segundo lugar, no estaba ni mínimamente preparada para una pelea. Estaba completamente rígida y adolorida, además de no tener casi chacra.

Luego estaban las lecciones que le había dado su abuelo. Asesinar a cualquier kage cuando no estaban en guerra desembocaría en una. Es por eso que la mayoría de atentados fueron de miembros de su propia aldea que intentaban derrocarlos para ser ellos los líderes.

Konoha tenía muchos shinobis rastreadores. Era casi un hecho que descubrirían quién mató a Naruto. No quería ser la causa por la cual su pueblo se viera envuelto en otra guerra. Aunque le gustaba una buena pelea como la que más, estaba en contra del derramamiento de sangre sin sentido.

En cuanto a que él sea el hijo de Minato Namikaze, no le importaba especialmente. De pequeña sí le había tenido mucho odio por todas las personas que mató, pero como le dijeron su abuelo y su padre, las muertes son algo inevitable en una guerra. Ella no perdió a nadie en sus manos, por lo que no estaba especialmente resentida con el hombre. Además de que era de la opinión de que los pecados de los padres no deberían pagarlos sus hijos.

Así que sí, no tenía ninguna intención de matar al ojiazul por quién era su padre o su posición de hokage. No era tan estúpida.

¿Quizás estaba actuando demasiado amable con él a pesar de ser de pueblos que se odian? Tal vez, pero no le importaba realmente. Él la había ayudado cuando no tenía que hacerlo y muy bien podría haberla matado cuando estaba inconsciente. Se merecía el beneficio de la duda.

Salió de sus reflexiones con el grito de su acompañante. Al parecer en el tiempo que había estado desconectada del mundo el rubio había encontrado a su grupo.

No sabía si debía estar avergonzada por el hecho de que Naruto la estaba cargando o aprovechar que estaba en su espalda para intentar ocultar su hitai ate. No podía estar segura de la reacción del grupo al ver a su hokage con una kunoichi de Iwa.


Hola, espero que os haya gustado el capítulo. Lamento la ligera tardanza. La semana pasada estuve bastante ocupada, como mencioné, y esta también lo he estado. Mi intención es volver a actualizar esta historia los jueves. Aún así, tal vez me retrase un poco, pero me aseguraré de actualizar todas las semanas.

En cuanto al capítulo, espero que esto ayude a entender la actitud de Kurotsuchi en el capítulo anterior. La visión de Naruto al respecto se verá en el siguiente. También, gracias al comentario de grankpo99, me dí cuenta que estoy yendo bastante rápido en esta historia, por lo que reduciré el ritmo y haré algunos capítulo con la perspectiva de otras personas para dar más historia de fondo y contexto. Además de que así doy más tiempo hasta el arco de recuperación de Sasuke para que la gente voto sobre si Tayuya es Uzumaki y termina con Naruto o creo un OC Uzumaki.

Comentarios a las reseñas:

deniswanheda: este no es el final de Kurotsuchi. Ella estará en Konoha durante los próximo capítulos hasta que su abuelo venga por ella, por lo que saldrá en escena o al menos será menciona en los posteriores. Tayuya no va a ayudar al equipo de recuperación. Ella es leal a Oto en este momento. Ella será capturada durante la misión y llevada a la hoja.

grankpo99: entiendo tu punto de vista, pero espero que este capítulo te ayude a entender el contexto con el cual he jugado en mi historia. Como mencioné antes, iré más despacio a partir de ahora, o al menos lo intentaré. Hinata no es un muñeco ni ha aceptado tal cosa. En lo que ella respecta actualmente, Naruto solo está casado con ella y Temari, y comprometido con Koyuki. Realmente no está contenta con tener que compartir, pero lo acepta porque entiende que es importante para las relaciones políticas de la aldea. Más adelante habrá varios capítulos que narraré desde su perspectiva y se verá más claro su opinión sobre el asunto. Naruto intenta ser maduro para su posición de hokage, pero eso no quita que siga siendo un chico de 13 años. Cometerá errores y habrá veces que será demasiado ingenuo e inmaduro debido a su edad e inexperiencia. Además, en el próximo capítulo también verás su razonamiento detrás de su actitud con Kurotsuchi. No te cortes. No puedo mejorar si no sé qué estoy haciendo mal. Intento tener en consideración todos las reseñas que la gente deja en mis historias. Me alegra que te guste la esencia de la historia.

Votaciones:

1º. Chica Uzumaki:

Tayuya: 3

OC: 0

2º. Chica de Konoha:

Yakumo Kurama: 2

Yugao Uzuki: 1