Los chicos de barrio no me pertenecen, son propiedad de Cartoon Network y Tom Warburton.
Suffer
Prologo
.
El chico sintió un par de manos sobre su espalda, el aire se atoró en sus pulmones por la sorpresa, y al momento en que se giraba para quitarse de encima al gracioso, fue empujado hacia delante.
-¡Buen día cachorro! –lo saludó Chat Dickson obligándolo a avanzar, piloteando sus hombros por detrás para evitar chocara con los demás estudiantes- ¿tuviste una buena noche? ¿dormiste bien?
Patton Drilovsky avanzó en contra de su voluntad por los pasillos de la escuela y se tragó el disgusto. Debía ser cauto con todo lo relacionado al chico dorado.
-¿Has soñado algo bonito, cachorro?
Patton frunció el ceño mientras pasaban de su casillero.
-Yo no sueño –respondió a secas.
-Demonios, lo olvidaba -Chat chasqueó la lengua- tenía un chiste realmente bueno con eso. De todos modos, te estarás preguntando hacia dónde vamos.
-Desde luego.
Y realmente era así pese a su expresión de hastío. Lo que el jefe de los ninjas adolecentes quisiera con él, mientras más rápido lo consiguiera, o no, lo dejaría en paz de una buena vez.
Frenaron de repente, el más joven observó su alrededor en busca del posible motivo, pero de inmediato la marcha comenzó otra vez.
¿A quién estamos buscando?
Tal vez si Patton estuviera más al tanto de los asuntos concernientes a flujo de poder dentro de su escuela, o fuera de ella, lo sabría ya. Pero no estaba realmente interesado en ello, le gustaba su lugar en la pirámide social, ni muy arriba para ser un blanco fácil, ni muy abajo como para ser pisoteado. Además, era demasiado temprano en la mañana, todavía el aire olía a humedad y estaba oscuro a causa del invierno, había tiempo para todo. Más tarde le preguntaría a su buen amigo…
-Bartie –soltó recordándolo- ¿buscas a Bartie?
Se soltó, y giró hacia el mayor. Chat hizo una mueca burlona.
-¿Te refieres al cachorro cabeza de limón al que le sangra la nariz si lo dejas bajo el sol?
-Talvez te confundes…
-Y también suele desmayarse.
-Sí, estamos hablando del mismo sujeto. Pero, le interesa la causa, y eso es lo importante según el slogan de su club, ¿no es así? –insistió el pelinegro al recordar todos los intentos de Bartie, su mejor amigo, por ser ascendido- el porcentaje de éxito en misiones en las que él participó…
-….es del casi el 80%, el más alto de todos los escuadrones activos por el momento –reconoció Chat con desdén- estos números pierden valor cuando recuerdas que participar en una misión como soldado, no es lo mismo que hacerlo de jefe. En todo caso, él solo tiene la suerte de estar dentro del escuadrón menos desastroso de todos. Es uno de los diez afortunados bajo el mando de Caballero. Al igual que tú.
Patton intentó recordar algún otro dato a favor de su compañero, pero Chat lo tomó por los hombros.
-Cachorro, eres un buen amigo –murmuró- por esa razón casi siento pena por ti.
A continuación el empujón, la caída, y el impacto.
-¡Ey Drilovsky! ¡Fíjate por donde caminas! –gritó mismo rubio que acababa de lanzarlo , ahora señalándolo, llamando las risas y las burlas alrededor.
En el suelo al nivel de los zapatos de todos, Patton Drilovsky levantó la vista totalmente avergonzado de ser el centro de atención. En lo alto, el chico dorado, le sonrió levantando ambas manos en el aire de manera triunfal.
-¡Chat, grandísimo imbécil! –gritó alguien más. Patton se giró para encontrarse con la rabiosa chica pelirroja junto a él tratando de incorporarse del piso. Estaba rodeada por un montón de libros esparcidos alrededor. El grupo de estudiantes tomó distancia de inmediato, Chat se largó a correr entre risas, y en ese momento Patton pensó que sabía de qué iba todo.
Pero estaba equivocado.
,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,
No sabes cómo es, bueno, te lo explico. A los muchachos, sobre todo a los más jóvenes, les gusta exagerar las cosas y hablar de más. Estar con los suyos, en esa camaradería, es estar dentro de la seguridad de la manada. Y entre los muchos temas, el más entretenido es el de las chicas. Un clásico. Quien tiene los pechos más bonitos, el trasero más regordete, los muslos más apetecibles. Algunos presumen a cuantas se llevaron a la cama, otros de haberlas puestos en esta y otra posición, dan detalles…No pongas esa cara, sabes de lo que hablo. Para ti puede que sea un poco crudo, pero las mujeres también tienen este tipo de conversaciones, estas orgias verbales, entiende que…De acuerdo, apuraré mi relato.
Yo estaba allí en las duchas, no por casualidad por supuesto, sino buscándome algo con que trabajar. Siempre se les escapa a uno o a otro un chisme valioso. Cuando escuché a alguien darte una puntuación 10/10, me reí, y de inmediato supe que valía la pena.
Era el chico Drilovsky, desnudo bajo la regadera, alegando que eras la más ardiente de todas las de tu clase, mientras era abucheado o alabado por sus compañeros. Me aproxime lentamente preguntando en voz alta el por qué pensaba eso.
-¿Acaso eres ciego, o eres estúpido? –respondió el muchacho, y todavía se estaba enjuagando la espuma del cuerpo cuando volteó para responder. Pero al reconocerme, su expresión cambio. Yo no era parte de su círculo, ese de niñatos envalentonados por la testosterona. Yo juego a otro nivel, en las grandes ligas, mi lugar es privilegiado. Por lo tanto cuando repetí mi pregunta silenciando a los demás alrededor, llamando la atención, lo metí en el compromiso de una respuesta.
-Porque es bonita –balbuceó acorralado.
Si me preguntas, con aquella respuesta yo había perdido el interés por completo. No era más que un tarado intentando aparentar algo que no le correspondía. Al menos me sacó una sonrisa, a mí y a todo el equipo de fútbol que siguiendo mis pasos no perdieron la oportunidad de jugar con el cachorro. Todos querían opinar, todos querían mofarse de….
,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,
Chat Dickson detuvo su relato, su ir y venir de un lado al otro de la habitación, y sus movimientos exagerados con las manos.
-Podemos saltarnos esa parte –dijo.
-No necesito tu estúpida compasión -respondió la muchacha sentada junto a la ventana- sé perfectamente lo que todo el mundo piensa de mí. Que soy un monstruo que devorará sus almas.
-Y morderás sus pollas.
-¿Por qué les da tanto miedo eso? –preguntó ella poniendo sus ojos en blanco- nunca lo he hecho, es solo un mal chisme ¿De dónde sacan tanta mierda sobre mí?
-Fanny, querida, tienes una personalidad que deja poco a la imaginación, si pudieras percibirte como los demás los hacen, créeme entenderías porque parece que devorarías la cabeza de tu amante durante del sexo.
Sin embargo, he encontrado a alguien lo suficientemente retorcido como para pensar que eres ardiente. Veras…
,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,
-Chicos, no, no…no se trata de eso, yo…Es que ella, ella…¡S-si ella…si ella estuviera a mi merced! -gritó Drilovsky acallando todo el bullicio a su alrededor- ¡si alguien como ella estuviera mi merced yo…!
Me miró como si quisiera matarme.
-Agarraría esas lindas manitas que tiene, las mismas con las que les muestra el dedo del medio a los bastardos como tú. Me bastaría con una sola de mis manos para sostener sus muñecas por encima de su cabeza y me bastaría mi cuerpo para atraparla en contra de una pared.
-¿Y luego qué? ¿Qué harías con tu mano libre? –preguntó alguien del montón.
-Abriría sus piernas y jugaría con ella, con sus jugos. Estoy seguro maldeciría entre jadeos, estoy seguro que fingiría odiarme con su mirada mientras su cuerpo busca la fricción de mis dedos. Yo no le daría el colapso total hasta que me lo pidiera con esa boquita tan bonita que tiene… ¡Dios! ¿En serio nunca lo han pensado? Ella debe ser ruidosa, debe ser de las que hablan sucio mientras lo hacen ¿Se imaginan tener a alguien como ella, con su actitud, suplicando en cuatro que la cogieran de una buena vez?
Todo el mundo se quedó en silencio ceremonial mirando al retador, mirándome a mí.
-Son palabras muy elocuentes para alguien como…-intenté conciliar.
Drilovsky señaló la erección que los participantes de la audiencia mostraban sin pudor alguno y dejó al descubierto la propia como respuesta. No pude contra eso. Un segundo después todo el mundo lo estaba vitoreando, se acercaron a darle palmadas mientras este cubría sus partes a sabiendas de un golpe mal intencionado.
Suspiré, perdí ese insignificante juego, pero al menos había obtenido algo.
-Me agradas chico –le dije levantando ambas manos en el aire a modo de rendición- tienes pelotas, no lo niego ¡No como este montón de idiotas!
El jovencito sonrió tímidamente mientras el grupo se dispersaba entre gritos y peligrosos empujones sobre el piso enjabonado, la hora libre había terminado
,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,
-No entiendo porque me cuentas esto.
-La razón por la que no lo entiendes es la misma por la que estas al límite. Eres una tonta Fanny.
-¡Tú también estas al límite Chat!
-Escucha esto. Al chico le gustas, si logras cazarlo, lo recomendaré para un puesto dentro de los ninjas adolecentes. Él tiene un buen puntaje, conmigo patrocinándolo, ponerlo en la cima será pan comido. Si todo sale bien, ganaremos otra pieza manipulable dentro de ese círculo. Eso bastará para mantenernos a salvo al pie del precipicio.
-Estas apostando mi pellejo a un chico que no conozco, y solo porque tuvo una erección conmigo.
-La tuvo él y un grupo de muchachos. Ahora que lo pienso…debió haberles tomado rato deshacerse de eso.
La expresión de asco en el rostro de la chica se agravó.
-Escucha, no te estoy pidiendo demasiado, he estado haciendo mis averiguaciones y el plan es simple. Convence al niñato que tú eres la séptima maravilla del mundo con un par de calentones, manipúlalo a favor de TND ¡Y ta dá! Te mantendrás dentro del juego una temporada más, es todo lo que necesitas. Todo lo que necesitamos.
Es eso o tomar tus cosas y largarte.
La pelirroja miró su propio reflejo en la ventana, pensó en precipicios. Respiro profundo.
-De acuerdo –dijo volviéndose al chico dorado del otro lado del salón- ¿cómo me acerco a él?
-Déjalo en mis manos Fanny. Sera poético.
,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,
La chica frente a él todavía balbuceaba maldiciones luego de la caida.
Patton la observó cohibido. Ella recogió los libros lentamente en una pila, acomodó su falda a cuadros rojos y se sacudió el polvo golpeando con ambas manos su trasero. Luego, se giró hacia él y lo miró desde arriba con curiosidad. Al cachorro el corazón se le atoró en la garganta, desvió la mirada, y permaneció sentado en el frio piso del pasillo a la espera de que la chica se marchara. Todavía algunos curiosos observaban la escena y para él fue un hecho de que todo el mundo, incluso las chicas, tenía conocimiento de lo ocurrido en las duchas semanas atrás. Se sintió morir, deseo morir.
-Hola, soy Fanny. ¿Necesitas una mano?
.
.
.
