Miles de pensamientos surcaban por su mente, llegando siempre al mismo punto.

- Alastor...- susurró con ira aquel nombre.

Detestaba de sobre manera al demonio de sonrisa prominente, nunca se lo admitiría a nadie, sin embargo, desde que lo rechazó para que se uniera a ellos los V's, específicamente a él, el grandioso Vox era un maldito hijo de perra, la cereza del pastel fue que luego desapareció durante 7 años, una obsesión creció dentro de suyo, quería que fuera solamente suyo, poseerlo, doblegarlo a su voluntad.

Apretó fuertemente su puño, enterrando sus garras en sus palmas, gotas negras de sangre caían al piso, un brillo de maldad, ira, obsesión, poseían sus ojos. Ese sentimiento de frustración oprimía su pecho, apretaba fuertemente los dientes, rechinándolos, sonidos de televisión con estática salían de sus labios oprimidos en rabia.

Recordaba el regocijo que sintió cuando Adam pateó el maldito culo a Alastor, fue una dicha exquisita, tremenda, fogosa para su podrido ser, por primera vez en años sintió una gratificación al ver humillado al demonio radio, ni siquiera el mejor polvo que había tenido en su vida lo había dejado tan satisfecho como ese momento.

Movió suavemente el bazo que tenía en su mano izquierda, el hielo que tenía en su trago suavemente tintineaba, tomo un sorbo de este. Recordaba el momento en que sus cámaras captaban el momento exacto donde el cabrón apareció vivo en sus grandes pantallas. Fue por una milésima de segundos, pero el maldito captó que algo lo vigilaba, y miro directamente a la dirección de la cámara, vio como la sonrisa de aquel hijo de puta se ensanchaba más para luego terminar la transmisión.

Con su mano derecha lastimada golpeó fuertemente la pequeña mesa de la sala de estar.

- ¡Maldición...! -Bramó Vox con gran frustración.

-Oh, Vox, ¿Aún sigues molesto por que sigue vivo el cabrón de Alastor? -Suavemente aquel tipo de anteojos extravagantes dejó escapar el humo rojo que contenía, soplando- Vamos, no puedes seguir de mal humor por eso.

-Cállate Valentino, no estoy de animo para ti o tus jueguitos.

-Wow, parece que tu desayuno tenía restos de pólvora cariño. -Mencionaba con una sonrisa Valentino, la situación le parecía graciosa, adoraba ver a su querido socio levemente frustrado, y no tan confiado como siempre lo observaba. -Vamos, un revolcón y tu estado de ánimos mejorara...

-No... lo que yo necesito en este preciso momento es destruir a ese hijo de puta-En sus labios una sonrisa degenerada y enorme se formaba- Disfrutaré ampliamente verlo destrozado y doblegado a mí, verlo suplicar, no hay cosa que me daría más satisfacción que eso.

-Si... bueno, tengo trabajo que hacer, llamaré a Angel para la acción, ¡esas pornos no se grabarán solas! - Rió estruendosamente, dejaría ahí solo a su querido, cuando estaba de mal humor nada lo alejaba de realizar aquellas rabietas que le daban.

Su mente no dejaba de pensar en aquel demonio de rojos cabellos, quería acabarlo, sino trabajaba para él no quedaría conforme, debería ser de él, entre ellos 4 poseerían aún más poder... por qué carajo Alastor no se daba cuenta de lo que perdía.

Decidió levantarse, pero un ruido captó su atención por la puerta en la que se había marchado Valentino.

-¡¿Qué fue lo que trajiste?! ESTO NO ES LO QUE PEDÍ.-

Se acercó curioso a mirar, veía como un demonio de clase baja tiritaba ante lo amenazante que estaba su socio.

-Wow, y decía que mi desayuno tenía pólvora, entonces en el desayuno de él contenía un cargamento entero de explosivos- Pensó Vox.

Veía como en la mesa había un café y unos panecillos con chispas de chocolate, le causaba extrañeza, el siempre para el set encargaba café con galletas baja en caloría para sus actores, A Valentino le gustaba traerles premios a sus estrellas, pero no quería que perdieran su deliciosa figura, algo no cuadraba.

-QUIERO UNA JODIDA EXPLICACIÓN DE ESTO AHORA, YA. -Agarró por el cuello a aquel demonio menor.

Vox se acercaba cada vez más y escuchaba los gritos enfurecidos de Valentino, odiaba que las cosas en su set de grabación no estuvieran como el quería, si querías enfurecerlo, sólo bastaba con descuadrarle su perfecto set, rió internamente, le encantaba verlo enfurecido, algo dentro de él se encendía.

-L-Lo siento señor Valentino...- El pequeño demonio rojo se observaba asustado y temblaba- La panadería infernal tuvo que haberme entregado el paquete incorrecto... lo solucionare... déjeme ir...

-Espero lo arregles luego hijo de puta- Suspiró con molestia y lo soltó.

Vox se alejó de aquel ambiente, decidió ir a dar un pequeño paseo por la ciudad dejando atrás aquella divertida escena que tenía Valentino, su socio le parecía bastante voluble con su humor, le causaba tanta gracia.

Giró por una esquina, y distinguió que había una nueva tienda por la ciudad que antes no había visto, sino fuera porque hace meses no salía a dar una vuelta por la ciudad. Habría pensado que apareció por arte de magia. Decidió entrar, esta tienda debía tener su vigilancia, su tecnología... el debía ser capaz de tener todo bajo su visión...

Observó el letrero " Hécate" , el nombre no decía mucho sobre lo que podría contener aquella tienda.

Al empujar la puerta, observó que era una tienda de hechicería, una mujer bastante atractiva para sus ojos era quien estaba detrás del mesón, irradiaba un aura de misterio.

-Bienvenido estimado cliente-La mujer sonrió misteriosamente- Algo me dice que existe algo que lo perturba-

De un momento a otra aquella mujer desapareció posicionándose a su lado, aquello lo desconcertó y le hizo recordar a aquel demonio de rojos cabellos, volviéndolo a irritar. -¿Qué mierda...? ¿Acaso ese poder se desbloquea en algún punto en el infierno o qué, esto es como un videojuego o qué carajos? -Pensó Vox.

-Entre por curiosidad a su tienda, fue sólo una casualidad.

-Oh querido, las casualidades no existen -Sonrió- sólo ocurre lo inevitable... ja, ja. Tienes una molestia o preocupación, en tus ojos se observa el deseo por algo que no posees y quieres. En esta tienda puedes encontrar una infinidad de hechizos, mal de ojo, para atraer la buena fortuna, que tus poderes crezcan-Saco un cartel de 50% de descuento sonriendo con entusiasmo- Estamos por cerrar la tienda así que estamos con un descuento especial, no me gusta mucho permanecer en un mismo lugar, la rutina me agobia...

Vox pensaba que aquella mujer era una charlatana que encubría el fallo de su tienda con misterio...

-La verdad no creo que puedas ayudarme mucho... me gustaría algo que doblegara a alguien ante mí...-Rodaba los ojos al recordar al cabrón causante de su frustración.

-¡Haberlo dicho antes!-La mujer satisfacción con satisfacción.- sígame estimado.

Vox la siguió por un pasillo extraño, veía cabeza en miniaturas, frascos con los que parecían ser fetos humanos. Estantes llenos de cabezas de cuervo, huevos gigantes que no se imaginaba de que eran. Lo perturbaba ver una cabeza cortada dentro de una pecera de vidrio, pues aquella tenía cientos de serpientes de cabello inmóviles, pues estaba intentando abrir sus ojos lo que no logaría pues tenía costuras en sus ojos y boca que le impedían abrir, se percató que había mechones de serpiente que le faltaban... se notaba que cada cosa era para crear hechizos y sus fórmulas. Sinceramente no le interesaba mucho, le interesaba la tecnología... no los hechizos antiguos y primitivos.

-Llegamos querido-La mujer encontró un gran libro que estaba en una pequeña mesa de piedra, comenzó a abrirlo- Oh, aquí está.

-¿Qué es eso?

-Lo que estás buscando~-Canturrió. -Au nom d'Aphrodite, la déesse de l'amour, tu dois maintenant m'aimer et t'incliner devant moi. (Por el nombre de Afrodita, la diosa del amor, ahora debe amarme y doblegarte ante mí.)

No entendió ni un carajo de lo que dijo aquella mujer- Tu mamá por si acaso- mencionado eso para proteger su honor.

Una risa se escapó de los labios de ella, sonando como una gran carcajada.

-Oh estimado, es un hechizo de amor... -Le entregó un dibujo de un pentagrama con las mismas palabras que mencionó anteriormente. - "Por el nombre de Afrodita, la diosa del amor, ahora debes amarme y doblegarte ante mí" eso es lo que dice... con esto esta persona lo amará, lo cual, ¡es igual a que se doblegue ante usted querido cliente ! -Sonrió con una gran sonrisa perturbadora. – Esto es muy fácil, solo debe estar cerca de esa persona, no apartar sus ojos de ella, no importa si no se miran a los ojos, sólo deben estar CERCA-empezó a hablar con jadeos, su tono sonaba enfermizo, le excitaba lo que decía- la parte difícil es que usted debe ser la primera persona que vean los ojos de su víctima.

-¡Esto me interesa! -Saco dos fajos de billetes gigantes y se los entregó- ¿Con esto basta?

-¡Si estimado cliente! -Los ojos de aquella mujer brillaban y su sonrisa era más grande.

-Entonces me largo de aquí.-Giro rápidamente con sus pies acercándose a la salida.

-Oh, espere estimado cliente, el hechizo es indefinido, aunque se puede romper, además tien- -La mujer no pudo terminar porque Vox ya se había ido de aquel lugar...- Ese cabeza de televisor no me dejó explicarle los requisitos para que el hechizo funcionara... ni como romperlo... -La mujer frunció los labios- Bueh, no es mi problema-Miró feliz sus billetotes y dio un saltito. -¡Hurra!

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Notas del autor:

¡Hola! Soy Rina, quedé fascinada por esta pareja, he vuelto a fanfintion después de muchos años HAHAHA.

Me gustaría dejar una LEVE aclaración, el primer capítulo es bajo la perspectiva de Vox, ¿Por qué? pues es quien nos ayudará a que la historia tenga su comienzo, ya luego será bajo la perspectiva de nuestros amados Charlie y Alastor.

Esto NO ES un Alastor x Vox, no tengo nada contra esa pareja, Alastor es demasiado shipeable JAJA.

Bueno, sin más, espero que disfruten su lectura.

¡Muchas gracias por llegar hasta aquí!

Espero que hayan disfrutado de su lectura, cada comentario lo agradecería un montón para lograr mejorar \(◦'⌣'◦)/

OLVIDÉ MENCIONAR, QUE ESTE FIC ES LO QUE EN MI IMAGINACIÓN OCURRE LUEGO DE LA TEMPORADA 1.

SE MANTIENE TODA LA HISTORIA DEL PILOTO Y LA PRIMERA TEMPORADA.

Mil besos.