"OK, Anna. Vamos a ver qué más quieres decirme", y se instaló a leer.

"Vladimir fue envejeciendo de golpe", decía Anna en el escrito, "cada vez más, por usar esa maldita magia que tenía. que le diga o que haga lo evita.

Es más, me echaba.

Me deja fuera de sus problemas, pero el problema es que igual los oigo.

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Su muerte fue llorada por muchos. Morois como él y sus extraños hijos que se parecían a nosotros, y los que eran como yo.

Y yo quedé sin nada, por su causa.

Mi padre ya no estaba más, y no sería recibida en Rusia. Pero acá tampoco me querían.

Me llamaban bruja, y no a mi espalda. Y estoy creyéndolo.

Porque aún creo oírlo. Y sentirlo. Y como si tomara mi fuerza vital, para mantenerse vital... él.

Y está muerto.

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Pero los oigo. Dicen que su cuerpo no se corrompe. Que es señal de una real santidad.

Pero esa vida aparente... la está tomando de mí.

Me está volviendo loca, exigiendo lo que según él, me dio. La vida.

¿En qué quiere convertirse, en un Inpheri?.

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Intenté frenar el robo de mi vida, pero no pude. Cada día era más que el día anterior, hasta que; al final, sentí que no me quedaba más.

Rogué que quemaran mi cuerpo y lo consideraron una herejía. Así que reuní toda la leña que pude, y esperé la visita de la muerte.

Éstas son mis últimas palabras. Veo la sombra. Me llama, me invita. Me espera.

Mi momento ha llegado. Sólo será el dolor del momento. Porque yo... ya estoy muerta".


Rose se estremeció.

El diario de Anna terminaba ahí, pero debía haber otra crónica en alguna parte.

Y la encontraría.

Su vida dependía de eso.

"Tengo que volver a hablar con el Padre", se dijo. "Esto es grave. Lo que Vladimir le hizo a Anna es grave. Y puede que aún lo hagan a otros SK. Debo conseguir las otras crónicas , o cómo le llamen".


Así que, una hora antes de entrenar con Dimitri, se fue directo a la Capilla.

Con suerte, el Padre Andrews estaría... despierto.

Sino, lo esperaría.

Pero ahí estaba, cuidando de sus plantitas.

"Fue Sonya quién me ayudó a armar este invernadero"; le dijo, al verla, "pasábamos largas horas hablando de Vladimir. Hizo el mismo recorrido que haces ahora. Y más. Y a más sabía, más oscura se volvía su mirada. Cómo te está pasando a tí. El viejo Vlad no es quien creemos, ¿cierto?".

"Mató a Anna, en realidad. Estaba muerto, pero... le seguía robando la energía. Y ella fue muriendo desde adentro. Hasta que supo que la muerte vendría por ella... Quizás... no tenía 30 años, Padre. Quizás... se veía de 30 años. Y necesito la continuación. Algo debe haber, alguna crónica o manuscrito".

"Pero no acá, me temo. Aquí estamos en St. Vladimir. En St. Basil debe estar lo de Basili".

"¿Y se podrá conseguir?".

"Es difícil, pero yo creo que sí. Es decir, las 12 academias nos movemos como una, cuándo se trata de conocimientos de nuestra raza. Pero siempre hay algo que debemos ofrecer a cambio".

"Dígales... que Vladimir... su cuerpo estaba incorrupto antes de morir Anna. Y que yo, una SK de St. Vladimir, necesito saber cuánto más voy a vivir. Si no tienen registro de SK, como acá no hay; temerán que se repita la historia... 12 academias, 12 familias reales... ¿Cada una rige a una academia?".

"En el fondo, sí. No lo saben, claro".

"Dragomir", dijo sin pensar. "Frederick. Eric. André. Vasilissa Dragomir. ¿Sí?. Son los descendientes de... ¿Vladimir Dragomir?".

"Vladimir Draconia, en un principio. Pero sí. Los Dragomir -o al menos uno por generación-, debe estar acá. No sé si se transmite de generación en generación. Pero debe ser así".

"Eso lo tendrá que verificar Liza... entonces, ¿lo de Basili?".

"Lo conseguiré, y más si necesitas. Es hora de transparentar la verdad, y creo que tú eres esa portadora... ¿qué sabes del linaje dhampir de tu madre, o el moroi de tu padre?".

"Nada. Nací en...", y de pronto un chispazo.


Un recuerdo.

Algo, como un papel.

"Nací... ¿dónde nací, en realidad?, no lo sé. Pero... no acá. Y no en Escocia... Nací... Liza desbloqueó mis recuerdos, pero no vienen cuándo los busco... ¿un empujoncito?".

"Puede ser fuerte, siento de tierra también".

"Échele nomás. Ya estamos en eso...".


Y el Padre Andrews tomó su rostro y miró muy adentro, murmurando apenas; algo que sonaba a algún idioma desconocido, al menos para Rose.

Y de pronto, el papel que veía Rose se hizo más claro.

Sólo un poco.

Y oyó algunas palabras.

Spasibo, Roza.


¡Ruso!, era un pasaporte, ¡Y ella era rusa de nacimiento!.

Era lo que Janine Hathaway no quería que recordara... o en parte.

Era una regla no escrita, sobre todo aplicable a los dhampirs.

El que si naces en el país de una academia, o cerca de ella (¡O en ella!); ¡le perteneces a esa academia!.

Era como un censo permanente.


"¿Y bien?".

"Rusa. Nací en Rusia, aparentemente. Mi madre hizo a una usuaria borrar el recuerdo. Y debo tener doble pasaporte, así que; cuándo ella se vino, me trajo con el pasaporte escocés. Y nadie sospechó nada... ¿quién tendrá ese pasaporte original?, porque ya no tengo 4 años, Padre".

"En eso no podré ayudarte, me temo. Deberás escarbar por tu cuenta... los moroi somos celosos de nuestra información privada. Sobre todo cuándo los Alquimistas pueden acceder a ella".

"¿Quiénes?".

" Humanos metiches, que son nuestros intermediarios entre nosotros y los simples mortales, a los que queremos exterminar. O algo así. Claro".

"Nunca me hablaron de ellos".

"Porque los primeros niveles de los guardianes no tienen contacto con ellos. Sólo desde el Red Moon, que usualmente tienen a los cargos más... complejos. Tu madre, por ejemplo. Debe ser BM8, ¿cierto?".

"Si vive", se encogió de hombros.

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Y de pronto recordó algo.

"Padre, nos dijo que Sonya Karp usó sus conocimientos de la academia. Pero los bordes mágicos no son injerencia de los maestros moroi, ¿cierto?... ¿Padre, qué no quiere decirnos?".

"Sonya... amaba a un guardián. Aunque no era válido, los casé en privado. Sin testigos y sin boda civil, era nada. Pero todo para ellos..."

"¿Quién... es o era su esposo?, ¿Padre?, necesito saber que pudo haberle dicho... si es verdad que los strigoi pululan cerca de sus hogares, entonces Sonya Karp puede estar cerca nuestro".

"Mikahil Tunner. Él.. fue tras ella, y no la encontró. Fue castigado y enviado a la corte. No sé si seguirá activo".

"¿Y sabe si la información que él le diera fue cambiada o verificada?".

"Somos duros de mollera, los moroi. Así que no creo. Si no hace falta, ¿para qué la cambias?".

"Claro. Removieron el elemento débil. Pero la cadena ya fue dañada. ¿Sí?. Pueden haber más boquetes".

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"Tú eres SK, Rose. Tienes el poder de percibirlo. No cómo un moroi normal. Tú puedes pararte junto a las líneas y convocar a alguien que haya muerto. Si lo ves, si lo oyes, o si pasa... es porque ya no está cargada la magia. Si la capa de magia de tierra ha desaparecido, las otras se dilurán al poco tiempo".

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"Entonces deberé correr. Es demasiado peligroso que los boquetes sigan. La última de los Dragomir está acá. Y si cae..."

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"Caerá la academia. Es la misma sangre la que la sustenta, Rose".