Pov'Alastor.
Todo en su vida era absolutamente aburrido últimamente.
La falta de inspiración era una constante en su vida, hasta que vió a la extraña, honesta y divertida princesa.
¡Era una caja llena de sorpresas divertidas!
La observó dar el primer trago a su café, siendo deleitado por la expresión de pura felicidad que mostró la princesa al retorcerse por la
sensación de gozo que le daba aquel líquido caliente.
Notó como ella se llevaba una mano a su mejilla totalmente complacida.
Con un chasquido de sus dedos dejó el pan, los huevos y salchichas en la mesa. Elegantemente sirvió un poco para ella y él.
Comenzaron a desayunar juntos, en silencio. No obstante, no era porque a él no se le ocurrieran diversos y agradables temas de conversación, sino que, todo lo contrario, algo había llamado su atención más que tener una agradable charla con Charlotte.
Para su sorpresa lo que le había llamado su atención era la misma Charlotte, por mirarla se percató de la gracia que tenía al momento de comer, de cómo lentamente se llevaba un pedazo de pan para morderlo. Notó como sus puntiagudos y pequeños colmillos perforaban aquel pan.
Le hizo preguntarse cómo se sentiría sentirlos en su propia piel. Eran tan pequeños, pero se veían peligrosos cuando los veía desgarrar el pan de una manera tan majestuosa.
Tragó duro.
Se enfocó en su propio desayuno, bebió un poco más de su café.
-Amargo.- Pensó complacido.
Un ruido de tenedor chocando con el plato bastó para que enfocara nuevamente la atención en su socia.
La vió agarrar una salchicha con forma de pulpo.
La llevó a su boca y vió como arrancaba elegantemente la que se suponía era la cabeza de aquel octópodo. La lengua de Charlotte se lamió sus labios lentamente para limpiar los restos que quedaban ahí.
Alastor sintió algo extraño en su entrepierna, pero no le tomó la mayor importancia.
Peligro.
Fue la sensación que sintió en su espalda, sabía que debía dejar de mirar, pero no entendía por qué, qué era lo que le llamaba tanto la atención de su socia. No entendía, simplemente ella comía su desayuno.
Chasqueó nuevamente sus dedos y apareció un periódico en sus manos.
Sonrió complacido.
Observó su fotografía en la portada del periódico, con un interesante título.
¡EL DEMONIO DE LA RADIO, LA MISMÍSIMA ENCARNACIÓN DEL MAL!
¡LA TRANSMISIÓN QUE NOS RECORDÓ QUIÉN ES EL DEMONIO RADIÓ! Para leer más ir a la página 15.
Abrió el periódico en dicha página. Le gustaba lo que estaba leyendo.
-¿Pero qué-? -Escuchó a su socia hablar, así que su atención se fijó en ella pero no despegó sus ojos del periodico- Alastor me voy, explícale a los chicos el motivo de mi ausencia, por favor.
- Por supuesto, querida- Bebió su café, le gustaba lo que leía.
Pero también le gustaba como SU nombre salía de los labios de su socia.
Con un chasquido hizo que su sombra se mezclara con la de su compañera. Otro chasquido más y le puso un conjuro que aprendió cuando estaba vivo para que no fuera detectada.
Le intrigaba lo que ocurriría en aquella reunión, no quería que NADIE se interpusiera entre él, sus juguetes y los planes que tenía para estos. Y si ese fuera el caso debía averiguar lo que pasaba para estar preparado en todos los posibles escenarios.
Se había confiado un vez, y no volvería a cometer el mismo estúpido error nuevamente.
-Buenos días fresita -Saludó Angel, sacándolo de su ensoñación.
-Buen día mi amigo.
-Que raro verte aquí solo, siempre a esta hora está Charlie.-Comentó sentándose a desayunar.
-Si, tuvo que hacer unas cosas y salió.-Comentó cambiando la página del periodico.
-¿Charlie salió sin avisarme? -Preguntó apareciendo Vaggie con el resto de los chicos.- ¿A dónde fue?
-Hey, cálmate plana.- Le decía Angel- Eres su pareja no su puta niñera, la princesita es bastante grande.
-Angel tiene razón. -Comentó Husk ya sentado en su sitio dándole una gran mordida a su pan.- Charlie quizás fue comprarte chocolates o flores, sabes que le gusta hacer esa mierda contigo- suspiró- simplemente relájate.
-Los chicos tienen rzón Vaggie -Nifty le servía a Vaggie huevos y salchichas- Desde que terminó el exterminio te veo más sobreprotectora con Charlie, pero te olvidas de ti misma Vaggs.
Alastor levantó una ceja, Nifty siempre le sorprendía.
Vaggie suspiró.
-Si... tienen razón, a veces me pasó un poco. -Tocó el hombro de Nifty- Gracias. -Sonrió.
-¡Qué gran charla tienen! -Sonrió ampliamente Alastor, demostrando que él sabía algo y ellos no.
-Oh, no -Dijo Husk- Conozco esa sonrisa, déjate de mamadas y cuenta qué sucede.
-¡JA JA! -Rió divertido Alastor- Tan perspicaz como siempre mi estimado Husk.
Todos los presentes lo miraron con curiosidad.
-Lucifer llamó a Charlie, tienen una reunión con los del cielo exclusivamente SOLO para ellos dos.- Miró su reloj de bolsillo eran las 10:30- Justo en este preciso momento.- Tenía una amplia sonrisa.
Un silencio sepulcral inundó en el lugar.
Todos se sintieron nerviosos, menos Alastor que le divertía el ambiente tenso de sus compañeros.
¡Qué divertidas eran estas criaturas!
Pasado un momento todos se fueron a la sala de estar del hotel, menos Nifty que quedó lavando los trastes del desayuno
Vaggie se daba vueltas por aquel salón, se notaba impaciencia en la chica, lo cual divertía de sobremanera el demonio radio.
Ya imaginaba que la polilla debía pensar que la pobre de Charlie iba temerosa, sola, con miedo y la cereza del pastel era que ella no se encontraba a su lado.
Rió internamente, él no le contaría sobre que ÉL había calmado a Charlotte, dándole toda la confianza que ella no le había dado en varias ocasiones.
¡Oh, que complacido se sentía!.
Todos en ese hotel eran libros abiertos que él disfrutaba leer.
Angel y Husk jugaban cartas, ellos estaban en su propio mundo.
El comenzó a tocar en el piano la canción de synthesia, quería que el ambiente fuera aún más divertido, para él, claro. Sacar de sus casillas a la chica de pelo platinado le divertía bastante.
Veía que Vaggie ya estaba perdiendo el poco autocontrol que le quedaba.
-¡AAAHG, MALDITO CABRÓN DE MIERDA! -Gritó furiosa.
Alastor rió, por lo que había visto a través de su sombra, Charlotte estaba bien, bastante bien y se había enterado de unas cosas bastante interesantes, pero eso era algo para él, no quería darle calma a aquella mujer, menos a ella.
Sacó su lanza apuntándole. Sin embargo fue interrumpida porque la puerta principal del hotel fue abierta.
Dos personas con cabelleras rubias entraban al hotel.
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¡Hola!
Nuevamente aquí Rina.
El capítulo es algo corto, pues aún no vuelvo a casa HAHAHA. Escribir de un celular y no de un computador no es tan cómodo.
También quería decir algunas cosas.
¿Se dieron cuenta que el desayuno fue muy diferente bajo la perspectiva de Charlie y Alastor?
Si fue así, que gran observadores son y sino, será para la próxima HAHAHA. Bien, eso es porque para nuestro Alastor simples cosas que antes no eran importantes o pasaban desapercibidas para él, ya no, es como un adolescente HAHAHA.
Iré poniendo cositas así.
Además, aclarar, ¿Por qué el hechizo no lo ha vuelto un maldito semental ya? Pues, es Alastor, no tiene habilidades en lo romántico, será un poco lento y también iré a futuro explicando bien el hechizo, ya que Vox no se quedó en el primer capítulo a escuchar todo, que rufián.
Creo que ya dije todo lo que quería decir.
¡Quiero agradecer a todas las hermosas personitas que me dejan un comentario! Le sacan siempre una sonrisa a esta escritora aficionada.
Con cariño, Rina. (ノ◕ヮ◕)ノ。・゚゚・✧
