Pov's Charlie
Sentía que una llama estaba ardiendo dentro de su pecho, lo que antes había sido una leve chispa que con todas sus fuerzas cuidó para que no se extinguiera ahora era una llama abrasadora que le recorría todo su cuerpo dándole confianza.
Sonrió con una nueva esperanza.
Se despidió junto con su padre de Sir Pentious y de Emiliy, fue tan agradable verlos. Fue como si toda la energía que había perdido estas semanas volviera a su cansado cuerpo. Cada gota de esperanza que había perdido se había renovado, ahora ella era más fuerte, más decidida, sabía que no estaba en un error, si era posible su "alocada" idea.
-Manzanita -Habló Lucifer cuando la proyección de los otros dos desapareció.- Estoy muy orgulloso de ti.
La abrazó, un abrazo dulce, tierno y cálido. Charlie le correspondió gustosa.
-Gracias papá. -Sonrió.
-También, disculpa a este tonto padre -La soltó mirándole arrepentido- No te escuché, no te apoyé, cometí el mismo estúpido error del mio. -Suspiró- Un buen padre desde el inicio debería haberte apoyado.
Lucifer abrazó su propio cuerpo.
Charlie puso su mano en su hombro.
-Te disculpo papá- Le sonrió- Actuaste así porque me amas, y ahora puedo verlo. -Apoyó su cabeza en el hombro de su padre- Aparte, me apoyaste desde antes, peleaste por mi, eres diferente a tu padre, papá.
Lucifer sonrió. Y beso la frente de su manzanita.
-Vamos a tu hotel hija, tus amigos estarán encantados por la noticia.
Unos momentos más tarde ya estaban frente a las puertas del hotel.
Charlie abrió contenta, invitando a entrar a su papá.
Lo primero que observaron sus ojos fueron a Vaggie apuntando con su lanza a Alastor.
-Deja Vu- Pensó Charlie.
-Que... interesante son tus amigos Charlie. -Mencionó Lucifer sin saber qué decir.
-H-Hola chicos- Saludó Charlie apenada, a veces los comentarios de su papá aun la ponían nerviosa.
-¡Charlie! -Gritó Vaggie botando su lanza y corriendo a los brazos de sus amada, dándole un tierno abrazo.
Un leve ruido de estática de radio se escuchó en el aire, pero fue tan corto que pensó que fue su imaginación.
Últimamente sentía mucho ese ruido, le parecía curioso.
Correspondió el abrazo de su novia y la soltó suavemente.
-Creo que estabas preocupada- Rió con ternura.
-¡Claro que sí! -Gritó preocupada- Te conozco Charlie, tus nervios, miedos, me imagino lo nerviosa que ibas... y no pude estar ahí para ti.-Su mirada se encontraba decaída.
-Jajaja -Charlie rió conmovida- Si, lo estaba, pero Alastor me ayudó bastante a calmar mi ansiedad- Tocó el hombro de Vaggie con ternura- Así que espero con esto darte tranquilidad.
Charlie mencionaba esto de una forma inocente para que su novia no se sintiera mal, sin embargo, no se percató del peso que tenían sus palabras para cierto par de individuos.
Vaggie sintió un leve dolor en su pecho, como una leve puñalada. No fue ella quien le dio paz a su chica.
Alastor en cambio, sintió una satisfacción por la situación, sonrió ampliamente. Oh, la dulce princesa, sin la intención de serlo era una dama malvada.
Alastor sonrió profundamente.
-Ya, basta de tanta cursilería - Angel les miraba con cara de corten esa mierda.- Queremos saber qué mierda pasó, Charlie.
-Angel tiene razón, princesa-Husk habló- Alastor no dijo mucho- Miró de reojo a Alastor.
-¡No sabía más! -Alastor rió- Dije tal cual lo que Charlotte me pidió decir, ni más, ni menos.- Levantó sus hombros sin culpa.
-Si, la verdad ni papá ni yo sabíamos de qué trataba el asunto.
Todos miraron a Lucifer el cual asintió, moviendo su mano en señal de saludo. Educadamente todos devolvieron el saludo menos Alastor, que sólo asintió con la cabeza con su sonrisa habitual.
Charlie comenzó a narrar todo lo que había ocurrido en ese cuarto, desde que apareció Emily, Sir Pentiuos y la condición que el cielo había puesto para que entraran los redimidos.
Todos estaban presentes en ese momento, escuchando atentamente todo lo que les comunicaba Charlie. Sintiéndose sorprendidos por las nuevas revelaciones con las que había llegado la chica de cabellera rubia.
No podían creer que realmente un demonio había logrado redimirse, y menos podían digerir que el primero fue Sir Pentiuos, todos se sentían en shock.
Vaggie salió del trance después de escuchar todo eso.
-Charlie... ¡Lo lograste! -Le sonrió Vaggie.
-¡Felicidades princesita! -Angel aplaudió con entusiasmo.
-Wow -Husk sentía que su mandíbula estaba a punto de tocar el suelo- ¡Tu maldita idea fumada si funcionó Charlie! -Sonrió- ¡Felicidades!
-Wow, el chico malo, era aún menos chico malo de lo que pensaba -Dijo Nifty decepcionada- ¡Pero felicidades Charlie!
Alastor se deslizó por su sombra llegando frente a ella.
Puso ambas manos en las mejillas de Charlie y las apretó.
-Te lo dije, Charlotte. -Sonrió suavemente- Los límites solo los ponemos nosotros.
-¡Hey, no la toques! -Gritaron Vaggie y Lucifer al unísono.
Alastor sonrió divertido mostrando sus puntiagudos dientes.
Apretó por última vez las mejillas de la chica, y se deslizó nuevamente a su lugar anterior.
Charlie rió entretenida, mientras acariciaba sus mejillas.
-¡Gracias a todos chicos!
-¡HOY SE CELEBRA A LO GRANDE- Angel gritó emocionado.
-¡Vamos todos al bar del hotel! -Husk iba sonriendo mientras se acercaba a la barra.
-Son las 15:00 pm chicos, primero el almuerzo y después a jugar. -Nifty los reprochó.- No cociné en vano.
-Si mamá Nifty- Dijo Husk rodando los ojos.
-Manzanita, te dejo con tus amigos, aun tengo cosas que hacer en el castillo. -Lucifer besó la frente de su hija.
-Nos vemos papá- Charlie le dio un apretado abrazo.
Todos se dirigieron al comedor para tener un grato almuerzo que preparó la pequeña cíclope.
Existió una grata conversación. Luego alrededor de las 18 de la tarde Charlie siguió a sus amigos al bar a pasar un grato momento.
Alastor con un chasquido de sus dedos puso música de jazz para darle un toque al ambiente.
Husk comenzó a hacer un show de magia con cartas. Todos miraban maravillados cómo podía hacer aparecer y desaparecer las cartas, el cómo adivina que carta había salido anteriormente cuando los hacía elegir una.
El contaba que era algo que aprendió cuando estaba vivo.
Luego de su espectáculo comenzó a preparar tragos para sus amigos.
Vaggie se sentía muy feliz por Charlie, pero una parte de ella se sentía molesta porque Alastor le quitaba a veces el lugar que le pertenecía a ella siendo el apoyo de su novia.
Decidió beber whisky, quería borrar de su pecho ese incómodo sentimiento que estaba teniendo.
A pesar de eso, ella conversaba emocionada con Charlie y Nifty.
Contaban algunas anécdotas graciosas que les habían pasado anteriormente.
-Y así fue como casi muero por segunda vez por pelear contra esa mamá araña infernal de 50 centímetros que estaba en la casa se Husk.- Nifty sonrió macabramente- Con su cuerpo sus hijos supieron lo que era el verdadero terror antes de que los matara uno por uno con mi aguja HAHAHAHAHA- reía desquiciadamente.
-Nifty, te he dicho que no cuentes la historia de cómo mataste a mi mascota Josephine. -Husk tomó un gran trago de su licor- Era una gran amiga.
-Casi te hace su desayuno, Husk, ella esperaba que engordaras para comerte y darle comida a sus crías- Nifty le miraba con desaprobación.
Charlie y Vaggie se miraron mutuamente, era verdad lo que contaba la cíclope, se rieron un poco incómodas, para luego estallar en una carcajada, pensaban sobre lo extrañas que eran las aventuras de Nifty.
-Hey, esa araña casi se atreve a comerte, pero primero debo hacerlo yo, cariño- Angel le guiñó un ojo a Husk.
-¡Já! -Rió Husk- al parecer tendré que tener cuidado de otra arañita- Se escuchó como soltaba un suave ronroneo.
Angel lo tomó de la mano y se lo llevó a la pista de baile.
-¡Vaggie vamos nosotras también! -Charlie le miró con estrellas en sus ojos.
-Si Charlie -Dejó su ya cuarto vaso de whisky en la mesa- Solo déjame descansar un poco, creo que me maree un poco- sutilmente dejó su cabeza en la barra y comenzó a dormir.
Charlie la miró divertida, iba a cargarla en sus brazos para llevarla a su habitación cuando cierto demonio le tocó su hombro.
-Oh, no querida, permíteme a mí- Alastor con un chasquido de dedos hizo desaparecer a Vaggie.
-Alastor... -Charlie le miró desconfiada.
-¡JA JA JA! -Rió el demonio rojo- Que mirada tan atrevida-Tocó suavemente una de las mejillas de la chica apretándola- Solamente la envié a su cuarto Charlotte, durmiendo en su cama, sólo te vi en un apuro y quise ayudar, querida.- elegante sostenía firme su bastón en el suelo.
Charlie bufó divertida.
-Gracias Al... -Le sonrió tomando un sorbo de su piña colada, era su primer trago y el último, no era muy buena con el alcohol.
El contrario le estiró suavemente la mano.
-¿Alastor? -Preguntó levantando su ceja.
-¿Me permitiría esta pieza? My demon belle -Hizo una leve reverencia mientras aún estiraba la mano hacia Charlie.
Charlie le observó divertida.
-Sería un verdadero placer, querido. -Puso suavemente su mano sobre la de Alastor, mientras le imitaba.
Este gentilmente la atrajo frente a él.
Con un chasquido de dedos puso una música más animada, comenzó el baile haciendo girar a Charlotte suavemente.
Esta rió divertida.
Ella puso su mano en el hombro y con la otra sostenía la mano del contrario.
Alastor suavemente sostenía la pequeña cintura de la fémina.
Movían sus pies al compás del otro, como si toda la vida hubieran ensayado juntos.
Charlie sentía una gran diversión. Alastor la tomaba en el aire como si ella fuera una pluma tan ligera. Él la acercaba a sus brazos y la dejaba ir tan elegante.
Daban pequeños saltos al compas de la música, como si aquellos pies tuvieran vida propia.
El la hizo girar sobre su espalda. Ella reía encantada.
Tomó la iniciativa y ahora ella era quien le hacia girar a el, para luego girar ella.
Alastor la miró como siempre con una amplia sonrisa, la diferencia ahora era que levantó una ceja divertido.
De manera imprevista la hizo girar enrollándola dentro de sus brazos.
Charlie sintió la respiración de él en su nuca. Sintió que su piel se erizó.
Rápidamente la hizo girar desenvolviéndose.
Nuevamente la tomó en sus brazos y la lanzó en el aire para atraparla.
La canción ya casi terminaba.
Él le hizo girar por última vez, y suavemente la tiró para atrás para terminar el baile.
Ella quedó nuevamente con una pierna en el aire.
La diferencia era que ahora él tenia una mano en su cintura y la otra en su muslo para dar un mejor agarre, sin dejarla caer.
Ella tenía un brazo elevado, y con el otro tomaba el cuello del contrario para no caer.
Ambos se miraron fijamente, habían terminado con sus rostros frente a frente, rozando ambos la nariz del contrario con la propia.
Charlie abrió sus ojos con sorpresa.
-Un beso esquimal- Pensó levemente sonrojada.
Alastor sonreía con profundidad, era una sonrisa galante, el demonio rojo era bastante atractivo, peligroso, pero ella suponía que ni él mismo se daba cuenta de su encanto.
Sus ojos carmesí eran bellos, pensó Charlie, se veía adorable el como sus cabellos rojos caían suavemente a su rostro.
Sólo fueron unos segundos, pero Charlie los sintió una eternidad.
El suavemente los incorporó y soltó a la chica.
Ella vio cómo él miraba una de sus manos, para luego fijar su vista en ella nuevamente. Otra vez tenía esa mirada de poker, enigmática como siempre.
-¡Excelente baile, querida! -Alastor aplaudió.- Sin duda alguna, es un placer bailar a tu lado.
Charlie rió, sin querer se sentía un poco nerviosa después del pequeño acercamiento.
Pensaba que el licor le había pegado fuerte, por eso ella no bebía, era altamente intolerante.
-El placer fue todo mío- Rió Charlie- ¡Bailar es una de mis pasiones!
Alastor sonrió.
Nuevamente hizo una reverencia frente a la chica estirando su mano.
-¿Entonces le concedería otra pieza a este pecador?My demon belle.
Charlie rió nuevamente, para volver a tomar esa atrayente mano que se encontraba frente a ella.
-Sería un placer.
Nuevamente él la atrajo sobre sí mismo, para comenzar a bailar junto a la dama.
Sin que nadie se diera cuenta, sin que nadie lo pensara, ambos demonios adoraron bailar juntos, como si siempre hubieran estado destinados a seguir el compás del otro.
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