Pov's Charlie

Los latidos de su corazón se calmaron.

Su atención se enfocó totalmente en lo que Vaggie le comentaba.

Alastor chasqueo sus dedos e hizo aparecer una nueva silla para Vaggie, aunque no se llevaran bien, él nunca dejaba de ser un caballero, eso le agradó a Charlie.

-Cuando subiste a tu cuarto, mi celular no dejaba de sonar- Sonreía- Empecé a ver y eran notificaciones del correo electrónico que creamos del hotel.

Sacó su móvil y le mostró todas las preguntas que comenzaron a llegar.

Muchas eran del horario del hotel, si recibían gente los domingo, si es que había cuartos disponibles, etc.

Vaggie daba respuestas concisas.

-Recibían gente de lunes a sábado de 09:00 am hasta las 19:30 pm, pues el domingo descansaban y sólo atendían a los miembros del hotel.
-Había un total de 100 cuartos para huéspedes que se compartían entre dos personas, pues existía dentro 2 camas separadas.
-Se realizaban actividades grupales como terapia para la redención.

Vaggie le contaba a Charlie que envió ese correo a todos los interesados.

Se encontraba extremadamente feliz, pues, nunca habían utilizado el correo, hasta la verdad ya había olvidado la existencia de este. Por el poco uso, ella manejaba casi siempre en silencio su móvil.

Lo busco dentro del cajón de su mesita de noche y vio que tenía muchas notificaciones del correo, Vaggie tenía toda la razón.

-¡Qué felicidad chicos! -De la emoción había comenzado a aplaudir.

Se levantó a su escritorio y sacó un montón de hojas con ideas que ella había anotado.

Alastor y Vaggie la miraban con total interés.

-¡Creo que es hora de que hablemos de los talleres! -Charlie tenía estrellas en sus ojos.

Pasaron horas mientras ella les comentaba sus ideas.

Alastor estaría aún a cargo de sus responsabilidades de la contabilidad del hotel, registrar a los huéspedes y sobre todo de la seguridad dentro de este. Adicionalmente, se le agregaría la misión de estar con Charlie en los primeros talleres que ella haría, pues le enseñaría a unas sombras a imitarla para que no sólo ella diera los talleres y pudiera descansar de vez en cuando.

Ella haría talleres en los que se mezclara el arte para sacar frustraciones, miedos, lamentos, y transformarlos en cosas positivas que los ayuden a dejar ir esas cadenas que los retenían aquí. Además, talleres en donde se den enseñanzas como los límites, el respeto, el amor.

Vaggie se encargaría de los talleres en donde se fortaleciera la confianza entre ellos, donde la hermandad los ayudaría a sobrevivir. Adicionalmente daría lecciones de defensa personal en caso de que en el exterminio deben nuevamente defender el hotel en caso de que cuando se cumpla el año aún existan algunos que no puedan redimirse.

Husk seguiría con su labor en el bar. Nifty seguía encargada de la limpieza del hotel y los cuartos, con ayuda de algunas sombras de Alastor si es que llegan a tener muchos huéspedes.

Alastor se encargaría de realizar las comidas con ayuda de sus sombras, el específico que no confiaba en contratar a alguien externo para realizar sus comida, pues, tenía bastante enemigos.

Charlie con la anterior confesión sintió algo cálido en su pecho, él siempre comía o bebía todo lo que ella le daba.

Cuando terminaron su improvisada reunión ya era casi de noche, Nifty los llamó a cenar.

Cenaron con calma, explicando a sus amigos todo lo que ya habían conversado.

Todos estaban de acuerdo, hasta Angel estaría encantado de participar en esos locos talleres que decía Charlie.

Se despidieron y cada uno se fue a su habitación.

Charlie llegó a su cuarto, se dio una ducha rápida y se puso su pijama, se sentía agotada.

Golpearon su puerta, fue a abrir, para su sorpresa era Vaggie.

-Hola cariño. -Vaggie le saludó tímidamente.

-Hola amor .-Charlie le sonrió.

-¿Esta noche puedo dormir junto a ti? -Un sonrojo se formó en el rostro de la más pequeña de altura.

-¡Estaría encantada!

Vaggie rió contenta.

-¡Genial! Me iré a poner el pijama y vengo.

Pov's Vaggie

Rápidamente Vaggie se fue a su habitación a cambiarse de ropa.

Llevaba semanas sin poder dormir con su novia, y tampoco habían podido tener sexo.

Abrió su armario y sacó el baby doll favorito de Charlie, era uno blanco con tela transparente y bordados en alguno lados, parecía un lindo vestido que no dejaba mucho a la imaginación. Se puso su bata rápidamente y se dirigió al cuarto de su novia.

Entró esta vez sin golpear.

Grande fue la sorpresa de esta al encontrarse a Charlie cómodamente durmiendo en su cama.

Suspiró para luego sonreír.

Se sacó la bata, decidió dormir a su lado, ella entendía que Charlie tenía demasiado peso sobre sus hombros y ella no quería ser uno más para ella. Le deseó las buenas noches, esperaba que lograra descansar bien, mañana tenía el presentimiento de que sería un día muy ajetreado.

Pov's Charlie

Charlie despertó a las 7 por su alarma que había alcanzado a poner antes de quedarse dormida el día anterior, la apagó y dejó una a las 08:00 am para que su novia despertara.

Se dio una ducha rápida y se vistió con su vestido rojo. Se ató su cabello en una coleta alta.

La vio dormir tranquilamente, sonrió.

Bajó rápidamente a realizar el desayuno, cuando entró a la cocina se encontró a Alastor cocinando mientras tenía una relajante música de Jazz.

Se dio cuenta que tenía casi todo listo, huevos, tostadas, tocino, jugo y café.

El se encontraba friendo un poco más de tocino, lo identificó por el olor. Ella le miraba su espalda, sus movimientos se veían elegantes, como si de un chef se tratara y ella bien sabía cómo era. Lucifer siempre llevaba al castillo a los mejores chefs que caían de la tierra. Alastor parecía uno de ellos.

-Sé que soy maravilloso, pero siento como tus ojos taladran mi nuca, dulzura.

Charlie se sobresaltó, la cocina no tenía puerta entonces no había hecho ningún ruido al andar.

-J-JA JA- rió apenada- Lo siento, quedé impresionada de que todo esté listo.

-Si, soy un hombre encantador. -Apagó la cocina.

Vació los tocinos en un plato que tenía varios.

Se acercó a Charlie que aún estaba en la puerta, suavemente le estiró la mano.

-¿Al? -Levantó la ceja curiosa.

-Este pecador no se levantó temprano por nada- Hizo una leve reverencia manteniendo su mano estirada- ¿Me concedería esta pieza, mi demon belle?

Charlie rió, mientras tomaba la mano de su socio.

-Claro que si.

Él la atrajo firmemente cerca suyo, sintió como la mano que puso en su cintura se sentía más posesiva que la primera vez que bailaron.

La hizo girar cuando comenzaron a bailar, sus ojos quedaron frente a frente, veía un nuevo brillo en los ojos de Alastor, no supo identificar la nueva emoción que se encontraban en estos.

Sus pasos se movían en un ritmo similar, le encantaba dar todo de sí en su baile. Vaggie nunca bailaba así con ella, siempre debía ir a un ritmo más lento para no marear a su novia. No obstante, Alastor la hacía sacar todo el ritmo que ella escondía, sentía una libertad que le resultaba tentadora.

La tomó y la hizo saltar en el aire, su vestido se movía con cada paso que daban, le encantaba la complicidad que tenían al bailar.

Sintió como la mano de Alastor en cada movimiento de baile terminaba en un lugar diferente, la sintió en su espalda, su muslo, su cintura, cadera... Sentía una extraña sensación en las partes que le tocaba, pero pensaba que era la emoción por el baile. Ella amaba bailar.

El baile casi terminaba, dio el último giro terminó con una pierna enredada sobre el muslo de Alastor, la otra estirada hacía atrás tocando el suelo, y ambos quedaron frente a frente chocando sus narices.

Sonreía encantada, todo fue tan divertido.

Duraron unos segundo más mirándose.

Hasta que unos aplausos los sacaron de su burbuja.

-¡Jefe eso fue tan genial! -Nifty daba pequeños saltitos mientras aplaudía.

Ambos se soltaron lentamente y se giraron a mirar a la pequeña cíclope.

-¡Yo sabía que el Charlastor sería canon! -Dio un par de giros mientras se iba a sentar en su lugar de siempre a la mesa.

-¿El qué..? -Preguntó Charlie.

Alastor la miró y negó con la cabeza mientras levantaba sus hombros. Ella inmediatamente entendió la indirecta de que era mejor no meterse en los asuntos de la pequeña diablilla.

Charlie rió, decidió que era momento de ocupar su lugar en la mesa, se dio cuenta que el asiento a su lado fue ocupado por Alastor.

Luego de un rato fueron llegando todos a desayunar, Vaggie miró con el ceño fruncido a Alastor, pues había ocupado su lugar.

Alastor la miró sonriendo profundamente mostrando sus afilados dientes.

Vaggie Bufó y se sentó al lado de Nifty.

Desayunaron conversando animadamente.

Nifty dijo que se encargaría de lavar la loza, Alastor chasqueó sus dedos y todo quedó impecable. Todos fueron a la sala de estar del hotel.

Casi eran las 09:00 am. Charlie miraba ansiosa el gran reloj del salón, hasta que sintió como golpeaban la puerta. Fue a abrir la puerta completamente ansiosa. Su sorpresa fue inmensa cuando vio que había afuera al menos unos 50 demonios esperando afuera del hotel.

Entraron como una estampida, la empujaron como si entrar a ese hotel los salvaría de algún ser maligno que los seguía. Era como si un náufrago viera una isla en la cual podía tocar al fin tierra firme.

Estuvo a punto de caer, pero unas fuertes manos sostuvieron su cintura. Levantó su vista, era Alastor que la tenía fuertemente sujeta y ambas manos quedaron pegadas a su pecho.

Vio como los cuernos de su socio crecían.

-Charlotte.- Su voz no tenía su clásica estática de radio, se escuchaba firme y masculina.- My demon belle, cubre tus oídos ya. -La miró con sus ojos negros.

Ella rápidamente hizo caso, aunque quedó un poco embobada por su voz. Sus amigos al ver lo que ella hacía la imitaron de inmediato.

La soltó con una mano y golpeó fuertemente con su bastón el suelo, una magia verde salió junto a un ruido fuerte de estática de radio llenando así la habitación.

Charlie vio como todos los pecadores que habían entrado cayeron de rodillas tapándose sus oídos.

-¡Bienvenidos al Hazbin hotel! -Alastor había vuelto a la normalidad, con su típica voz con sonido de radio. - ¡Espero disfruten su estadía aquí! -Alastor sonrió mostrando sus afilados dientes.- Ahora quiero que todos sean unos buenos niños y niñas, y formen dos filas en frente de ese mesón para registrarse, una de hombres y la otra de mujeres.

Alastor soltó suavemente a Charlie.

Ella le agradeció en voz baja.

Charlie dejó libre su verdadera forma demoníaca.

-¡Bienvenidos al Hazbin hotel! -Saludó de manera elegante- Es totalmente encantador recibirlos, pero como dijo mi socio deben ser unos buenos niños y niñas.

Hizo aparecer su tridente y se apoyó en él.

-Primera lección dentro del hotel -Sonrió alegremente mientras seguía en su forma de demonio, levantó un dedo. -Respetar las casas ajenas y su lugar en la fila.

Levantó otro dedo.

-Dos, no pelear por su lugar. -Dejó escapar levemente su aura demoniaca- Tienen 5 minutos. -Terminó de decir lo último con una sonrisa.

No le gustaba utilizar su aura, pero ya no se dejaría pasar a llevar por nadie. Ella iba muy en serio con redimir almas. Aunque le doliera utilizar su autoridad lo haría, ella era la jodida princesa del infierno.

Más rápido de lo que esperaba se fueron ordenando en la fila de manera muy tranquila, sólo un par de demonios dejó el hotel indignados, pero la mayoría se quedó ahí.

Quedó asombrada porque hasta susurros donde pedían disculpas escuchó.

Sonrió contenta y volvió a su apariencia normal.

Sus amigos la veían sorprendidos, Alastor simplemente se veía totalmente divertido por la situación.

Se acercó al mesón para comenzar a registrar a los nuevos huéspedes. Preparó 2 notebooks, ella estaría en uno anotando a las chicas y Vaggie en el otro a los chicos.

Cuando los registraba formó parejas de chicas o chicos, les entregaba sus llave con el número de habitación que les correspondía.

Indicaron que a las 13 todos se reuniriían en el salón y debían bajar, pues Alastor junto a Charlie les harían un tour por el hotel.

Terminaron de registrar a todos casi a las 13:00, el total de pecadores era de 56, en total 28 habitaciones fueron ocupadas.

El tour fue muy práctico, les mostraron el comedor que usaban los huéspedes, la sala de recreación que incluía el bar, la piscina, las salas donde se harán los talleres, la sala de música.

Alastor junto con Charlie explicaban las normas del hotel.

1.- No usar el hotel de motel.

2.- No consumir drogas dentro de este.

3.- No pelear dentro de los recintos del hotel.

4.- Creer en las segundas oportunidades.

Algunos residentes pusieron caras de sorprendidos, pero suspiraron, al fin y al cabo ellos habían llegado a buscar la salvación.

La noche rápidamente llegó, Charlie estaba agotada, era increíble como se volvía animado el hotel con tanta gente. Se puso el pijama rápidamente y cayó rendida a los brazos de Morfeo.

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