REVENGE

~Capítulo 13~


Un nuevo día comenzó, en el cual la familia Ishida, mejor dicho, las mujeres de la familia Ishida estaban despertando para comenzar sus actividades diarias, o al menos eso intentaban, ya que tanto Sora como Izumi y Rika estaban con ¡cero ánimo!

—Buenos días.— Musitó Nene al ingresar al comedor.

—Buenos días.—Respondió Izumi sin mucho ánimo.

—Buenos días, hija.— Contestó Sora.

Rika simplemente se mantuvo en silencio no tenía ánimos de responder.

—¿Por qué esas caras?— Preguntó la castaña mientras tomaba asiento— ¿Ocurrió algo?

Sora y Rika intercambiaron miradas ante esto, Izumi simplemente se mantuvo en silencio.

—No es nada.— Respondió la rubia, bueno en realidad mintió, ya que no quería dar la razón de su mal ánimo.

Nene tomó asiento en una silla— ¿Dónde está nuestro padre?

Izumi observó el lugar— Mmmm...No lo sé.—Comentó—¿Llegó a dormir anoche?

Sora hizo una mueca ante esto, Rika rápida y sigilosamente intercambio una mirada con ella.

—Buena pregunta.— Respondió Nene— Anoche llegué tarde y él no estaba.—Comentó—Y ahora no está en casa.

—Debería estar aquí ¿no?— Comento la rubia.

—É-él tenía trabajo por hacer.— Sora se apresuró a decir— Por eso se quedó empresa.

—¿En la empresa?— Cuestionó Izumi— Hoy es Domingo ¿por qué tendría que estar allá trabajando hoy?

Sora bajó la mirada: —Era mucho trabajo, no lo podía posponer.

—Que extraño, a mí no me dijo nada...—Musitó la mayor— Además, si así hubiese sido ¿por qué no trajo el trabajo a casa? generalmente es trabajo online o asincrónico, tiene todos los archivos e informes en su computadora, podía terminar su trabajo aquí, en su hogar.

—Este ya no es su hogar.— Murmuró Rika.

Izumi y Nene voltearon hacia ella, sorprendidas.

—¿Por qué dices eso?— Preguntó la oji-verde.

—¡Por nada!— Sora se apresuró a responder— Por nada.

Rika se mordió el labio inferior.

Acaso ¿su madre le cubriría las espaldas a su padre?

—Yamato simplemente necesitaba espacio y por eso no llegó.— Respondió la hija de Toshiko— Eso es todo.

—Sí ¿cómo no?— Musitó Rika con ironía.

Sora fulminó con su mirada a su hija menor.

Las mellizas intercambiaron miradas ante esto, por alguna razón, tanto su madre como su hermana no tenían buen rostro, parecían tristes y enojadas.

¡Ding, dong!

Justo en ese minuto la puerta sonó.

—Layla, ve a abrir, por favor.— Rogó la esposa de Yamato.

La ama de llaves asintió y caminó salió del lugar.

—¿Qué te ocurre Rika?— Izumi le habló a su hermana— ¿Por qué estás malhumorada hoy?

La pelirroja simplemente se mantuvo en silencio.

—¡Ey! Responde.—Musitó Nene— ¿Qué te sucede jovencita?

Sin embargo, Rika no pudo responder, ya que al lugar ingresó cierta mujer de cabello lilas y anteojos.

Todas reconocieron a Miyako, la asistente de Sora, quien venía apresuradamente, con una expresión de preocupación en el rostro.

—Buenos días Miyako.— Saludó Sora.

—¡Nada de buenos!— Exclamó la pelilila sorprendiendo a todas.

—¡Ey! ¿Qué te ocurre?— Preguntó Nene sorprendida.

—¡Vi la noticia!— Respondió Miyako— Está en todos los medios ¡No sé que hacer! Me ha llegado muchas llamadas...—Habló—Sora, dime ¿qué debemos hacer?

La Takenouchi alzó una ceja sorprendida de esto— ¿Noticia?— Cuestionó— ¿Qué noticia?

—¿Por qué estás tan alterada, Miyako?— Preguntó Izumi.

Miyako alzó sus cejas sorprendida— Acaso ¿no saben?

—¿Saber?— Cuestionó Sora—¿Saber, qué?

—¿Cómo no saben?— Preguntó— ¿No han visto las redes sociales?

Sora hizo una mueca, su celular estaba completamente destruido luego de lanzarlo hacia la pared, y el día anterior no tuvo ánimos para revisar su laptop, mucho menos ver televisión.

—Es Domingo, Miyako.—Respondió Izumi— Tenemos el ritual de no utilizar redes sociales el día Domingo porque es día familiar.

—¡Muy mala idea!— Exclamó la mujer de anteojos—¡Tienen que ver esto! —exclamó con su voz llena de urgencia.

Fue así como sacó de su bolso su tablet, deslizó sus dedos en ella y a los pocos segundos, mostró la pantalla donde había una noticia y a un costado, un canal de televisión donde se estaba trasmitiendo la noticia de la misteriosa desaparición de las modelos que participaron en...

¡La compañía Takenouchi Style!

Sora e Izumi se acercaron con urgencia a la pantalla para ver esto.

Las modelos que habían desfilado para ellas en el último evento estaban en la pantalla, pero no en el contexto que esperaban. El presentador del noticiero informaba sobre la misteriosa desaparición de varias modelos prominentes de la industria de la moda, incluidas aquellas que habían trabajado recientemente con Izumi y Sora.

Izumi y Sora intercambiaron miradas de consternación mientras absorbían la impactante noticia. La preocupación se apoderó de ellas mientras se daban cuenta de la gravedad de la situación.

—¿Qué demonios está pasando? —murmuró Izumi, su voz llena de preocupación y confusión.

Sora apretó los puños, su mente girando mientras trataba de procesar la noticia.

—No lo sé, pero necesitamos averiguarlo lo antes posible —dijo Sora con determinación—. No podemos permitir que nuestras modelos estén en peligro.

Izumi asintió con firmeza, su mente ya trabajando en un plan de acción para abordar la situación.

—Tienes razón, Sora. Vamos a hacer todo lo posible para encontrar a nuestras modelos y asegurarnos de que estén a salvo —dijo Izumi con determinación—. Esta es nuestra responsabilidad como diseñadoras y como líderes en la industria de la moda.

Con un sentido renovado de propósito, Izumi y Sora se prepararon para enfrentar el desafío que se les presentaba, decididas a descubrir la verdad detrás de la misteriosa desaparición de sus modelos y llevarlas de regreso a salvo.


Mientras tanto en la casa de la familia Kimura, Tomoko y Ryo se encontraban sentados en la cocina, disfrutando de un tranquilo desayuno juntos. El aroma del café recién hecho flotaba en el aire, mezclándose con el suave murmullo de la radio de fondo.

Tomoko estaba visiblemente inquieta, incapaz de sacar de su mente los papeles que había encontrado la noche anterior. De vez en cuando observaba a Ryo, quien comía de su tazón con arroz bastante callado.

—¿Cómo dormiste anoche?— Preguntó.

—Bien.— Respondió el oji-azul.

—¿A qué hora, Rika se fue?

—Bastante temprano.

—¿Y Kouji?

Ryo hizo una mueca.

—Te dejó los medicamentos.

—No pasó a saludarme.—Musitó Tomoko con cierta tristeza.

—Lamentablemente nos colocamos a discutir.— Respondió el Akiyama.

—¿Otra vez?

Ryo asintió— Verás, él ayer se enojó al ver que Izumi fue al concierto de la banda de Takuya.

¿Qué?

Tomoko observó sorprendida— ¿Fue al concierto de la banda de Takuya?— Preguntó— ¿Tú la invitaste?

—No, como crees.— Respondió el oji-azul— Como me dijiste, madrina, me he mantenido lo más lejos posible de ella.—Comentó— Sin embargo, Takuya y ella trabajan juntos en la compañía de Sora, y se hicieron amigos, lo que provocó que la invitara a su concierto.

—¿Y por qué dices que mi hijo se enojó por eso?

—Porque Kouji no ha tenido buena interacción con Takuya.— Contestó Ryo— Ambos no se llevan muy bien, Kouji es muy celoso, prácticamente quiere gobernar la vida de Izumi y no quiere que se junte con Takuya.

—¿Por qué?— Preguntó Tomoko— Takuya es buen chico.

—Sí, lo es.—Respondió el Akiyama— Pero tú sabes que tu hijo es como su padre, odia a las personas que no somos de su clase social y odia a Takuya por el simple hecho de ser clase media baja.

Tomoko se mordió el labio inferior ante esto. Aunque, por lo general, intentaba defender a su hijo, Ryo tenía razón, Kouji se parecía cada vez más a su padre, Kousei. Lo cual le molestaba y preocupaba, ya que no quería que su único hijo se convirtiera en ese monstruo.

—Y, para variar, Kouji me vio a mí en el concierto, hablando con Izumi, así que se molestó.— Comentó Ryo— Como bien sabes, es otro que abala las mentiras de los Ishida.

Sí, lamentablemente. Aun sabiendo la verdad, prefirió apoyar el bando de Yamato y todos sus seguidores mentirosos.

—En verdad, lo siento.

—No te disculpes.

—Claro que debo, es mi hijo.

—Sí, lo es, pero es bastante grande para saber las consecuencias de sus actos.— Respondió Ryo.

Tomoko bajó la mirada.

Odiaba saber que su hijo se dejó influenciar por esas personas.

Ryo pasó su mirada por su madrina, al principio estaba enojado, sin embargo, al ver la expresión de tristeza en su rostro rápidamente cambió de actitud.

—¡Ups! Madrina, discúlpame...—Tomó su mano— No debería hablarte de esto, sé que para este tema de tu hijo siempre ha sido complejo.

—No te disculpes, si bien es cierto que Kouji es adulto, yo soy su madre y merezco saber lo que hace...—Comentó Tomoko— Aunque, no sea bueno.

—Sí, pero por lo general este tema te afecta y eso no me gusta, ya que quiero que estés bien.—Musitó Ryo.

—No te preocupes.—Respondió la mujer de cabello azabache— Aunque muchas veces quiero justificar a mi hijo también entiendo tu postura.

Ambos no se llevaban bien y si discutían era porque tenían sus razones. Kouji era soberbio y Ryo odiaba las injusticias. Sus caracteres eran muy diferentes entre ellos, como para llevarse bien. Además, Ryo siempre recordaba a Kouichi y eso provocaba que odiara más a Kouji, ya que Kouichi siempre fue muy fraternal con Ryo, siempre lo hizo sentir parte de su familia. En cambio, Kouji con el paso del tiempo se volvió alguien más reservado y alejado.

El silencio se hizo presente en el lugar mientras cada uno continuaba con su desayuno.

—¿Y, qué sucedió con Rika?— Preguntó Tomoko— Ayer, la vi triste, conociendo como es, preferí darles espacio, para que hablaran, pero me dejó preocupada, nunca la vi de esa forma.— Comentó— Dime ¿Por qué estaba tan triste?

—No vas a creer cual fue la razón...—Musitó el Akiyama—Bueno, en realidad, si lo vas a creer.—Corrigió— Rika estaba triste porque descubrió que Yamato le fue infiel a Sora.

—¿Qué?— La Kimura preguntó sorprendida de esto— ¿Yamato le fue infiel a Sora?

Ryo asintió.

—Eso no es posible.— Respondió Tomoko.

—Lo es.— Contestó el Akiyama— Rika me mostró las pruebas.—Comentó— Yamato le fue infiel a Sora con una empleada de la compañía.

Tomoko alzó las cejas sorprendida ante esto— Pe-pero ¿cómo? Yo pensé que su matrimonio era perfecto.

—¿Perfecto?— Ryo lanzó una carcajada irónica.

—Bu-bueno, sé que la familia Ishida es buena para mentir, así como todos en ese círculo donde aparentar tener una vida perfecta cuando no lo es.— Musitó la Kimura— Pero en verdad pensé que Yamato tomaría enserio a Sora, ya que es la mujer que ha criado a sus hijas, y que está con él desde que Mimi murió.

—Sí, es la mujer que está a su lado, pero tú y yo sabemos que están juntos porque Hiroaki con Toshiko hicieron lo posible por unirlos en matrimonio.— Respondió el Akiyama— Jamás hubo un sentimiento de amor entre ellos.

Sí, eso era verdad, su misma sobrina, Sora, se lo dijo, una de las últimas veces que hablaron antes de que las relaciones se rompieran por completo, por culpa de Toshiko.

—Además, si Yamato fue capaz de enviar a Mimi a prisión luego de decir que la amaba, quitarles a sus hijas e involucrarse con su mejor amiga, es capaz de hacer cualquier cosa.—Comentó Ryo.

Sonaba descabellado, difícil de creer, pero Ryo tenía razón. Después de todo, Yamato se parecía bastante a su padre, Hiroaki.

—Rika estaba triste...—Musitó el Akiyama— A pesar de todo, son sus padres ¿no?

Sí, a pesar de que biológicamente no lo eran, Yamato y Sora la criaron como una. Aunque, esto lógicamente nadie lo sabía, ni siquiera Ryo, ya que ella le prometió a Sora guardar este secreto, y a su vez, guardar el secreto del origen de Rika.

—Espero que pueda pasar esto. Después de todo, me daría mucha rabia que por sus malas decisiones arruinen la vida de Rika.—Comentó Ryo.

—Dudo que lo hagan, después de todo, es su hija.

—Sí, pero Rika, aunque no lo aparente, es muy sensible, las actitudes de Yamato y Sora siempre la han afectado.— Musitó el Akiyama.

—Es una lástima, sin duda.—Murmuró Tomoko.

—En lo máximo que puedo, intento apoyarla, sin embargo, no sé qué más hacer.

—Lamentablemente, no estás en una posición en la que puedas hacer mucho, querido.—Comentó la Kimura— Me alegra que intentes apoyar a Rika y que estés junto a ella, pero no quiero que te relaciones con Yamato y Sora, mucho menos que involucres en un problema con ellos. Tú bien sabes que, si ellos llegasen a enterarse que eres amigo de Rika, tendrás problemas.

—Sí, lo sé.— Ryo bajó la cabeza— Pero eso no quita que me preocupe por ella.

—No digo que no puedas preocuparte por ella.—Respondió Tomoko— Estoy feliz por eso, después de todo, habla bien de ti al preocuparte por la hija de aquel que tanto te ha hecho sufrir.—Depositó una mano en su hombro— Pero también necesito que te cuides, no quiero que seas otra víctima de los Ishida.—Comentó— No soportaría perderte a ti como perdí a Mimi.

Ryo levantó la mirada, encontrándose con la preocupación sincera en los ojos de Tomoko. Se sintió abrumado por un torrente de emociones mientras absorbía las palabras de su madrina.

—Lo entiendo, Tomoko —dijo, su voz apenas un susurro—. No quiero causarte más preocupaciones de las que ya tienes. Trataré de mantenerme alejado de cualquier problema con los Ishida, pero no puedo simplemente ignorar a Rika. Es... complicado.

Tomoko asintió comprensivamente. —Lo sé, Ryo. No te pido que ignores tus sentimientos hacia ella. Solo te pido que tengas cuidado. Yamato y Sora son personas peligrosas, y no quiero que te veas envuelto en su toxicidad.

Ryo se tomó un momento para asimilar las palabras de Tomoko, agradecido por su preocupación y apoyo incondicional. Sabía que tenía que ser prudente en sus acciones, especialmente cuando se trataba de los Ishida, pero su preocupación por Rika lo impulsaba a mantenerse cerca de ella, incluso si eso significaba arriesgar su propia seguridad.

—Agradezco que te preocupes por mí, Tomoko. —murmuró Ryo, sintiendo un nudo en la garganta— De verdad, lo agradezco. Y, prometo cuidar de mí mismo. Pero no me pidas que deje a Rika.

—No te pediré eso, al contrario, me alegra que Rika y tú sean amigos...—Comentó Tomoko.

Ryo sonrió de lado ante esto y luego dirigió su mirada hacia su taza para darle un sorbo a su café.

—¡Por cierto! Necesito hablar de algo.

—¿Sobre Rika o los Ishida?

Tomoko negó— No.— Respondió— Es de un tema completamente diferente.

O, eso esperaba.

—Ayer estaba ordenando el living y sin querer dejé caer una carpeta tuya con algunos papeles.—Comentó antes de alzar la carpeta— Tenían el nombre de Haruna Anderson en ellos.

Ryo se quedó momentáneamente en silencio, sus ojos se encontraron con los de Tomoko, llenos de nerviosismo. Tragó saliva antes de responder, tratando de encontrar las palabras adecuadas para explicar la situación.

—Oh, eso... —Titubeó por un momento—¿Qué ocurre con eso?

—Me pareció curioso.

—¿Curioso?

Tomoko asintió—¿Por qué tienes toda esta información de aquella mujer?

—¿E?—Balbuceo Ryo, intentando buscar una excusa— Po-por nada.

—¿Nada?— Preguntó la Kimura— Claro que es algo, después de todo, son varios artículos e imagenes de ella.

Ryo pasó su mirada por la carpeta, maldiciéndose a sí mismo por ser tan descuidado—Es... es simplemente curiosidad.

—¿Curiosidad?

Ryo asintió— Verás, con los chicos trabajamos para esa señora y me dio mucha curiosidad saber de ella, ya que trabaja con Koushiro y es evidente que tiene mucho dinero.

—¿Solo por eso?

El Akiyama asintió, nervioso.

Tomoko frunció el ceño, no del todo convencida por la explicación de Ryo. La incomodidad en su voz era evidente cuando volvió a hablar.

—¿Estás seguro de eso?

Ryo se removió incómodo en su asiento, sabiendo que sus explicaciones podrían no ser suficientes para calmar las sospechas de Tomoko.

—S-sí ¿por qué mentiría?

Tomoko observó directamente al chico, ella sabía que Ryo jamás le mentiría, sin embargo, había una razón. Aquella mujer de las imágenes era muy parecida a Mimi. Sí, a Mimi. Sonaba loco, había que observar muy directamente la imagen para saber que era Mimi, ya que no parecía ella. Sin embargo, aquel cabello castaño claro con tono anaranjado y esos ojos le recordaban mucho a Satoe Tachikawa, la difunta madre de Mimi y Ryo, quien murió hace años.

—Entiendo. —Dijo finalmente, decidiendo dejar el tema por ahora— Te creo.

Ryo asintió con la cabeza, aliviado de que la conversación no hubiera escalado más. Sin embargo, Tomoko sabía que el Akiyama pensaba lo mismo que ella.


Mientras tanto, en el departamento de los Kanbara.

Hikari y Takuya se encontraban parados en el umbral de la habitación de Yuuko, observando el espacio con una mezcla de nostalgia y determinación. La luz del sol se filtraba a través de las cortinas entreabiertas, iluminando el polvo que bailaba en el aire y proyectando sombras suaves en las paredes.

Hikari hizo una mueca—Este lugar está hecho un...

—Desastre.— Completó su primo.

La chica asintió.

—Nos costará trabajo ordenar.—Comentó Takuya.

Ambos se encontraban con los utensilios para el aseo, era día Domingo, día de descanso, pero luego de ver el chiquero en que se convirtió esa habitación, decidieron darse el tiempo para ordenar.

—Bueno, supongo que es hora de empezar.—dijo Takuya, rompiendo el silencio que parecía envolver la habitación.

Hikari asintió con determinación, ajustando el agarre en la escoba que sostenía en sus manos.

—Sí, tenemos mucho trabajo por hacer —respondió, con una mirada determinada en sus ojos—. Pero juntos, podemos hacerlo.

Con un gesto decidido, Takuya abrió las cortinas por completo, dejando que la luz del sol inundara la habitación y revelara el alcance completo del desorden. La habitación estaba llena de muebles antiguos, recuerdos acumulados a lo largo de los años y capas de polvo que cubrían todo.

Hikari se acercó a la ventana y comenzó a abrirla para dejar entrar un poco de aire fresco, mientras Takuya se dirigía hacia un armario antiguo y comenzaba a sacar algunas de las cosas que había dentro.

—Creo que lo primero será sacar el polvo antes de comenzar a revisar los cajones y demás cosas.—dijo Takuya pasando su mano por un mueble.

Hikari asintió, fue así como tomó un plumero y se lo entregó a Takuya, luego tomó un plumero ella y ambos comenzaron a pasarlo por los muebles, ventanas, la cama, el closet, la silla que estaba aún costado. Al principio, todo era visible, pero era bastante polvo el cual tiraron al suelo, ante esto, el moreno tomó una escoba para barrer el polvo del suelo y juntarlo todo en un lado.

¡Ding, dong!

El sonido del timbre llamó la atención de los primos Kanbara, quienes intercambiaron miradas.

—¿Esperas a alguien? — Preguntó Hikari.

Takuya negó— No ¿y tú?

—Tampoco. — Respondió la chica antes de caminar hacia la puerta y dirigirse a la puerta.

Takuya tuvo intenciones de seguirla, sin embargo, el sonido de su móvil llamó su atención.

Hikari caminó en dirección a la puerta, al llegar ahí la abrió, al hacer esto frente a ella apareció cierto chico rubio de ojos azules.

—Takeru.

—Buenos días Hikari.

—Hola, buenos días. — Respondió la castaña y una sonrisa se formó en sus labios, sin embargo, su emoción instantáneamente al recordar que estaba hecha un desastre, cero presentable— ¿Qué haces aquí?

—¿Te molesto?

—¿E? N-no, no, claro que no. — Contestó Hikari mientras deshacía la coleta improvisada en la cual amarró su cabello para comenzar a hacer aseo.

—Perdón por venir sin avisar, pero como es Domingo supuse que estarías aquí en tu departamento.—Comentó el rubio.

—Me sorprende verte.—Musitó la castaña— Pensé que, por ser Domingo, aprovecharías de descansar, o irías a tu práctica de basquetbol.

—S-sí, por lo general, hago eso los Domingo.—Respondió Takeru— Pero hoy preferí cambiar mi panorama y hacer algo diferente...—Declaró—Quiero invitarte a salir.

—¿Salir?

Takeru asintió— Verás, hoy viene un artista de poesía teatral, el cual hará una presentación y quiero ir, sin embargo, no quiero ir solo.

—¿Poesía teatral? — Preguntó Hikari— ¿Qué es eso?

—Es algo que te gustará.— Respondió el rubio — Dime ¿aceptas ir?

—Sí, claro. —Respondió la castaña—Déjame arreglarme y vamos. — Musitó la castaña.

Takeru asintió— Antes…—Aclaró su garganta— Quiero darte algo.

Hikari alzó una ceja y el rubio sacó de su espalda una rosa roja.

—Te traje esta flor, espero que te guste.

La castaña observó sorprendida aquella rosa.

—Gra-gracias…—Inevitablemente se ruborizó ante este regalo.

Un momento agradable se produjo entre ellos mientras intercambiaban miradas. Sin embargo, justo en ese momento Takuya apareció en el lugar.

—Hikari, creo que no podré continuar ordenan…—El moreno se detuvo al ver que en la puerta se encontraba cierto rubio conocido— ¿Takeru?

El Ishida al escuchar su nombre salió del trance y dirigió su mirada hacia el primo de Hikari— Hola Takuya.

—Hola. — Respondió el moreno sorprendido de ver a aquel chico en aquel lugar.

—Primo, disculpa, sé que acordamos ordenar la habitación, pero Takeru vino y me invitó a salir.— Musitó la chica—Y me gustaría salir con él.

—No me molesta, al contrario, justo te venía a decir que no podré continuar ordenando. — Contestó Takuya— Ya que tengo que ir a la compañía a ver un tema.

Un mensaje llegó al grupo de WhatsApp de los empleados de la compañía Takenouchi Style, no entendió de que trataba, así que llamó a Izumi quien le dijo que ocurrió un problema con las modelos y necesitaban a todos los participantes del desfile en la compañía para dar una "declaración" no entendió a que se refería, sin embargo, la secretaria le explicó que podría encontrar todo en un link de una publicación y se encontró con la noticia.

—¿A la compañía? — Cuestionó Hikari— Es Domingo.

—Sí, pero ocurrió un problema…—Comentó el moreno mientras terminaba de acomodar zapatillas— Luego de explico. — Musitó antes de depositar un beso en su frente, agarrar una chaqueta y salir del lugar— Adiós Takeru.

—Adiós.

Fue así como Takuya camino hacia el ascensor.


Al llegar al primer piso del edificio, Takuya descendió del ascensor, caminó en dirección a la puerta y salió del lugar.

Debía ir a la compañía, así que tomaría un autobús para llegar.

Sin embargo, apenas salió encontró con un auto deportivo color azul gris metalizado, último modelo, bien cuidado o posiblemente nuevo.

Takuya se sorprendió al ver aquel automóvil estacionado frente al edificio. Sin embargo, su sorpresa pasó a disgusto al ver que un chico de cabello negro azabache y ojos azules salía de él.

¡Oh no!

Pensó al reconocer a aquel sujeto.

Fue así como simplemente continuo su camino ignorando su presencia en dirección hacia la calle donde pasaba el autobús. Sin embargo, su paz y tranquilidad no duró mucho.

—¡Ey!— La voz de ese chico se escuchó en el lugar.

Takuya volteo ante esto— ¿Me estás hablando a mí?

—¿A quién más?— Preguntó el novio de Izumi evidentemente molesto.

El moreno hizo una mueca, verdaderamente no tenía ánimos de hablar con él— Lo siento, estoy ocupado, no puedo hablar contigo.

—¡Lastima! Tendrás que escucharme.— Respondió Kouji— No perderé el tiempo que me di en venir aquí a hablar contigo.

¿Vino hasta aquí a hablar solo con él?

Eso no significaba algo bueno.

—¿Cómo supiste que vivo aquí?

—Eso no te importa.—Respondió el oji-azul—Necesito hablar contigo.

—¿De qué?—Preguntó el moreno.

—De mi novia.

Esto sorprendido al moreno.

—¿Izumi?

—¿Quién más?— Preguntó Kouji evidentemente molesto por estar frente a frente con el moreno.

Takuya alzó una ceja— ¿Qué ocurre con Izumi? ¿Le sucedió algo?

—No.— Respondió el Minamoto.

—Entonces ¿qué quieres hablar conmigo de ella?

—¿Qué no es obvio?—Cuestionó el Minamoto— De tu insistente acercamiento a ella.

—¿Mi insistente acercamiento?— Musitó el moreno confundido— Pero ¿qué tonterías dices?

—No es una tontería, inepto.— Respondió Kouji— Dime ¿por qué te acercas tan insistentemente a ella?

¿Qué?

Takuya lo observó confundido—No me acerco con insistencia, somos simplemente compañeros de trabajo y amigos, nos acercamos como cualquier persona.

—No me mientas, me doy cuenta como la miras.— Habló el Minamoto— Conozco tus intenciones, sé muy bien que quieres algo más que una simple relación de amistad o compañeros.

¿De qué estaba hablando este chico?

Él no tenía otras intenciones con Izumi, solo quería ser su amigo, no buscaba ir más allá. Después de todo, recién se estaban conociendo.

—¡Claro que no! —Respondió el moreno, con una determinación palpable en su voz.

—Claro que sí. —Insistió Takuya, desafiante.

—Te voy a advertir solo una vez, Takuya, y espero que te quede bien claro. —Habló Kouji, su tono lleno de autoridad— ¡Aléjate de Izumi!

—Ey, tú no eres quién para prohibirme que me acerque a ella. —La mirada de Takuya era desafiante.

—Claro que sí, soy su novio. —Kouji no retrocedió.

—Sí, pero no su dueño. —El moreno corrigió con calma— Soy su amigo, puedo acercarme a ella cuando quiera, sin que me lo prohíbas, porque no tengo otras intenciones con ella.

Kouji rodó los ojos con exasperación— Si, ¿cómo no?

—¿No será que estás intentando justificar tus inseguridades culpándome a mí? —La voz de Takuya era un eco de sus propios cuestionamientos.

—¡No digas estupideces! —El puño de Minamoto se apretó con fuerza, su expresión revelaba la lucha interna que enfrentaba.

—Eso parece.—Respondió Takuya.

Kouji presionó con mayor fuerza su puño, en verdad odiaba a este sujeto— Te lo advertiré por última vez, aléjate de ella.

—Ya te dije que ¡no lo haré!—Contestó— No tengo porqué obedecerte.

—Bueno, si no lo haces te arrepentirás.

—¿Me estás amenazando?

—Advirtiendo.— Corrigió el Minamoto— Si no te alejas de ella tendrás problemas.— Advirtió— Y ¡muchos problemas!

¿Quién rayos se creía ese sujeto para amenazarlo?

Sí, era millonario, pero jamás se dejaría intimidar por alguien como él.

—¡Me da lo mismo lo que hagas!— Respondió Takuya antes de voltear e irse del lugar, no quería continuar hablando con ese sujeto.


Mientras tanto, en el edificio de la compañía de Sora.

Gran parte de los miembros de "Takenouchi Style" se encontraban reunidos en el edificio de la empresa. La preocupación de todos era obvia, ya que no paraban de hablar de aquel tema. Todos pedían respuestas o alguna explicación, ya que en todos los medios se mencionaba a la empresa.

Izumi sentía que sus nervios iban a estallar, pensaba y pensaba solo en las modelos, en aquella situación, en ¿si estaban bien o no? ¿qué les habrá ocurrido? ¿dónde estaban?

—Señora Sora ¿qué ocurrió?

—¿Por qué nos citaron?

—¿Qué ocurrió con las modelos?

Eran algunas de las preguntas que se escuchaban en el lugar. El bullicio era máximo en aquella compañía.

—Tranquilos, todos, por favor.— Miyako alzó la voz y todos voltearon hacia ella— Sé que todos están preocupados por la situación.

—Es imposible estar tranquilos ¡Las modelos desaparecieron!— Exclamó una persona.

—La compañía está siendo nombrada en todos los medios por no hacer algo al respecto.—Otro individuo grito.

Sora suspiró y decidió hablar— Tranquilos, todos ¡Por favor!— Gritó— Sé que los nervios están al borde del colapso y es entendible, pero si estamos aquí es porque queremos ayudar.— Anunció— Recién hoy nos enteramos del percance de las modelos, estamos sorprendidos, sin embargo, haremos lo posible por ayudar.

—¿Cómo?

—Primeramente, haciendo declaraciones.— Respondió Miyako— La policía de investigaciones estará aquí en breve.

Este comentario provocó cierta exaltación.

—¿Declaraciones?—Preguntó uno.

—¿Por qué?— Cuestionó otra persona.

—Nosotros estamos relaciones con esta desaparición.— Musitó un tercero.

Sora intentó calmarlos: —Lo sabemos, lo sabemos, sin embargo, la policía necesita descartar cualquier sospecha y a su vez buscar pistas de las modelos.

—Lamentablemente, nosotros fuimos los últimos en verlos en el desfile.— Declaró Miyako— Sí, no todos trabajaron directamente con ellas, pero todos estuvimos relacionados en el desfile. Tanto tras de escena, frente a escena, en las luces, en el audio, en la música ¡En todo! ¡Todo sirve!

Todos intercambiaron miradas.

—Por favor, hagan lo posible por hacer esto más fácil.— Habló la pelirroja.

—Señora Ishida...—Una mujer de anteojos habló entre la gente— ¿Qué haremos con todas las llamadas de la prensa?

Sora hizo una mueca.

—¿Y, con los periodistas que están afuera?— Preguntó otro sujeto.

—No podemos simplemente ignorar llamadas, ya que es posible que recibamos noticias mediante llamadas al teléfono de la empresa o necesitemos hablar con la empresa de aviación, así como la compañía de donde asisten.—Miyako le habló a Sora.

—Es por eso que, quiero que Takahashi, Tanaka y Yamada ayuden a Kashiki a atender las llamadas importantes.—Indicó la pelirroja dueña de la empresa— Hajime y Suzaki vayan con Miyako donde los periodistas, explicaran lo que Miyako les indique, y los demás, por favor, esperen a que llegue la policía de investigaciones.

La asistente de Sora volteo hacia ella— ¿Qué quieres que le diga?

—Lo que sabemos.— Respondió la pelirroja— Esto nos tomó desprevenidos, no sabemos que ocurre, entre otras cosas, intenta darle información suficiente para que no molesten.

Miyako asintió.

Fue así como todos se dispusieron a seguir las ordenes de la dueña de la compañía, algunos no parecían de acuerdo, sin embargo, la mayoría se dispuso a obedecer.

—No puedo creer que esté ocurriendo esto.— Musitó Sora preocupada.

—Tranquila, mamá, todo estará bien.— Zoe depositó una mano en el hombro de su madre.

Eso esperaba, aunque lo dudaba. Esta situación era muy preocupante y la agarró en un mal momento, apenas tenía cabeza para esto.

Justo en ese minuto el ascensor sonó y la puerta se abrió, cierta mujer castaña de ojos miel apareció en el lugar, sorprendiendo a todos los presentes.

—¿Haruna Anderson?— Musitó Izumi sorprendida— ¿Qué hace ella aquí?

—No sé.— Respondió la pelirroja.

La castaña caminó por el lugar dirección hacia la dueña de compañía, en su rostro se evidenciaba cierta preocupación.

—Sora, Izumi.—Pronunció sus nombres.

—Hola señora Anderson.— Contestó la rubia.

—Hola.—Respondió la oji-miel deteniéndose frente a ellas—Siento llegar así, sé que no me esperaban, pero, pero su ama de llaves me dijo que estaban aquí.— Declaró—Me enteré de lo que pasó. En todas las noticias está sonando esta noticia de la desaparición de las modelos.

Sora asintió— Sí, Haruna.— Musitó—Una situación lamentable, nuestras modelos desaparecieron.

—Sí, eso escuché en las noticias.— Respondió la castaña—Y, apenas supe, no dudé en venir donde ti, sé que este momento debe ser difícil para la compañía, después de todo, ellas vinieron hasta Japón para trabajar con ustedes.

La pelirroja asintió— Sí, la verdad es que estamos muy preocupados.

—Quiero que sepas que tienes mi apoyo.— Musitó la oji-miel— Como sabes, tengo relaciones en el extranjero por mi empresa, y conozco agentes de policía, por si necesitan, o si quieren financiar una campaña de búsqueda.

—Gracias Haruna, pero todavía estamos pensando exactamente que hacer.— Respondió Sora— La policía vendrá a tomar declaraciones, con mi personal estamos respondiendo llamadas, intentando calmar a los periodistas...—Comentó— Pero por lo demás no tenemos algo más que hacer.

—Entiendo, pero no se preocupen, estaré aquí para ayudar en lo que necesiten. No puedo imaginar lo difícil que debe ser para ustedes enfrentar esta situación —respondió Haruna con sinceridad, con un gesto de solidaridad en su rostro— Siempre estaré disponible si necesitan hablar o si requieren cualquier tipo de recurso. No están solas en esto.

Sora asintió, agradecida por el apoyo de Haruna. A pesar de ser una competencia en el mundo de la moda, en momentos como este, la solidaridad entre colegas era reconfortante.

—Gracias, Haruna. Realmente lo apreciamos —dijo Sora, con una sonrisa leve, aunque cansada por la preocupación que la situación les causaba—. Nos comunicaremos contigo si surge algo en lo que puedas ayudar.

Haruna asintió con determinación.

Justo en ese minuto, el ascensor nuevamente sonó, la puerta del ascensor se abrió y en el lugar apareció, Yamato Ishida acompañado de su hija, Nene Ishida.

—Papá.— Musitó Izumi al ver el ascensor.

Al escuchar eso, Sora y Haruna voltearon hacia el ascensor. Sora se sorprendió al ver a su esposo ahí, sin embargo, la sorpresa rápidamente cambió a enojo.

¿Qué hacia ese tipo ahí? ¡No quería verlo!

Rika también se sorprendió al verlo, sin embargo, al igual que su madre, rápidamente se colocó a la defensiva, porque no tenía interés de verlo.

—Papá.— La oji-verde se acercó a Yamato— ¿Qué haces aquí?

—Vengo a ayudar.— Respondió el rubio depositando sus manos en sus hombros.

Sora apretó su puño y rápidamente se acercó a los recién llegados, Haruna la siguió.

—¿Qué estás haciendo aquí, Yamato?— Preguntó la pelirroja.

—Buenos días Sora.— Respondió el Ishida y luego pasó su mirada por la castaña mujer Anderson— Buenos días Haruna.

—Buenos días.—Contestó la oji-miel.

Sora simplemente movió la cabeza— ¿Qué estás haciendo aquí Yamato?

—Me enteré de la situación de las modelos.— Respondió el Ishida.

—Y venimos a ayudar.— Musitó Nene.

—¿Ayudar?— Preguntó Sora.

Yamato asintió: —Haremos lo posible por intentar ayudarlos.

—Sí, por favor, padre...—La rubia intentó hablar, sin embargo, Sora posó una mano sobre su brazo, Izumi volteo hacia ella.

—No necesitamos de tu ayuda, Ishida.—Musitó la pelirroja.

Izumi observó sorprendida a su la pelirroja— Madre ¿por qué dices eso?

—Porque no necesitamos la ayuda de nuestro padre.—Contestó Rika uniéndose a la conversación.

La esposa de Yamato asintió— Podemos manejar esta situación nosotras solas.

Nene e Izumi intercambiaron miradas sorprendidas.

—¿Qué les ocurre?— Preguntó la mayor de las hijas de Yamato— Nuestro padre tiene mucha influencia, podría ser de mucha ayuda.

—¡Yo también tengo dinero e influencias! No necesito la suya.— Respondió la madre adoptiva de las mellizas.

—Lo sé, nunca dije lo contrario pero necesitarán toda la ayuda posible.— Contestó Yamato.

—¡No!— Exclamó la pelirroja.

—Sora, por favor, no vengo en modo de discutir.— Comentó el rubio—Simplemente quiero ayudarte.

—¡No necesito tu ayuda!— Respondió Sora.

Yamato hizo una mueca: —Sora, necesitan de toda la ayuda posible.

—¡Sí! Pero no que venga de ti.—La pelirroja alzó la voz llamando la atención de todos los presentes.

Las hijas de Yamato observaron a su al rededor, Haruna también y decidió intervenir.

—¿E?— Balbuceo y se acercó a la señora Ishida—Disculpa, Sora, no sé la razón por la cual no quieras la ayuda de Yamato, pero creo que te estás sulfurando mucho. Lo mejor será que hablen esto en privado.

Ante las palabras de la mujer Anderson, Sora observó a su alrededor, sí, estaba llamando un poco la atención.

—No necesito hablar nada con él.— Musitó la pelirroja antes de voltear hacia su oficina, caminar hacia ella y entrar. Yamato no dudó en seguirla.

Nene se acercó a sus hermanas.

—¿Qué le ocurre a nuestra madre?— Preguntó Izumi.

—Ni idea.— Respondió su melliza.

Rika simplemente rodó los ojos— Simplemente está siendo sincera con lo que siente.

—¿Con lo qué siente?— Cuestionó la oji-verde.

—¿A qué te refieres con eso?— Preguntó Nene.

La pelirroja simplemente hizo una mueca: —Solo diré que, Yamato Ishida, no vale la pena.— Fue así como volteo en dirección hacia el ascensor y caminó hacia él.

—Pero ¡qué rayos le pasa!— Exclamó la castaña antes de caminar hacia ella, Izumi la tomó del brazo.

—Déjala.—Musitó—De seguro discutieron.

—¡Me da lo mismo!— Respondió Nene— Soy su hermana mayor, no dejaré que se comporte así, mucho menos en un momento como este.

Fue así como suavemente se soltó del agarre de su melliza y la siguió.

Izumi simplemente se quedó en el lugar, triste, estaba muy afectada por esta situación. Haruna al ver esto, depositó una mano en su hombro en señal de apoyo.

—Tranquila, querida. Todo estará bien.

—Eso espero.— Contestó la rubia.

Esta situación la estaba colapsando.

Sentía que en cualquier minuto se desmayaría.

¡Bip!

Nuevamente el ascensor del lugar sonó, la puerta se abrió y en el lugar apareció cierto chico moreno, quien al divisar a Izumi rápidamente se acercó a ella.

—Izumi.—El chico pronunció su nombre.

—Takuya.

—Disculpa la tardanza.—Musitó el castaño— El autobús demoró en pasar, y luego, me encontré con toda esa ola de periodistas afuera, se me dificultó entrar.

—No te preocupes.—Respondió la rubia— Lo importante es que estás aquí.

Takuya analizó el rostro de Izumi, la preocupación era clara en su rostro y no era para menos, la situación era preocupante.

—No te preguntaré como estás, después de todo, esta situación es horrible.—Comentó el moreno— O, al menos, eso pude leer mientras venía para acá.

—Sí ¡Es terrible!— Exclamó la rubia— Las modelos desaparecieron como por arte de magia, no se sabe de ellas, hemos llamado a sus números, hemos hablado con la policía ¡y nada!—Llevó una mano a su pecho— Estoy con el alma en un hilo.

—¡Ey, tranquila!— Takuya depositó una mano en su hombro en señal de apoyo— Todo estará bien.

—¿Cómo estás seguro de eso?—inquirió Izumi con voz temblorosa, buscando desesperadamente algún rayo de esperanza.

—Porque no sacamos nada en ser pesimistas.—Respondió Takuya— Debes tener fe en que todo estará bien y mejorará.

Izumi suspiró, su mente estaba llena de dudas y preocupaciones—Me encantaría ser optimista, pero me siento culpable.

—¿Culpable?— Cuestionó Haruna.

La rubia asintió.

—Yo fui la organizadora del desfile, debí haberme encargado que llegaran con bien al aeropuerto.— Declaró— Debí haberlas acompañado hasta el final, si eso hubiese sido así, probablemente esto no hubiese ocurrido.

—No digas eso Izumi.— Respondió Takuya— No es tu culpa.

—No fue tu culpa, querida. Estas cosas pueden pasar.

El moreno, con una expresión suave en sus ojos oscuros, colocó su mano en su mentón y alzó su mirada: —Exacto, el destino es inesperado.— Comentó— Hya cosas que ocurren, porque la vida es así, pero no debes sentirte culpable, porque ocurran.

Quería no sentirse culpable, pero era inevitable, esta situación estaba logrando afectarla.

—¡Cállate!— Un grito se escuchó de la oficina de Sora y golpe provocó que todos voltearan hacia ellos.

—¡Sora cálmate!— Esta vez la voz de Yamato se escuchó desde la oficina.

Todos observaron hacia la oficina.

—¿Qué están mirando?— Preguntó Miyako— ¡Todos, atentos a las llamadas, y la información de la policía!

Takuya y Haruna devolvieron su mirada a Izumi.

—No entiendo porque mis padres están peleando en un momento como este.— Comentó Izumi triste llevando sus manos hacia sus oídos.

Haruna hizo una mueca, era evidente que era mucho para su hija, lo mejor sería intervenir.

—¿E? Lo mejor será que vaya a ver.— Comentó— Mientras yo estoy en eso, ustedes deberían encargarse de aquí.

Takuya asintió— Nos encargaremos de eso, no se preocupe.


La discusión resonaba en el lujoso despacho de Sora, donde los rayos del sol filtrados por las cortinas de seda dorada iluminaban la tensión palpable entre Sora y Yamato Ishida. Los dos estaban de pie, frente al imponente escritorio de Sora, con expresiones tensas en sus rostros.

—¡Ya te dije Yamato Ishida! —gritó Sora, con la voz cargada de frustración— No necesito tu ayuda.

Yamato, con una expresión serena pero determinada, se mantuvo firme frente a la arremetida de Sora.

—Sora, entiendo que estés preocupada y que quieras manejar esta situación por tu cuenta, pero la situación de las modelos es preocupante, Izumi está preocupada. No puedo quedarme de brazos cruzados mientras están desaparecidas. Déjame ayudarte.

Sora apretó los puños, sintiendo la tensión acumulada en sus hombros. Había trabajado arduamente para establecer su compañía de moda y no estaba acostumbrada a depender de otros, incluso si se trataba de Yamato, un amigo de confianza.

—Yamato esto es algo que puedo manejar yo misma. No quiero que te involucres.

Yamato frunció el ceño, sabiendo que la terquedad de Sora no la llevaría a ninguna parte.

—Sora, deja tu orgullo de lado, por favor. Se trata de encontrar a esas chicas antes de que sea demasiado tarde. Te prometo que no te estorbaré, solo quiero ayudar.

—¡No necesito tu ayuda!— Sora se cruzo de brazos.

Yamato hizo una mueca— Sora, por favor, sé que te fallé, pero quiero ayudarte.

—¡Claro que me fallaste!— Exclamó— De la peor forma, enserio ¿crees que confiaré en ti?

—No estoy haciendo esto para que confíes en mi.— Respondió— Simplemente quiero ayudar en esto que ocurrió. Sé que no merezco tu perdón, pero antes que todo somos amigos y si puedo ayudarte en un momento como esto, lo voy a hacer.

—¿Amigos?— Río con ironía— Luego de esto no podemos ser amigos. Porque cuando acepté estar contigo te pedí que nunca me hicieras lo de Taichi, y si llegabas a sentirte aburrido por nuestra relación me lo hicieras saber, siempre fui abierta a aceptar que lo nuestro no funcionara, siempre te di la oportunidad de ser sincero conmigo. Pero ¡Decidiste fallarme!

—Sora, lo sé, sé que hice mal, pero en verdad, lo lamento...—Yamato se acercó a ella— Quiero que me perdones, sé que no merezco tu perdón, pero lo que hice fue sin pensar, sin sentido.—Declaró— Por favor, no dejes que una estupidez mía arruine lo que hemos construido.

—¡Cállate!— Gritó Sora con todas sus fuerzas e ira que sentía y sin piedad lanzó las carpetas de su escritorio hacia la pared.

—¡Sora cálmate!— Esta vez la voz de Yamato se escuchó desde la oficina—Y, por favor, baja la voz.

—¡No quiero!— La pelirroja apretó su puño totalmente furiosa.

Yamato suspiró resignado, sabiendo que no podía forzar a Sora a aceptar su ayuda. Con un gesto de frustración, asintió y se dio la vuelta para salir del despacho, dejando a Sora sola con sus pensamientos y su creciente ansiedad por el destino de las modelos desaparecidas.

¡Toc, toc!

Unos golpes en la puerta se hicieron presente, a continuación, la puerta se abrió y frente a ellos apareció cierta mujer castaña.

—Permiso.— Haruna ingresó al lugar— Siento molestar, pero están hablando muy fuerte, llamando la atención de todos.

Sora se cruzó de brazos y cerró sus ojos intentando calmarse— Lo siento.— Declaró— Sé que este no es el momento más adecuado para esto, pero la verdad es que no estoy de ánimos.

La castaña dirigió su mirada hacia Yamato, quien estaba con la mirada baja.

—Sora, sé que tenemos problemas entre nosotros, pero quiero que sepas que tienes mi apoyo.

—¡Te dije que no necesito tu apoyo!— Sora alzó la voz.

—Sora, querida...—Haruna se acercó a la pelirroja— En verdad, no quiero entrometerme, pero esta situación es compleja...—Recordó— Y Yamato tiene muchas influencias aquí en Japón. Podría ayudarte en esta situación.

—Yo también tengo influencias.

—No digo que no, querida. Pero tú estás muy nerviosa, y eso es obvio. Después de todo, la prensa te está presionando para tener una respuesta —explicó con voz tranquila—. Así como la empresa que envió a las modelos, necesitarás toda la ayuda posible para sobrellevar esta situación.

Sora suspiró, sabiendo que Haruna tenía razón. La idea de aceptar la ayuda de Yamato todavía le resultaba difícil de digerir, pero la perspectiva de enfrentarse sola a la tormenta que se avecinaba la abrumaba.

Yamato, quien hasta entonces había permanecido en silencio, finalmente habló, su voz resonando con sinceridad.

—Sora, por favor, quiero ayudarte, no solo por ti, también por Izumi.

—Por Izumi.—Sora rio— No intentes usar a nuestra hija como excusa, cuando yo sé más que nadie que no piensas en nuestras hijas.

—Por favor, piénsalo, Sora, no me relacionaré directamente contigo, pero quiero ayudarte.— Declaró el rubio.

—Sora, no sé qué esté ocurriendo en su vida personal.— Musitó Haruna— Pero no te haría mal recibir la ayuda de Yamato, después de todo, su empresa tiene muchas influencias, Yamato y su padre, Hiroaki, tienen muchos contactos, pueden ayudar.

"Su padre, Hiroaki"

Esas palabras resonaron en la mente de Yamato, por alguna razón, desconfiaba de él.

Sora cerró sus ojos intentando pensar claramente en esta situación lamentablemente no sabía que responder, pero debía ser objetiva, Haruna tenía razón al decir que Yamato tenía influencias y podría ayudarla.


Rika llegó al piso número "1" de la compañía, exactamente a la pequeña cocina que tenían, donde se encontraba una máquina de café. Necesitaba tomar algo cargado y lleno de azúcar para subir el ánimo, porque evidentemente no lo tenía.

Al llegar a la maquina observó el valor de sacar una café e introdujo sus manos en sus bolsillos.

¡Genial!

No tenía dinero.

Tendría que ir a la pequeña cocina donde generalmente los empleados acostumbraban a almorzar, desayunar y tener cosas para hacerse un café.

Fue así como volteo dispuesta a ir a aquel lugar, sin embargo, el ascensor sonó, la puerta se abrió y frente a ella apareció su hermana mayor, Nene.

—Rika.— Pronunció su nombre.

¡Genial!

Pensó.

—¿Se puede saber, que rayos te pasa?— Preguntó la castaña.

Rika simplemente se cruzó de brazos, no estaba de ánimos para escuchar los regaños de su hermana mayor, fue así como se dispuso a caminar en dirección al destino que se propuso para tomar un café.

—Rika.— Nene siguió a la pelirroja— Rika.— La llamó.

Rika ingresó a la pequeña cocina y Nene ingresó tras ella apresurando el paso.

—¡Rika! ¡Escúchame!— La castaña se paró frente.

—Nene, por favor, dejame en paz.— Respondió la pelirroja.

—¡No quiero!

La menor rodó los ojos.

—¡Ey! Necesito saber ¿Qué te ocurre, Rika?—Preguntó Nene— ¿Por qué te comportas de esa manera con nuestro padre?

—No te interesa saber.

—¡Claro que sí!— Contestó la chica de llamativos ojos morados— ¡Desde ayer tratas de esta manera insolente a nuestro padre! Ayer hiciste un escándalo en la oficina, sin razón. Y, ahora no dejas de insistir en negarte a aceptar la ayuda de nuestro padre, junto a nuestra madre.— Comentó— ¿Qué ocurre?

—Nada.—Rika volteo hacia la puerta dispuesta a salir.

Nene rápidamente la agarró de la muñeca— No te irás hasta que me respondas.

—¡Ey! Suéltame.

—No lo haré.— Respondió la castaña— Verdaderamente no soporto ver cómo te comportas, desde que llegué aquí solo le has causado problemas a nuestros padres con tu comportamiento.

Rika hizo una mueca ante esto.

—Primero ocurrió tu suspensión de la preparatoria, luego esas fotografías...—Recapituló Nene— Ahora tu comportamiento.

La pelirroja frunció el ceño ante esto— Perdón ¿por qué me sacas todo esto en cara?

—Porque creo que no te has dado cuenta de que tu comportamiento es horrible.

—¿Horrible?— Preguntó Rika— Acaso ¿el tuyo es muy adecuado?

—Mejor que el tuyo, sí.— Respondió la mayor— ¿Qué te sucede? Se supone que eres una persona ya grande, tienes diecisiete años y actúas como una niña pequeña.

¡Genial!

Ahora Nene le daría un discurso de "moral" cuando ella no era quien para hacerlo.

—Haciendo berrinches a diestra y siniestra.

—No intentes darme un discurso de buen comportamiento.

—Cállate, creo que tengo todo el derecho después de todo tu comportamiento no es el mejor.

¡Ja! Que gracioso.

—Lo más irónico es que te crees con el derecho de reclamar, cuando es evidente que no.— Respondió la mayor— Ayer le hiciste un escándalo gigante, mencionamos que ayer no fue a dormir a casa y no te importó, ahora por, quien sabe que cosa, tratas mal a nuestro padre cuando solo quiso ofrecer ayuda.

—Tengo mis razones.

—Ninguna razón es suficiente para comportarte así.

—Quizás, las otras no, pero esta sí.— Respondió Rika.

Nene rodó los ojos—Si ¿cómo no?—Musitó con ironía—¿Qué podría ser tan grave para actuar de esa manera tan insolente?

—Nuestro padre.— Declaró la pelirroja— Y su maldita infidelidad.

La castaña ante esto observó sorprendida a su hermana— ¿Qué?

—Eso...—Rika asintió— ¡Nuestro padre fue un maldito infiel!

Nene alzó una ceja— ¿Qué?

Rika rodó los ojos—¿Acaso estás sorda?— Preguntó— Dije que nuestra padre es un maldito infiel.

La castaña frunció el ceño—¿Por qué dices eso?

—Porque es la verdad.— Respondió la menor— Él engañó a nuestra madre.

¿Qué?

—Nuestro padre le fue infiel.

"Nuestro padre le fue infiel"

Nene repasó aquellas palabras en su mente, incrédula, ya que no era posible que su padre hiciera algo como eso.

—Pero ¿Qué tontería?— Exclamó Nene— Sé que estás enojada, por quien sabe que cosa, pero jamás pensé que llegarías al extremo de inventar algo así.

—¡No estoy mintiendo Nene!— Musitó Rika— Tengo pruebas.

—Sí ¿cómo no?— Musitó la castaña.

La pelirroja alzó su móvil y le mostró el video— Mira aquí está.

Rika extendió el teléfono hacia Nene, quien lo tomó con recelo. Observó la pantalla con atención mientras reproducía el video. En la pequeña pantalla, se veía a su padre, claramente identificable por su distintivo reloj de pulsera, estando en un acto demasiado subido de tono con una mujer. La escena era breve pero lo suficientemente clara como para dejar en evidencia una situación comprometedora.

Nene sintió un nudo en el estómago al ver la evidencia frente a sus ojos. No podía negar lo que estaba viendo, y la sensación de incredulidad y decepción la embargó por completo.

—No puede ser... —murmuró, incapaz de articular palabras más coherentes. Levantó la mirada hacia Rika, cuyos ojos reflejaban una mezcla de dolor y furia.

—Te dije que no mentía —repitió Rika, con la voz entrecortada por la emoción.

—¿De dónde sacaste esto?— Preguntó Nene.

—Alguien, no sé quién, me lo envió.— Respondió la pelirroja.

—E-esto no puede ser.— Musitó la castaña.


Yamato salió de la oficina, al hacer esto, los presentes voltearon hacia él.

Hizo una mueca ante esto, pero prefirió ignorarlo. Lo mejor sería continuar con su idea para ayudar, pero lejos de Sora, ya que no quería verlo, lo cual era lógico, incluso él sentía repudio de sí mismo por ser tan similar a su padre al no ser capaz de comportarse como corresponde, por su familia.

—Papá.— La voz de su hija Izumi lo sacó de sus pensamientos.

Frente a él apareció la joven rubia de ojos verdes.

—Izumi.—Pronunció su nombre y luego observó al rededor—¿Dónde está Nene?

—No sé.— Respondió Izumi— Salió tras Rika, ya que quería hablar con ella, pero no sé dónde fueron.

El rubio se mordió el labio inferior y observó a su alrededor.

—Padre ¿por qué mi madre está enojada contigo?— Preguntó la oji-verde.

—¿Enojada?

Su hija asintió— Cuando llegaste se colocó a la defensiva y se negó a aceptar tu ayuda. Dime ¿qué ocurre?

Yamato depositó su mano en el hombro de su hija: —Nada ocurre.—murmuró, pero su tono no lograba ocultar la incomodidad que sentía.

—No me digas que no, porque a todos les quedó claro, aquí, que sí.— replicó Izumi con firmeza, sin apartar la mirada.

El oji-azul se mordió el labio inferior.

—¿Están peleados?— Preguntó su hija, su voz resonando con preocupación— ¿Por qué no llegaste anoche a dormir?

Muchas preguntas, que no quería responder, no querían que Zoe supiera de sus problemas.

Yamato se sintió atrapado por las muchas preguntas, consciente de que no quería revelar la verdad, especialmente a su hija. —Son asuntos entre nosotros, hija— respondió evasivamente —Problemas comunes en cualquier matrimonio, sin importancia. No te preocupes por nosotros.

Pero Izumi no se dejó engañar fácilmente—Es inevitable preocuparme— dijo con determinación —Dime, ¿por qué están tan sulfurados?

Yamato sabía que no podía seguir evadiendo el tema, pero tampoco era el momento adecuado para discutirlo. Sus movimientos se volvieron tensos mientras buscaba las palabras adecuadas para responder. —Hija, no creo que sea el momento para hablar de eso— murmuró, desviando la mirada, incapaz de enfrentar la verdad en ese momento tenso— Me tengo que ir, hablaré con Yamaki Mitsuo, él es oficial de la policía de investigación, y le pediré que lidere él mismo la investigación.

Izumi se mordió el labio inferior, verdaderamente tenía ganas de saber que ocurría entre sus padres, pero era cierto que este no era el momento. Sabía que, Mitsuo Yamaki, amigo de su padre podría ayudar en esa investigación.

—Está bien.— Respondió.

Fue así como, Yamato depositó un beso en la frente de Izumi y caminó en dirección al ascensor, entró en él y apretó el botón que decía "-1" que era el subterráneo donde se encontraba el estacionamiento.

El ascensor no demoró en llegar hasta su destino, al detenerse la puerta se abrió, él descendió y caminó en dirección hacia su auto, sin embargo, no alcanzó a llegar a él cuando un auto negro ingresó al lugar y se estacionó a su lado.

La puerta se abrió y cierto hombre castaño de ojos oscuros apareció en el lugar.

El rostro de Yamato rápidamente cambio a una expresión de seriedad y preocupación.

—¿Qué haces aquí, padre?

—Buenos días para ti también.— Musitó Hiroaki— Hijo.

Yamato se mordió el labio inferior y apretó su puño.

—¿Qué haces aquí?— Preguntó nuevamente.

—Que modales los tuyos.— Hiroaki rodó los ojos—¿Qué no es obvio? Me enteré de la situación de las modelos.— Respondió— Y vine a ayudar.

—¿Ayudar?—Cuestionó Yamato.

Hiroaki asintió, por unos minutos se mantuvo serio, sin embargo, al final, una sonrisa se formó en su rostro.

—O, bueno, eso quiero aparentar.

¿Aparentar?

Esa palabra provocó que las sospechas que el rubio tuvo desde el minuto en que supo de esa noticia viniera a su mente.

—¿Tienes algo que ver con esto? ¿Cierto?— Preguntó el oji-azul con seriedad.

—¿Algo que ver?— Cuestionó Hiroaki.

Yamato asintió— Sí.

—¿Por qué dices eso?

—Porque me acabas de decir que quieres aparentar.— Comentó el rubio— Y, porque es demasiado curioso que justo hayan desaparecido esas modelos de la empresa de Sora, sabiendo que su madre financió el viaje de esas mujeres.

—¡Wow! ¿De verdad piensas eso?

—Tengo razones para hacerlo, no sería la primera vez que haces algo así.— Respondió Yamato.

Él conocía a su padre y desde que le llegó la notificación de esa noticia tuvo sospechas de que él tuvo algo ver.

—¿Tienes forma de comprobarlo?

—Ahora no, pero si reviso tu correo electrónico de seguro encontraré algo ¿no?

—¡Vaya! Que inteligente.— Musitó Hiroaki con ironía— Veo que estás pensando.

Yamato apretó su puño— Dime ¿tienes algo que ver o no?

Hiroaki simplemente se cruzó de brazos—Si la respuesta fuera afirmativa ¿qué harás?— Cuestionó—¿Demandarme?

El rubio se quedó en silencio ante esto.

—Recuerda que todo está a tu nombre.

—Porque tú me engañaste.— Respondió Yamato— Colocaste todo a mi nombre, haciéndome firmar sin que lo supiera, cuando me di cuenta era tarde.

—Sí, lo era.— Contestó Hiroaki— Pero no puedes recriminarme, después de todo, gracias a mi trabajo tienes todo lo que tienes.

Yamato apretó su puño.

—Al final, Taichi y Mimi tenían razón.— Comentó.

—Sí, lo tenían.— Respondió el castaño— Pero tardaste mucho el descubrirlo.

Sí, lamentablemente, era muy tarde cuando lo descubrió. Años después de la muerte de su amigo y su esposa descubrió que los negocios de Hiroaki y Toshiko eran reales, tenían razón en todo, ellos trabajaban en la trata de blancas. Sin embargo, cuando se dio cuenta de esto, era tarde, muy tarde, ya que todo lo hicieron bajo el nombre de la empresa Ishida, el inicio de sus negocios sucios estaba relacionados con los negocios de la empresa...

Y llevaban su firma

Sí, su firma.

Su padre, indirectamente, lo puso a cargo de su negocio ilegal.

Y él no pudo hacer nada, cuando se dio cuenta, Taichi y Mimi ya estaban muertos. Todo estaba a su nombre e Hiroaki amenazó con hundirlo junto con él si lo delataba. Además, todos los principales inversionistas de la empresa estaban relacionados con el negocio de su padre, y ninguno sería capaz de ayudarlo.

—Es una pena por ti.— Habló Hiroaki— Ya que, no puedes hacer algo al respecto.

Lamentablemente, al lado de su padre, no era lo suficientemente poderoso.

—¡Eres un maldito, Hiroaki Ishida!— Gritó el rubio.

Con esto le quedaba claro que, efectivamente, él fue el responsable.

El castaño simplemente movió con su cabeza: —Que tengas buena suerte intentando buscar a esas mujeres.— Comentó— Aunque, en tú lugar, preferiría fingir como si ya estuvieran muertas.— Fue así como entró a su auto y se fue del lugar.

Yamato, al quedar solo, apretó su puño y con toda su furia golpeo la pared.

Justo en ese momento, la puerta del ascensor se abrió y frente a él apareció su hija mayor.

¡Oh no!

Pensó la castaña al ver a su padre.

—Nene.— Yamato llamó a su hija—¿Lograste hablar con tu madre?

La nombrado simplemente frunció el ceño— ¡No, no hable con ella!— Respondió— Pero qué bueno que te encuentro, necesito hablar contigo.

—¿Conmigo?

Nene asintió.

—¿No tienes algo que decirme?— Se cruzó de brazos.

—¿Decirte?— Cuestionó Yamato.

—Sobre mi madre y tú.— Contestó la castaña.

El rubio alzó una ceja.

—¿Por qué mi madre está a la defensiva? ¿por qué está enojada contigo? ¿por qué actúa así?— Preguntó la castaña esperando una respuesta.

—¿E?— Balbuceo Yamato— ¿Qué preguntas son estas? Nene, necesitamos ver esta otra situación.

—Sé que esta situación es difícil, pero me sorprende que mi madre actúe de esta manera.— Comentó Nene— Está evidentemente enojada contigo ¿puedo saber la razón?

Saber la razón

—No es nada.— Respondió— Solo temas de nosotros.

—¿Temas de ustedes?— Preguntó Nene— ¿No me quieres decir?

—No vale la pena mencionarlo.— Al menos por ese momento.

—No puedo creerlo...—Musitó la castaña incrédula— ¡Te estoy dando la oportunidad para que me lo digas y prefieres callar!— Alzó la voz.

Yamato observó a su hija desconcertado— ¿Decirte qué?

—¡La razón por la cual mi madre está enojada!

—Nene, no es momento...

—¿No es momento o te da vergüenza?— Cuestionó la castaña— Tuviste el día de ayer para decirnos y preferiste callar.— Comentó— ¡Pero, que digo!— Exclamó—Después de todo, tuviste mucho tiempo para decirnos que estabas siendo infiel, pero decidiste callar.

¿Qué?

Yamato observó sorprendido a su hija al escuchar aquello.

—¿Infiel?

—¡Sí, infiel!— Nene se armó de coraje y decidió enfrentar a su padre, Yamato, por su infidelidad. Con el corazón latiendo con fuerza— ¡Ya me enteré de lo que hiciste!

El rubio alzó una ceja.

—Rika me dijo que le fuiste infiel a nuestra madre.— Declaró Nene.

¿Qué?

¡Oh no!

Yamato palideció al escuchar las palabras de su hija. Su expresión pasó de sorpresa a culpa, y bajó la mirada, incapaz de enfrentar la decepción en los ojos de Nene.

—Nene, yo... —comenzó a balbucear, pero Nene lo interrumpió.

—Me mostró las pruebas.— Habló— Sin embargo, no quise creerlo, por eso quise darte la oportunidad de que me lo dijeras, pero preferiste callar.

—Nene, yo...—Yamato intentó hablar— No creo que sea el momento para hablar de eso, yo...

—No hay excusas, papá.—continuó ella, con determinación— ¡Resultaste ser un maldito traidor!

Yamato asintió con pesar, reconociendo la validez de las palabras de su hija.

—Lo siento mucho, Nene —dijo con sinceridad— No tengo excusas para lo que hice. Fui débil y egoísta, y lamento haber lastimado a tu madre y a ustedes.

—¡Pues sí! Fue eso y mucho más.— Gritó Nene—¡Eres de lo peor!— Fue así como salió del lugar completamente enfadada.


La puerta del ascensor nuevamente se abrió y frente a todos apareció cierto sujeto de cabello castaño con ojos oscuros, a quien Izumi reconoció al instante.

—Hiroaki Ishida...—Musitó Miyako— ¿Qué hace él aquí?

—No lo sé.— Respondió la rubia.

Sin embargo, su presencia en aquel lugar podría ayudarla.

Izumi respiró profundamente, reuniendo toda su determinación antes de dirigirse hacia el despacho de su abuelo, Hiroaki, quien era una figura importante y respetada en la industria. Sabía que, si alguien podía ayudar a localizar a las modelos desaparecidas, era él.

Izumi al llegar frente a él se encontró con la mirada seria y penetrante de Hiroaki. Su abuelo, aunque mayor, seguía irradiando una presencia imponente y poderosa.

—Buenos días abuelo.

—Zoe.— Hiroaki pronunció el nombre de su nieta— Buenos días.

—Me alegra verte aquí.—Musitó la rubia—Abuelo, necesito hablar contigo sobre esta situación.

Hiroaki la miró con curiosidad, notando la seriedad en la expresión de su nieta.

—¿Qué sucede, Izumi? —preguntó Hiroaki, su tono grave y cauteloso.

Izumi inhaló profundamente, preparándose para hacer su solicitud.

—Se trata de las modelos que han desaparecido recientemente. Necesito tu ayuda para encontrarlas.—dijo Izumi, su voz firme y decidida.

Hiroaki no se sorprendió ante esta petición.

—¿Quieres mi ayuda?

La rubia asintió— Verás, esta situación es difícil, tú tienes mucha influencia y conocidos, necesito que me ayudes a saber qué pasó con las modelos.

—Entiendo que es una situación preocupante —respondió Hiroaki, su mente ya trabajando en posibles soluciones.

—¡Lo es!—Exclamó Zoe— Y solo personas como tú y mi padre pueden ayudarnos.

La preocupación en el rostro de su nieta era notoria, y por unos segundos el castaño sintió un nudo en su garganta debido a un leve sentimiento de culpa que nació en su interior al ver a su nieta de esa forma. Sin embargo, él no podía dar un paso atrás, debía continuar con sus negocios.

Y eso significaba fingir incluso frente a su familia

—Pues claro, Izumi.— Respondió Hiroaki— Por eso mismo vine, quiero ofrecer mi ayuda para encontrar a las modelos.—Depositó su mano en su hombro—Haré todo lo posible para ayudar.

—Por favor, abuelo, encuentra a las modelos.—Musitó la rubia mientras una lágrima caía por su mejilla.

—Tranquila, mi querida nieta.— El padre de Yamato secó con su dedo pulgar la mejilla de su nieta— Haré todo lo posible por llegar al fondo del caso.

Izumi sintió un alivio momentáneo al escuchar las palabras de su abuelo. Sabía que podía confiar en él para tomar medidas rápidas y decisivas.

—Gracias, abuelo. Significaría mucho para mí y para la compañía.— Fue así como lo abrazó.

Hiroaki asintió con solemnidad, su determinación reflejada en su mirada.

—Puedes contar conmigo, Izumi. Haré todo lo que esté a mi alcance para resolver esta situación lo antes posible —declaró Hiroaki, su voz resonando con autoridad.

Con el compromiso de su abuelo a su lado, Izumi se sintió renovada en su determinación para encontrar a las modelos desaparecidas y llevarlas de regreso a salvo. Juntos, estaban listos para enfrentar el desafío que tenían por delante.

Sin embargo, a lo lejos cierta mujer castaña, Haruna, se encontraba cero agradada con la escena, no soportaba ver lo hipócrita que era Hiroaki y lo capaz que era de jugar con los sentimientos de su propia nieta, aun sabiendo que estaba sufriendo, haciéndole promesas falsas.


Horas más tarde en la casa de Toshiko Takenouchi.

Nene se encontraba en el sofá completamente enfadada por la situación vivida con su padre.

—Nene, querida, estar de esa forma simplemente fomentará que tu rostro se llene con arrugas.— Toshiko pasó sus manos en su frente.

La Ishida apretó los dientes.

—Me es inevitable estar así, abuela.—Respondió la castaña— Yamato Ishida le fue infiel a mi madre.

—No le digas Yamato Ishida.—Contestó Toshiko— Antes que todo, es tu padre.

—Después de esto que hizo no me dan ganas de considerarlo mi padre.—Musitó la Ishida.

—Nene, entiende, estas cosas pueden pasar.— Musitó la madre de Sora acariciando su cabello— Tú misma eres la prueba de eso ¿no? ¿Recuerdas cuando le fuiste infiel a tu novio?

Al parecer ser infiel era de familia.

—Eso fue diferente.— Respondió Nene— Yo no estaba casada, ni tenía hijos de mi ex. Pero mi padre sí.

—Estas cosas pueden pasar.— Declaró Toshiko— Imagínate, te sucedió a ti que llevabas apenas seis meses, es lógico que le ocurra esto a tu padre que lleva años con Sora.

—¿Cómo puedes hablar así abuela?— Preguntó la menor— Fue tu hija la víctima ¿no te causa algún remordimiento?

Toshiko llevó su mano hacia su pecho— Claro que me preocupa ¡me ofende que pienses que no!— Exclamó— Pero no puedo llorar sobre la leche derramada, debo ser fuerte por ustedes, si me sumerjo en la tristeza no llegaremos a ningún lado.

Nene respiró profundo analizando las palabras de su abuela, en cierto punto tenía razón, sin embargo, eso no quitaba que se sintiera triste, decepcionada y muy enojada.

—Ojalá pudiera pensar como tú.—Comentó— Pero me duele esta situación.

—Sé que te duele.— Respondió Toshiko— Pero estas cosas pasan y uno debe ser fuerte.—Habló— Después de todo, no es algo de vida y muerte. Basta con tener la vida que tienes para olvidar detalles como estos. Yamato, a pesar de todo, siempre estará con ustedes y no les quitará la vida de lujo que tienen ¿por qué debes preocuparte?

—¿Qué no es obvio?— Preguntó Nene— Si tiene una amante puede pensar en tener otra familia, y si tiene más hijos, mi abuelo pensará en darle la empresa a ellos. Tú sabes como es de machista.

—Querida, no te preocupes por eso, estoy segura de que tu padre no hará eso.

O, al menos, ella se encargaría de que no.

—Eso espero.—Comentó la hija de Yamato.

Odiaba pensar en la idea de que su padre tuviese a otra mujer u otra familia. Ella era feliz con la familia que tenía y no quería personas externas en ella.


+Problemas, problemas y más problemas, con los Ishida.

+Sobre el padre de Takuya jajaja creo que es el misterio más confuso de la historia creo que he logrado dejarlos con la intriga y eso me hace sentir feliz. No me malinterpreten, pero me encanta saber que están expectante, si tienen teorías me las pueden hacer saber (A ver si alguien le acierta)

+Dije que los días Lunes van a ser de actualización, en la medida que pueda, ya que la próxima semana ingreso a clases ToT

+Este capítulo fue corto, porque los que vienen a continuación vienen con power.

TheBigParadox: ¡Holi! jsjsjs Que bueno que te gustara la actitud de Sora, aunque haya sido para molestar, entiendo que hayas querido golpes jsjsjs yo también hubiese querido, pero Sora se agarró a golpes con Mimi, cuando era joven por la supuesta infidelidad con Taichi, luego de eso, Sora se propuso nunca más pelear a golpes como una mujer barriobajera por un hombre y ahora que es madura respeta eso. Sí, es horrible la madre de Sora, la peor mujer del mundo no tiene corazón, ni afecto, solo piensa en ella. Las palabras son malas pero sus actos son peores esto recién comienza (Jsjsjs yo también quise jalarla del pelo por esos comentarios. Si tienes ganas de matarla significa que logre mi objetivo al crear a esta villana) Sí, puedes decir que amas el Takari, porque es mi pareja favorita jsjsjs Entiendo que te guste que tengan cosas en común, en este caso el tema de sus madres. Tengo algo preparado para ellos, pero ya verán, ojalá formalicen la relación jsjs pero no daré spoiler jsjsjs con respecto a Rika, sería bueno que se relacionara con Hikari, sin embargo, Hikari quiero relacionarla más con Izumi, veo un tanto difícil que se relacione con Rika, además, quiero resaltar el hecho que el único que logra que Rika se abra es Ryo. Sin embargo, ella tendrá una amistad importante a futuro. Con respecto a la discusión, hice que Ryo cerrara la puerta jajaja para que Rika no escuchara parte de esa conversación, Rika lograra conectar algunas cosas, sin embargo, falta tiempo para eso jsjsjs Y sí, es muy vulnerable, lamentablemente ella será la "víctima" de Mimi indirectamente, pero a su vez, ayudará a Mimi a entender que no todo el mundo tiene culpa de lo que ella vivió. Es difícil la posición de Izumi, lamentablemente ella quiere continuar en su relación, sin embargo, no se da cuenta que se hace daño a ella misma jajaja entiendo que quieras algo amistoso entre Takuya e Izumi por el momento, y eso es lo que es, por el momento, para ser buenos novios, se debe ser buenos amigos jajaja Sí, Nene es una diosa (salió a su madre) jajaja ya veremos qué ocurre con Kiriha. A Yamato se le vendrá una grande cuando Nene sepa que todo fue culpa de él y sus celos de padre jsjsjs Sí, los que conocemos su dolor podemos perdonar a Mimi, pero en sí, Mimi debe saber diferencia quienes son los verdaderos culpables de los inocentes. Ya veremos como todos caerán, solo hay que esperar, ya que falta tiempo. Para Akari tengo algo planeado, pero para futuro, será interesante, porque Koushiro tomará una posición basta...inesperada, con respecto a algo que ella hará. Pero falta tiempo para ver eso. Sobre Joe, él es el amigo encubierto, todavía no aparecerá, pero en algún minuto, cuando estime conveniente, aparecerá jijiji con respecto a Taichi solo diré que la esperanza es lo último que se pierde. Espero que sigas leyendo la historia, comentado y ojalá puedas siempre mencionar lo que opinas, si te gusta algo, si no te gusta. Estoy abierta a recibir todo. Quiero expresar mi gratitud por seguir la historia. ¡Un abrazo afectuoso para ti!

BethANDCourt: Holi, espero que te guste la actualización. Yo tampoco puedo con esa mujer, es horrible, me atrevo a decir que ve a su hija, Sora, como un peatón de ajedrez que puede mover a su antojo. Sí, Kouji cada vez cae peor, porque es demasiado posesivo y sí, tienes razón, él es el problema. Tranqui, me encargué de cada detalle (Por eso, hice que Ryo cerrara la puerta jajaja para que Rika no escuchara) Rika sabe de la rivaldiad de esos dos, porque hubo un tiempo en el cual los tres fueron amigos y por eso, Rika conoció a Ryo, pero (spoiler) dejaré esta explicación a futuro. Tranquila, Kouji sabe que si abre la boca se involucraría en un problema mayor, porque a la familia de Yamato le conviene que esto nunca se sepa. El drama se vendrá por otro lado para nuestra pobre Rika. Sí, Nanami es muy tonta, no vio que era simplemente un juego, sin embargo, deben estar atentos, no dejará esto, así como así. Sí jajaja la vida se empeña en hacerles recordar su pasado juntos jajaja y estamos recién comenzando, el beso se vendrá en algún momento, Yamato primeramente deberá confiar en ella. Ya veremos qué ocurre con el Takari jaja ahora están en una nube, pero ya se vienen algunas tormentas jajaja Sobre el padre de Takuya jajaja creo que es el misterio más confuso de la historia ¡me encanta saber que les intriga! Me encantaría leer tus teorías (a ver si aciertas) Sí, Nene donde pone el ojo, pone la bala (Se parece a su madre jsjsjsjs) Nene y Kiriha seguirá siendo una pareja chistosa, sin embargo, también tendrá cierto desarrollo. Gracias por amar el Fic, yo amo a mis lectores, así que me alegra saber que les gusta. Muchas gracias por seguir la historia, espero que te esté gustando, si es así espero que sigas leyendo y comentando. Te envió un cordial saludo.