Cuanto tiempo ya había pasado desde su batalla contra el Dragón del Apocalipsis. Meses? Años? Décadas o Siglos?
Él no lo sabía ya que el tiempo ahí parecía no existir, solo estaba atado allí, encadenado de brazos y piernas por romper una de las reglas de la prisión en la que se encontraba.
Su cabello castaño alborotado, algo largo, lo suficiente para que sus flecos cubran sus ojos. Su físico era la proporción perfecta que definiría el cuerpo de un guerrero, ni muy flaco ni muy esbelto. Además tenia esas cicatrices que poseía por todo su torso y espalda, algunas que otras cicatrices en los brazos, pero la más resaltante era la de su pecho, donde se suponía estaba sobre el corazón. La apariencia de aquella cicatriz daba a entender que la herida suponía ser letal. Pero allí estaba el castaño con los ojos cerrados y la respiración tranquila.
El castaño solo tenía puesto unos harapos que le servían de pantalones y en ambos brazos tenía un par de guanteletes metálicos.
El izquierdo era un guantelete completamente rojo, con ornamentas doradas y una gema verde en el dorso. Era una Sacred Gear del tipo Longino. La Boosted Gear. Dentro se encontraba sellado el Dragón Celestial Rojo o Dragón Emperador Rojo. Ddraig.
El derecho en cambio, era un guantelete completamente negro, las ornamentas tenían un toque platinado mientras que la gema del dorso era roja. Ese guantelete lo obtuvo después de su pelea contra el Dragón apocalíptico, que al ser vencido por el portador de Ddraig, este decidió enlazar su alma y poder al castaño, emulando la Boosted Gear y convirtiéndose en un guantelete por igual, permitiendo al castaño acceder a todo su repertorio de habilidades. Trihexa se había decidido por quedarse con el castaño, que dio hasta lo último para vencerlo.
Mientras tanto el mencionado castaño, era el famoso "Héroe de Guerra" aquel que detuvo a Rizevim Livan Lucifer y venció a la bestia del apocalipsis, acabando la nombrada "Guerra de Poder". Él era Issei Hyodou.
El sonido de las cadenas moverse sonaron en todo el lugar, el cual era un abismo rocoso con algunas salientes de magma, dicho magma sea de paso rodeaba al castaño dejándolo en el medio de una superficie rocosa.
El castaño intento acomodarse, aunque era algo tonto el solo pensarlo ya que él estaba prácticamente limitado de terreno y de movimiento con las cadenas que lo anclaban al suelo.
Un largo suspiro salió de él-(En serio esta fue tu mejor idea Ddraig?)- dijo el castaño en sus pensamientos.
-[Ciertamente he tenido mejores]- Replico una voz grave dentro de su cabeza. El tono despectivo con el que hablaba decía lo poco que le importaba en realidad la situación en la que se encontraba el castaño-
-{Aun así es estúpido Rojo, el simple hecho de estar aquí nos quita tiempo}- aquella voz era igual o más grave que el llamado Ddraig. Esa voz era la de Trihexa.
-(Tiempo para que, para tener que ir a luchar nuevamente con los otros prisioneros por alimento, el tener que aguantar a unos guardias inútiles que por ganarles un uno contra uno fácilmente te lanzan al solitario)- respondió mentalmente el castaño-(Aun no sé cómo accedí a intentar robarle la llave de suministros al guardia)-
-[{Por Hambre}]- Respondieron ambas voces en la cabeza del castaño, mientras el estómago del mismo rugía.
Y era verdad, ya había pasado más de una semana sin comer algo que lo satisficiera, tener que luchar constantemente por la miseria de comida que le entregaban los guardias no era lo mejor para su cuerpo.
La única razón del por qué tenía un cuerpo estable era por las peleas y los ejercicios que hacía en solitario, pero con el paso de esa semana y la falta de un alimento algo nutritivo provoco el hambre en el castaño.
Normalmente lo aguantaría, pero esta vez era muy distinto, realmente quería comer algo. Tenía la necesidad de tragar lo suficiente para saciar su hambre.
Un gruñido fue lo que soltó el castaño volviendo a quedar en silencio, al haber cortado su conexión con ambos seres dentro suyo.
El tiempo volvió a pasar en completo silencio. Nuevamente, horas, días tal vez semanas o meses.
En ese lugar era realmente distinguir el paso del tiempo.
El silencio perduro hasta que se escuchó el sonido de las cadenas moverse nuevamente, pero estas cadenas no pertenecían a las que apresaban al castaño.
-Muy bien señores, que sea una pesca entretenida- dijo una voz masculina con cierto tono de burla en su voz. El hombre se encontraba en los bordes del abismo, mirando a Issei desde arriba y con un grupo de cadenas que tenían ganchos y demás cosas punzantes en los finales de estos.
Varios hombres más estaban cerca del primero, también portando varias cadenas con ganchos en los inicios de las mismas.
Uno de ellos entonces lanzo las cadenas hacia el castaño, antes que los demás imitaran la acción, incrustándolos en brazos, piernas y algunas partes de su abdomen.
-Eso sí que llamo un "Bullseye"- dijo otro hombre que estaba al lado del primero, observando como una de las cadenas se incrustaba en la mejilla del castaño, que solo dio un gruñido como respuesta al dolor.
Todos tenían armaduras del tipo medieval, pero con el detalle de la bandera roja en su espaldas y un símbolo que el castaño conocía muy bien.
-Gremory- dijo Issei con cierto veneno en su tono de voz, saboreando el sabor metálico de su propia sangre al tener un gancho atravesándole la mejilla.
-Bien con eso es suficiente, libera sus ataduras y álcenlo, hoy es el día que nos despedimos de él… para siempre- menciono uno de los hombres, mientras los que portaba las cadenas empezaba a tirar de ellas atrayendo al castaño hacia ellos.
Levantando al castaño hasta el borde del abismo, uno de ellos guardia solo miro con una sonrisa torcida al castaño. -Hoy será un gran día "Héroe"- dijo con burla, sacándole los ganchos con brusquedad, antes de enrollarle las cadenas en los brazos y piernas-Hoy te darán tu "Recompensa"- menciono riendo- matar a Lucifer-sama y Beelzebub-sama es merecedor de una, no crees?-
-Argh!- volvió a gruñir Issei al sentir con retiraban el gancho que atravesaba su mejilla- pues si intentaran entender el motivo del porque los asesine, creo que no estaríamos en este dilema no crees?- menciono el castaño dando un cabezazo al guardia que le había quitado el gancho de la mejilla- no tienen idea de lo que tuve que aguantar, después de todo lo que hice no me convertiré en un conejo de indias para un Sis-con y un topo de laboratorio solo por adquirir las habilidades del dragón apocalíptico-
El otro guardia solo observo como su compañero cayó al suelo de manera pesada, dando a entender que estaba inconsciente, así que antes de que el castaño pudiera reaccionar nuevamente, el guardia agarra otra de las cadenas y lo enrolla en el cuello del castaño estrangulándolo.
El guardia solo empezó a reír mientras observaba como el castaño forcejeaba- es una pena que hoy sea el último día niño, realmente animabas el lugar!- comento apretando más el agarre- aun si lo que dijeses fuera cierto, asesinaste a dos de nuestros líderes, eso es considerado traición muchacho-
Issei solo sentía como el aire se le estaba acabando, todas las cosas que tenían allí era para poder enfrentarlo a él, todo tenia propiedad Dragon Slayer incluso la prisión fue modificada antes de su llegada, con la capacidad de inhibir las Sacred Gears. Issei parecía estar a punto de perder la conciencia solo para que el aire nuevamente circule dentro de su cuerpo repentinamente.
El guardia había aflojado su agarre, dejando que Issei respire nuevamente.
-Sígueme- Dijo el guarida tirando de las cadenas, forzando a Issei a seguirlo por un camino que el castaño reconocía perfectamente.
-Camino verde- murmuro Issei sabiendo que le deparaba al final del camino.
El Camino verde, era llamado el único lugar donde verdes pastos crecían de manera natural en el infierno, pero al final de ese camino, se encontraba el precipicio sin fin, lugar donde dicen es un vacío infinito, habían lanzado los restos de Dios cuando pereció en la Gran Guerra, en una manera de que el secreto de la muerte de Dios no se descubra, cosa que hoy en día ya no importaba ya que casi todos los seres sobrenaturales lo sabían.
Pero el otro propósito del lugar era para usarlo como lugar de ejecución, aunque la ejecución aquí era "Noble" ya que al lanzar a los prisioneros estos no morían, solo caían de manera interminable a aquel vació. Solo unos poco recibieron ese ejecución.
Acercándose al final del camino, un grupo de personas parecía estar esperándolos. Issei los reconoció fácilmente.
-(Que ternura, no esperaba una reunión)- pensó el castaño con sarcasmo mirando a los que estaban allí.
Un parte de ellos empezó a moverse hasta quedarse en el camino del guardia e Issei.
La cabellera carmesí que lideraba aquel grupo se adelantó del resto.
Sin saludar siquiera-Porque lo hiciste?- pregunto aquella mujer, mientras miraba con cierto desdén y desprecio al castaño, este solo guardo silencio sacándola de quicio levemente- responde maldita sea, porque mataste a mi hermano!?- dijo aumentando el tono de su voz.
El castaño solo sonrió de lado antes de responderle- intento convertirme en una rata de laboratorio Rias, creo que esta charla ya la tuvimos el día que me condenaron y me dejaron atrás- menciono con cierto desprecio en su voz- todos ustedes.- comento levemente.
-No me pienso creer esa historia Issei, mi hermano era incapaz de hacer algo como eso… si él… si él quería algo de ti me lo hubiese consultado primero- dijo Rias mientras recordaba como recibió la noticia de la muerte de su hermano.
A manos de su peón.
-Claro que si- dijo con sarcasmo Issei mirándola con cierta decepción- no sé cuánto tiempo paso Rias, pero aun sigues siendo esa niña inepta e ingenua cuando se trata de juegos de poder- murmuro lo suficientemente alto para que le escuchen.
-Pues el título que ostento ahora demuestra lo contrario- dijo la pelirroja, que tenia una armadura femenina que Issei reconocía muy bien- mientras tú te pudrías en este lugar, yo tome el puesto de mi hermano en el inframundo- la autosuficiencia en su voz era más que palpable.
-No tienes la capacidad, habilidad, ni el poder para llevar el título de Lucifer- comento con desdén el castaño riendo por la mirada de enojo que le daba la pelirroja.
-Fue por la decisión de los ancianos que tengo el puesto Issei, todos alegaron que era la más apta entre todos los demonios para asumir el cargo- refuto mientras miraba al castaño con el ceño fruncido.
-Una pieza fácil de controlar entre los cuatro Satanes- rió el castaño antes de mirar a los que estaban detrás de la pelirroja- acaso no dirán ningún "Hola" a su viejo amigo, novio o amante?- comento mirando a los demás del grupo.
-No tienen del porque hablar contigo- respondió la pelirroja con mayor enojo ante la declaración de Issei sobre el puesto que adquirió.
-Nah nah nah!- callo el castaño a la pelirroja- estoy hablando con ellos, no contigo-
-Es como Lucifer-sama dice, no tenemos nada que discutir con… con… un traidor- la que hablo fue una pelinegra, su pelo atado en una cola de caballo larga.
El castaño solo observo como había cierto auto desprecio y remordimiento en su mirada. En todos ellos.
-ja….jaja… así que, así son las cosas- comento el castaño mirando a Rias nuevamente- recuerda mis palabras Rias, vas a pagar todo lo que hiciste… no de mi mano… pero la vida se encargara de devolver todo de vuelta- esa declaración no le agrado a la pelirroja.
-Continúen con la ejecución- ordeno la pelirroja saliendo del camino, mientras los guardias volvían a empujar a Issei para que caminara.
El castaño observo al grupo por última vez.
Akeno, Asia, Kiba, Rosseweisse y Gasper, todos ellos evitaban el contacto visual con el castaño, solo Xenovia lo miraba fijamente, pero su rostro era una mezcla de emociones.
El sabia el porqué, fueron ordenados o mejor dicho obligados a aceptar la situación actual.
Más adelante el castaño se fijó en las demás personas que serían los testigos de su ejecución.
La mujer que dejo sin un marido, Grayfia Lucifuge y el hijo que ahora no tenía padre… el pobre Milicas.
-(Incluso Venelana y Zeoticus vinieron)- pensó el castaño mientras observaba a todos los que estaban en su camino.
Solo tres personas que no tenían nada que ver con la familia Gremory o Astaroth se encontraban también en el lugar.
Ellos se acercaron al castaño, mientras el rostro afligido que los tres mostraban denotaba que tipo de sentimientos tenían en ese momento.
-De entre todas las personas…. Ustedes tres, enserio? Poniendo esos rostros por mí?- comento con cierta diversión el castaño.
Una Rubia, una pelinegra y un hombre con los mechones de su pelo de color rubio opaco.
-Ise-kun… yo…- la pelinegra no pudo terminar su oración al ser cortado por el castaño.
-No es necesario que digas nada Serafall… el que estés aquí y no me estés culpando por lo que sucedió… ya es más que suficiente- comento el castaño sonriendo débilmente.
-Aun así, es injusto! Yo estuve allí cuando peleaste contra Sirzechs y Ajuka- menciono con cierta desesperación la pelinegra- vi cómo te amenazaron, como intentaron controlarte… a pesar que los salvaste a todos ellos… ellos… tú no tienes la culpa de nada!- dijo apretando los puños.
-Puede ser… pero en lo único que tienen de razón es que mate a los dos líderes- menciono el castaño.
-Pero lo hiciste a modo de defensa propia muchacho, Serafall testifico lo sucedido pero los ancianos del concejo fueron los que dieron tu sentencia- dijo el único hombre del trio.
-Eso lo se Azazel, estoy muy consciente de ello- respondió Issei- pero después de que ellos dejaron en claro sus planes, era más fácil deshacerse de alguien que no obedecería y sin Ajuka no podrían extraerme la Boosted Gear, ni hacerse con el alma de Trihexa- menciono- y aquí estamos ahora- las dos mujeres y el gobernador de los caídos solo guardaron silencio ante esa sentencia- incluso me extrajeron las Evil Pieces y si no fuera por Trihexa hubiese muerto en ese mismo momento- menciono mientras miraba la cicatriz más resaltante en su pecho.
La rubia iba a hablar pero- Como… como están mis padres?- hablo el castaño antes.
-Ellos… ya fallecieron Issei-kun- la rubia respondió- el tiempo se los llevo, cuando preguntaron por ti… yo no sabía que responder… cuando desapareciste del mundo humano después de la guerra…-
-No cambiamos su memoria en tu honor chico, sé que no te hubiera gustado que lo hiciéramos… así que… hicimos lo más sensato en ese momento, al menos Serafall y yo- menciono Azazel cortando a la rubia- a Gabriel la dejamos fuera en ese momento, ya que no importa si era una pequeña mentira eso podría resultar en su caída-
-Que les dijeron?- cuestiono el castaño bajando la cabeza al escuchar la noticia sobre sus padres- y cuánto tiempo llevo aquí?- pregunto una vez más mientras pequeñas lagrimas se formaban en sus ojos.
-Pues a tus padres les dijimos que… habías fallecido en el viaje con el que excusamos tu salida, tuviste un "accidente"- menciono el caído- y llevas aquí más de cien años muchacho-
Issei solo dejo que las lágrimas que se formaron en sus ojos, salieran libres ante la noticia.
Ya habían pasado más cien años desde que quedo encerrado, él, no tenía la más mínima idea de que el tiempo había pasado tanto y para el colmo, sus padres habían muerto ya.
La vejez había llegado y el tiempo se encargó de reclamarlos.
-Ni siquiera pude despedirme de ellos- las lágrimas caían y su voz se iba quebrando, mientras intentaba recordar algún momento con ellos solo para caer en cuenta en algo, entre sollozos empezó a reír levemente, para preocupación del trio que tenía adelante- ni siquiera… me acuerdo de sus rostros- menciono más dolido, mientras las gruesas lagrimas seguían cayendo.
Esa última parte partió el corazón de Gabriel que intento abrazar al castaño, pero fue recibida con un empujón de los guardias que estaba escoltando a Issei.
-Sin tocar- menciono el guardia con una sonrisa- fue suficiente de charlas aquí, tenemos que terminar esto- dijo empujando al castaño, que por toda la información no opuso resistencia y cayó al suelo.
Al guardia no le importo eso y con las cadenas que tenía en mano empezó a tirar, arrastrando al castaño, que aun tenia algunas cadenas incrustadas en el cuerpo.
No pudo dar ni dos pasos, antes de sentir como sus piernas se congelaban.
Serafall no iba a dejar que el héroe que les dio otro día mas para seguir con sus vidas, sea tratado de esa manera, mucho menos si dicho héroe era alguien que ella apreciaba y quería.
Los guardias no dijeron mucho más por el terror al ver como la portadora del título de Leviatán estaba furiosa al ver como trataban al castaño. Uno de ellos puso al castaño de pie y literalmente lo ayudo a caminar hasta el borde del precipicio, mas por terror que por pena.
Azazel se acercó al castaño alejándose de las dos mujeres que estaban con el- hubiera deseado que todo fuera de otra manera chico, enserio que lo hago- menciono antes de suspirar- por cierto, Yasaka pide disculpas por no poder venir al parecer los del consejo de demonios no querían a la ex líder de los Yokai aparecer, después de todo fue ella quien balanceo tus energías y tienen miedo que haga algo que perjudicara la ejecución- menciono- pero quería que lo sepas chico, que a pesar de no estar aquí, ella no apoya esta idea tampoco y que buscara una manera de limpiar tu nombre- finalizo.
-Y de que servirá, si viviré atrapado en ese vacío por la eternidad Azazel… ya lo perdí todo, qué más da ahora lo que este mundo piense de mi- Issei termino de hablar, mientras el Gobernador negaba molesto por todo ese desenlace.
-Nos tienes a nosotros- añadió el gobernador refiriéndose a Serafall, Gabriel, Yasaka y el mismo.
-Cuando caiga allí… ya no- contesto el castaño-Ya se acabó Azazel solo deja terminar todo esto rápidamente-
Azazel suspiro y solo volvió a su antigua posición junto a Serafall y Gabriel.
Serafall escucho los últimos diálogos entre el caído y el portador de Ddraig. No pudo sentirse más que enojada, quería hacer algo para demostrarle al castaño que se equivocaba, pero no podía. La sentencia ya fue dada. Pequeñas lágrimas de frustración caían sobre sus mejillas.
Gabriel en cambio tenía la cabeza baja, mientras pequeñas lagrimas se asomaban en sus ojos, mas no los derramaba. Ella sentía que eso sería un insulto hacia el castaño que a pesar de haber sido un demonio, demostró hasta el final que seguía uno de los mandamientos de su Dios, de su Padre.
"Honraras a tu padre y a tu madre"
Aun poseía la memoria para pensar en ellos.
Azazel en cambio tenía un semblante neutro y los brazos cruzados. Se mostraba impasible ante lo que tenía que presenciar, pero si uno se percataba como se agarraba los brazos con fuerza daba a entender lo frustrado que se encontraba.
Todos los demás rodearon al castaño que solo quedo mirando el precipicio con la mirada perdida.
Fue entonces que un hombre con apariencia de anciano se acercó al castaño y abrió el libro que tenía en mano.
-Todos aquí, están reunidos por una sola razón- empezó su palabrería- atestiguar la ejecución de Issei Hyodou ante el acto criminal de homicidio culposo, siendo las victimas Sirzechs Gremory el antiguo Lucifer y Ajuka Astaroth antiguo Beelzebub- seguía el anciano- el concejo demoniaco ha decidido que el castigo hacia el "Héroe de Guerra" sería, no la muerte sino el exilio y una vida en el vacío por la eternidad… Issei Hyodou, algunas últimas palabras?- cuestiono.
Issei solo levanto la vista, dio media vuelta y observo a todos, a pesar de que había gente que lo apreciaba aun así sentía el disgusto de todo ese desenlace, mas con la noticia de la cantidad de tiempo que resulto haber vivido en ese infierno y sobre todo la muerte de sus padres.
Aun con lágrimas cayendo, el castaño observo como le liberaban los brazos de las cadenas que poseía y la cadena que tenía por el cuello cayó al suelo, más los que tenía incrustado en el cuerpo, lo dejaron allí.
Abrió levemente la boca, mientras los demás solo estaban expectantes a lo que diría- A veces me pregunto… si fue lo correcto no dejar que Trihexa lo destruyera todo- finalizo.
Uno de los guardias con una lanza atravesó la pierna del castaño, mientras que otro con una vara lo empujaba hacia el vacío.
Todos observaron al castaño caer, algunos con sorpresa por las últimas palabras, otros con odio y otros con tristeza al darse cuenta que el dolor que sentía el castaño era mucho más de lo que imaginaban.
El vacío clamo al castaño. Issei ya no estaba. La ejecución fue completada con éxito.
Varios minutos pasaron desde que ejecutaron al castaño y los testigos empezaron a retirarse lentamente.
Rias y su grupo seguían mirando el lugar donde había estado el castaño, antes de que la imagen de cierta pelinegra se interpusiera en su línea de visión.
Cruzando al lado de la pelirroja, Serafall solo dijo unas palabras que eran suficientes para que Rias sintiera el peligro en ellas- Pagaras por lo que hiciste- fue todo lo que dijo.
Gabriel y Azazel también pasaron a lado de la pelirroja, pero estos ni se dignaron a mirarla.
Todos estaban a punto de salir del "Camino Verde" antes de sentir como un pico exagerado de energía era desprendido desde las profundidades de aquel precipicio.
Gabriel reconoció esa energía al instante que la sintió y solo una palabra salió de sus labios- Padre?...-
Disclaimer: Los elementos de High School DxD y Kuroinu: Kedakaki Seijo wa Hakudaku ni Somaru utilizados en la historia, no son de mi pertenencia. El derecho de cada uno, a sus respectivos creadores y autores. Este fic lo hice sin ánimo de lucro, solo con el motivo de entretener.
Arco único: Otra oportunidad.
Capítulo 1: Falling Star.
El cielo nocturno, adornado por billones de estrellas y la hermosa luna que ocupaban la vista hasta el horizonte de esas tierras.
En cierto palacio, una mujer de pelos rubios se encontraba arrodillada frente a una estatua que resemblaba su apariencia.
Pelos rubios que le llegaba hasta por debajo de la cintura, un par de orejas puntiagudas y unos ojos verdes. Vistiendo una tela blanca que se enrollaba a su cuerpo dejando ver mucha piel y dejaba apreciar bastante de su hermosa apariencia.
Ella era una Alta Elfa llamada Celestine Lucross, Reina de Austia el súper continente de ese mundo.
Mientras oraba, se podía apreciar como la estatua empezaba a brillar levemente, antes de que dichoso brillo desapareciera.
Celestine levanto la mirada y sus ojos que normalmente mostrarían ese cálido verde, ahora eran completamente blancos.
Uno de los sirvientes se acercó a su Reina solo para ver en qué estado se encontraba. Rápidamente el sirviente salió corriendo para llamar por ayuda, ya que ese estado significaba solo una cosa.
Su Reina estaba teniendo una visión.
Caminando por aquellas campos que ella recordaba debían ser verdes, ahora solo era un terreno deformado por los cadáveres que adornaban el lugar.
Mirando a su alrededor había algunos puntos prendidos en llamas, quemando los cadáveres que eran conformados por monstruos y humanos, pero más allá había un gran pilar de llamas que se extendía hasta el cielo.
Acercándose a aquel pilar, pudo observar la silueta de alguien dentro.
El calor era inexistente, por lo que ella pudo acercarse al pilar de fuego, hasta casi tocarla y observar con mucho más detalle la figura dentro.
Era una persona eso no cabía dudas, pero lentamente esa afirmación empezó a cambiar cuando aquella figura empezó a adquirir un par de alas, alas que solo un tipo de ser viviente podía tener y que ella reconocía perfectamente cuál era aquel ser de las leyendas.
Miedo empezó a inundar su mente y su cuerpo quedó inmóvil, observando como la silueta parecía dar vuelta y extendía sus manos hacia ella.
Rojo y Negro. Era el color de aquellas manos que salían del pilar de fuego. Aquellas Garras con apariencia metálica.
La garra roja le acaricio el rostro, recorriendo desde sus mejillas hasta rozar sus orejas dándole una extraña sensación de confort y protección, que desapareció al sentir como la mano o garra negra le apretaba el cuello.
-Dame…- escucho la voz dentro de aquel pilar de fuego, mientras la persona en cuestión salía lentamente mostrando su apariencia.
Cabellos castaños y ojos color miel. Su cuerpo estaba lleno de cicatrices. Tal vez por las batallas que paso.
Pero su rostro, no podía verlo, solo podía observar el color de sus ojos pero su rostro estaba oculto por las sombras.
-Dame una razón, un motivo… para no destruirlo todo en este mundo- menciono aquella persona mientras su agarre aumentaba en fuerza- este mundo putrefacto-
La Elfa solo sentía que el aire se le acababa, su vista se iba perdiendo lentamente mientras su mirar se alzaba hacia el cielo.
Y allí los vio. Dos Dragones, volando los cielos.
Aquellos seres míticos que solo se mencionaban en sus libros de cuentos. Seres de las Leyendas.
Aquellos dragones hacían juego con cada mano de la persona que la estaba asfixiando. Rojo y Negro.
-Solo necesito una razón para no acabar con todo- comento nuevamente el castaño- serás capaz de darme una o todo se acabara aquí?- cuestiono antes de que todo se torne negro.
Desplomándose al suelo de manera pesada, la Reina sintió como sus sirvientes evitaron que cayera de bruces al suelo.
Agradecida por sus súbditos, se puso de pie con ayuda de estos, recordando aquella visión que tuvo.
-Preparen a los mensajeros y avisen a las princesas guerreras que se reúnan en mi palacio lo antes posible- ordeno la Elfa Rubia a uno de sus subordinados, que con un asentimiento marcho a cumplir la orden.
Una mujer de pelos castaños vestida con lo que parecía ser una armadura bastante reveladora, se acercó a la elfa- Y a que se deberá esta reunión Reina Celestine?- cuestiono habiendo escuchado la orden.
-Tuve otra visión Claudia pero esta vez surgió mientras oraba, mas no en mis sueños, fue más real, no como antes que solo observaba desde lejos como un fantasma y podía saber los eventos que sucederían… no, esta vez era más vivido, pude sentirlo, pude sentir sus manos apresarme y cuestionarme sobre darle un motivo, algo con el cual evitaría acabar con todo- menciono la elfa mientras paso sus manos sobre su cuello y recordando el tono de voz de aquel ser o persona- parecía dolida y triste, pero aun así estaba decidida a acabar con todo si no obtenía lo que quería- finalizo.
-Ya veo mi Reina, si ese es el caso creo que me quedare un tiempo más antes de volver a Ansur- menciono la peli castaña.
-Muchas Gracias por tu apoyo- dijo la elfa rubia sonriendo levemente a la castaña- por cierto, hace cuanto salieron los mercenarios de Black Dog?- cuestiono.
-Fue al amanecer mi Reina, estimo que esta madrugada estarían librando la batalla contra la Reina de los Elfos Oscuros y sus bestias, si no es que lo están haciendo ahora mismo- informo la nombrada Claudia- si me disculpa me retiro a mi habitación- dijo haciendo una reverencia y retirándose.
-Por favor Claudia ten cuidado- dijo la rubia mientras despedía a la mujer de pelos castaños.
Claudia Levantine era una mujer exuberante, bastante hermosa. Su apariencia era atrayente para cualquier hombre, mas con el tipo de armadura que poseía, la cual cubría muy poco. Un rostro amable y bello, que tenía un pequeño lunar o marca debajo de uno de sus ojos azules, pero solo le daba un toque algo exótico a su apariencia.
Celestine miro a los cielos mientras se separaba de sus subordinados, pensando en el significado de ese sueño, observando como una lluvia de estrellas fugaces empezó a adornar el cielo nocturno.
Una vista hermosa sería si no fuera, por el simple hecho que una de las estrellas era mucho más grande de lo normal y parecía caer hacia el horizonte, iluminando con un gran resplandor el cielo nocturno por unos momentos.
Celestine solo junto sus manos, orando y clamando que no sea una mala señal.
Varios minutos antes – Norte de Austia
Reino de los Elfos Oscuros – Black Fort – Prisión – Zona de las Celdas
En la única celda que había en el lugar, se encontraba una mujer de piel morena y ojos amarillos, su pelo negro el cual además de enmarcar su rostro también cubría uno de sus ojos, su pelo tenía un gran largor llegándole hasta los tobillos, sus orejas puntiagudas y sus finos labios eran algunas características de ese bello rostro.
Vestida únicamente con un tipo de vestido liliáceo que le cubría por los lados y terminaban acopando su amplio busto, además de solo poseer un tipo de bragas negras que cubrían su feminidad. Esa era toda la vestimenta que poseía, si no contábamos con la corona en su cabeza.
Ella era Olga Discordia, Reina de los Elfos Oscuros y de las tierras del norte el cual era controlado por no solo los Elfos oscuros, sino también por varias especies de monstruos como los orcos, goblins, diablillos, etc.
Pero ahora, ella solo era una prisionera, le había otorgado poder a aquellos monstruos que se suponían le debían su lealtad, pero ese poder que les otorgo lo utilizaron en su contra.
Los Mercenarios de Kuroinu, los "Black Dog" tenían un mago el cual era capaz de comunicarse con sus bestias y les ofreció algo, que provoco el levantamiento de sus propios súbditos.
Posicionada en Seiza y mirando a la nada, ella visualizaba mentalmente la imagen de lo que estaba sufriendo una de sus subordinadas y alguien quien ella consideraba personalmente, su amiga.
Los gemidos o leves alaridos de dolor y placer daban a entender perfectamente lo que sucedía en la sala del trono.
Su subordinada estaba siendo violada.
Apretando sus puños con impotencia, penetro su propia carne con sus uñas al saber que era lo que habían ofrecido los mercenarios a sus sirvientes.
-Chloe- murmuro a nadie en particular mientras seguía escuchando los gemidos de su subordinada y amiga.
No podía quedarse así, necesitaba hacer algo.
Observando la sangre que recorría por sus manos heridas, provocadas por ella misma, una idea se le ocurrió.
Era arriesgado, ya que no solo no poseía su báculo o cetro consigo el cual catalizaba su energía mágica, sino que el resultado del hechizo, podría ser algo no planeado.
Un hechizo de invocación o llamado de auxilio a las deidades.
Trazando en el suelo con su propia sangre las runas que necesitaba para el hechizo, empezó a conjurar lentamente.
Cinco… Diez… tal vez quince minutos pasaron mientras ella seguía conjurando y escuchando los gemidos de placer de la llamada Chloe.
Ya sabía que no tenía mucho tiempo, vendrían por ella en cualquier momento, tenía que apresurarse.
Leves pasos empezó a escuchar, provocando que sus nervios aumentaran y acelerara el hechizo.
Murmurando sus palabras con inusitada velocidad, las runas en el suelo empezaron a brillar.
Fue en ese momento que llegaron las personas que provocaron su situación. Tres Hombres vestidos con armaduras de tela.
-OI! OI!- exclamo uno de los sujetos viendo las acciones de la Elfa- Rápido sujétenla!- ordeno abriendo la celda y dejando pasar a los otros dos que se abalanzaron sobre ella.
-Dando mis plegarias con sangre, yo te invoco enviado de los dioses!- exclamo Olga golpeando el suelo y produciendo que el brillo aumentara, solo para que esta desapareciera segundo después sin efecto aparente -(Fallo!)- pensó desesperada, antes de sentir como los guardias la apresaban, pasándose de listos tocándoles los pechos y apoyándose sobre ella dejándole sentir los miembros de aquellos hombres debajo de la tela de sus pantalones.
-Fue un buen susto el que nos diste, pero tu tiempo en esta celda ya acabo, es tu turno ahora, reinita- dijo con burla uno de los mercenarios tirando de ella antes de soltarla y ver como esta solo apretaba sus puños ante la frustración.
Olga no dijo nada, simplemente siguió a los mercenarios hasta la sala del trono.
Fue entonces que presencio la escena frente a ella, los ogros con sus miembros erectos miraban con cierta satisfacción a la mujer que estaba tirada en un charco de semen.
Tenía la mirada perdida, mientras pequeños espasmos recorrían su cuerpo.
-(Chloe)- pensó la pelinegra observando cómo habían jugado por el cuerpo de la elfa oscura con pelos rubios.
-Llévensela de aquí, que la atracción principal acaba de llegar- era la voz gruesa de un hombre el que pronunciaba esas palabras.
Un hombre alto de ojos rojos y pelos negros, una cicatriz cruzaba sobre uno de sus ojos mientras una sonrisa llena de soberbia y autosuficiencia se plasmaba en su rostro. Sentado en el asiento de la reina, aquel hombre miraba a Olga como si fuera su mayor logro.
Agarrando a la otra mujer con las manos encadenadas, empezaron a llevarla del lugar arrastrándola por el suelo.
-Bienvenida a mi nuevo trono, Reina de los elfos oscuros- empezó a hablar aquel hombre mientras observaba a los orcos llevarse a la otra mujer- Y bien reina, tengo una pregunta para usted- dijo levantándose del trono y acercándose a la mujer.
Olga solo le dio una mirada de muerte al pelinegro, que solo seguía sonriendo.
-Siempre me he preguntado… una elfa oscura es capaz de engendrar un niño, teniendo sexo con un humano?- cuestiono sonriendo aún más el pelinegro.
-No lograras tus objetivos conmigo Vault- declaro la elfa oscura, observando como el pelinegro se alejaba y unos diez orcos la rodeaban.
Observando que uno de los mercenarios tenía su báculo o cetro, con un simple movimiento de manos, provoco que esta volviera hacia ella levitando- Tomare esto de vuelta- dijo la Elfa observando a los orcos y humanos a su alrededor retroceder levemente- y ustedes recibirán su castigo!- exclamo, provocando que varios rayos saliera de su cetro matando a los orcos, más los humanos seguían ilesos.
El llamado Vault solo sonrió observando la situación- tu poder solo afecta a seres oscuros y este palacio anula toda magia a excepción de la tuya no es así?- cuestiono el pelinegro a la elfa que ahora respiraba agitadamente en el suelo- pues veras, yo también vine preparado- comento, señalando a un joven rubio con lentes, que sonreía mientras cerraba el libro en sus manos.
-Un.. un mago- susurro cansada la elfa entendiendo como un solo hechizo la debilito bastante- pusiste mi castillo en mi contra- murmuro solo para que el pelinegro riera estruendosamente.
-Es increíble como un simple cambio, provoca que la majestuosa Reina de los Elfos oscuros se vea débil e indefensa después de usar un solo hechizo, eso si no contamos del intento que hiciste en tu celda- menciono el pelinegro antes de señalar a sus hombres- prepárenla- ordeno.
El rostro desesperado de Olga denotaba perfectamente que estaba perdiendo la compostura ante la situación.
Siendo agarrada de ambos brazos y levantada de ambas piernas, además que estas estaban abiertas dejando a Vault en medio de estas, la reina miraba con miedo e ira al pelinegro.
-Volviendo a lo de antes- comento el pelinegro- será que puedes quedar embarazada de un humano- menciono mientras sacaba su miembro erecto.
El rostro de Olga paso a una de desesperación. Podía poner un hechizo de castidad, pero no tenía la energía suficiente para siquiera un hechizo tan pequeño.
Pequeñas lagrimas se empezaron a formar mientras forcejeaba desesperada.
-No- dijo débilmente la elfa- por favor, detente- seguía diciendo, observando cómo le arrebataban la tela que cubría su feminidad- Alguien… por favor… ayuda- dijo en un hilillo de voz.
Y fue entonces que un estruendo se escuchó, mientras el sonido de algo impactando constantemente contra el castillo también se apreciaba y no solo eso, el sonido aumentaba cada vez más.
-Qué demonios es eso?- cuestiono Vault sintiendo de repente como el suelo empezaba a temblar. Abriendo los ojos completamente- Todos cúbranse!- exclamo.
Y el techo se desplomo.
Los hombres habían soltado a la reina en el lugar, que no podía hacer nada para defenderse de los escombros que caían hacia ella.
Cerrando los ojos, espero el impacto de las rocas que nunca llego en cambio sintió como algo más pequeño impactaba contra ella y la tumbaba más al suelo.
Paso un tiempo, antes de que todo se vuelva a calmar pero el polvo aún seguía asentándose.
Cuando el polvo se asentó completamente, los miembros de Kuroinu observaron cómo un hombre de pelos castaños estaba sobre la Reina de los elfos oscuros aparentemente inconsciente o eso creyeron, al escuchar como gruñía el castaño se dieron cuenta que no era así.
Abriendo los ojos levemente, lo primero que Issei logra ver es un par de ojos amarillos que lo miraban con una mezcla de emociones. Miedo, desesperación, esperanza, ansiedad y varios más.
Aun vestido con esos harapos que le servían como pantalones y algunas cadenas incrustadas en su espalda, el castaño se fija que debajo de él se encontraba una mujer de piel de canela con orejas puntiagudas.
Elfo, fue lo primero que se le vino a la mente al verla mejor. Colocándose en una mejor posición, se da cuenta de cómo se encontraba sobre la mujer, pero el castaño le resto importancia.
Poniéndose de pie y separándose de la pelinegra, el castaño observo el lugar dándose cuenta que no conocía el sitio.
-Hey!- escucho alguien queriendo llamar su atención- quién eres?- la voz pertenecía a un hombre, mas a Issei no le importo ignorando la pregunta y prestándole más atención a su mejilla que no tenía más la herida de aquel gancho, creyendo raro eso.
Mirando con más detenimiento el lugar, se percató de los detalles.
El hombre que lo llamaba tenía el miembro afuera, mientras que varios otros hombres se encontraban desnudos, siendo solo unos pocos los que tenían vestimenta.
Mirando nuevamente a la elfa, no pudo negar lo hermosa que era, pero claramente no pasando por alto el detalle de que no tenía lo que sería sus pantis o bragas y que la expresión en ese bello rostro no era excitación o emoción por lo que estaba sucediendo.
No sabía si se debía a él al interrumpir lo que el creería era su "Orgia"… o se debía a los otros hombres a su alrededor intentando pasarse con ella. Eso ultimo le crispo los nervios levemente, aunque no quería sacar sus conclusiones, aun así lo averiguaría ahora.
-Hey! Niño sordo, te estoy hablando- Vault se acercaba con prepotencia al joven que apareció de repente.
Le había arruinado la fiesta, le había arruinado su nuevo castillo. No le importaba quien fuera, ese mocoso estaba interfiriendo con sus planes.
Extendiendo una de sus manos para agarrar al muchacho, Vault siente todos sus instintos gritarle peligro, saltando hacia atrás, esquiva por los pelos un golpe del castaño.
Issei solo miro su mano sintiéndose más pesado.
El resonar de las cadenas llamo la atención de todos, percatándose que el castaño tenía varias de ellas clavadas en la espalda por una especie de gancho.
Eso sorprendió a la mayoría en el lugar, pero se sorprendieron más al ver la cantidad de cicatrices que tenía en su cuerpo. ¿Quién era ese chico?
Issei también se percató de las cadenas antes de dar un suspiro pesado recordando. Ahora entendía por qué se sentía pesado, las propiedades Dragon Slayer aún estaban en él.
Extendiendo sus manos hacia los ganchos, Issei empezó a quitárselos uno por uno para impresiones de algunos y shock de otros, más cuando se percataron de otros dos nuevos detalles.
Las manos de aquel castaño eran unas garras o guantes metálicos. Rojo el de la izquierda y Negro el de la derecha.
Olga también observaba sorprendida al recién aparecido. ¿Quién era aquel castaño? Se empezó a preguntar, mientras su mente trabajaba a mil por hora, hasta que algo dentro de su cabeza resonó con un fuerte click.
El hechizo de invocación.
Ese chico, podría ser el resultado de su hechizo.
El sonido de varios metales cayendo pesadamente al suelo, puso a todos de vuelta atentos al castaño que solo movía los hombros y se tronaba el cuello, mientras sus heridas se cerraban con un leve humo saliendo desde estas.
-(Regeneración?)- cuestiono mentalmente el castaño.
-{Una de mis habilidades, pero lo discutiremos más adelante, el lugar donde te aprisionaron negaba la mayoría de mis habilidades menos esta, por eso podías curarte pero no al cien por cien, debido a eso las cicatrices quedaban en tu cuerpo}- contesto el dragón negro.
-Bien- hablo por primera vez Issei, sintiendo como toda su energía regresaba rápida y paulatinamente a él ya sin el veneno de un objeto dragon slayer en su cuerpo.
Ascalon no contaba, ya que está prácticamente se unió a su Boosted Gear.
-Ya terminaste con tu show, quien quiera que seas?- pregunto Vault mientras miraba al castaño seriamente- ahora ya me dirás quien o que diablo eres?-
-No tengo por qué responderte- contesto el castaño sin mirar a Vault- pero ustedes si tienen que responderme esta pregunta… que planeaban hacer aquí?- Pregunto.
-Aquí?- cuestiono Vault mientras miraba al castaño- no mucho, solo construyendo un nuevo imperio, el imperio del servicio- empezó a dar su discurso el pelinegro, dando sus motivos tras las acciones que estaba cometiendo.
Por su parte Issei no lo escuchaba en realidad, ya que estaba teniendo una charla con los dos seres dentro suyo.
-(Algunos de ustedes dos sabe dónde estamos?)- cuestiono el castaño a los dos dragones mientras observaba al pelinegro seguir con su discurso-(Recuerdo solo decir que era mejor que hubieran muertos todos, el negro de aquel vacío y luego ¡Pam!, empezamos a caer del cielo cual meteoro)-
-[Ni idea compañero, estoy igual de confundido que tu]- contesto el Dragón Gales.
-{Yo no tanto, pude sentir como forzaron tu ingreso a este mundo y eso solo puede hacer alguien que tenga el poder de un dios}- menciono el Dragón apocalíptico-{Sentí incluso como quiso separarme a mí y a rojo de tu cuerpo}- continuo informando-{pero al no tener la capacidad de hacerlo o mejor dicho, el poder para lograrlo, probablemente te lanzo sin más}-
-(En pocas palabras, actualmente yo no soy bienvenido aquí con ustedes dentro mío)- concluyo el castaño mientras tomaba en cuenta la parte de "separar" en la historia de Trihexa.
-{Técnicamente, no lo somos}- murmuro el Dragón negro-{Tal vez seas una anomalía en este mundo}-
-[Por ese motivo habrás aparecido en este mundo desde los límites del cielo, lo más probable es que forzó tu ingreso, pero al no poder separarnos de ti intento deshacerse de ti]- argumento Ddraig.
-(Probablemente)- apoyo el castaño.
-Y todo iba a empezar con esa mujer que tienes a tus espaldas- termino el líder de Kuroinu mientras señalaba a la elfo detrás del castaño.
-Y que le iban a hacer?- pregunto Issei dejando muy en claro que no presto ninguna pizca de atención a lo que decía Vault.
Esto saco de sus casillas al pelinegro- vamos a violarla, hacerla nuestra perra sexual, vamos a jugar con su cuerpo, eso vamos a hacer con ella y con todas las mujeres de este mundo!- exclamo con fervor, mientras los demás hombres a su alrededor vitoreaban y alzaban sus puños en señal de que apoyaban la idea.
-Ahora entiendo la situación con más detalle-dijo Issei para sí mismo mientras dio media vuelta y se acercó a la mujer de pelos negros, poniendo una rodilla al suelo el castaño fijo su mirar a los ojos ámbar de la mujer. -Cómo te llamas?- cuestiono ignorando los gritos y ovaciones de los mercenario hacia su líder.
La Reina de los Elfos oscuros al percatarse de la mirada calmada que le daba el castaño, no pudo evitar sentirse algo más tranquila, aunque de igual manera se podía ver la tensión en su cuerpo demostrando aun la desconfianza que sentía- Olga... Olga Discordia- respondió- quien...-intento preguntar algo mas pero el castaño la interrumpió.
-Sabes dónde estoy?- pregunto Issei, recibiendo un asentimiento- si te saco de aquí, me ayudarías dándome toda la información o lo que sabes de este lugar?-
Olga solo asintió nuevamente, solo para sentir con sorpresa como el castaño la cargaba de manera nupcial y empezaba a llevársela a otra parte.
O es lo que intento hacer Issei, ya que Vault observo lo que el castaño estaba haciendo y ordeno a todos sus hombres que lo rodearan.
-Que intentas mocoso?- cuestiono el pelinegro- quedarte con toda la diversión para ti solo?- inquirió mientras adquiría una sonrisa algo siniestra.
Olga observo fijamente al castaño al escuchar esa pregunta, esa idea no se le había pasado por la mente y si el castaño también intentaba violarla? Estaba poniéndole mucha confianza al castaño sin saber cómo era realmente. Pero sus dudas se disiparon rápidamente.
-Más bien, me la llevo para evitar que la violen- respondió Issei con cierto desgano observando a los hombres desnudos pero armados frente suyo- enserio cambien de hobby, ir por allí queriendo violar a las mujeres, acaso son animales?- cuestiono.
-[Te diría caradura, pero ya no eres el viejo Issei que babeaba por ver un par de pechos]- dijo Ddraig escuchando a su portador. Issei solo gruño por lo bajo recordando su época de pervertido y algo degenerado.
-Ya te lo dije muchacho, esto será el nuevo imperio. Fuimos a incontables guerras por ellas y no recibimos ningunas gratificaciones o alguna recompensas, sentadas en sus tronos observando cómo nos matamos los unos a los otros... pero esto, esto unificara a todos los hombres, humanos y bestias, ya no habrá guerras y las mujeres no serán nada más que...- seguía exclamando con emoción el pelinegro, solo para ser cortado por el castaño.
-Sí, sí, juguetes de placer nada más, enserio, tan mal te dejo el rechazo que necesitan de esto para tener mujeres, dan pena y si me permiten decirlo, asco- comento Issei mientras sonreía levemente- ahora, le dirás tus hombres que salgan del camino o tendré que sacarlos del camino por la fuerza-
-Acaso estas ciego niño, solo eres uno y nosotros muchos- recalco el pelinegro mientras recibía un "no me digas" sarcástico del castaño- acaben con ese chico y capturen de vuelta a esa perra- ordeno.
Varios se lanzaron contra el castaño y la elfo oscuro que solo se aferró más al torso de este.
Levantando sus armas, estuvieron a centímetros de golpear a Issei, pero todos sintieron el rebote del impacto contra el duro suelo.
Eso y que el castaño ya no estaba en el lugar.
-Enserio me atacaron cuando tenía a alguien en mis brazos? Eso es bajo hasta para ustedes, pero que debo esperar de un grupo de monos que solo piensa en sexo- comento con sarna el castaño, que ahora estaba a varios metros de ellos aun teniendo a la elfa en sus manos, que le miraba sorprendida ya que no vio en qué momento se movieron del lugar.
-[Debo recordarte que antes…]- el dragón rojo quiso añadir su comentario.
-(Cállate Ddraig, recuerdo mi pasado no es necesario que me lo restriegues por la cara)- interrumpió Issei.
-[Solo decía, solo decía... después de todo me llamaron Oppai Dragon por tu culpa, así que tengo todo el derecho de quejarme!]- refuto el dragón gales.
Trihexa solo escuchaba la disputa entre ambo algo anonadado de que ignoraran la carrera que los mercenarios empezaron para alcanzar a Issei.
Todos volvieron a atacar, pero nuevamente, sintieron el duro rebote de sus armas contra el suelo.
-(Ya enserio están molestando!)- pensó el castaño mientras miraba con enojo a los mercenarios- Ya cállate Ddraig no me dejas concentrarme!- dijo levantando la voz dejando a todos con rostros extrañados.
El dragón gales solo empezó a reír dentro del castaño.
Issei miro a Olga a los ojos y pregunto- Dije algo que estaba fuera de lugar y no tenía sentido cierto?- recibiendo el asentimiento de la mujer, Issei solo suspiro-(Después hablamos)- musito en sus pensamientos cortando la conexión con los dragones- Bien, disculpen todos por eso ultimo solo recordé algo… en donde estábamos?- empezó a hablar el castaño mientras todo volvían a correr hacia el- ha sí!- exclamo levantando uno de sus pies antes de pisar fuertemente contra el suelo, provocar que el suelo se agrietara parando a todos los mercenarios y hacer que estos retrocedan un poco al final- gracias por entender que no puedo luchar con una mujer en brazos- inquirió, acercándose a uno de los pilares y bajando a la elfa al suelo que solo lo observaba en silencio.
No sabía que decir, el castaño era un verdadero enigma a sus ojos.
Al dejar a Olga en el suelo, el castaño adquirió una sonrisa algo siniestra -Bien entonces... empezamos?- pregunto dando media vuelta y encarando al grupo de mercenario.
Esta vez era distinto, del castaño se desprendía un aura rojiza que iba aumentando conforme se acercaba a los mercenarios.
Nadie se animaba a atacar esta vez, petrificados por la sensación de muerte que les rodeaba, solo quería salir huyendo pero -Que esperan! Atáquenlo!- Vault dio sus órdenes.
Sus hombres dudaron, pero después de unos segundos se lanzaron contra el castaño que estaba allí esperándolos.
Dos de ellos fueron los primeros en alcanzar a Issei, levantando sus espadas y hachas lanzaron su ataque sonriendo levemente, ya que esta vez parecía que si darían en el blanco, pero el resultado no fue lo que esperaron.
El castaño esta vez no hizo nada más que levantar las manos y detener el filo de ambas armas con sus palmas abiertas. Mirando de manera calculadora, el castaño llego a una conclusión -(Sus armas son defectuosas)- pensó apretando el filo y rompiendo en pedazos ambas armas para incredulidad de los mercenarios.
En un movimiento rápido de manos, el castaño había hecho impactar sus puños en los rostros de ambos mercenarios que literalmente mando a volar a ambos al otro lado del lugar.
-(Y ellos son demasiado débiles)- concluyo al ver que un golpe sin aumentos y mera fuerza física los hizo desplazarse de un punto a otro-(Bueno… en realidad contra mí son débiles)- finalizo con cierta gracia al final de sus pensamientos.
-{Son como un grupos de moscas}- dijo el dragón apocalíptico observando la situación a través de los ojos del castaño.
-(Me pregunto si eso pensabas cuando nos enfrentamos a ti)- pensó el castaño, mientras el dragón negro solo reía con cierta diversión.
-{No lo dudes chico... aunque tú eras más como una cucaracha, no importa cuando te pisara no morías}- menciono Trihexa para sorpresa del castaño.
-(Recuerda que esa cucaracha te venció)- refuto el castaño con una mueca.
-{Ascalon lo hizo. Eras una cucaracha que portaba a Ascalon}- respondió rápidamente el dragón negro.
-(Aun así perdiste)- volvió a responder el castaño.
-[No quiero interrumpir su escenita, ciertamente nosotros los dragones somos orgullosos y todo eso, incluso entiendo tu sentimiento de querer demostrar tu punto Issei]- irrumpió el dragón Gales-[Pero recuerden que estamos en una situación donde quieren matarte compañero]- termino Ddraig dando su punto.
-{Aunque no pueden}- menciono Trihexa.
Issei observo a los mercenarios congelados en su lugar. Para lo que el castaño era poco, para ellos el ver a dos hombres volar de un extremo de la sala a otro, era algo que realmente los dejaba en shock.
-{Ya acábalos, no merecen tu tiempo}- dijo el dragón apocalíptico, mientras que Ddraig solo daba una respuesta afirmativa apoyando la idea.
Lanzando un suspiro, el castaño fijo su vista en todos y cada uno de ellos antes de desaparecer dejando una estela de polvo levantándose atrás .
Su primera víctima fue clamada sintiendo como la vida se le arrebataba de un solo golpe en el rostro. La fuerza era tal que la base del cuello se había roto, permitiendo que la cabeza rotara de una manera grotesca.
El segundo sintió como algo se incrustaba en el cuello antes de empezar a ahogarse. El castaño de un solo movimiento le había separado la tráquea del cuello.
El tercero fue algo más brutal, perdiendo el brazo en el cual portaba su arma, Issei incrusta la espada en el pecho del mismo hombre del cual se lo arrebato.
Tres muertes en no más de dos segundos. Y así, uno por uno de los mercenarios empezaron a caer muertos en el suelo.
Eran un grupo de cien personas y poco más, pero el castaño los estaba reduciendo con el pasar del tiempo.
-Quien es... ese monstruo, siquiera es humano?- el hombre rubio con lentes, cuestiono a nadie en particular observando la increíble hazaña de un solo "hombre". Mordiéndose el pulgar, abre su libro y empieza a buscar un hechizo rápidamente- La situación se nos salió de control, no podemos arriesgar y quedarnos aquí- murmuro- Vault! tenemos que irnos el lugar no es seguro!- menciono atrayendo la atención del pelinegro.
Vault solo observo con desprecio al castaño que estaba arruinando sus planes, antes de ir junto al rubio y ponerse a lado del mismo- Sácame de aquí! Tenemos que ver una forma de vencer a ese tipo, tendré que recurrir a las bestias selladas por lo que puedo ver- menciono.
-Entendido, ya tengo el hecho listo nos tele transportaré a nuestra base- menciono el rubio.
-Todo a tu cargo Kin- dijo el pelinegro- Es una pena que nuestra pequeña charla haya tenido que acabar así niño, pero la próxima, no tendrás tanta suerte!- menciono Vault mientras un círculo mágico aparecía debajo de él y el rubio.
Issei seguía masacrando a los mercenarios con relativa facilidad, escuchando las últimas palabras del pelinegro, agarra del rostro a uno de los hombres de Vault y lo lanza hacia el lugar donde provino la voz del pelinegro.
Pero el cuerpo del mercenario solo impacto con fuerza contra la pared traspasándolo y dejando un hueco, quedando muerto entre los escombros.
Al ver que su líder se retiró y ellos quedaron solo con el castaño, estos empezaron a huir pero el castaño estaba bloqueando la única salida. Los que antes eran cien personas, ahora no eran más de diez.
-Saben... aún tenía algunas preguntas, pero sin su líder que supongo lo era... ustedes tendrán que responder en su lugar- sentencio el castaño.
Los siguientes minutos solo se escucharon los gritos de ayuda.
-Varios minutos más tarde-
Olga aún seguía sentada en el lugar donde el castaño la había dejado, había observado como literalmente masacro a los mercenarios de Kuroinu con total simplicidad, ella sabía que eso no era nada más que un juego para aquel hombre.
Aun así, su mente empezó a trabajar a mil por hora, ella había visto su hechizo fallar no? O el efecto fue retardado? Varias dudas salían a flote.
Castaño y con el porte de un guerrero veterano, sus manos estaban cubiertos por esos guantes que le daban apariencia de garras, su cuerpo musculoso estaba cubierto por varias cicatrices y solo estaba vistiendo unos pantalones desgarrados y rotos.
Su mente buscaba una respuesta de quien podría ser, ya que su hechizo era una de tipo invocación donde las deidades le prestarían un héroe o campeón para que la ayudase, normalmente la persona seria alguien considerada una leyenda en el mundo, pero el aspecto del castaño no resemblaba a ninguna de las leyendas que ella conocía.
-Eso es todo- la voz del castaño, la saco de su nube de pensamientos percatándose que el mismo estaba mirándola fijamente, poniéndola nerviosa.
Issei por su parte solo observaba a la elfo dándose cuenta de un detalle pequeño pero muy relevante.
La mujer no tenía puesto nada para cubrir su feminidad desde hace rato.
Mirando a los alrededores, el castaño logra ver una tela negra cerca de donde él había impactado contra ella al llegar a aquel lugar, acercándose para agarrar aquel pedazo de tela, ciertamente tenía la forma de una tanga muy fina.
-No puede ser cierto- dijo a nadie en particular el castaño acercándose a la elfa- esto te pertenece?- cuestiono mostrándole el pedazo de tela.
Olga miro lo que le castaño tenía en manos antes de mirar su entre pierna, fue allí que se dio cuenta de cómo se encontraba ella.
Fue la primera vez que ella se puso levemente roja de la vergüenza tapándose con una mano su condición de mujer, un casi inaudible gracias salió de sus labios mientras agarraba la pequeña tela de las manos del castaño e intentaba pararse para ponérselo.
El castaño la ayudo a ponerse de pie, observando cómo esta parecía estar muy atenta a lo que él hacía o los movimientos que utilizaba hacia ella- Tranquila, no voy a dañarte o intentar algo como ellos- dijo Issei dejando que se acomode el pedazo de tela en el cuerpo, dejando en claro que si era su tanga… una muy fina tanga.
Habiendo escuchado las palabras del castaño, Olga se había quedado mirando al suelo sin decir una palabra, no sabía que decir en realidad, así que dijo lo primero que se le vino la mente- Yo de verdad te lo agradezco… - entonces se dio cuenta que no conocía el nombre de la persona que la había salvado.
-Issei, llámame Issei. No me había presentado de igual manera, así que es normal que no sepas- comento el castaño viendo la problemática en las palabras de la elfa.
-Gracias Issei… si no hubieras llegado, estos desgraciados- el veneno en la voz de Olga era evidente.
-Sí, entiendo a dónde quieres llegar- comento Issei observando el grupo de cadáveres.
-Aunque mi…- Olga recordó algo- CHLOE!- exclamo empezando a correr hacia el interior del castillo, en busca de su subordinada.
Issei levanto una ceja antes de caer en cuenta en algo-(No fue la única… y al parecer la o las otras no tuvieron tanta suerte)- pensó.
Pateando uno de los cuerpos de los mercenarios, se fijó que este aún estaba vestido y una idea paso por su mente.
Prisión del castillo – Zona de los calabozos
Los apresurados pasos de Olga resonaban por los pasillos de la zona, mientras buscaba a su subordinada y amiga.
Ya había bajado un piso más habiendo pasado por donde había hecho aquel círculo mágico con su sangre.
Llegando a la zona más profunda de su castillo, donde a sus prisioneros se los torturaba.
Los calabozos estaban adornados con pequeñas antorchas que apenas iluminaban el lugar, pero el brillo de los materiales alzados en las paredes eran perfectamente visibles.
Aquellas herramientas de tortura, daban al lugar un aspecto tenebroso. Un poco más atrás se podía observar los cuartos, escuchando leves gemidos en uno de ellos.
Acercándose a la puerta y abriéndola con cierta brusquedad, Olga observa con terror y repudio como los orcos que se habían llevado a Chloe aún seguían abusando del cuerpo de la elfa.
-Malditos!- exclamo Olga al ver la escena frente suyo, acumulando la poca magia que tenía e iba a utilizar contra ellos, siente como pierde el equilibrio ante la sensación de cansancio, producido por la magia aun puesta en el castillo- No ahora, no!- dijo frustrada poniéndose de rodillas.
Esa última exclamación llamo la atención de los orcos percatándose de la presencia de la Reina.
Soltando a la otra elfa, que cae pesadamente al suelo, ambos orcos cambian sus intenciones para con la Reina, mientras los miembros aun erectos de los mismos palpitaban ante la idea que surcaban por sus cabezas.
Olga observo a ambos ogros, mirando con terror como se acercaban.
Pero el sonido de lo que parecía ser un silbido se escuchó en toda la sala, antes de que uno de los ogros recibiera entre ceja y ceja lo que parecía ser una barra de metal.
El otro ogro perdió completamente su erección, al ver como su compañero caía pesadamente al suelo muerto. Mirando detrás de la reina de los elfos, se percata del castaño que tenía un brillo bastante siniestro en los ojos.
Retroceder fue lo poco que pudo hacer el ogro antes de ver como la figura del castaño desaparecía de su línea de visión y sentía como algo penetraba su espalda.
El castaño había penetrado la espalda del ogro con sus manos, agarrando la columna del monstruo y apretarlo con fuerza antes de que sintiera como esta se quebraba, ante eso el castaño solo agarro la misma barra de metal con la que había matado al primer ogro antes de soltar al segundo.
El Ogro cayo boca abajo, paralizado por la rotura de su columna vertebral, antes de sentir el frío del metal traspasarle la garganta, ahogándolo por el corte en la circulación del aire.
Olga observo la mirada del castaño con más detenimiento esta vez, había algo dentro de él que preocupaba a la reina, algo que sabía no debía despertar.
Esa mirada llena de rabia e ira, que parecía solo buscar la sangre de aquellos que él consideraba sus enemigos.
Haciendo a un lado esas ideas, Olga se acercó a la otra elfa para observar en qué estado se encontraba, sin saber que Issei también tenía un pensamiento casi idéntico a la de ella.
Para el castaño algo dentro de él no se sentía, bien… no lo sentía correcto. Él no era tan sanguinario en sus peleas, ya había matado, si, la "Guerra de Poder" había tomado gran parte de sus virtudes básicas como el aprecio a la vida, entendiendo que la vida misma era tan frágil y fácil de perder… pero de igual manera, nunca llego a tal punto donde su forma de pelear sea tan brutal y acabara de manera grotescas a sus enemigos.
Viendo como la elfa de piel de canela pasa a lado suyo para acercarse a su compañera, Issei simplemente atina a mirarse las manos observando como la sangre de aquellas bestias aun goteaban de ellas.
Sacudiendo sus manos limpiándose la sangre, el castaño se acerca a ambas elfas. Issei ahora estaba vestido con unos pantalones de una tela ligera y bastante cómoda, que pertenecía a uno de los cadáveres de los mercenarios pero el tamaño era muy chico, quedándole más como un short o calza de ciclista, que unos pantalones.
Olga al observar cómo se encontraba su amiga, solo atino a ponerse de rodillas mientras pequeñas lagrimas se formaban en sus ojos, no aguantando la imagen frente a ella.
Issei también se acercó para observar a la otra elfa, poniendo una mueca de disgusto al ver el estado en el que se encontraba.
También de piel morena, con un cabello rubio bastante largo que contrastaba con el color de su cuerpo, el rostro de aquella elfa no mostraba ningún tipo de reacción legible, era una sonrisa con un vacío aparente que no desentonaba con aquellos ojos rojos sin brillo, mirando a la nada, una mirada… perdida.
La indumentaria de la elfa no tenía mucha descripción para dar, ya que mayor parte de ella ya no lo poseía, a excepción de lo que parecía ser unas medias o parte de una que se unía a unos ligeros claramente para el encastre a alguna otra parte de lo que se suponía era su ropa, cosa que parecía a la indumentaria de Olga pero más fina además de tener pequeños relieves metálicos, lo cual si el castaño no se equivocaba, también acopaba los pechos ahora al descubierto de la elfa además de que parecía le debía de servir como una armadura.
-(Esto es el resultado de los planes de esos mercenarios…)- pensó Issei recordando la información que recolecto de los últimos que mato en la sala del trono-(Su mandíbula esta dislocada y sus caderas…)- Aun cubierta por el semen de los ogros, el castaño miraba con más detalle el cuerpo de la elfa-(Prácticamente la rompieron)- pensó con amargura.
-Si tan solo… te hubiese invocado antes… si hubieras aparecido unos minutos antes… esto… esto no hubiera pasado- decía con pesar la pelinegra, mientras las lágrimas caían lentamente por sus mejillas.
Issei observaba las reacciones de la elfa oscura con cierto lamento-(El cariño que le debe tener es bastante)- pensó el castaño, antes de caer en cuenta en algo-(Invocado? Acaso ella me trajo aquí?)-
-{Lo dudo chico, no tiene el poder para hacerlo}-Trihexa respondió las dudas del castaño-{aun así puedes preguntarle a que se refiere}-
-(Con lo que está pasando en este momento no creo que sea buena idea presionar Negro)- contesto el castaño-(Menos cuando no hay manera de reparar el daño que esas cosas causaron a su compañera)-
-{De hecho si se puede}- dijo casualmente el dragón negro.
Issei levanto una ceja ante esa afirmación, mientras que Ddraig dio la pregunta del millón-[Como?]-
-{Recuerdas cuando preguntaste como te regeneraste? Pues es buen momento de explicar el cómo y porque puedes hacer eso}- dijo Trihexa obteniendo completa atención del dragón rojo y su portador-{Cuando me venciste, recuerda que enlace mi alma y mi poder a tu cuerpo}- comenzó su explicación-{Tu ya tienes el cuerpo con la sangre y carne de Gran Rojo, además que también posees una ínfima cantidad del poder de Ophis}- decía Trihexa, mientras esa última parte sorprendió levemente al castaño.
-(Como?)- pensó el castaño.
-{Déjame terminar}- mando callar el dragón apocalíptico-{La razón de cómo lo posees no lo sé, pero el punto es que tu cuerpo ya es la de un dragón}- continuo-{Cuando me enlace a ti, todo mi poder, todas mis habilidades prácticamente entraron en un estado donde intentaban acoplarse a ti… su nuevo portador… con el paso de todos esos años donde estuviste en prisión y al tener todos tus poderes incluyendo los míos, suprimidos, solo provoco que estos se sincronizaran mejor a ti}- comento con extraña diversión-{Esa es la razón del porque puedes regenerarte en un muy alto grado por no decir superior al de los Phoenix ahora que no estás en aquel lugar, quedando ya sin nuevas cicatrices}- menciono.
-(Vaya… eso es algo increíble de saber y todo, pero aun así eso no responde el cómo puede ayudarme con la situación de la elfa)- refuto el castaño, mientras miraba a Olga aun llorando por el estado de su amiga.
-{Tu sangre… funcionara de igual manera que las lágrimas de Phoenix, ese es parte del alcance de tus nuevos poderes}- comento el dragón apocalíptico.
-[Increíble, realmente increíble]- fue todo lo que añadió el Dragón Gales al escuchar a su homologo.
Issei quedo pensativo ante esa ventaja, pero algo no le cuadraba-(Cual es el costo a pagar?)- pregunto con cierta audacia.
Riendo, el dragón negro respondió-{De tu parte, no pagaras nada es tu sangre después de todo… de su parte, perderá parte de su libertad, por no decir toda}-
-(A que te refieres?)- pregunto Issei.
-{Pues cuando beba tu sangre, ella será… tu pertenencia? Propiedad?}- decía Trihexa con cierta duda en su voz-{De igual manera, me refiero a que sería como un contrato de sangre, donde ella no podrá oponerse a ti, no importa que orden sea}-
Issei contemplo en silencio sus palabras-(No pierde su libertad en su totalidad, sería más que no puede oponerse a una orden mía, mas mientras no le ordene, podrá actuar libremente no?)- dedujo la laguna en las palabras del dragón.
-{Si, eso sería una mejor manera de decirlo}- menciono Trihexa-{Que harás entonces?}-
Issei miro a ambas elfas, antes de llegar a una resolución -Olga- llamo el castaño mientras la mencionada solo ladeo la cabeza levemente sin mirarlo, pero dando a entender que lo escuchaba -Puedo ayudarla, pero tiene un costo- menciono.
En ese instante la Reina de los elfos oscuros puso toda su atención en el castaño, observando la mirada seria de este.
Quería ayudar a su amiga, pero tenía miedo del costo que mencionaba el castaño. ¿Qué podría pedirle? Varias ideas pasaron por su cabeza, muchas de ellas eran claramente producidas por las recientes experiencias que estaba viviendo, pero todos acabando en un mismo punto.
Sexo.
Issei se percató de la mirada pensativa y temerosa de la morena, comprendiendo rápidamente lo que pasaba por su mente- No, no es lo que piensas y no tiene nada que ver nada con respecto a lo que esos hombres intentaron contigo- menciono el castaño- creo que me exprese mal… por un "costo" me refiero a que tu amiga, perderá parte de su libertad conmigo, ya que la manera en que puedo ayudarla es dándole de beber mi sangre, pero eso provocara que no pueda oponerse a ordenes mías- explico- es como un contrato de siervo/maestro- finalizo el castaño tampoco gustándole la idea del sistema de esclavitud o similares.
Olga solo observo al castaño antes de hablar-Si llegara a aceptar, que planeas hacer con ella?- cuestiono con cautela y un cierto tono de precaución. No dudaba de la habilidad del castaño, no lo conocía, pero algo le decía que tampoco estaba mintiendo.
-Nada en realidad, solo quiero ayudar- dijo el castaño.
-Y que ganas a cambio de ayudarnos?- pregunto nuevamente la Reina de los elfos oscuros.
-Pues primero que nada, me debes lo que te pedí cuando te salve allí arriba- refuto Issei, observando como la morena desviaba la mirada ante eso- y segundo, el verte deprimida no es que me gusta tanto, además… acaso ayudar a alguien cuando lo necesita siempre tiene que tener alguna recompensa?- pregunto sonriéndole levemente.
Olga abrió los ojos ante esa última parte mirando al castaño sorprendida. Siendo desde ese momento cuando empezó a ver al castaño bajo una nueva luz. Asintiendo, la elfo acepto las condiciones con tal de que su subordinada y amiga se recupere.
-[A pesar de todo lo que pasaste… no has cambiado mucho eh? Compañero]- dijo el Dragón Gales con cierto orgullo.
-(A que te refieres?)- cuestiono el castaño.
-[Cualquier otro después de todo lo que tu tuviste que aguantar y sufrir, tal vez ni le importara la situación de estas mujeres, incluso, hubiesen dejado que aquellos hombres la violaran y tu seguirías con tu camino, pero tu… tu estas ofreciéndoles ayuda, a pesar de que lo que recibirás es poco o nada]-menciono Ddraig-[Eso compañero, no lo hace cualquiera]-
Issei solo quedo en silencio contemplando las palabras de su compañero y amigo-(…Gracias Ddraig)-respondió sonriendo-Bien entonces, tendrás un lugar donde podamos limpiarla para después continuar con su recuperación?- pregunto.
-Podemos llevarla a las duchas que están a lado de mi habitación- menciono Olga mientras que Issei asentía.
Sin importarle que la elfa rubia este cubierta del esperma de los Ogros, el castaño pone una rodilla en el suelo, mientras intentaba levantar con cuidado a la misma.
-Vamos allí entonces- dijo Issei haciéndole una seña a la Reina para que guiara el camino, mientras se retiraba del lugar con la elfa en brazos.
Zonas superiores del castillo – Baño de la Realeza
Cuando llegaron a los baños Issei tomo en cuenta que el lugar no era simplemente amplio, era realmente enorme, quitando aquella fuente de agua el cual dedujo es donde se limpiaban, el lugar en si daba para que albergaran al menos unas cincuenta personas si no es que un poco más.
-(Acaso todo lo que esté relacionado con nobleza o realeza, tiene que ser grande en exageración?)- se cuestionó mentalmente Issei- Donde la bajo?- pregunto el castaño mientras la elfa de pelos negros señalaba una pequeña saliente cerca de la fuente, lo suficientemente grande, para que alguien pueda acostarse-(que conveniente)- pensó.
Bajando a la elfa rubia en donde se le había asignado empezó a desvestir a la rubia, mientras Olga ingresa a la fuente mientras agarraba una de las telas que había en el lugar, cabe destacar que la reina de los elfos oscuros, se quitó sus botas largas, quedando descalza antes de entrar en el agua, dejando a Issei apreciar sus delicadas piernas.
Sin saberlo, el castaño quedo levemente embelesado por la figura de la Reina, mientras esta empezaba a limpiar el cuerpo de su subordinada.
Sintiendo la mirada del castaño, Olga cambia su atención hacia él percatándose que ciertamente este se encontraba observándola, poniéndola algo incomoda- Tengo algo?- pregunto sacando de su estupor al castaño.
Parpadeando varias veces, Issei se da cuenta que estaba mirando fijamente a la Reina por lo que riendo con cierta vergüenza y rascándose la parte de atrás de la nuca, este solo desvía la mirada antes de responder- Perdona por ello, solo estaba asombrado por lo hermosa que eres- respondió con tranquilidad tomándola con la guardia baja.
Olga no era ignorante de ello, claramente estaba muy al tanto, después de todo ella siempre había recibido aquellos elogios o halagos que hacían relevancia a su belleza, ya sea de sus enemigos humanos como de sus súbditos o aliados. Pero siempre aquellas palabras que recibía tenían esa entonación la cual estaba cargada de deseo o lujuria, siendo desagradable en varios sentidos, después de todo cada halago iba dirigido a su cuerpo.
Claro, aumentaba su ego y reforzaba su orgullo de mujer, pero el desagrado también estaba allí.
Mas las palabras de Issei, a pesar de ser algo que siempre escucho, no tenía ese tono lujurioso o lleno de deseo. Era un simple y plano halago, que era dirigida no solo a su cuerpo, sino a ella misma.
Sonrojándose tenuemente por las palabras del castaño, una fina e imperceptible sonrisa surco sus labios-Gracias- murmuro mientras continuaba con su labor de limpiar a su amiga.
Issei solo asintió, no sabiendo que hacer después- esperare afuera... llámame cuando termines- dijo después de pensarlo un rato, antes de irse del lugar tranquilamente.
Olga quedo observando la espalda del castaño, hasta que este salió completamente del lugar. Sonriendo para sí misma, simplemente continuo pasando la tela húmeda por el cuerpo de su amiga.
Varios minutos más tarde
Ya habiendo limpiado completamente a Chloe, Olga observa como el daño era más notorio frunciendo el ceño ante ello.
No solo su mandíbula estaba dislocada, sus caderas estaba levemente fuera de lugar claramente por la inserción forzosa de los orcos hacia la chica cuando la asaltaron sexualmente. Tenía raspones en varias partes del cuerpo, claramente por los movimientos bruscos cuando ella se encontraba en el suelo.
El daño físico era bastante y por la mirada perdida, el daño mental también era severa.
Tomando respiraciones profundas para calmarse, la elfa de pelos negros sale del agua y se dirige hacia la puerta con la intención de llamar al castaño.
Abriendo la puerta- Issei... ya está lista- dijo Olga, observando como el castaño estaba sentado en el suelo con otro tipo de indumentaria.
El castaño ya no tenía aquel short ajustado que le quito a los mercenarios, ahora tenía unos pantalones largos de cuero y una gabardina sin mangas del mismo material, también tenía unas sandalias que se ajustaban con los hilos de cuero que la componían. Cabe destacar que toda la indumentaria del castaño era negro, eso y que la gabardina lo traía abierta dejando ver su cuerpo trabajado y varias cicatrices.
-Donde sacaste esas ropas?- pregunto Olga con cierta duda.
-Ah esto? Perdón por ello, pero la tela rota con la que llegue y los que tenían esos mercenarios no me servían, así que mientras estabas limpiando a tu compañera, investigue un poco las otras habitaciones y encontré esto- menciono el castaño mientras señalaba su indumentaria- es lo único que me quedaba así que, espero no te moleste-
-No, no me molesta... de hecho iba a ofrecerte un cambio de ropa pero creo que ya no será necesario- comento la elfa mientras sonreía levemente.
-Bueno entonces... ya podemos empezar?- pregunto Issei mientras Olga solo asintió y ambos ingresaron nuevamente al cuarto donde se encontraba la elfa rubia.
Acercándose tranquilamente, el castaño se pone en una rodilla mirando a la rubia con seriedad-(Bien... negro, como lo hago ahora?)- cuestiono.
-{No tiene muchos trucos, solo hazte una herida lo suficientemente grande para que pueda gotear tu sangre y deja que caiga dentro de su boca, el resto sucederá solo}- menciono el dragón apocalíptico e Issei hizo lo dicho.
Issei miro sus manos que tenían la forma de los guanteletes metálicos representativos de Trihexa y Ddraig, recordando un pequeño detalle, él no podía devolverlos a su forma humana, después de todo dio su mano izquierda como sacrificio para Ddraig, mientras que Trihexa había tomado su mano derecha al enlazarse con él, solo si alguien succionara el exceso de energía en sus manos, podrían tener apariencia humana pero ahora eso era imposible.
Suspirando, el castaño utiliza sus garras para cortarse una de sus manos produciendo el sonido de metales chocando. Su palma, empezaba a derramar su sangre lentamente.
Utilizando su mano sana, agarra de las mejillas a la elfa haciendo que sus labios se abran levemente antes de poner su mano sangrante sobre ella dejando caer las gotas sobre los labios de la rubia.
Issei agradecía en parte que la rubia estuviera inconsciente.
Después de dejar caer suficiente sangre, el castaño acomoda nuevamente a la rubia en el suelo antes de ponerse a lado de Olga.
El cuerpo de la elfa rubia empezó a temblar mientras vapor salía de su cuerpo, pasado unos segundos los ojos rojos de la elfa rubia se abren mientras encorvaba su espalda lo más que podía, dando gimoteos de dolor.
Issei comprendió que estaba sucediendo, pero Olga no, la cual estaba por ir a socorrer a su subordinada pero es detenida por el castaño.
-Qué demonios le hiciste!?- exclamo con enojo la reina mirando al castaño que aún estaba impasible ante la situación-Dijiste que la ayudarías! No debí confiar en ti!- seguía bramando, antes de sentir como el castaño la apresaba entre sus brazos evitando que se acercara- Suéltame!- decía Olga mientras zarandeaba intentando zafarse del castaño.
-(Cuanto tiempo tomara?)- pregunto el castaño al dragón apocalíptico, ignorando a la elfa iracunda que estaba sosteniendo evitando que se acercara a su amiga y compañera.
-{Dale unos segundos, después de todo lo escuchas no? Sus huesos se están reposicionando nuevamente… cuando acabe, su cuerpo estará como si no la hubieran tocado ni siquiera un pelo, incluso, puede que recupere lo que hace a las mujeres vírgenes, no importa si lo perdió décadas atrás, hasta el más mínimo daño en su cuerpo será sanado}-menciono Trihexa-{Mientras tanto intenta calmar a la mujer que tienes al lado}-
Issei miro a su costado solo para percatarse de la mirada de muerte que le estaba dando la elfa oscura entre sus brazos- Escucha y escucha con atención- hablo seriamente el castaño- mira a tu compañera, amiga, subordinada o lo que sea y dime… que ves?- cuestiono.
Olga miro a Chloe como dijo el castaño, aun con el enojo presente, enojo que se disipo al observar como el cuerpo de la elfa rubia no tenía ningún tipo de daño, como si nunca hubieran abusado de ella.
-Con lo que hice, ahora mismo ella se recuperó de todo y me refiero de "Todo" tipo de daño que haya recibido a lo largo de su vida- empezó el castaño- pero el paso del tiempo con sus viejas heridas ya fortaleció su mente para la batalla seguramente, pero lo que vivió aquí con esas bestias no creo que lo haya aguantado… su cuerpo esta sanado pero su mente no creo que lo esté- continuaba Issei- El trauma que tiene por lo sucedido es algo que tu deberás curar, porque por lo que veo… tu eres todo lo que ella tiene- dijo mientras soltaba a la elfa- y viceversa- finalizo.
Olga quedo en silencio observando al castaño, mientras procesaba todo lo que dijo.
Ciertamente, Chloe era todo lo que tenía desde que la rescato de aquellos humanos que abusaron de ella la primera vez que la encontró.
Una mestiza entre humano y elfo oscuro, pero aun así ella la acogió convirtiéndola en parte de su familia.
Paso momentos con ella, disfruto y rió con ella, incluso había derramado lagrimas con ella.
Chloe se comportaba como si fuera una simple subordinada, pero Olga la trataba como si fuera su familia.
Bajando la cabeza la reina intento hablar- Yo…-
-No digas nada, te asustaste y preocupaste por la persona que aprecias tu reacción fue la más normal- interrumpió el castaño mientras le daba la espalda pero tenía su cabeza ladeada y le observaba desde el rabillo del ojo.- Las dejo solas… recuerda… solo se tienen a ustedes ahora mismo y ella pende de ti para superar el trauma que le habrá dejado todo esto- finalizo mientras se retiraba.
Olga quedo allí, parada observando al castaño retirarse sin saber que responder. Escuchando un gemido cansino, la reina se da media vuelta observando como Chloe se sentaba mirando su alrededor intentando averiguar dónde estaba y cuál era su situación.
La elfa rubia solo sintió el abrazo de su reina dejándola aún más desentendida.
-Me alegro… enserio me alegro- dijo la elfa de pelos negros mientras apretaba más su abrazo al ver que el castaño si la había curado.
-Olga-sama?- dijo con duda la rubia mientras se sujetaba la cabeza con una mano y todos los recuerdos de lo que paso no mucho tiempo atrás, azotaron su mente- Olga-sama!- exclamo empujando a su Reina, antes de empezar a retroceder arrastrándose de espaldas cayendo a la fuente de agua que tenía atrás, pero aun así no detuvo su andar hasta quedar lo suficientemente lejos de su Reina.
-Chloe? Ya no tienes por qué temer, ya no te pasara nada- dijo la Reina intentando achicar la distancia entre ella y la elfa rubia.
-No se me acerque!- pero Chloe grito parando el avance de su reina. Pequeñas lagrimas se empezaron a formar en sus ojos rojos mientras caían libremente sobre sus mejillas- no se me acerque- volvió a decir con su voz quebrada- yo ya… no soy digna de estar frente a usted- menciono.
Olga se paralizo momentáneamente antes de suavizar su mirada empezando acercarse a su amiga y familia.
-Deténgase!- exclamo en un grito nuevamente la rubia, pero Olga ignoraba sus palabras y seguía acercándose- yo soy indigna de estar frente a usted, estoy contaminada, estoy sucia… por favor… aléjese de…-
-No lo voy a hacer- dijo firmemente la pelinegra- así que quédate donde estas Chloe y es una orden- fueron las duras palabras de Olga congelando a la rubia en su lugar.
Viendo como tenía a su Reina muy cerca de ella con el rostro serio, la elfa oscura de pelos rubios solo atino a cerrar los ojos esperando lo que fuese que recibiría de su reina, esperando algún golpe o algo que demostrara repudio, pero jamás pensó que unos brazos la envolverían en un abrazo.
-Olga-sama?- pregunto confundida la rubia, mientras se le cristalizaba los ojos aún más.
-Chloe…- dijo la pelinegra separándose un poco de la rubia, dándole una sonrisa tranquilizadora. Issei tenía razón, los eventos recientes habían provocado un daño mental muy grande en ella y Olga ahora tenía que ver la manera de ayudarla a superarlo-Lo que paso no fue tu culpa, así que no tienes que sentirte así conmigo, estoy aquí para ayudarte, para apoyarte… deja salir todo lo que sientes- dijo mientras acariciaba la cabeza de su amiga-Yo estaré contigo siempre-
Chloe solo empezó a llorar en silencio, sin saber qué hacer.
La charla que tuvieron allí, era algo que solo ellas dos sabrían aunque uno de los temas de discusión llego a ser el castaño, mas este no sabría que se dijo sobre él.
Con Issei
Caminando por los pasillos del castillo, el castaño llego a una zona donde se encontraba completamente destruido, dando una vista completa al exterior, además que si se observaba en la abertura hacia dentro del castillo, se podía ver la sala del trono donde había parado su caída.
Mirando el exterior, el castaño abre completamente los ojos sorprendido ante la vista. El Paisaje terrestre adornado con ese espeso bosque y puntos montañosos, pero el cielo, era completamente otra cosa.
No solo las estrellas eran más visibles en la noche, sino que el lugar donde se encontraban ahora tenía una enorme luna.
Sentándose en el suelo y recostándose contra una de las paredes destruidas, el castaño simplemente observa la hermosa vista.
Varios minutos pasaron mientras el apreciaba la luna, realmente era tranquilizante.
Con que motivo había llegado a ese mundo, no lo sabía y no le importaba, ahora solo apreciaría el hecho de que era libre y que estaba sintiendo la tranquilidad del lugar, sin ruidos de motores o de los prisioneros, sin tener que estar atento a su alrededor constantemente.
De hecho a pesar de estar relajado, sus instintos lo mantenían con la guardia alta siempre pero no como antes, que ante cualquier movimiento ya estaba a la defensiva. No tenía muchas preocupaciones, solo que esos mercenarios volvieran a aparecer.
El plan de ellos era simple, convertir a todas las mujeres en simples objetos de su uso, repudiable y asqueroso era lo que pensaba Issei de esa idea.
Aun así, dudaba en algo y era si debía emprender su viaje en ese mundo evitando que aquel mercenario consiguiera su objetivo.
Sonriendo para sí mismo, el castaño ya consiguió su propósito.
Observar como destruía el deseo y los sueños de un hombre idiota.
-Olga seguro aún está hablando con la otra elfa… tal vez mañana le pregunte sobre este mundo y todo lo que sabe de el- dijo al aire mientras su estómago rugía-Tengo hambre- murmuro el castaño, mientras se pasaba la mano sobre el estómago- creo que cazare algo- dijo para sí mismo, mientras se paraba y estiraba su cuerpo.
Sacándose la gabardina de cuero, el castaño hace dos aberturas en la parte superior de la espalda de la indumentaria, antes de volver a ponérselo.
-Con eso bastara- murmuro acercándose al borde y mirando la zona del exterior hacia el bosque- si en este mundo existen humanos, significa que puede haber animales que pueda cocinar y comer- dijo para sí mismo, agradeciendo mentalmente que en su último entrenamiento con Tannin aprendió a cazar y a despellejar para el consumo. Aun lo recordaba perfectamente.
Con la luz de la luna dándole de frente, el castaño sonríe antes de que en su espalda surjan dos enormes alas rojas con relieves negros.
Retrocediendo un par de pasos para tomar algo de impulso, el castaño se lanza al vacío sin vacilar extendiendo sus alas y elevándose en el aire.
-WOOOOOOOHOOOOOOO!- la felicidad del castaño era realmente notoria.
Issei empezó a alejarse del castillo para empezar a cazar, mientras una figura observaba al castaño desparecer en las lejanías.
Con su mano sobre su pecho, mientras se sostenía de la pared intentando apaciguar el fuerte latido de su corazón.
Sabía que el castaño era algo más que un humano, dedujo que era un hibrido entre dos seres. Ella era bastante inteligente, no por nada era la Reina de todo el lugar pero nunca se esperó ese desenlace.
Aquellas magnificas alas fue todo lo que necesito observar para saber que era el castaño, que lo hacía tan especial.
Una raza que estaba extinta, seres que desafiaban a los mismo dioses y no temían a nada, se los conocía por ser seres libres que si osabas desafiarlos, destruían todo a su paso.
Muchas leyendas, extensos mitos y varios cuentos.
Olga pudo saciar su curiosidad que tenía hacia el castaño en ese momento.
No era un simple humano de nombre Issei, él era más que eso, él era un Dragón.
A sabiendas de aquello no pudo quedar más asombrada, pero ahora lo veía irse del castillo, no pudo detenerlo después de quedar congelada por el asombro y maravillada ante el evento que tenía enfrente, aun así el verlo alejarse le hacía sentir no solo indefensa y desprotegida.
Olga se sentía vacía y tenía una sensación de desagrado dentro suyo, algo que le era difícil de explicar.
Sin poder hacer nada se volvió a sus dormitorio junto a una dormida Chloe, insatisfecha por no haber podido detener al castaño.
La madrugada paso con normalidad, aunque Olga no pudo cerrar los ojos y dormir tranquilamente, ya que sus líneas de pensamientos siempre acababan en el mismo punto.
No entendía lo que le pasaba o no quería entender, pero aun así ella dejo en claro una cosa en su mente.
Todo era culpa del castaño.
Día Siguiente – Amanecer
Mientras el sol salía en el horizonte, la luz en la habitación de la realeza entraba en pequeñas cantidades, iluminando solo lo suficiente en el lugar. Las pequeñas velas que utilizaron en la noche ya se habían consumidos en su totalidad.
Un par de figuras estaban en la cama, una de ellas durmiendo plácidamente mientras que la otra se revolvía constantemente en su lugar.
Chloe dormía sin muchos problemas, algunos que otros movimientos bruscos por la incomodidad o tal vez por una pesadilla, pero con todo el estrés que había acumulado un buen descanso era lo que más necesitaba.
En cambio, Olga era otra cosa, quedando dormida cada cierto tiempo antes de despertar nuevamente inquieta.
Toda la noche se la paso pensando en lo que producía esas reacciones en ella, en lo que no la dejaba dormir.
Cada vez que llegaba a una conclusión intentaba negarse a la respuesta que ella misma encontraba.
Lo sentía ilógico, lo sentía surrealista en esa situación. Aunque siempre deseo encontrar a esa persona especial, aun así no lo creía o mejor dicho no lo aceptaba.
Solo había pasado un día maldición! No... ni siquiera fue un día, solo era una maldita noche! Como fue que el castaño logro hacerla sentir de esa manera en solo una noche!
Lo primero que utilizo para describir su forma de actuar para con el castaño fue admiración, pero no concordaba esa sensación de disgusto al verlo irse.
Luego fue aprecio, ciertamente, todo lo que hizo el castaño para ayudarla lo apreciaba de sobremanera, no se conocían de nada y aun así el castaño la ayudo a salir de ese problema.
Pero tampoco era la respuesta, no lo sentía así, no era eso.
Fue cuando llego al punto de no retorno en sus pensamientos.
Cariño. Era lo más lógico por su forma de actuar ante la ausencia de este, pero imposible siendo que había conocido al castaño no hace más de unas pocas horas.
Entonces si no quería aceptar eso, que podría ser para sentirse tan molesta, insatisfecha y desprotegida sin Issei cerca.
Sentándose en su cama, niega con la cabeza mientras murmuraba varias cosas para sí misma- debo de distraerme- fue una de ellas.
Levantándose, se pone sus botas largas que iban acorde a su indumentaria antes de dirigirse a la cocina de su castillo.
Con el ataque sufrido el día anterior, el castillo estaba prácticamente solo, con ella y Chloe como sus únicas habitantes ya que el resto de los Elfos Oscuros huyeron o perecieron en la pelea.
Olga casi siempre tenía quien le cocinara algo siendo pocas las veces que hacía valer sus habilidades en la cocina para prepararse y comer algo, claramente cuando sus subordinados no se encontraban en la zona.
Teniendo que pasar primero por el cuarto de suministros que estaba cerca, agarra los ingredientes que iba a utilizar poniéndolo en un canasto, antes de retomar su rumbo a la cocina.
Cuando se iba acercando a la cocina, un aroma bastante atrayente para el paladar se percibía en el aire.
Con cierta duda, se acercó a las puertas de la cocina y lo habría lentamente, antes de sentir como se le aceleraba el corazón al ver quien estaba dentro. Lentamente empezaba a acercarse a él.
Issei mientras tanto estaba apoyado por una de las mesadas, mirando cómo se cocinaba la carne que había cazado mientras escucho las puertas de la cocina abrirse, fue allí que se percató que la Reina de los elfos oscuros ahora estaba con él.
-Buenos Días- dijo el castaño sonriendo de lado- espero no te moleste que haya tomado tu horno prestado, la cacería de ayer no rindió tantos frutos como pensaba y solo encontré conejos- menciono- traje suficiente hasta para ustedes- seguía hablando con tranquilidad antes de caer en cuenta en algo que, aunque sea irrelevante quería preguntar- ustedes... comen carne cierto?- cuestiono, pero no recibió respuesta.
Intentando ladear la cabeza para mirar a Olga, el castaño solo siente como la morena lo abraza mientras escondía su cabeza debajo de la barbilla y el cuello del castaño.
Sorprendido por la repentina acción de la morena, el castaño se queda quieto al no saber qué hacer realmente, viendo como los hombros de Olga temblaban levemente solo se le ocurre acariciar la cabeza de la elfo.
-Sucedió algo?- pregunto con cierta precaución y preocupación en su voz el castaño, al no entender lo que sucedía. Aun así, la reina no respondía.
Varios minutos pasaron mientras la carne aún se asaba, ellos seguían en la misma posición aunque el leve temblor en Olga ya no estaba-La carne se va a quemar- dijo el castaño tranquilamente intentando separarse de la elfo.
-Pensé que te habías ido- pero fue allí cuando por fin hablo la reina oscura- Te vi volar hacia el horizonte en la madrugada... pensé que ya no te vería, y no quería que te fueras de mi lado- murmuro, aunque Issei la escucho perfectamente.
Fue entonces que entendió la razón del actuar en Olga antes de reír provocando que la pelinegra se separe y le mirase sorprendida-Sabes... que lo digas así, realmente da una sensación agradable que no sentía hace mucho tiempo- menciono el castaño haciendo que Olga le dé una mirada curiosa- pero creo que te olvidas del detalle que no sé dónde estoy y que tú tienes que decirme sobre este lugar- seguía hablando sin parar de reír- aunque me hace algo feliz saber que te preocupaste por mí... enserio... muchas gracias- termino de hablar el castaño mientras se acercaba al horno y agarraba la bandeja con la carne antes de ponerlo sobre la mesada- Creo que está en el punto... después de mucho comer se me hace agua la boca- murmuro para sí mismo sonriendo antes de retirarse con la bandeja caliente y buscar un lugar donde sentarse para comer dejando atrás a la pelinegra.
Olga solo observo al castaño retirarse, con el orgullo levemente dolido al ver como Issei desvió el asunto de la conversación en segundos, haciéndose del desentendido e ignorando la forma en que había expresado sus sentimientos.
Mirando el canasto que había soltado antes de abrazar al castaño, lanza un leve suspiro antes de volver a lo suyo, aunque tenía una cosa en mente.
No se rendiría con el castaño.
Mientras tanto con Issei, se encontraba en el comedor disfrutando de lo que había cocinado con cierta emoción.
-{Acabas de ignorar los sentimientos de esa mujer?}- cuestiono el dragón negro dentro del castaño.
-(Hey! Le dije que me hacía feliz que se preocupara por mi)- respondió el castaño algo indignado.
-[Y pensar que antes, intentarías mostrarte para hacerte notar aún más y que las mujeres te hagan caso... ahora una mujer prácticamente está diciéndote que quiere estar contigo y tú te haces el desentendido y la dejas atrás]- se dijo más para sí mismo el dragón gales-[Los tiempos cambian]- menciono.
-(Bueno, antes era un pervertido sin remedio que ignoraba el hecho de que la vida puede ser una perra y las personas que menos esperas te darán la espalda)- menciono tranquilamente-(De hecho es raro que no haya tomado una actitud más drástica cuando Raynare me asesino por primera vez, no, en cambio creí en la idiota pelirroja para que después de una año me dieran la espalda y me dejaran pudrirme por un siglo en aquella cárcel)- siguió Issei dándole un mordisco a su alimento-(No volveré a confiar ciegamente Ddraig, ya no)-
-{Bueno en este caso es posible que sus sentimientos sean reales, después de todo la salvaste de ser violada y no actúas como un idiota mirando su cuerpo sin pudor}- menciono Trihexa dándole a entender al castaño que sabía cómo daba unas miradas al cuerpo de la elfo.
-(En mi defensa, no confiar, no tiene el significado de no apreciar la belleza de una mujer y segundo, no hice lo mismo con la Gremory? Evitando que viviera atada al tipo que no quería por toda su vida?)- refuto el castaño-(Incluso sacrifique mi brazo para sacarla de ese matrimonio arreglado)-
-[Salvar a alguien de ser violada y mostrarle respeto sin esperar nada a cambio es muy diferente, a sacarle de un aprieto político a alguien y esperar una recompensa acorde por tus acciones]- contesto el dragón rojo-[Date una oportunidad, es un nuevo mundo... estancarte en tu pasado no es bueno]-
-(Me lo dice el que peleo por siglos contra los portadores de Albion, hablando de caradura)- dijo el castaño con burla mientras el dragón rojo gruñía y el negro reía ante el comentario-(Me lo pensare Ddraig, me lo pensare)-
Varios minutos pasaron antes de que Olga ingresara al cuarto con su plato lleno de alimentos. Sentándose frente al castaño, empezó a comer sin decir nada.
Issei rompió ese silencio con una pregunta-Entonces…- mirando a la pelinegra con cierta seriedad comenzó- donde me encuentro?-
La elfa solo miro el castaño, viendo la seriedad en sus ojos supo que Issei no estaba para juegos ahora.
-Estas en Austias, el continente más grande de este mundo- empezó su explicación la pelinegra- el lugar donde no encontramos ahora es mi castillo al norte del continente cerca de los límites del bosque- continuo, mientras Issei prestaba atención a lo que ella decía.
Comprendiendo prácticamente todo, Issei pudo saber que Olga era vista como la villana de este mundo razón por la que habían mandado a esos mercenarios, pero estos demostraron su verdadero motivo aquí el cual involucraba a sus contratistas también como parte de su plan de dominación.
Austias un súper continente conformado por siete reinos y la fortaleza en la que se encontraba.
De los siete reinos, seis de ellos tenían líderes que se hacían llamar "Princesas Guerreras" siendo uno de los reinos el cual tiene a dos de ellas, dejando un reino sin guardia o protección.
Estas "Princesas Guerreras" las cuales se habían unido para derrocarla a ella, siendo sus crímenes el matar a los humanos que traspasaban a su territorio y mataban a gente de su pueblo.
Comprendía esa parte, los elfos oscuros al parecer eran despreciados por la sociedad como un tipo de ser blasfemo hacia su Diosa.
Olga solo se defendía de ellos, aunque mostró su repudio cuando comento el hecho de que ella dejaba que aquellos monstruos violaran a las mujeres humanas, sintiéndose algo decepcionado diciéndole un pequeño refrán "Si a espada matas, a espada mueres".
Olga mostró su vergüenza ante ello comprendiendo que el Karma había actuado en esa parte contra ella y si no fuera por Issei sabía perfectamente como estaría ella ahora, aun así a pedido del castaño continuo su explicación.
Menciono que su contra parte era una Alta Elfa que se llamaba Celestine Lucross, la líder de las "Princesas Guerreras" y también aclamada como la resurrección de la Diosa, comentando también que Celestine tenía una habilidad de ver el futuro con visiones en sus sueños, mas no tenía afinidad con la magia como ella.
Después de eso le comento sobre Vault y sus hombres, siendo estos los famosos mercenarios de Kuroinu "Black Dog" los guerreros que acabaron con dos guerras entre continentes y siendo contratados para acabarla a ella y la guerra de cien años.
Issei solo asentía escuchando cada palabra mientras llegaba a una conclusión-(Este mundo es igual de mierda o peor que el mío)- pensó para sí mismo.
Olga termino su explicación observando al castaño que estaba en silencio. El rostro serio que tenía Issei evitaba que dijera algo o intentara siquiera llamar su atención.
-Dijiste que el reino más cercano era Feoh, no?- pregunto Issei mientras la elfa solo asentía.
-[Empezaras ahí?]- pregunto Ddraig mientras el castaño solo volvió a comer.
-(Pues tengo por objetivo el destrozar el sueño de aquel idiota, si todos los reinos corren peligro contra este grupo de mercenarios, primero sería bueno observar la situación en otro reino)- respondió.
-{Que tan aburrido tienes que estar para jugar al héroe?}- comento el dragón apocalíptico-{Por qué quieres ir contra aquel sujeto?}-
-(No sabría decirte, simplemente quiero ver sufrir a ese idiota)- menciono Issei.
Trihexa sonrió ante esa respuesta-{Orgullo entonces, al desafiarte cuando rescataste a la mujer que tienes en frente, instintivamente estas yendo contra el para hacerle saber que a un Dragón no se le desafía… bien entonces, aceptare ese motivo}- finalizo, mientras Issei solo levantaba una ceja.
En ese momento la puerta del comedor se abrió dejando entrar a la elfa rubia.
Issei pudo ver con más detalle la vestimenta de la elfa esta vez, ya que ahora la tenía puesta de manera apropiada.
Sus botas marrones que le llegaban hasta los tobillos, mientras que debajo tenía unas medias largas con un relieve negro en los bordes que le llegaba hasta los muslos, los cuales tenían aquellos ligueros que pasando sobre su tanga y uniéndose a lo cual era una línea de placas de cuero con relieves metálicos el cual terminaba en su pecho cubriéndolos. También tenía un tipo de chaleco superior, que cubría solo sus hombros y la parte de la espalda con una capa con corte en diagonal. Sus manos estaban cubiertas por unos guantes marrones.
La elfa rubia vio al castaño y a su Reina sentados en la misma mesa mientras la observaban entrar.
-Chloe- Olga la llamo- Ven siéntate y come algo- dijo mientras la mencionada solo asentía y se sentaba cerca de su reina, mientras miraba tímida como nerviosamente al castaño.
-Cómo te sientes?- pregunto Issei observando a la elfa- sientes algún dolor o algo?- cuestiono nuevamente.
La elfa rubia se crispo levemente por la pregunta repentina- Ya me siento mejor, no siento nada- pero igualmente respondió- …Gracias- murmuro.
-No agradezcas, enserio… el hecho que ahora soy como tu dueño, no es algo por el cual tengas que agradecer- menciono secamente el castaño mientras dejaba de comer.
Chloe estaba consciente de ello, su Reina le había informado que para salvarla y curarla tenía que convertirse en algo así como una esclava para el castaño.
Tenía miedo, si, que podría pedirle el castaño para satisfacer sus necesidades, será que podría oponerse a él?
El rostro de Chloe cambiaba constantemente entre miedo y desagrado, pensando en todo lo que el castaño podría pedirle.
Aunque Issei no tenía en mente usar su poder sobre ella, lo ponía algo molesto por creer que sería capaz de algo tan malo como llegar a abusar de ese poder para hacerle hacer cosas que no quiere.
Lanzando un suspiro, el castaño empuja su bandeja con carne hasta la rubia agarrando los huesos de lo que él había comido, poniéndolos en un plato aparte- Come, tienes que alimentarte- dijo a modo de orden, lo cual por su unión con ella, esta no pudo negarse- bueno… con lo que me dijiste ya tengo una idea de que puedo hacer en este mundo- menciono mirando a Olga el cual puso un rostro curioso.
-Y eso sería?- cuestiono la pelinegra temiendo en su interior por la respuesta.
-Recorrer los reinos para detener al idiota que te ataco y abuso de ella e intento hacer lo mismo contigo- sonriendo como un depredador el castaño miro a la elfa- quiero ver como sufre al ver sus sueños romperse a pedazos- menciono- Saldré dentro de unos minutos, así que esto creo que será la última vez que nos veremos… ella se quedara contigo, ya te dije que no me agrada ser maestro de alguien, así que seguirá en tu cuidado- finalizo.
Olga solo miraba su plato de comida en silencio mientras recibía las palabras del castaño y se tragaba la realidad.
No tenía poder sobre el castaño, eso era obvio, pero aun así no quería dejarlo ir.
-Olga- llamo el castaño mientras la mencionada lo observaba- Gracias por la información y por dejarme pasar la noche aquí- dijo, mientras se retiraba del lugar.
Escuchando como la puerta se cerraba, Chloe mira a su reina viendo como su rostro mostraba una mezcla de emociones que nunca había visto en ella.
-Olga-sama- dijo la elfa rubia mientras observaba como la elfa pelinegra contemplaba todas sus opciones levantándose abruptamente de su asiento- O-Olga-sama?- cuestiono con duda observando el extraño comportamiento de su reina.
-No pienso dejarlo ir...- murmuro la reina antes de mirar a quien consideraba su amiga- ven Chloe, iremos con el- menciono para sorpresa de la rubia.
-Estas segura? Olga-sama, el parecía que no deseaba compañía- dijo la elfa rubia con cierta duda.
-Tal vez sea así, pero le guste o no, iré con el- dijo con determinación la pelinegra- aun no entiendo perfectamente el porqué, pero no pienso dejar que se aleje sin obtener una respuesta- menciono.
-Respuesta a que Olga-sama?- pregunto Chloe observando a su reina como sonreía levemente.
-Del porque me siento así cuando estoy con él- menciono la pelinegra saliendo de la habitación en busca del castaño.
Chloe se quedó allí mirando su plato de carne a medio comer, mientras pensaba en la situación antes de escuchar como su reina la llamaba y se retiraba para ir con ella.
Puerta principal de Black Fort.
El castaño salía caminando tranquilamente del lugar observando como el sol estaba llegando lentamente al punto más alto, saliendo a las afueras del castillo observa que delante suyo estaba un bosque, el cual tenía que pasar primero para llegar a los campos y de allí a Feoh.
-Dentro de unas horas será medio día- dijo a nadie en particular el castaño-Bueno si esto es el norte, entonces si salgo del bosque por este lado será el oeste y con lo que Olga me dijo, ese era el camino para llegar a Feoh… bien, creo que empezaremos por aquí- menciono empezando a caminar hacia el bosque.
Pero una brisa bastante fuerte lo detuvo y lo obligo a mirar hacia atrás.
En la entrada del castillo Olga y Chloe se encontraban acercándose al castaño. La elfa pelinegra tenía su cetro en mano, apuntando hacia el castaño mientras producía el viento que atrajo su atención mientras que la elfa rubia tenía en su cintura un par de dagas largas.
Levantando una ceja- Puedo saber que hacen?- pregunto el castaño mirando a ambas.
Chloe solo desvió la mirada tímidamente, mientras que Olga tomo la palabra- Creo que es bastante obvio el hecho que te acompañaremos- menciono.
El castaño sonrió levemente antes de rebatir- estas seguras que aguantaras el viaje? No pareces ser de las que caminan mucho- menciono sin la intención de detenerlas, el hecho que le acompañaran en realidad no le importaba mucho, pero ahora tenia que caminar ya que no quería volar cargándolas a ambas.
-Dudas de mi capacidad? No soy una Reina solo por título o porque antes era de alguna nobleza, me gane el puesto- menciono Olga con orgullo.
Issei solo rio ante sus palabras mientras negaba con su cabeza- Bueno, si es lo que quieres no quiero escuchar quejas más tarde- menciono.
-[Estas seguro compañero? El traerlas puede provocarte algunos problemas]- menciono con duda el dragón gales.
-(Que más da Ddraig… que vengan si quieren, quien soy para negarles)- dijo divertido el castaño- Y que dices tú? Segura que quieres venir?- pregunto esta vez mirando a la rubia.
-A donde vaya Olga-sama, también iré yo- respondió Chloe con cierta convicción mirando al castaño a los ojos.
-Bien entonces… como dije, no quiero quejas más tarde- menciono el castaño retomando su camino.
Olga y Chloe observaban al castaño adentrarse al bosque antes de mirarse y asentir para sí mismas dándose a entender que aquí comenzaba sus caminos junto al castaño. Apresurando sus pasos, se posicionaron cerca de Issei mientras lo seguían hacia Feoh el Reino más cercano al castillo del Olga.
Que les deparaba más adelante, era algo que iban a descubrir con el tiempo.
N/A
Bueno… creo que es una historia nueva con el cual pretendo empezar con mi retorno… normalmente continuaría mis otras historias pero las otras tres solo dos retome su lectura y con la otra aun no encuentro mis borradores.
Odiadme si, desaparecí por dos años. A quien no le molesta eso, pero aquí estoy ahora.
No pediré disculpas, lo siento por ello, pero muchos han de entender lo que es vivir con cuentas que pagar y estudios. Mi plan de volver el año pasado se me fue por el retrete cuando una deuda el cual se uso mi nombre y se dejo de pagar se me vino encima. Créanme es pésimo eso.
Pero volviendo al tema, estoy de vuelta y con esta historia pretendo ponerme a tino para volver a mi vieja habilidad de escritura y narración, antes de retomar mis otras historias.
Que por cierto estaré poniendo un poll sobre cual quieren que retome primero, el más votado cuando saque el tercer capítulo de esta serie, será el que continúe después de que finalice esta.
No se alteren tampoco, no será tan largo esta serie, no más de quince capítulos.
E incluso les hago spoiler… jajaj no. No lo hare, es Harem, si, es Issei Out of Character(OoC), sí, es Issei Overpowered, Obvio si, habrá lemon, quien conozca la historia de Kuroinu tiene que saber que SI.
Eso es una cosa. Después de esta serie actualizare la historia más votada del poll y la continuare hasta acabarla, y luego la siguiente.
En el caso de "Nuevo Comienzo" pues seguirá con la historia del canon que planee, y no añadiré mucho del DmC 5.
Algo más. Empezare una Traducción de una historia de DxD y lo publicare también, esa historia es algo que quisiera la leyeran, es de un autor en ingles que realmente me impresiono el hecho de cómo pudo unificar una relación Wholesome (Sano) y dejarlo de una manera tan adorable que mi corazón se hablando tanto y vomite arcoíris. El pairing les sorprenderá les aseguro.
Bueno eso es todo lo que tengo que decir.
Estoy de vuelta, ya regrese a la carrera y chicos.
Esta vez no planeo irme así como así. Me van a aguantar aquí JAJAJAJAJA. No enserio.
Otra cosa, ahora los capítulos tardaran en salir y no porque me fui de vuelta, como verán los caps ahora serán extensos y los haré lo suficientemente largo para cubrir todo un evento o incluso dos si es posible.
Asique esperen caps de +10k o +20k enserio. Eso es lo que se viene.
CRZYPaladín, se despide de ustedes con un energético.
¡Hasta el próximo capítulo!
CHAU CHAU.
P.D.: Siempre dejo epílogos, si no entienden el siguiente cap, es por qué no leyeron la última escena, normalmente suelo dejar algo extra allí.
P.D.D.: Los extrañe chicos… enserio que lo hice.
Varias Horas más tarde.
Campos del Este – Cincuenta Kilómetros antes de llegar a Feoh
Manteniendo su ritmo, el castaño miraba el cielo despejado recibiendo en el rostro los rayos del sol, aunque no le molestaba mucho a él ya que no sentía el calor por su estado de Dragón, las otras dos que le acompañaban, bueno al principio Olga por su orgullo seguía el paso aunque Chloe no intento esconder el hecho de que era una mala idea.
Con el paso del tiempo, ambas empezaban a demostrar su cansancio y que tenían que parar para descansar.
Habían parado a descansar, si, en un pequeño claro que encontraron también pudieron beber agua y cargaron un poco en la cantimplora que la rubia llevaba consigo.
Pero el calor aun así era agobiante, si bien había veces que Olga invocaba con su magia algo de viento para refrescarse, su poder ya no era comparable a su anterior ser, que ahora hasta un hechizo de medio nivel ya le era complicado mantener por mucho tiempo y uno de muy alto rango, le era muy difícil y le desgastaba mucho.
-Vamos chicas ya falta poco, miren… ya se puede ver el castillo desde aquí- menciono el castaño parando en una pequeña colina en el campo, mientras señalaba el pequeño castillo y la aldea que lo rodeaba a lo lejos.
Olga y Chloe llegaron junto al castaño para observar el lugar que señalaban y precisamente en el horizonte un pequeño castillo se podía observar. Aunque Chloe se percató de algo.
-Parece que están bajo ataque- menciono la elfa rubia- el humo que se puede ver, es demasiado denso y muy notorio- comento.
Issei entrecerró los ojos- Estas segura de eso?- pregunto.
-Bastante, puedo parecerte joven- dijo algo tímida la rubia- pero ya estuve en varias batallas donde Olga-sama me confió el liderazgo y eso no es accidental- menciono.
-Ya veo, en ese caso creo que tendremos que acelerar el paso- dijo el castaño- Pueden acercarse un poco?- pregunto Issei mientras ambas elfas oscuras miraban curiosas al castaño pero no negaban su pedido y se acercaban.
-Que planeas hacer Issei?- pregunto Olga solo para sentir como el castaño la abrazaba desde la cintura y la acercaba mas a él, sonrojándose por el tacto y cercanía. Chloe se encontraba igual que su reina, pero sintiéndose nerviosa por el contacto físico.
-Pues ahora necesito que se atajen de mí- pidió ignorando la pregunta de Olga.
La Reina de los Elfos Oscuros iba a refutar algo, pero vio como las enormes alas de Issei aparecieron en su espalda completamente extendidas.
Olga abrió los ojos de la impresión, observando como Chloe se pegaba al castaño rápidamente abrazando el torso de este- Espera, no estarás pensando en…- y el grito de la reina se lo llevo los cielos, cuando Issei levanto vuelo con ambas en brazos teniendo como destino, el Reino de Feoh.
