Hinata se despertó con una clara sensación de satisfacción.

Ella y Sasuke se habían olvidado de cerrar las cortinas la noche anterior, por lo que la luz del sol se filtraba a través de los cristales de la ventana, y una cálida porción caía sobre su rostro.

Le tomó unos largos momentos darse cuenta por completo que el Uchiha no estaba allí.

Hinata se sentó apresuradamente, preguntándose hasta qué hora había dormido.

Recordaba, vagamente, haber estado acurrucada contra su costado la noche anterior. En algún momento de la noche habían gravitado hacia el centro de la cama, y ella pensó haber sentido su cálido brazo descansando en su cintura. Pero no estaba segura, fue confuso y tenía sueño.

Y probablemente era mejor no pensar demasiado en ello.

Hinata se vistió rápidamente, se pasó un cepillo por el azulado cabello y salió al pasillo. Le tomó casi quince minutos llegar a la cocina, y cuando lo hizo vio que Neji estaba allí con TenTen, Naruto y Shion.

"Buenos días", dijo Hinata, sonriendo suavemente. "¿Alguno de ustedes ha visto por casualidad a Sasuke?"

"Aquí, Hime", llegó su distintiva voz desde la puerta de la cocina, y el corazón de ella dio un pequeño y extraño salto ante el sonido. Se giró y vio que él estaba entrando a la cocina, con Sasori e Ino detrás suyo. "Yamanaka nos estaba mostrando a Sasori y a mí algunos canales de deportes en la sala de visualización". Se acercó para saludarla a ella; se tomó un momento para apreciar su camisa abotonada y sus pantalones y cómo le quedaban antes de que él pasara un brazo alrededor de su cadera y la acercara a su lado. "También me dijeron que podíamos tener el coche después del desayuno".

"Oh, no", suspiró y los demás rieron.

"Soy muy insistente, Hinata, me ofendes", dijo, tirando de un mechón suyo y sonriendo.

"Y-ya veremos", dijo, mirándolo con duda.

El desayuno fue un evento animado lleno de charlas y comida y gin tonics increíbles. Cuando Sasuke tomó uno, Ino le apartó la mano y lo miró con severidad: "Después de esto, estarás aprendiendo a correr, arriba de un vehículo con mi pequeña Hinata. ¿Tú ves que Sai está bebiendo uno? Ajam, no, porque luego manejará él" Sasuke pareció vagamente sorprendido, pero luego comprendió las palabras de la rubia, porque simplemente se encogió de hombros y se sirvió jugo de naranja. Luego, casualmente puso una mano en su rodilla mientras comía, y Hinata intentó no mirarlo e imaginar lo bien que se vería (y lo aterrador que probablemente sería) al volante de ese auto deportivo.

Cuando terminaron y salieron, parecía tan ansioso que Hinata sintió una involuntaria oleada de afecto. Naruto le dio las llaves y miró al Uchiha con el ceño fruncido por un momento. "Si veo un maldito raspón en mi auto, teme, te daré tantas patadas que ni Hinata te querrá por lo feo que quedarás"

Sasuke solo resopló. "Tranquilo dobe, a este también lo sabré dominar" contestó, mirándola a Hinata, queriendo dar a entender algo.

Hinata le dio una serie de palmaditas en el hombro a Naruto quien estaba por irse encima del moreno. "N-nosotros nos encargaremos de ello, Naruto. No te preocupes. V-Vamos," le dijo al Uchiha, tomando su codo y alejándolo antes de que su sonrisa pudiera hacer que las orejas del rubio se pusieran más rojas de lo que ya estaban.

Cuando llegaron al auto, Hinata se mordió el labio nerviosa. Estaba a punto de mostrarle a Sasuke su manera de conducir, de forma temeraria, como solía hacerlo antes de entrar en la adultez.

El moreno caminó a su lado observando el deportivo naranja con cierta desconfianza.

"Este es mi lado", dijo Hinata intencionadamente, detrás de él.

Sasuke se giró para mirarla. "Bien. Tengo que usar esa cosa". Señaló el asiento de acompañante, forrado en colores extravagantes y animalprint.

Esta vez ella no pudo reprimir la risita. "Sí. Tienes que usar esa cosa". Ella hizo un gesto hacia adelante y él se inclinó, mirando consternado los tres pedales con glitter. El volante y la palanca de cambios estaba forrada con peluchito rosa y pequeñas piedras brillantes.

"¿Me estás diciendo que el dobe anda conduciendo esto por la ciudad?" Preguntó con incredulidad.

"C-creo que si…" murmuró la Hyuga, abriendo su puerta y sentándose en el asiento de conductor. En silencio, Sasuke hizo lo mismo y ambos buscaron el cinturón de seguridad que cuando Hinata tironeó de él, salió una cinta rosa y verde toda estampada con ranitas sonrientes.

Ambos se miraron en shock por un segundo y explotaron con una carcajada que los dejó sin aire. El cinturón de seguridad era de ranitas, obviamente Naruto manejaba este coche.

Hinata se secó las pequeñas lágrimas de risa luego de respirar unas tres veces para calmarse, Sasuke la miraba divertido y horrorizado en partes iguales.

"¿Debería conducir un poco primero para mostrarte cómo se hace?" Preguntó Hinata.

Sasuke dio un pequeño asentimiento con la cabeza y le indicó con la mirada hacia unos terrenos gigantescos con varias curvas arriesgadas.

"Entonces" dijo, y Hinata metió las llaves para hacer contacto con el vehículo y un fuerte rugido sonó desde el caño de escape. Ella sonrió tímidamente, sintiendo aquella adrenalina escalar por sus vértebras nuevamente. Soltó el embrague con facilidad y avanzó lentamente hacia donde daría comienzo aquella pequeña demostración. "Este de aquí es automático pero lo vamos a utilizar manual para poder controlar mejor los cambios en las curvas, el drifting es más fácil así"

Sasuke parpadeó. "Habla español, Hyuga", dijo, y ella rió suavemente. "Lo que Ino quería que te m-mostrará es el drifting, es cuando el coche se desplaza a una velocidad muy alta con el peso casi completo en las ruedas traseras" explicó la joven.

"Correcto", dijo lentamente.

"¿L-listo?", preguntó Hinata. Aceleró nuevamente escuchando el sonido salvaje del motor.

Sasuke asintió de nuevo.

La Hyuga lo miró y vio que tenía el ceño relajado, confiando en ella. Sus ojos estaban atentos e intensos mientras observaba como ella ponía en marcha el auto. Estaba dividida entre el deseo de disolverse en aquel sentimiento que le provocaba acelerar y comenzar a mover la palanca de cambios o estar nerviosa por el escrutinio intenso de aquellos ojos negros, ser la atención exclusiva de esos pozos oscuros.

Miró con ansias la curva frente a ellos realizando el primer derrape, el ruido de los neumáticos junto con el olor humeante del asfalto y la goma la hizo reír con felicidad.

Sasuke se sostuvo del asiento ante tal maniobra pero no habló ni hizo preguntas. Él simplemente asintió en silencio mientras la veía conducir, la observó cuidadosamente mientras hacía los cambios en las curvas.

Hinata pisaba el pedal del embrague a fondo repetidas veces cuando se aproximaba una nueva curva, logrando que el coche no terminara de coger tracción y siguiera su destino deslizándose. El cabello de la pelinegra ondeaba con los giros bruscos y la alta velocidad, ambos parecían divertidos en aquel paseo.

Luego de varios minutos pegaron la vuelta en un lento recorrido y el corazón de Hinata latía como loco, sus mejillas estaban rosadas y se sentía emocionada.

La pareja regresó al lugar donde estaban anteriormente.

Sasuke parecía pensativo.

Hinata apagó el motor y se volvió hacia él. "¿Q-que opinas?" ella preguntó.

"Nada mal Hyuga, casi me haces arrepentir de no haber hecho mi testamento todavía"

Ella rió y ambos se mantuvieron en aquella armonía silenciosa por unos segundos.

"Ahora tú" murmuró Hinata.

Sasuke la miró con una ceja levantada. Negándose.

Ella le dio un suave golpe en el brazo. "¿Vas a acobardarte, Uchiha? Tenías tantas ganas de conducir"

Él puso los ojos en blanco. "Disculpa, me preocupa tu seguridad, Hyuga. Tus amigos probablemente me maten y profanen mi cuerpo si algo te pasa" dijo, y su corazón traidor dio un pequeño vuelco. "Pero bien. Te haré borrar esa sonrisa y veremos si puedo ponerte todavía más roja"

Cambiaron de lado, Hinata sonrió ampliamente, y cuando estuvieron acomodados, Sasuke se sentó allí y miró fijamente el volante casi como si fuera una serpiente venenosa, analizó los pedales y la caja de cambios.

"N-no te morderá" dijo Hinata, riéndose suavemente, y él le lanzó una mirada de profundo desdén.

"Dije que te haría borrar esa sonrisa, ¿verdad Hyuga?"

"V-vamos, déjame disfrutarte un poco fuera de tu zona de confort" bromeó. El solamente se dedicó a tomar las llaves y hacer contacto, presionó el acelerador calculando algo y luego se mantuvo quieto. Ella pensó que tal vez estaba esperando instrucciones de cómo tomar aquellas curvas pues aún no le había explicado.

"B-bien, cuando llegues a la mitad de la curva debes presionar a fondo el embrague y ca-"

No logró terminar la frase ya que el automóvil salió disparado al sentir a fondo el acelerador bajo el pie de Sasuke, ella gritó por la sorpresa y se espantó al ver que el primer giro estaba a metros y la velocidad no disminuyó ni un poco.

"¡S-Sasuke!" gritó aterrada, agarrándose al cinturón de seguridad.

Y el bastardo lo hizo, como si el coche fuese una extensión de él, su mano voló al freno de mano tirando de él sin titubeos, combinándolo con el embrague y comenzando el derrape que la sacudió para un costado violentamente.

Hinata gritó sorprendida cuando se sacudió contra la ventana del coche y rió fuertemente al ver que la velocidad no disminuyó e iban por la siguiente ronda.

Sintió la adrenalina correr por su sangre y dirigió su mirada hacia el Uchiha quien volteó a verla por un segundo y luego giró nuevamente hacia el trayecto. Suspiró con el corazón latiéndole a mil, ella no se equivocó, él lucía tan atractivo manejando aquel auto, concentrado, con aquella mirada feroz y los nudillos blancos de tanto apretar el volante, se sintió como una gelatina, el calor subió por su cuerpo y se alojó en la parte baja de su estómago.

Él había notado su mirada. "¿Qué? ¿Estoy haciendo algo mal?"

"N-No" contestó, apresuradamente mirando hacia adelante.

Sasuke condujo lentamente deteniéndose casi donde habían comenzado y apagando el motor. Había figuras dirigiéndose hacia ellos desde la gigantesca puerta principal del castillo, pero Sasuke la miró a ella, la intensidad en sus ojos hizo que su corazón saltara nuevamente.

"¿No me darás un premio por aprender tan rápido Hyuga?"

"¡T-Tu… mentiroso. ¡Sí que sabías conducir!" dijo Hinata, riendo nerviosa.

Ahora él estaba realmente sonriendo, claramente más relajado. "Fue muy divertido", dijo, reclinándose un poco en el asiento del conductor. "Gracias" murmuró. "Por confiar en mí"

Y luego se inclinó sobre la consola, tomó su rostro entre sus manos y la besó.

Fue mayormente breve, pero pasó su lengua lo suficientemente sensual sobre su labio inferior como para hacerla temblar, y sus dedos trazaron un patrón con suavidad en su rostro como para dejarla sin aliento. Cuando él se apartó, sintió como si le hubieran robado el aire de los pulmones, por lo que le tomó un momento murmurar: "D-De nada".

Tuvo tiempo de sonreírle de nuevo antes de que los demás llegaran al coche.

Shion se animó un poco. "¡Lo que conduces Uchiha!" dijo ella, sonriendo.

Los ojos de Naruto recorrieron el auto en busca de daños, Ino salió detrás de él, golpeando ligeramente su hombro con una risa.

"Vamos, Naruto, viste lo bien que manejaron. Tu precioso coche está bien. Sasuke lo supo domar".

"Sí, bueno", se quejó el rubio. "Nunca más. Compra tu propio auto de carreras, teme"

"Lo estoy considerando ahora" respondió, con aire de suficiencia. "Puedo enseñarle a Hinata mi técnica de drifting"

"Bien hecho, amigo", dijo Sasori, luciendo impresionado. "Nunca aprenderé esa maldita maniobra. Ni siquiera puedo entender un coche automático y todo lo que tienes que hacer es sentarte y encenderlo".

"Los de caja automática son un poco impredecibles para estas cosas", le dijo Hinata. "Con los de cambio manual se trata mucho más de sentimiento y habilidad n-natural"

"Es cierto. Soy miserable con uno automático, una sola vez lo maneje y lo estrelle contra un árbol. Naruto me salvó antes de que chocara". comentó Ino. Sai se estremeció un poco al recordar aquel día.

"¿Han chocado y tú la salvaste?" Shion se giró para mirar a Ino, sorprendida, se abalanzó sobre Naruto y le besó ambas mejillas. "¡Sigues sorprendiéndome, mi amor!"

"Le desabroche el cinturón y nos tiramos del coche en movimiento" agregó Naruto, con las mejillas ligeramente enrojecidas y claramente complacido con su reacción.

Hinata se debatía entre suspirar derrotada o sonreír alegre, porque al parecer el rubio jamás cambiaría.

Algunas cosas nunca lo harían.

Ese día iba a ser dedicado a explorar la ciudad costera y la playa, por lo que Hinata subió las escaleras, seguida por Sasuke, para comenzar a preparar un equipaje provisorio.

"E-eres de terror", le dijo ella mientras abría la puerta de su habitación, "¿por qué no me dijiste que sabías correr?"

Sasuke se encogió de hombros. "Debía impresionarte con algo ¿no?" La repentina imagen de Sasuke Uchiha corriendo picadas con aquel aire de galán le provocó un suspiro involuntario.

Se imaginó cómo hubiese sido en las épocas donde todos corrían carreras juntos, probablemente él seguiría peleando con Naruto por nimiedades. Aquel pensamiento la hizo sonreír mientras se agachaba hacia su maleta.

"¿De qué te estás riendo?" Él tiró de un mechón azulado y ella le palmeó la mano, sonriendo.

"La imagen tuya peleando con Naruto por quien tuvo mejores driftings"

"Me alegra ser tu entretenimiento Hyuga" dijo secamente.

"Necesito cambiarme", dijo ella, empujándolo hacia la puerta. "V-Vete."

"Muy educada" resopló, pero luego tomó su propia muda de ropa y cerró la puerta detrás de él.

Hinata regresó a su equipaje y comenzó a revisar lo que había empacado en su totebag color crema. Una toalla blanca, por supuesto, gafas de sol, protector solar y la billetera. Sus dedos se detuvieron en su vestido y traje de baño, vacilantes.

Su cuerpo comenzó a hormiguear de los nervios, no solía usar traje de baño frente a tanta gente.

No era que estuviera avergonzada de ella. De hecho, tenía un cuerpo saludable y atractivo para el género masculino, pero siempre sintió pudor frente a otras personas. Sin embargo…¿sería muy aguafiestas de su parte fingir que olvidó su bikini?

"Deja de ser mezquina", murmuró para sí misma, y se puso el traje de baño de dos piezas, negro, antes de ponerse un vestido blanco de lino, y unas sandalias marrones. Satisfecha con su trabajo, se peinó un poco el cabello y ya estaba lista para un día en el mar.

Hinata se encontró con el Uchiha abajo. Como empezaba a ser el movimiento habitual cuando ella se paró a su lado, él le pasó un brazo por los hombros y la acercó a su lado. Ella trató ansiosamente de no darse cuenta que él llevaba una especie de colonia con un olor delicioso mientras todos esperaban a que la última persona, Shion, llegará al salón.

Cuando lo hizo, bajó junto a Sakura quien también llevaba cestas en cada mano. "¡Un picnic!" exclamó alegremente, pasando delante de ellos y guiando a todos hacia una range rover bastante espaciosa.

Naruto se ocupó de organizar las cosas de todos en el baúl junto con las cuatro canastas repletas de comida, para que tuvieran más espacio para acomodarse. De todas formas, todavía estaban tan cerca el uno del otro que Hinata prácticamente estaba sentada en el regazo del Uchiha. Las yemas de sus largos dedos iban recorriendo ligeramente su hombro, eso también la distraía mucho.

Cuando Hinata se arriesgó a mirar a Sasuke mientras Neji comenzaba a conducir, él le sonrió y le dio un empujón con el hombro, señalando las gafas negras que llevaba. "Lindos lentes de sol."

Ella le dedicó una sonrisa. "A mi también me gustan los tuyos" señaló la Hyuga.

"Los compré para el fin de semana. ¿Son sexys?"

"A-Ah si" logró soltar ella, mientras el auto arrancaba y comenzaba a ganar velocidad.

Sasuke solo se rió entre dientes, y luego se bajó las gafas de sol por la nariz para mirarla de una manera que hizo que toda su sangre se calentara.

"Ahh, el amor en los primeros meses", dijo Sasori, sacudiendo la cabeza mientras los miraba. Sakura pasó completamente de ir a su lado por lo que ahora se encontraba viajando encima de su novio, en su regazo. La pelirrosa iba jugando con el cabello del chico.

"Sasuke, deja de querer joderte a tu novia durante cinco segundos, ¿quieres? El resto de nosotros estamos aquí todavía" Ino resopló desde el asiento delante suyo y las mejillas de Hinata ardieron furiosas.

"Lo dice quien va manoseando al pobre hombre que tienes a tu lado" dijo Sasuke, arrastrando las palabras, y aunque tenía gafas de sol, Hinata se dio cuenta por el movimiento de su rostro que había puesto los ojos en blanco.

"Eso", dijo Neji, señalando a Ino y Sai, viéndolos por el retrovisor "es adorable. En cambio, eso…" señaló a Hinata y Sasuke, "está claramente en peligro de convertirse en algo indecente en cualquier momento".

"Tiene razón", dijo Ino, y Hinata pensó en que quería desaparecer.

"Ustedes dos están irradiando algún tipo de energía salvaje ahí atrás, Sasuke. Pero por favor mantenlo en tus pantalones. Naruto ya te dejó conducir el auto, pero no creo que tolere si te empiezas a querer foll-" agregó Sakura, quien seguía jugueteando con el cabello de su novio. Sasori se dejaba hacer.

"Termina esa frase y me bajaré aquí mismo", refunfuñó Naruto, subiendo sus gafas de sol a su cabeza.

"Lo mismo digo" agregó Neji.

Todos rieron.

Sakura simplemente les lanzó una sonrisa irónica por encima del hombro los varones y Hinata sintió la suave risa de Sasuke en su oído.

Shion, quien iba adelante junto con Sai e Ino, se inclinó para atrás ansiosamente y Hinata tuvo que contener un gemido audible. "Creo que es maravilloso ", dijo con sinceridad. "No hay casi nada mejor que una intensa pasión sexual, ¿no te parece? Naruto y yo…"

"NO", dijo Naruto en voz alta, aunque no pareció pensar que eso fuera suficiente, porque le tapó la boca con una mano. "Hemos hablado de esto, amor. Hay cosas que simplemente no necesitamos decir". Shion apartó su mano, pero se estaba riendo y no dijo nada más, aunque sí se inclinó y besó al rubio en ambas mejillas.

"Naruto aprendió que su novia necesita más filtro para hablar de ciertos temas, especialmente desde el fin de semana pasado" dijo Ino, agitando su mano juguetonamente en el aire mientras el viento pasaba entre sus dedos. Ella se giró con una risa cómplice dirigida a Sasuke y Hinata en los asientos traseros.

Hinata escuchó a Tenten disfrazar una risa con tos mientras a su lado, Neji conducía serio. Naruto parecía muy indignado. "Ino, acordamos no volver a hablar de eso nunca más".

"No estuve de acuerdo con tal jodida cosa", dijo la rubia, consternada.

"Oh, cuéntalo, Yamanaka", dijo Sasuke, bajándose las gafas de sol nuevamente y dejando que sus ojos negros brillaran hacia Naruto por un momento, lo que hizo que el rubio entrecerrara los ojos. "Cualquier cosa que incomode al dobe ciertamente se siente como una historia que vale la pena compartir".

Hinata le clavó el codo en las costillas, pero él respondió apretándola con más fuerza y acercándola a su pecho, lo que era a la vez irritante y embriagador.

Naruto se burló. "Teme, idiota absoluto, vete a la mierda..."

"¡N-Naruto, por favor…!" comenzó Hinata, pero Ino los interrumpió.

"Oh, Shion decidió compartir demasiado con Kushina", dijo la rubia. "Pensé que ella y Naruto se iban a desmayar. Me hizo reconsiderar seriamente esta propuesta de almorzar juntos los domingos... Si esos son los eventos del fin de semana que me he estado perdiendo…" Suspiró dramáticamente.

"Bueno", dijo Shion, sacudiendo un poco su cabello. "No entiendo su vergüenza con los asuntos sexuales. La señora Kushina tiene dos hijos, ella lo sabe…"

"Shion, lo juro", gruñó Naruto, interrumpiéndola de nuevo.

Sasuke temblaba de risa silenciosa contra la espalda de Hinata, Tenten puso música, tal vez esperando que aquello calmara el prominente mal humor del rubio, y eventualmente el tema fue dejado de lado. Todos se tomaron un tiempo para apreciar el paisaje y la sensación del olor salado del mar en el aire. Aquello alimentaba el buen ambiente del grupo.

Cuando llegaron y Neji se estacionó, el cabello negro del Uchiha estaba deliciosamente alborotado por el viento, y realmente no era justo lo cálido que eso hacía sentir a Hinata.

"Jugaremos voleibol de playa", dijo Sai, mostrando la inmensa playa frente a ellos. Ino sonrió, metiendo la mano en el baúl del coche y agarrando la bola blanca antes de lanzarla violentamente a la cabeza de Naruto, quien la atrapó en el último momento, aunque la perdió y casi la deja caer.

"N-no voy a jugar", dijo Hinata de inmediato.

"Eso no sorprende a nadie", dijo Naruto.

Hinata sintió una corriente de vergüenza y pudor. "Sí, lo entiendo, soy terrible en los deportes"

"Lo mismo", dijo Sasori. "Yo tampoco voy a jugar".

"Sabía que seríamos buenos amigos", dijo Hinata, y Sasori le guiñó un ojo, antes de lanzarle la pelota a Neji, quien se la pasó a Sasuke.

El Uchiha la atrapó con mucha más facilidad que el rubio, rodeando la pelota en sus manos y examinándola.

"¿A la altura del desafío, Uchiha?" preguntó Neji.

"Obviamente", replicó el moreno, arrojándolo hacia atrás.

Discutieron y se lanzaron la pelota de un lado a otro con Ino mientras el grupo se dirigía a la playa. Fue un día perfecto. Soleado, sin una nube en el cielo, y lo suficientemente cálido para sentir como el sol se filtraba deliciosamente en la piel, pero no demasiado caliente. Hubo una brisa muy ligera que recogió el olor de las olas, y Hinata respiró profundamente, contenta.

Después de colocar la sombrilla, ella y Sasori sacudieron sus toallas y se sentaron debajo, observando con cierta diversión cómo los demás se acercaban y comenzaban a colocar una red para su juego. Tenten yacía tirada en una manta, ya con su bikini color beige, tomando sol y disfrutando del grandioso día. Hinata no la culpaba, ella estaba en planes de hacer exactamente lo mismo.

"Entonces", le dijo el hombre a Hinata, mientras el grupo estaba parado, Neji estaba repasando las reglas del juego con Sasuke, "aquí estamos. Los dos bichos raros"

"No querer que nos golpeen con una pelota de voleibol no nos hace raros", dijo Hinata, sonriendo.

Sasori metió la mano en una hielera, sacó dos latas de algún tipo de bebida alcohólica y las abrió. "Brindaré por eso. Mira, este de aquí creo que te puede gustar. Sakura dice que es de las mejores" le propuso, pasándole una de las latas.

"¿Cómo se conocieron ustedes dos, de todos modos?" preguntó Hinata con curiosidad, movió su mano para agarrar la lata y tomar un sorbo.

"Oh" se rió el joven , "casi la derribé en un pasillo del hospital. La ayude a juntar todos los papeles que cayeron al piso. Al parecer, ella estaba solicitando una subvención para el ala de oncología pediátrica... Y, sin embargo, de alguna manera estando rodeada de niños moribundos, ella estaba más alegre con su vida que yo". Se encogió de hombros y una suave sonrisa apareció en sus labios. "Quería estar más cerca de ella, así que la invité a tomar un café y, bueno, ese fue el comienzo".

"E-Eso es realmente dulce", dijo Hinata, ella le tenía mucho cariño a la joven médica. Su trabajo era excepcional y era una gran persona.

"Tengo mucha suerte", dijo Sasori con sinceridad.

El partido de voleibol transcurría de fondo, y gritos ocasionales de alegría o discusiones interrumpían la conversación de ellos, miraban y se reían, pero la mayor parte del tiempo permanecieron absortos en sus temas. Hinata no podía creer lo fácil que era hablar con Akasuna Sasori. Le encantaba el arte, el tema de las esculturas y marionetas duró al menos veinte minutos, y estaban tan absortos que la voz estridente de Sasuke los hizo saltar a ambos. "Vine por un poco de agua", dijo, rebuscando en la hielera, y Hinata levantó la vista y descubrió que estaba al nivel de su abdomen desnudo y mirando directamente a él.

Su cerebro tartamudeó un momento.

Quería tocarlo y ver si se sentía tan duro como parecía.

El moreno la miró y una sonrisa malvada apareció en su rostro. "¿Disfrutando de la vista?"

El rostro de Hinata ardió, pero ella simplemente vomitó lo primero que se le ocurrió decir. "¿Cómo va el juego?"

"Estamos perdiendo. Gravemente. Yo, sin embargo, soy natural. Obviamente." Él sonrió y tomó un largo trago antes de pasarse una mano por el cabello. "¿Estás segura de que no quieres unirte a nosotros?"

"Muy" dijo ella, y él simplemente le lanzó una última sonrisa antes de regresar corriendo, sus ojos ahora en los músculos de su espalda y la amplia disposición de sus hombros.

Realmente necesitaba controlarse a sí misma.

"Es bastante impresionante que todavía puedas mirarlo como si fuera un gran vaso de agua helada en el desierto" dijo el pelirrojo, y ella lo miró para ver que sus ojos brillaban de una manera muy similar a como lo hacían los de Sasuke, cuando estaba bromeando o divirtiéndose. "O un postre particularmente delicioso que quieres devorar. O, ya sabes, cualquier analogía nutricional en realidad".

"Oh, cállate", dijo la Hyuga. "E-Es un hombre guapo".

"Y un completo tonto", dijo el, riendo y mirando por encima del hombro de Hinata. "¿Te das cuenta de cómo todos los demás hombres en la playa, además de él, Neji y Sai, están mirando a Shion, quien acaba de desnudarse y quedarse en bikini?"

Sorprendida, Hinata siguió su mirada para ver que tenía toda la razón: Shion acababa de quitarse la camiseta y los hombres en la arena que estaban cerca de ella tenían los ojos tan abiertos como el día del evento de recaudación de fondos, viéndose extremadamente aturdidos, aunque Sai caminaba de regreso preparándose para servir el balón, Neji parecía estar asegurándose de que Tenten estaba bien y los ojos de Sasuke miraban en su dirección. Cuando ella y Sasori saludaron, él simplemente sonrió y movió sus ojos hacia la pelota de voleibol, preparándose para el servicio del pálido novio de Ino.

"Se ha estado muriendo por que lo veas todo este tiempo", dijo Sasori, sonriendo. "Lo has hecho bien con él, Hyuga. Está canalizando su tendencia a tener mal humor y actuar como un completo idiota. Es saludable hacer más amigos. Es bueno para él".

Hinata solo se rió, aunque durante el resto del juego notó que el hombre a su lado tenía razón. Los ojos de Sasuke se posaban en ella increíblemente a menudo, y cada vez que ella lo veía él le sonreía de lado.

Él era bastante bueno en voleibol.

Él y Neji eran rápidos, por lo que tenían una habilidad especial para moverse y para lanzarse a atrapar la pelota de voleibol antes de que cayera al suelo. Hinata notó que él y Sakura, que estaba en su equipo, parecían tener un acuerdo tácito de que si él evitaba que la pelota cayera al suelo, ella sería la que la remataría tan fuerte como fuera humanamente posible.

Después del juego todos vinieron a quitarse la ropa para nadar.

"Vamos", dijo Sasuke, extendiendo su mano. "Ven a nadar conmigo". Él le dio una mirada suplicante, y Sakura también estaba jalando a Sasori para que se pusiera de pie, así que Hinata se quitó el vestido y permitió que el Uchiga la arrastrara hacia la arena, y caminaron con cuidado entre las olas hasta que estuvieron flotando en el agua junto con el otros.

Sasuke se acercó a ella, sonriendo, antes de salpicarla. Ella jadeó, frotándose los ojos y mirándolo, pero él sólo se rió. "Suelta tu cabello", dijo. Hinata simplemente pestañeó, se había recogido el pelo porque el viento le molestaba en su rostro. El se acercó aún más, apoyando sus manos en sus caderas e inclinando su frente hacia la de ella, y ella ya no pudo respirar.

"¿Quieres hacerlo tú?", le sugirió, y él obedeció de inmediato, sus dedos recorrieron su cabello hasta que estuvo libre y pasó sus dedos por él para sacudirlo.

"Ahí está", murmuró, sonriendo. Hinata podía ver cada gota de agua en su rostro. Estaba tan cerca de ella. Y él la estaba mirando tan... intensamente. Era tan ridículamente bueno en esto. Intentó lucir igual, y ciertamente no tan aturdida como se sentía.

Nadaron un rato, permaneciendo cerca uno del otro y disfrutando de la sensación de las olas, antes de girar hacia la orilla y usar las olas para impulsarse hacia adelante, tratando de nadar y mantener el ritmo.

Hinata no lo hizo, fue arrastrada bajo el agua y finalmente logró llegar a la orilla, farfullando y tosiendo pero luego comenzando a reír.

Vio un destello negro y, antes de darse cuenta, Sasuke estaba junto a ella, la parte superior de su cuerpo cubría la de ella y la estaba besando.

Por supuesto, estaba húmedo y sabía a sal y a mar.

Este no fue un beso casto. Los dedos del moreno se habían enterrado en su cabello, acariciándolo mientras la besaba profundamente, tal vez más profunda e intensamente de lo que ella normalmente lo haría en público, especialmente considerando la lengua en su boca, él estaba manejando la cantidad justa, la presión justa, haciéndola sentir mareada. Pero eran una pareja reciente, se suponía que debían ser así, ¿verdad? Hinata se permitió satisfacer su curiosidad.

Un poquito no haría daño.

Ella enroscó una mano alrededor de su nuca y lo acercó más y con la otra mano, sintiéndose una aprovechada, la deslizó por su pecho hasta su abdomen.

Estaba, tal como había sospechado, duro y tenso bajo sus dedos, y se tensó aún más cuando él también la tocó. Sasuke hizo un sonido profundo en su garganta, algo así como un pequeño gruñido estrangulado, y una ola de calor completamente desagradable y muy deliciosa recorrió a la Hyuga, finalmente acumulándose en su abdomen. Sasuke la presionó más firmemente contra su pecho, y una de sus manos se deslizó a lo largo de su mandíbula y descansó suavemente sobre su garganta, sus pulgares trazando pequeños patrones mientras seguía besándola.

"¡Oye!" dijo Neji, acercándose y cruzándose de brazos. "¡Dejen de ser indecentes! ¡Es hora del almuerzo!"

Sasuke giró ligeramente la cabeza, pero no la apartó del todo. "Cállate, Hyuga", murmuró contra su boca, y luego puso sus labios sobre los de ella nuevamente. La besó una, dos, tres veces más antes de finalmente alejarse y ponerse de pie, extendiendo su mano para ayudar a Hinata a levantarse con una pequeña sonrisa engreída.

Vaya.

Almorzaron, charlaron animadamente, y Sasuke se sentó allí solo en traje de baño con su muslo rozando el de ella o, a veces, poniendo una mano en su rodilla, nuevamente pareciendo completamente a gusto incluso después de su acalorada sesión de besos.

Él es capaz de apagarlo de inmediato, pensó Hinata, con bastante amargura.

Por la tarde, las parejas se separaron, por lo que estaban solos cuando decidieron caminar desde la playa hasta el pequeño pueblo cercano para echar un vistazo.

"Entonces", dijo él, apartando su brazo tan pronto como estuvieron fuera de la vista de todos los demás, "todo el día, ¿hmm?" Estaba deliciosamente despeinado por toda la actividad y, Hinata notó, un tono rosa claro en sus brazos, cara y cuello.

"¿Estás protegiendo tu piel con algo en este momento?" preguntó extrañada.

Sasuke parpadeó, frunciendo un poco el ceño. "Hn. No. Supongo que no.

"Es algo simple, Sasuke", suspiró, sacando su bloqueador de la pequeña bolsa que traía con ella. Le puso una cantidad razonable en las manos y vio como el desparramaba la crema por sus brazos y cara. "Dios mío, cariño", dijo con voz fingida, "¿Estás preocupándote por mi salud?"

"Oh, c-cállate", dijo Hinata, sonrojada y golpeándolo juguetona con el hombro mientras caminaban, que ni siquiera logró moverlo en absoluto. "Sólo sé cómo te quejas cuando estás herido, Sasuke, y m-me preocupa que no te sientas bien luego"

Él simplemente sonrió, pero no dijo nada más mientras se acercaban al pueblo.

Era un lugar pequeño, pintoresco y acogedor. Las casas eran coloridas y pequeñas, las calles sinuosas y llenas de pequeñas tiendas, el aire olía a comida deliciosa y al océano. Había conversaciones en francés a su alrededor, y los lugareños, aunque probablemente acostumbrados a los turistas, los miraban con cierta curiosidad mientras paseaban.

"Pensé en mudarme a Francia, ¿sabes?" dijo Sasuke de repente, con los ojos puestos en una panadería.

"¿De verdad?" ella miró, sorprendida. "¿Por qué?"

"No me porté exactamente como un niño bueno en casa, Hyuga. Por si no lo habías notado" Su voz era ligera, pero tenía notas de arrepentimiento y sus ojos estaban muy dispersos.

"Bueno..." se sintió un poco incómoda, pero no era como si pudiera fingir que era lo contrario. "Esa es parte de la razón por la que estamos haciendo todo este plan, ¿no?"

Sasuke se encogió de hombros. "Puede que ayude, pero ya no volverá a ser lo mismo. Es mi culpa. Y además, me gusta Francia. Con Itachi solíamos venir de vacaciones"

Hinata se sintió muy, muy extraña de repente. "No sería lo mismo sin ti. En la organización"

Él la miró y una pequeña sonrisa apareció en su rostro, aunque era un poco amarga. "Sí, ahora me toleras porque estoy en lo más bajo de la jerarquía", le dijo. "No me gusta. Caído en desgracia. Como quieras llamarlo. Y tú, Hinata, siempre defiendes a los incomprendidos, ¿no?" Él rió.

Ella parpadeó rápidamente, sintiéndose repentinamente muy indignada. "¡Eso no es cierto!" dijo, con voz un poco estridente. "Me gustas ahora porque te conozco. E-Eres… bueno, en realidad eres mi persona favorita en la organización benéfica", admitió. "Y estoy disfrutando esto contigo ahora, y antes la pasé muy bien conduciendo juntos. Creo que eres muy útil cuando no estás siendo un idiota. Eres inteligente. Y… Y me entristecerá si decides irte"

Sus ojos habían estado en el camino, con las manos en los bolsillos, pero luego la miró de nuevo cuando ella terminó de hablar, y su boca se arqueó en una sonrisa burlona. "Bueno, entonces no preocupes a tu hermosa e irritante cabeza por eso, Hyuga. Ya decidí no irme".

Hinata simplemente lo miró fijamente en silencio atónito. "¿Q-Qué?" preguntó. "Me llamaste bonita", le dijo.

Él arqueó más la ceja. "Hn"

"B-Bueno, yo..." tartamudeó, sin saber qué decir. "No pensé que... bueno…"

El solo se rió, suavemente la tomó por los hombros y la giró hacia la derecha. "Mira, Hyuga. ¿Quieres entrar?" Él apuntó hacia una pequeña y acogedora panadería.

Sus ojos se iluminaron de inmediato. "Oh", respiró ella, comenzando a correr hacia adelante.

Sasuke la siguió y ambos entraron en el local perfectamente ambientado como cafetería. Ella se acercó al mostrador para observar las delicias que ofrecían allí.

Sasuke apareció detrás suyo y señaló unos rollos de canela bañados en salsa de frutos rojos.

"Mira. Tus favoritos".

Su estómago saltó ante el comentario. El sabía su dulce favorito.

"¿Cómo supiste que son mis preferidos?" preguntó Hinata.

Él se rió. "Oh, por favor, Hyuga, lo vi durante toda la escuela y en el trabajo. Tan pronto como ves una de esas cosas tu rostro se ilumina. Pareces una cría"

"E-Es que son tan ricos", dijo Hinata a la defensiva. "¡Qué a ti no te guste lo dulce es lo que está mal a-aquí!"

"Defendiendo a los pobres oprimidos rollos de canela", dijo el Uchiha, sonriendo. "Qué poco sorprendente"

"Oh, c-cállate", dijo Hinata, sonrojándose.

Su voz se hizo más suave. "¿Quieres que compremos algunos?"

Levantó la vista y la imagen de él regalándole su dulce favorito hizo que una sonrisa involuntaria cruzara su rostro.

"Así es", dijo Sasuke, antes de que ella pudiera responder. "Está por toda tu cara". Se dirigió rápidamente hacia la joven que atendía clientes en la caja y Hinata, registrando lo que iba a hacer, corrió tras él.

"S-Sasuke, déjame pagarlos. Traje mi cartera, así que…"

"Oh, sí, buen punto", dijo, girándose e indicando a la panadera cuáles rollos llevarían. Ella lo miró con incredulidad, el moreno se movió nuevamente a la caja registradora con la bolsa de rollos en la mano.

"P-Pero esos son bastante caros, esta panadería es muy reconocida" protestó Hinata.

La cajera registró el ticket y Sasuke abonó lo que compró. La joven estaba sonriendo levemente y Hinata supuso que incluso si no hablaba su idioma, probablemente sabía exactamente sobre qué estaban discutiendo.

"Oh, cállate, Hyuga", dijo el Uchiha. "Tú también me gustas y quiero comprarte un regalo, ¿podrías dejarme por favor?"

Hinata cerró la boca y se apoyó en la encimera, sintiéndose muy cálida otra vez.

Vio que los ojos de la comerciante revoloteaban hacia ella y se detenían en su persona. Fue muy leve, pero vio la curiosidad (y el disgusto) cruzar sus ojos mientras la miraba fijamente.

La felicidad en Hinata se apagó casi de inmediato. Su mente le recordó que Sasuke jamás haría algo así por ella si no estuviesen jugando con el estúpido acuerdo que ambos tenían. Era algo muy, muy tonto para hacerla sentir mal. Pero de todas formas lo sintió. Caer nuevamente en la realidad de que estaba sola y que aquello no formaría parte de su realidad cotidiana, la entristeció. Sasuke le dijo algo en francés a la chica. Su voz había cambiado. Fue duro y áspero, y cuando Hinata miró hacia arriba, vio que el moreno la estaba observando.

La comerciante murmuró algo así como "Disculpas", y torpemente terminó de cobrar el producto.

Cuando salieron del local, Sasuke todavía cargando sus rollos, tomó su mano para guiarla por las calles. Aunque no había nadie cerca para verlo, a ella no le importó. Su mano era cálida y firme.

Durante mucho tiempo ella balbuceó varias veces gracias mientras disfrutaba aquel dulce delicioso, hasta que él, en broma, la amenazó con ponerle un cinta en la boca si no paraba de agradecer.

Pasaron unas horas en el pueblo e incluso se detuvieron a comer los rollos restantes en un parque antes de regresar a la playa. Se acercaba el atardecer y el aire se estaba volviendo más fresco, por lo que todos volvieron a subir al auto una vez que se encontraron allí, cálidos y agotados pero aún felices por aquella tarde.

En el camino a casa, Sasuke la rodeó con ambos brazos y ella apoyó la cabeza en su hombro, cerrando los ojos.

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¡Hola! Gracias por sus comentarios, follows y favoritos. Agradezco la paciencia que tienen para esperar cada capítulo, este trate de hacerlo un poco mas largo para que la historia no me lleve mas de cinco actualizaciones terminarla. Aquí ya vemos un avance desde el lado de nuestra Hyuga favorita, ella ya admitió sentirse muuuy atraída hacia Sasuke. Veremos que pasa en el próximo capítulo. Besitos a todos y todas. Gracias por los reviews, motivan a seguir escribiendo!!!