Capítulo 1

Se podía ver un gran y espeso bosque, entre el cual dos figuras se encontraban paradas, con una separación de un par de metros.

Riveria: Recuerda Bell, debes mantener la concentración mientras haces el cántico o puede que te ocurra un fuego fatuo… (Decía viendo como el peliblanco recitaba un cántico, mientras que, de sus manos, leves chispas comenzaban a salir) Una vez termines el cántico usa esa concentración y fija el objetivo de tu ataque…

Al decir estas palabras, el peliblanco terminó su cántico, para seguidamente de una de sus manos saliera un rayo directo a uno de los árboles que estaban a metros de ellos, haciendo explotar su base y derribándolo al instante.

Pero gracias a esto, la mano y brazo del peliblanco quedaron con un leve temblor, lo que causó una media sonrisa en la mujer.

Riveria: no estás acostumbrado a lanzar hechizos de alto rango como ese, es normal que te tiemblen las manos… (Decía en un tono cálido, mientras se acercaba al peliblanco, quien terminó sentado en el suelo mientras respiraba de forma agitada) Descansa unos momentos, te lo mereces… (Decía mientras le pasaba una poción, para seguidamente sentarse a un lado del peliblanco, quien con una media sonrisa bebió la poción)

Después de esto, ambos quedaron en cómodo silencio, el cual fue roto por un sonrojado peliblanco.

Bell: R-Riveria… ¿Alguna vez te has enamorado…? (Decía en un tono tembloroso, mientras un fuerte sonrojo comenzaba a subir por sus mejillas)

Esto ciertamente sorprendió a la mujer, y causó que un leve sonrojo apareciera en sus mejillas, seguido de una sonrisa cálida.

Riveria: Desde que salí de mi reino jamás me llamó la atención el tema de los hombres o de alguna relación… la mayoría de las veces los hombres se me acercaban por mi título o por prestigio… (Decía en un tono cansado, recordando su juventud y el tiempo en que tenía muchos pretendientes, de los cuales solo la querían por poder o prestigio) Hasta que conocí a alguien, es mucho menor que yo y un poco tímido también, pero su voluntad y amabilidad son lo que más lo hacen destacar, también tiene un gran corazón de oro, siempre viendo el bien de sus cercanos… (Decía mientras miraba directamente a los ojos al peliblanco, quien, miraba estupefacto esto, no notando la indirecta de la pelijade)

Bell: Y-Ya veo, espero que s-seas feliz con él… (Decía cambiando su nerviosismo por un deje de tristeza, no notando la clara indirecta que iba dirigida hacia él, lo que ciertamente la saco un suspiro a la alta elfa)

Riveria: Ven, volvamos con los demás, deben estar preocupados… (Decía mientras se levantaba, siendo imitada por el peliblanco, quien se mantenía en sus pensamientos)

Se logra ver un campamento totalmente destruido, cadáveres tanto de humanos como de espinas se encuentran por doquier, pero en el centro de todo, se puede ver a dos personas, una de ellas arrodillada en el suelo, mientras tiene a la otra en sus brazos, lo más destacable de esta, era la gran herida en su estómago.

Bell: ¡Riveria, por favor aguanta, los demás ya vienen…! (Decía totalmente desesperado, mientras tenía a la peliverde en sus brazos, la cual, solo le dio una triste sonrisa) ¡Intentaré cauterizar la herida, pero por favor aguanta…!

Riveria: Bell… No, ya no puedes hacer nada… (Decía en un tono bajo, mientras se movía levemente en los brazos del peliblanco)

Bell: N-No gastes tu energía, solo no te muevas… (Decía mientras intentaba concentrar un poco de su magia de fuego en su mano, dificultándole por la falta de mente)

Riveria: Bell… ya basta… Solo… te causaras una mente cero… (Decía con dificultad, siendo totalmente ignorada por el peliblanco) ¡BELL YA BASTA…!

Bell: ¡NO LO HARÉ…! ¡NO DEJARE QUE MUERAS…! (Decía mientras dejaba de intentar encender sus manos y miraba con enojo a la elfa, enojo que se esfumó al ver que esta estaba derramando lágrimas) no te dejaré…

Riveria: Ya no puedes hacer nada… Ya no se puede lograr nada… (Decía con tristeza, para seguidamente toser un poco, lo que causó que Bell comenzara a derramar lágrimas de tristeza y culpa) Bell, recuerdas ese día en el bosque… cuando me preguntaste si alguna vez me había enamorado… el hombre al que me refería… eras tú, Bell… Tú eres el hombre del que me enamore… (Decía de forma lenta y con cierta dificultad, mientras lentamente colocaba una de sus manos en una de las mejillas del peliblanco, quien ahora la miraba sorprendido, con unas cuantas lagrimas saliendo de sus ojos)

Bell: Riveria… Y-Yo, siento lo mismo… Estoy enamorado de ti… (Decía con una gran felicidad, mientras colocaba su mano libre sobre la mano que tenía en su mejilla)

Riveria: L-Lo sabía… eres demasiado obvio… (Decía en un tono un tanto burlón, para seguidamente volver a toser un poco) Bell, acércate…

Al escuchar esto, el peliblanco acercó un poco su rostro al de la mujer, quien con las pocas fuerzas que tenía, se terminó de acercar uniendo sus labios en un apasionado beso, el cual tomó por sorpresa a Bell, pero terminó por corresponder el beso, beso que demostraba todos los sentimientos que tenían por el otro.

Este beso duro un par de segundos, donde una vez se separaron, Riveria miró directamente a los ojos de Bell, mientras una débil sonrisa aparecía en sus rasgos, para seguidamente un último suspiro saliera de sus labios, causando que la mano que seguía en la mejilla del peliblanco, cayera al frío suelo.

Bell: ¿Riveria…? Oye, Riveria… (Decía viendo como la mano de ella caía de su mejilla, pero al no recibir respuesta comenzó a desesperarse) Riveria por favor, no es gracioso… Vamos Riveria…

A pesar de las veces que llamó a su nombre, incluso llamándola con el apodo que él usaba cuando estaban solos, pero, no recibió ninguna respuesta de la mujer en sus brazos.

Aun sabiendo que Rivera jamás le respondería, continúo llamando a su nombre, hablándole.

Esto fue visto por el grupo de amigos de ambos, quienes recién habían llegado al lugar, encontrándose con la desgarradora escena, fue Finn el único que se atrevió a acercarse a la pareja.

Finn: Oye Bell… (Decía en un tono quebrado, mientras tomaba del hombro al peliblanco, quien quedo un par momentos quieto, para seguidamente, abrazar fuertemente el cadáver de Riveria, y dar un fuerte grito cargado de dolor y arrepentimiento)

Bell: ¡AAAAAAHHHH!

Hestia: ¿¡Bell-kun qué ocurre…!? (Pregunto alarmada al ver como su primer y único dependiente despertaba gritando, grito el cual duró un par de segundos)

Bell: ¿K-Kami-sama…? (Decía mientras respiraba agitadamente a la vez que un sudor frío lo cubría, viendo de reojo a su preocupada diosa)

Hestia: Bell-kun, ¿Te encuentras bien…? (Decía de forma preocupada, mientras se acercaba al peliblanco, quien le dio una media sonrisa)

Bell: S-Si, solo fue una pesadilla, no tiene que preocuparse Kami-sama… (Decía en un tono tranquilizador, logrando que Hestia se calmara lo suficiente) "Lo logró… Ese loco hijo del demonio lo logró…"

Totalmente al contrario de su ahora expresión tranquila, Bell estaba eufórico por dentro, no solo por el hecho de volver al pasado, si no, que ahora podrá salvar a todos los que antes no pudo, podía salvarlas a ellas.

Después de esto, y que Hestia finalmente se calmara, Bell procedió a asearse, para seguidamente colocarse su antigua/nueva ropa de aventurero, recordando claramente sus primeros días en la mazmorra.

Bell: "Si la memoria no me falla, hoy es el día que la Familia Loki regresa de su expedición y el día que Ais-san me salva del minotauro…" (Pensaba mientras terminaba de colocarse sus botas, para seguidamente levantarse y caminar hacia la salida) ¡Kami-sama, me voy a la mazmorra!

Hestia: ¡Suerte y cuídate…! (Decía mientras leía una carta que le habían entregado el día de ayer)

Así el peliblanco camino en dirección de la mazmorra, pensando en la forma en la que lograría tener una conferencia con el dios Ouranos, pero dejando eso de lado, decidió centrarse en lo que le esperaba en el piso 5, por lo que, preparando su daga, comenzó a bajar, eliminando a todos los monstruos que se encontrase por el camino.

Gracias a sus marcadas habilidades con el cuchillo, Bell logró llegar rápidamente al piso 4, donde se mantuvo deambulando unos cuantos minutos, matando a todo lo que se encontrara y recogiendo sus gemas.

Aunque algo extraño estaba ocurriendo, algunos de los monstruos, como goblins u otros igual de débiles, huían de él, mientras que los demás solo lo miraban con cautela antes de atacar.

Esto ciertamente lo confundió, pero decidiendo dejarlo de lado, pensando que solo era un comportamiento algo extraño de la mazmorra, decidió seguir bajando, hasta que de un momento a otro escucho un fuerte rugido.

Un rugido que atemorizaría a muchos, pero para Bell, solo era un llamado a la lucha y un recuerdo de uno de sus más grandes rivales/amigos, por lo que, dando una media sonrisa, se dirigió rápidamente hacia el 5° piso, ignorando a los aventureros alarmados que pasaban corriendo a su lado.

Una vez se adentró al 5° piso, logró ver claramente a uno de los minotauros que habían logrado escapar de la familia Loki, por lo que, reforzando su agarre en la empuñadura de su daga, se lanzó sobre el monstruo.

Este al ver al peliblanco lanzó otro rugido, para seguidamente impulsarse hacia Bell, comenzando lo que sería una batalla de desgaste.

El minotauro repetidas veces lanzó demoledores golpes hacia el peliblanco, quien alternaba entre esquivar y golpear, lo que, aunque no le hacía mucho daño causaba que lentamente los ligeros cortes comenzaran a agrandarse, causando un daño mayor.

Mientras los dos estaban absortos en su batalla, no notaron como una pelidorada y un pelíplata habían llegado al lugar, para momentos después aparecieran el resto de la familia Loki, entre los cuales se encontraba cierta elfa peliverde.

La pelea entre ambos ya estaba pasando la factura, ya que Bell, a pesar de tener la experiencia de un aventurero de primera clase, su cuerpo actual no estaba acostumbrado a ese ritmo, lo que causaba que se cansará aún más rápido.

Pero, esto igual le estaba pasando factura al minotauro, quien estaba perdiendo velocidad y energía gracias a la pérdida de sangre que le ocasionaban los reiterados cortes que tenía por su cuerpo, especialmente en sus articulaciones y costado de su cuello.

Al ver esto, Bell se separó unos metros del minotauro, notando que ambos ya estaban en las últimas, pero, algo que sorprendió al peliblanco, fue que notó que su Falna ardía ligeramente en su espalda, lo que le trajo una idea a su cabeza.

Bell: "Puede que no pueda usar mis ataques mágicos más poderosos, pero hay uno que todavía puedo usar…" (Pensaba mientras miraba de reojo la daga en una de sus manos, la cual estaba a punto de romperse) "Solo soportara un ataque, debo ser muy preciso…" (Pensaba mientras miraba seriamente al minotauro, el cual ya se estaba preparando para embestir)

Al ver esto, Bell rápidamente comenzó a correr hacia el minotauro, lo que causo que este se colocara en cuatro patas y saliera corriendo con la intención de embestir, donde una vez los cuernos de este estaba a solo centímetros de clavarse en el pecho del peliblanco, Bell dio un salto para seguidamente girara en el aire, mientras que concentraba magia de fuego en su daga, causando que esta brillara en rojo y se alargará unos cuantos centímetros, pareciendo ahora una espada corta.

Una vez dio un giro sobre el minotauro, tomó la daga con las dos manos y la enterró en la espalda del monstruo, atravesando su pecho y rompiendo su piedra mágica.

Pero algo que no logro calcular, fue que la combinación de su daga cargada con energía mágica y la piedra mágica del minotauro causarán una explosión que lo lanzó directo a una de las paredes y directo al mundo de la inconsciencia.

Mientras que con la familia Loki, estos miraban estupefactos como el peliblanco había luchado contra el minotauro, exceptuando a Finn y Riveria, los cuales se dieron cuenta de los calculados movimientos de Bell, especialmente Finn, quien logró notar el ligero movimiento en la mano libre del peliblanco, lo que dejaba ver la experiencia en el manejo de dos dagas.

Bete: Riveria… ve cuáles son sus estadísticas… (Decía en un tono serio, ya que ningún novato o nivel 2 podría manejar tan bien a un minotauro, además de que no conocía a ningún aventurero nivel 3 con cabello blanco)

Riveria: Sabes que no puedo hacer eso… (Decía en un tono serio, mientras miraba de reojo al peliplata, quien solo chasqueo la lengua)

Bete: está inconsciente, no sabrá que revisamos su estado… (Decía irritado, mientras apuntaba con su pulgar hacia Bell, quien, gracias al golpe con la pared, terminó boca abajo)

Ante esto Rivera solo soltó un suspiro irritado, para seguidamente acercarse a Bell, viendo primeramente su estado y curando sus heridas, que, aunque no eran graves, podrían dificultarle pelear con alguna party de monstruos.

Una vez revisó y curó todas las heridas y contusiones que tenía el peliblanco, levantó su ropa en la espalda, revelando su estado.

Mientras revisaba, le sorprendió que el peliblanco era apenas un nivel 1, pero lo que verdaderamente la dejo sin palabras, fueron los rangos de magia, agilidad y destreza, siendo que magia se encontraba en rango A, aun sin tener alguna habilidad mágica, agilidad igualmente se encontraba en el rango A, mientras que destreza estaba en rango B, mientras que las demás se mantenían en un rango normal para un aventurero de su nivel.

Bete: ¿Y bien…? ¿Cuál es su nivel…? (Decía totalmente irritado por la espera, mientras le daba una mirada afilada a la pelijade)

Está al escuchar el tono del hombre lobo, soltó un suspiro cansado, mientras se levantaba, tapando la espalda del peliblanco, para seguidamente mirar en dirección de Finn y Gareth.

Riveria: Él es un nivel 1… (Decía en un tono un tanto alegre, no siendo notado por la mayoría, ya que todos estaban shockeados por que un novato allá enfrentado a un minotauro y allá salido victorioso, mientras que Finn y Gareth, solo mostraron una ligera sorpresa) "¿Quién eres muchacho…? Nadie tiene un rango A en magia siendo un nivel 1, ni los mejores magos lograron esto…" (Pensaba mientras miraba de reojo al peliblanco, sin saber que, en sus labios, una ligera sonrisa aparecía la cual solo fue notada por Finn y Gareth, los cuales, esta vez sí se mostraron sorprendidos)

Fin de capítulo 1

Del 1 al 10 cuánto le dan al capítulo.

Deja tu estrellita si te gusto.

Yo soy Horst y nos vemos en el siguiente capítulo…